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“Asuntos teológicos de la Epístola a los Hebreos,” por Daniel S.

Steffen

Autor

La epístola es anónima y la identidad del autor ha sido debatido desde su comienzo. La

iglesia oriental argumentó que la epístola era paulina. Líderes de la iglesia oriental como

Pantaenus (c. 190 d.C.); Clemente de Alejandría (c. 220 d.C.); Orígenes (185-254 d.C.); y

Eusebio (265-339 d.C.) citaron la epístola como si fuera de Pablo. Sin embargo, la iglesia

occidental estuve de desacuerdo. Ireneo (c. 178 d.C.) e Hippolytus (c. 225 d.C.) negaron la

autoría de Pablo de la Epístola. La iglesia occidental permitió el arrepentimiento de apóstatas


1
después del fin de la persecución romana, pero la iglesia oriental era más estricta. A pesar de

que muchos líderes de la iglesia más tarde dudaron que Pablo la escribió, aceptaron la Epístola

como inspirada y parte del canon.

Hay suficiente evidencia interna para dudar que Pablo la ecribiera. Pablo siempre firmó

su nombre en sus epístolas genuinas (2 Tesalonicenses 3:17). El autor no se atreva a clasificarse

como uno de los Apóstoles (2:3-4). El estilo griego es mucho más koiné literario que todas las

epístolas paulinas. Pablo nunca escribió acerca del sacerdocio de Cristo.

Hay otros autores sugeridos, pero con poco apoyo en la tradición temprana de la iglesia.

Clemente de Roma usó la Epístola, pero hay muchas diferencias y distinciones entre los dos

autores. Lucas es poco probable como autor puesto que este autor se parece muy judío a pesar de

que Lucas pudo escribir con un estilo koiné bien literario. No hay evidencia que Silas (Hechos

15:40) pude ser el autor de Hebreos. Esta sugerencia se basa en el uso de Silvano por Pedro

como amenuensis de 1 Pedro en buen griego. Si fuera Priscila, no hay evidencia y habría usado

1
El rechazo de Hebreos como paulina empezó con Gayo contra los montanistas. Gayo opuso la severa
práctica penitencial del montanismo al final del segundo siglo d.C. Bruce M. Metzger, The Canon of the New
Testament (Oxford: Clarendon, 1989), 105.
2

un participio masculino en referencia a sí misma [ ] (11:32). Tampoco no hay

evidencia para sugerir a Apolos como el autor.

Bernabé es un único candidato con algo de evidencia externa. Tertuliano (160-220 d.C.)

citó lo que él afirmó de una tradición antigua que el autor era Bernabé. Si él era el autor, esto se

explicaría por qué la Epístola tiene características de la literatura paulina. Bernabé era levita y

habría tenido interés en el culto levítico. Bernabé era de Chipre con relaciones cercanas con

Alejandría para explicar el buen estilo de griego de la Epístola. Bernabé era el “hijo de

consolación” (Hechos 4:36) y posiblemente escribiera “la palabra de consolación” (13:22).

Bernabé no se nombra a sí mismo un Apóstol, pero Lucas sí lo llamó con esta descripción junto

con Pablo (Hechos 14:4, 14).

El autor de la Epístola se queda un misterio. Es muy dudoso que fuera escrita por Pablo.

El único otro candidato probable era Bernabé. A pesar de que el autor es desconocido, la Epístola

sí se conoció y recibió dentro de las iglesias orientales a partir de un período muy temprano. Las

características de la Epístola vencieron los exámenes de los Padres de la iglesia para ser incluida

en el canon hasta el punto de que las iglesias occidentales fueron convencidas que la Epístola sí

fue inspirado como parte del canon del Nuevo Testamento.

Situación histórica

Fecha

Es seguro mantener que la Epístola se escribió antes del 96 d.C. puesto que se usó mucho

por Clemente de Roma. Es posible que fuera escrita antes del 70 d.C. debido que el autor no

muestra el conocimiento de la destrucción del Templo (8:4, 13; 9:6-9; 10:1-3; 13:10). Si el autor

hubiera sabido de la destrucción del Templo y el fin de los sacrificios, habría sido esperado la

mención del hecho como evidencia del fin de la antigua sistema de sacrificios y el sacrificio de
3

Cristo como el nuevo Templo. Con la destrucción del Templo, los sacrificios ceremoniales se

cesaron. La iglesia primitiva sabía bien que el Señor profetizó la destrucción del Templo

(Marcos 13:2; Hechos 6:13-14). Puesto que el evento era esperado, habría sido mencionado en

una epístola como Hebreos como la muestra que los sacrificios ceremoniales ya cesaron.

Una fecha es necesaria durante la vida de Timoteo (13:23), pero después de la muerte de

Pablo (67, d.C.). Si Pablo ya estuviera vivo, Timoteo habría llegado a Pablo en lugar de al autor.

Nuestra suposición es una fecha entre 68-70 d.C.

Hay evidencia interna que sugiere una fecha más tarde. El autor escribe como si sea parte

de la segunda generación de cristianos (2:3-4). Puede ser que el pasaje sea una confesión que el

autor no es un Apóstol sino aprendió el evangelio de salvación de los primeros Apóstoles. Tal

admisión no requiere una fecha tarde. Hay la necesidad de tiempo para que los judíos-cristianos

pudieran desarrollor una teología que excluye la necesidad de los sacrificios en el Templo y que

el sacrificio de Cristo reemplaza los del Templo en Jerusalén. Los judíos seguidores de Jesús en

Hechos mantuvieron su participación en el Templo. Hebreos es un desarrollo mayor que esta

previa participación. Sin embargo, Lucas mismo deja pista de este desarrollo en el discurso de

Esteban en Hechos 7. No hay razón dudar que la teología de Hebreos no pudiera ser desarrollado

antes del 70 d.C. La alta cristología de la Epístola tiene reflexión en las epístolas de Pablo, a

pesar de que Pablo no escribió acerca del sacerdocio de Cristo. Es dudoso que la Epístola fuera

escrita mucho después de la destrucción del Templo puesto que el autor, y supuestamente su

audiencia, tienen mucho conocimiento del culto del Templo. Hay ideas similares entre Qumrán y

Hebreos dando mayor evidencia de un período antes del 70 d.C.


