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ANARQUISTAS

HIJOS DEL PUEBLO

Entrevista a Osvaldo Bayer por Susana Viau

¿En qué cambió su Severino Di Giovanni para esta reedi-

Severino Di Giovanni
ción?

Simón Radowitzky
-Después de la primera edición visité varios archivos, sobre
todo el Archivo del Estado, en Roma, donde están todos los
papeles enviados por la policía de Alvear, que mantenía un
contacto estrecho con la de Mussolini, y además estuve en el
Museo de Historia Social de Amsterdam. Durante mi exilio
encontré también a miembros del grupo de Di Giovanni que
habían sido expulsados por Uriburu y entregados en 1931 a
Mussolini, que los encerró en la isla de Lipari, en un campo de
concentración. Fueron liberados por los norteamericanos,
cuando invadieron el sur de Italia, y pasaron a ser héroes anti-
fascistas. Es decir que si Severino hubiera vivido, hubiera sido
un héroe antifascista y hubiera tenido una pensión del Estado
como luchador, igual que la tuvieron sus compañeros. Esto
habla de cómo a veces la historia discrimina. El ingeniero
Carranza, que hoy tiene una estación de subte con su nom-
bre, en 1953 puso una bomba en la boca del subte. Murieron
paseantes, chicos, mujeres. Pero su partido triunfó y lo elevó
a otra categoría: fue ministro de Alfonsín. Como murió en un
accidente, lo homenajearon de ese modo. Pero yo me pre-
guntaría quién fue más terrorista, si el señor Carranza o
Severino Di Giovanni, que durante años fue un innombrable
en la Argentina, la efigie del diabólico, el hijo del demonio. Sus
hijos sufrieron por eso. Me lo contó Laura, la única que vive
todavía. Los chicos les pegaban y les gritaban eso, "hijos del
diablo". Las maestras no querían tenerlos.

¿Qué lo hizo volver a abrir una investigación que terminó


hace casi treinta años? ¿Un compromiso moral o un compro-
miso intelectual?

-Un compromiso intelectual conmigo mismo. Sabía que

KURUF EDICIONES

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Kuruf ediciones está conformado por grupos editoriales y de Tejada Gómez, Eduardo Galeano, Osvaldo Bayer, Álvaro
distribución de materiales autogestionados de distintos luga- Yunque, Octavio Getino, Leonidas Lamborghini, Bernardo
res del país. Estamos construyendo día a día nuevas formas Kordon, Gregorio Selser y otros. También “La Calle del Agujero
de relacionarnos que permitan vislumbrar una sociedad mejor. en la Media” de Raúl González Tuñón (Ver “La Opinión”, 25 de
Creemos que formas de producción alternativas tienen que ir enero de 1974, página 18).
acompañadas de otras maneras de distribución. Ninguna liber- Desde ese momento desapareció de las librerías. Luego
tad vamos a encontrar en el mercado. vinieron los años del silencio, difíciles y trágicos.
Si te interesa podés participar: El libro pudo reeditarse cinco años después de la caída de
* aportando lo que producís la dictadura militar. El tiempo debía sazonar un poco las ideas
* difundiendo lo que otros grupos y personas hacen en discusión luego del drama argentino. Hoy, creo que la his-
* acercando textos interesantes para editar toria de este hombre puede servir otra vez para la discusión.
* conformando grupos para distribuir Los escenarios y los poderes de la década del veinte no han
* si tenés la posibilidad de viajar podés transportar materiales cambiado en demasía. Lo que la sociedad establecida hizo con
para ahorrar gastos de envío. Severino se repitió luego de miles de veces en la década del
* o dando a difusión la idea. setenta. Quien lea estas páginas encontrará sinonimias y simi-
Este es un camino largo y no hay prisa. litudes en destinos, luchas, métodos y una sociedad dispues-
ta a defender sus prerrogativas con todas las armas, con el
correctivo implacable y con cada vez más impiedad.
Para más información escribinos a: Violencia contra violencia. El derecho de matar al tirano. Di
dyekuruf@yahoo.com.ar Giovanni es un luchador antifascista, víctima del régimen de
www.distribuidorayeditorialkuruf.blogspot.com Mussolini, que procura sin tregua luchar contra la injusticia
con propia mano, con todos los medios, aunque caigan ino-
centes. “Cara a cara con el enemigo” es su divisa. Se conver-
tirá en el hombre más perseguido de la Argentina. Se burla de
sus perseguidores y el pueblo lee ávidamente las andanzas de
este “idealista de la violencia.”
Pero Di Giovanni también escribe poesías, bellísimas cartas
de amor a su amada América Scarfó y edita periódicos.
Severino no abandona el país a pesar de la rigurosa dictadu-
ra militar de Uriburu. Caerá preso a la salida de una impren-
ta, será juzgado y condenado a muerte. Se juicio y posterior
La reproducción total o parcial de este libro es alentada por fusilamiento será un final a toda orquesta que sacudirá a los
Kuruf sin necesidad de ningún tipo de autorización. No existe argentinos de los años treinta.
la propiedad intelectual. No queda hecho ningún depósito El “Severino Di Giovanni” de Bayer fue el libro prohibido
según marca la ley 11.723 por excelencia de los años setenta. Es clave para continuar el
eterno debate sobre la violencia.

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Osvaldo Bayer
habla sobre Severino
“Severino Di Giovanni,
el idealista de la violencia”

Osvaldo Bayer nació en Santa Fe, Argentina, en 1927. Es ANARQUISTAS


Severino Di Giovanni
historiador, escritor, periodista, guionista cinematográfico y
fue Profesor Honorario, titular de la Cátedra Libre de Derechos

Simón Radowitzky
Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Es
docente de la Deutsche Stiftung Für Entwicklungspolitik, en
Bad Honnef, Alemania. Es doctor (HC) de las universidades del
Comahue y de la Patagonia Austral. En el periodismo trabajó
en “Noticias Gráficas”, en Esquel, fue secretario de redacción
de Clarín y escribe en Página/12. Fue traductor del alemán de
obras de Goethe, Kafka, Bretch, y otros. Entre sus libros, se
encuentran: “Severino Di Giovanni”, “Los Anarquistas
Expropiadores”, “Rebeldía y Esperanza”, “En Camino Al
Paraíso” y “Rainer y Minou.”

La primera edición de “Severino Di Giovanni” apareció en


enero de 1970. En 1973, durante el gobierno peronista de
Raúl Lastiri se le aplicó el curioso Decreto 1774. Sobre este
decreto del gobierno peronista, la Sociedad de Escritores de la
Argentina envió una carta al general Juan Domingo Perón en
la que le señala: “La censura, en cualquiera de sus formas, es
un pobre sucedáneo de la persuasión. La imposición de barre-
ras a la libre difusión de ideas, además de lesionar principios
que compartimos la gran mayoría de los argentinos, nada
logra en el terreno de las realizaciones, a nadie disuade. Sobre
esto el país tiene larga experiencia.” El diario “La Opinión”
publicó la lista de los “vetados”: León Tolstoi, Anton Chejov,
Máximo Gorki, Vladimir Maiakovski, Erich Fromm, Jean Paul
Sartre, Ludwig Marcuse, José Agustín Goytisolo, Armando

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tasmas complacientes y temidos de la imaginación de la


buena gente. Y encuentra allí la muerte.
Debemos agradecer al coraje de Osvaldo Bayer que un
hombre sólido como Severino Di Giovanni no se haya disuelto
en el aire. Que su fantasma se anime y se agigante desde su
vida espectral, uno más y se agregue a la lista de los que ase-
dian la noche de los asesinos insomnes.

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Mientras haya existido entre nosotros un Severino Di Giovanni,


con su tragedia intransferible, hay una esperanza en el
Severino Di Giovanni
mundo.
(¿Por qué conmueve tanto su vida, su pasión, su entrega
El anarquista de las rosas rojas
más allá del límite, hasta su sed de venganza? ¿Es mala la
venganza, acaso, cuando se trata de que el mal extremo no Severino Di Giovanni (1901-1931) fue fusilado el 1º de
logre vencer sin encontrar el límite y convertirse en absoluto? febrero de 1931 por la dictadura de Uriburu. Tenía 29 años.
Pero acá hay algo más que conmueve, el índice de lo más Considerado el “hombre más maligno que pisó tierra
intolerable: que la cobardía en la impunidad -que es lo más argentina”, se ocultó lo esencial de su personalidad: ser un
intolerable- pueda vivirse sin riesgo: sin sentir siquiera lo que representante de la violencia de abajo. De esos que la socie-
el otro siente cuando sufre. Sentir lo que el asesinado sufrien- dad no tolera ni perdona. Creía en el derecho a matar al opre-
te sintió: hasta allí debe penetrar lo que se llama comúnmen- sor aunque cayeran inocentes, y tenía un fundamento ideoló-
te venganza: la sed devoradora de justicia en el desierto deso- gico para sus actos. Llevó a cabo atentados con bombas y
lado de la impunidad y del crimen, nos dice Di Giovanni.) grandes asaltos en su raid revolucionario. Su foto ocupó la pri-
Pero ¿quién hace justicia allí donde la justicia no existe? Es mera plana de los diarios y un comisario lo llamó un “Robin
entonces donde la responsabilidad de un hombre como Di Hood moderno”.
Giovanni se agiganta y se convierte en trágica. Asume en sí Pero también era un hombre de ideas, un estudioso auto-
mismo lo imposible: es el lugar humano que se consume en didacta, un escritor y periodista excepcional, un compañero
realizar por sí mismo lo que todos los hombres colectivamen- solidario y un militante apasionado. Creía en el amor a rajata-
te no hacen, muchedumbre de sometidos pasivos que han bla, en una sociedad más justa, en el respeto al individuo
delegado en la unidad de una vida, la suya, todo el peso de la como tal. Y vivió un amor prohibido para la época.
injusticia del mundo. Es entonces cuando Di Giovanni se reco-
noce como el justiciero de lo impune: asume solo, para poder El exilio americano
dar la cara en la vida, la responsabilidad por los asesinados.
Si el poder absoluto nunca es realmente tal aunque lo Nació en Chieti, Italia, el 17 de marzo de 1901. Estudió
parezca, es porque hay siempre alguien que salva la esperan- para maestro y, aunque no se recibió, ejerció hasta que el fas-
za para el mundo, abre una fisura en lo que se pretende cismo lo obligó al exilio. Mientras aprendía el oficio de tipó-
monolítico: muestra el carácter relativo de todos los poderes grafo y leía a Proudhon, Bakunin, Reclus, Kropotkin,
sobre el hombre. Di Giovanni nos dice: el terror no vence a la Malatesta, Nietzsche y Stirner. En Italia, Mussolini imponía con
vida cuando la vida enfrenta a la muerte para señalarle al sangre su autoridad. Miles de opositores eran muertos, encar-
terror mismo su límite. Sólo el contra-terror, la contra-violen- celados y expulsados. Muchos anarquistas recalaron en
cia indómita, que no se da por vencida, señala el límite extre- Argentina, entre ellos, Di Giovanni. Llegó a Buenos Aires en
mo del desafío, debía pensar Severino Di Giovanni: cuando 1923 con su esposa Teresina y su hija Laura. Dos años más
hay todavía alguien, aunque sea uno solo, que salvó contra tarde nacieron sus otros hijos, Aurora e Ilvo.
todos -pero para todos- el carácter relativo y pasajero del Al principio, cultivaba y vendía flores. Más tarde consiguió
poder impune. Y al hacerlo roza con su riesgo todos los fan- trabajo como tipógrafo y se conectó con grupos antifascistas.

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Aprendió rápido el castellano y las crónicas de la época lo des- gía que enlaza el sentido de la vida con los que fueron muer-
cribían como un hombre de “rasgos bien conformados, rubio, tos por la mano del hombre. Así como hay un lazo con la vida
tez ligeramente rosada, ojos color azul mar, de una luz inten- de los otros hombres vivos, hay un lazo profundo que nos une
sa, casi febril...”. indisolublemente con los hombres muertos por los asesinos.
En 1925, lo más selecto de la colectividad italiana en la En esta premisa está presente esa responsabilidad sagrada
Argentina, los “camisas negras” y las autoridades nacionales que penetra hasta los estratos más fecundos y vivos de la vida
participaban de un evento en el Teatro Colón. Los anarquis- misma. Tuvo que amar mucho a la vida y a los vivos para sen-
tas, al grito de asesinos, repudiaron a los representantes de tir la necesidad de resurreccionar a los muertos de otro modo,
Mussolini. Di Giovanni fue detenido por primera vez y el pron- laicamente. Bajo una estampa de Cristo escribe Di Giovanni
tuario policial lo calificó de “terrible agitador anarquista”. como su contracara: “El símbolo de la víctima, como un fugaz
recuerdo, será una visión que nos engarzará al pasado, a
Fuerza movilizadora nuestros muertos, y nos hará más fuertes para el porvenir y
para nuestros hijos. Como aurora rosada, bella, pura, la
El poder de los anarquistas movilizaba a miles de obreros, Libertad surgirá en una mañana primaveral para besar los
editaban periódicos que se vendían como pan caliente, tenían labios de todos los sepultados vivos, de todos los mártires, de
foros de debate y luchaban por los derechos laborales. todos los rebeldes. Y en ese beso infundirá a nuestros caídos
Existían diversas corrientes. Por un lado, los que hacían el dia- todas las bellezas, los purificará de todos los dolores, espar-
rio La Protesta, a cargo de López Arango y Abad de Santillán ciendo copiosamente los premios que debemos a los héroes
y la Fora (Federación Obrera Regional Argentina), que eran de la lucha cotidiana”.
considerados el anarquismo oficial. Proponían la educación y
la propaganda como medio de lucha. Por el otro, se encon- LA NECESIDAD DE PONER UN
traban los del periódico La Antorcha y los gremios autónomos LIMITE AL PODER ABSOLUTO
de izquierda que, en cierta medida, avalaban el uso de la vio-
lencia política. Un individuo es tanto más proclive a sentir la dimensión del
Además existían los “expropiadores”. Se dedicaban al robo oprobio social, de la injusticia, de la impunidad y de la insidia
y falsificación de dinero, porque consideraban que recupera- criminal, cuanto mayor sea la capacidad afectiva de amar (y
ban parte del botín que la burguesía –elegantemente– le de odiar por lo tanto). Y tanto más esta insoportabilidad es
robaba a los obreros. grande cuando menor es la capacidad de reacción de la gente
Y surgió Di Giovanni con su periódico Culmine, que propi- que no siente, siente menos, o está adormecida o aterrada. La
ciaba el anarquismo individual y la lucha “cara a cara” con el necesidad de imponer un límite al crimen aparece como una
enemigo fascista. A través de Culmine, polemizó con los otros tensión insoportable de la cual depende la coherencia sensi-
sectores, publicó sus poemas, se ocupó del tema de la eman- ble, afectiva y racional de la propia vida. Sólo cuando se acti-
cipación femenina y de los compañeros caídos en la lucha o va la dimensión más profunda y libre del afecto puede un
que estaban en prisión. Severino financiaba la revista con su hombre poner toda su vida en defensa de lo justo. Dijimos: el
trabajo, organizaba tertulias culturales y recibía el aporte de último de los justos. Mientras haya diez justos Dios no des-
compañeros. Su lema era: “De la propaganda a los hechos”. truirá a la ciudad impura y pecadora, se dice en la Biblia.

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los privilegios, predominó el criterio de que el mejor anarquis- Creía en las posibilidades del individuo para cambiar con su
ta es el anarquista muerto: fueron casi todos ellos asesinados acción a la sociedad. Y lo puso en práctica. El mundo estaba
por nuestra derecha fascista o partieron al exilio a combatir en conmocionado con la condena a muerte de Sacco y
España por la República. Vanzetti en Estados Unidos. Severino se sumó a la campaña
por la liberación de los anarquistas.
LA VIOLENCIA El 16 de mayo de 1926, una bomba estalló frente a la
embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. Fue el pri-
Bayer interroga en Di Giovanni “su creencia como dogma mer atentado de varios que realizó contra objetivos nortea-
en la violencia como único método racional de rebeldía”. Es mericanos. El gobierno radical de Alvear inició una feroz repre-
necesario plantear, entonces, cinco premisas para entenderlo: sión y detuvo a cientos de anarquistas italianos. Los datos los
Primera premisa: No hay violencia en general: el crimen en proporcionaba la embajada de Mussolini a la policía argentina,
abstracto no existe, es sólo un concepto. Son hombres con- ya que tenían una fluida relación.
cretos, cada uno con su nombre y apellido, quienes ejecutan En ese tiempo conoció a Paulino y Alejandro Scarfó, a tra-
el crimen. No hay violencia de estructura solamente. vés de quienes entraría a la vida de Severino una adolescen-
Segunda premisa: Hay violencia, pero también hay contra- te que lo haría estremecer de amor con su ojos negros:
violencia. Está la violencia ofensiva y la violencia defensiva. Y América Scarfó.
la contra-violencia defensiva tiene una cualidad diferente que En el marco de la lucha por Sacco y Vanzetti, el anarquis-
la violencia ofensiva. mo protagonizó su última gran movilización de 100 mil perso-
Tercera premisa: Habitualmente se cree que la violencia es nas, en agosto de 1927. Ese año Severino comenzó vestirse
la violencia inmediata del asesinato directo por las armas. de negro. Usaba un sombrero de ala ancha y un pañuelo al
Pero no: la violencia consiste en apoderarse, por la amenaza, cuello. No fumaba, no bebía, trabajaba incansablemente y
de la voluntad de otro para dominarlo en vida. Hay entonces comía cuando se acordaba. En la Navidad de ese año hubo
dos muertes: la de los que siguen vivos por temerla y some- por primera vez víctimas inocentes en un atentado perpetra-
terse, y la de los que han sido muertos por resistentes. do por él. La violencia lo encerró en una trampa de la que no
Cuarta premisa: El amor, que es mater-ialista, no nace de podría escapar.
un Dios abstracto o terrible, o de un padre que persigue; nace Las bombas anarquistas eran artefactos hechos de hierro,
desde las marcas maternas que animan la carne y la vida de dinamita y gelignita. Se preparaban dentro de grandes valijas
una mujer amada. Y desde allí, desde ese amor grande e infi- y se colocaban acostadas para su detonación. Carecían de
nito, se prolonga el anarquismo político. “En el amor grande e precisión y eran muy poderosas.
infinito (por una mujer) está basado el anarquismo mismo”, El 23 de mayo de 1928 una explosión destruyó el nuevo
escribe Di Giovanni. edificio del consulado italiano en Buenos Aires. Los objetivos
eran el embajador y el cónsul Capanni, pero cayeron más ino-
LA GENEALOGIA Y LA LOGICA DE centes. Este hecho dividió al anarquismo vernáculo para siem-
LOS MUERTOS ASESINADOS pre. Los sectores revolucionarios y extranjeros apoyaron a
Severino. Pero los anarquistas de La Protesta lo acusaron de
Pero también existe una quinta premisa: hay una genealo- espía fascista y agente policial. Polemizó con Abad de Santillán

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y López Arango durante meses, y los ataques fueron cada vez siempre es fácil) para mencionar y decir cosas que siempre
más feroces y personalizados. En octubre de 1929, Severino están más allá de las palabras. Para hablar, por ejemplo, de
les exigió una retractación. En una discusión con López dar la muerte al asesino impune, para ir más allá de los con-
Arango, lo mató. tenidos que la palabra terrorismo evoca, para hablar de cosas
Cuando pensaba marcharse a París con su amada y su de las cuales no es posible hacerlo sin que mentemos a la
familia, la detención de Alejandro Scarfó, en diciembre del ‘28, muerte, como si al hablar de ella fuera para invocarla y hacer
lo hizo posponer sus planes. Para conseguir dinero se conec- que aparezca de nuevo entre nosotros. Pero, ¿acaso la muer-
tó con el grupo de expropiadores de Miguel Ángel Roscigna, y te ha desaparecido como amenaza que desde el poder nos
cometieron varios asaltos. En ese tiempo escribió: “Vivir en aterra?
monotonía las horas mohosas de lo adocenado, de los resig- Di Giovanni fue uno de los últimos justos justicieros. Actuó
nados, de los acomodados, de las conveniencias, no es vivir la en nombre no sólo de las ideas sino también del afecto apa-
vida, es solamente vegetar y transportar en forma ambulante sionado. Pero cuando la muerte actúa no podemos acompa-
una masa de carne y de huesos. A la vida es necesario brin- ñarla, pasar no a la palabra que la dice sino a los hechos que
darle la elevación exquisita del brazo y de la mente”. ella abre sin que el alma misma del que sigue su camino y eje-
Terminó la década del ‘20 siendo el hombre más buscado cuta sus gestos y sus actos abra en uno mismo la dimensión
en el país. Con una vida y un amor clandestino, ejecutaba a de la muerte, sin que acunemos y gestemos en nosotros mis-
los traidores, ponía bombas, escribía análisis políticos para mos su gusano, y nos transforme, es cierto, en aquello mismo
revistas locales y medios extranjeros, leía, se preocupaba por que pretendemos comprender para situarnos. Pero para
su familia y se escabullía de la policía. entender el alma tierna y combatiente de un Severino Di
Severino inició 1930 con un plan de trabajo diseñado que Giovanni tenemos que rozar un poco nosotros mismos la
denota un cambio en su actitud. En su nueva revista, muerte. Abrir la dimensión colosal y siniestra de la injusticia y
Anarchia, todos los sectores anarquistas exponían sus ideas. del oprobio sobre los hombres para entender que alguien
Buscaba un acercamiento. quiera poner un límite, con la muerte del impune, al desbor-
Hasta el golpe de estado sólo utilizó la violencia en la de obsceno de la muerte. Di Giovanni vuelve a abrir en nos-
expropiación y liberación de presos. A partir del 6 de setiem- otros interrogantes muy complejos y muy próximos.
bre de 1930, reinició los atentados con bombas. Por fin tenía Di Giovanni no es un hombre de la democracia ni siquiera
al enemigo fascista “cara a cara”, pero la sociedad aplaudió a formal, sino un hombre profundamente marcado por el fascis-
los uniformados. mo y el terror. Actúa cuando Mussolini está en el poder des-
En enero de 1931 estallaron tres artefactos dinamiteros. La truyendo, apoyado por el pueblo, a los mejores hombres de su
dictadura se sintió desafiada y afiló sus garras. En esos días, patria. Actúa cuando Yrigoyen avala el asesinato de obreros
detuvieron a Mario Cortucci, hombre de Severino, quien en la Patagonia y en las huelgas. Luego es el momento del
sucumbió al nuevo invento de Leopoldo Lugones (h), la “pica- golpe militar: cuando el general Uriburu da el primero de ellos.
na”. Resistió 10 días la tortura y dio la dirección de Burzaco Una sociedad donde cientos de miles de inmigrantes italianos
creyendo que sus compañeros se habían mudado. vinieron huyendo de la miseria para caer en el oprobio de un
Un juicio teatral sistema de muerte y de ultraje. Con la persecución desatada
El jueves 29 de enero de 1931 Severino fue detenido al por el poder militar en la Argentina, brazo armado de todos

