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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSIDAD JOSÉ ANTONIO PÁEZ
UJAP

DISEÑO DE ESTRATEGIAS QUE LE FACILITEN A LOS DOCENTES,


PADRES Y REPRESENTANTES PREVENIR CONDUCTAS AGRESIVAS
EN EL NIÑO Y LA NIÑA EN EDAD PREESCOLAR DEL COMPLEJO
EDUCATIVO MONSEÑOR LUIS EDUARDO HENRÍQUEZ,
UBICADO EN EL MUNICIPIO SAN DIEGO.

Tutora: Autoras:
Ana Mijares Harytmar Vásquez C.I.: 21.017.321
Adriana Araujo C.I.: 22.224.997

Valencia, Marzo 2016

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ÍNDICE GENERAL

pp
Resumen………………………………………………………………… 3
Introducción.............................................................................................. 4

CAPÍTULO
I EL PROBLEMA
1.1. Planteamiento del problema……….…………........................ 6
1.2. Objetivos de la investigación..................................................... 14

1.3. Justificación de la investigación................................................ 14

II MARCO TEÓRICO............................................................. 17
2.1. Antecedentes de la investigación.............................................. 17
2.2. Bases teóricas............................................................................ 22
2.3. Definición de términos básicos................................................. 44

III MARCO METODOLÓGICO............................................. 46

3.1. Diagnostico………….……………………………..…..…… 46
3.2. Diseño y Tipo de Investigación……………………………. 46
3.3. Población y muestra……………………..………………….. 47
3.4. Técnica e Instrumentos………………….…………………. 48
3.5. Cuadro de variables…..……………………………………... 52
3.6. Análisis de datos…………………………………………….. 34

IV REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 53

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD JOSÉ ANTONIO PÁEZ
UJAP

DISEÑO DE ESTRATEGIAS QUE LE FACILITEN A LOS DOCENTES,


PADRES Y REPRESENTANTES PREVENIR CONDUCTAS AGRESIVAS
EN EL NIÑO Y LA NIÑA EN EDAD PREESCOLAR DEL COMPLEJO
EDUCATIVO MONSEÑOR LUIS EDUARDO HENRÍQUEZ,
UBICADO EN EL MUNICIPIO SAN DIEGO.

Autoras: Harytmar Vásquez C.I.: 21.017.321


Adriana Araujo C.I.: 22.224.997
Tutora: Ana Mijares
Fecha: Marzo 2016

RESUMEN

La investigación realizada sobre las conductas agresivas en los niños y niñas en edad
preescolar del Complejo Educativo Monseñor Luis Eduardo Henríquez, han
permitido el desarrollo de diseño de estrategias que faciliten a los docentes el manejo
de este comportamiento y las mejoras significativas que se puedan obtener a través de
la aplicación de dichas estrategias. El problema de la agresividad infantil es uno de
los trastornos que más invalida a los padres y maestros junto con la desobediencia. A
menudo los docentes y padres tienen que enfrentarse a niños agresivos,
manipuladores o rebeldes, sin saber cómo actuar o cómo incidir en su conducta para
llegar a cambiarla. Para Rubio y otros (2000), el comportamiento agresivo complica
las relaciones sociales que se van estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta
la integración en cualquier ambiente. El diseño de esta investigación fue del tipo no
experimental porque no se realizó manipulación de las variables, así como tampoco
se verificaron hipótesis. El trabajo describe los hechos tal y como se presentan. Es
por esto que la investigación va hacia la búsqueda de aquellos aspectos que se desean
conocer y de los que se pretenden obtener observaciones de las conductas agresivas
de los niños y las niñas en edad preescolar del complejo educativo monseñor Luis
Eduardo Henríquez, ubicado en el Municipio San Diego.

Descriptores: Estrategia Didáctica, Experiencias, conductas, agresividad.

3
INTRODUCCIÓN

La agresividad infantil constituye una de las principales quejas de padres y


educadores respecto de los niños, dándose con frecuencia. A menudo nos
enfrentamos a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no sabemos muy bien
cómo debemos actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a
cambiarla. Pero sin duda, uno de los principales problemas presentados por la
agresividad infantil es el de su elevada correlación con trastornos equivalentes a
adultos, especialmente relacionados con la conducta antisocial. Un comportamiento
excesivamente agresivo en la infancia predice no solo la manifestación de agresividad
durante la adolescencia y la edad adulta, sino la existencia de una mayor probabilidad
de fracaso académico y de la existencia de otras patologías psicológicas durante la
edad adulta, debido fundamentalmente a las dificultades que estos niños encuentran
en socializarse y adaptarse a su propio ambiente.

La siguiente investigación se plantea debido a la situación que se presenta a diario


en el complejo educativo ¨Monseñor Luis Eduardo Henríquez ubicado en la
urbanización Yuma del municipio San Diego. En esta institución durante la jornada
diaria escolar se percibe cierta conducta inadecuada en el comportamiento de los
niños y niñas, entre lo que se puede mencionar: golpes, mordiscos, patadas, pellizcos,
empujones, groserías, destrozan los juguetes, lanzan objetos sin medir las
consecuencias y otras, al trabajar en el grupo por lo que se detecto que con frecuencia
presentan desordenes colectivos en del preescolar, generando interrupciones en la
actividad del docente educativa y esto ah sido motivo de preocupación por partes de
los educadores al verse en situaciones de conflicto generadas por conductas agresivas
presentadas por los niños y niñas que a su vez ocasionan desajustes en la formación
de la personalidad.

Estas razones justifican la importancia de realizar esta investigación, la cual


consta de Tres capítulos. El primero abarca la definición o Planteamiento del
Problema, en la cual se detalla de forma descriptiva la situación presentada y

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observada. Luego de ello se desarrollan los objetivos de la investigación que se
subdividen en objetivo general y objetivos específicos. En el objetivo general se
plantea el accionar o estrategia a seguir para el desarrollo del proceso investigativo,
mientras que en los objetivos específicos se hace un desglose detallado de los pasos a
seguir para la evaluación, diagnostico y diseño de la propuesta que se plantea para la
ejecución de las actividades que permitan el mejoramiento, y acciones correctivas
sobre la problemática planteada. De igual forma se muestra la justificación donde se
establece el porqué del proceso investigativo y los beneficios que este genera.

En segundo capítulo se establecen los antecedentes de la investigación, como parte


del marco teórico del mismo, las bases teóricas que sustentan y refuerzan el
conocimiento de la temática, y la definición de los términos específicos que se
utilizan durante el desarrollo del informe que plasma todo el proceso investigativo.

En el tercer capítulo se menciona el marco metodológico, y el respectivo


diagnostico, que arrojo la investigación, y el tipo de investigación aplicada, así como
su diseño y los instrumentos aplicados para su fin. Finalizando con las referencias
bibliográficas en las cuales se muestra los textos, publicaciones y consultas que se
realizaron para la información necesaria de conocimiento del tema.

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CAPITULO I

EL PROBLEMA

1.1 Planteamiento del Problema

El ser humano no se desarrolla en el vacío, sino en el contexto de su familia, su


comunidad, escuela y el mundo. En este sentido los niños y niñas desde temprana
edad reciben influencia de sus padres, hermanos, amigos y compañeros, además de
todos los adultos con los que entra en contacto dentro de la escuela, y los grupos que
forman dentro de su entorno. Por siguiente, el niño y la niña que crecen en el seno
familiar desarrollan relaciones con la sociedad, o las cuales le permiten adquirir
conductas importantes para el desarrolla de la personalidad, esto contribuirá a las
interrelaciones con otras personas para poder vivir en comunidad, siendo los padres y
docentes los que asumen la labor de orientar y criar a sus hijos por ello son las más
importantes en la vida del niño o niña.

En mismo orden de ideas las primeras experiencias son cruciales para definir el
desarrollo de la conducta del niño y la niña debido a la importancia de estas en la
formación de la personalidad. En tal sentido, la función social de la educación es un
factor clave, ya que la escuela es el ambiente donde los niños y niñas descargan las
fantasías e influencias, tanto positivas como negativas que va adquiriendo del entorno
familiar y la sociedad en la cual se desenvuelve.

De este modo, la familia es el lugar donde los niños pueden encontrar el amor, la
comprensión y el apoyo. Según Satir (citado por Hernández 2009) expresa que la
escuela es la forma más duradera de la convivencia humana, es el soporte de la
sociedad y el país. Es una comunidad vital y esencial donde se protege y se apoya al
individuo, transmitiendo el sentido social, siendo en un seno donde se logra

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armonizar los derechos de cada una de las personas con las demás exigencias de la
vida ella modifica y amolda el comportamiento de sus miembros a la realidad
circundante. En este sentido la escuela como para parte integrante de la red social más
amplia, como lo es la sociedad exportadora de unos sistemas de idea, creencia,
valores, actitudes y pautas de conductas presentados especialmente por los docentes
los cuales van conformando un modelo de vida para sus hijos enseñando normas y
costumbres que logran mantenerse en el tiempo a través de los años. Por siguiente, es
un factor fundamental en el proceso de socialización del niño y la niña desde su
temprana edad, pues ese amor y odio que se pueden generar se manifiestan y
consolidad en los primeros años de vida de un ser humano, lo que va a permitir un
crecimiento y desarrollo favorable en los niños.