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Recipientes

Es bastante obvio que los recipientes eran judíos-cristianos. El título, Epístola a los

Hebreos, no era original, sino el contenido de la Epístola requiere un grupo particular de

cristianos con un entendimiento profundo y experiencia con el culto sacrificial judío. Hay

miembros de la comunidad que quieren regresar a judaísmo (13:13).

La Epístola tiene algo de relación con otras sectas judías como los Esenios en Qumrán. El

papel de ángeles tiene mayor importancia en los rollos del Mar Muerto que lo del Mesías.

Además, hay una creencia en un Mesías levítico (sacerdote) y otro Mesías davídico. Su literatura

enfatiza el tema del verdadero tabernáculo en el desierto y el peregrinaje de Éxodo buscando el

reposo prometido. Hay un interés común en el papel de Melquisedec.

Algunos sugieren que el destino de la Epístola era la colonia judía en Cirene al norte de

África (Mateo 27:32; Hechos 2:10; 11:20; 13:1). Había un gran número de Judíos en Cirene.

Había una influencia fuerte de helenismo allá y posiblemente influencias de otras sectas judías.

Había contacto entre Bernabé y Cirene en Hechos. Sin embargo, este destino es una conjetura.

Hay más seguridad en concluir que la Epístola se escribió a una comunidad desconocida

pero que consistía de judíos-cristianos dentro de los cuales algunos querían salir de la iglesia y

volver a un judaísmo sectario similar a los Esenios de Qumrán.

Propósito y temas mayores

Hebreos tiene una cristología alta y única. Es la primera literatura cristiana que une el

concepto mesiánico como el cumplimiento tanto del papel real como sacerdotal dentro del plan

de salvación de Dios. Cristo es tanto rey como sumo-sacerdote y los dos oficios son unidos en

una sola persona que es tanto humano como divino. La Epístola tiene una llamada a la

perseverancia dentro de la verdadera fe con el fin de que los creyentes puedan realizar
5

completamente su participación eterna con el Hijo Real y Sumo-sacerdote de Dios, Jesucristo

(3:14). El autor plantea que Cristo es la representación mayor de la revelación divina (1:1-4).

Cristo se identificó con la humanidad y ofrece una herencia eterna a todos los cristianos que

perseveran en su relación personal con él (1:5–4:16).

La Epístola se organiza alrededor de cinco pasajes de advertencia dentro de los cuales el

autor les advierte a sus lectores que no apostaten de la fe por medio de volver al judaísmo (2:1-4;

3:1–4:16; 5:11–6:20; 10:19-39; y 12:1-29). Hay cuatro interpretaciones mayores de los pasajes

de advertencia: (1) una pérdida de salvación ya ganada; (2) una advertencia hipotética; (3) una

pérdida de recompensas sin perder la salvación; o mejor, (3) una pérdida de salvación nunca

realizada completamente.

El tema mayor de la Epístola tiene que ver con el sumo-sacerdocio de Cristo. El autor

sostiene que es necesario que los cristianos mantengan su fe y confianza en el verdadero Sumo-

sacerdote del Nuevo Pacto para recibir todas las promesas de salvación y evitar la retribución por

sus pecados. Cristo es capacitado ser el mayor Sumo-sacerdote según el orden sacerdotal de

Melquisedec en contraste al orden levítico. El sacerdocio de Cristo es superior que el culto

levítico porque ofrece un Nuevo Pacto superior que desbanca el Antiguo Pacto y ofrece una

aceptación completa del creyente ante Dios.

Para animarles a perseverarse, el autor les da a sus lectores ejemplos de la verdadera vida

de la fe (11:1-40) que persevera en medio de la disciplina de Dios (12:1-29) porque ellos saben

que hay una promesa segura para entrar en el reino de Cristo (12:23). El autor termina con

instrucciones específicas de cómo cristianos deben servir a Cristo en su vida diaria de fe que

tendrá su fin cierto en el reino de Cristo (13:1-25).


6

Bosquejo analítico

La estructura de Hebreos se organiza alrededor de los dos oficios de Jesucristo: Rey y

Sumo-sacerdote; y los cinco pasajes de advertencia. Después de un prólogo escrito con mucha

destreza acerca de la naturaleza de la revelación de Dios por Jesucristo (1:1-4), el autor presenta

a Jesucristo como el Hijo Real de Dios (1:5–4:16). Esta sección mayor se divide por una sección

doctrinal (1:5-14) seguida por el primer pasaje de advertencia (2:1-4). Luego, una segunda

sección doctrinal (2:5-18) será seguida por el segundo pasaje de advertencia (3:1–4:16).

La segunda sección mayor tiene que ver con el papel de Jesucristo como el Sumo-

sacerdote (5:1–10:39). Esta sección se introduce por una sección corta doctrinal (5:1-10), pero

interrumpida por el tercer y más severo pasaje de advertencia (5:11–6:20). Otra vez, el autor

vuelve a su enseñanza doctrinal acerca del sacerdocio mayor y pacto mejor de Jesus (7:1–10:18).

La segunda sección mayor termina con el cuatro (y más severo de todos) pasaje de advertencia

(10:19-39).

La tercera sección mayor trata la vida de fe (11:1–12:29) que se ejemplifica en primer

lugar por los santos del Antiguo Testamento (11:1-40) y luego emulado por la audiencia cristiana

dentro del último y quinto pasaje de advertencia (12:1-29). La última sección mayor contiene

exhortaciones prácticas (13:1-25).

