Sunteți pe pagina 1din 9

AMERICANA II

PROFESORA: CARMEN SANDRO

ALUMNO: JULIO SOSA

CERP FLORIDA

31/08/20019

España y
América en
los siglos XVI
y XVII. Leslie
Bethell
Resumen del primer capítulo
El primer capítulo se denomina “España y América en los siglos XVI y XVII”; el autor
marca en el inicio del mismo que la conquista española de América crea el primer imperio
de superficie mundial.

Surge en este sentido, una nueva dimensión, Imperio de las Indias haciendo conciencia
con esto del imperio americano. Desde sus comienzos, este nuevo imperio fue patrimonio
de Castilla; el papa Alejandro VI en 1493 otorgó el gobierno y jurisdicción de las nuevas
tierras descubiertas no a los reyes de España sino a la corona de Castilla y León.

En este sentido, Castilla ejerció el monopolio de los cargos de gobierno y aplicó sus
propias leyes, los beneficios de la conquista eran para los castellanos. En razón de ello es
nombrado Juan Rodríguez de Fonseca perteneciente al Consejo de Castilla como
encargado de los asuntos de las Indias.

En años posteriores, el volumen comercial fue de tal magnitud, que ameritó por parte
de la corona la creación en Sevilla de la Casa de Contratación; de esta manera se forma
una institución que será el modelo de comercio y navegación que se impondrá por un
siglo y medio, Sevilla se convierte de esta manera el centro comercial del mundo
atlántico.

La Casa de Contratación fue creada para ejercer un férreo control de la navegación


fundamentando con ello un monopolio comercial sobre las tierras americanas.

En la primera etapa de la colonización los reyes se apoyaban en los asesoramientos de


Fonseca o de los miembros de del Consejo de Castilla, en el año 1523 se crea el Consejo
de Indias en virtud de la presión de los negocios y la escala de los mismos; de esta forma
el Consejo de Indias se sitúa junto a los Consejos de Castilla y Aragón para que los
monarcas pudiesen hacer llegar a sus dominios leyes, decretos e instituciones de forma
fluida.

La forma de gobierno adoptada por la corona propició la creación de una inmensa


casta de burócratas, los barcos transportaban incesantemente documentos desde acá y
allá. Este mecanismo en donde los funcionarios intentaban solucionar los inconvenientes
de las Indias con su visión peninsular, mucho de ellos nunca había puesto un pie en
América, indujo a regular ese estado de situación y no a innovar en busca de un mejor
método.

1
La fragilidad del sistema sin embargo, basó su permanencia en un orden público
fundamentalmente asentado en el respeto por la autoridad de la corona; este fue legado
de una generación a otra.

En los principios de la conquista, el principal representante de la corona en las Indias


era el Gobernador, a veces este cargo estaba ligado con el de capitán general. El
gobernador tenía por atribuciones disponer de tierras e indios, ese era el impulso que
propiciaba a este jerarca para organizar nuevas expediciones de conquista.

Un aspecto importante que marca el autor es que la corona estaba firmemente decidida
a no crear una casta de señores feudales en América, en razón de ello y en forma de limitar
sus poderes, los cargos se otorgaban por plazos cortos, tres a ocho años y no hereditarios.

Luego de culminada la fase de conquista, la figura de Gobernador fue burocratizada,


pasaron de conquistadores a administradores. Se instalan en este sentido, treinta y cinco
gobernaciones provinciales entre los siglos XVI y XVII.

Sin embargo, este no sería el principal cargo otorgado por la corona en América, este
es la figura del virrey. El primer virrey fue Colón y después su hijo, este honorífico y
desapareció a su muerte. En el año 1535 se crea el virreinato de Nueva España y Perú,
con sedes en México y Lima respectivamente, luego se agregarán los de Nueva Granada
1717 y el último en crearse sería el del Río de la Plata con sede en Buenos Aires en 1776.

Los virreyes representaban el “alter ego” (segundo yo) del rey en América, disponía
de su propia corte, concertaba en su persona los atributos de gobernador y capitán general
además de presidente de la Audiencia, siendo de esta manera el principal representante
judicial en América.