Es por ello que la familia y la escuela es uno de los elementos más relevante
dentro del factor sociocultural del niño y la niña y en su modelo de actitud, disciplina,
conducta y comportamiento. Del mismo modo los padres son los agentes principales
y más influyentes, aun cuando no sean los únicos presentes en la socialización, siendo
así, uno de los factores que más intervienen en la emisión de la conducta agresiva por
otra parte, la influencia de los padres y docentes es imprescindible ya que, el niño y la
niña aprenden a saber quién es a partir de su relación con estos y con las personas que
los quieren, pues nadie puede descubrirse así mismo si no hay un contexto de amor y
valoración. De igual manera los docentes proporcionan el mejor clima afectivo y de
protección con el cual el niño y la niña aprenden generosos en el colegio ya que el
docente debe blindarle protección, seguridad, aceptación, estima y afecto.

Indriago (2009) señala que la familia es un sistema que posee patrones de


interacción definido y cuyos partes y miembros están involucrados circularmente
siendo agentes activos en la estructura familiar, y educativa es por eso que un
ambiente sencillo debe proporcionar seguridad al niño, condición primordial en el
desarrollo afectivo infantil, siendo pilares fundamentales: aceptación, amor,
educación y estabilidad.

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Cabe destacar, según lo expresado que los patrones de crianza en la familia son
fundamentales para quienes la integran, especialmente para el niño y la niña quienes
requieren una precisa asistencia y protección en su crecimiento y desarrollo integral,
incluyendo la orientación en las experiencias socioeducativas propias de su edad,
donde la influencia social y cultural en ellos es indudable, pues el niño y la niña en
sus primeros años de vida asimilan todo lo que les rodea y en la mayoría de los casos
influyen en su futura vida como adultos. En efecto, la educación es un elemento que
moldea la conducta agresiva en la infancia siendo responsable por el tipo de
disciplina a la que se le somete.

Así mismo, Tiffin (2009) destaca que la conducta es la manifestación externa de la


personalidad, son los actos gestos, reacciones y toda clase de reacción corporal que
pueden ser claramente apreciados por un observador y que traducen en el mundo
psíquico del individuo. Es importante estar alerta de esta situación ya que el
desarrollo de la personalidad del niño (a) ya que pueden estar perturbados por tal
motivo, se debe tomar en cuenta el ambiente familiar y escolar, en relación a un
contorno de conducta que puede suceder de forma pasajera en el curso de desarrollo
del niño (a) para evitar futuras desviaciones de la personalidad desde temprana edad.

De igual modo la conducta también se considera como un comportamiento y


cuando este presenta trastornos pueden incluir irresponsabilidades, groserías,
violación de reglas y agresión hacia los demás.

Según Martin (2009) afirma que la conducta agresiva causa daños físicos a los
demás y pueden incluir en comportamiento intimidante, amedrentamiento, agresiones
físicas, crueldad con los demás o con los animales, uso de armas, violación o abuso
excesivo y deshonesto.

Considerando lo antes planteado, la agresividad como conducta, corresponde a una


característica aprendida desde pequeño en el hogar ya que las relaciones que se dan y

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los comportamientos presentados por los padres, ejercen una influencia sobre sus
hijos a través de su ejemplo en ocasiones de manera directa y en otras de forma
indirecta, lo cual forma parte de su conducta habitual.

En relación a lo expuesto, la agresividad es una manifestación externa de


hostilidad, odio o violencia que este dirigido contra sí mismo, contra los demás, ya
que, según Bandura (2009) la agresión de aprender por el proceso de aprendizaje
social, pues el niño (a) aprende los comportamientos agresivos por imitación de
modelos mediante de un aprendizaje vicario, identificándose con las figuras paternas
o por un exceso de castigo físico.

Al respecto, Dorado (2011) plantea que la agresividad se presenta generalmente de


forma directa ya sea en forma de acto violento (patadas, empujones), como insultos y
groserías sin embargo, también se puede encontrar agresividad indirecta, según la
cual el niño o niña arremeten contra los objetos de las personas, que ah sido el origen
del conflicto o agresividad contenida donde el niño realiza gestos, grita o produce
expresiones faciales de frustración. Por lo tanto, podría decirse que las
manifestaciones de agresividad (morder, golpear), o hacerse daño así mismo son
normales en niños (a), pero que van adquiriendo significados mas grandes cuando se
asocian a expresiones de crueldad, los cuales probablemente pueden presentar y
causar problemas internos.

Cabe considerar que independientemente de la conducta agresiva que manifiesta


un niño (a) el estimulo resulta nocivo y frente a esto la victima que quejara, escapara,
evitara, o se defenderá.

En lo que respecta a este planteamiento, la agresividad de niños y niñas


manifestando mas allá de los limites considerados conforme a sus pertenecías en la
conducta habitual es una situación que se erradica hacia el ambiente familiar y escolar
del menor ocasionando sufrimiento a las personas de su entorno. En este sentido, en

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la niñez la conducta se manifiesta mediante el aprendizaje imitativo espontaneo
debido a estímulos principalmente de sus padres en los primeros años, por tal razón,
la escuela es el lugar que puede brindar apoyo a los padres ante la serie de conductas
agresivas que presentan sus hijos trasladándose pautas positivas de comportamiento.
Dentro de este orden de ideas, sobre el papel de la escuela en la formación de los
niños (a), Pozo (2011) dice que la función socializadora de la escuela se manifiesta en
las interrelaciones cotidianas, en las actividades de los niños expresan una gran
cantidad de experiencias vividas en el hogar. De acuerdo a esta definición, en el
momento en que el niño y la niña se integran al preescolar ya traen experiencias
previas aprendidas en el hogar, siendo el modelo familiar el que presenta en su
interacción y comportamiento y es allí donde la escuela como lugar propicio de
conocimiento y experiencia puede proporcionar apoyo a los docentes y facilitar las
estrategias necesarias para prevenir conductas agresivas en el niño (a) en edad
preescolar.

Siguiendo la misma línea, Santiago (2011) destaca en su investigación que para el


manejo de conductas agresivas en los niños y niñas de preescolar, es importante hacer
un seguimiento de la vida emocional y afectiva de la niña y el niño durante los
primeros años de vida, especialmente por la influencia de estos en el posterior
desarrollo de la personalidad del individuo. Agrega además, que el docente de
educación preescolar debe indagar en aspectos tan relevantes como son las conductas
agresivas presentes en el niño (a) las cuales están influidas por el contexto social en
que se desenvuelven por que permitirá abordar mas en dichos aspectos, ampliando y
mejorando la calidad de su acción pedagógica.

Ante lo expuesto, los padres y el docente de las escuelas deben entablar buenas
relaciones, porque ello sirve de apoyo para la progresiva formación de los hijos, pues
tiene en sus manos la responsabilidad de guiar y orientar a los niños y niñas desde los
primeros años de su vida brindando estrategias afectivas de acciones preventivas de
conductas agresivas. En efecto, en el ámbito familiar el niño y la niña aprenden las

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formas de comunicarse, relacionarse, trasmitir y depositar afecto, del mismo modo,
pues experimentar sentimientos y hasta frustraciones, en este sentido, aprenden
normas básicas de convivencia para negociar el valor de la cooperación en el entorno
familiar y escolar.

De igual forma, Pascual (2011) expresa que en las aulas de preescolar se observan
comportamientos agresivos niños (as) pequeños, entre los cuales se pueden
mencionar que causan daños físicos a sus compañeros, así mismo, el aumento de la
intolerancia, la violencia, la agresión en relación con el semejante que caracteriza
estos tiempos tiene indiscutible consecuencias en las conductas de los niños y niñas,
por ello, cada vez es mayor la responsabilidad y más importante el rol de los
educadores ante estas situaciones. Ante esto habría que agregar además que los
padres se muestran preocupados por las conductas agresivas que muestran los niños
desde temprana edad tanto en el hogar como en el medio escolar.

Este planteamiento se relaciona con la situación que se presenta a diario en el


complejo educativo ¨Monseñor Luis Eduardo Henrique¨ ubicado en la urbanización
Yuma del municipio San Diego. Muchas instituciones durante la jornada diaria
escolar se percibe cierta conducta inadecuada, entre ellos se pueden mencionar:
golpes, mordiscos, patadas, pellizcos, empujones, groserías, destrozan los juguetes,
lanzan objetos sin medir las consecuencias y otras, al trabajar en el grupo por lo que
se detecto que con frecuencia presentan desordenes colectivos en del preescolar,
generando interrupciones en la actividad del docente educativa y esto ah sido motivo
de preocupación por partes de los educadores al verse en situaciones de conflicto
generadas por conductas agresivas presentadas por los niños y niñas que a su vez
ocasionan desajustes en la formación de la personalidad.

Por tal motivo, se evidencia que los padres y docentes representantes carecen de
estrategias para prevenir en sus hijos (as) el comportamiento inadecuado.

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Por consiguiente, cuando el niño emite conductas agresivas propiciando una
situación hostil y desagradable, estas deben ser manejadas de tal manera que el niño
(a) aprenda que una conducta agresiva de cualquier tipo puede dañar a otros, por lo
tanto se hace necesario propones a los decentes estrategias pedagógicas que le ayuden
a revertir las conductas agresivas en los niños y niñas en acciones provechosas que
impliquen aprendizajes significativos, logrando que el niño y la niña se conviertan en
un ser sociable con conductas adecuadas.

En lo que respecta, el núcleo familiar es el primer ambiente social que el niño y la


niña conoce e interactúa, siendo los padres su mejor guía y posteriormente la escuela
viene a proporcionar estímulos creándole un entorno el cual es enriquecido mediante
el contacto de los individuos, jóvenes y adultos, quienes les servirán referencia vital
para ir estructurando conductas y nuevos conocimientos. En tal sentido, los estilos y
crianza de las familiar representan un eslabón necesario para la formación pedagógica
de los niños y niñas, ya que ayuda a los docentes a facilitar el aprendizaje de cada uno
de ellos.