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Di Giovanni salir de una imprenta. Intentó escapar y lo persiguieron por


las calles y techos de Buenos Aires. La policía disparó más de
según León Rozitchner 100 veces. Severino, cinco.
En el tiroteo cayó muerta una niña y hubo heridos.
Atrapado en un garaje, se disparó en el pecho. La herida era
Severino de cerca leve y lo atraparon con vida.
La sociedad se regocijó. Por fin había caído ese insolente
Osvaldo Bayer reconstruye, desde el olvido, a un hombre. revolucionario. La noticia salió en las primeras planas de todo
Junta sus pedazos dispersos, vuelve a darles sangre, nos hace el país. Uriburu ordenó un juicio rápido y al paredón. El
sentir nuevamente el ardor de su cuerpo, le devuelve la vibra- teniente primero Franco fue su defensor.
ción de su palabra, abre el espacio de una época olvidada Cuando reo y abogado se encontraron, Severino le aclaró
para ubicarlo. Y recupera la tragedia de un hombre que no es que no iba a mentir. “Jugué y perdí. Como buen perdedor,
ejemplar de una especie sino una figura única, impredicable, pago con la vida”, le dijo. Impresionado, Franco dio pelea. En
allí donde el desprecio la había aniquilado. su alegato, planteó la incompetencia del tribunal militar para
“¿Qué es esto de escribir sobre un sepultado para siempre, juzgar al detenido, apeló al principio humano contra la pena
un sacado de la memoria del pueblo, un muerto definitivo?”, de muerte, estableció que Di Giovanni recurrió a la defensa
escribe. propia, y que la bala que mató a la niña no era del reo. El tri-
Figura necesaria, la del aniquilado, pues al costo de su vida bunal enrojeció de furia con la defensa y Franco fue castiga-
-y la de otros- nos viene a plantear el problema de la violen- do. Tiempo después murió envenenado en una cena de cama-
cia, del cual ninguna sociedad -tampoco la nuestra- puede radería.
hacerse la inocente y sacarle el cuerpo a un tema vedado, Severino y Paulino Scarfó fueron salvajemente torturados
desde el terror, como impensable. antes de ser fusilados. Con tenazas de maderas les aplastaron
Bayer abre la dimensión de un debate, pero no entre quie- la lengua, les retorcieron los testículos y los quemaron con
nes, fingiendo ingenuidad en medio de una situación maca- cigarrillos, entre otros vejámenes.
bra, desconocen la diferencia elemental entre violencia y con- Una muchedumbre se agolpó en las puertas de la prisión
tra-violencia. Bayer deja en cambio que el personaje dibuje la para escuchar las descargas. Otros tantos reclamaban su
dimensión compleja de su historia ante nosotros, nos da tiem- derecho a presenciar la ejecución. Algunos periodistas y
po para verlo y comprenderlo, sufrir con su destino trágico: encumbrados ciudadanos lo lograron. Como si fuera una fun-
devolverle la vida para que lo veamos de cerca. Atravesó el ción teatral, todos querían ver morir a Di Giovanni. Ocho des-
muro de la muerte mientras vivía, viene de una experiencia cargas le perforaron el pecho. Cayó al suelo y le dieron el tiro
irreductible para nosotros. de gracia.
Un aullido desgarró la madrugada. Eran lo presos despi-
“¡TENGAN CUIDADO LOS VERDUGOS!” diendo al compañero. En estricto secreto el cuerpo fue trasla-
dado al cementerio de la Chacarita. Sin embargo, al día
Severino Di Giovanni: mi prójimo, mi distante. Hay que siguiente la tumba de Severino amaneció cubierta de flores
tener primero la cabeza fría, moverse si trastabillar (y no rojas.

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Severino Di Giovanni nales que más se destacaron en ese año ignominioso. A doble
página y con fotos de los buenos hijos elegidos: el brigadier
Por Arturo Trinelli* Osvaldo Cacciatore, intendente de Buenos Aires (‘un primer
premio a la ejecutividad’); el escritor Ernesto Sábato (‘dejó de
ser un gran literato, para tomar el espacio fundamental de un
Acción. Violencia con más violencia. Golpe por golpe. Así se gran pensador, de un hombre profundo en plena lucha contra
podría describir la vida de Severino Di Giovanni, quizás, el las trivialidades (…)’; Guillermo Walter Klein (el segundo de
anarquista más emblemático de la historia del anarquismo Martínez de Hoz); el brigadier Carlos Pastor (ministro de
argentino. Fue un incansable luchador antifascista que vivió Relaciones Exteriores a quien le tocó enfrentar a la Comisión
en la ilegalidad durante más de cuatro años y cuya figura era de Derechos Humanos de la OEA); el cardenal Primatesta (‘un
temida por todo el status quo de finales de los años veinte y ejemplo de mesura e inteligencia’), etc etc.
principios de la década del treinta. (...) Podríamos decir que todos ellos tendrán los bronces
Leer la vida de Di Giovanni conduce necesariamente a bien lustrados en sus tumbas. Severino Di Giovanni, como tan-
quien se ocupó de estudiarla en profundidad: Osvaldo Bayer. tos otros, jamás tuvieron tumbas. Pero a aquéllos, a los nota-
En su libro Severino di Giovanni. El idealista de la violencia bles de nuestra sociedad, América Scarfó nunca les llevó flo-
Bayer narra con lujo de detalles la vida de este anarquista ita- res” .
liano, nacido en 1901 y asesinado por el gobierno de Uriburu
el 1 de febrero de 1931. Con un pormenorizado análisis de las
1 Bayer, Osvaldo: “Severino Di Giovanni. El idealista de la violencia”.
fuentes de la época, y entrevistas con sobrevivientes de aque- Buenos Aires, Editorial Página 12, 2009. p. 480.
llos tumultuosos años, Bayer hace un recorrido detallado por *Lic. en Ciencia Política (UBA)
la vida de Di Giovanni y rescata a una figura que pareció con-
centrar en su persona todos los males de su tiempo. En enero
de 1931 fue capturado por la policía al salir de una imprenta
en plena Ciudad de Buenos Aires. En efecto, la esquina de
Corrientes y Callao, que hoy luce tan luminosa y llena de gran-
des vidrieras, hace 79 años era escenario de una de las per-
secuciones policiales más emblemáticas de la historia de la
Capital Federal. Una persecución digna de un film cinemato-
gráfico, en donde Di Giovanni se enfrentó a los tiros con los
efectivos que lo perseguían y que lo terminaron capturando
en un garage de la zona, luego de un frustrado intento de
fuga por los techos del por entonces centro porteño de casas
bajas y sin los edificios de la actualidad.
Pero Di Giovanni, y esta es tal vez su cualidad más distin-
tiva, fue a la vez un hombre de pensamiento. Avocado como
todo anarquista a la publicidad y publicación de ideas liberta-

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hecho a Di Giovanni (juicio que tenía final cantado) fue la rias, polemizó con figuras del anarquismo local de la época, y
defensa que tuvo en el Teniente Franco, designado a tal fin. no pudo eludir un mal que debilitó seriamente al anaquismo y
Oriundo de Tucumán, pagó con el exilio haber actuado por sus explicó en parte su fracaso: la imposibilidad de lograr acuer-
convicciones y defender de manera convincente su figura ante dos internos que garantizaran cierta sustentabilidad y cumpli-
un jurado que no podía creer que alguien “del paño” pidiera mientos de objetivos a largo plazo. Así es como se vio envuel-
la absolución del anarquista con tanto ímpetu y valentía. El to en polémicas varias, algunas de las cuales se mantendrían
régimen uriburista no le perdonó tanta sinceridad y lo obligó hasta el fin de su vida. La mayoría de ellas tenían que ver
a dejar el país, al que pudo retornar años más tarde. Pero esencialmente con el método de lucha que implementaba.
Severino le agradeció antes de morir el gesto. Quizás eso le Algunos no estaban de acuerdo en la expropiación o la acción
sirvió también para darse cuenta, aunque sea al final de su violenta (atentados con bombas contra delegaciones fascistas
vida, que otros también podían sentir y manifestar ese senti- en la Argentina) para contestar a la violencia ejercida desde el
miento de rebeldía a pesar de no ser anarquistas. Estado. Las expropiaciones eran asaltos cometidos con los
Testigo de ese asesinato fue también Roberto Arlt, como fines de obtener recursos para financiar la lucha y ayudar a los
periodista del Diario Buenos Aires Herald. Su presencia no era familiares de los compañeros presos y perseguidos. Contrarios
igual a la de cientos de personas que acudieron allí para ver a dicha metodología eran, en especial, quienes de alguna
morir al demonio, al asesino extranjero de la época. Los zapa- manera sostenían el monopolio de la opinión pública liberta-
tos lustrados y el traje de gala de muchos de los asistentes ria: los directores del periódico anarquista La Protesta, el más
convertían el asesinato de un hombre en un espectáculo frí- difundido y numeroso en cuanto a la cantidad de ejemplares
volo, uno más de la noche porteña. La crónica de Arlt no puso que podía imprimir y distribuir. La polémica de Di Giovanni con
ningún comentario propio sino la descripción de ese teatro La Protesta se sostuvo desde diversas fuentes, en especial el
irracional de la fuerza bruta contra las ideas: “la descarga ter- periódico La Antorcha, que intentaba dotar al anarquismo de
minó con el más hermoso de los que estaban presentes”. El una matriz menos ideológica pero más práctica, ponderando
diario Crítica, quien fue el que más fustigó a Di Giovanni en la ejecución y la importancia de rubricar en acciones concre-
vida para congraciarse con el régimen de 1930 (Uriburu lo tas lo reclamado discursivamente; y también desde Culmine,
cerró seis meses después de apoderarse del gobierno) cuan- dirigido por el propio Severino. Di Giovanni mezclaba esa
do fue reabierto en 1932 hizo públicas sus disculpas ante los notable cualidad de ser un hombre de acción y de pensa-
lectores por las mentiras que había publicado sobre Di miento. Era un autodidacta y apasionado por las publicaciones
Giovanni, ofreciéndole sus respetos a su memoria y a sus de escritos y reediciones de obras de autores, como Elisée
familiares. Reclus, cuyos volúmenes editó al final de su vida.
Para concluir, tomamos como propias unas palabras de Hubo un hecho que fue duramente cuestionado en el seno
Bayer: “Es curioso con qué astucia y amplitud la sociedad del anarquismo y marcó de algún modo un quiebre en el movi-
establecida premia a sus legítimos representantes, y castiga miento: el asesinato de Emilio López Arango, anarquista espa-
sin piedad a sus hijos rebeldes. En 1979, en plena dictadura ñol, director de La Protesta, que cuestionaba duramente la
militar de Videla- con miles de desaparecidos, presos políticos táctica de los atentados dentro del movimiento libertario. Esto
y exiliados- el diario La Opinión, dirigido en aquel entonces y había provocado las tensiones mencionadas entre algunos de
administrado por los militares proclamó las diez figuras nacio- sus compañeros partidarios de esa forma de lucha; entre

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

ellos, Severino, que ya había amenazado a Arango por acu- das y cambios de domicilio a las que estaba sometido como
sarle en su periódico de “agente fascista” e “infiltrado policial”. consecuencia de su actividad ilegal. Su sentimiento hacia ella
En su momento no quedó claro quien había sido el autor del fue un ejemplo de la concepción que sobre el amor tenía el
asesinato, pero Bayer demuestra en su libro que fue Di anarquismo: desprejuiciado, sincero y libre. Sin convenciones
Giovanni. A su entierro concurrieron miles de personas, desde legales o ataduras materiales. Así, no dudó en dejar a su
todas las orientaciones del anarquismo. Hombres separados esposa por quien amaba, esa adolescente rebelde que lo
de Arango por una concepción distinta de las tácticas de siguió en todo momento, más allá de la condena familiar y los
lucha, que sostuvieron con él violentas polémicas, estaban allí peligros que eso acarreaba. Sin embargo, Di Giovanni nunca
evidenciando su respeto ante su trágica muerte. A partir de ocultó su matrimonio con su ex mujer ni dejó de ver a sus
entonces, asumió como Director del diario Diego Abad de hijos. Incluso en los peores momentos, con situaciones eco-
Santillán, que hasta su muerte en la década del ochenta con- nómicas angustiosas, nunca dejó de ayudarlos y mantenerlos.
tinuó siendo un gran crítico de la forma de lucha de Di Gracias a la investigación de Bayer y a una gestión hecha
Giovanni. ante el entonces Ministro del Interior del Presidente Menem,
Carlos Corach, en 1999 América Scarfó pudo, 68 años des-
El amor de América pués, reunirse con la cartas de amor de Severino, que hasta
ese momento estaban en poder de la Policía Federal. Era su
La vida de Di Giovanni no puede entenderse sin dos per- idea tenerlas para releerlas y reclamar lo que con justicia le
sonas que estuvieron ligadas a él y apuntalaron su lucha. La pertenecía. América murió en agosto de 2006, a los 93 años.
entonces joven América Scarfó, de apenas 17 años y dispues- En sus líneas de despedida, antes de recibir las balas mili-
ta a sostener su amor con el anarquista a pesar de la ilegali- tares, Severino le escribió: “Carissima: más que con la pluma,
dad de su enamorado y de los prejuicios de la época; y la del el testamento ideal me ha brotado del corazón hoy, cuando
hermano de ella, Paulino Scarfó, quien lucho junto a él hasta conversaba contigo: mis cosas, mis ideales. Besa a mi hijo, a
el final y corrió su misma desafortunada suerte: también fue mis hijas. Sé feliz. Adiós, única dulzura de mi pobre vida. Te
asesinado por la ley Marcial impuesta por Uriburu y ejecutada beso mucho. Piensa siempre en mí. Tu Severino”. Antes de
por su ministro, Sánchez Sorondo. Así, se puso fin a una cam- esas últimas líneas, se le había concedido a Severino despe-
paña de persecución y desprestigio que Yrigoyen y sobretodo dirse de América, que también estaba detenida.
Uriburu diseñaron, responsabilizando a Di Giovanni de casi Al día siguiente, murió también Paulino Scarfó ante el pelo-
todos los hechos delictivos de la época y demonizando su figu- tón de fusilamiento. Tanto a Severino como a Paulino, antes
ra con la complacencia de la clase media porteña de esas de fusilarlos, la policía de Uriburu los había torturado bárba-
décadas, defensoras y conservadoras de lo establecido sin ramente. Pero ellos no delataron a ningún compañero. El últi-
posibilidad de admitir pensamientos diferentes. mo encuentro entre América y Paulino fue muy breve.
Es efectivamente un capítulo aparte en la vida de Di Severino y Paulino gritaron antes de la orden de “fuego” las
Giovanni su relación con América. A través de sus cartas se palabras que definían su ideología: “Viva la anarquía”. Fue en
puede leer el amor puro y sincero que sostenía a esa pareja la penitenciaría. Las descargas se escucharon en los jardines
más allá de las dificultades. La conoció al alquilarle a sus de Palermo.
padres una habitación en Burzaco, en una de las tantas hui- Un hecho destacado de lo que fue la parodia del juicio

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cio que puede tener un ser humano. podía encontrar más cosas. De hecho, en el Museo de Historia
Me paseo por las celdas del presidio de Ushuaia, cuaren- Social de Amsterdam estaba el juicio que le hicieron los com-
ta años después de la muerte del “santo de la anarquía”. Los pañeros a Di Giovanni por matar a López Arango, que en La
muros del oprobio. Oprobio que años después se iba a trasla- Protesta lo había llamado "agente fascista". Eso lo derrotó:
dar a los dominios de otros carceleros con uniforme militar: que a él, que había luchado tanto, un compañero de ideas lo
los campos de concentración de los Bussi, los Menéndez, los estigmatizara de ese modo en el diario. Le fue a pedir expli-
Camps. Pienso en estos verdugos cuando atravieso el portón caciones, hubo un incidente y uno de los amigos de Di
de salida del ex presidio austral. Y me consuela un pensa- Giovanni lo mata, pero él se hizo cargo. La cúpula anarquista
miento que me asalta en ese momento. Esos tres jamás tuvie- admitió que Severino tenía razón, que no era un espíritu ase-
ron juglares criollos que les cantaran. De Radowitzky quedan sino.
los recuerdos de esas coplas del auténtico pueblo:
¿Qué tiene de peculiar la figura de Di Giovanni para usted?
“Simón, la fe no desmaya ¿Qué lo hace diferente de Radowitzky o de Morán?
y el pueblo sí que resiste
te ha de sacar, Radowitzky, -Creo que están en la misma línea... Pero Radowitzky es un
de las mazmorras de Ushuaia.” solo hecho, y Morán un sindicalista que hace todo el camino
del rebelde, pero dentro del sindicato marítimo. Durante el día
era dirigente de marítimos; a la noche salía a hacer atentados
o asaltos expropiadores. En cambio Severino tiene una larga
línea de atentados y expropiaciones, pero también una larga
lista de publicaciones: Culmine, Anarquía y libros. El vive aquí
apenas ocho años, del 23 al 31, pero desarrolla una actividad
increíble. Cada vez que voy a una biblioteca europea o norte-
americana encuentro nuevos artículos firmados por Severino y
me pregunto en qué momento los escribió. Si cuando lo fusi-
laron tenía 28 años... Con los mismos principios -matar al tira-
no, rebelarse contra la violencia de arriba-, tiene una actividad
más plural que Radowitzky. Al mismo tiempo tuvo ese roman-
ce, de una pureza increíble, con la adolescente América
Scarfó. Sus cartas revelan ese proyecto de un futuro juntos;
de hecho, cuando lo detienen ya tenían todo preparado para
viajar a Francia, y desde allí a Italia para integrarse a las bri-
gadas ilegales antifascistas. Fue consecuente. Y su nombre
fue manoseado por los diarios, y hasta por los mismos anar-
quistas de La Protesta que buscaban mantener un idilio con el
gobierno, publicar sus ideas pero que el gobierno los dejara

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tranquilos. Cuando ocurre el golpe del 6 de setiembre del ‘30, burgués quiere maltratarlo:
la oposición huye o se esconde, y Severino sigue a pesar de cara a cara ha de mirarlo,
ser el hombre más perseguido. cuerpo a cuerpo y frente a frente!”