I. Prólogo: El Hijo de Dios es el representante mayor de la revelación divina (1:1-4).


II. La herencia cristiana al lado del Hijo Real de Dios es posible solamente por medio de
perseverancia en la relación personal con el Hijo quien se identificó con la humanidad (1:5–
4:16).
A. El reino futuro, eterno y victorioso pertenece solamente al Hijo Real de Dios y no a los
ángeles (1:5-14).
B. La primera advertencia: Cristianos tienen que prestar mucha atención a la revelación de
Dios o sufrirán retribución (2:1-4).
C. El Hijo Real es el capitán perfecto de muchos hijos. Jesús, como ser humano, ha
identificado perfectamente con las necesidades de sus compañeros (2:5-18).
7

D. La segunda advertencia: Los lectores son animados a ser fieles a Cristo y llegar a su trono
de gracia para no perder la oportunidad de entrar en el futuro reposo prometido (3:1–
4:16).
III. El Hijo de Dios como Sumo-Sacerdote: La audiencia tiene que mantener su fe en el Sumo-
sacerdote del Nuevo Pacto para recibir las promesas de salvación y evitar la retribución (5:1–
10:39).
A. El Hijo Real de Dios es completamente capaz en su papel como Sumo-sacerdote (5:1-10).
B. La tercera advertencia: El peligro de apostasía tiene que ser evitado por medio de
perseverancia que llega a la madurez espiritual (5:11–6:20).
C. El sacerdocio mayor de Cristo ofrece un Nuevo Pacto superior (7:1–10:18).
D. La cuarta advertencia: El retener de la fe del verdadero creyente hasta el fin evite la
retribución divina por el pecado (10:19-39).
IV. La verdadera vida de fe persevera bajo la disciplina de Dios hasta que reciba las promesas del
Nuevo Pacto (11:1–12:29).
A. Fe es el principio indispensable de la vida espiritual del verdadero creyente (11:1-40).
B. La quinta advertencia: La naturaleza seria de la relación con el Nuevo Pacto del cristiano
debe animarle a perseverarse bajo la disciplina de Dios (12:1-29).
V. El autor escribe exhortaciones prácticas de cómo servir a Dios con temor reverencial (13:1-
25).

Algunos pasajes teológicos

D. La segunda advertencia: Los lectores son animados a ser fieles a Cristo y llegar a su trono
de gracia para no perder la oportunidad de entrar en el futuro reposo prometido (3:1–
4:16).

1. Cristianos son llamados a ser fieles (3:1-6).

La llamada a la fidelidad es la conclusión de las afirmaciones de los primeros dos

capítulos. Por causa de las verdades previas acerca de Jesucristo quien es el capitán de salvación

por medio de su identificación y su auxilio para con los creyentes, ellos deben considerar su

ejemplo de fidelidad al Dios Padre. Los verdaderos creyentes son hermanos santos (3:1);

santificados por Cristo (2:11); y hermanos (compañeros) de Cristo (2:12). Además, son

participantes [ ] de la llamada celestial. Son compañeros y participantes al lado de

Jesucristo de una llamada hacia una vocación celestial para servir en su reino futuro.

El autor les exhorta a estos cristianos a considerar [ ] (observar atentamente y

continuamente). Deben observar al punto de imitar a Cristo (12:3). Jesucristo es el ejemplo fiel
8

como el Apóstol de Dios y el Sumo-sacerdote de la confesión cristiana. Como el Apóstol de

Dios, él es el representante autorizado o embajador. Llegó a la humanidad desde Dios (Padre)

para proclamar la salvación (2:3). Como Sumo-sacerdote, él es fiel como la propiciación por el

pecado (2:17) y para ayudar a los creyentes (2:18). Cristianos deben imitar a Jesucristo porque él

es fiel al Dios (Padre) quien lo envió.

Además, Cristianos deben imitar a Jesucristo porque él es digno de mayor gloria que

Moisés. Moisés era fiel en relación con el tabernáculo en el desierto. El tabernáculo que Moisés

construyó se llamaba la casa de Dios (Deuteronomio 23:18; Josué 6:24; 9:23, 27; Jueces 18:31;

19:18; 1 Samuel 1:17, 24; 3:15). Construyó el tabernáculo fielmente según el modelo que Dios le

mostró cuando estaba en el monte Sinaí (Éxodo 25:40; Hebreos 8:5). A pesar de que Moisés era

fiel en su “casa” (tabernáculo), Jesucristo es fiel en una “casa” mucho mayor.

Jesucristo tiene mayor gloria, honor y dignidad que el tabernáculo construido por Moisés

porque él es el constructor mayor [ ] (el verbo implica tanto el construir como

equipar a la misma vez). Moisés solo servía en el tabernáculo, pero Cristo es su fundador. Como

Dios, Jesucristo es el fundador de toda la alabanza y culto rendido a Dios. Su “casa” consiste del

verdadero acceso al Dios Padre por medio de Dios Hijo. El tabernáculo de Moisés solamente

testificó del verdadero tabernáculo que será revelado en el futuro. La fidelidad de Moisés en

construir el tabernáculo sin variación del modelo original testifica a la fidelidad de Jesucristo en

su construcción de todo el universo.

Cristianos son verdaderos miembros de la casa espiritual de alabanza del verdadero Dios

con tal que mantengan su firmeza de fe. El cristiano profesante que abandone a Jesucristo y se

rinda su confianza en la salvación futura prometida, ha cortado su relación con la verdadera casa
9

de alabanza. Ya no participa con el Apóstol y Sumo-sacerdote, Jesucristo. Para participar en esta

salvación, es necesario mantenerse fiel hasta el fin de la vida.

2. El fracaso de Israel debe advertir a los cristianos a mantener su fidelidad a Jesucristo


(3:7–4:11).
a. Los israelitas que se endurecieron sus corazones no entraron al reposo prometido
por Dios (Salmo 95:7-11; Hebreos 3:7-11).

El autor quiere advertir a sus lectores acerca de las consecuencias de abandonar la “casa”

de Jesucristo. El contexto de Salmo 95 es una llamada a adorar al Creador (compare 3:4 con

Salmo 95:5). La persona que abandona la “casa” de Dios ignora la llamada a adorar a Dios. Los

que rechazan la llamada a adorar y también se endurecen sus corazones perderán su reposo

prometido.

El trasfondo histórico de Salmo 95:7-11 es el murmurar en Masah y Meriba (Éxodo 17:1-

7) y su rechazo del reporte de Josué y Caleb (Números 14). “Masah” significa “prueba” (Éxodo

17:7; Salmo 95:8) y “Meriba” significa “contención, disputa, provocación”. Los israelitas se

endurecieron sus corazones en su provocación [ ] (Meriba); en el día de

prueba [ ] (Masah).

b. El autor les aplica Salmo 95:7-11 para advertir a los lectores de apostasía (3:12-
15).