La corona, siempre celosa a la hora de legar poder en América, optó por elegir para
este cargo, a jóvenes pertenecientes a grandes familias o a nobles con rango de medio.

La duración en el cargo era de unos seis años, la experiencia en su tarea propiciaba


que al finalizar su mandato podía ser transferido a otro virreinato; estaban expuestos a
largas jornadas de trabajo en virtud de los extensos dominios que deberían administrar.

Todo este intenso trabajo generó montañas de papeles que se intentó ordenar de algún
modo, recién en 1681 se publica la gran Recopilación de las Leyes de Indias en cuatro
volúmenes, el autor marca en esta instancia que más bien era una guía de objetivos de la
corona en Madrid que una indicación de lo que efectivamente sucedía en América.
2
En el siglo XVI se crean diez audiencias en América, en ella trabajan noventa cargos
en los niveles de presidente, oidores y fiscales. En el transcurso del gobierno de los
Austrias completaron ésta nómina mil hombres, ellos constituirían la élite de la burocracia
de España en América.

La corona continuó con su seguimiento estricto a las conductas de virreyes y oidores,


se les indicaba incluso con quien deberían casarse, no adquirir tierras ni mezclarse en
negocios, incluso llegó a mandar de forma sorpresiva a jueces que observaban su
accionar.

El mundo colonial de las Indias era básicamente urbano, los asentamientos rurales
nunca fueron significativos a diferencia de Brasil. Las ciudades tenían su cabildo, este se
encargaba de la supervisión de las propiedades públicas, sin embargo, existían
importantes diferencias de composición y poderes según la región de las ciudades de
América española.

Los cabildos se formaban de funcionarios judiciales (alcaldes) que eran jueces y tenían
las funciones de presidir el cabildo en ausencia del corregidor. Muy pronto esta institución
se convirtió en oligarquías de destacados ciudadanos que se perpetuaban a sí mismas. En
este escenario entonces, los gobiernos de las ciudades eran corporaciones cerradas
representativas de los intereses del patriciado urbano.

La autoridad del estado era mayor en las Indias a raíz de la sorprendente concentración
de poder eclesiástico en manos de la corona; eso tuvo su origen en las bulas papales que
le otorgaron a Castilla la responsabilidad de la evangelización de tierras recién
descubiertas.

En este sentido, en 1486 el papado agració a la corona con el “patronato”, derecho de


presentar a todos los obispados y favores eclesiásticos en el reino moro de Granada, los
reyes Católicos tomarán este modelo para sus nuevas posesiones ultramarinas, a esto se
le debe sumar los diezmos recaudados en las Indias, la nueva iglesia se asegura de una
dotación permanente obtenida y administrada en conformidad con la corona.

La iglesia en Indias fue misional y catequizadora, eso explica la acción de las órdenes
religiosas tomando la iniciativa en la tarea evangelizadora. Las órdenes que actuaron en
esta empresa fueron la de los agustinos, franciscanos y dominicos y los jesuitas; estos

3
últimos justamente serán los que emprenderán las misiones a regiones lejanas llegando a
fundar la provincia del Paraguay en 1607.

Esta fuerza de la iglesia hizo que en muchas ocasiones se enfrentaran a las decisiones
de los virreyes, los conflictos estuvieron presentes cotidianamente.

En este sentido, el autor marca la relevancia de los dominicos en sus nombramientos


por encima de las otras órdenes, acá se realza la figura de Bartolomé de las Casas, obispo
de Chiapas.

Los obispos se enfrentarán a la acción de encomenderos y colonos, llevarán adelante


una política pro-indígena, llegaron a cuestionar la aplicación de la Inquisición para
enfrentar la ortodoxia de los indios, esta finalmente en 1571 es colocada bajo el control
de los obispos.

