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Contenido
Características Del Paradigma Medieval.................................................................................. 4
La Patrística ......................................................................................................................... 4
Antecedentes .................................................................................................................... 4
Definición ........................................................................................................................ 5
Escuelas........................................................................................................................... 6
Los Apologistas (de apología: ‘defensa’) .......................................................................... 6
Patrística Griega ............................................................................................................... 6
La Escuela Alejandrina .................................................................................................. 6
La Escuela de Cesarea.................................................................................................... 7
Patrística Latina ................................................................................................................ 7
San Agustín ......................................................................................................................... 8
Vida De San Agustín ......................................................................................................... 8
Agustín Maniqueo............................................................................................................. 8
Agustín, escéptico ............................................................................................................. 8
Agustín, cristiano .............................................................................................................. 8
Agustín, obispo................................................................................................................. 9
Teología Agustiniana ............................................................................................................ 9
Gnoseología Agustiniana ..................................................................................................... 10
Antropología Agustiniana .................................................................................................... 10
Ética Agustiniana ............................................................................................................... 11
La Pedagogía de San Agustín ......................................................................................... 12
Principio pedagógico .................................................................................................... 12
Enseñanza agustiniana ................................................................................................ 14
La Escolástica .................................................................................................................... 15
Antecedentes .................................................................................................................. 15
Filosofía Escolástica Alta ................................................................................................. 16
Santo Tomás De Aquino ..................................................................................................... 17
Vida de Santo Tomás ...................................................................................................... 17
Gnoseología Tomasiana ...................................................................................................... 17
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
Teología Tomasiana............................................................................................................ 18
Antropología Tomasiana ..................................................................................................... 19
Ética Tomasiana ................................................................................................................. 20
La pedagogía tomista. ......................................................................................................... 20
La noción de educación ................................................................................................... 21
La formación moral. ........................................................................................................ 22
La formación intelectual. ................................................................................................. 24
Paralelo de San Agustín y Santo Tomas .......................................................................... 25
REFERENCIAS ............................................................................................................... 29
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
La Patrística
Antecedentes
Nacimiento del cristianismo, proviene de los esenios que era una secta judía que
anunciaba el nacimiento del mesías, Cristo.
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
Definición
Se conoce como Patrística (procede del latín patres, padres) al conjunto de
Escritos doctrinales de los primeros siglos del cristianismo, cuya intención era definir el
dogma, unificar las distintas interpretaciones del cristianismo y promocionar la doctrina
cristiana, en la mayoría de los casos exponiéndola en un lenguaje filosófico que la hiciera
Aceptable para las clases cultas del mundo grecorromano.
La filosofía patrística comprende todo el período, desde los primeros
Padres de la Iglesia que buscaban argumentos racionales para la nueva fe cristiana frente a
una filosofía ya establecida, hasta el renacimiento carolingio y su organización de los
estudios. Esta época está bajo la influencia de Platón y del neoplatonismo, y quiere llegar a
la formulación de los dogmas más importantes cristianos.
Es un período de suma importancia para la teología y la filosofía
cristianas, en especial por el encuentro de dos culturas muy diferentes: la cultura griega-
helenística y la cultura judéo-cristiana. Durante cuatro siglos coexistieron los últimos brotes
de la filosofía antigua (platonismo medio y neoplatonismo) y las primeras corrientes
filosóficas elaboradas por pensadores cristianos
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
Escuelas
Patrística Griega
La Escuela Alejandrina
Alejandría, fundada por Alejandro Magno en 331 a.C., se había convertido en el
segundo siglo d.C. en uno de los centros intelectuales, junto con Roma, Antioquía y Atenas
(más tarde también Constantinopla). Tenía una de las bibliotecas más grandes del mundo
(con unos 700’000 tomos) y atrajo a todos los sabios de aquel tiempo (astrónomos,
médicos, filósofos, abogados).
El ambiente intelectual de Alejandría era muy propicio para una penetración muy
íntima de platonismo y cristianismo; la herencia platónica en el mismo seno de la teología y
la filosofía cristianas se debe en gran parte a la labor de estos cristianos platónicos de
Alejandría en el siglo III d.C.
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
La Escuela de Cesarea
El epicentro teológico se trasladó de Alejandría, que cada vez más fue considerado
como lugar de herejías, a Cesarea, en Capadocia (hoy Anatolia turca).