Una síntesis curiosa de hombre de ideas y hombre de Así fue. Ese joven judío de apenas 18 años, obrero meta-
acción. lúrgico, esperará al coronel Falcón y pondrá fin a la vida del
-Es su consecuencia. Pienso en el Che Guevara. Alguna vez orgulloso militar que era todo un símbolo para los hombres de
tuve una larga charla con él, en la que planteó su idea de que uniforme: Falcón había sido el cadete número uno recibido en
el foco guerrillero debía instalarse en las sierras cordobesas. el Colegio Militar creado por Sarmiento. Simón trata de suici-
Yo le hablé de la complejidad de la estructura represiva, y si darse pero es capturado, condenado a muerte y luego, como
vencía todo eso, le iban a mandar a los cadetes del Liceo es menor de edad, a prisión perpetua a cumplir en el penal de
Militar. El me miró, con una enorme tristeza, y sin ninguna Ushuaia, con el agravante de que cada año, en oportunidad
arrogancia me respondió con tres palabras: "Son todos mer- de cumplirse cada aniversario de su atentado contra Falcón
cenarios". Pero como yo no había hecho ninguna revolución “deberá ser llevado a reclusión solitaria a pan y agua durante
no pude contestarle. Hay que ser humilde. Y salí diciéndome: veinte días”, como dirá la sentencia.
"Y, bueno, es la respuesta de un revolucionario, porque a lo En la prisión, sólo comparable con la de la Isla del Diablo,
mejor si se espera que ocurra primero esto y luego aquello, Radowitzky se convertirá en el “mártir de la anarquía”. Será un
que estén dadas todas las condiciones, la revolución no se místico de la resistencia y del altruismo con los demás presos.
hace nunca". Yo lo comprendí y él tuvo compasión de mí. Protagonizará una huida legendaria a través de los canales
fueguinos hasta que es capturado por un buque de guerra chi-
¿Nunca pensó en escribir sobre el Che? leno y entregado a los carceleros argentinos. Todos los casti-
gos inimaginables serán entonces para él. Aunque enfermo de
-Me lo propusieron y lo rechacé, porque me obligaba a tuberculosis, el clima del extremo sur y el aislamiento no lo
relatar cosas que no entiendo pero que no tengo autoridad amedrentan y sigue siendo el defensor de los demás presos
moral para juzgar. Lo he hablado con cierta gente, de pensa- para quienes Simón es una personalidad mística y al que
miento revolucionario; lo que no puedo es publicar un libro admiran casi con respeto religioso.
para que esto vaya a parar no se sabe a qué manos y sirva a Sus compañeros de ideas de todo el país no lo abandona-
qué argumentos. ron en ningún momento. Miles de mitines y su nombre siem-
pre en la primera página de sus publicaciones. Hasta que en
¿Cómo es, en última instancia, la personalidad de 1930, Yrigoyen firmará el indulto. Pero el gobierno radical no
Severino? se aguanta al carismático atentador en territorio argentino y
lo expulsa al Uruguay. Allí será detenido y poco después
-Creo que él se pierde por su sensibilidad. En los atenta- soportará presidio en la isla de Flores. Hasta que en 1936, ya
dos contra las organizaciones fascistas caen inocentes, pocos, en libertad, marchará a la Guerra Civil española a luchar con-
pero con uno alcanza. El responde luego que "no hay inocen- tra el fascismo de Franco. Morirá en México en 1956 mientras
tes", como aquel terrorista francés que dijo: "No hay inocen- trabajaba de obrero en una fábrica de juguetes, el mejor ofi-

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traigo para aquel varón tes. La sociedad es culpable". Para mí sí hay inocentes. Me
valiente y decidido, parece que llega un momento en que él se emperra en la vio-
este manojo que ha sido lencia, pero esas muertes le pesan y llega a su propio holo-
hecho con fibras del alma, causto. Pero no por eso puedo pintarlo como Ernesto Sabato;
en un momento sin calma hay que pintar al hombre, al revolucionario en su tragedia.
de rebelde convencido.”
Para un revolucionario la violencia es una tragedia...
Así cantaba el payador Manlio por la década del veinte.
Es que Simón había corporizado la violencia de abajo al -Exactamente. Hay un pasaje de un libro de Eliseo Reclus,
matar de un preciso bombazo al jefe de policía coronel Ramón un pacifista, que dice que al rebelde que comete actos de vio-
L. Falcón después que éste reprimiera brutalmente la mani- lencia no hay que criticarlo, hay que comprenderlo. Y es pre-
festación obrera del 1º de Mayo de 1909. Ese día ocurrirá la cisamente a Reclus que Severino edita. Cuando lo detienen
más grande tragedia obrera hasta ese momento de nuestra está yendo a la imprenta de la calle Callao para revisar perso-
historia social. La policía montada al mando del comisario Jolly nalmente el último volumen.
Medrano, después de que sonara el clarinazo de ataque orde-
nado por el propio coronel Falcón, se lanza sobre las colum- ¿Usted escribió sobre Severino porque se había enamora-
nas obreras en la Plaza Lorea. Parece una estampa de la Rusia do del personaje o se enamoró de él mientras escribía?
imperial cuando los cosacos atacaban concentraciones de
famélicos proletarios en San Petersburgo o en Moscú. En la -Yo no me enamoré de Severino. Más bien he mantenido
historia de las represiones obreras, la del coronel Falcón una discusión interna con él. En esa discusión no le he reta-
quedó como una de las más cobardes y alevosas. En un pri- ceado absolutamente nada de lo bueno y he escrito todo
mer momento se cuentan treinta y seis charcos de sangre. aquello que me parece negativo: ciertos atentados, como la
Para explicar el drama, el militar traerá el argumento que muerte del quinielero cuando pone la bomba en el Banco de
todavía hoy se emplea en la Argentina: le echa la culpa a los Boston. De mi parte es una búsqueda.
“agitadores”. Seguirán días de paro general proclamado por la
FORA que tendrá un desarrollo muy violento. Esos días conti- ¿Trata de entenderlo?
nuará la brutal represión y se seguirán sumando los muertos.
Los obreros no se rinden porque: -Trato de entenderlo en su sacrificio, en su entereza, en su
vocación. Para mí no es un enfermo. El pueblo lo quería, sus
“Los tiempos ya terminaron hazañas se comentaban... Era como un bandido, un héroe
en que hubo feudales bravos popular. Cuando muere es como el final de una ópera italiana.
que agarraban a los esclavos Ahora voy a escribir una nota para contestarle a José Pablo
y fiero los azotaron Feinmann, que dice que no hay cadáveres buenos y cadáve-
¡Hoy no! Ya se rebelaron, res malos, sino sólo cadáveres. Yo creo que sí hay cadáveres
Y ese hombre hoy, febril y ardiente buenos y cadáveres malos. No es lo mismo el cadáver de
cuando ve que un prepotente Hitler que el de una adolescente asesinada en una cámara de

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gas de Auschwitz. Yo termino diciéndole que frente al cadáver


de Hitler y el del Che Guevara yo le llevo flores al Che
Simón Radowitzky (1891-1956)
Guevara. Esa es la diferencia. La diferencia del que puede Por Osvaldo Bayer
tener su nombre en una estación de subte o el de Severino,
que jamás pudo salir de la crónica policial. Es el caso de “Mil y mil veces maldita tierra aborrecida del crimen, del
Alemania: el conde Von Stauffenberg que le puso una bomba sufrimiento y del sicario. Bajo el azote helado de tus huraca-
a Hitler es el héroe máximo, en el aniversario de su fusila- nes gime el hombre; la angustia roe las almas de las víctimas;
miento el gobierno en pleno le rinde homenaje ante el bellísi- los abnegados, los Radowitzky, agonizan, mártires de la chus-
mo monumento que le levantaron. El anarquista alemán que ma del máuser, y, sobre el hórrido concierto de sollozos, se
le puso la bomba en la cervecería de Munich en el año ‘38 no oye, siniestra, la carcajada del verdugo.”
es un héroe. Claro, Von Stauffenberg era un conservador.
Así comenzaba un volante del diario anarquista La
¿Van a filmar Severino Di Giovanni? Protesta, para el 1º de Mayo de 1918, el Día de los
Trabajadores. Estoy en Ushuaia, en el edificio del antiguo
-Varias veces quisieron filmarla. Primero fue Ricardo penal, y hablo sobre Simón Radowitzky ante una concurrencia
Becher: no pudo ser. Después, tres veces quiso filmarla formada principalmente por gente joven. Nunca hubiera soña-
Leonardo Favio. Un loco total: me llamaba a la una de la do antes que iba a tener esa posibilidad. En los años setenta
mañana al departamento que tenía por Tribunales y me decía: publiqué un libro que se titulaba Simón Radowitzky, ¿mártir o
"Venite, Osvaldo, venite". Ponía música de fondo y se tiraba al asesino?, que fue a parar a la hoguera de la dictadura de los
suelo para representar la muerte de Severino, cómo iba Videla y Massera. ¿Quién era ese Simón Radowitzky que había
cayendo lentamente... sido una figura legendaria del movimiento obrero en las tres
primeras décadas de este siglo y que había pasado veintiún
Hubiera sido una mezcla de Severino y el "Mono" Gatica. años de su vida en la cárcel, la mayoría de ellos en el penal
-Al final me dijo: "Hice una relectura de Severino y he deci- de Ushuaia, una de las páginas más negras de la historia
dido filmar Gatica". También quiso filmarlo Héctor Olivera... penal del género humano de la cual tendríamos que avergon-
Pero es una película difícil, porque la reconstrucción de época zarnos los argentinos? Y que se mantuvo no sólo durante el
sale cara y, sobre todo, porque sería inevitable que Severino gobierno de los conservadores liberales sino también durante
resultara un terrorista simpático, ¿y entonces a dónde vamos, los tres gobiernos primeros del radicalismo. Los que más can-
no? Ahora me lo propone Luis Puenzo. La forma en que habla taron a Simón Radowitzky, llamado el “mártir de Ushuaia”,
de Severino me inspira confianza. Justo treinta años después fueron los payadores criollos en los mitines y asambleas obre-
del intento de Becher. ras.

¿Cómo se define usted? “Traigo aquí para Simón


este manojo de flores,
-Como un socialista libertario, o mejor, alguien que trata de del jardín de los dolores
ser un socialista libertario en una sociedad que se va compli- del alma y del corazón:

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esperaba en su despacho. Fui con América. Nos recibieron el cando cada vez más, en la que es cada vez es más difícil ser
jefe y el subjefe. El jefe me escuchó con forzada benevolen- un socialista libertario.
cia. (El subjefe tenía una sonrisa cachadora como diciendo:
"cómo se vino éste acá"). Le expliqué, pero el jefe me res- ¿A quién ha considerado su camarada?
pondió grandilocuente: "usted me pide algo que pertenece a
la Policía Federal. Mire (y tomó un cenicero): esto aquí tiene -Sin ninguna duda a Rodolfo Walsh y a David Viñas. Han
la palabra ‘Policía Federal’, si usted me lo pide le tengo que sido fieles a la sociedad y han sufrido sus avatares. Ninguno
decir que no, porque no me pertenece a mí ni a nadie sino fue anarquista, pero yo los considero mis compañeros. Ojalá
sólo a la Policía Federal". Le insistí: "pero no se trata de un ellos me hayan reconocido a mí como su compañero.
cenicero, son cartas de amor". Me volvió a mostrar el cenice-
ro, con gesto triunfal: "sí, pero las dos cosas pertenecen a la
Policía Federal". Entonces tomó la palabra América que con
voz suave pero firme le expresó: "señor, son cartas de amor
que me escribieron a mí, me pertenecen a mí. No es un docu-
mento policial o que sirva como prueba de algún delito. Las
cartas me pertenecen sólo a mí". El seguro policía se sintió
molesto y sentenció: "pongan un abogado, se resolverá".
Pusimos el abogado y pronto llegó la respuesta. Carlos
Wladimiro nos citó en la Casa de Gobierno para devolver las
cartas de Severino Di Giovanni a su amada América Scarfó.

Cómo habrá acariciado las cartas esa bella anciana de ojos


muy negros y cabellos blancos como la nieve.

Ella no está más. Sus cenizas fueron enterradas en el


pequeño jardín de la Federación Libertaria, la casa que no se
rinde. Ahí iremos una vez por mes a leerle a ella una carta de
amor del luchador caído.

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

El fusilamiento rá, me lo contará en uno de nuestros tantos encuentros,


mientras elaboraba una nueva edición de mi libro.
Caídos sus dos seres más queridos, la joven América será
A las 5 de la madrugada del domingo 1° de febrero de protegida por sus compañeros de ideas. En ese período escri-
1931, en un patio de la penitenciaria nacional de la avenida birá artículos para diarios anarquistas europeos en defensa de
Las Heras resonaba un grito: ¡Eviva l’anarchía!, y luego una los derechos de la mujer. Y continuará con sus estudios, los
descarga cerrada. Acababa de ser fusilado Severino Di cuales nunca dejó ni cuando era ya octogenaria. Por ejemplo,
Giovanni y se cumplía así la condena del tribunal militar. se recibió de profesora de italiano y rindió todas las pruebas
Buenos Aires había vivido 48 horas verdaderamente expec- en forma brillante.
tantes y tensas. Las sextas ediciones de los diarios del 30 de
enero de 1931 habían traído a grandes titulares una noticia Muchos años después de la tragedia, América encontrará
sensacional: la policia había capturado al temible agitador un compañero de ideas con el cual fundará la librería y edito-
anarquista Severino Di Giovanni. El hombre que durante cinco rial Américalee. El nombre lo dice todo. Durante muchos años,
años había brindado todos los días mateial para la crónica fue la librería libertaria más completa de la ciudad y la edito-
policial. Todos los asaltos importantes, todos los atentados rial se dedicó a publicar todos los pensadores del socialismo
con bombas, todos -sin excepción- eran achacados al rubio libertario.
italiano nacido el 17 de marzo de 1901 en Chieti, en la región Hace pocos años, estábamos todavía en el menemismo,
de los Abruzos, a 180 kilómetros al este de Roma. Pero era América volvió a aparecer en los diarios. Es que un día que la
inhallable. La policía sospechaba que estaba en Buenos Aires fui a visitar, me expresó que ya estaba cerca de la muerte y
a pesar de que el general José F. Uriburu (1868-1932) -a la que antes de irse para siempre quería estrechar en su corazón
sazón presidente de facto- había establecido la pena de muer- las cartas de amor de Severino. Que como yo sabía dónde
te tras el golpe militar que lo llevó al poder el 6 de septiem- estaban me pedía que hiciera todo lo posible para lograr su
bre de 1930, declarando “he venido a limpiar este país de devolución. Le dije que iba a poner todo mi empeño. Lo fui a
gringos y gallegos anarquistas”. ver a Unamuno, el director del Archivo General de la Nación.
Ese constante machacar de la prensa escrita haciendo apa- Siempre dispuesto a la ayuda me preguntó donde había visto
recer su nombre día tras día en la crónica roja, había hecho esas cartas la última vez. Le dije: "en el Museo Policial, en un
de Di Giovanni la imagen del mal, del pistolero sanguinario, archivo aislado". Me respondió: "Bueno, quien puede darte
sin escrúpulos, del lujoso gángster que usaba camisas de seda permiso, por ser policial, es el ministro del Interior, Corach".
y los dedos cargados de anillos. Eran, en realidad, armas psi- ("La última anécdota que me faltaba", pensé.) Pedí la entre-
cológicas que usaba la policía porque ya no tenía otras. La vista junto con América. Nos recibió a los dos días. Le expre-
prensa todos los días ridiculizaba a la organización policial que sé el deseo de América. Me dijo que iba a hacer las averigua-
no lograba dar con el anarquista. Hasta en las historietas, los ciones pertinentes para cumplir con los deseos de ella y agre-
dibujantes se mofaban de ella por su impotencia. gó: "No se olvide, Bayer, que yo me llamo Carlos W. Corach.
La historia de Severino Di Giovanni cuenta que era un Carlos, por Carlos Marx, y W. Por Wladimiro Lenin". Me sor-
joven maestro italiano de ideas libertarias, a quien el dictador prendí y no pude menos que decirle sonriente: "No lo parece".
Benito Mussolini (1883-1945) dejó cesante primero, encarce- A los dos días nos llama el jefe de la Policía Federal que me

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ciaría. Las descargas se escucharon en los jardines de ló después y finalmente expulsó de Italia. Como tantos otros
Palermo. antifascistas italianos, Di Giovanni y su familia -esposa y cua-
tro hijos- encontraron refugio en la Argentina. Pero él no se
Severino fue un antifascista, y estaba convencido de que la integró a nuestro medio sino que siguió siendo, ante todo, un
única manera de responder a la violencia de arriba era con la italiano que quería volver a su patria por cualquier medio para
violencia de abajo. Sus atentados fueron siempre contra enti- derrotar al régimen fascista. Como buen anarquista que era,
dades fascistas o norteamericanas cuando se supo la conde- no aceptó formar parte del comité antifascista italiano en la
na a muerte de los dos héroes proletarios Sacco y Vanzetti. Argentina -formado por liberales, socialistas y comunistas-
Sus escritos hablan de su pasión por su ideología del socialis- porque pensaba que cualquiera de esas tres tendencias eran
mo en libertad. La policía lo sorprendió cuando salía de una iguales al fascismo.
imprenta. Su huida por las calles de Buenos Aires quedó como Aquí, en la Argentina, trabajó de tipógrafo y linotipista y
algo legendario. En el tiroteo cayó una niña, y por supuesto le comenzó a editar en italiano el diario “Culmine” a partir de
adjudicaron a él esa muerte cuando fue notorio que recibió agosto de 1925. Su primera entrada policial se originó cuando
balas policiales. organizó un tremendo escándalo en el Teatro Colón, en opor-
tunidad de la función de gala en homenaje al rey Vittorio
En el escritorio del luchador anarquista, la policía encontró Emanuele III (1869-1947), a la que asistían también el presi-
debajo del vidrio esta frase: "Estimo a aquel que aprueba la dente Marcelo T. de Alvear (1868-1942) y el embajador italia-
conjuración y no conjura; pero no siento nada más que des- no. En medio de la función se oyó el estridente grito de
precio por esos que no sólo no quieren hacer nada sino que ¡muera el fascismo! seguido de una lluvia de volantes sobre el
se complacen en criticar y maldecir a aquellos que hacen". distinguido público de la platea. Se originó entonces una bata-
En 1928, en una carta, Severino le escribirá a América: "El lla campal contra Di Giovanni y el grupo anarquista que lo
amor, el amor libre, exige aquello que otras formas de amor acompañaba. Los revoltosos recibieron un severo castigo y
no pueden comprender. Y nosotros dos, rebeldes divinos fueron detenidos. Allí quedó registrado Severino Di Giovanni,
(jamás nadie podrá llegar a nuestras cumbres), tenemos quien, al preguntársele por su ideología, contestó a la policía
derecho a desagotar el pantano de la moral corriente y culti- sin problemas: “soy anarquista”.
var allí el inmenso jardín donde mariposas y abejas puedan Desde ese día comenzó un ciclo increíble de violencia. Di
satisfacer su sed de placer, de trabajo y de amor". Fue un Giovanni participó en primera línea en los actos en solidaridad
amor pleno que duró poco porque todo terminó en tragedia. por el arresto y homicidio de Nicola Sacco (1891-1927) y
Cuando América se va a vivir con Severino en la quinta, muy Bartolomeo Vanzetti (1888-1927), los dos anarquistas italia-
arbolada, de Burzaco, ya él era el perseguido número uno de nos condenados a muerte en Estados Unidos. Los atentados
la sociedad argentina. Ella sentirá miedo todas las noches y con bombas contra empresas y oficinas norteamericanas se
duerme abrazada a él. Una noche ella siente ruidos como de sucedieron día tras día. En las asambleas anarquistas, Di
gente que entra a la quinta y trata de despertarlo. Le dice en Giovanni proponía una y otra vez desatar una verdadera gue-
voz baja pero insistente: "Severino, Severino, la policía". El se rra en la ciudad. Además, para contar con los medios sufi-
despierta apenas, la acaricia y le responde: "América, no, son cientes, comenzó con los asaltos a bancos, los que resultaron
los pájaros... duerme... duerme". De eso ella nunca se olvida- ser espectaculares, típicos de la década del veinte, con auto-

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móviles corriendo a toda velocidad y persecuciones a los bala- única dulzura de mi pobre vida. Te beso mucho. Piensa siem-
zos. También recurrió a la falsificación de dinero “para termi- pre en mí. Tu Severino". Antes de esas últimas líneas, se le
nar con el Estado”, ya que la lucha de los anarquistas no era había concedido a Severino despedirse de América, que tam-
para apoderarse del poder sino para eliminarlo, pretendiendo bién estaba detenida.
así que no hubiera nunca más alguien que mande y otro que América le dio el último abrazo, él la besó. Le pidió a ella
obedezca. que cuidara de los hijos de él y de Teresina, su esposa.
Al mismo tiempo que editaba periódicos e intervenía en los América le dijo: "voy a seguir con tu recuerdo hasta mi muer-
grupos de agitación huelguística, comenzó a publicar las obras te". El la miró con mucha tristeza y le respondió: "¡Oh, Fina,
completas de Elisée Reclus (1830-1905), el geógrafo y pensa- tu sei tan giovane!". Se besaron de nuevo. América salió
dor anarquista francés miembro de la Primera Internacional. mirándolo a Severino. Por ello tropezó con una rejilla y
Por supuesto, sus actividades chocaban con el sector modera- Severino le gritó: "¡ten cuidado!".
do del anarquismo argentino que editaba “La Protesta”, por lo Los más destacados periodistas de Buenos Aires estuvieron
que se produjo una lucha intestina que costó la vida al direc- en el fusilamiento. La mejor crónica fue la de Roberto Arlt, que
tor del periódico, el español Emilio López Arango (1894-1929). no puso ningún comentario propio sino sólo la descripción de
Los partidarios de “La Protesta” acusaron siempre a Di ese teatro irracional de la fuerza bruta contra las ideas.
Giovanni de ser el autor de esa muerte.
En la tarde del 30 de enero de 1931, Di Giovanni -vestido "La descarga terminó con el más hermoso de los que esta-
con traje negro y sombrero de anchas alas- fue sorprendido a ban presentes", serán las últimas palabras de la crónica del
la salida de una imprenta, en la esquina de Callao y periodista del Buenos Aires Herald.
Sarmiento. Luego de una cinematográfica huida por las calles Al día siguiente, caerá también Paulino Scarfó ante el pelo-
y los techos del centro porteño en la que la policía realizó unos tón de fusilamiento. Tanto a Severino como a Paulino, antes
cien disparos, asesinó una niña e hirió a varios transeúntes, de fusilarlos, la policía de Uriburu los había torturado bárba-
fue atrapado herido en un garaje después de haber alcanza- ramente. Pero ellos no delataron a ningún compañero. El últi-
do a disparar cinco veces, para luego ser juzgado por un tri- mo encuentro entre América y Paulino será muy breve. Ella no
bunal del Ejército y condenado a muerte. La alta sociedad se pudo disimular su dolor al ver el rostro hinchado de él. El la
regocijó: al fin había caído ese insolente revolucionario. Para contuvo diciéndole: "no llores". Y luego agregó con mucho
el juicio, el ejército designó al teniente primero Franco como cariño: "pobre pibita" y le dio un beso en la mejilla. América
su defensor. Cuando se entrevistó con Di Giovanni, éste le lo besó muy fuerte y le preguntó: "¿no querés ver a mamá?"
aclaró que como buen cristiano no pensaba mentir: “Jugué y El le respondió: "no, ¿no ves cómo estoy?". "Es que se le nota-
perdí, como buen perdedor pago con la vida” le dijo. El tenien- ban las torturas. Y agregó: "sigue estudiando. Estoy desean-
te, impresionado por su valor, en su alegato planteó la incom- do que esto termine de una vez". La besó. América volvió a
petencia del tribunal militar para juzgar a un civil detenido, abrazarlo y se miraron a los ojos. Ella no lloró. El policía Florio
apeló al principio cristiano contra la pena de muerte, estable- urgió para que terminaran. América se fue con paso firme. Los
ció que Di Giovanni había actuado en defensa propia y que periodistas notaron una lágrima en su rostro. Severino y
había sido emboscado sin una declaración judicial. El tribunal Paulino gritaron antes de la orden de "fuego" las palabras que
enrojeció de furia contra el teniente Franco, quien más tarde definían su ideología: "Viva la anarquía". Fue en la peniten-