El reconocido psicólogo y creador de la teoría del auto eficacia y la teoría del


aprendizaje social y su evolución al socio cognitivismo Albert Bandura desarrollo el
modelo de aprendizaje social donde plantea que la agresividad es producto de dos
procesos constituyentes de todo aprendizaje vicario: la adquisición de conductas
nuevas que se realiza a través de la observación de modelos significativos, a través de
un proceso de modelado y la manutención de las conductas agresivas se basa en
procesos de condicionamiento operantes.

Cabe destacar que, la agresividad siempre ha sido un tema de actualidad,


especialmente la agresividad en los niños (as), que se destacan por su hostilidad y
suelen poseer un historial de conductas agresivas que se remota a edades tan
tempranas como las del periodo preescolar.

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De allí, la presente investigación motiva a los padres y docentes representantes a
aplicar estrategias para prevenir conductas agresivas en sus hijos, y a su vez
promueve la participación escolar en atención a los problemas que le pueden estar
causando a los niños y niñas con comportamientos agresivos.

De igual forma, por medio de la aplicación de estas estrategias son beneficiados:


los niños (as) al establecer límites claros, sistemáticos y coherentes para poder crecer
sanamente y relacionarse con sus semejantes de forma adecuada, en el sentido de
mejor su comportamiento individual y grupal dentro de la escuela. Así mismo, los
docentes al estar dispuestos al cumplir con su compromiso de orientar y facilitar a los
padres y representantes estrategias para prevenir la agresividad en los niños y niñas
de edad preescolar.

De esta manera, el impacto que dará esta investigación será educativo por cuanto
contribuirá en lograr cambios actitudinales que les permitirán a los docentes y a los
niños y niñas del nivel preescolar la prevención de conductas agresivas para lograr el
desarrollo integral del niño.

Además es importante que los docentes apoyen a los padres y representantes a


poner en práctica la enseñanza a través de actividades de integración que permitan
disminuir el comportamiento agresivo de los niños y niñas de educación inicial.

Promover el uso de la guía de estrategias pedagógicas dirigida a los docentes para


orientar conductas agresivas de los niños y niñas del nivel inicial del Complejo
Educativo Monseñor Luis Eduardo Henríquez, ubicado en el Municipio San Diego..
Los docentes, padres y representantes deben plantear las distintas necesidades de la
institución y de la comunidad en general, a las diversas organizaciones como sociales
que allí se genera.

Los docentes deben proponer y desarrollar actividades comunitarias para


aprovechar la disposición de los padres, representantes y comunidad en general para

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el fortalecimiento de la familia como núcleo principal en la educación y la formación
de los niños y niñas. Y por último, realizar otros proyectos educativos integral
comunitarios referentes al tema de estudio, con el propósito de ampliar y mejorar la
problemática estudiada.

1.2 Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Diseñar estrategias que le faciliten a los docentes, padres y representantes el


prevenir conductas agresivas en el niño y la niña en edad preescolar del Complejo
Educativo Monseñor Luis Eduardo Henríquez, ubicado en el Municipio San Diego.

Objetivos Específicos

Identificar las conductas agresivas presentadas por los niños y niñas en edad
Preescolar del Complejo Educativo Monseñor Luis Eduardo Henríquez, a los
fines de establecer plan de prevención respectivo.

Describir las conductas agresivas presentadas con mayor frecuencia en los


niños y niñas en edad Preescolar del Complejo Educativo Monseñor Luis
Eduardo Henríquez.

Diseñar una propuesta dirigida a minimizar las conductas agresivas que


presentan los niños y niñas en edad Preescolar del Complejo Educativo
Monseñor Luis Eduardo Henríquez.

1.3 Justificación de la Investigación

La agresividad en el aula no solamente incide en el modelo educativo, sino en el


clima y la armonía satisfactoria para llevar a cabo el proceso enseñanza aprendizaje
de forma segura e integral. Es por esto que la investigación está dirigida a reconocer

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las conductas agresivas de los niños y niñas en el aula escolar, considerándose
diferentes puntos de vista:

Tomando en consideración la relevancia teórica, el estudio busca a través de teorías


y constructos, integrar un marco de estrategias destinadas a garantizar la pertinencia
en el acceso a una organización educativa de calidad, para alcanzar niveles de
excelencia que exigen una acción docente eficaz, que se adapte a un medio
cambiante, funcional y a los retos pedagógicos de hoy. Además, el estudio es
relevante, ya que proporciona un apoyo a futuras investigaciones que se relacionan
con las conductas agresivas, tanto desde el punto de vista conceptual, como en el área
de intervención pedagógica y conductual.

En relación al aspecto práctico, este estudio permite realzar valores y disciplina,


contribuyendo de esta manera, a resolver los problemas presentes en las acciones de
la práctica educativa, desarrollados en la institución estudiada, permitiendo efectuar
los correctivos necesarios que promuevan el desarrollo integral, generando un
dinamismo dentro de la organización, con los actores que intervienen en el proceso de
enseñanza – aprendizaje

La investigación se justifica a partir de considerar que las conductas agresivas en


su mayoría están influenciadas por la familia. Dentro de los teóricos más relevante
dentro de las corrientes de la psicología se encuentra Albert Bandura (1996) donde
señala que durante los primeros años de vida del niño, la familia constituye su grupo
básico de referencia en este periodo el niño sostiene interacción solo con los
miembros del grupo familiar principalmente con sus padres. Por lo expuesto, vigilar y
cuidar tanto u comportamiento como el de los otros miembros que integran el grupo
familiar ya que muchas veces los padres son quienes incrementan el riesgo a
desarrollar esas conductas y que además poseen poco conocimientos sobre estrategias
que pueden utilizar con sus hijos(as) para prevenir este tipo de comportamiento.

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En consecuencia, a través de esta guía de estrategias ayudaran a prevenir conductas
agresivas en los niños y niñas de Educación Inicial, mejorando el comportamiento de
los niños dentro del aula, así como también mantener la disciplina ya que esto influye
en las situaciones agresivas que presentan los niños y niñas desde temprana edad.

El contexto en el que hoy se desarrollan los niños y niñas, presenta frecuentemente


situaciones de violencia, la agresión en sus distintas formas de manifestarse se va
filtrando directa o indirectamente en las aulas de preescolar.

Por lo expuesto, esta guía de estrategias aborda la agresividad en niños y niñas


desde el punto de vista de su inserción en el núcleo familiar que pudiera estar
influyendo sobre su conducta al copiar patrones de comportamiento de violencia en el
medio en el cual se desenvuelven y trasladarlos a su grupo en el preescolar.

Al respecto. Pineda citado por Navas expresa que La agresividad es una de las
conductas más frecuentes en el ambiente escolar, es por ello que considera importante
la necesidad de orientar al docente para atender a niños(as) con conducta agresiva
dentro del aula.

Ante lo expuesto, el comportamiento agresivo, se considera una de las


perturbaciones conductuales de la infancia que más preocupa a padres y educadores,
ya que en la etapa de preescolar se presencian niños(as) incapaces de tolerar las
demoras en la satisfacción de sus demandas, y superar conflictos, asimismo,
reaccionan contra toda fuente de frustración, restricción o irritación, tendiendo a
deshacerse de ella como sea. De este modo, la agresividad es una conducta adquirida,
como lo dice la teoría de aprendizaje social, un niño (a) puede volverse agresivo por
el solo hecho de tener modelos agresivos.

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CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes de la Investigación

En cuanto a los antecedentes, se consideraron investigaciones previas relacionadas


a la variable de estudio: conductas agresivas, que serán de gran relevancia para el
desarrollo de esta investigación.

Bravo, E. (2007), en su trabajo Especial de Grado titulado: Efectos de un


Programa de Modificación Conductual para el manejo de Conductas Agresivas
en niños de Educación Inicial”, desarrollado para optar al título de Magister en
Ciencias, mención Orientación de la Conducta en la Universidad Nacional Abierta,
tuvo como propósito llevar a cabo un estudio dirigido a determinar los orígenes del
comportamiento agresivo que conlleva a que el niño en periodo de educación inicial,
tenga complicaciones y dificultades sociales que le impiden una correcta integración
en los diferentes ambientes de las instituciones educativas denominadas preescolar.

El trabajo se efectuó teóricamente fundamentado en las estrategias de programas


de modificación conductual para el manejo de conductas agresivas en niños de
Educación Inicial, en el “Centro del Niño y la Familia”, comunidad la Cañada,
Municipio Miranda del Estado Falcón. Metodológicamente se consideraron los
criterios de una investigación descriptiva considerando un diseño transeccional
descriptivo, la muestra utilizada fue de seis (6) niños considerados como los de mayor
conducta agresiva en la institución. Se utilizo como técnica la encuesta y la
observación y como instrumento un cuestionario y una hoja de registro.

Los resultados permitieron concluir que las conductas agresivas físicas más

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frecuentes son: patear, golpear, empujar, arañar, destruir objetos ajenos, agresión con
objetos, pellizcarse, tirarse al suelo y las entre las verbales más frecuentes son:
insultos, amenazas, frases hostiles, rechazo, gritos y burlas. Esta investigación sirvió
de referencia teórica, por la similitud de la variable y de los objetivos a desarrollar,
basados en identificar las conductas agresivas más frecuentes.

Maldonado (2007) realizó una investigación titulada “Efectos de un programa


de modificación de conducta sobre la agresividad en los niños del tercer nivel de
Preescolar”, el cual consistió en determinar los efectos de un programa de
modificación de conducta sobre la agresividad en los nuños. La realización de este
estudio permitió a través de las teorías que se manejen bajo una conducción
conductista, diseñar y aplicar un programa para disminuir dichos comportamientos y
los efectos y así poder aumentar el rendimiento académico de los niños y niñas del
tercer nivel de preescolar.