Los lectores son advertidos para que ninguno de ellos salga del Dios vivo por medio de

incredulidad. Fueron animados a mantener firme su fe hasta el fin de sus vidas, pero el autor

teme que algunos de ellos se apostatarán [ ] de Jesucristo. El peligro es que la

incredulidad pueda llegar a la apostasía de Dios quien vive y juzgará a los falsos cristianos con

severidad. El remedio de este peligro es la necesidad de exhortación mutua cada día para que los

miembros son se endurezcan por la decepción de pecado.


10

En lugar de ser decepcionado por pecado, el verdadero cristiano debe mantener su

participación con Jesucristo. Es necesario que el verdadero cristiano mantenga el comienzo de la

verdadera sustancia [ ] (1:3; 11:1) de su salvación hasta el fin de su vida. El privilegio

de ser un participante completo de la salvación de Cristo es condicional (3a clase en 3:14) de la

perseverancia del cristiano. El cristiano profesante no tiene nada si se apostate de Dios antes del

fin.

c. Aunque los israelitas no podían entrar su “reposo” por causa de su incredulidad, el


futuro “reposo” prometido por Dios sigue vigente para cristianos con tal que se
mantengan fieles a Cristo (3:16–4:11).
(1). Muchos israelitas no podían entrar al “reposo” prometido por causa de
incredulidad (3:16-19).

Puesto que muchos de los israelitas no podían entrar al reposo prometido históricamente

en la tierra de Israel, muchos no entrarán al futuro reposo prometido del reino de Cristo. Los

cristianos profesantes que fallan en mantener su fe en apostasía se quedarán cortos del futuro

reposo prometido. Es necesario que los lectores eviten una incredulidad similar que resulta en

desobediencia, pecado y pérdida del reposo futuro.

(2). El futuro “reposo” prometido sigue vigente para los cristianos con tal que se
mantengan fieles a Cristo (4:1-11).

El autor les advierte a sus lectores que no sigan el ejemplo de los incrédulos entre los

israelitas (4:1-2). El “reposo” [ ], en el contexto del Pentateuco, se refiere a la heredad

futura de los Israelitas en la tierra de Israel (Deuteronomio 5:33; 12:9-11; 13:18-20). Este

“reposo” ahora corresponde, para el autor, a la entrada en el futuro reino mesiánico. Las mismas

“buenas noticias” de un futuro reposo prometido ahora son entregadas a los cristianos. Por esto,

el autor les advierte que no sigan el ejemplo de los israelitas incrédulos con el resultado de

quedarse cortos de su entrada en el “reposo” futuro por falta de la verdadera fe perdurable.


11

El autor les da tres evidencias que demuestran que el futuro reposo prometido es vigente

para los cristianos (4:3-9). En primer lugar, Salmo 95:11 declara que los incrédulos o entran en el

“reposo”, sino solamente entrarán “nosotros que hemos creído” (4:3). En segundo lugar, el

“reposo” se relaciona con el sábado. Dios preparó el reposo sabático para los verdaderos

creyentes desde el tiempo de su creación. Sin embargo, la humanidad incrédula nunca ha entrado

ese “reposo” todavía (4:4-5). En tercer lugar, la promesa sigue vigente para que otros puedan

entrar en el “reposo” puesto que los israelitas nunca aprovecharon de la promesa (4:6-8). Salmo

95:7-8 es una invitación a todos, porque Josué nunca pudo lograr el verdadero “reposo”

completo para Israel. Su posesión de la tierra de promesa nunca llegó a ser completa (Josué 23:4-

16) y el autor observa en Salmo 95:7-8 la oferta de otro “reposo” eterno (Salmo 132:13-14).

El autor concluye que sigue vigente un “reposo sabático” [ ] para el nuevo

pueblo de Dios en Cristo más allá del “reposo” [ ] (4:1) originalmente prometido a los

israelitas (4:9). Justo como Dios, cristianos entrarán el futuro “reposo” prometido una vez que

hayan cumplido sus obras (4:10). El autor exhorta a su audiencia que haga todo esfuerzo entrar

ese futuro “reposo” para que nunca de ellos salgan de la fe según el ejemplo desobediente de los

israelitas en el desierto (4:11). Si la comunidad cristiana no haga todo su esfuerzo en mantener su

fe y obra por el Señor basado en la salvación que él les ofrecido, hay un peligro que algunos de

ellos caerán en desobediencia e incredulidad con el fin de no entrar en el futuro “reposo”

prometido. El fracaso de no entrar en ese “reposo” tendrá el resultado del juicio de Dios, como

Dios juzgó a los israelitas desobedientes.

3. Es imposible escapar el juicio de Dios, pero cristianos tienen acceso directo al trono
de gracia (4:12-16).

La palabra de Dios juzga a la humanidad (4:12-13). No hay defensa ante de Dios. La

humanidad no puede evitar las consecuencias de sus pecados. La palabra del juicio de Dios
12

penetra. El autor no enseña una antropología tricótoma cuando declara que la palabra del juicio

de Dios penetra al alma y espíritu del ser humano. La palabra no separa “alma” del “espíritu”,

sino penetra dentro tanto el “alma” que el “espíritu”. En el pensamiento judío, el “alma” es la

totalidad de la experiencia humana (mejor, “vida”), mientras el “espíritu” es la parte eterna del

ser humano. En 4:12, hay nada más que una acumulación de términos que describen la

naturaleza total del ser humano sujeta al juicio de Dios. Ninguna criatura puede escapar su juicio

(4:13).

Por un lado, es imposible escapar el juicio de Dios; pero, por el otro lado, cristianos

tienen acceso directo al trono de gracia (4:14-16). No es necesario para caer como los israelitas

porque tienen acceso al trono divino de gracia. Los cristianos que mantengan su fe pertenecen a

la “casa” del Sumo-sacerdote, Jesucristo, dentro de la cual se proveen todas sus necesidades

espirituales. Por causa de esa provisión, el autor exhorta a su audiencia que se mantengan firmes

a su confesión de fe. La presencia de tal Sumo-sacerdote compasivo debe animar a los cristianos

de acercarse continuamente a su trono con toda confianza.