Patrística Latina
San Agustín
Agustín Maniqueo
Poco después de la lectura de Hortensius de Cicerón, San Agustín se declaró
seguidor de los maniqueos. El maniqueísmo es la primera fuente de la filosofía agustiniana,
y siempre quedará vigente debajo de la superficie, aunque San Agustín más tarde
explícitamente renunció a esta secta filosófica.
Agustín, escéptico
Agustín se desilusiona tanto del maniqueísmo que cae de forma casi inmediata en
un escepticismo filosófico, creyendo que la verdad existe, sí, pero no puede ser conocida y
no hay camino alguno para llegar a ella. San Agustín superará esta etapa pensando en sus
propias capacidades y cualidades, en sus deseos de búsqueda y en el planteamiento del
problema de la fe y la razón. Llega a la conclusión de que para alcanzar la verdad se
necesita la fe.
Agustín, cristiano
Agustín vive entonces ya en Milán, donde acude a escuchar con frecuencia al
obispo católico, san Ambrosio, Agustín conocía a través de San Ambrosio las obras de los
neoplatónicos, sobre todo de Porfirio (Enneada) y de Plotino. Después de haber
abandonado la doctrina maniquea, él reconoció en el neoplatonismo una posibilidad de
pensar el universo sin asumir un dualismo ontológico. El mal, según los neoplatónicos, es
privatio boni, es decir, la ausencia del bien. No tiene entonces sustancialidad, ni menos es
un principio divino. El neoplatonismo va ser el marco filosófico permanente para
reflexionar la fe cristiana.
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
Agustín, obispo
Agustín regresó a África para difundir la sabiduría cristiana; en 395 es consagrado
obispo de Hipona. El resto de la vida se dedicó a defender y esclarecer los principios de la
doctrina cristiana. Murió en el año 430, mientras los vándalos asaltaban el norte de África y
asediaban la ciudad de Hipona.
Teología Agustiniana
Todas las cosas del mundo tienen en Dios, desde la eternidad, sus correspondientes
"Ideas Ejemplares". A partir de estas ideas Dios ha creado el mundo. Si bien es cierto que
las ideas son eternas, el mundo material ha sido creado y por lo tanto es contingente
(pudiera no existir), ya que tiene su causa en la libre decisión de Dios. La realidad tiende
un orden jerárquico:
Dios, causa de todo.
Las almas, que son incorpóreas.
Los cuerpos que son materiales.
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Para explicar la creación del mundo, defendió la idea de que Dios creó todas las cosas a
partir de la nada conforme a las Ideas Ejemplares contenidas en su propia esencia. Pero la
"omnipotencia" de este Dios creador no podía ser entendida por la mentalidad griega, para
la cual, la creación ex nihilo, resultaba ininteligible y absurda, pues de la nada... nada puede
ser producido. El cristianismo (y San Agustín) dotó a Dios de un poder sin precedentes:
Dios es causa del mundo y lo crea de la nada. San Agustín introdujo la concepción de la
trascendencia, para describir la diferencia absoluta entre el ser creado y el creador.
Gnoseología Agustiniana
San Agustín está convencido de que la verdad puede ser conocida, y deja de esta
manera atrás la posición escéptica, que él mismo había asumido años antes. Para refutar el
escepticismo, San Agustín desarrolla una ‘duda metódica’ muy parecida a la de Descartes.
Aunque uno podría dudar de la existencia del mundo exterior, de ninguna manera puede
dudar de su propio dudar, de la existencia como ente que duda. La fórmula agustina es la
siguiente: Si fallor, sum (si soy capaz deequivocarme es que existo). Esta duda anti
escéptica anticipa el adagio cartesiano cogito ergo sum. A partir dela evidencia de mi
existencia como ser que piensa (o que se equivoca), yo puedo llegar a las certezas de mis
pensamientos y de la existencia del mundo.
La duda anti-escéptica ya nos demuestra que el modelo gnoseológico que emplea
San Agustín es un modelo intelectualista, parecido al modelo platónico. Los conocimientos
no provienen de los sentidos (sensualismo), porque éstos nos dan solamente impresiones
mutables e inseguras. Pero tampoco la razón es la fuente de conocimiento, ni el criterio
último de verdad o falsedad. La razón juzga sobre los contenidos provenientes desde afuera
mediante los sentidos, pero esto lo hace a base de un criterio inmutable que trasciende tanto
los sentidos como la razón. La razón necesita un paradigma absoluto y eterno de ‘verdad’
que solamente puede ser Dios mismo. Una corrección importante del modelo platónico que
insiste en la capacidad intrínseca del intelecto para captar la verdad, por la misma eternidad
y hasta divinidad del nous.
