Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Exégesis y Exposición
Unidad 3
Uso del AT en el NT
Introducción
En la unidad anterior – el resumen histórico – dijimos que la parte neo-testamentaria la
trataríamos aparte, y en esta tercera unidad veremos la hermenéutica del NT – tanto la usada por
el NT como la enseñada por el NT, pues la doctrina debe ser seguida y acompañada por la
práctica, de otra manera es una doctrina estéril e inútil. Para lograr esto consideraremos el uso
del AT en el NT.
Consideración Sistemática
Para considerar sistemáticamente este uso del AT en el NT podemos dividirlo de la
siguiente manera:
(1) Profecía o mandamiento cumplido: Mat 1:22; 2:15, 17, 23; 4:14; 5:17; 8:17; 12:17;
13:14, 35; 21:4; 26:54, 56; 27:9; Mar 14:49; 15:28; Luc 4:21; 24:44; Juan 12:38; 13:18; 15:25;
17:12; 19:24, 36; Hch 1:16; 3:18; 13:27; Rom 13:8; Gal 5:14; Stg 2:23.
(2) Sombra: Col 2:17; Heb 8:5; 10:1. En el AT vemos la sombra proyectada por la
sustancia del NT. Aquí vemos la preeminencia del NT y lo apropiado del AT.
(3) Tipo: Rom 5:14; 1 Cor 10:6 y Ante-tipo (figura o representación): Heb 9:24; 1 Ped
3:21. Esos términos tienen que ver con el patrón de verdad cuyo prototipo y diseño está en la
mente de Dios y es revelado históricamente en el NT.
(4) Verdad o verdadero – no en contraste con mentira o falso sino en términos de lo
completo y lo incompleto, de lo total y lo parcial - el NT es la flor mientras que el AT es el
botón: Juan 1:9, 17; 6:32; 15:1; 1 Juan 2:28; Heb 8:2; 9:24; 1 Ped 5:12.
3. El AT es la Palabra de Dios
La base de la fe del NT sobre la verdad profética del AT fue la convicción de que el AT
es la Palabra de Dios. El v. clave de 2 Tim 3:16 dice claramente “Toda la Escritura es inspirada
por Dios”, de igual manera la frase “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra
tradición” (Mat 15:6; Mar 7:13) y las palabras de Pablo en Rom 3:2 “les ha sido confiada la
palabra de Dios” indican que Jesucristo y Sus apóstoles vieron el AT como la Palabra de Dios.
Resumen
El uso del AT en el NT nos muestra cómo los autores del NT interpretaron el AT. A pesar
de estar en el mismo contexto histórico que la hermenéutica judía (rabínica), y aunque varias de
las reglas de Hillel pueden ser discernidas en el NT, estas son aquellas que podemos describir
como correctas y bíblicas, no porque Hillel las haya enunciado sino porque en su esencia son
reglas correctas de interpretación.
Aunque algunos han levantado acusaciones contra nuestro Señor y contra los apóstoles
(especialmente Pablo) de seguir la hermenéutica midrashica o pesher, los ejemplos que tenemos
en el NT nos muestran claramente otro tipo de interpretación.
La frase en el Sermón del Monte “Oísteis que fue dicho a los antiguos… pero Yo os
digo…” no es exégesis pesher (Qumran) sino que es la interpretación correcta del AT en
contraste con la interpretación incorrecta de los fariseos y sus antepasados.
Las parábolas de nuestro Señor tampoco pueden ser descritas como alegorías pues la
figura literaria de la parábola está basada en el símil: comparaciones son analogías directas, algo
muy diferente del carácter indirecto de las alegorías.
Tenemos excelentes ejemplos de la interpretación usada por Jesucristo mismo,
particularmente en el Sermón del Monte, pero también en cada una de las referencias que Él hace
al AT (por eje., Mar 2:25-28 y Juan 7:23; 10:34-36).