Para concluir, se elaboraron recomendaciones para los profesionales de la


orientación Preescolar; además de quedar para un próximo estudio el abordaje de
contextos en la cual interactúa el adolescente profundizando el fenómeno psicosocial.
La investigación aún cuando es cualitativa, sirvió de fundamento teórico, permitiendo
profundizar los conceptos desarrollados y que surgen como consecuencia del estudio.

Fajardo (2007), realizó una investigación titulada “Conducta agresiva en niños:


evaluación de los efectos de un tratamiento cognitivo-conductual”, la cual tuvo
como objetivo el someter a prueba los efectos de la terapia cognitivo-conductual
combinada con la educación de los padres de niños mexicanos diagnosticados con
agresividad. 541 padres contestaron previamente el Child Behavior Check List
(CBCL6/18, Achenbach & Rescorla, 2001). Se seleccionaron a 42 niños que
obtuvieron un puntaje por encima del rango normal de conducta agresiva. Finalmente
9 padres y 11 niños participaron en la intervención. Los niños se entrenaron en
solución de problemas y los padres en habilidades parentales. Después de la

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intervención, se hizo una segunda evaluación. Se presentan los resultados de las
comparaciones pre y pos-test y la significancia clínica. La sintomatología disminuyó
y el puntaje de los niños en el CBCL se ubicó dentro de los rangos normales.

Esta investigación permitió conocer la incidencia de conductas agresivas en niños


y compararlos con los resultados de la presente investigación. Además los referentes
conceptuales sirvieron de referencia para desarrollar el marco teórico.

Garaigordobil (2004), realizó una investigación denominada “Intervención


psicológica en la conducta agresiva y antisocial con niños”, la cual tuvo como
objetivo diseñar un programa de juego cooperativo y evaluar sus efectos en la
conducta social. Se utilizó un diseño pre-test-intervención-post-test con grupo de
control. La muestra incluyó 86 sujetos de 10 a 11 años, 54 experimentales, asignados
aleatoriamente y 32 de control. Antes y después del programa se aplicaron 2
instrumentos de evaluación 21 para medir conductas sociales denominados Escala de
comportamiento asertivo para niños, la cual tiene 27 ítems cada uno con 5 respuestas
que varían a lo largo de un continuo de respuestas pasivas-asertivas-agresivas, de las
cuales el niño elige la que representa su habitual forma de responder a esa situación.

El programa consistió en una sesión de intervención semanal de dos horas de


duración durante un curso escolar. Las actividades del programa estimulan la
comunicación y la conducta prosocial. Los resultados de los análisis de varianza
sugieren un impacto positivo de la intervención, ya que los experimentales
incrementaron significativamente sus conductas asertivas, disminuyendo las
agresivas, antisociales y delictivas. El programa ejerció un efecto superior sobre los
sujetos que tenían pocas conductas asertivas y muchas pasivas, agresivas, antisociales
y delictivas. El género no influyó en los resultados de la intervención.

La investigación realizada valida el programa diseñado y aporta un instrumento


de intervención psicológica para fomentar la socialización infantil en estos grupos de

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edad, donde se observa una gran ausencia de programas de este tipo. Como
limitaciones del estudio cabe destacar el hecho de haber evaluado los efectos del
programa mediante autoinformes con los sesgos que implican.

Rubio, Poblete, Tapia, Grandfelt y Álvarez (2000), realizaron una investigación


titulada “Conducta prosocial y antisocial en escolares según sexo”. La misma tuvo
como propósito obtener información y posibles diferencias en las conductas de
prosocialidad y antisocialidad (manifestada de forma agresiva) en niñas y niños de
tercer año de enseñanza básica en dos colegios de Concepción. Como hipótesis se
planteó que la conducta prosocial se observa más en niñas y la conducta antisocial
(agresiva) es más observable en niños.

El trabajo enfoca tales conductas desde la normalidad del niño, o las conductas
propias del estadio de desarrollo en que ellos se ubican, visto desde perspectivas
como las de Freud, Kolhberg, Erikson y otros autores. También se incluye en el
marco teórico los agentes socializadores vistos como variables influyentes en el
posible comportamiento de socialización de los niños (por ejemplo, mediante el
aprendizaje social que plantea Bandura, aprenden ambos tipos de conducta). También
se revisan a grandes rasgos algunas publicaciones acerca de las consecuencias de
estas conductas prosociales o antisociales en el medio.

Este estudio se llevó a cabo con una muestra de niños y niñas, que cursan tercero
de enseñanza básica, en edades comprendidas entre 8 a 9 años de edad. La muestra
fue obtenida de los colegios chilenos, "Del Sagrado Corazón" del curso 3° B de
enseñanza básica con una cantidad de 37 alumnos, donde había 14 hombres y 26
mujeres y del "Kingston College de Concepción" del curso 3°A de enseñanza básica,
con una cantidad de 31 alumnos, donde había 18 hombres y 13 mujeres. Se
observaron estos cursos en clases durante 20 minutos y también durante los recreos,
con una duración de 15 a 20 minutos en dos oportunidades en cada colegio

20
Los cursos fueron seleccionados al azar y tanto en el recreo como en la sala de
clase se observó la conducta de todos los niños en especial aquellos que manifiestan
conducta prosocial y antisocial, según la pauta de observación, que consta de 10
reactivos de conducta prosocial y 10 reactivos de conducta antisocial, sometidos
previamente a un análisis de validación de 6 jueces, que determinaron que estos
reactivos correspondían realmente a las variables que se pretendían medir dando
confiabilidad a estos reactivos.

El tipo observación utilizado fue la observación de campo, donde se intenta no


manipular las variables ambientales, pero el hecho de que los observadores se
encuentren presentes, es un factor que podría influir en el comportamiento de los
niños (puede que falseen su comportamiento). En esta investigación se utilizó una
entrevista semi estructurada, la cual da la posibilidad de orientar la entrevista hacia
ciertos puntos de interés, pero a la vez permite profundizar cuando se requiere más
información.

La entrevista semi estructurada actúa complementando la pauta de observación


previamente señalada y en la cual se le pide al profesor jefe de cada curso su opinión
y observación de las conductas de este estudio, que han presenciado en la sala de
clases y también fuera de esta (recreo, pasillo). Cabe señalar que antes de contestar la
entrevista, se le explicó a cada profesor lo que se entendía por conductas prosociales
y antisociales.

Los resultados, a pesar de la hipótesis plantada indicaron que las diferencias


conductuales entre niños y niñas no son en realidad significativas, ya que, el análisis
estadístico arroja resultados bastante bajos que llevaron a aceptar la hipótesis nula.

De lo anterior, se concluyó que la probabilidad de que se manifiesten conductas


prosociales o antisociales tanto en niños como en niñas fueron parecidas, a diferencia
de lo que se creyó al principio. Además, se encontró que los niños no son
específicamente más antisociales que las niñas y que estas a su vez no resultan más

21
prosociales que los niños. Como un punto importante se encontró que
específicamente, los niños resultaron mas prosociales y con mayor cantidad de
conductas agresivas, lo que se pensó que se debe a que, a grandes rasgos, ellos se
manifiestan más activos que las niñas, quienes resultan más pasivas; esto se concluye,
previa explicación de las razones que limitaron el estudio como la vigilancia en los
recreos o el tipo de juego acostumbrado, contacto, golpes etc. También se consideró
que el tiempo para observar durante los recreos es una limitante y que estaban
verdaderamente fuera de control por parte de los investigadores.

La investigación sirvió de aporte, ya que se estudió la misma variable conducta


antisocial como sinónimo de agresividad, cuyos enfoques teóricos, así como los
resultados encontrados sirvieron de referencia para desarrollar la discusión y ser
contrastados.

2.2 Bases Teóricas

Desarrollo del Niño en Edad Preescolar

El niño tiene necesidad de explorar, conocer y actuar sobre el mundo que lo rodea
y es a partir de allí que construye y avanza en sus conocimientos. El niño necesita
tomar decisiones, planear y llevar a cabo acciones para así ubicar, dominar y
controlar el ambiente que lo rodea. Este desarrollo socioemocional es importante no
sólo en sí mismo, sino también para la evolución cognoscitiva. Se debe señalar que la
mentalidad de los niños pequeños difiere cualitativa y fundamentalmente de la de los
adultos, y que en la enseñanza de la primera infancia se deben tomar en cuenta estas
diferencias.

En este sentido, Quiroz (2007) señala que “es una formación donde el educando
puede desenvolverse en un ambiente de abierta camarería y de sana alegría, actuando
como un verdadero relajamiento para el niño y viene a romper ese tono de tensión y
seriedad que pudiesen darse en otras disciplinas”. (p.47).

22
En los primeros años de su desarrollo en el preescolar, aprende las habilidades
sociales necesarias para jugar y trabajar con otros niños. A medida que crece, su
capacidad de cooperar con una cantidad mayor de compañeros aumenta. Aunque los
niños de cuatro a cinco años pueden ser capaces de participar en juegos que tienen
reglas, éstas probablemente cambien con frecuencia a voluntad del niño dominante.

Es normal que los niños en edad preescolar pongan a prueba sus límites físicos,
comportamentales y emocionales. Es importante tener un ambiente seguro y
estructurado dentro del cual explorar y enfrentar nuevos retos. Sin embargo, los niños
en edad preescolar necesitan límites bien definidos.

El niño debe demostrar iniciativa, curiosidad, deseo de explorar y gozo sin sentirse
culpable ni inhibido. Las primeras manifestaciones de moralidad se desarrollan a
medida que los niños quieren complacer a sus padres y a otras personas de
importancia. Esto se conoce comúnmente como la etapa del "niño bueno".