Antropología Agustiniana
El ser humano es un compuesto de cuerpo (materia) y alma (forma). Por supuesto que la
realidad más importante es el alma, dentro de la más estricta tradición platónica,
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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concibiendo el cuerpo como un mero instrumento del alma. El alma es una sustancia
espiritual y, tal como nos la presenta Platón en el Fedón, simple e indivisible. Asume todas
las funciones cognoscitivas de las que la más importante será la realizada por la razón
superior, ya que tiene como objeto la sabiduría (y es en ella en donde se da la iluminación).
Además de las funciones propias de la inteligencia le corresponden también las de la
memoria y la voluntad, adquiriendo ésta última un especial protagonismo en su
pensamiento, al ser considerada una función superior al entendimiento.
Según la otra teoría el alma se transmitiría de padres a hijos al ser generada por los padres,
igual que éstos generan el cuerpo (de este modo se podría explicar la transmisión del
pecado original, pero plantearía el problema de la unidad y simplicidad del alma individual
¿Transmitirían los padres una parte de su alma a sus hijos? ¿Quedaría entonces la suya
fragmentada? etc.)
Ética Agustiniana
El hombre es fundamentalmente imago Dei (imagen de Dios), y como tal es bueno
en todos sus aspectos creados. Pero la inclinación equivocada del alma (no del cuerpo) hace
oscurecer esta condición de ‘imagen’, aunque sigue existiendo el deseo hacia Dios. El
hombre recién llega a su plenitud y perfección en la visio Dei que es idéntica a la felicidad
(beatitudo). El camino hacia este fin es un proceso de interiorización y de espiritualización
cada vez más radicales. He aquí el comienzo de una larga tradición de ‘mística’
(contemplación) como camino predilecto de salvación en reemplazo de la tradición
evangélica de la ‘acción’ y exteriorización. Para San Agustín, Dios está presente en primer
lugar en mi propia alma, y no es el prójimo el que me necesita.
Para San Agustín la facultad más noble en el hombre no es su razón, sino su
voluntad y su libertad. Con esta concepción se opone a una larga tradición racionalista, que
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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subordina la voluntad a la razón, tanto en la corriente platónica como aristotélica. Así trata
de refutar filosóficamente el determinismo antropológico latente de la filosofía antigua, que
hace seguir al hombre ciegamente su propia ‘naturaleza racional’. San Agustín insiste en la
voluntad de ‘querer’ (velle) y ‘no-querer’ (nolle); cada ‘querer’ implica a la vez un ‘no-
querer’. El fundamento de tal apertura volitiva es la libertad, que no es determinada ni por
la misma razón. EL único guía de la libertad es el amor, que impide una perversión de la
misma. De ahí la famosa frase de San Agustín: «Ama y haz lo que quieras».
En los últimos años, San Agustín se dedicó al tema de la relación entre libertad y
gracia, sobre todo en controversia con el racionalismo de Pelagio y del semipelagianismo.
Pelagio enfatiza la importancia del libre albedrío y de la ‘naturaleza’ humana para llegar a
la salvación; la gracia es simplemente la ‘perfección’ de las obras realizadas por el hombre.
Pero para San Agustín, el pecado original ha cambiado totalmente la ‘condición natural’ del
hombre: Adán antes podía ‘no pecar’ , pero después esto ya es posible. Sólo la gracia divina
mediante el logos como Verbo encarnado- hace posible el rescate de la naturaleza humana.
La gracia no anula la libertad para hacer el bien, sino que libera al libre albedrío de la
posibilidad de hacer el mal
Principio pedagógico.