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

América fue envenenado en una cena de camaradería. Severino Di


Giovanni y Paulino Scarfó- que había sido detenido junto a
Por Osvaldo Bayer, 27 de agosto de 2006 aquél-, fueron salvajemente torturados: con tenazas les aplas-
taron los testículos, les retorcieron la lengua y los quemaron
América Scarfó nos dejó para siempre. Murió el sábado con cigarrillos.
pasado. Tenía 93 años. Recibí la noticia con la tristeza de El fusilamiento fue todo un espectáculo al que concurrieron
saber que era la última de una época de lucha libertaria. Mi generales, funcionarios y los más encumbrados personajes del
sentimiento no era otra cosa que una melancolía mezcla de Buenos Aires de entonces, mientras una muchedumbre se
enorme cariño y admiración. Fue la compañera de Severino Di agolpaba en las puertas de la prisión para escuchar las des-
Giovanni. El anarquista fusilado por el dictador golpista de uni- cargas del fusilamiento, como si fuera una función teatral.
forme: Uriburu. El 1º de febrero de 1931. Un día después era Severino Di Giovanni supo morir como había vivido. Sentado
también fusilado el hermano más querido por América: contra un paredón en el sector de la cárcel que daba a la
Paulino Orlando Scarfó. En 48 horas le habían arrancado a la esquina de Coronel Díaz y Las Heras (Chavango en aquella
adolescente de 17 años sus dos más grandes cariños. Quedó época), no quiso que le vendaran los ojos ni que lo ayudaran
sola, en un mundo absolutamente enemigo. a caminar, a pesar de estar casi imposibilitado de hacerlo por
las cadenas que le habían atado a los pies. Luego de lanzar su
Los poetas le cantaron a América Scarfó. A finales de los grito ideológico, recibió una descarga de ocho disparos. Un
’30, el querido Raúl González Tuñón escribirá: "América Scarfó poco de humo que salía de su pecho marcó el sitio de los
te llevará flores y cuando estemos todos muertos, América impactos. Su cara se contrajo en una mueca violenta de dolor.
nos llevará flores". Es que había quedado en todos el rostro Una reacción muscular lo hizo levantarse un poco del banqui-
de América el día en que mataron a su amado Severino: no llo para caer luego pesadamente hacia el costado izquierdo. El
lloraba, estaba sumamente triste, pero firme. Lo iba a seguir respaldo del banquillo saltó hecho astillas. Un gran charco de
amando toda su vida, como me dijo cuando la fui a entrevis- sangre inundó el asiento cayendo al suelo. Finalmente, un ofi-
tar, allá a comienzos de los setenta. Yo había logrado descu- cial le pegó el clásico tiro de gracia en la cabeza. Un día des-
brir dónde estaban las cartas de amor que le había escrito pués, moría fusilado en el mismo lugar el joven anarquista
Severino y que en el allanamiento de la quinta de Burzaco se Paulino Scarfó, quien lanzó el mismo grito de Severino, pero
había llevado la policía. Las cartas de amor más bellas que he en castellano: ¡Viva la anarquía!
leído en mi vida. No sólo los uniformes fusilaron a Severino Los restos de Severino Di Giovanni reposan actualmente en
sino que también hicieron "desaparecer" sus cartas de amor. el Cementerio de la Chacarita.
Pero así como los desaparecidos de los setenta reaparecieron
en sus Madres, así las cartas reaparecieron ante la búsqueda
sin fin del historiador. En sus líneas de despedida, antes de
recibir las balas militares, Severino le escribe a América:
"Carissima: más que con la pluma, el testamento ideal me ha
brotado del corazón hoy, cuando conversaba contigo: mis
cosas, mis ideales. Besa a mi hijo, a mis hijas. Sé feliz. Adiós,

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KURUF EDICIONES ANARQUISTAS

He visto morir... personas, jamás invirtieron el dinero para beneficio personal,


sino que todo era usado para llegar al proletariado con sus
Por Roberto Arlt propuestas, como por ejemplo un panfleto que decía: “Sepan
Uriburu y su horda fusiladora que nuestras balas buscaran sus
cuerpos. Sepa el comercio, la industria, la banca, los terrate-
Las 5 menos 3 minutos. Rostros afanosos tras de las rejas. nientes y hacendados que sus posesiones serán quemadas y
Cinco menos 2. Rechina el cerrojo y la puerta de hierro se destruidas”. Di Giovanni fue fusilado en la cárcel, el primero de
abre. Hombres que se precipitan como si corrieran a tomar el febrero de 1931.
tranvía. Sombras que dan grandes saltos por los corredores
iluminados. Ruidos de culatas. Más sombras que galopan.
Todos vamos en busca de Severino Di Giovanni para verlo
morir.

La letanía.

Espacio de cielo azul. Adoquinado rústico. Prado verde.


Una como silla de comedor en medio del prado. Tropa.
Máuseres. Lámparas cuya luz castiga la obscuridad. Un rec-
tángulo. Parece un ring. El ring de la muerte. Un oficial.
“..de acuerdo a las disposiciones... por violación del
bando... ley número...”
El oficial bajo la pantalla enlozada. Frente a él, una cabe-
za. Un rostro que parece embadurnado en aceite rojo. Unos
ojos terribles y fijos, barnizados de fiebre. Negro círculo de
cabezas.
Es Severino Di Giovanni. Mandíbula prominente. Frente
huída hacia las sienes como la de las panteras. Labios finos y
extraordinariamente rojos. Frente roja. Mejillas rojas. Ojos
renegridos por el efecto de luz. Grueso cuello desnudo. Pecho
ribeteado por las solapas azules de la blusa. Los labios pare-
cen llagas pulimentadas. Se entreabren lentamente y la len-
gua, más roja que un pimiento, lame los labios, los humede-
ce. Ese cuerpo arde en temperatura. Paladea la muerte.
“..artículo número...ley de estado de sitio... superior tribunal...
visto... pásese al superior tribunal... de guerra, tropa y sub-
oficiales...”

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

diálogo del anarquista con la adolescente fue en el jardín de Di Giovanni mira el rostro del oficial. Proyecta sobre ese
su casa. “¿Cómo están las begonias?”, preguntó él. “Están tris- rostro la fuerza tremenda de su mirada y de la voluntad que
tes”, respondió ella. Finalmente la lírica, transformada en un lo mantiene sereno.
viento que atraviesa décadas, volvió a su principal y única “..estamos probando... apercíbase al teniente... Rizzo
destinataria. Patrón, vocales... tenientes coroneles... bando... dése copia...
fija número...”
UN INCLAUDICABLE ENEMIGO DEL SISTEMA Di Giovanni se humedece los labios con la lengua. Escucha
con atención, parece que analizara las cláusulas de un con-
Severino Di Giovanni nació en Chiti, una aldea italiana en trato cuyas estipulaciones son importantísimas. Mueve la
la región de los Abruzos, el 17 de marzo de 1900. Algunas cró- cabeza con asentimiento, frente a la propiedad de los térmi-
nicas indican que se recibió de maestro, pero el historiador nos con que está redactada la sentencia.
Osvaldo Bayer asegura que no llegó a recibirse. Durante su “..Dése vista al ministro de Guerra... sea fusilado... firma-
adolescencia aprendió el oficio de tipógrafo al tiempo que do, secretario...”
abrazaba con singular pasión las banderas rojinegras del anar-
quismo. Su convencimiento ideológico lo llevó a ser un acérri- Habla el Reo.
mo enemigo del facismo. Huyendo del régimen de Mussolini
llegó a la Argentina en 1923. Ya estaba casado con Teresa -Quisiera pedirle perdón al teniente defensor...
Mascalli y tenían tres hijos. Una voz: -No puede hablar. Llévenlo.
En 1925 edita el periódico “Culmine”. Su primera interven- El condenado camina como un pato. Los pies aherrojados
ción pública fue en junio de ese mismo año, cuando con un con una barra de hierro a las esposas que amarran las manos.
grupo de compañeros irrumpen en el Teatro Colon, donde se Atraviesa la franja de adoquinado rústico. Algunos espectado-
celebraba el 25 aniversario del reinado de Víctor Manuel III, res se ríen. ¿Zoncera? ¿Nerviosidad? ¡Quien sabe!.
tirando panfletos y gritando contra Mussolini. Ese día cayó El reo se sienta reposadamente en el banquillo. Apoya la
preso, pero fue liberado rápidamente. espalda y saca pecho. Mira arriba. Luego se inclina y parece,
Luego comenzó a fabricar bombas caseras que destruye- con las manos abandonadas entre las rodillas abiertas, un
ron distintas sedes de los bancos Citybank y Boston. También hombre que cuida el fuego mientras se calienta agua para
atentó contra el consulado de Italia, y en un confuso hecho su tomar el mate.
lugarteniente Paulino, hermano de Scarfó que fue fusilado al Permanece así cuatro segundos. Un suboficial le cruza una
día siguiente de Severino, mata al director del periódico anar- soga al pecho, para que cuando los proyectiles lo maten no
quista La Protesta. Estos hechos y la muerte de inocentes ruede por tierra. Di Giovanni gira la cabeza de derecha a
como producto de sus acciones, hicieron que un sector del izquierda y se deja amarrar.
anarquismo lo condenara por su metodo individualista-violen- Ha formado el blanco pelotón de fusilero. El suboficial quiere
to, y el gobierno lo declarara enemigo público numero uno. vendar al condenado. Éste grita:
Mediante el robo a bancos mantuvo una fuerte agitación de -Venda no.
sus ideas. Mira tiesamente a los ejecutores. Emana voluntad. Si sufre
Es de destacar que Severino y su grupo, no más de ocho o no, es un secreto. Pero permanece así, tieso, orgulloso.

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KURUF EDICIONES ANARQUISTAS

Surge una dificultad. El temor al rebote de las balas hace


que se ordena a la tropa, perpendicular al pelotón fusilero,
El rescate de la pasión
retirarse unos pasos.
Di Giovanni permanece recto, apoyada la espalda en el res- Sesenta y ocho años tuvo que esperar Josefa América
paldar. Sobre su cabeza, en una franja de muralla gris, se Scarfo, desde los 18 hasta sus actuales 86, para recuperar lo
mueven piernas de soldados. Saca pecho. ¿Será para recibir que es suyo.
las balas? Se trata de la que fue mujer del libertario Severino Di
-Pelotón, firme. Apunten. Giovanni, fusilado el primero de febrero de 1931 bajo las orde-
La voz del reo estalla metálica, vibrante: nes del entonces presidente de facto José Félix Uriburu. El res-
-¡Viva la anarquía! cate: cuarenta cartas de amor y poemas, la mayoría escritos
-¡Fuego! en italiano, que Di Giovanni le había dedicado a su compañe-
Resplandor subitáneo. Un cuerpo recio se ha convertido en ra y la policía las allanó en una requisa junto a otros materia-
una doblada lámina de papel. Las balas rompen la soga. El les de propaganda anarquista y varios libros. Esto ocurrió dos
cuerpo cae de cabeza y queda en el pasto verde con las días antes del fusilamiento, el 30 de enero de 1931, en la
manos tocando las rodillas. quinta Ana María de la localidad bonaerense de Burzaco. En
Fogonazo del tiro de gracia. esa quinta tuvieron una convivencia de apenas diez meses,
Josefa contaba con 18 años y Severino con 31.
Muerto. Los mediadores para que el Ministerio del Interior, que pre-
side Carlos Corach, restituyeran estos escritos fueron Miguel
Las balas han escrito la última palabra en el cuerpo del reo. Unamuno, director del Archivo General de la Nación, y el escri-
El rostro permanece sereno. Pálido. Los ojos entreabiertos. Un tor Osvaldo Bayer.
herrero a los pies del cadáver. Quita los remaches del grillete Desde aquel verano plomizo del ’31 hasta nuestros días,
y de la barra de hierro. Un médico lo observa. Certifica que el los sentimientos de amor mas puros del anarquista, transfor-
condenado ha muerto. Un señor, que ha venido de frac y mados en lírica, descansaron en el Museo de la Policía Federal.
zapatos de baile, se retira con la galera en la coronilla. Parece Josefa ni siquiera tuvo acceso a saber que los escritos aún
que saliera del cabaret. Otro dice una mala palabra. existían.
Veo cuatro muchachos pálidos como muertos y desfigurados Di Giovanni conoció a Scarfo cuando se encontraba perse-
que se muerden los labios; son: Gauna, de La Razón, Álvarez guido por la policía, y los hermanos de ella, Alejandro y
de Última hora, Enrique Gonzáles Tuñón, de Crítica y Gómez, Paulino, le dieron asilo en su casa de Villa Ortúzar, provincia
de El Mundo. Yo estoy como borracho. Pienso en los que se de Buenos Aires. El anarquista llegó a la casa con su esposa
reían. Pienso que a la entrada de la penitenciaría debería Teresa Mascullo y sus hijos. Alli Di Giovanni, que tenía 28
ponerse un cartel que rezara: años, se enamoró de ella, que contaba con quince. Tuvieron
-Está prohibido reírse. que esperar tres años para que Di Giovanni se separara de su
-Está prohibido concurrir con zapatos de baile. mujer y fueran a vivir juntos.
[de Aguafuertes Porteñas] Según la periodista María Luisa Magagnoli, autora del libro
“Un café muy dulce”, que narra la vida de Scarfó, el primer

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

derrotar la imposible y juntaron dinero. El hombre elegido


para la proeza no es ni ruso, ni italiano ni catalán. Es un crio-
Simón Radowitzky
llo de pura cepa: don Apolinario Barrera. Será ayudado por Por Rodolfo González Pacheco
Miguel Arcángel Roscigna, quien años después llegará a ser el
representante más sobresaliente del anarquismo expropiador.
Los anarquistas viajaron a Punta Arenas. Venían “reco- La Revolución, como las mujeres, tiene esposos, hombres
mendados” a los dirigentes de la Federación Obrera, los chile- serios, que la aman y la fecundan; pero su amor, lo que se
nos Ramón Cifuentes y Ernesto Medina. En Punta Arenas llama el amor, será siempre de los jóvenes. De estas flores de
alquilan el cúter “Ooky”, propiedad de una dálmata. La tripu- la vida corona ella sus crenchas alborotadas. Ni el sabio que
lación también es dálmata -de nacionalidad austriaca en aque- le da hijos, ni el artista que proclama su majestuosa belleza,
lla época- y muy ducha en la navegación por los canales fue- ni el obrero que la defiende peleando, con serle queridos
guinos. La goleta, pintada de blanco, llaga a Ushuaia y hecha todos por serenos, gentiles y bravos, son amados en la forma
anclas en un pequeño puerto de la bahía donde se halla el ex que ama ella a la juventud, a los muchachos revolucionarios.
presidio militar. Allí llega el 4 de noviembre. El 7, a las 7 de la ¿Por qué?... Por lo que aman las mujeres: su propio amor ama
mañana, un guardián cruza las líneas de centinelas del penal. en ellos. Su primer novio que en el dintel del mundo, joven y
Es Radowitzky disfrazado de guardiacárcel, que no ha sido bello, murió por ella a manos del primer verdugo. ¡De enton-
reconocido. ces a hoy, todos los jóvenes que a sus pies deponen el teso-
Eduardo Barbero Sarzabal, periodista de “Crítica”, quien ro sagrado y sin precio -su libertad y su sangre- son aquél, son
años después realizará un reportaje sensacional a Radowitzky, ése!
reconstruye así ese momento de la huida: “Radowitzky traba- Y ellos ¿qué aman en ella?... La misma cosa; su propio
jaba entonces de mecánico en el taller del penal. Todo se amor. Interrogedles y veréis que os dicen que apenas si la
había calculado matemáticamente. Allí estaba el guardia acci- conocen. Cierta noche, sobre un libro que leían sin entender,
dental que facilitaría el traje. Un cuarto de hora después de vieron su nombre y les pareció lo único allí luminoso; la ama-
entrar Radowitzky al taller, salía del penal atravesando la línea ron. Cierta tarde, paseando, les cortó el paso una insurrección
de centinelas armados. Era un nuevo guardián también uni- del pueblo; a la cabeza iba ella, tal como la habían soñado,
formado… cruza el cementerio donde están otros definitiva- severa, trágica, con las pupilas llameantes; la siguieron. Otro
mente muertos para ir hacia donde, en un lugar indicado, el día creyeron oír sus voces rugidoras e iracundas a través de
cúter espera… Atraviesa un monte. Detrás de un añoso árbol, los muros de una cárcel; la rondaron. Y, lo mismo que ella a
Barrera está oculto. Los dos hombres se encuentran. El salva- ellos, desde entonces vivieron para invocarla, suscitaría, liber-
dor, ignorando que Radowitzky iría de guardián, echa mano al taría.
revólver presintiendo una delación”. Este, y no otro, nos parece el misterio de ese amor, secre-
La escena rápida es paralizada por un grito. to lazo ¡rompible, que ata a los jóvenes a la Revolución. La
bomba que ellos arrojan es la voz con que la invocan; el incen-
-Apolinario -dice Radowitzky. dio que propagan es la seña que le hacen para que se guíe
-Simón -responde Barreda, comprendiendo. hasta elbs; y la sangre que gotean sus carnes martirizadas,
Era la consigna que presentaría a quienes nunca se habí- son las flores que le siembran para que ella las recoja y ador-

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

ne sus crenchas ásperas. ¿Comprendéis?... otros la aman pués se llevará a la práctica: “Amigo generoso, Simón, amigo
como esposos; ellos la aman como novios. del alma vives de esperanza, en la noche lóbrega, de tu mar-
La Revolución de aquí, tiene también su amador fiel: ese es tirio circundado por fieras que te acosan, sin un rayo de sol
Simón Radowitzky, el niño héroe. Ahora es hombre, pero su que te acaricie, pero con el corazón de tus amigos, de los que
corazón anarquista permanece adolescente. ¡Cómo la ama; te comprenden y te aman; allí estás consagrado por el culto
con qué fuego inextinguible desde su cautiverio de eternas celoso del recuerdo; estás constante en el pensamiento de
nieves! salvarte, por ello, ya que tú no llegas a implorar el olvido para
¿Y ella?... ¿Le habrá olvidado?... ¡Ah, revolucionarios, tu hecho, no faltará quien lo haga por ti, lo humanamente
revolucionarios! Hay que erguir la Revolución en la Argentina posible debe hacerse para liberarte y no faltará quien encare
por la libertad y la vida del primer novio de la anarquía! ¡Por esa tarea. Vayan a ti estás líneas comprendidos los efectos de
Simón Radowitzky! los seres que te aman; de los que comienzan a preparar el
[Publicado en La Protesta] magno acontecimiento de volverte a la vida arrancándote de
la ferocidad de los criminales carceleros, que tanto te han
hecho sufrir”.
Así es. El 9 de noviembre llega a Buenos Aires una noticia
que causó más sensación que las que vienen de Europa con
la rendición de Alemania, la abdicación del Káiser y la revolu-
ción de los obreros alemanes: EL 7 DE NOVIEMBRE SE HA
FUGADO SIMÓN RADOWITZKY DE LA CÁRCEL DE USHUAIA.
El público quería saber detalles. El sentimental público
porteño, olvidándose del doble crimen, estaba porque
Radowitzky venciera el maleficio de Ushuaia. ¡Basta ya!, decí-
an, Ya ha purgado bastante su delito. ¿Podrá salir de esas
regiones? Nadie lo había podido hacer. Catello Muratgia, el
creador del penal, lo había sostenido ante el propio presiden-
te de la república: el penal es totalmente seguro contra fugas.
Nadie podrá hacerlo. El que se aleje morirá de hambre o de
frío o tendrá que entregarse. Y menos Radowitzky, con nueve
años entre rejas, debilitado por los castigos y la falta de una
alimentación adecuada.
¡Pero sí, es posible! Allá va ya Radowitzky metido en un
pequeño cúter por el canal de Beagle hacia la libertad. Ya res-
piraba el aire puro y deja cada vez más el penal, con su olor
característico de todos los penales, olor a hombre degradado,
a mugre de cuerpo y de alma. Es que los anarquistas de
Buenos Aires son buenos amigos. Prepararon los planes para