Conductas Agresivas

Morales (1999), define la agresión como “un ataque no provocado o acto


belicoso”, asociado a una conducta hostil o destructiva, siendo “cualquier secuencia
de conducta, cuya respuesta de meta es el daño a la persona a la que se dirige”.
Feldman (2006, p. 557) refiere que “es la lesión o daño deliberado que se ocasiona a
otra persona”.

Serrano (2000) puntualiza que las conductas agresivas son un modo de actuar de
una persona que reflejan su incomodidad, su insatisfacción, y muchos otros
sentimientos que en su mayoría son mal canalizados o mal aprendidos, ya que las
reacciones ante lo que no les gusta, la mayoría de las ocasiones son
desproporcionadas con respecto al problema original, esta desproporción es como ver
las cosas en una magnitud demasiado alta como para solucionarlos y la respuesta
automática se traduce en un insulto, desprecio, crítica, golpe, amenaza y otras tantas

23
conductas que se catalogan como violencia física, psicológica, sexual, etc.; todas ellas
son conductas que buscan el castigo de la otra u otras personas.

Para Cerezo (2006), el comportamiento agresivo aparece como resultado de una


elaboración afectivo-cognitiva de la situación, donde están en juego procesos
intencionales de atribución de significados y de anticipación de consecuencias, capaz
de activar conductas y sentimientos de ira. Además, se trata de un tipo de actuación
que, una vez activada, alimenta y sostiene la conducta incluso más allá del control
voluntario. Desde esa perspectiva, la conducta agresiva implica consecuencias
psicológicas, las cuales se refieren a la variedad de comportamientos que pueden
aparecer, pueden ser alterados o como refiere el autor "excesos conductuales" y
también los retrasos o "déficit" en ciertos repertorios que se esperarían en los niños en
función de sus edades. Estas consecuencias pueden manifestarse a corto, mediano o
largo plazo, es decir, en la infancia, adolescencia o edad adulta, generalmente se
caracteriza por gritos, molestar a otros integrantes del grupo o de la familia, pleitos,
exceso de cólera, dejar de hablarle al otro, actos de desobediencia ante la autoridad y
las normas sociales o daños a bienes materiales.

Esta conducta agresiva, según lo expresa Cerezo (2006), es una forma de conducta
agresiva intencionada y perjudicial, cuyos protagonistas son jóvenes escolares, siendo
un episodio persistente, en donde la mayoría de los agresores o bulliess actúan
movidos por un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar a otro compañero
al que consideran su víctima habitual.

Así mismo, Cerezo (2006), señala que la conducta bullying, violencia mantenida,
guiada por un escolar o por un grupo, dirigida contra otro escolar que no es capaz de
defenderse a sí mismo, igualmente, es una forma de maltrato, normalmente
intencionado y perjudicial, de un estudiante hacia otro compañero, generalmente más
débil, al que convierte en su víctima habitual. En ese sentido, estas características se
presentan frecuentemente, tienen una intensidad cada vez mayor y la duración del
malestar va también en crecimiento, es por esto, que en muchas ocasiones, niños,

24
parejas o amigos empiezan a parecer personas desconocidas, ya que al principio eran
muy diferentes y al paso del tiempo se van agudizando los síntomas de la conducta
agresiva.

De acuerdo con Ballesteros (2003), las teorías que se han formulado para explicar
las conductas agresivas, pueden clasificarse en activas y reactivas, las cuales a
continuación se describen:

Teorías de las Conductas Agresiva

a) Teorías activas: Son aquellas que ponen el origen de la agresión en los impulsos
internos, lo cual vendría a significar que la agresividad es innata, por cuanto viene
con el individuo en el momento del nacimiento y es consustancial con la especie
humana. Estas teorías son las llamadas teorías biológicas. Pertenecen a este grupo las
teorías Psicoanalíticas (Freud) y las Etológicas (Lorenz, Store, Tinbergen, Hinde)
principalmente. De ese modo, la teoría psicoanalítica postula que la agresión se
produce como un resultado del "instinto", y en ese sentido la agresividad es una
manera de dirigir el instinto hacia afuera, hacia los demás, en lugar de dirigirlo hacia
uno mismo. La expresión de la agresión se llama catarsis, y la disminución a la
tendencia a agredir, como consecuencia de la expresión de la agresión, efecto
catártico.

Por su parte, lo etólogos han utilizado sus observaciones y conocimientos sobre la


conducta animal y han intentado generalizar sus conclusiones al hombre. Con el
conocimiento de que, en los animales, la agresividad es un instinto indispensable para
la supervivencia, apoyan la idea de que la agresividad en el hombre es innata y puede
darse sin que exista provocación previa, ya que la energía se acumula y suele
descargarse de forma regular.

b) Teorías reactivas: Son teorías que ponen el origen de la agresión en el medio


ambiente que rodea al individuo y conciben a la agresión como una reacción de

25
emergencia frente a los sucesos ambientales. A su vez, las teorías reactivas se pueden
clasificar en teorías del Impulso y teoría del Aprendizaje Social. En ese sentido, las
teorías del impulso comenzaron con la hipótesis de la frustración-agresión de Dollar y
Millar (1939) y posteriormente han sido desarrolladas por Berkoviitz (1962 y
Feshbach 1970, citados por Ballesteros, 2003). Según esta hipótesis, la agresión es
una respuesta muy probable a una situación frustrante, es la respuesta natural
predominante a la frustración.

La teoría de Aprendizaje social u observacional (Aprender imitando), desarrollada


por el psicólogo Bandura y colaboradores (1986, citado por Feldman, 2006), destaca
que una parte importante del aprendizaje humano consta de aprendizaje
observacional, al que definen como una forma de aprendizaje que se da al observar el
comportamiento de otra persona, llamada modelo.

Según señala Feldman (2006), de acuerdo con Bandura, el aprendizaje


observacional se da en cuatro etapas: (1) prestar atención y percibir las características
básicas del comportamiento de otra persona, (2) recordar el comportamiento, (3)
reproducir la acción, y (4) sentirse motivado a aprender y realizar la conducta en el
futuro. Así, en lugar de que el aprendizaje ocurra por ensayo y error, con refuerzos al
buen desempeño y castigos por los errores, muchas habilidades muy importantes se
aprenden mediante procesos de observación.

No todo comportamiento del cual se es testigo se aprende o se lleva a cabo. Un


factor crucial que determina si se imita después a un modelo es si se recompensa al
modelo por su comportamiento. Los modelos a los que se recompensa por conducirse
en una determinada forma tienen más probabilidades de ser imitados que los modelos
que reciben un castigo. El aprendizaje por observación es medular en diversos
aspectos importantes relacionados, en la medida en que las personas aprenden con
sólo observar el comportamiento de los demás.

26
Bandura según lo expresa Beck (2008), consideró la teoría del conductismo
radical, con énfasis sobre los métodos experimentales, la cual se focaliza sobre las
variables que pueden observarse, medirse y manipular y que rechaza todo aquello que
sea subjetivo, interno y no disponible. Surgió la idea que el ambiente causa el
comportamiento, pero adicionalmente se consideró que el comportamiento causa el
ambiente, esto lo definió con el nombre de determinismo reciproco. Para el autor, el
mundo y el comportamiento de una persona se acusan mutuamente; a partir de esto
empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres cosas: a) El
ambiente, b) el comportamiento y c) los procesos psicológicos de la persona.

Bandura estudia el aprendizaje a través de la observación y del autocontrol y


proporciona una importancia relevante al papel que juegan los medios audiovisuales y
observa cómo cuando aquellos tienen un carácter agresivo se aumenta la propensión a
la agresividad e incluso conducen a que las personalidades violentas puedan aparecer
como modelos de referencia, efectos que se acentúan en etapas de observación
cognitiva social tan intensas como la infancia y la juventud.

Elementos del Aprendizaje Observacional

En definitiva según Bandura (1986, citado por Beck, 2008), el comportamiento


depende del ambiente así como de los factores personales como: motivación,
atención, retención y producción motora.

Atención. Si se va a aprender algo, se necesita estar prestando atención. De la


misma manera, por ejemplo, si se está adormilado, drogado, enfermo, nervioso, se
aprenderá menos. Igualmente ocurre si se está distraído por un estímulo competitivo.
De esto dependen las propiedades del modelo. Si el modelo es colorido y dramático,
por ejemplo, se presta más atención, así como si el modelo es atractivo o prestigioso
o parece ser particularmente competente. Igualmente, si el modelo tiene similitud con
la persona, se atenderá más. Este tipo de variables encaminó a Bandura hacia el
examen de la televisión y sus efectos sobre los niños.

27
Retención. Según el autor, se debe ser capaz de retener (recordar) aquello a lo que
se le ha prestado atención, guardando lo que se ha observado. Una vez “archivados”,
se puede hacer resurgir la imagen o descripción de manera que pueda reproducirse
con el propio comportamiento.

Reproducción. Se refiere a traducir las imágenes o descripciones al


comportamiento actual. Por tanto, lo primero de lo que se debe ser capaz es de
reproducir el comportamiento.

Motivación. Se basaría en la motivación a imitar. Bandura, menciona un número


de motivos: El Refuerzo pasado, como el conductismo tradicional o clásico, refuerzos
prometidos (incentivos), refuerzo vicario, constituyendo la posibilidad de percibir y
recuperar el modelo como reforzador.

Además de esta teoría de aprendizaje social, se expone la teoría de


condicionamiento operante, vinculada con el aprendizaje de conductas de cualquier
tipo, no sólo de las agresivas, la cual tiene como base dos elementos el reforzamiento
y el castigo. Feldman (2006 pág.190), describe el reforzamiento como “el proceso por
el cual un estímulo aumenta la probabilidad de que se repita un comportamiento
anterior y enuncia como reforzador, a aquel estímulo que aumenta la probabilidad de
que ocurra de nuevo un comportamiento anterior”. Destaca el autor la importancia de
las preferencias individuales. Cabe destacar que existen dos tipos de reforzadores: los
positivos y los negativos.

