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https://www.tendencias.kpmg.es/2019/04/auditoria-interna-4-0-una-funcion-en-transformacion/
Auditoría Interna es una función en transformación, clave para desarrollar el nuevo modelo de
gobierno, riesgos y cumplimiento que precisan las compañías de cara a afrontar los nuevos retos
derivados de los cambios en el entorno de negocio, la transformación digital y el cumplimiento
normativo.
Responder a estos desafíos requiere, entre otros, de una consolidación de la relación de Auditoría
Interna con otras partes interesadas, cambios en los procesos de auditoría interna y el desarrollo de
nuevas competencias tecnológicas.
En este contexto, las compañías deben plantearse si su función de Auditoría Interna está preparada
para afrontar estos retos.
Para ello, desde KPMG hemos identificado cinco cuestiones clave a tener en cuenta:
1. Comunicación fluida del auditor interno con otras partes interesadas
La Guía Técnica 3/2017 sobre comisiones de auditoría de entidades de interés público de la CNMV
recomienda establecer un canal de comunicación efectivo y periódico del presidente de la Comisión
de Auditoría y el responsable de Auditoría Interna. Asimismo, se considera una buena práctica que
el auditor interno participe en las reuniones del comité de dirección y operativos con voz, pero sin
voto, para conocer de primera mano los negocios y sus riesgos, aportando valor sin comprometer
su independencia. Una práctica avanzada para facilitar la coordinación del auditor interno con
otras funciones de aseguramiento (incluyendo al auditor externo) es el mapa de aseguramiento
combinado que permite asegurar a los órganos de gobierno y Alta Dirección la adecuada cobertura
de los riesgos relevantes en términos de eficacia y eficiencia.
2. Plan de Auditoría flexible con mayor foco hacia los nuevos riesgos tecnológicos
emergentes y estratégicos
Se considera clave que las funciones de Auditoría Interna revisen con frecuencia sus planes de
auditoría e incrementen la dedicación hacia riesgos tecnológicos emergentes y estratégicos, por
ejemplo, a través de su involucración en iniciativas estratégicas, sobre todo ex ante. En relación
con los riesgos de reporting, se recomienda intensificar la atención respecto de la supervisión de la
información no financiera así como las medidas alternativas de rendimiento (APMs), un ámbito
que está generando una notable atención y comentarios por parte de los reguladores de todo el
mundo.
3. Herramientas de gestión integradas en todo el ciclo de auditoría interna y apuesta por
la calidad y mejora continua
La transformación tecnológica de las funciones de Auditoría Interna conlleva a una mayor
integración de las herramientas de auditoría interna en todo el ciclo de auditoría, desde la
evaluación de riesgos, la documentación de la ejecución del trabajo, el reporting hasta el
seguimiento “online” de recomendaciones con los auditados. Estas herramientas suelen apoyarse en
la robótica para hacer más eficientes los procesos de gestión de auditoría interna. La mejora
continua es otro aspecto clave y viene asociado a altos estándares de calidad. Los factores que
permiten conseguirlos son, entre otros, el mantenimiento o incremento de las principales
certificaciones de la profesión, planes de rotación programados, el establecimiento de una función
PMO formalizada, revisión de los KPIs relevantes para asegurar su alineamiento con el plan
estratégico de la propia función y la reducción de la frecuencia de las evaluaciones externas de
calidad.
4. Uso de Analítica de Datos a través de monitorización continua y modelos analíticos más
sofisticados
De acuerdo con el estudio “Pulse of the Profession” del IAI (2018), el 62% de las funciones de
Auditoría Interna han implementado total o parcialmente el análisis de datos en sus auditorías. Pero
aún queda camino por recorrer. La disponibilidad del talento asociado a las competencias
tecnológicas, así como la calidad y disponibilidad del dato son algunos ejemplos de barreras
actuales. Una metodología de Auditoría Interna basada en datos aumenta la capacidad de la
función para proporcionar servicios de aseguramiento de valor añadido. Las compañías más
avanzadas suelen crear “bibliotecas” centralizadas para integrar datos de Auditoría Interna, y
trabajan con el negocio para desarrollar modelos predictivos, incrementar la monitorización
continua de riesgos clave y definir protocolos para la extracción de datos.
5. La transformación de la plantilla de Auditoría Interna hacia perfiles más tecnológicos
Las compañías buscan incrementar las capacidades tecnológicas de esta función a través de
distintas estrategias como la captación de perfiles tecnológicos (STEM), la formación a los
auditores internos en analítica de datos y tecnología, la subcontratación de especialistas externos de
manera recurrentes o puntual o el soporte de sus propios departamentos de TI.
Con todo ello, las compañías deben realizar una reflexión estratégica de su función de Auditoría
Interna para abordar nuevos retos y dar cumplimiento a sus responsabilidades de manera eficaz y
eficiente, aportando valor. En suma, para convertirse en una Auditoría Interna 4.0.
https://actualicese.com/actualidad/2019/05/23/claves-para-que-la-auditoria-interna-4-0-sea-una-
realidad-en-su-empresa/
Desde el punto de vista de KPMG, la auditoría interna es la labor de transformación clave para que
se desarrolle el nuevo modelo de gobierno, riesgos y cumplimiento que necesita toda compañía, con
la intención de afrontar los nuevos retos originados por los cambios en el entorno de negocio,
la transformación digital y el cumplimiento normativo.
Lograr esa meta precisa de la consolidación de la relación de la auditoría interna con las otras partes
interesadas, además de cambios en los procesos de auditoría interna y el desarrollo de nuevas
competencias tecnológicas.
KPMG, en su artículo Auditoría interna 4.0: una función en transformación, plantea cinco
elementos por tener en cuenta:
https://www.df.cl/noticias/brandcorner/instituto-de-auditoria-interna/el-rol-del-auditor-interno-en-
la-era-digital/2019-04-18/132712.html
El rol del Auditor Interno en la Era Digital: En esta era digital, la prevención es la clave. El
principal rol es el de alertar sobre los riesgos emergentes.
Se dice 4.0 por la llamada Cuarta Revolución Industrial, el cual está obligando a todas las
industrias a repensar su forma de trabajo. Con tecnologías como Inteligencia Artificial, Internet de
las Cosas, Big Data, Machine Learnign y Automatización como las nuevas protagonistas de la
economía, los roles cambian y sólo se verán beneficiados los que sean capaces de innovar y
adaptarse.
En esta era, el auditor debe estar más activo y anticiparse a los riesgos emergentes. Ser más
preventivo que detectivo, siempre al margen, teniendo voz más no voto.