Excursus acerca del “reposo”

Hay muchas opciones sugeridas del mejor entendimiento de “reposo” que sigue vigente

para cristianos según la teología del autor. Las interpretaciones se dividen entre las que toman el

“reposo” como una realidad presente y las que lo toman como una promesa futura.
13

El “reposo” como una realidad presente

1. “El reposo de Dios es satisfacción en el ser humano; pero esta satisfacción se puede
perfeccionar solamente cuando el ser humano esté en harmonía perfecta con él. Esta idea
muy espiritual de salvación se involucra en la discusión de nuestro autor (Filón, De
2
Cherubim, 26).”

2. El “reposo” es un reposo espiritual presente del alma en comunión con Dios que es el
3
resultado de un contacto personal con Jesucristo.

3. El “reposo” es la salvación presente ofrecido en el evangelio de Cristo y su obra completa en


4
la cruz.

4. El “reposo” involucra toda la actividad salvífica de Dios: el “reposo” presente de la obra


completa de Cristo en la cruz (o sea la paz con Dios); el futuro reino milenial; y el último
5
eterno “nuevo cielo y tierra”.

Esta interpretación fuerza mucho de la literatura del Nuevo Testamento dentro de la teología

del autor fuera del contexto del libro. Las tres fases de “reposo” cristiano según Newell no tiene

base en el texto de Hebreos.

El “reposo” como una promesa futura

5. El “reposo” es nada más que el mundo escatológico para venir, “la existencia dichosa y feliz
6
de los fieles de Dios en el mundo más allá”. Es el cielo (11:10, 16) en contraste al futuro
7
reino mesiánico. Es el “descanso de almas” (Mateo 11:28-30).

2
Marcus Dods, “The Epistle to the Hebrews,” en The Expositor's Greek Testament, ed. W. Robertson
Nicoll (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1983), 281.
3
Thomas Hewitt, Hebrews, Tyndale (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1960, 1982), 92.
4
F. B. Meyer, The Way into the Holiest (London: Morgan and Scott), 68-73; y Leon Morris, “Hebrews,” en
The Expositor's Bible Commentary, ed. Frank E. Gaebelein and J. D. Douglas (Grand Rapids, MI: 1981), 43.
5
William R. Newell, Hebrews Verse by Verse (Chicago: Moody, 1947), 117-123.
6
James Moffatt, Epistle to the Hebrews, ICC (Edinburgh: T. & T. Clark, 1924, 1963), 46-54.
7
F. F. Bruce, The Epistle to the Hebrews, NIC (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1964), 74-79.
14

Hay evidencia que rabinos más tarde pensaron de un reposo final después de un futuro
8
reino mesiánico terrenal. “Queremos decir, el sábado que pone fin al pecado que reina en el

mundo—el séptimo día del mundo, en el cual, como después del sábado, sigue el mundo futuro,

en el cual para siempre no habrá más muerte, ni más pecado, y no más castigo por pecado; sino

el delito puro en la sabiduría y conocimiento de Dios” (Elijah Rabba 100:2 sobre Salmo 92:1).

“En el día sábado cantaron Un Salmo, Una canción para el día sábado (Salmo 92)—Un salmo,

una canción para el mundo venidero, para el día que será completamente un reposo sabático para

siempre” (Misná, Tamid, 7:4).

Así que, esta interpretación se basa en las interpretaciones judías de Salmo 95 (Talmud

babilónico, Sanhedrin, 98a, 110b) y Salmo 92 (Misná, Tamid, 7:4).

Jewish teachers of the early second century debated, on the basis of Num 14:35 and Ps
95:11, whether the oath of God excluding the desert fathers from entrance into his rest
implied their exclusion from participation in the age to come at the consummation of
9
redemption (t. Sanh. 13:10; b. Sanh. 110b; y. Sanh. 10:29c; 'Abot R. Nat. 36).

". . . because for you that Paradise is opened, the tree of life is planted, the age to come is

prepared, plenty is provided, a city is built, rest is appointed, goodness is established and wisdom
10
perfected beforehand (4 Ezra 8:52).”

La discusión rabínica acerca del Salmo 95:11 tenía que ver con la futura entrada de

israelitas en la última eternidad, a pesar de que perdieron la esperanza del “reposo”. Sin

embargo, el autor de Hebreos ofrece algo distinto que la última existencia eterna final cuando

declara que la promesa del “reposo” sigue vigente para el nuevo pueblo escatológico.

8
Carl Bernhard Moll, The Epistle to the Hebrews, Lange (NY: Scribner, 1869), 89.
9
William L. Lane, Hebrews 1–8, WBC, vol. 47a (Dallas, TX: Word Books, 1991), 98.
10
Según Metzger, el libro se fecha tarde en el primer siglo d.C. y se escribió mayormente por un autor
judío (capítulos 3–14). B. M. Metzger, “The Fourth Book of Ezra,” in The Old Testament Pseudepigrapha, ed.
James H. Charlesworth, vol. 1 (Garden City, NY: Doubleday, 1983), 519.
15

11
6. El “reposo” es el futuro reino mesiánico terrenal dentro de las esperanzas judías.

Muy poco se aprende de los usos bíblicos de los términos y . El

último no aparece y el primer ocurre en la literatura escatológica. En 1 Reyes 8:56, Salomón

bendice al Señor porque dio “reposo” a su pueblo, Israel. Además, llama el templo, el “reposo”

del Señor (2 Crónicas 6:41; Judit 9:8). Jerusalén se consideró el lugar donde el Señor “reposará”

para siempre (Salmo 131:14). Isaías declara que el Señor del Cielo no “reposa” en ninguna casa,

sino reina sobre todo el universo (Isaías 66:1).

Las divisiones rabínicas más tardes entre un futuro reino terrenal seguido por una

existencia celestial no debe determinar el uso de “reposo” aquí. Su propio punto de vista acerca

del futuro debe determinar su entendimiento del futuro “reposo” del verdadero pueblo de Dios.

El autor no escribe claramente acerca de una distinción entre un reino terrenal mesiánico futuro

seguido por una existencia eternal.

Dentro del contexto de la segunda advertencia (3:1–4:16), el autor enfatiza una salvación

futura prometida. Cristianos son partícipes de una llamada celestial (3:1). Su participación será

completamente realizada solamente después que ellos se hayan mantenido firmes hasta el fin

(3:14). El ejemplo de los israelitas es que su elección entre fe e incredulidad se hizo antes de su

llegada a la tierra prometida. El autor aplica figurativamente este ejemplo a su audiencia que

tiene que hacer la misma elección antes que llegue la consumación final. Ahora ellos deben tener

temor de Dios (4:1) y algunos de ellos nunca llegarán al “reposo” prometido por causa de su

incredulidad.