En este estado de situación, poderes enfrentados, burocracia inmensa secular y


eclesiástica, diversos intereses entre los protagonistas, leyes mal recibidas y no
obedecidas, da como resultado el “cumplir pero no obedecer” se afirmaba que la corona
estaba mal informada.

La situación de los indígenas preocupó a la corona, al llegar a España noticias de las


acciones de encomenderos y colonos se intentó dar una respuesta formal y basada en los
preceptos de la iglesia, en razón de ello en 1571 el jurista Palacios Rubios plantea el
“requerimiento”, este era un documento en el que un funcionario público leía delante de
los indígenas, se les invitaba aceptar la autoridad del papa y de los reyes españoles y a ser
evangelizados, si aceptaban se les respetaba sus costumbres y propiedades, si la respuesta
era negativa se le sometía por la fuerza además de esclavizarlo.

El conflicto de intereses llevará esta disputa a terrenos filosóficos tratados por Las
Casas en favor de los indígenas y Juan Ginés Sepúlveda en representación de los
encomenderos.

LAS REALIDADES COLONIALES

Aquí el autor resalta la contradicción de la corona al querer aumentar sus ingresos y a


la vez proteger a los indígenas; las rentas y el trabajo de éstos aportaba mucho a las rentas
del rey. En este sentido, argumenta que la renta fue obligatoria para los indígenas y
subsistió hasta comienzos del siglo XIX con las guerras de independencia. Los
encargados del cobro eran los corregidores de indios, cargo este creado por la corona,
4
éstos fueron designados como respuesta a los encomenderos, duraban en sus funciones
dos o tres años.

El corregidor no solo se encargaba del cobro de tributos, sino además la administración


de justicia y la organización pública, estos funcionarios cayeron también en los males de
los encomenderos, intentaron sacar provecho de sus cargos enriqueciendo sus negocios
personales.

Esta situación propiciará la formación de dos mundos, el indígena y el europeo, los


primeros llegaron incluso a desarrollar una nobleza indiana. El autor instala la situación
de las élites criollas, estas no tenían ningún privilegio fiscal, la corona era muy ahorrativa
en títulos para los criollos. Sobre fines del siglo XVI este sector social disponía de una
composición mixta que se asentaba en la vieja colonización, las riquezas nuevas y
conexiones de influencia.

En este sentido, esta élite criolla buscará conectar sus fortunas por medio de
casamientos convenientes, a pesar de los intentos de la corona por mantenerlos aislados,
estas familias apelaron al sistema castellano del mayorazgo para impedir una
descomposición de sus fortunas familiares. El asentamiento de oligarquías locales se
expresó en forma diferente según las Indias en que se desarrolló. Este desarrollo coincide
con el debilitamiento del gobierno central de Madrid, muerte de Felipe II en 1598.

Estas oligarquías ya establecidas, resultaron imposible de atacar su posición, Felipe


IV envió a Nueva España en 1621 a un nuevo virrey, el marqués Gelves, con la misión
de reformar el sistema, como resultado de su acción entra en conflicto con la mayoría de
los sectores influyentes así como también con las capas altas de la iglesia mexicana, fruto
de estas rivalidades en 1624 una multitud ataca el palacio virreinal obligando a Gelves a
refugiarse en un convento franciscano.

El autor marca como muy significativo el creciente poder y confianza en sí mismas de


estas oligarquías.

LA TRANSFORMACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE ESPAÑA Y LAS INDIAS

A la muerte de Carlos V el imperio creado por este se fragmentó, legó una parte del mismo
a su hermano Fernando y la otra a su hijo Felipe. Las continuas luchas debilitaron
enormemente a la corona española.

5
Felipe II abandona los países bajos y se instala en España, hecho que marca el autor
como relevante, pues en la península iba a ser el corazón de sus dominios. El rey tenía
enormes desconfianza con sus ministros y funcionarios, intentó darle a su gobierno
firmeza, logró asegurar su sucesión al trono de Portugal.

Sin embargo, nuevos inconvenientes debió tratar, luego de derrotar al islam en Lepanto
debió enfrentar las luchas con el protestantismo internacional, holandeses, hugonotes y
los ingleses isabelinos.