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

En el capítulo “La sodoma fueguina” el autor acusa al sub-


director Palacios de haber hecho cometer delitos sexuales
Simón Radowitzky,
contra Radowitzky y más adelante detalla los castigos a que
fue sometido éste por los guardicárceles Alapont, Cabezas y
¿mártir o asesino?
Sampedro: “Estando en el calabozo Simón Radowitzky, dese- Por Osvaldo Bayer
aron los tres experimentar la histérica sensación de ver sufrir
a un hombre y se llegaron hasta el encierro del mártir”, de Ese primero de mayo de 1919 amaneció frío pero con sol;
aquel que en aras del ideal sacrificó su vida, de ese hombre luego hacía el mediodía se iría nublando como presagiando
generoso y santo; fueron hasta su dolor para acrecentarlo tormenta. Tormenta que no sería de truenos y relámpagos
más. Estaba aislado en un calabozo sin aire, luz ni sol, sin sino de balazos, sangre y odio.
comida. ¿Qué había hecho? ¡Nada! Se le castiga siempre por Los diarios no traían muchas novedades, salvo el naci-
ser quien es, no precisa dar motivos. Estaba debilitado por el miento de Juliana, la princesa heredera de Holanda, y del
ayuno, cuando llegaron los bárbaros a consumar su acción estreno en el Odeón de “Casa paterna” con Emma
heroica. Lo agredieron por detrás, los taleros le abrieron el Grammática como primera actriz. Pero más de un lector habrá
cráneo y los puños mancillaron aquella faz sagrada. Corrió la leído con un poco de zozobra dos pequeños anuncios que
sangre del cautivo, pero no la hicieron brotar como él con parecían tener pólvora en cada una de sus letras. Se anuncia-
valentía en su hecho inolvidable; ellos lo hicieron en montón, ban dos actos obreros: uno organizado por la Unión General
armados, contra un hombre desfallecido y sin fuerzas. Lo de Trabajadores (socialistas), que cita a las 3:00 p.m.: habla-
dejaron tendido en el suelo, agónico, exánime, tras la feroz rán A Mantecón y Alfredo L palacios: el otro, es el de la FORA
paliza. Semejaba un cadáver, lívido y tendido en el suelo; (anarquista) que invita a la concentración en Plaza Lorea para
entonces al verlo así, Cabezas, el infame, desnudó su arma y marchar por Avenida de Mayo, Florida hasta Plaza San Martín
le apuñalo un brazo. Con esto se retiró satisfecho y triunfal, a y de allí por Paseo de Julio hasta la Plaza Mazzini.
contar la hazaña y a celebrarla con otros tan viles, tan infa- Con los socialistas no va a pasar nada, ya es sabido,
mes como él. Levantar la mano contra un hombre en ese esta- pero… ¿y los anarquistas?
do, contra un individuo como Radowitzky, es una profanación El país vive una situación interna bastante difícil. Gobierna
infame que nunca, ni por nada, podré perdonar, por ello les Figueroa Alcorta un mundo que se va y una irrupción inconte-
grito mi reproche en estás líneas; por ello los acuso de viles y nible: la masa de la nueva raza argentina, la inmigración y sus
cobardes, arrojándoles mi maldición tremenda, mi maldición descendientes. Las bombas, el cientificismo, las ideas econó-
justiciera”. micas, todo repercute en Buenos Aires que se está estirando
El folleto es un impacto en la opinión pública. Los anar- cada vez más, que cada vez más se parece a una ciudad
quistas logran un éxito psicológico; tanto, que el gobierno de Europea.
Yrigoyen ordena un sumario administrativo para saber la ver- Enseguida después de mediodía La Plaza Lorea comienza
dad sobre los malos tratos. En el sumario se calificará a los a poblarse de gente extraña al centro: mucho bigotudo, con
tres carceleros mencionados de “personas de malas costum- gorra, pañuelo al cello, pantalones parchados, mucho rubio,
bres y peores antecedentes” y se los suspende. algunos pecosos, mucho italiano, mucho ruso y bastantes
Por último en el folleto se insinúa algo que seis meses des- catalanes. Son los anarquistas. Llegan las primeras banderas

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Rojas: ¡Mueran los burgueses! ¡Guerra a la burguesía! Son los sociedad con sus facultades mentales normales.
primeros gritos escuchados. Llegan estandartes rojos prefe- Pasan muchos años para el ex hombre de Radowitzky.
rentemente con letras doradas. Son las distintas “asociacio- Todos iguales. Cuando se aproxima el 14 de noviembre, los
nes” anarquistas. A las 2 de la tarde la plaza ya está bien terribles veinte días de calabozo aislado, a pan y agua, con frío
poblada. Hay entusiasmo, se oyen gritos, vivas, cantos y un húmedo del cemento que penetra en los doloridos huesos. ¿Y
murmullo que va creciendo como una ola. El momento culmi- la conciencia? ¿Lo ablandan a Radowitzky los interminables
nante lo constituye la llegada de la asociación anarquista “Luz castigos, la vida sin sentido junto a todas esas fieras? ¡Si por
al Soldado”. Parece ser la más belicosa. Han llegado por la los menos tuviera algo que leer! Pero desde Buenos Aires lo
calle Entre Ríos y según los partes policiales a su paso han persigue un chisme inventado por algún jefecito de turno de
roto vidrieras de panaderías que no cerraron sus puertas en la penitenciaría. “Radowitzky quiere leer Denle la Biblia” Así
adhesión al Día del Trabajo, han bajado a garrotazos a guar- es, en Ushuaia también. Cuando Radowitzky quiere aislarse de
das y motoristas de tranvías y han destrozado coches de plaza ese submundo y pide algo de leer, le traen la Biblia. Y todos
y soltado los caballos. lo gozan, los carceleros y los penados también.
Pero falta la otra piedra del yesquero para que se origine ¿Y sus compañeros de Buenos Aires? ¿Se han olvidado ya
la chispa. En avenida de Mayo y Salta se detiene de improvis- del mártir del movimiento, como lo llaman ellos? La primera
to un coche. Es el coronel Ramón Falcón, jefe de policía. La guerra europea ha hecho perder fuerza a los movimientos
masa lo reconoce y ruge: ¡Abajo el coronel Falcón! ¡Mueran obreros nacionales. Los anarquistas de Buenos Aires demos-
los cosacos! ¡Guerra a los burgueses! Las banderas y los trarán ser buenos amigos. A pesar de que habían pasado
estandartes se agitan. nueve años, su principal aspiración era la libertad de
Falcón se yergue. Su rostro impasible mide la masa. No es Radowitzky. En mayo de 1918 la ciudad es inundada por un
un gesto de cinismo no de compadrada. En ese momento está folleto editado por el diario “La Protesta” y escrito por Marcial
calculando las fuerzas enemigas, como un general en la bata- Belascoain Sayós. Se llama “El presidio de Ushuaia” y está
lla. Falcón es un militar de los de antes, un sacerdote de la dis- dedicado “A mi amigo Simón Radowitzky, ciomo una ofrenda.
ciplina. Severo, impertérrito, incorruptible, “Es un perro”, dirán A los viles esbirros, como una bofetada”.
los subordinados que pertenecen a la categoría de los flojos. El folleto está muy bien informado y, en un estilo propio
Pero lo dirán con miedo. Falcón, en una oportunidad, como de los anarquistas de aquella época, denuncia las torturas a
única respuesta a un petitorio de suboficiales de policía, los que ha sido sometido Radowitzky. Centra su ataque en el sub-
reúne a todos en el patio del departamento central, le arran- director del penal, Gregorio Palacios, y le dice: “Tú, como los
ca las jinetas al cabecilla y lo saca a empujones a la calle para tigres, como las hienas, asesinas con lentitudes siniestras de
que nunca más vuelva. Así es Falcón. Es viudo, sin hijos, no degenerado, esa voluptuosidad debes haberla sentido al
tiene vicios ni lujos. No habla nunca de sí mismo. Sólo de vez matar lentamente al penado 71, a quien volvieron locos los
en cuando le gusta decir que él es descendiente de moros y martirios; esa misma histérica vibración de placer habrá sacu-
que su apellido tiene dos cualidades guerreras: falcón es una dido tus nervios al ver los suplicios de Radowitzky, ayer fuer-
especie de cañón usado antiguamente y a la vez quiere decir te y lozano, hoy triste, decrépito y enfermo por tu culpa.
halcón. ¡Asesino infame! ¡Muere maldito!”.
Ahí está el hombre enjuto, sin carnes, de mirada de hal- Como se ve, un estilo más que incisivo.

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en los rostros acentuados las orejas. cón frente a esa masa que a su criterio es extranjera, indisci-
“Fantasmas, espectros, no sé lo que vi. Salí de esa cáma- plinada, sin tradiciones, sin orígenes, antiargentina.
ra de tortura con el alma dolorida, preguntándome si los Los insultos caen sobre el rostro de Falcón como una llu-
directores del penal, si los jueces, si los ministros no tendrían via fina que apenas moja. Hay oficiales que se muerden los
noticias de ese bárbaro suplico. Pero el destino me reservaba labios de rabia por no poder emprenderla a palos contra la
comprobación más amarga aún”. turba. Falcón habla brevemente con Jolly Medrano, jefe del
“En el puerto de Ushuaia nos esperaba el director del escuadrón de seguridad, y se retira. Minutos después ocurre
penal, algunos empleados y muchos guardianes, los que el choque. Como siempre, las versiones serán contradictorias.
tomaron posiciones estratégicas para el desembarco de los La policía dirá que fue atacada por los obreros y los obreros
penados. Y los espectros salieron al aire libre, a la luz después dirán que la represión comenzó sin previo aviso. Pero lo cier-
de 29 días. ¡Cómo salieron! Sucios y enfermos es poco para to es que el es una de más grandes tragedias de nuestras
dar una idea del estado de esos 62 hombres. Flacos, con la luchas callejeras. Alguien prende la mecha y dispara un tiro.
barba crecida, llagados los tobillos a causa de los aros de los Se desata el tiroteo. Se lucha a balazo limpio. Ataca la caba-
grillos, cos escoriaciones sangrantes en los muslos, la ropa llería. Los obreros huyen, pero no todos. Hay algunos que no
deshecha como pañuelos o toallas”. retroceden, ni siquiera buscan el refugio de un árbol. Luchan
“Habían llegado al infierno blanco, mil veces preferible a a cara limpia. Es una época donde muchos son los trabajado-
la bodega de transportes”. res que quieren ser mártires de las ideas.
Cuando Radowitzky llega al penal de Ushuaia hace ya Después de media hora de pelea brava la plaza queda
nueve años que ha sido colocada su piedra fundamental y vacía. El pavimento esta sembrado de gorras, bastones,
comenzado a construirse íntegramente por los penados. Ha pañuelos… y 36 charcos de sangre. Son recogidos tres cadá-
sido la obsesionada idea del ingeniero Catello Muratgia la que veres y 40 heridos graves. Los muertos son: Miguel Bech,
ha hecho realidad al que será famoso penal de reincidentes de español, de 72 años, domiciliado en Pasco 932, vendedor
Ushuaia. Con muy poco dinero y el trabajo de los condenados ambulante; José Silva, español, de 23 años, Santiago del
se ha ido levantando esa mole de cemento y piedra destinada Estero 955, empleado de tienda, y Juan Semino, argentino, de
a mantener bajo custodia a los criminales más feroces y a 19 años, peón de albañil. Horas después morirán Luís
todos aquellos denominados “reincidentes”, es decir, los que Pantaleone y Manuel Fernández, español, de 36 años, guarda
han repetido tres veces hachos delictuosos. Por ello los com- de tranvía. Los heridos son casi en su totalidad de nacionali-
pañeros de Radowitzky serán no sólo los homicidas sino tam- dad, española, italiana y rusa.
bién los rateritos incorregibles, los estafadores y toda la hez La conmoción de la ciudad es tremenda. Falcón no se
de la sociedad. Pero, por supuesto, en más de una oportuni- duerme, hace detener de inmediato a 16 dirigentes anarquis-
dad, las puertas del penal se abrirán para presos políticos. tas y clausura todos los locales de esa tendencia. La policía
Los que leen “La casa de los muertos” o “El sepulcro de informa que llama la atención la forma en que han actuado los
los vivos” de Dostoiewsky y sufren con el autor los padeci- elementos rusos que forman parte de la masa cosmopolita de
mientos de los condenados no sospechan tal vez que en terri- obreros. En el sumario policial han sido agregados manifiestos
torio argentino existió un lugar exactamente igual de donde escritos “En lengua hebrea que encierran una propaganda vio-
son muy pocos los que salieron con vida o retornaron a la lentísima”. Según la policía “se aconseja en ellos el asesinato

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y saqueo de la masa pública”. Y para dar más verismo a estos ran remachados ataúdes. En el silencio de la noche esos tres
asertos, se informan oficialmente cosas como está: “al herido golpes sobre el negro remache suenan como una campana
Jacobo Besnicoff, ruso de 22 años, no se le pudo tomar decla- que dobla por la vida de los que ya no son. El alarido del llan-
ración porque no sabe castellano” to los acompaña.
El sector obrero también reacciona: los socialistas se unen Algunos parecen más fuertes y miran la operación con
a los anarquistas y declaran el paro general por tiempo inde- indiferencia: es porque no conocen lo que son los grillos y
terminado. Lo levantarán solamente si renuncia Falcón. Todo caen cuando quieren dar un paso; entonces ellos tam bién
el ataque se centra en el jefe de policía. La población, ese sienten los tres golpes del martillo sobre el corazón.
domingo, espera con temor el día siguiente. Se dice que rei- “Luego, en un carro celular rumbo al puerto. Allí la vigi-
nará el terror en las calles, que los anarquistas no permitirán lancia es más estrechada y dos guardias se responsabilizan
que nadie cumpla con su trabajo. del penado entregado a su custodia. En 125 se evadieron 114
Pero en la mañana del lunes nace una esperanza: los dia- penados amotinándose en la bodega del “Buenos Aires”.
rios aparecen igual a pesar de que la Federación Gráfica Nunca se pudo establecer con exactitud cuál fue el penado
Bonaerense se ha adherido al paro. Es decir, el gobierno ha que logró romper los grillos y luego libertad de ellos a sus
logrado romper ya la unidad de movimiento. demás compañeros. Se atribuye tal hazaña a Brasch, el ale-
A medida que avanzan las horas se va notando que el paro mán. Lo cierto es que los 114 penados se amotinaron en la
sólo tiene un éxito parcial. Se suceden los hechos de violen- bodega y a golpes de puño se abrieron paso y fugaron.
cia: motoristas de tranvías con atacados y malheridos y un Entonces les era más fácil, no vestían el uniforme a rayas,
capataz de la playa de los mataderos es asesinado por los podían confundirse fácilmente en las calles. Casi todos volvie-
huelguistas. En Cochabamba 3055 es asaltada la fábrica ron a ser detenidos. Desde esa época se toman toda clase de
Vasena por un grupo de obreros, pero éstos son rechazados. medidas de precaución: guardianes de abundancia y hasta
Cinco mil personas se agrupan frente a ka morgue para recla- potentes reflectores que iluminan las siluetas de los fantasmas
mar los cadáveres de los anarquistas muertos. que bajan a la bodega del trasporte que antes del alba, como
Ante el pedido obrero de que renuncie Falcón, el presi- si tuvieran vergüenza de su carga, pone su proa rumbo a
dente Figueroa Alcorta responde en forma contundente: Tierra del Fuego”.
“Falcón va a renunciar el 12 de octubre de 1910, cuando yo “Se nos había informado que para llegar a Ushuaia eran
termine mi período presidencial”. suficientes 15 días de navegación. Nuestro viaje duró 29, en
La policía informa que fueron detenidos “nueve rusos nihi- el mes de marzo de ese año. Yo iba con la oficialidad del tras-
listas” y “La prensa” relata en forma patética las declaraciones porte y un día bajé al entrepuente a ver a los penados. Jamás
de la esposa del anarquista Fernández, muerto en Plaza olvidaré la impresión que recibí. Aquello era un infierno.
Lorea. Dice Antonia Rey de Fernández que ya hace tres años Humedad, calor y pústulas. En Bahía Blanca se había deteni-
que se había separado de su esposo debido a las “ideas vio- do la embarcación para cargar carbón que iba depositado en
lentas de éste”. la bodega ubicada debajo del entrepuente donde viajaban los
A medida que pasan los días se va desinflando el paro presos. El polvillo del carbón se filtraba imperceptible, persis-
general. Los anarquistas demuestran que son anarquistas te, como una maldición sobre los hombres engrillados. Se les
hasta en la organización. Pero eso sí, los políticos y las clase pegaba en la cara, lo respiraban, lo escupían, ponía máscaras

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Chávez- relató muchos años después -en 1947-, en ocasión de alta y media son sorprendidos por la extraordinaria manifes-
levantarse el penal, un trasporte semejante. Parece entresa- tación de duelo constituida por la columna de 60.000 obreros
cada de una novela de Dostoiewsky. La serie fue publicada por que acompañan al cementerio los restos de los compañeros
el diario Clarín en marzo y abril de 1947, transcribimos algu- caídos.
nos párrafos: Y es justo a la salida del cementerio -pero el de la
“Hacia dos meses que había sido nombrado para ocupar Recoleta- en donde tendrá lugar el segundo acto del drama.
un puesto de celador en el penal de Ushuaia permaneciendo El coronel Falcón vuelve en su milord luego de haber asistido
adscripto al personal de la Penitenciaría Nacional de la calle a las exequias de su amigo Antonio Ballvé, director de la
Las Heras, hasta que estuviera en condiciones el transporte Penitenciaría Nacional y viejo funcionario policial. Falcón está
“Chaco”, que me llevaría al lejano sur. En esa aburrida espe- apesadumbrado pero no es hombre flojo. Más bien está pen-
ra me consumía en la penitenciaría cuando una tarde fui noti- sando en el informe que acaba de presentar al ministro del
ficado que tenía cuatro horas para arreglar mi equipaje. A las interior, sobre la base de lo investigado por el comisario de la
18 estuve de vuelta. Media hora más tarde se realizó la acos- sección Orden Social, José Vieyra. Tema: actividades anar-
tumbrada formación para el recuento y encierro en las celdas quistas. Allí se da cuenta de la indagación realizada para pre-
de los reclusos. No veía por ningún lado al contingente que venir y hacer frustrar el atentado criminal que intentó realizar
iba a ser trasladado al sur. Una hora más tarde me incorporé el anarquista Pablo Karaschin en la capilla, del Carmen. En el
a una comisión de empleados y con más de cincuenta guar- momento en que iba a depositar una bomba en la nave prin-
dianes nos internamos en los pabellones. Fuimos abriendo cipal fue sujetado por Fernando Dufraichou y Rafael Grisolía.
celdas, a las que penetraban dos soldados que sacaban al Falcón sabe que Karaschin -que vivía con su esposa y dos hiji-
“candidato” llevándolo rumbo a la Alcaldía. El ruido de las lle- tas en la empresa de limpieza “La Española”, Junín 971- es
ves en las fuertes puertas de hierro ponía sobre aviso a todos jefe de un grupo de activistas terroristas. Por eso, en pocos
los “vecinos” que proferían gritos de insulto. Así recorrimos días piensa someter a la consideración del ministro Avellaneda
cinco pabellones y al regresar a la Alcaldía, ya estaban allí mis las medidas que a su juicio es imprescindible tomar para pre-
compañeros de viaje: “62 números”, sentados en largos ban- venir hechos análogos.
cos colocados junto a las paredes. Se pasó lista y se les orde- El coche sigue avanzando despaciosamente. Ahora ha
no desnudarse. Si alguno no hacía caso o demorara en cum- tomado por la avenida Quintana. Lo conduce el italiano
plirla, los guardianes se les acercaban amenazantes y los Ferrari, buen cochero que ingresó en la repartición en 1898.
“ayudaban” a quitarse la ropa. Sesenta y dos sombras. Al lado de Falcón el joven Alberto Lartigau, de 20 años de
Sesenta y dos fantasmas quedaron en el gran salón. Dos prac- edad, único varón de una familia de nueve hijos, y que ha sido
ticantes de la enfermería revisaron minuciosamente el cuerpo puesto por su padre como secretario privado de Falcón para
de los viajeros. Ningún contrabando puede pasar, las limas y que al lado de éste “se haga hombre”.
cualquier otro objeto cortante es peligroso. Vestidos de Desde la tragedia de Plaza Lorez, en mayo de ese año,
nuevo, entra en funciones el herrero. Las argollas se cierran muchas son las amenazas que se ciernen sobre Falcón. Los
en el tobillo y se las une con una barra de hierro de 20 cantí- anarquistas lo han señalado como su principal enemigo. Y
metros de largo, que luego se remacha a golpes de martillo”. todos saben como se las gastan los anarquistas. Pero Falcón
“¡Pom, pom, pom!” Resuenan los golpes como si estuvie- no teme. Va a todos lados sin custodia. Y siempre está en