11
Zane C. Hodges, “Hebrews,” in The Bible Knowledge Commentary, NT, ed. John F. Walvoord and Roy
B. Zuck (Wheaton, IL: Victor, 1983), 789.
16

El autor utiliza el tiempo presente en 4:3 [ ] para entrar en el reposo, y el

tiempo aoristo por haber creído [ ]. Se necesita el tiempo presente puesto que la

promesa (4:1) sigue vigente para los que ya han creído. La interpretación del tiempo presente en

relación con el tiempo de la realización de la promesa puede ser un presente futurístico o una

realidad que sigue, pero no como un presente histórico. El reposo sabático sigue como una

opción abierta para el cristiano que hace esfuerzo con diligencia entrar en ello. No es el

pensamiento del autor quien anima que los cristianos sigan con fuerza y diligencia que el

cristiano ya ha descansado de sus obras como Dios lo hizo después de la creación.

Además, el “reposo” prometido se entiende como el futuro reino mesiánico terrenal por

causa de las esperanzas escatológicas judías. El autor claramente relaciona el concepto del futuro

“reposo” (Salmo 95:7-11) con la esperanza judía de heredar la tierra. No hay nada en Hebreos

que sugiere que ellos abandonaron sus esperanzas mesiánicas por un reino futuro en la tierra.

Esperando la venida de Cristo para establecer un reino es implícito en otros pasajes de la Epístola

(1:13-14; 2:8; 9:28; 10:25; 12:14, 28). El autor también equivale el tiempo futuro con una

resurrección (6:1-2; 11:35). Cuando Cristo venga, habrá un juicio (6:1-2; 9:27) en el cual los

cristianos fieles serán recompensados (10:34-39; 11:26). Hasta la frase “ciudad de Dios”, en

contraste con la conquista original de Canaán, puede ser entendido como el reino futuro terrenal

de Cristo (11:13-16, 39; 13:14).

La escatología de Hebreos fuera de 3:1–4:16

La escatología del autor se encuentra en varios pasajes. No hace una distinción explícita

entre un reino terrenal futuro de Cristo seguido por una existencia futura eterna. Sin embargo, los

dos aspectos son incluidos en sus declaraciones acerca de las futuras esperanzas prometidas a los
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verdaderos creyentes que se perseveran hasta el fin. Los varios aspectos del futuro tiempo de

salvación revelan una esperanza simple que Cristo llegará al final.

1. La esperanza incluye el final de la creación presente (Salmo 102:25-27; Hebreos 1:10-12). La


tierra y cielo presente será sacudida (Hageo 2:6; Hebreos 12:26) cuando las cosas creadas
serán quitadas y las cosas eternas se quedarán (12:27). Sin embargo, la cosa futura eterna que
no será quitada será el reino por lo cual los cristianos deben dar gracias (12:28).

2. La esperanza incluye el reino del Mesías sobre todos sus enemigos que es su futura salvación
en la cual los verdaderos cristianos heredarán y participarán (Salmo 110:1; Hebreos 1:13-14).
Esta subyugación de enemigos ya es futura puesto que ya no es cumplida (Salmo 8:6;
Hebreos 2:8). Cristo vino una vez para ofrecerse como un sacrificio por pecados, y vendrá
una segunda vez para la salvación (sin referencia a pecado), para los que le espera su llegada
ansiosamente (9:28). Su segunda apariencia llegará con su salvación prometida para todos los
que ya han sido perdonado por pecados basado en su primera venida. Este día de su segunda
venida se acerca (10:25) y requiere mayor diligencia entre los cristianos. El futuro será el
tiempo cuando los fieles verán al Señor (12:14).

3. Por medio de Cristo, muchos hijos serán llevados a la gloria (2:10).

4. Por causa del sacrificio de Cristo, él es la fuente de salvación eterna (5:9). La verdadera
salvación requiere perseverancia (6:9). Esta esperanza de la salvación futura depende de una
perseverancia diligente hasta el final (6:11) y de imitar a los que por medio de fe y paciencia
heredan las promesas de Dios (6:12-20). Puesto que Cristo es eterno, salvará para siempre a
los que acercan a Dios por medio de él (7:25). Ellos recibirán las promesas de una herencia
eterna (9:15).

5. La enseñanza de la resurrección futura de la muerte y juicio eterno son enseñanzas


fundamentales (6:1-2). El futuro incluye una resurrección mejor que solo el recibir a la vida a
los que murieron (11:35).

6. Este tiempo futuro incluye recompensas por la fidelidad. En el pasado, los lectores sufrieron
la pérdida de sus propiedades, porque ellos saben que tienen una posesión mejor, segura y
duradera en el futuro (10:34). Su perseverancia de confianza en su fe será recompensada
grandemente (10:35-36). Su esperanza de esta promesa futura será realizada con la venida de
Cristo (Habacuc 2:3-4; Hebreos 10:37-38). El fin de su fe perseverante será la preservación
del alma (vida eterna) (10:39). Moisés consideró el reproche por causa de Cristo mayor
riquezas que los tesoros de Egipto porque esperaba una recompensa futura (11:26).

7. Abraham se moró en la tierra de promesa, pero esperaba la ciudad de Dios (11:9-10). Los
patriarcas murieron sin recibir el cumplimiento de las promesas de una tierra “celestial”, pero
Dios ha preparado una ciudad para ellos (11:13-16, 39). Cristianos no tienen una ciudad
permanente, sino esperan una por venir (13:14). En lugar de pensar que son referencias al
cielo futuro para siempre, será mejor pensar que los judíos esperaban un futuro reino terrenal
en cumplimiento a sus esperanzas mesiánicas del Antiguo Testamento y literatura
apocalíptica judía.
18

B. La tercera advertencia: El peligro de apostasía se evita por medio de perseverancia que


llega a la madurez espiritual (5:11–6:20).
1. El problema con los lectores es su inmadurez (5:11-14).

En primer lugar, son inmaduros espiritualmente porque son tardos para oír (4:7-8; 5:11).