Un principio pedagógico agustiniano es más la libera curiositas que la meticulosa
necessitas. Es decir, más la afición libre que la obligada exigencia. Lo expresa S. Agustín
por experiencia propia. Mas la educación –educere, sacar de– es dura labranza que empeña
frutos de verano, pero se hace con no pequeños sacrificios de invierno y entrega
perseverante. “Educar significa sacar el corazón del formando de una situación de presente
para llevarlo más allá, hacia su futuro como persona y como miembro de una comunidad
“Los alumnos enseñan a través de sus maestros lo que aprenden de ellos, y los
maestros aprenden en aquellos lo mismo que les enseñan. Por la identificación que confiere
el afecto mutuo se hacen nuevas en ambos las antiguas verdades trasmitidas”
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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El oficio de maestro será trasmitir ciencia y sabiduría para llevar a la Sabiduría. “¿Y
qué debemos entender por sabiduría sino la Sabiduría de Dios?” ¿Y qué es la sabiduría de
Dios sino la Verdad? Donde encontré la verdad allí encontré la verdad.[9] Y la verdad
consiste en una suprema Medida –summum modum–. O, con la multisecular palabra
escolástica, sublimada, la adaequatio. Y siendo suprema y perfecta, es también verdadera
Medida. Medida y Verdad coinciden. Quien por la verdad, pues, viniere a la suprema
Medida, beatus est, ese es el hombre feliz. Esto es poseer a Dios –Deum habere–. Y eso es
gozar de Dios –Deo frui–. Porque Dios es la medida del hombre. Y nadie puede llenar al
hombre, sino el que creó al hombre.
Es la ciencia consumada
el que el hombre en gracia acabe,
que al final de la jornada
aquel que se salva sabe
y el que no, no sabe nada
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Enseñanza agustiniana
Pero de modo principal, en virtud de una propiedad de la mente, por una intuición
en la que se manifiesta la Verdad. Comprendemos las cosas en nuestra inteligencia, no por
la voz exterior de quien nos habla, sino consultando interiormente la voz que habla en
nuestra mente. El maestro exterior es más bien un ministro. El verdadero Maestro es
Jesucristo.
Agustín con mejores recursos que el mismo Sócrates, quiere ante todo que el
alumno aprenda su maieusis, su propia mayéutica, y por el conocimiento del profesor, la
confianza captada por el alumno y el arte director del maestro, sea el alumno quien
mayéuticamente vaya alumbrando la verdad. No siempre será posible alcanzar este parto
natural, pero en aquellas cosas que previamente hay que aprender, es bueno encontrarles la
relación de conveniencia para el mayor conocimiento universal. Le advierte a su discípulo
que observando la reacción de sus oyentes descubrirá que sacan algún provecho de su
discurso.
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Ordenar en rectitud nuestra vida para que sea eficaz y fructífera nuestra enseñanza.
Parece mero consejo moral; no sería poco. Pero es, ante todo, método pedagógico y
especialmente agustiniano. Y estar seguros –certa cognitio– de la certeza que les
trasmitimos, y firmes –solida scientia– en la seguridad en que nos apoyamos Contamos con
la certeza teórica de los principios; se requiere la firme convicción en ellos. Conociéndose a
fondo y siendo honrado a cabalidad, Agustín, en otra de sus concisas expresiones, rezaba
así: Non certior de Te, sed firmior in Te. Su certeza sobre Dios ya era suficiente; su firmeza
en Él aún no era bastante
La Escolástica
Antecedentes
Con la dinastía de los carolingios (a partir del siglo VIII), el tiempo de confusión y
de luchas permanentes entre los pueblos europeos llegó a su fin y se estableció un
orden político más estable. Con Carlomagno (768-814), quien fue coronado en el
año 800 por el Papa León III, empezó el Sacro Imperio Romano Germánico. Por
esta estabilidad pudo empezar a desarrollarse una actividad fructífera de las
ciencias, y en especial de la filosofía, pero ahora dentro de un marco mucho más
escolarizado
En el Renacimiento carolingio, podemos distinguir tres etapas, cada una relacionada
con una personalidad filosófica.
o La generación de Carlomagno (781- 814) fue protagonizada por Alcuino de
York
o la de Ludovico Pío (814-840), por Rábano Mauro ( Él recibió el título de El
preceptor de Alemania)
o la de Carlos el Calvo (840-877), por Juan Escoto Eriúgena
La dialéctica y la anti dialéctica, Los dialécticos confían en la razón para entender la
verdad de la fe; los antidialécticos apelan a la autoridad de los santos y profetas,
limitando la tarea de la filosofía a la defensa de las doctrinas reveladas.