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todos los lugares de peligro. ropas subieron a un coche de plaza que los estaba esperando
Pero está vez está preocupado por el grupo de Karaschin. y desaparecieron. Los presos comunes que aprovecharon la
¿Se quedarán tranquilos ahora que el jefe está entre rejas? ¿O oportunidad y el túnel tuvieron que huir con el traje del penal;
buscaran vengarse con un golpe sensacional? otros aprovecharon las ropas destinadas evidentemente a
El coche ya dobla por la avenida Callao rumbo al sur. Y es Radowitzky.
en ese momento que dos hombres -el chofer José Fornés, que Por supuesto, gran vergüenza para las autoridades peni-
conduce un automóvil detrás del coche de Falcón, y el orde- tenciarías, pedidos de informes, remoción de funcionarios, jui-
nanza Zoilo Agüero del ministro de Guerra- observan que un cio a centinelas. Y alguien tenía que pagar los paltos rotos de
mocetón con aspecto de extranjero comienza a correr a toda todo esto: el “ruso” Radowitzky. Ningún directo del penal quie-
velocidad atrás del carruaje del jefe de policía. Lleva algo en re correr el riesgo de que los anarquistas planeen otra tenta-
la mano. ¿Qué habrá pasado, se habrá caído algo del coche y tiva de fuga para salvar al compañero ruso: además, se ha
el muchacho quiere devolverlo? ¿Por qué no grita para llamar observado una cosa poco común en un penal: Radowitzky
la atención? Pero ahí está la verdad. Al doblar el coche, el des- concita la simpatía de todos: de presos y carceleros. Así lo
conocido se acerca en línea oblicua y arroja el paquete al inte- señala el director de la penitenciaría nacional cuando pide que
rior del mismo. Medio segundo después la terrible explosión. lo saquen a Radowitzky de allí: “Únicamente encargándome
El terrorista mira para todos lados y comienza su huida hacia yo en persona de la vigilancia de Radowitzky podría responder
la avenida Alvear. del cumplimiento de su condena, pues se trata de un penado
Después del primer momento de sorpresa, Fornés baja del con quien simpatizan los bomberos y los conscriptos”.
coche secundado por Agüero comienza a correr al desconoci- Se lo describe como “el tipo del místico ruso que ni aun en
do, que les lleva unos 70 metros. Dan grandes voces y se les la cárcel concibe que los hombres cometan mala acción y
van engrosando más perseguidores, entre ellos los agentes sobre todo que se conduzcan en forma perjudicial para sus
Benigno Guzmán y Enrique Muller. El perseguido corre deses- compañeros. En cierta circunstancia solicitó que se le diera
peradamente, quema todas sus fuerzas para ganar un metro una celda menos húmeda y como sólo se le podía habilitar una
de distancia: sabe muy bien que la gente lo linchará o lo que se estaba revocando, el director le propuso que termina-
matará a tiros. Ya siente el gusto de la muerte en la lengua y ra él; pero esos días el gremio de albañiles se hallaba en huel-
en los pulmones que le revientan de fatiga. Dobla por aveni- ga y así que lo supo Radowitzky, prefirió continuar en el cala-
da Alvear y ve una obra en construcción. Hacia ella se dirige bozo húmedo alegando que cuando un obrero se resigan a
como si hubiera encontrado refugio, un nido donde esconder abandonar el trabajo, debe tener razón”.
por lo menos la cabeza. Se para. Ya tiene encima a sus per- Ese mismo año se decide y se lleva a cabo el traslado del
seguidores. Saca un revólver y comienza a correr nuevamen- anarquista al penal de Ushuaia. Será la última vez en su vida
te. Y así a la carrera se dispara un tiro sobre la tetilla derecha que pise tierra porteña. Jamás podrá volver a su pieza del con-
y cae redondo sobre la acera. ventillo de la calle, Andes 194 (hoy José Evaristo Uriburu) de
Falcón es de los que saben morir. El también ha ido en el donde salió aquella mañana de noviembre de 1909 para
coche al muere. Los anarquistas saben preparan bombas y cometer el atentado.
está no ha fallado. Ha sido lanzada con maestría. Ha caído ha Nos imaginamos lo que debe haber sido un transporte de
espaldas del cochero y a los pies de Falcón y Lartigau. Al presos a la Patagonia en 1911. Un guardiacárcel -Martín

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var de la pena de muerte? Cinco años después ocurrirá un explotar ha desgarrado músculos, roto arterías y venas, cor-
atentado similar que originará la primera gran guerra mundial. tado nervios y se ha adentrado bien en la carne antes de que
Garbillo Princip -también menor de edad- será el autor de la las víctimas se dieran cuenta de lo que ocurría. Falcón siem-
tragedia de Sarajevo. Sus compañeros serán todos fusilados pre creyó que su cara y su mirada de halcón pararían la mano
menos él, por no haber cumplido 21 años. Pero morirá tuber- de cualquiera que atentara contra su vida. Pero es que ni le
culoso tres años después en una cárcel austriaca. Radowitzky, han dado la voz de alto. Ni siquiera él ha podido decir: “¡soy
en cambio, soportará todas las torturas, la deficiente alimen- el coronel Falcón!”. Su barranca Yaco está allí, en avenida
tación, el frío y la insalubridad de las cárceles y llegará a ver Quintana y Callao. Y allí se desangra por sus piernas desga-
la libertad. Cuyos primeros destellos los vio apenas 14 meses rradas y rotas, allí, tirado en la calle hasta que algún acome-
después de haber sido apresados. dido le trae un colchón.
El 6 de enero de 1911, Buenos Aires tiene un tema para Es curioso. El estampido ha sido terrible y sin embargo
conversar largo y tendido: los Reyes le han traído una noticia apenas si los caballos dieron un salto, hociquearon y respon-
sensacional. Trece penados de la Penitenciaría Nacional se dieron a las riendas del asustado italiano Ferrari. Mientras
han escapado por un túnel construido por debajo del mura- tanto Lartigau y Falcón se habían deslizado por el boquete
llón. Han podido escapar dos famosos anarquistas: Francisco abierto por la bomba en el piso del coche y habían caído a la
Solano Regis (condenado a veinte años de presido por haber calle. La sangre que fluía por las heridas hechas por decenas
atentado contra el ex presidente Figueroa Alcorta) y Salvador de clavos y recortes de hierro los iba rodeando igual que las
Planas Virilla, (que tiene una pena de diez años por tentativa caras de los despavoridos curiosos.
de homicidio al presidente Quintanilla). Los once restantes Falcón no pierde el conocimiento. Tirado sobre el colchón
fugados son presos comunes. Hay otro preso en la peniten- que le han traído señala con ademán autoritario que lo atien-
ciaría que no ha podido huir: Simón Radowitzky quien pocos dan primero al “joven Lartigau”. A la pregunta de los curiosos
minutos antes había sido llevado a la imprenta de la cárcel. responde “No es nada, ¿hubo más herido?”. La sangre que
Los anarquistas recibieron ayuda desde afuera ya que poco pierde es mucha. Mientras esperan la ambulancia de la
antes de la huida (a las 13:30 de un bochornoso día de calor) Asistencia Pública, dos o tres vecinos tratan de vendarle las
de un coche de plaza se bajaron varios bultos con pantalones, destrozadas piernas con vendas y trozos de sabanas. A
camisas y sacos que se arrojaron entre la verja y el murallón. Lartigau, que ha perdido el conocimiento, lo llevan al sanato-
Los reclusos salieron por un tunel que tenía forma de U, es rio Castro, muy cerca de allí.
decir, sencillo y hecho sólo para salvar el murallón de centine- Llegan las ambulancias. Conmueve ver a todos esos hom-
las. La entrada del túnel fue hecha en un jardín con flores y bres que se esfuerzan por levantar el colchón con el hombre
evidentemente fue cavado a mano, puñado por puñado arro- herido y meterlo en el coche. Llegan al consultorio central y
jándose la tierra en el mismo jardín sin hacer montículos. La los médicos que lo atienden no ven otra salida que amputarle
salida da a los yuyales que hay entre el murallón y la verja. Es la pierna izquierda a la altura del tercio superior del muslo.
evidente que los anarquistas trabajaron en connivencia con Pero ya es tarde, Falcón está ya casi vacío de sangre. No
los centinelas, soldados conscriptos del 2 de infatería. El túnel aguanta el shock traumático y expira a las 2 y cuarto de la
está a la altura de la calle Juncal casi esquina Salguero. Los tarde.
anarquistas Regis y Planas Virilla después de cambiarse de La juventud de Lartigau se defiende más. Sus heridas son

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tan profundas como las de Falcón pero igual le han tenido que mucho tiempo, pero ¿quién le creía? Sin duda que ni los anar-
amputar una pierda -a él la derecha- y la pérdida de sangre quistas. Era lógico suponer que Radowitzky trataría de hacer-
ha sido tremenda. Aguanta hasta las 8 de la noche. se pasar por menor de edad. ¿El punto de la edad de
Los dos serán velados en el departamento central. Pocas Radowitzky ha sido por fin aclarado? El señor Vieyra, comisa-
veces Buenos Aires asistirá a una expresión de duelo tan gran- rio inspector, acaba de recibir el documento que reproducimos
de. Con delegaciones policiales de todo el país y del exterior. en facsímile y que, a jugar por la pinta, es copia fiel de la fe
El ejército argentino y la policía lo han tomado como una de bautismo de Radowitzky. Según afirman los traductores del
afrenta. Y por eso para ellos no habrá jamás perdón para el señor Vieyra, ese documento a vueltas de tantos garabatos y
asesino. Pasarán muchos años pero la consigna seguirá siem- caracteres estrafalarios, viene a decir que Simón Radowitzky
pre fresca: no habrá perdón para el asesino de Falcón. nació en la aldea de Santiago, provincia de Kiev, Rusia, el 10
Consigna que sólo logrará quebrar un cabezadura: Hipólito de noviembre de 1891. Según lo cual Radowitzky tendría
Yrigoyen. ahora 18 años y 7 meses”.
El terrorista ha caído en la calle. Pero lo levantan del pelo Pero el documento no será reconociendo por los jueces
y de la ropa. Lo dan vuelta y lo acuestan cara al sol. Es des- por falta de legalización. Eso sí, tendrá una influencia directa
agradablemente blanco, el pequeño bigote es rojizo, medio en el ánimo de los jueces, que no se animarán a mandar al
lampiño, las facciones huesonas, mandíbula de boxeador, ajos patíbulo a un menor de edad. Aplicarán el criterio de “en duda
aguachentos y las orejas grandes tipo pantalla. abstente” Radowitzky se salva del fusilamiento. Pero es con-
Indudablemente es ruso, un anarquista, un obrero. Ahí está denado a la muerte lenta: penitenciaría por tiempo indetermi-
tirado, resollando como un chancho jabalí cercado por los nado, con reclusión solitaria a pan y agua durante 20 días
perros. Lo insultan. Le dicen “ruso de porquería” y algo más. todos los años al aproximarse la fecha de su crimen.
El tiene los ojos bien abiertos, asustados, esperando recibir la Empezaba la larga noche para el muchacho anarquista.
primera patada en la cara. Está perdido y por eso no pide per- Toda su juventud detrás de las rejas y los silenciosos muros.
dón sino que grita dos veces seguidas: “¡Viva el anarquismo!”. Pasará 21 años -de los cuales 10 años en calabozo, aislado-
Cuando los agentes Muller y Guzmán le dicen “ya vas a ver lo entre la basura de la sociedad: asesinos de niños, sanguina-
que te va a pasar”, responde en un castellano quebrado y gan- rios individuos que matan sin pestañear por robar, ladrones,
goso: “No me importa, para cada uno de ustedes tengo una degenerados. Diecinueve de esos años los pasará en Ushuaia,
bomba”. un presidio que no necesitó de calificativos para infundir
Son las últimas dentelladas del animal acorralado. miedo. Pero Radowitzky no desaparecería de la opinión públi-
Pero la policía hace una excepción. No cumple con la ley ca. Al contrario, al cerrarse las puertas de la cárcel comenza-
no escrita de vengar la muerte de uno de los suyos. Aparece ría el segundo capítulo de su vida, de su aventura por la vida.
el subcomisario Mariano T Vila de la comisaría y ordena car- Un capitulo con sabor a “Conde de Montecristo”.
garlo en un coche de plaza y llevarlo al hospital Fernández Lo que sí queda cerrado para siempre es el capítulo del
porque el terrorista está perdiendo mucha sangre por el cos- asesinato de Falcón y del joven Lartigau. Radowitzky no
tado derecho del pecho. Al registrar sus ropas le encuentran hablará jamás de ello ¿Quién inspiró? ¿Fue idea propia?
otra arma: una pistola máuser que tiene en la cintura que ¿Fabrico él la bomba? ¿Acaso sus compañeros le ordenaron
tiene a la cintura. Lleva un cinto charolado que contiene balas cometer el atentado porque era menor de edad y se podía sal-

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trarle la vuelta a la dificultad. Hace calcular la edad del preso de revólver y cuatro cargadores con nueve balas cada uno del
por “peritos médicos”. Algunos calculan que tiene 20 años de calibre nueve. El hombre había ido dispuesto a todo.
edad, y otros 25. Entonces el fiscal dice: 20 más 25 son 45, la En el hospital Fernández lo revisa el médico de guardia y
mitad es de 22 y medio. Radowitzky tienen 22 años y medio. el diagnostico es: herida leve en la zona pectoral derecha. Con
Es decir, está maduro para el pelotón. una vendas provisorías, el preso es enviado al calabozo de la
Con toda tranquilidad dará su dictamen: “Debo manifestar comisaría 15ª rigurosamente incomunicado. Los interrogato-
aquí que no obstante ser la primera vez que en el ejercicio de rios se suceden pero el terrorista no habla. Sólo ha dicho que
mi cargo se me presenta la oportunidad de solicitar para un es ruso y que tiene 18 años de edad. De ahí no lo sacan. El
delincuente la pena extrema, lo hago sin escrúpulos ni vacila- parte policial sólo se complementa con las prendas de vestir
ciones fuera de lugar, con la más firme conciencia de deber del detenido: “Viste saco azul marino, pantalón negro, botines
cumplido, porque entiendo que nada hay más contraprodu- de becerro, sombrero chambergo negro, usa corbata verde
cente en el orden social y jurídico que las sensiblerías de una con cuello volcado de camisa de color, no teniendo ningún
filantropía mal entendida”. papel por el cual pudiera descubrirse su identidad”.
Y para terminar con los pruritos que pudieran tener los Reina intranquilidad en el gobierno. El presidente, los
pusilánimes, Beltrán finaliza: “En las consideraciones de la ministros y altos jefes militares son custodiados para evitar ser
defensa social debemos ver en Radowitzky un elemento víctimas de nuevos atentados. Figueroa Alcorta establece el
inadaptable cuya temibilidad está en razón directa con el deli- estado de sitio y a los diarios se les prohíbe terminantemente
to perpetrado, y que sólo puede inspira la más alta aversión cualquier información sobre el preso y sobre actividades anar-
por la ferocidad del cinismo demostrando, hasta el extremo de quistas.
jactarse hoy mismo de ese crimen y de recordarlo con verda- Luego de varios días de febril trabajo, la policía logra iden-
dera fruición”. tificarlo: se trata de Simón Radovitzky o Radowitzky, ruso,
Todo venía mal para Radowitzky. Nadie quería creer en domiciliado en el conventillo situado en la calle Andes 194.
sus 18 años. La prensa, influida por los sectores poderosos de Llegó al país en marzo de 1908 dirigiéndose a Campana donde
la población, pedía la pena de muerte. Así estaban las cosas se empleó de obrero mecánico en los talleres del ferrocarril
hasta que un buen día apareció en escena un personaje sin- Central Argentino. Posteriormente regresara a Buenos Aires,
gular, con algo de rabino y ropavejero. Dijo llamarse Moisés donde trabajara de herrero y mecánico. Son solicitados ante-
Radowitzky y ser el primo del terrorista. Envuelto con papel de cedentes a las embajadas argentinas y el entonces ministro
estraza en forma de rollito tenía un documento que iba a dar argentino en París, doctor Ernesto Bosch, contesta que
un vuelco de 180 grados al proceso. Era la partida de naci- Radowitzky ha participado en disturbios en Kiev, Rusia, en
miento de Simón Radowitzky. Un documento extraño, escrito 1905 y que por ello fue condenado a 6 meses de prisión. En
con caracteres cirílicos. esos disturbios recibió heridas de las que le quedaron cicatri-
Al dar la información, “Caras y Caretas” dice: “Radowitzky ces. Además, el informe contiene algo muy interesante.
tiene cada vez menos años. Al principio se le atribuía hasta Señala que Radowitzky pertenece la grupo ácrata dirigido por
29, y desde los 29 le fueron rebajando hasta dejarlo en lo el intelectual Petroff, juntamente con los conocidos revolucio-
imprescindible para el fusilamiento: 22. El afirmaba siempre narios Karaschin (el del atentado en el funeral de don Carlos
que tenía 18 y parecía dispuesto a no pasar de esta edad en de Borbón), Andrés Ragapeloff, Moisés Scutz, José Buwitz,

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Máximo Sagarín, Ivan Mijin y la conferencista Matrena; apelli- antecedentes de su persona, creyendo que de este modo
dos, todos ellos, para poner los pelos de punta a los tranqui- podrá dificultar la instrucción”.
los porteños de aquellos tiempos… Y esa es una tremenda contradicción del agente fiscal.
Identificado y reconocido el crimen por el reo, sólo queda Porque Radowitzky está diciendo la verdad: tiene 18 años.
esperar el día y hora en que será fusilado. . Porque eso de que Más todavía: reconoce que él solo ha cometido el crimen,
tiene apenas 18 años no lo cree nadie. Tener 18 años signifi- encubriendo a un compañero que estuvo en Callao y Quintana
ca ser menor de edad. Y todos los diarios sin excepción seña- a la hora del atentado pero que jamás se podrá determinar su
lan que Radowitzky es un hombre de más de 25 años. No hay identidad.
nadie que lo defienda. Ni “La Protesta”, el diario anarquista Sigue el informe del fiscal: “La fisonomía del asesino tiene
que ha sido silenciado por muchachos del barrio norte. El caracteres morfológicos que demuestran bien acentuados
lunes 15 forzaron las puertas del taller de Libertad 839, y des- todos los estigmas del criminal. Desarrollo excesivo de la man-
truyeron todo lo que los anarquistas fueron haciendo, pesito a díbula inferior, prominencia de los arcos cigomáticos y super-
pesito. No hay nadie en las esferas que levante la voz para ciliares, depresión de la frente, mirada torva, ligera asimetría
que no se trate con severidad a Radowitzky. Militares, políti- facial, constituyen los caracteres somáticos que acusan a
cos, funcionarios estaban por el castigo ejemplar. Y nadie Radowitzky el tipo de delincuente”.
hesitaba en decir que para aplicar la pena de muerte no había El fiscal ve en Radowitzky a un criminal nato, como esos
que tener en cuenta en este caso la edad del reo. que asesinan para robar. No reconoce que es un hijo de la
El dictamen del agente fiscal, doctor Manuel Beltrán, es desesperación, nacido en una tierra donde reina la esclavitud
por demás claro de lo que aquí se quería hacer con el preso. y el látigo para el pobre, donde el castigo es terrible para el
“Simón Radowitzky -dice el fiscal- pertenece a esa casta de desobediente al régimen absolutista de los zares. Aunque
ilotas que vegetan en las estepas rusas arrastrando su vida tiene unas palabras de descargo por el origen racial del preso,
miserable entre las inclemencias de la naturaleza y las espe- lo hace con un profundo desprecio y asco: “Parias de los abso-
ranzas de una condición inferior”. Y no hay perdón para el lutismos políticos de aquel medio, sometidos a los poderes
extranjero: “En su primera indagatoria el detenido se presen- discrecionales del amo, perseguidos masacrados por la igno-
tó al juez de Instrucción soberbio, resuelto a resistirse a toda rancia y fanatismo de un pueblo que ve en el israelita a un
interrogación sobre su identidad personal; se niega a contes- enemigo de la sociedad, emigran al fin, como Radowitzky,
tar las preguntas que se le dirigen pero, contrastando con ese después de sufrir condenas por el solo hecho de profesar
propósito, se apresura a confesarse autor del hecho que se ideas subversivas”. Está última frase del Dr. Beltrán no con-
investiga jactándose de su origen y celebrando que el señor cuerda con lo que exige párrafos más adelante. Pide que “a
Lartigau haya fallecido también”. los efectos de la profiliaxis social” los juicios “sean verbales y
Al tosco herrero lo hacen aparecer como un asesino sutil de rápida aplicación”.
y refinado: “La sangre fría y la altanería con que se expresa Termina su presentación pidiendo la pena de muerte para
demuestran el propósito exhibicionista, la pose del sectario en el anarquista. Sólo se le opone el “pequeño” inconveniente de
esta primera confesión, en que el orgullo de la hazaña lucha la edad. Para los menores de edad, las mujeres y los ancianos
visiblemente con el temor de la sanción. Por eso se jacta del no hay pena de muerte en la Argentina de aquellos tiempos.
hecho que no puede negar y oculta, el mismo tiempo, los Pero el Dr. Beltrán encuentra un método original para encon-

60 61
ANARQUISTAS

an visto”.
Una vez embarcado, Radowitzky cambió de ropa. Barrera
fue de la opinión que una vez alejados varias millas de
Ushuaia, Radowitzky desembarcara en uno de los tantos refu-
gios de la costa. Allí se le dejarían víveres para dos meses
hasta que las persecuciones y búsquedas hubieran cesado.
Pasado ese tiempo se aventuraría a ir a buscarlo o a dejarle
nuevamente víveres. Pero Radowitzky no acepta y allí come-
terá el error que le costará doce años más de prisión, doce
años de vida, de libertad. Convence a Barrera para que sigan
navegando sin interrupciones hasta Punta Arenas. Allí, en esa
ciudad le resultará mucho más fácil pasar inadvertido que en
una isla solitaria.
Mientras tanto, en el penal nadie traiciona a Radowitzky.
Los prisioneros no delatan su huida. Recién a las 9:22 de la
mañana, el guardiacárcel Manuel Geners Soria se presenta al
director del penal para denunciar la desaparición del anar-
quista preso. En una parte posterior, el comisario nacional de
Tierra de Fuego señala que se inició la persecución sirviéndo-
se de los “valiosos datos proporcionados por el empleado
Miguel Rocha” y una partida se embarca en una lancha a
vapor facilitada generosamente por el señor Luís Fiuchui”.
Pero el cúter es más veloz y se aleja cada vez más de sus
perseguidores. Deja el canal de Beagle, toma por el canal
ballenero y luego el de Cockburn y entra en el estrecho de
Magallanes. Así amanece el cuarto día de navegación. Hasta
que de pronto divisan en el horizonte el humo de una embar-
cación que se aproxima. Radowitzky intuye el peligro y pide
que el cúter se acerque lo más posible a la costa de la penín-
sula de Brunswick, tierra chilena. Así se hace hasta unos dos-
Estos libros se imprimen de forma casera
cientos metros. Radowitzky se arroja entonces al agua helada
y nada hacía la costa, en donde desaparece. El humo negro,
y se cosen a mano en Epuyén.