No pueden entender la enseñanza espiritual profunda como el sacerdocio de Melquisedec (5:6).

En segundo lugar, les hace falta la habilidad de enseñar o compartir su fe con otros (5:12). En

tercer lugar, ellos tienen la necesidad de ser capacitado de nuevo acerca de los principios básicos

[ ] (el alfabeto) de la verdadera fe en Cristo (5:12). En cuarto lugar, son inmaduros

porque no pueden distinguir entre el bueno y el malo (5:13-14). Son infantes [ ] recién

nacidos que todavía no saben la práctica del correcto de lo incorrecto. Tal condición de

inmadurez doctrinal y práctica fácilmente llega a la salida de la verdadera fe especialmente en la

cara de tentación y persecución.

2. La solución es ser llevado a la madurez (6:1-3).

La solución no es la repetición de la enseñanza básica de la doctrina fundamental de la fe,

sino marchar adelante a la madurez. El autor utiliza la voz pasiva [ ]

(vayamos a ser llevados a la madurez) (6:1). La madurez se entiende de las características

faltantes en 5:11-14 y la obediencia aprendida por el sufrimiento de Cristo (5:9). Sin embargo,

esta madurez es posible solamente si Dios la permita (6:3). Dios es el único agente de la madurez

cristiana. Los verdaderos cristianos pueden ser llevados a la madurez por Dios, pero apostatas

nunca pueden ser llevados a madurez. Es imposible llevar a tales apóstatas adelante. Dios no será

el agente de su madurez porque ellos han rechazado a Cristo.

Es imposible empezar otra vez y poner otro fundamento acerca de estas doctrinas

fundamentales. Cristianos solamente pueden mover adelante desde el punto en que están. La lista
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de doctrinas son principios básicos de la vida espiritual cristiana (en lugar de ritos judíos

opuestos por el autor).

1. El fundamento de arrepentimiento de obras muertas y fe en Dios: El nuevo creyente tiene que


dejar atrás su conducta pecaminosa y creer en Jesucristo.

2. El fundamento de la doctrina de bautismos e imponer manos: El autor hace referencia a la


enseñanza acerca del bautismo cristiano en agua (Hechos 8; 19).

3. El fundamento de la resurrección y juicio eterno: algunos judíos cristianos (como saduceos y


judíos helenísticos) negaron la resurrección corporal y creyeron en una resurrección
espiritual. Además, muchos creyeron en la aniquilación del incrédulo.

El autor no tiene interés en enseñarles otra vez estas doctrinas a los lectores puesto que

ellos ya deben conocerlas. Su interés es exhortarles a permitir que Dios los lleve adelante hacia

la madurez para que ninguno de ellos abandone la verdadera fe que recibieron.

3. Sin madurez, hay el peligro de apostasía (6:4-8).

El autor ahora describe ciertos cristianos profesantes que han experimentado las

enseñanzas fundamentales de 6:1-2, pero nunca han sido llevados a madurez. Tales cristianos

profesantes no pueden ser llevados a madurez ni al arrepentimiento porque su madurez llegó a la

apostasía. Negaron la fe que solamente confesaron parcialmente. Su condición final perdida

demuestra su falta de la fe genuina en las doctrinas fundamentales que ellos nunca han llevado a

su completa realización.

Los apóstatas son descritos por cinco participios aoristos:

1. Fueron una vez iluminados [ ] (10:32). Fueron enseñados la verdad.


2. Experimentaron [ ] algo de las promesas de Dios (el don celestial).
3. Participaron [ ] en la obra del Espíritu Santo.
4. Experimentaron [ ] algo de la revelación y el poder sobrenatural de Dios.
5. Se apostataron [ ] de Cristo.

Por causa de su apostasía, es imposible que estas personas puedan ser llevados a la

madurez cristiana o llevados al arrepentimiento. Dios no lo permite (6:3). La oración que

empieza en 6:4 sin los cinco participios es que “es imposible renovarlos al arrepentimiento”.
20

Dios puede llevar a todos al arrepentimiento, “si él quiera” (6:3); sin embargo, la comunidad

cristiana responsable por su propia madurez no puede (6:3). La razón es porque estos apóstatas

han crucificado a Cristo con la misma actitud contra él que los judíos en Jerusalén tenían durante

la crucifixión histórica. Tal actitud contra Cristo merece el castigo y juicio de 6:8. Estas personas

han decidido voluntariamente abandonar a Cristo y nadie puede cambiar sus mentes.

El autor explica el juicio de Dios que los apostatas merecen en términos de tierras con

son juzgadas según el fruto que lleva. Igual como enseñó Jesús (Marcos 4), la tierra que lleva

fruto recibe las bendiciones de Dios. Sin embargo, si la tierra sea sin fruto, será maldita y

castigada. Los verdaderos cristianos llevan fruto, pero cristianos falsos y profesantes que niegan

la fe no son verdaderos cristianos y serán castigados.

4. Los verdaderos cristianos son altamente estimados y tienen promesas firmes (6:9-20).
a. El autor tiene expectativas altas que su audiencia no se apostatará (6:9-12).

El autor tiene confianza en su audiencia inmediata a pesar de que algunos se apostataron

en el pasado. Tiene confianza que ellos serán llevados hacia la madurez como resultado de sus

exhortaciones y serán salvos de verdad (6:9). Su confianza se basa en Dios y no en las obras de

sus lectores. Sin embargo, tiene confianza que Dios les recompensará sus buenas obras, amor y

servicio a otros cristianos (6:10). Dios los llevará a la madurez.

Sin embargo, ya son tardos [ ] (5:11; 6:11-12). Por causa de su inmadurez presente,

el autor los exhorta a no poner confianza en sus previas obras buenas. Tienen que mantener su

diligencia hasta el fin. El propósito de su diligencia es para que no sean perezosos o tardos

[ ] sino imitar a los que por medio de fe y paciencia heredarán la promesa de la salvación

de Dios.
21

b. La audiencia tiene promesas firmes de la salvación futura (6:13-20).