Escuelas urbanas, A partir del siglo XI, la sociedad medieval se convirtió, de una
sociedad cada vez más campesina, en una sociedad urbana. Las ciudades tomaron su
importancia sobre todo del comercio incrementado entre las diferentes regiones, de
las sedes episcopales y de la actividad intelectual. En los siglos XI y XII existían
sobre todo esos tipos de enseñanza: las escuelas monacales o abaciales, dirigidas
por las órdenes existentes, y las escuelas catedralicias o capitulares, dirigidas por los
respectivos obispos
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Gnoseología Tomasiana
La gnoseología tomasiana es en el fondo una gnoseología aristotélica ampliada;
Santo Tomás reitera la doctrina empirista de la tabula rasa, y niega cualquier forma de
‘ideas innatas’, en oposición a la tradición platónica de San Agustín y San Anselmo. Todo
el conocimiento proviene de los sentidos y es sujeto a la misma efectividad de parte de los
entes y su esencia. Esto es la consecuencia de una ontología realista, que considera la
facultad cognoscitiva en primera instancia como algo ‘receptivo’, y la realidad como algo
‘efectivo’. Los sentidos `reciben’ los datos objetivos, y presentan la imagen sensitiva
interior (especie sensitiva impresa) o el fantasma (phantasma) al intelecto, que también es
en un primer momento potencialidad (intellectus passivus). El intellectus agens interfiere
activamente en el procesamiento de la forma sensitiva, por medio de un proceso
abstractivo. Así, el intelecto es capaz de captar la misma esencia o forma, inherente al ente
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aunque el intelecto mismo es una participación de la luz divina en nosotros, pero a raíz de
la creación, es decir, por vía natural. El intelecto entonces tiene una capacidad activa y no
solamente pasiva de recibir. Sin embargo, Santo Tomás insiste en la unidad del intelecto
agente y paciente, en oposición al averroismo. La actividad principal consiste en el proceso
de abstracción, el juicio y el raciocinio. El conocimiento proveniente de los sentidos se
constituye por vía inductiva. Entre conocer sensitivo e intelectivo existe una continuación,
y trata de resolver de esta manera el crux metaphysica medieval.
Teología Tomasiana
Santo Tomás desarrolló cinco vías (quinque viae) para demostrar la existencia de
Dios sobre la base de la sensación y el raciocinio. Todas las vías parten de una experiencia
concreta, que relaciona un momento con otro (causalidad); la cadena de causas no puede
ser llevada hasta lo infinito porque resulta ser contradictorio. Entonces tenemos que afirmar
un primer momento, que es el principio de todo. Aunque en el orden gnoseológico, los
entes corpóreos son lo primero, en el orden ontológico su elemento final (Dios) es lo
primero.
La primera vía parte de la experiencia del movimiento(argumento cinético) y
concluye la existencia necesaria de un primer movedor, que a su vez ya no es movido por
otro (motor inmotus).
La segunda vía parte de la experiencia de la causalida deficiente (argumento causal)
y concluye la existencia necesaria de una primera causa y no causada por otro (causa prima,
causa incausta, causa sui).
La tercera vía parte de la experiencia de la contingencia(argumento modal) de los
entes y sucesos yconcluye la existencia necesaria de un ente necesario como fundamento de
todo lo contingente (ens necessariun).
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Antropología Tomasiana
En la antropología, Santo Tomás encuentra grandes dificultades al adaptar la
doctrina hilemórfica de Aristóteles a la doctrina cristiana. Afirma con el Estagirita que, para
el ser humano, el alma es la forma del cuerpo. Así insiste en la unidad sustancial del
individuo humano, compuesto por forma (alma) y materia (cuerpo). El alma representa la
forma sustancial del ser humano, que es una sola (contra los agustinianos, en especial Juan
Peckham). El problema surge con la cuestión de la inmortalidad del alma. Para Aristóteles,
la muerte significa el fin de la substancia individual, porque la forma nunca puede existir
sin su complemento, la materia. Lo único que persiste, es un alma universal y divina
(monopsiquismo).