Algunos usan el ejemplo de Pablo en Gal 4:24-31 para acusarlo de usar alegoría en su
interpretación (y por lo tanto legitimar el uso de tal interpretación), pero el punto clave en
entender al apóstol es el v. 24 donde la frase original a[tina, evstin avllhgorou,mena es mejor
traducida “todo lo cual puede ser puesto en alegoría” – si el apóstol deseó en ese instante, para
mejor ilustrar su argumento, usar un método en el cual sus oyentes pudieran entenderlo mejor,
ciertamente él tenía absoluta libertad de hacerlo – esto no significa que él estuviera diciendo que
el evento en Génesis y esas dos mujeres tuvieran un sentido más profundo y por lo tanto se
requería alegorizar el pasaje.
Citas del AT en el NT
Daniel 7:13 Mat 24:30; 26:64; Mar 13:26; 14:62; Luc 21:27
* Estas son citas que pueden catalogarse como directas, pues si añadiéramos alusiones o
paralelos verbales, se incrementarían con cientos de veces.
Clases de Citas
Se pueden discernir cinco clases de citas del AT en el NT: apologética, profética,
tipológica, teológica y práctica. Veamos brevemente cada una de estas clases por medio de un
ejemplo claro de ellas.
En 1 Cor 9:8-10 Pablo usa un argumento que a primera vista parece irrelevante para
sostener su enseñanza sobre el sustento de los misioneros (ministros del evangelio):
“¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés
está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice
enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que
ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.”
Una de las primeras cuestiones por resolver es ¿Cómo ha Pablo brincado de Deut 25:4
con su contexto histórico al tiempo de los Corintios y dicho “pues por nosotros se escribió?
No vamos a detenernos a responder a aquellos que enseñan que Pablo estaba usando
formas aberrantes de interpretación como alegoría, o interpretación rabínica (qal wahomer –
minori ad majas – de lo menor a lo mayor) o exégesis helenista judaica. Afirmamos que Pablo
está dando el sentido gramático-histórico-teológico del texto – él no está espiritualizando el
texto, él nos está dando el sentido literal del texto.
En primer lugar, Pablo está en el contexto entero de su texto: Deut 24-25 enseñan las
obligaciones morales que Dios manda. La enseñanza de esos capítulos de Deuteronomio son las
leyes humanas de equidad y por aplicación a fortiori (corolario – si esto es así, esto con más
razón lo es).
El comentario de Calvino es apropiado aquí:
“No debemos cometer el error de pensar que Pablo está interpretando ese mandamiento
alegóricamente; porque algunas criaturas cabezas huecas hacen de esto una excusa para hacer de
todo alegoría, de manera que cambian perros a hombres, árboles en ángeles, y convierten la
Escritura entera a un juego divertido.
Pero lo que Pablo está actualmente diciendo es bastante sencillo: pues aunque el Señor
manda consideración para con el buey, Él lo hace, no por causa del buey, sino en consideración
de los hombres, para cuyo beneficio aun los bueyes fueron creados. Por lo tanto ese trato humano
para con los bueyes debe ser un incentivo, movernos a tratarnos el uno al otro con consideración
y equidad.”
La conclusión de Pablo es: “Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe
arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.” Él no está dando un sentido
oculto del mandamiento, ni alegorizando el mandamiento sino que nos está dando el intento
mismo de lo que Moisés escribió – un principio permanente de equidad.
Aparte de los obvios paralelos entre Santiago y Levítico debemos notar la frase en Stg 2:8
“conforme a la Escritura” [kata. th.n grafh,n] de acuerdo a él, el cumplimiento de la ley real debe
ser conforme a la Escritura, y esas Escrituras que él cita son AT. No hay tal contraste entre la
“ley real” y la ley mosaica. Santiago usa mandamientos que exponen el Decálogo y que se hallan
en medio de lo que llamaríamos la ley ceremonial para sostener sus exhortaciones. La ley de
amor que Santiago exhorta a sus lectores es nada menos que la encontrada en Levítico.
¿Cómo usa el AT el NT en su interpretación práctica? Por medio de mostrar que:
Rom 7:14 la ley es espiritual
1 Tim 1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente
El amor cristiano mandado al cristiano no es un amor desconectado de la Ley divina,
debe ser “conforme a la Escritura” – son las porciones éticas y legales de la Escritura las que nos
enseñan como debemos vivir, no para salvación pero por haber sido salvos.
“Toda la Escritura [en contexto el AT grafh] es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Tim 3:16)