Este ejemplar se terminó en que se aproxima era el de la escampavía de guerra chilena


“Yáñez”, nave que ha ido para apresar a Radowitzky ante el
.................................................... llamado telegráfico de las autoridades argentinas de Tierra del
Fuego.

73
HIJOS DEL PUEBLO

Los tripulantes del cúter declaran no haber visto al fuga-


do, pero los chilenos conducen presos a todos hasta Punta
Arenas donde luego de un severo interrogatorio uno de los tri- Índice
pulantes, el maquinista, declara la verdad y señala el lugar
donde alcanzó tierra el buscado. El anarquista de las rosas rojas 5
Mientras la “Yáñez” ha estado al costado del cúter, Severino Di Giovanni Por Arturo Trinelli 10
Radowitzky quedó pegado a la tierra para no ser divisado. Di Giovanni según León Rozitchner 16
Tanta es la tensión que ni siquiera el frío le hace mover una Entrevista a Osvaldo Bayer 22
pestaña. Una vez alejada las embarcaciones, Radowitzky, con El fusilamiento 30
todas sus ropas mojadas, comenzará a caminar en dirección a He visto morir... Por Roberto Arlt 34
Punta Arenas, donde espera que encontrará refugio. Ignora El rescate de la pasión 37
que las autoridades chilenas ya saben la verdad. De Punta América 40
Arenas sale mientras tato una partida de fuerza de policía de
la marina chilena: siete horas después, en el paraje conocido Simón Radowitzky-Por Osvaldo Bayer 45
como Aguas Frías, apenas a 12 kilómetros de Punta Arenas, Simón Radowitzky
es localizado Simón Radowitzky, extenuado y con las ropas Por Rodolfo González Pacheco 49
heladas. Esposado es llevado al puerto chileno donde los alo- ¿mártir o asesino? Por Osvaldo Bayer 51
jan en un calabozo del buque de guerra “Centeno”.
La noticia de la captura de Radowitzky llena un poco de
desazón al porteño medío, pero pronto lo olvida por otro
tema: la carrera del siglo, Botafogo contra Grey Fox.
Veintitrés días después de su búsqueda de la libertad
entra nuevamente Radowitzky en el penal de Ushuaia. Lo
entra de noche para no provocar disturbios entre los penados.
Pero éstos esperan despiertos al mesías de las rejas, a su mís-
tico de calabozo. Gritan y golpean las puertas de las celdas.
¡Viva Simón! ¡Mueran los perros sarnosos!
A los carceleros les han dado piedra libre esa noche con
Radowitzky. Por culpa de su fuga han recibido un severo lla-
mado de atención. Y no es cuestión de que quede impune por
culpa del ruso Radowitzky. Pero tal es la amenazadora actitud
de los penados que “Rasputín, el bueno” se salva esa noche
de la inevitable paliza. Pero la venganza será mucho más refi-
nada. Durante más de dos años, hasta el 7 de enero de 1921,
lo tendrán aislado en la celda, sin ver la luz del sol, y sólo a
media ración.

74
ANARQUISTAS

En 1963 el autor de esa nota tuvo largas conversaciones


con un guardicárceles de origen español que había servido
durante años en el penal de Ushuaia y que le relató diversos
aspectos de la vida que hacía Radowitzky allá. Sin proponér-
selo, el anarquista era un hombre muy peligroso: a él recurrí-
an todos los presos cuando eran castigados a tenían algún
problema. Se arreglaban para verlo en el taller o le trasmitían
sus cuitas por intermedio de otro penado. Radowitzky siempre
escuchaba a todos y era una especie de delegado de los hom-
bres de trajes de rayas. En la primera oportunidad exponía el
problema ante el director o ante algún visitante del gobierno.
Lo hacía en forma clara y convincente y siempre traía algún
problema para las autoridades o los carceleros. Cuando no
lograba su propósito organizaba la resistencia por medio de
hambre, de brazos caídos o de coros de protesta. Por supues-
to venían las represalias y él siempre era la víctima.
Aguantaba cualquier castigo y nunca le lograron quebrar el
ánimo ni tampoco pidió perdón o misericordia. Era un perso-
naje extraño, dostoievskiano, siempre rodeado de un halo
místico y una inconmensurable predisposición para el dolor.
Una mezcla de campesino ruso y rabino de ghetto. Eso sí,
siempre de buen humor dispuesto a responder cordialmente a
cualquier pregunta.
Por muchos años, la vida de Radowitzky entrará en el
silencio. Ya nadie habla de él como si la fuga hubiera sido su
capítulo final. Sólo en los círculos anarquistas el mito de su
figura iba creciendo año tras año.
En 1925 -7 años después de la fracasada huída- un perio-
dista del diario “La Razón” logra entrevistar a Radowitzky en
Ushuaia. Es interesante la descripción que hace el cronista:
“Simón Radowitzky es un sujeto de mediana estatura, delga-
do, frente despejada y alto calvo, quijada prominente, ceji-
junto y ojos pequeños, vivos. El rostro es pálido y en los
pómulos se le observan algunos vetas rojas. Tiene 34 años y
hace 16 que está en el presidio, en el que trabajo de todo. Su
celda es modelo de limpieza y en ella se ven algunos retratos

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

de familia. Cuando lo vemos se encuentra algo afiebrado y policía, cuya escuela de cadetes se denomina precisamente
tiene envuelta en el cuello una bufanda de color azul. Es Ramón L Falcón- y venerado por los pocos que todavía se
voluntarioso para hablar, casi diríamos locuaz, pero a ratos, sientes solidarios con el ideario anarquista.
por falta de hábito de mantener conversaciones largas, repite Cosa extraño. Simón Radowitzky es de esas apariciones
lo que ya ha dicho. Es sencillo en sus expresiones y de tanto que muestran la contradictoria que es la vida, el ser humano,
en tanto de le escapa una palabra en el argot criollo pero lo la razón misma de ser.
corrige en seguida y reclama disculpas. Sabe que como ácra- Mató por idealismo ¡Qué dos contraposiciones! Lo malo y
ta continúa gozando de popularidad y que sus compañeros de lo bueno, lo cobarde y lo heroico. El brazo artero, movido por
ideas han tejido sobre él una corona de mártir, pero dice que una mente pura y bella.
tales manifestaciones le molestan y que no mató a Falcón
para hacerse célebre sino a impulsos de sus convicciones. En
víveres y medicamentos, especialmente tónicos, recibe soco-
rros del grupo de Afinidad”.
Pasan los años y el mito sigue creciendo. Radowitzky, para
los anarquistas, es un santo en el poder de los herejes. Y esa
figura se va adentrando también en toda la clase trabajadora
y, en general, en el público porteño. Por eso, todos los petito-
rios, todos los actos que se hacen por su libertad cuentan con
gran apoyo y simpatía. En 1928, 29 y 30 su nombre podía
leerse en las paredes de la ciudad: “Libertad a Radowitzky”, y
“La Razón” sostiene que su nombre “era como el broche de
vigor con que cerraban las protestas en los conflictos del capi-
tal y del trabajo y en los pliegos de condiciones”. Cuando
asume Hipólito Yrigoyen su segunda presidencia las diversas
organizaciones de trabajadores presionan para el indulto. Es
entonces cuando se origina una discusión en la prensa y en
los círculos políticos y jurídicos acerca del delito de Radowitzky
y su interpretación. Porque era evidentemente: Radowitzky no
había matado para robar, pero había matado.
Creemos que el que mejor ha interpretado este hecho ha
sido Ramón Doll, en un folleto publicado en 1928. Doll -bri-
llante periodista, hombre de lucha infatigable quien, pese a las
distintas corrientes en que actuó, mantuvo una unidad de
pensamiento, y a quien todavía no se ha hecho justicia en lo
que atañe a su real valer- califica el delito de Radowitzky con
las precisas palabras de “crimen repugnante y estúpido”, pero

76 93
HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

Hasta que en 1939 es testigo de una lacerante verdad: en añade: “no es un crimen pasional o de un mercenario; es un
Madrid, en Valencia y en Barcelona comienzan los fusilamien- crimen social, nace o, mejor dicho, aborta como cuerpo amor-
tos de anarquistas. Pero no son los rebeldes de Franco. Son fo o monstruoso engendrado en esa escisión honda que tras-
los propios comunistas que “para evitar indisciplinas” y forzar ciende a todas las sociedades y que la hiende en la moderna
el comando único en sus manos eliminan sin piedad a todo guerra de clases. He aquí pues que los jueces de estos casos
aquel que tenga olor a anarquista. Centenares de muchachos judiciales -que se presentan como ineludibles aberraciones de
y hombres curtidos en todas las luchas son obligados a cavar todo fenómeno social pero que aún así anuncian el despertar
su propia tumba y luego son fusilados por sus propios aliados. de las clases explotadas y el futuro vuelco de todo el conteni-
Así, sin juicio previo. Esos no dan ninguna oportunidad, do social en los moldes del nuevo estado y de nuevo derecho-
Radowitzky más de una vez debe haber pensado que la bur- suelen encarnarlos con doble severidad: primero por ser crí-
guesía por lo menos le dio la oportunidad de un juicio, la pre- menes y después porque son cometidos por un individuo de
sentación de una partida de nacimiento, y que un presidente la clase adversaria, a la que pertenece el reo. Es evidente que
calificado de caduco, débil, irresoluto, le dio el indulto contra un juez pertenece siempre a la burguesía y que por lo tanto
todos y a pesar de todos. sus intereses, prejuicios, su comunidad misma lo llevarán a
Al terminar la guerra son muy pocos los anarquistas que solidarizarse con su clase y no con los de la clase proletaria,
quedan. Apenas un grupito logra pasar los Pirineos, llegar a del tal modo que a la intolerancia que debe tener para todo
Francia y embarcarse luego a Méjico. Simón Radowitzky crimen doblase lo que puede tener para el criminal que ade-
seguirá incansable a su estrella, a su idea. Pero eso idea ya más es un adversario”.
sólo le da para vivir de recuerdos y para editar revistas de “El proletario -agrega Doll- tiene personería propia en el
pequeña circulación. En Méjico tendrá lugar para hacer perió- pleito económico y político, nadie se asusta de la lucha de cla-
dicos viajes a Estados unidos y visitar a sus parientes y a la ses sino tal vez los parásitos que bajo la ruda ley del trabajo
vez intercambiar impresiones con organizaciones anarquistas se encuentran indefensos y atrofiados. Ya no hay machete ni
de ese país. En Méjico, el poeta uruguayo Ángel Faco lo nadie lo pide contra los socialistas, comunistas y anarquistas,
empleará en el consulado donde era titular. Radowitzky cam- y los estudiantes de derecho que en 1909 se presentaban
biará de apellido y se llamará simplemente José Guzmán y babeantes de servilismo a pedir puestos honorarios de pes-
compartirá su pieza de pensión con una mujer, la única que se quisas en el Departamento, para incendiar bibliotecas, hoy en
le conoció en su vida. plena Facultad han manifestado repugnancia por la intromi-
Así fueron deslizándose sus 16 últimos años: entre el tra- sión ‘académica de los militares en las aulas’”. Dice muy bien
bajo, las charlas y conferencias con los compañeros de ideas, que “el crimen de Radowitzky no es ni más ni menos horren-
y su hogar. Hasta que el 4 de marzo de 1956 -tenía 65 años do que los crímenes que a diario se cometen en las luchas
de edad- cayó fulminado por un ataque cardíaco; murió sin electorales argentinas”. Y sin embargo nadie que intervino en
darse cuenta. Sus amigos le pagaron una sepultura sencilla. esos crímenes recibió ni la cuarta parte de la pena impuesta a
Tal vez al morir, cerró ese capítulo tan extraño y a veces Radowitzky.
tan inexplicable de los anarquistas que buscan conmocionar a “Obsérvese -dice finalmente- la actitud de la burguesía
la sociedad con bombazos indiscriminados. Y tan extraño es frente a dos crímenes igualmente nauseabundos: un atentado
que todavía hay su nombre es execrado -principalmente en la anarquista y un asesinato nocturno. En el caso del asesinato

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

por robo se comenta, se critica quizás apasionadamente pero que su vida sólo encontrará descanso en sus últimos años.
siempre se termina dejándolo librado a la ‘serena majestad de Es interesante la sentencia de libertad definitivamente que
la justicia’; en el atentado anarquista, la burguesía toma parte produce el juez Pitamiglio Buquet, ya que pinta de cuerpo
en su represión, se producen razzias policiales, se agitan las entero la idiosincrasia de Radowitzky, por lo menos durante
guardias blancas. Y parece que mientras el crimen común los años que vivió en Uruguay.
obra en la sugestión de los satisfechos como amable distrac- Así dice la sentencia: “Montevideo, junio 25 de 1936.
ción que la facilita, el atentado anarquista produce asientos, Visitas: de conformidad escrita a la probanzas aportadas por
perturba el trabajo gástrico y origina dificultades posteriores. el defensor y a los datos que obran en el prontuario reinves-
Reconocido que entre uno y otro no hay, no puede haber nin- tigaciones cabe sentar sin hesitaciones que Simón Radowitzky
guna diferencia, que los dos son igualmente brutales (que, no es un indeseable: desde que se radicó en el país de las
como decía un diputado del Congreso Nacional al discutirse la autoridades policiales sólo han tenido que ver con él por sim-
antigua ley de defensa social, uno no debe perturbar más que ples sospechas muy explicables en virtud de sus antecedentes
el otro), el reconocimiento por parte del presidente de que ello de ácrata exaltadísimos, y a pesar de que pronunciará acá
sea realmente así dentro de la masa del pueblo aunque entre conferencias públicas de tendencia anarquista, su conducta ha
los banqueros, los obispos y los generales ocurra algo distin- sido siempre correcta y la de un hombre honesto a carta cabal
to, permitirá reconsiderar el caso Radowitzky”. que buscó sus vinculaciones entre personas intachables,
Finaliza el gran escritor nacionalista señalando que “si el muchas de ellas ajenas a su credo filosófico”.
presidente indultara hoy a Radowitzky no haría más que ade- Con eso termina una etapa de Radowitzky, la de las cár-
lantarse a conceder por gracia lo que en rigor podría obtener celes. Ahora comenzará su largo deambular con sus compa-
Radowitzky por derecho en 1930 solicitando su libertad con- ñeros de ideas, cada vez más raleados, cada vez con el senti-
dicional”. miento de que luchaban por algo demasiado ideal y ya, por
En enero de 1930 ocurre el naufragio del “Monte eso mismo, un poco caduco. Por eso fueron a su holocausto,
Cervantes” en los canales fueguinos. Los náufragos -en gran a quemarse en la sangrienta lucha de España.
parte personas de los sectores influyentes de Buenos Aires- El desafío de Francisco Franco el 18 de julio de 1936 a la
son alojados en Ushuaia y los presos demuestran un compor- República Española es tomado por los anarquistas de todo el
tamiento ejemplar al compartir frazadas y comida con el ines- mundo como una cuestión de honor, de vida o muerte. Y
perado contingente. El diario “Crítica” envía al Sur a uno de todos hicieron la larga marcha: Madrid será el lugar de la cita.
sus mejores cronistas, Eduardo Barbero Sarzabal, con el barco Y entre ese grupo de hombres venido de Argentina, Brasil y
que traerá a los náufragos. El periodista aprovecha las pocas Uruguay que como único bagaje traen la decisión y coraje está
horas en que el buque estará en Ushuaia para dirigirse al Simón Radowitzky. Vienen a dar la vida, a enfrentar esta vez
penal y allí se las ingenia para conseguir una entrevista que cara a cara a sus enemigos. El ex penado de Ushuaia, presta-
dará lugar a un reportaje que resultará sensacional. Damos la rá valioso trabajo en los servicios de ayuda a las tropas anar-
experiencia de Barbero Sarzabal: “este enviado especial con- quistas en los diferentes frentes. Estaba casi siempre en
siguió una orden escrita para hablar con los presos. El alcaide Madrid, adscrito al comando anarcosindicalista. Radowitzky
interior, señor Kammerath -que actúa hace 20 días-, ordena: cree que la guerra civil española ha convertido en realidad su
– Que venga a la alcaidía el penado 155. viejo sueño de ver juntos a todos los hombres de izquierda.

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

le señala que lamenta profundamente pero que deberá aban- A la izquierda del hall de entrada está el despacho del
donar el país con toda urgencia pues se le acaba de aplicar la alcaide. La ventana deja pasar débilmente la luz. La máquina
“ley de extranjeros indeseables”. Radowitzky acepta la intima- fotográfica escondida al entrar en los bolsillos es luego ocul-
ción y contesta que abandonará el país lo más pronto posible. tada debajo de la gorra de viaje y puesta encima de un sillón.
Pero sus amigos presentan su caso ante el doctor Emilio Solo con el alcaide estaba el representante de “Crítica”.
Frugoni, tal vez el más brillante jurisconsulto que ha tenido el Radowitzky demora en llegar. Hasta que el eco de unos pasos
Uruguay. Y Frugoni acepta defender al perseguido. Le acon- fuertes por un largo corredor de madera que muere en la
seja no abandonar el Uruguay porque su caso servirá de pre- puerta de la alcaidía anunciaban la llegada. La voz fuerte del
cedente para muchos otros que sufren persecución policial. carcelero anunció:
Advertido de esto, el jefe de la policía ordena la inmedia- “– Aquí está el 155 ¿Puede pasar?
ta detención de Radowitzky. Con muchos otros dirigentes “– Sí.
izquierditas. Radowitzky es detenido y confinado a la isla de “Radowitzky, sorprendido, franqueó la puerta, llevando el
Flores, frente a Carrasco. Allí las condiciones son pésimas. casquete entre las manos. Y avanzó resuelto, vestido con su
Debe dormir en un a especie de sótano o cueva que antes era traje color cebra, azul y amarillo, con grandes números en el
refugio de ovejas. Protesta el abogado Frugoni exigiendo que saco y pantalón. El 155. Es de estatura mediana. De gesto
se lo devuelva a la jurisdicción judicial correspondiente. Pero enérgico. La cabeza erguida, la cara de rasgos firmes en la
lo único que logra es que el detenido se le permita dormir en que se destacan sus gruesas cejas. El pelo corto, tirando a
un excusado en vez de la cueva. Pasan varis semanas y dis- negro, descubre algunas canas. La frente amplia fuertemente,
minuye la tensión política en el Uruguay. Uno a uno, los pre- con grandes entradas. Y al expresársele que es un redactor de
sos de Isla Flores fueron recuperando la libertad. A cada des- Crítica quien desea hablar con el, extiende la mano que aprie-
pedida se oían gritos de júbilo, canciones y la renaciente espe- ta fuertemente. Sonríe más bien escéptico. En breves palabras
ranza de la libertad para los que quedaban. Pero esa espe- le dimos la sensación de que era un redactor verdadero de
ranza se hacía casa vez más lejana para Radowitzky. Él y otros ‘Crítica’ quien hablaba con él”.
cuatro dirigentes continuaron en el encierro. Hace pocos días, Barbero Sarzabal nos contaba que la
Prosiguió incasable Frugoni con su alegato. El 21 de marzo palabra mágica para despertar la confianza de Radowitzky fue
de 1936 llegó la ansiada libertad de Radowitzky. El hombre “le traigo saludos de Apolinario”. Aquel Apolinario Barrera -
maldito por la suerte prepara sus tres o cuatro cositas de intendente de “Crítica”- protagonista de su huida en 1918.
preso y parte para Montevideo. Allí, con toda cortesía -esa Continuemos con el reportaje: “Las palabras de
cortesía que él conoce muy bien y por eso prefiere los palos Radowitzky sonaban dentro de la alcaldía como un martillo.
antes que el trato meloso-, se le comunica que deberá per- Radowitzky impresiona por la sensación de dinamismo hom-
manecer preso en su domicilio. Pero lo cierto es que ya no bruno. Cuando habla parece que mascara las palabras. Y ellas
tiene domicilio, porque siempre vivió en pensiones. Entonces salen, breves, concisas, como de un percutor. Sus mandíbulas
la policía es terminante: deberá permanece en la cárcel “hasta parecen que fueran de hierro. Es que hay en él, desde cual-
nueva orden”. La “nueva orden” tarda en llegar. Seis meses quier punto de vista que se juzgue su personalidad, un recio
después, las puertas de la cárcel se abren. Por últimas vez. espíritu desbordante. Tiene individualidad propia. Dice a
Luego, hasta su muerte, Radowitzky gozará de libertad aun- ‘Crítica’:

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HIJOS DEL PUEBLO ANARQUISTAS

”– Me es muy grato poder hablar por su intermedio a los empleado en Italcable era de los primeros en subir a los bar-
camaradas que se interesan por mí. Yo me hallo relativamen- cos de ultramar que provenían de Buenos Aires. Eran los años
te bien. Tengo aún un poco de anemia a pesar que desde un 30 y 31 del gobierno de Uriburu, en los que se aplicaba la ley
año no me infligen penas. Es que durante los meses de de residencia a todos los anarquistas extranjeros. En esos
noviembre y diciembre hicimos 20 días de huelga de hambre buques siempre venían varios expulsados. Los barcos queda-
como protesta por la actuación inhumana de un inspector lla- ban pocas horas en Montevideo y había que aprovecharlas:
mado Juan José Sampedro, quien castigó a causa de un alter- los anarquistas sabían que Sciutto se prestaba a recibir la lista
cado sin importancia a un penado a quien lastimó”. de anarquistas expulsados que le entregaban a bordo y lle-
(Es el mismo Sampedro que propinó la paliza a varla hasta un café cercano donde esperaban impacientes dos
Radowitzky a principios de 1918.) o tres “compañeros” -entre ellos Radowitzky-, quienes apenas
“La protesta manifestada con la huelga de hambre -conti- recibido el papel con los nombres corrían a la casa de gobier-
núa el penado- dio resultados. Sampedro está suspendido”. no donde se les extendía el correspondiente permiso de asilo.
”El alcaide que escucha la entrevista, asiente. Y agrega Así, muchos italianos y rusos en vez de ir a parar a Italia de
Radowitzky: Mussolini o a la Rusia de Stalin quedaban en la generosa tie-
“– No deseo los choques entre obreros, En estos episodios rra uruguaya. Radowitzky era uno de los asignados para hacer
siempre hay un provocador policial que actúa de instrumento. ese trabajo. Sciutto lo recuerda como un hombre de mediana
Yo viví intensamente aunque era muy joven, el dolor de la jor- estatura, algo chueco, morrudo, con principios de calvicie que
nada trágica, de la matanza de aquel 1º de mayo que puso le hacía ver más grande la frente y con el pelo de los costa-
tristeza eterna en muchos hogares proletarios. Quise hacer dos “a lo Einstein”. Su aspecto era juvenil con cutis rosado, tal
justicia. vez proveniente del clima austral que le tocó soportar duran-
”A Radowitzky parece torturarle el recuerdo de los sacrifi- te tantos años.
cios que por él realizan desde hace cuatro años sus compa- Pero en Uruguay, se acaba el sistema democrático y viene
ñeros. Y luego de breve silencio, agrega: la dictadura de Terra. Mal anuncio para todos los izquierdistas.
“– Sí, diga Ud. a los camaradas trabajadores que no se Comienza el año de 1933. Todo ese año y gran parte de 1934.
sacrifiquen por mí. Puede expresar también que me hallo Radowitzky pasa casi inadvertido entre viajes a Brasil y peque-
bien… que se preocupen por otros compañeros que sin estar ños trabajos partidarios. Hasta que un caluroso 7 de diciem-
en la cárcel o en ellas, merecen también ayuda, quizá más bre de ese año, una partida policial lo ubica en una pensión
que yo. de la calle Rambla Wilson 1159. Allí lo identifican y con toda
“Esta evocación la hace Radowitzky dulcemente, pugnan- la cortesía le señalan que permanecerá detenido en su domi-
do por hacer áspera la característica recia de su voz y conti- cilio. Ponen un vigilante en la puerta de la pensión y se mar-
núa: chan. Radowitzky está maldito por suerte, evidentemente. Ha
”– Hace poco recibí 500 pesos. soportado tantos años de prisión para que nuevamente vuel-
“– Es exacto -subraya el alcaide ve a repetirse lo de antes: perseguido por las autoridades.
“–Lo he empleado entre los enfermos del penal. Uno esta- Tres días después de la Navidad que él nunca celebrará
ba mal del hígado y requería especiales cuidados. El otro, por ser cosa de burgueses, es visitado por el ceremonioso jefe
pobrecito, llamado Andrés Baby, está loco. Los cuidados que de investigaciones de la policía uruguaya, señor Casas, quien

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sublevación cuando vio que se aproximaba Radowitzky a la les hemos propiciado con esta ayuda financiera determinaron
comisaría rodeado de marinos. Radowitzky tiene a demás sen- la mejoría del primero. Ahora a Baby lo llevarán al hospicio.
sibles palabras sobre los niños de Ushuaia. ¡Claro, había esta- “–La biblioteca nuestra es pésima. Hacen falta más libros.
do 21 años sin ver rostros infantiles! Los pocos que tenemos los conocemos de memoria de tanto
Pero en los diálogos con los periodistas y curiosos con el releerlos.
ex penado vuelve siempre al penal y repite: “La separación de “– En Buenos Aires tengo un primo llamado Moisés. Los
mis compañeros de infortunio fue muy dolorosa”. No habla demás miembros de la familia están en Norteamérica. Me
mucho sobre sus sufrimientos pero se le ensombrece el rostro refiero a los que están unidos a mí por lazos de consaguinidad
cuando recuerda el período del administrador Juarr José porque a los compañeros trabajadores que sufren la injusticia
Piccini. “Me hacia despertar cada media hora poniéndome la de la sociedad actual, los considero también muy míos. Yo
linterna en la cara. El invierno es horroroso. El edificio, hecho integro, pese al encierro, la familia proletaria. Mi ideal de
con cemento armado, es extremadamente frío. Solo teníamos redención está siempre latente”.
dos frazadas como abrigo”. El enviado de “Crítica” logrará un mensaje por escrito de
Sobre su libertad tiene una frase escrita que saca del bol- Radowitzky: “Compañeros trabajadores: aprovecho la gentile-
sillo y la lee: “Mi libertad la ha hecho el proletariado universal za del representante de “Crítica” para enviarles un fraternal
y el Dr. Yrigoyen al firmarla ha hecho un acto de justicia que saludo desde este lejano lugar donde la fatalidad se ensaña
el pueblo reclamo”. con las víctimas de la sociedad actual”. Luego la firma: la letra
Pasadas las primeras horas de curiosidad. Radowitzky despareja, rasgos duros, una escritura torpe. Pero lo sorpren-
sufrió un período de agobiamiento y nerviosidad. El tránsito y dente es el contenido: a pesar de los veinte años de prisión
el bullicio lo asustan. Se siente indefenso ante la vida como un no se le han borrado los conceptos fundamentales de su ide-
monje que después de veinte años de convento lo trasplantan ología.
al centro de una ciudad. Pero se fue adaptando y, en vez de El reportaje, dado a toda página tiene amplia repercusión.
aislarse, encontró poco a poco el ritmo de la nueva vida. Ya nadie duda de que Radowitzky tendrá que ser indultado.
Terminados los agasajos a Radowitzky se le buscó un tra- Los anarquistas no se ahorran medios: a través de las organi-
bajo. No podía ser otro que el de mecánico. Trababa liviano zaciones hermanas de Estados Unidos logran localizar a los
porque sus pulmones no le permitían mucho esfuerzo. Así padres de Radowitzky y éstos escriben al presidente Yrigoyen:
pasaron varios meses. Pero el cambio de clima desmejoró “Antes de morir -dicen los ancianos- queremos ver a nuestro
notablemente la salud del anarquista. Por eso, sus amigos hijo en libertad”.
resolvieron que hiciera trabajos aún más livianos. Esos traba- Las radicales que rodean a Yrigoyen aconsejan que lo
jos “livianos” serán los que luego darán pábulo a la policía indulte dos o tres días antes de las elecciones del 2 de febre-
para sospechar e intervenir. Radowitzky hará varios viajes a ro de 1930, de diputados por la capital. Si lo hace es seguro
Brasil. “Para descansar y distraerse”, dirán sus amigos anar- que la mayor parte de los obreros votarán a los radicales.
quistas. Para llevar mensajes y coordinar acciones, dirá la poli- Yrigoyen escucha en silencio. Por otro lado sabe que hay
cía. mucha inquietud en el ejército y en la policía por el asunto del
El periodista rioplatense Luís Sciutto (Diego Lucero) nos indulto. Los días pasan y el presidente no toma ninguna deter-
ha relatado que cuando él -bien muchacho todavía- estaba minación. Llega el dos de febrero y caen derrotados los radi-

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cales por los socialistas independientes. Los radicales se des- ser desembarcado, pero tiene el pulmón izquierdo muy afec-
esperan: otra vez el viejo ha dejado pasar una oportunidad. tado”.
Pero el “peludo” sabe lo que hace. El tiene buena memo- Simón Radowitzky pisa tierra uruguaya. Él, ahí, con su
ria y se acuerda que en 1916 antes de su primera elección a sombrero orión, es rodeado por un mar de hombres con
presidente de la República prometió a una delegación de anar- gorra, pañuelo al cuello y alpargatas. El cuadro es un poquito
quistas que indultaría a Radowitzky. Y él cumple las promesas. desigual. El hombre mito, el mártir, el vengador, estaba allí, de
Claro… es un poco lento, han pasado ya 14 años. Ha elegido cuerpo entero. Sonreía, agradecía con gestos torpes. Luego,
la oportunidad: nadie le podrá decir nada. Pero ahora comien- las primeras declaraciones periodísticas, el primer error: dice
zan los mismos correligionarios a decirle: “Doctor, ahora con- que quedará unos días en Uruguay y luego viajara a Rusia. ¿A
vendría indultar a Radowitzky… hay mucha inquietud entre los Rusia? Los dirigentes anarquistas se miran. ¿Es que acaso no
militares”. conoce la masacre de los marineros anarquistas de Kronstadt?
El domingo 13 de abril de 1930, por la mañana, se lleva a ¿Ignora que los anarquistas son calificados de enemigos del
cabo en el cine Moderno -Boedo 932- un gran acto “Por la Estado?
liberación de Simón Radowitzky” organizado por la Federación Es que Radowitzky sale de la cárcel con su intención inge-
Obrera Regional Argentina y la Federación Obrera Local nua de conversar con todos los dirigentes del proletariado y
Bonaerense. Hablan J Menéndez, H Correale, J García, B unirlos. No sabe que entre socialistas, comunistas, trotzkystas
Aladino y G Fochile. Los discursos están plagados de palabras y anarquistas hay mucha sangre y mucho odio de por medio
difíciles de un léxico muy particular: “Para sentenciar a Simón y que ya es algo que nadie podrá unir. Siguen las preguntas y
fue necesario dejar de lado las conquistas de la ciencia posi- a todo Radowitzky responde con diligencia. Hasta que, con
tiva en materia de responsabilidad criminal, los jueces tuvie- sonrisas, pero con decisión es llevado por los altos jefes anar-
ron que olvidar el determinismo”. Pero el público mantiene quistas hasta un taxi. Y de allí, a las casa de la calle Justicia
una atención emocionante y un silencio más religioso. 2058. El taxi parte. Radowitzky sigue saludando con la mano
Ese día es domingo de Ramos, comienza Semana Santa. a los obreros que lo aplauden.
Los días donde se habla del sacrificio del Señor y del perdón Ha comenzado a desinflarse el mito: comienza a volver a
de los pecados humanos. Perdonar a los que yerran, amar a la vida del hombre, el obrero, el autodidacta limitado por 21
tu prójimo como a ti mismo son los fundamentos del cristia- años de encierro. Ironías de la vida, ahora Radowitzky vive en
nismo. Es la oportunidad que aprovechará don Hipólito. Les va la calle Justicia y allí van los periodistas a entrevistarlos. Pero
a tocar en la fibra íntima a los que no quieren el perdón para claro, sus temas de conversación son muy limitados. Le brillan
el matador de Falcón. El lunes 14, imperceptiblemente llama los ojos al relatar el día en que se conoció el indulto en
a su secretario y le dice: “M’hijo, tráigame el borrador de ese Ushuaia. Hubo gran algarabía entre los presos; todavía se
decreto sobre los indultos”. quedó siete días entre ellos -como quien permanece en su
Y las sextas ediciones de los diarios de ese día traen la casa- a la espera del trasporte de la Marina. Al salir del penal
gran noticia: “FUE INDULTADO SIMÓN RADOWITZKY”. Los y bajar los escalones de la pequeña escalinata lo esperaban
diarios se agotan. Es el tema de la avenida de Mayo, de los más de cincuenta marineros de cuatro avisos de la Armada
cafés, de los patios de los conventillos. En los locales anar- que estaban en Ushuaia. Lo felicitaron y armaron un poco de
quistas hay clima de triunfo, los viejos dirigentes -esos que alboroto, tanto que el comisario creyó que se trataba de una

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de terrible mirada y gesto demoledor. Y la verdad es que sólo tienen pantalones emparchados pero que saben citar a
se trata de un hombre tosco, con manos y cara de albañil, que Anatole France- se abrazan y pierden algunas lágrimas. Tal
sonríe, pide disculpas y responde amablemente. vez la más grande alegría que hayan tenido los anarquistas
Pero los pasajeros no serán los únicos decepcionados… argentinos.
El “Ciudad de Buenos Aires” atraca en Montevideo. Allí Pero a pesar de que Hipólito Yrigoyen ha disimulado las
están: cerca de cien compañeros que han podido ser avisados cosas (ha tenido que indultar a 110 presos en el mismo decre-
de su llegada. Entre ellos hay gente de Buenos Aires: to para que el nombre de Radowitzky aparezca perdido entre
Berenguer, de “La Protesta”, Eusebio Borazo que estuvo tam- ellos), la reacción del ejército y de los cuadros superiores de
bién en Ushuaia, Cotelo y otros. Hay piquetes de agentes poli- la policía no tardan en sentirse. Y todo esto a pesar también
ciales a pie y acaballo. de que Yrigoyen en una disposición muy oscura y enredada -
Son las 7:15. Suben funcionarios de inmigración. Pueden muy particular de él- crea una nueva figura jurídica que evi-
bajar todos los personajes menos Simón Radowitzky. Hay una dentemente es anticonstitucional: indulta a Radowitzky pero
desagradable sorpresa para las autoridades uruguayas: el al mismo tiempo lo destierra. Es decir, le abrirán las puertas
desterrado no tiene ningún documento para acreditar su iden- de la prisión pero tendrá que salir de inmediato de suelo
tidad. Bajan. Comienzan los támites. Dirigentes anarquistas se argentino. Por otra parte, ya se sabe la reacción de los círcu-
trasladan en taxi a la casa de gobierno. A las 9 sube a bordo los militares: el señor Radowitzky no va a pisar el puerto de
el jefe de la policía de investigaciones, Servando Montero. Buenos Aires.
Minutos después llega el director de inmigración, Juan Contra la resolución de Yrigoyen se levantan tremendos
Rolando, quien firma el visto bueno para el desembarco del editoriales de “La prensa”, el primero de los cuales se titula “El
anarquista. Ahora sí: se asoma a la cubierta: es Simón abuso de la facultad de indultar”. “El poder de perdonar las
Radowitzky, “el camarada más amado”, “la víctima de la bur- penas -sostiene- inherente a la soberanía, debe ser ejercitado
guesía”, el “vengador del honor de las clases humildes”. Viste en casos excepcionales y constituye un abuso cuando se apli-
un termo de gabardina claro, un echarpe enredado como ca por razones de clemencia a favor de decenas y centenares
víbora al cuello y sombrero orión. Todas prendas compradas a de delincuentes. El último decreto presidencial además de
un turco en Ushuaia, con dinero enviado por la solidaridad incurrir en este abuso, contiene graves fallas legales. Al con-
ácrata. Saluda a sus compañeros moviendo el sombrero orión mutar penas de reclusión y de prisión por la de destierro, el P
en gesto bastante torpe y discontinúo. “¡Viva el anarquismo!”. E olvidó que esta última fue abolida por el congreso hace 9
“¡Viva Simón!” gritan desde tierra. Los caballos del piquete años, lo que no debió pasar inadvertido para un ministro de
comienzan a caracolear. Se animan los compañeros y los seis Justicia que es doctor en Jurisprudencia y que fue miembro de
dirigentes máximos suben por la plancha. Nadie se lo impide. la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires”.
Están en el Uruguay. Allí todo es distinto. Todos abrazan lar- Y luego otro más incisivo titulado “Fallas legales del decre-
gamente a “Simón”. Cuando quieren llevarlo a tierra se opo- to de indultos”. “constituyen graves fallas del decreto del 14
nen amablemente los dos médicos de inmigración: hay que de este mes la falta de fundamentos para cada caso relacio-
revisar al pasajero. Disposiciones son disposiciones y hay que nado con los informes de los tribunales, que deben ser pre-
cumplirlas. Nueva demora. El examen es a fondo, lo llevan a vios, y la aplicación de la pena de destierro, suprimida por el
un camarote. Veinte minutos después el diagnóstico: “puede código Penal en vigor que promulgó el propio presidente

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Yrigoyen el 29 de octubre de 1921. El decreto de indultos “los argentinos nos mandan de regalo al indeseable porque no
deberá ser reformado para que sea posible aplicarlo, en la saben qué hacer con él, y nosotros los uruguayos tenemos
parte observaba. En efecto, siendo imposible legalmente la que prestarnos a resolver sus problemas”. Los sectores de
conmutación ordenada y no habiendo sido indultados los ‘los derecha presionan al presidente Campisteguy para que haga
desterrados’, la nulidad de la decisión del P E deja en pie y en uso de su facultad del artículo 79 de la Constitución y no acep-
toda su integridad las condenas judiciales respectivas”. te al viajero. Pero el Uruguay tiene toda una tradición. “La tie-
Pero a testarudo no le van a ganar Yrigoyen. Aguanta rra más libre del mundo”, señala “El País” del 14 de mayo.
todos los ataques en silencio, sin responder, “Sagrario del derecho de asilo”. Y el Dr. Campisteguy, espíritu
Anticonstitucionalmente o no, se comunica el indulto a Simón liberal, cristiano y bondadoso, señala que Radowitzky podrá
Radowitzky y las puertas del penal se abren después de desembarcar en “tierra charrúa”.
haberlo encerrado 21 años como muerto en vida. Antes de dejar el “Vicente Fidel López” y embarcar en el
El 14 de mayo de 1930 llega a la rada del puerto de remolcador “Mediador”, Radowitzky solicita se le conceda un
Buenos Aires el transporte nacional de la armada “Vicente minuta de tiempo para “lavarse las manos”, pues el aseo en el
Fidel López”. A su bordo está simón Radowitzky. El capitán trasporte no podía mantenerse mucho tiempo por el humo
espera órdenes de Buenos Aires. Están a la altura del kilóme- que lo ennegrece todo.
tro 40. Las luces de Buenos Aires se aprietan en el horizonte. El “Mediador” está en alerta y cuando a las 23:30 ve des-
Y de allí viene avanzando otra luz. Es el remolcador lizarse como un collar de luces por medio del Río enfila hacia
“Mediador”. A su bordo viajan el oficial Carlos Armendáriz y los Buenos Aires. Es la “Ciudad de Buenos Aires”, vapor de la
marineros Alejandro Corbalán e Ireneo Ojeda, de la prefectu- carrera a Montevideo. En el kilómetro 29 las dos embarcacio-
ra. Radowitzky he pedido ser desembarcado en Buenos Aires nes se juntan y asciende Radowitzky al paquete junto con los
pero se da cuenta de que algo extraño ocurre. El oficial sube tres hombres de la prefectura. Casi todo el pasaje se ha ido a
a bordo y habla con el capitán. Luego llaman a Radowitzky. Le dormir, pero quedan algunos hombres curiosos en la cubierta.
dicen que tendrá que embarcarse en el “Mediador”. Cuando sube Radowitzky le dan la mano y le hacen pregun-
Radowitzky insiste: quiere ir a Buenos Aires a fin de visitar a tas. El desterrado saluda a todos y contesta con cortesía hasta
sus amigos y compañeros. El oficial le dice que no podrá des- que el comisario de a bordo le comunica que tendrá que sacar
embarcar en Buenos Aires y que tiene órdenes de llevarlo a el pasaje. Ante tal ridícula imposición, Radowitzky no protes-
Montevideo. Pero aquí hay otra jugada de mala fe contra el ex ta, al contrario saca de su bolsillo el dinero -proveniente del
penado. No le han dado documentos. El director del penal de último envió de sus compañeros de Buenos Aires- y saca de
Ushuaia los pidió a la policía de la Capital. La policía contestó tercera clase. Se disculpa ante quienes lo rodean y se dirige a
con una carta burocrática. Pero había la consigna de ignorar- la estación de radio donde envía dos telegramas: uno al capi-
lo. Para la policía argentina el señor Radowitzky no existe: tán y tripulación del “Vicente Fidel López” agradeciéndoles el
murió en 1909 porque debió ser fusilado. trato y otro a Montevideo, al anarquista Capurro, señalando la
Mientras Radowitzky viajaba desde Ushuaia al Río de la hora de llegada.
plata su nombre había originado un tremendo conflicto en la Los pasajeros que acaban de hablar con Radowitzky se
sociedad Uruguaya. La prensa ataca y defiende al anarquista, miran un poco decepcionados: ¿Y éste es Radowitzky? Se lo
igual que la opinión pública. El diario “La Mañana” escribe que han imaginado con lago demoníaco, tenebroso, un personaje

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