Santo Tomás quiere salvar la inmortalidad individual del alma para garantizar la
responsabilidad personal y la culpabilidad individual del punto de vista de la escatología
cristiana. Insiste entonces en la pluralitas del intelecto humano, contra los averroístas. Por
eso, la forma en la substancia ‘hombre’ tiene un aspecto que no tiene en otros entes; es el
aspecto intelectual (parte intelectual del alma), que trasciende en cierto modo el nexo
imprescindible con la materia (cuerpo). Así el alma es relativamente independiente del
cuerpo, aunque el ser humano sin cuerpo es imperfecto y deficiente. La muerte significa la
separación del alma del cuerpo, para resultar una ‘substancia imperfecta y deficiente’. Este
problema se resuelve con la resurrección de la carne, donde la substancia se completa.
El fundamento para la solución tomasiana está en su distinción entre esencia y
existencia, que trasciende la distinción hilemórfica. La esencia tiene tanto aspectos
formales como materiales; así, con la muerte no desaparece con el cuerpo toda la esencia.
La substancia ‘ser humano’ sigue existiendo, porque la muerte no toca la composición
fundamental de esencia y existencia, sino solamente la parte material de la esencia. Como
la materia (materia quantitate signata) es el principio de individuación, el alma
desmaterializada sólo garantiza la ‘inmortalidad individual’ por la resurrección de la carne.
Con respecto a las substancias espirituales (ángeles), éstas también están compuestas por
esencia y existencia; sin embargo, tiene que haber otro principio de individuación (porque
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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carecen de materia). Este es la forma sustancial, con el efecto de que cada ángel es una
especie propia
Ética Tomasiana
La ética tomasiana es teleológica, porque considera la finalidad de los actos
humanos como fundamento para la normatividad. Cada ente tiene una finalidad interior
(entelequia), que lo orienta hacia su destino determinado por el creador. Cada ente trata de
actualizar lo que contiene potencialmente; la propia potencia del hombre es su felicidad que
tiene que actualizar. Este fin solamente puede ser actualizado con la visio beatifica, la
contemplación eterna de Dios. El fundamento para esta ética eudaimónica (eudaimoneia:
‘felicidad’) es Dios como fines ultima. Este fin sirve como norma para el comportamiento
humano.
Esta norma se expresa en la ley eterna de Dios, que se revela en su creación como
una manifestación de su voluntad. Así la normatividad divina se expresa como ley natural,
tanto en lo objetivo (naturaleza extra-humana) como en lo subjetivo (naturaleza humana).
La conciencia moral, que es un aspecto mismo del entendimiento, es capaz de conocer esta
ley, y de actuar de acuerdo a la voluntad divina eterna e inmutable. Santo Tomás actualiza
la doctrina platónica y aristotélica de las virtudes: una ‘virtud es un hábito de vivir según la
ley natural orientándose en el último fin. Hay que distinguir las virtudes intelectuales o
diagnósticas (comprensión, sabiduría, ciencia), éticas o cardinales (prudencia, templanza,
fortaleza, justicia) y teologales (fe, esperanza, amor).
Santo Tomás afirma la doctrina de la no-sustancialidad del mal, y lo define como
privatio boni, conforme con la tradición agustiniana. Esto es una consecuencia directa del
optimismo ontológico, que afirma la ‘bondad’ principal del ser (bonum et ens
convertuntur).
Así el ‘mal’ en sentido estricto es un ‘no-ser’, un defecto del ser y del bien. La
privatio no es solamente ausencia, sino una corruptio del ser; en este sentido, todo mal es
una ‘corrupción’ de la creación que en sí misma es buena.
La pedagogía tomista.
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Santo Tomás fue un profesor de Teología. Para resolver las cuestiones teológicas de
las que se ocupaba recurría a distinciones y conceptos filosóficos —principalmente de
carácter aristotélico—: al hilo de esta filosofía formula su concepción pedagógica. Más que
de una “filosofía de la educación”, en Tomás de Aquino debe hablarse de una doctrina
pedagógica derivada de su pensamiento filosófico.
La noción de educación.
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En los textos tomistas el término “educación” está emparejado frecuentemente con los
de “nutrición” e “instrucción” (enseñanza). Esto expresa la consideración unitaria respecto
al perfeccionamiento humano: en lo material, la educación se vincula a la nutrición, que
reporta el bien al cuerpo; en lo espiritual, se vincula a la instrucción o enseñanza que
promueve el bien del espíritu.
La formación moral.