La riqueza enorme de América en plata facilitó a España amortiguar sus guerras, pero
el monopolio comercial comienza a romperse cuando la metrópoli se muestra incapaz de
afrontar las necesidades del mercado americano.

En este sentido, pronto los mercaderes de Perú y Nueva España vieron más ventajoso
el comercio con el lejano Oriente que la España Metropolitana, pronto la realidad marcó
que era imposible que las Indias tuviesen un comercio exclusivamente español diseñado
para satisfacer a Sevilla.

La corona buscó mediante la venta de cargos recaudar más dinero, los poderes
municipales se concentraron en manos de cerradas oligarquías, con este fin se crean gran
número de puestos, origina con esto una burocracia enorme y parásita.

A pesar de todas estas acciones Felipe II estaba al borde de la bancarrota,


comprometido con sus empresas militares y navales.

Como forma de proteger sus barcos que llevaban la plata de América a España se
impuso que los barcos que zarparan de Sevilla navegaran en convoyes, desde 1520 a
1560, sistema regular de flotas. La riqueza de América comenzó a tentar a las otras
potencias europeas que comienzan a enviar misiones de exploración a la zona, la corona
reacciona e intenta poblar lugares que antes había despreciado, sin embargo la empresa
es casi imposible por la falta de defensas en los nuevos asentamientos.

En 1580 Felipe II asciende al trono de Portugal, a pesar de disponer ahora de dos flotas
y nuevos territorios debe soportar las incursiones en las Indias de los Holandeses, estos
se interesarán fuertemente en el Brasil, llegarán a pasar por el estrecho de Magallanes y
atacar las costas españolas del Pacífico, nuevamente la corona debe disponer fondos para
la defensa de estas posesiones.

6
La corona recaudaba menos y tenía que destinar más dinero a las defensas de sus
territorios, en España comienza a incomodar los gastos del imperio.

Al ascender al trono Felipe IV propone la creación de la Unión de Armas, esta consistía


en un plan para compartir los gastos de defensa; en razón de ello se aumentan los
impuestos, donaciones, préstamos forzosos, ventas de cargos, se apela a las Indias para
soportar sus propias defensas.

En 1648 se firma el tratado de Munster que pone fin a la disputa con los holandeses,
estos se quedaban con los territorios ocupados pero se les prohibía comercializar con las
Indias, el monopolio se quiebra; el Caribe se vuelve internacional, años antes eran los
ingleses quienes se habían quedado con Jamaica.

El siglo XVII marca una profunda crisis de la corona por su debilitamiento, la enorme
carga fiscal siguió oprimiendo a las Indias, las oligarquías locales se aprovecharon de la
debilidad de España y se hicieron con enormes porciones de tierra, nacen formidables
latifundios, se crean los caciquismos rurales, conviertendose en patrones locales.

Otro elemento social que crece es el criollismo como sentimiento de identidad, se


repudiaba a los peninsulares que se quedaban con los principales cargos de la iglesia y el
estado; esta disputa también se aprecia en la iglesia entre criollos y peninsulares por los
cargos; cada nueva generación de criollos se sentía más alejada de España.

Los criollos comienzan a crear una identidad cultural diferente, se adaptan palabras
nuevas como, cacique, canoa, chocolate por ejemplo, popularidad a la virgen de
Guadalupe en Nueva España entre otros hechos.

A comienzos del siglo XVIII asumen la corona los Borbones, se encuentran con un
legado muy complicado.

En esta situación donde una burocracia Indiana inmensa esta disponía cada vez más
de oportunidades para maniobrar a su favor, inclinando normas para satisfacer
necesidades locales.

El capítulo termina haciendo referencia el autor a que los Borbones al asumir el poder
en el siglo XVIII hallan en las posesiones de la América española un autogobierno a la
orden del rey.

7
Bibliografía:

Bethell,L., 1990, Historia de América Latina V.II, Barcelona, Ed. Crítica.

S-ar putea să vă placă și