Según el autor, un reforzador positivo es un estímulo agregado al entorno que


genera un aumento en la respuesta anterior, ejemplos, visitas, compra una
determinada golosina o lo elogia, siempre y cuando, lo que se utilice como reforzador
sea de agrado para el niño.

El reforzador negativo, se refiere a un estímulo desagradable cuya eliminación del


entorno genera un aumento en la probabilidad de que ocurra de nuevo una respuesta

28
anterior. Como sucede con los reforzamientos positivos, los negativos aumentan la
probabilidad de que se repitan comportamientos anteriores. Por ejemplo, un niño
puede practicar el instrumento musical cuatro para recibir elogios (reforzamiento
positivo) o por escapar un rato de hacer la tarea que le colocaron en el colegio
(reforzamiento negativo).

Contrario a esto, el castigo, representa al estímulo que disminuye la probabilidad


de que ocurre otra vez el comportamiento anterior, ya sea por la aplicación de un
estímulo desagradable o por la eliminación de algo placentero. Se pudiese
ejemplificar cuando no se le permite ver al niño los programas de televisión que le
gustan, de 2 a 4 p.m. porque el maestro comentó a sus padres que no había realizado
las actividades correspondientes en el salón de clases.

Morris y Maisto (2005), plantean la importancia de contrastar claramente la


diferencia entre castigo y reforzamiento negativo: El reforzamiento de cualquier tipo
fortalece (refuerza) la conducta; el reforzamiento negativo fortalece la conducta al
eliminar algo desagradable del ambiente, en contraste el castigo agrega algo
desagradable al ambiente, por lo que tiende a debilitar la conducta.

Al respecto, Feist y Feist (2007) resaltan que la conducta humana y animal se


puede controlar mejor con refuerzos positivos y negativos que con castigos. Cuando
se controlan estrictamente las contingencias de refuerzo, la conducta se puede
determinar y predecir de manera exacta, con el castigo, sin embargo tal precisión no
es posible.

Gershoff (2002, citado por Morris y Maisto, 2005) menciona las siguientes
condiciones en las cuales funciona el castigo:

Para que el castigo sea efectivo, debe ser impuesto de manera apropiada. Primero,
el castigo debe ser rápido. Los niños que se portan mal deben ser castigados
enseguida de modo que sepan que lo que han hecho está mal. El castigo también

29
deberá ser suficiente sin ser cruel, el castigo deberá ser seguro: los padres deberán
tratar de castigar al niño todas y cada una de las veces que se comportan mal. Y el
castigo deberá ser consistente: mantener un nivel constante de castigo. Estas
indicaciones para el uso del reforzamiento y el castigo en el hogar, son igualmente
válidas en el contexto educativo.

La aplicación apropiada del castigo puede cambiar la conducta con rapidez, lo que
es fundamental en muchas oportunidades. No obstante el castigo tiene desventajas
significativas (Gershoff, 2002; Skinner, 1953, citados por Morris y Maisto, 2006).
Primero, el castigo sólo suprime la conducta, no enseña la conducta más deseable. Si
se elimina el estimulo aversivo o la amenaza de castigo, es probable que vuelva a
presentarse la conducta negativa. Por ejemplo, a dos compañeros de clases, que se
pelean violentamente, se les niega el permiso de asistir a un paseo que estaba
programado, presentan elevadas posibilidades de que vuelvan a hacerlo, si no
aprenden otras maneras de resolver sus problemas.

En segundo lugar, el castigo a menudo genera emociones desagradables que


pueden obstaculizar el aprendizaje. Por ejemplo, si el alumno está aprendiendo a
multiplicar y el maestro o su progenitor lo regañan cada vez que falla en un resultado
de las tablas de multiplicar, es probable que se asuste o se confunda. Como
consecuencia, quizás presente más errores y los regañen más a menudo. Transcurrido
el tiempo, quizás se vean tan abrumados con el temor que no deseen estudiar dichas
tablas o efectuar multiplicaciones, en absoluto. En tercer lugar, el castigo puede
transmitir la impresión de que está justificado causar dolor a los demás, enseñando de
esa manera, una conducta agresiva indeseable, de manera inadvertida. (Gershoff,
2002 citados por Morris y Maisto, 2006). Por ejemplo, en estudios de laboratorio, los
monos que son castigados, tienden a atacar a otros monos, e igualmente ocurre con
las palomas.

Por último, el castigo por lo general, genera el enojo de las personas y


frecuentemente, la gente enojada se vuelva más agresiva y hostil. Si tiene que usarse

30
el castigo, para eliminar una conducta indeseable, debería descontinuarse cuando se
presenten conductas más deseables para reforzar negativamente esa conducta.
También debería utilizarse el reforzamiento positivo, (elogios y recompensas) para
reforzar la conducta deseada. Este planteamiento es más beneficioso que utilizar
únicamente el castigo, ya que enseña una conducta alternativa para reemplazar las
acciones que dieron lugar al castigo. Aunado a esto, el reforzamiento positivo hace
que, en general, el ambiente de aprendizaje sea menos amenazante. (Morris y Maisto,
2006, pag 156).

Asimismo puede utilizarse el time-out, o tiempo fuera, un método que combina los
aspectos más positivos del castigo y evita sus limitaciones. Consiste en que el niño
que se porta mal debe sentarse solo algunos momentos en un lugar tranquilo y sin
estimulación. Dicho aislamiento es un castigo porque interrumpe la actividad del niño
y lo separa de todo tipo de estimulación agradable, por un periodo breve, mientras el
progenitor o maestro se tranquilizan, posteriormente, cuando culmina, se puede
hablar con el infante y explicarle porque la conducta sancionada es negativa y qué
debería hacer a cambio.

Perfil de los Agresores

Cerezo (2006), señala que algunos perfiles de los agresores, en cuanto a la


percepción del clima social, viven las relaciones familiares en grado de conflicto
elevado. Además conclusiones de estudios llevados a cabos por el autor, reflejan
aspectos físicos como, el ser varón (en una proporción 3 a 1) y poseer una condición
física fuerte. Estos jóvenes establecen una dinámica relacional agresiva y
generalmente violenta con aquellos que consideran débiles y cobardes.

Manifestaciones de las Conductas Agresivas

Las manifestaciones de las conductas agresivas en el ámbito educacional tienen


características muy particulares, en ocasiones estos comportamientos son catalogadas

31
como disgregación y desorientación, síndromes amotivacionales, déficit de atención y
generalmente tienen como consecuencia bajo rendimiento académico, pugnas
emotivas y contradicciones vitales.

Según Cerezo (2006), el bullying o conducta agresiva, puede adoptar diversas


formas:

a) Maltrato físico, como las diversas formas de agresión y los ataques a la


propiedad.

b) Abusos sexuales, intimidaciones y vejaciones.

c) Maltrato social, especialmente manifiesto en la propagación de rumores


descalificadotes y humillantes que pretenden la exclusión y aislamiento del
grupo.

d) Maltrato indirecto: Cuando se induce a agredir a un tercero.

De ese modo, en el salón de clases, se presentan manifestaciones conductuales muy


específicas en los estudiantes los cuales pudieran ser parcialmente responsables de
problemas de conductas externas.

También Montiel (2002) plantea que las manifestaciones pueden ser de diversa
índole y reflejan cómo un niño enfrenta una situación, cómo se relaciona con otras
personas y como se comporta en sus relaciones sociales.

Manifestaciones Físicas

Montiel (2002), plantea que las manifestaciones físicas, se refieren al contacto


cuerpo a cuerpo, al cómo un niño enfrenta una situación, cómo se relaciona con otros
personas y como se comportan en sus relaciones sociales.

32
Violencia: Cuanto más pequeño es el niño, más vigorosamente exige la
satisfacción inmediata de todo lo que quiere, y utiliza cualquier medio para eliminar
estímulos indeseables. El niño comienza desde muy temprano a reaccionar contra
toda fuente de frustración, restricción o irritación. Las primeras conductas violentas
tienen mucho de azarosas y están poco dirigidas, pero a medida que el niño va
creciendo, éstas se van focalizando en objetos concretos y se orientan hacia la
hostilidad y la venganza.

La violencia se distingue: a) violencia interpersonal: dirigida hacia personas,


conlleva hacia una conducta agresiva proactiva, b) violencia no interpersonal: dirigida
hacia propiedades o edificios (vandalismo). Ambos tipos de violencia se dan dentro
de contextos escolares (violencia escolar).

Según Parra (2004), la violencia constituye un problema grave de conducta que se


etiqueta como externalizado (problemas en la relación con los demás, agresividad,
impopularidad, impulsividad y otros), cuyas consecuencias, además de incidir en la
relación con compañeros y profesores tiene eco en el propio alumno, quien es
considerado problemático. Además, es un factor innato que dificulta el dominio sobre
el propio control de la agresividad en la interacción con otros niños.

Peleas: También constituyen una forma de violencia. Según Palencia (2002), las
peleas son indicadores de inadaptación social, es común entre los niños donde los
problemas pueden manifestarse bajo la forma de agresividad, comportamiento
beligerante, actitudes indiferentes o negativas, retraimiento y aceptación pasiva,
habitualmente presta poca atención a las críticas o consejos, y parece que no aprende
mediante la experiencia.