Según lo dicho sobre el estado de virtud, formación moral significa formación de las
virtudes morales. Desde la doctrina antropológica tomista, la formación moral sería en rigor
la formación de las virtudes más propiamente morales, en cuanto que corresponden al
desarrollo perfectivo de los apetitos naturales o potencias apetitivas humanas:
Apetito concupiscible........................templanza
Apetito irascible................................fortaleza
Apetito racional.................................justicia
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Educación de la voluntad................................justicia
Dominio despótico: es el que tiene la razón sobre el cuerpo, por el que las manos,
los pies o cualquier otro órgano corporal obedecen inmediatamente los dictados racionales
—salvo en caso de enfermedad.
Dominio político: es el que tiene la razón sobre los apetitos, pues éstos pueden
oponerse a los dictados racionales, ya que no sólo dependen de la razón, sino también de la
sensibilidad, que no es racional.
¿Cómo se suscitan los actos que deben reiterarse para el desarrollo de las virtudes
morales? Por dos vías básicas: la doctrina y el ejemplo.
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Otras vías menos directas son las sanciones, esto es, los premios y los castigos, pero
entendidos en sentido formativo, y no jurídico: no son sanciones morales o jurídicas a las
conductas, sino medios para su corrección, necesaria en cuanto que se desvían del bien.
La formación intelectual.
El discípulo tiene una capacidad o potencia activa para adquirir el saber; mediante
ella, puede aprender por descubrimiento (inventio). Pero esta potencia activa es compatible
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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con la ayuda del maestro mediante su enseñanza. En este proceso de reproducción de los
procesos racionales se adquiere el saber al tiempo que se desarrollan las virtudes
intelectuales.
El arte del maestro es análogo al del médico. Éste, propiamente, no cura, sino que
sólo asiste y potencia a los procesos naturales en el organismo del paciente, que es quien
realmente se cura. Así se realiza el principio de que el arte sigue a la naturaleza (ars
imitatur naturæ), propio de la filosofía clásica de raíz aristotélico-tomista.
Por último, debe señalarse que Tomás de Aquino no establece una separación o
disyuntiva absoluta y excluyente entre virtudes morales y virtudes intelectuales. Por eso, en
la génesis o desarrollo de éstas cuentan también aquéllas, y especialmente dos de ellas: la
estudiosidad, que modera el afán y el trabajo de saber, y la docilidad, que busca y recibe el
consejo para saber.
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Dios es el fin al que tiende la vida del Los 5 argumentos conducen a Dios:
hombre Hay un “primer motor” causante
de todo: Dios. Hay una “causa
encausada” que origino todo: Dios.
El único ser necesario es Dios. El
Teología
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Las ideas solo se pueden conocer El alma regula todas las funciones
mediante una especial iluminación que vegetativas, sensitivas y racionales
Dios concede al alma del hombre y determina su
corporeidad.
La realidad más importante es el alma El alma se sigue concibiendo como
principio vital y como principio de
conocimiento.
El cuerpo es un instrumento del alma. Es el ser humano el que vive y
El alma es una sustancia espiritual conoce, el que razona y entiende,
simple e indivisible que asume las el que imagina y siente; todo esto
funciones cognoscitivas es imposible sin tener un cuerpo,
por lo que este ha de pertenecer al
“hombre” con el mismo derecho
que le pertenece al alma
Por la trascendencia del alma, la felicidad no puede ser algo que se consiga
exclusivamente en el mundo terrenal, sino algo que trasciende la vida
terrestre; es decir, solo podrá ser alcanzada en la otra vida por lo tanto, la
vida del hombre no se agota en esta tierra
Pensamiento de San Agustín y Santo Tomás
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Hay que tener en cuenta que es Toda acción tiende hacia un fin
necesaria la gracia de Dios para poder
alcanzar la felicidad, lo que hace
imposible considerar la salvación como
el simple efecto de la práctica de la
La felicidad se dirige hacia la
virtud
contemplación de la primera causa
y principio del ser: Dios
Método pedagógico se basó en Ordenar en rectitud nuestra vida para que
sea eficaz y fructífera nuestra enseñanza
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REFERENCIAS
http://ec.aciprensa.com/wiki/Agust%C3%ADn_de_Hipona:_Profesor,_Maestro,_Pedagogo
http://www.pearltrees.com/andrea036987/historia-pedagogia/id6314038/item64839248
Historia de la filosofía tomo 2
historiadelapedagogia_abbagnano_visalberghi1
tema4patristica