Las promesas de salvación que los lectores tienen se comparan con las promesas que

Dios hizo con Abraham (Génesis 22:17-18). Dios le prometió a Abraham que sus descendientes

reinarán la tierra de Caanán. Recibió el cumplimiento de sus promesas por medio de

perseverancia: Abraham esperó con paciencia. Los lectores también recibirán el cumplimiento de

sus promesas de Dios. Sin embargo, tienen que esperar con paciencia hasta que sus promesas

sean realizadas. Ellos no solo tienen la promesa de Dios sino además su juramento. Ni la

promesa ni el juramento pueden cambiar; así que los verdaderos cristianos son muy animados

[ ]. Los verdaderos cristianos deben saber que su salvación futura es segura y

firme, con tal que, por cierto, ellos “huyeran para buscar refugio en asir la esperanza puesta (la

salvación de Cristo)” [ ] (6:18). Sin embargo,

los cristianos profesantes que no han confiado en Jesucristo en la misma manera, no tienen la

misma seguridad de salvación (6:4-8).

La salvación de Jesucristo es como un ancla para la vida espiritual del verdadero

cristiano. Él es un Sumo-sacerdote que ha entrado dentro del lugar santísimo en la presencia de

Dios, el Padre, como el precursor para el cristiano que ahora tiene acceso al mismo lugar

santísimo como un seguidor y creyente en Jesucristo.

Excursus acerca de las interpretaciones de Hebreos 6:4-8

El pasaje ha sido muy difícil para intérpretes desde el comienzo de la iglesia. Hay

muchos distintos intentos de explicar el mensaje del autor en su fuerte advertencia a esta iglesia

de la cual había apóstatas que salieron de ella. Las opciones mayores de interpretar los pasajes de

advertencia son ilustrados por la siguiente tabla.


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Audiencia Pecado Exhortación Consecuencias del


pecado
1. Verdaderos Apostasía Perseverancia en la Infierno: Un
creyentes fe ya lograda. verdadero creyente
puede perder su
salvación por medio
de negar a Cristo.
2. Verdaderos Apostasía hipotética Perseverancia en la Infierno: Si fuera
creyentes que no es posible fe que es la verdad posible que los
para verdaderos de todos los creyentes pudieran
creyentes. creyentes. El autor apostatarse,
presume que todos perderían su
los lectores se salvación.
perseverán, pero les
advierte de una
posibilidad
hipotética.
3. Verdaderos Apostasía Evitar apostasía por No heredarán las
creyentes que no medio de madurez y bendiciones del
inmaduros en su perseverancia en la reino milenial y
fe. fe. perderán sus
recompensas en el
reino terrenal de
Cristo.
4. Cristianos Apostasía Evitar apostasía por Infierno porque los
profesantes medio de una apóstatas nunca
confesión sincera de creyeron en Cristo
fe y perseverarse en de verdad como los
Cristo. de Hebreos 6:18.

1. Los que argumentan que el autor escribe a verdaderos creyentes en Jesucristo que pierdan su
salvación por medio de apostasía observan el significado normal de la descripción de estas
personas que son iluminados, experimentaron el don celestial, participaron en el Espíritu
Santo y experimentaron la revelación y poder de Cristo. Esta descripción tiene la apariencia
por sí misma de una descripción de verdaderos cristianos que luego abandonan a Cristo
después de estas experiencias salvíficas.

2. Los que argumentan una posibilidad hipotética interpretan el último participio circunstancial
como una cláusula condicional: “si ellos se apostaten”. Basado en su postura de la
imposibilidad teológica de la apostasía de un verdadero cristiano, este participio final tiene
que ser una advertencia hipotética para animar a los lectores para ser llevados a la madurez y
evitar la apostasía a pesar de que es solo una apostasía hipotética.

Además de la duda gramatical que existe la opción sintáctica que un participio circunstancial
pueda llevar el uso de una cláusula condicional, una advertencia hipotética que no es posible
no tiene mucho peso para una audiencia tentada a abandonar a Cristo.
23

3. Los que argumentan que los cristianos apóstatas solamente pierden su participación futura en
el futuro reino milenial de Cristo tienen la postura que la salvación en Hebreos se limita a las
recompensas futuras que Cristo les dará a los cristianos fieles.

Los cristianos apóstatas, que no se perseveran en la fe son castigados (6:8; 10:27-31),

disciplinados o pierden sus recompensas; pero, ya tienen la salvación eterna. Solo cristianos

fieles recibirán todas las recompensas benditas del reino venidero de Cristo. Estos cristianos

fieles son los únicos que heredarán por cierto el reino por venir y participar completamente en

reinar con Cristo por mil años. Los cristianos apóstatas entrarán en el reino sin recompensas y no

reinarán con Cristo.

Hay varios problemas con este punto de vista. En primer lugar, el punto de vista del autor

acerca de salvación de se limita al reino milenial y terrenal de Cristo, sino percibe salvación

como eterna (5:9; 6:2; 9:12-15). En segundo lugar, el autor habría llegado a esta perspectiva

independiente de las enseñanzas de Jesús en los Evangelio sinópticos y de Pablo. Tanto Jesús

como Pablo animan a los verdaderos discípulos a perdurarse hasta el fin cuando recibirán la

salvación. Jesús claramente distingue entre falsos discípulos que no se mantienen y los

verdaderos que sí se perseveran (Mateo 7:15-23; 22:13; 25:30; Juan 2:23-25). El autor de

Hebreos está en la misma línea que otros autores del Nuevo Testamento solo cuando se entiende

su mensaje con la misma distinción. En tercer lugar, el autor se distingue a sí mismo de estos

apóstatas y de los verdaderos creyentes que tienen salvación (6:9) por causa de su fe diligente y

perdurable (6:18).

4. Es mejor entender la advertencia de apostasía en referencia a los cristianos profesantes que


abandonan a Cristo en contraste con los verdaderos cristianos que son salvos de verdad (6:9)
por causa de su fe perseverante en Cristo (6:18).

Los que tuvieron toda oportunidad de creer de verdad por causa de sus experiencias en la

iglesia (6:4-5) pero luego se endurecieron sus corazones (6:6) son rechazados justamente por

Dios (Juan 12:37-40; Romanos 1:26-28). Es posible escuchar el evangelio sin ser salvo (Marcos
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4:1-12). El Espíritu Santo puede obrar en la vida de un incrédulo de convicción de su pecado

(Juan 16:8-11). Incrédulos pueden hacer milagros en el nombre de Cristo (Mateo 7:22-23).

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