Un niño puede manifestar su agresividad golpeando o insultando a otro


(agresividad directa); además existe una agresividad indirecta o contenida, que se
manifiesta cuando el niño grita, hace muecas o murmura su frustración. En este
sentido, los niños necesitan ser guiados y aprender alternativas adecuadas de expresar

33
su enojo, sin hacer daño a los demás ni a sí mismo, de lo contrario se tendrá un niño
con problemas en sus relaciones sociales, incapaces de cumplir normas y
probablemente con una autoestima muy frágil por ser rechazado por sus compañeros
e inclusive por sus propios familiares.

Factores que influyen en las Conductas Agresivas

Tal como menciona Cerezo (2006), al referirse a los determinantes del desarrollo
de la agresividad o a esos factores que influyen en dichas conductas, se debe hablar
de un “sistema de disposiciones, de atribuciones, de significados, de motivación y de
conducta” (p.30), para el cual se deben conjugar varios factores como lo son: los
factores biológicos, personales, familiares, sociales, cognitivos y ambientales.

a) Factores biológicos: La edad, el nivel de activación, mayor incidencia en


varones que en mujeres.

b) Factores personales: Dimensiones de personalidad con cierta propensión a la


violencia.

c) Factores familiares: Los patrones de crianza y los modelos de interacción


familiar.

d) Factores sociales: Especialmente relativos a los roles asociados a cada


individuo dentro del grupo.

e) Factores cognitivos: Las experiencias de aislamiento social vividas.


Experiencias tempranas de privación social.

f) Otros factores ambientales: La exposición repetida a la violencia en los medios


de comunicación y en los juegos electrónicos.

34
Coincide con esta postura Trianas (2006), quien puntualiza que las conductas
agresivas tienen su origen en factores personales, familiares y contextuales, a
continuación se describe y explican:

a) Factores personales

Control, la pérdida de control es un impulso que lleva a actuar y decir cosas


irreflexivamente, la impulsividad es un factor innato que dificulta el dominio sobre el
propio control de la agresividad en la interacción con otros. Este control, que debe
producirse a lo largo del desarrollo, permite sustituir la respuesta agresiva física por
la verbal, y por estrategias tales como explicar, razonar, discutir, sin embargo, en los
niños impulsivos el proceso es más lento y requiere una acción educativa constante
que les ayude a controlar sus impulsos.

Empatía, es la respuesta emocional que resulta del reconocimiento del estado


emocional de la otra persona y su condición, consiste en sentir un estado emocional
similar al percibido en la otra persona. Algunos estudios subrayan la relación inversa
entre la empatía y la agresividad.

Adaptación escolar, otro factor relacionado con la conducta violenta. Se ha


detectado una estrecha asociación entre problemas de índole escolar como la
obtención de notas bajas, el pobre rendimiento escolar, repetir curso y ser expulsado
del centro y las conductas agresivas de los adolescentes (peleas, llevar armas y
delincuencia).

Los alumnos con un bajo nivel en el dominio de habilidades básicas escolares


tienen casi el doble de probabilidad de sufrir violencia, tanto como agresores,
víctimas o ambas cosas, o sea, el alumnado ya marginado por su bajo rendimiento
escolar, corre el riesgo de sufrir todavía un mayor grado de exclusión a través de la
violencia ejercida por ellos o sobre ellos.

Aunque concurran otros factores personales, lo importante es que sin una


intervención educativa, estas características pueden multiplicarse y desembocar en

35
problemas de déficit de concentración, frustración académica, escasas estrategias de
solución de problemas y bajas expectativas de poder resolver los problemas por
medios no agresivos.

b) Factores Familiares

Trianas (2006), plantea que las deficiencias en la socialización, la estructura, el


sistema de valores de muchas familias dificulta la transmisión de normas de
convivencia elementales y la fijación de límites a los muchachos y muchachas.

Las actitudes emocionales básicas de los padres hacia el niño durante los primeros
años. Una actitud emocional negativa, caracterizada por falta de calor e implicación,
incrementa el riesgo de que el niño pueda mostrarse agresivo u hostil con los iguales,
es decir, una exposición crónica a la violencia en la familia origina reacciones
agresivas y disociales en los adolescentes y los jóvenes.

Asimismo, la permisividad y tolerancia hacia la conducta agresiva del niño, sin


establecer límites claros que controlen esa conducta agresiva con hermanos, iguales, y
adultos, contribuye a que aumente el nivel inicial de conducta agresiva del hijo y
finalmente, el uso de métodos de disciplina autoritarios y de ostentación de poder,
tales como el castigo físico y las explosiones emocionales negativas pueden estimular
la conducta agresiva en los hijos.

Las relaciones con los iguales, el colegio representa una oportunidad única para
que el alumno aprenda habilidades y usos sociales que puedan servirle para integrarse
en interacciones laborales y sociales; el contexto escolar tiene sus propias potencias y
posibilidades, pues permite unas relaciones sociales en su seno que constituyen el
núcleo de la sociedad infantil, más aún si la familia no proporciona buenos patrones
de socialización, las aulas a lo largo de la escolaridad, se fragua el autoconcepto y la
autoestima, redes de apoyo, amistades importantes en la vida social del niño y se
aprenden las estrategias para resolver problemas con sus compañeros.

36
Pero si la interacción con los iguales es negativa, esto pudiera debilitar la posición
del niño en el grupo y dificultar su adaptación, otros factores que pudieran afectar son
la impulsividad, dificultades del aprendizaje, inadaptación a la escuela, raíces sociales
deprimidas o pertenencia a una minoría étnica.

c) Factores Contextuales

Valores ambientales: Para Trianas (2006), la existencia de valores es una de las


características que históricamente han definido a una comunidad en un contexto
determinado. Actualmente se observa como algunas personas predican unos valores y
practican otros, el niño o la niña perciben esta dualidad como una manifestación de
hipocresía social o familiar, por lo que no se socializa con los valores positivos sino
con una especie de relativismo sumamente negativo para la educación.

Relaciones Interpersonales: En todo proceso social las relaciones interpersonales,


son indispensables, ya que a través de ellos puedan establecer las ideas, creencias,
sentimientos y emociones.

En ese sentido, las relaciones interpersonales manejan el proceso interactivo y


dinámico entre las personas, donde debe fluir la comunicación, la motivación, la
cohesión de forma natural y espontánea, tratando que se logre la comprensión; de allí
que Davis y Newstron (2000) manifiestan que se produce la capacidad para trabajar
eficazmente con los demás e integrarse al trabajo en equipo. De igual manera, Covey
(2000), explica que se produce una interdependencia, siendo necesario desarrollar
interacciones sociales, con técnicas y posibilidades de la personalidad. Por ello,
explica que “el ingrediente más importante de toda relación no es lo que se dice o
hace, sino lo que se es”, por lo tanto, las técnicas y aptitudes que realmente
representan, una diferencia en la interacción humana, son las que fluyen casi de
manera natural de un carácter verdaderamente independiente. Por consiguiente, se
vuelven independientes, proactivos, centrado en principios correctos, capaces de
organizarse y realizar cosas con integridad.

37
En este sentido, las relaciones interpersonales, las conductas de las personas,
propician la dinámica de los grupos, la manera de trabajar, la interacción, es decir, el
proceso; por ende, el resultado dependerá mucho de cómo se desenvuelven los
miembros del equipo, de cómo sean sus sentimientos y las emociones que los
mueven.

Imitaciones: otras de los factores de las conductas agresivas son las imitaciones,
cuando se habla de imitar se refiere a la intención del niño o niña de copiar o hacer
semejante algunas conductas o comportamientos vistos en otros. Se refiere a la
representación del referente, que en muchos casos es un mal ejemplo y lejos de
exaltar conductas aceptadas socialmente los niños y niñas replican conductas
agresivas.

Desarrollo del Niño

A continuación se describen a groso modo algunos de los procesos biológicos


(cambios en la naturaleza física del individuo) cognitivos (como el pensamiento, la
inteligencia y el lenguaje) y socioemocionales (relaciones personales, emociones y
personalidad) que presentan los niños y niñas de 4to, 5to y 6to grado objeto de esta
investigación, los cuales tienen edades comprendidas entre los 8 y 12 años, por lo que
pueden ser clasificados en el estadio de desarrollo conocido como Infancia o Niñez
Intermedia, según lo señala Santrock (2007), la cual va desde los 6 a los 11 años
aproximadamente.

a) Desarrollo físico y salud en la niñez intermedia

Durante esta etapa el desarrollo físico del niño continúa progresando de forma
considerable, los niños y niñas se muestran más hábiles al emplear sus destrezas
físicas y ganan fuerza a pesar de que esta fase supone un periodo de calma antes del
rápido crecimiento de la adolescencia.

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Santrock (2007), refriere que el crecimiento normal, depende de una adecuada
alimentación y una buena salud, los niños en edad escolar crecen entre 2.5 y 7.5
centímetros cada año y aumentan de peso entre 2.250 y 3.600 kilogramos o más y
necesitan en promedio 2.400 calorías diariamente.

Las capacidades motrices, siguen fortaleciéndose, haciéndose más rápidos y


adquiriendo una mejor coordinación, además les agrada significativamente someter a
prueba su cuerpo y aprender nuevas habilidades. El juego brusco, caracterizado por
ser un juego vigoroso, que consiste en luchas, patadas y persecuciones, las cuales
suelen acompañarse de risas y gritos, alcanza su máxima expresión durante la niñez
intermedia y la proporción normalmente disminuye cerca del 5% a los 11 años de
edad aproximadamente.

b) Desarrollo Cognitivo en la niñez intermedia y tardía

Esta etapa está caracterizada por una serie de factores muy particulares,
especialmente porque los niños pasan más tiempo en la escuela, donde son
estimulados para desarrollar su capacidad intelectual y se espera que alcancen una
serie de objetivos; se encuentran según Piaget (citado en Santrock, 2007) en la etapa
de las operaciones concretas, las cuales consisten en acciones mentales que permiten
que los niños realicen mentalmente lo que ya han llevado a cabo físicamente con
anterioridad. El pensamiento operacional concreto consiste en operaciones,
conservación, clasificación, y transitividad. El pensamiento no es tan abstracto, el
egocentrismo se desvanece paulatinamente, el pensamiento se limita a lo tangible y
real, el aquí y ahora a pesar de que se produce un desarrollo de la memoria a largo
plazo.

También, durante esta etapa se da el pensamiento crítico el cual según Santrock,


(2007), consiste en entender los significados profundos de las ideas, poseer una
actitud abierta hacia diferentes estrategias y perspectivas, y elegir de forma autónoma
las propias acciones y creencias, dándose las metacogniciones, lo cual significa la

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cognición sobre la propia cognición, es decir, poseer conocimientos sobre el
conocimiento. Así mismo, los niños tienen una mejor comprensión de los conceptos
espaciales, la causalidad, la conservación, los números y comprenden sobre causa
efecto.

Según Piaget, refiere Santrock (2007) los niños que atraviesan por la etapa de las
operaciones concretas, recurren al pensamiento inductivo, cuando a partir de
observaciones sobre determinados elementos, de una clase de personas, animales,
objetos o sucesos, extraen conclusiones generales, sobre la clase en su conjunto. En
cuanto al razonamiento moral, Piaget considera que los juicios morales inmaduros se
enfocan únicamente en el grado de la ofensa, mientras que en los juicios más maduros
se considera la intención.

Igualmente, Santrock (2007) refiere que el cerebro y otras partes del sistema
nervioso, continúan desarrollándose a lo largo de la niñez y de la adolescencia.
Destaca que la mielinización de áreas del cerebro relacionadas con la atención, no
culmina hasta finales de la edad intermedia y además, desde los seis años hasta la
pubertad, el crecimiento más dramático del cerebro ocurre en los lóbulos temporal y
parietal, fundamentalmente en áreas relacionadas con el lenguaje y las relaciones
espaciales.

Este desarrollo junto con la oportunidad de experimentar un mundo cada vez más
amplio, contribuye a las habilidades cognoscitivas del niño.

c) Desarrollo y respuestas emocionales en los niños y niñas

Durante esta etapa el mundo socioemocional del niño se amplia y adquiere una
mayor complejidad, Santrock (2007). El autoestima y el autoconcepto se desarrollan
y son aspectos fundamentales en la personalidad del niño, de igual manera se
presentan cambios en lo que se refiere a la capacidad para entender emociones
complejas como el orgullo y la vergüenza, se puede comprender que se puede

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experimentar una emoción concreta en situaciones determinadas, existe una mayor
tendencia a tomar en consideración los hechos que dan lugar a una reacción
emocional, se evidencia una notable mejoría en la capacidad para suprimir u ocultar
reacciones emocionales negativas y el empleo de estrategias personales para
reconducir los sentimientos, el concepto de inteligencia emocional también cobra
vida y con la edad los niños son capaces de reconocer situaciones estresantes y de dar
respuestas a estas de una manera particular.

También el desarrollo moral se encuentra en un nivel más elevado llamado


moralidad “autónoma” y se destacan comportamientos prosociales y altruistas en
contraposición de las actuaciones negativas y antisociales.

Kohlberg (citado en Kail y Cavanaugh, 2006), analizó las respuestas que niños,
adolescentes y adultos daban a numerosos dilemas y descubrió tres niveles de
razonamiento moral, dividido cada uno en dos etapas, resultando el fundamento del
razonamiento en seis etapas. En las iníciales, se basa en factores externos, como la
promesa de un premio o la amenaza de un castigo. En los niveles más avanzados, se
basa en un código interno y personal, sin la influencia de las ideas de los otros. Los
tres niveles del razonamiento moral son preconvencional, convencional y
posconvencional.

En el nivel preconvencional, el razonamiento moral se basa en factores externos.


Lo controlan fundamentalmente el premio y el castigo, que es el caso de la mayoría
de los niños, muchos adolescentes y algunos adultos. En la primera etapa, se adopta
una orientación a la obediencia, con la creencia de que las figuras de autoridad saben
lo que es bueno y lo que es malo. Por lo que se obedece a la autoridad para no ser
castigado. En la etapa 2 de este nivel preconvencional, se asume una orientación
instrumental, se procura atender a las propias necesidades. Cuando se es bueno con
los demás, porque se espera que se devuelva el favor en el futuro.

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En el nivel convencional, los adolescentes y los adultos buscan orientación moral
en las normas de la sociedad. Más específicamente, su razonamiento moral se basa en
las expectativas que la gente tiene de ellos. En la etapa 3, el razonamiento moral se
basa en normas interpersonales. El objetivo es lograr la aprobación comportándose
como buenos chicos o buenas personas. La etapa 4, se centra en la moral del sistema
social, donde los adolescentes y adultos piensan que los papeles sociales, las
expectativas y las leyes tienen por propósito mantener el orden dentro de la sociedad
y promover el bien común.

En el nivel posconvencional, el razonamiento moral se basa en un código personal.


El énfasis ya no recae sobre los factores externos, como el castigo, el premio o los
papeles sociales. En la etapa 5, el razonamiento social se funda en un contrato social.
Los adultos coinciden en que los integrantes de los grupos sociales aceptan un
contrato social porque una serie de expectativas y de leyes comunes benefician a los
miembros del grupo. Aunque unas y otras, pierden su validez cuando dejan de
fomentar el bienestar de los individuos.

Estrategias para Prevenir Conductas Agresivas

Muchos niños muestran comportamientos agresivos como pegar, empujar, arañar


o morder. Este comportamiento suele aparecer al comenzar Educación Infantil, pero
en algunos casos se prolonga a lo largo de los años escolares.

HABLEN CON SU HIJO: Explíquenle que las conductas violentas como


arañar o pegar son inadecuadas y las consecuencias negativas que tienen para
los demás niños y para él mismo.

NO EXPONER A ESCENAS VIOLENTAS: Deben evitar a toda costa que


los niños presencien escenas violentas, ya sean en películas, videojuegos,
espectáculos deportivos, etc. Los niños no distinguen entre la realidad y la
ficción y tratarán de reproducir esas situaciones en su vida real.

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EJEMPLO EN EL HOGAR: Los niños aprenden por imitación, el ejemplo
que le den a su hijo o hija será decisivo. El niño debe ver en sus padres un
modelo de afrontar las situaciones dialogando, negociando, pero sin recurrir a
la violencia física o verbal. Tengan en cuenta que su hijo les observa y
escucha siempre.

ENSÉÑELE OTRAS OPCIONES: Los padres deben enseñarle de manera


concreta alternativas a su conducta, es decir, cómo puede resolver las
situaciones de otra manera. Esto se suele hacer a partir reflexionando sobre
episodios sucedidos en el colegio o en contacto con otros niños, por ejemplo,
en el parque

NO REFUERCE LAS CONDUCTAS AGRESIVAS: Sin querer, muchas


familias “premian” el comportamiento agresivo de su hijo. Bromeando,
presumen de esta forma de ser ante otros familiares y amigos con comentarios
como “preferimos que él pegue a que le peguen”. De esta forma están
aprobando el comportamiento de su hijo o hija. En otros casos, se etiqueta al
niño como “pegón”, lo que también refuerza este tipo de conductas.

ELOGIE Y APRUEBE: Sorpréndalo resolviendo las situaciones


adecuadamente, con sus hermanos u otros niños. En esos casos, préstele una
especial atención, elógielo y apruebe su conducta. Será una forma muy
concreta de decirle: “así me gustaría que actuaras la próxima vez”.

ADOPTE MEDIDAS: Cuando el niño pegue o agreda a otro niño, adopte


medidas de manera que ese comportamiento tenga consecuencias negativas.
Las medidas se deben adoptar lo antes posible. En primer lugar regáñelo y
déjele bien claro que no quiere que se comporte así. Si acaba de presenciar
una reacción violenta, utilice la técnica de “tiempo fuera”: déjelo en un lugar
aburrido pero supervisado, tantos minutos como años tiene. Otra forma de

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actuar, consiste en retirarle algunos privilegios: como no poder ver la TV, o
retirarle un juguete. Aquí, el criterio general será retirárselo tantas horas como
años tiene.

SI NADA FUNCIONA: Si a pesar de todas las medidas, y pasado un tiempo


prudencial el niño o la niña continúa con una conducta agresiva, sería
necesario que un especialista valorara el comportamiento para proponer un
programa de mejora más personalizado.

2.3 Definición de Términos

Agresividad: Conjunto de patrones de actividad que pueden manifestarse con


intensidad variable, desde las expresiones gestuales hasta la agresión física.

Autoestima: Necesidad de respeto y confianza en sí mismo. La autoestima es básica,


todos tenemos el deseo de ser aceptados y valorados por los demás. Satisfacer esta
necesidad de autoestima hace que las personas se vuelvan más seguras de sí mismas.
El no poder tener reconocimiento por los propios logros, puede llevar a sentirse
inferior o un fracasado

Capacidad: Conjunto de recursos y aptitudes que tiene un individuo para


desempeñar una determinada tarea. En este sentido, esta noción se vincula con la de
educación, siendo esta última un proceso de incorporación de nuevas herramientas
para desenvolverse en el mundo. El término capacidad también puede hacer
referencia a posibilidades positivas de cualquier elemento.

Conducta: Término puede emplearse como sinónimo de comportamiento, ya que se


refiere a las acciones que desarrolla un sujeto frente a los estímulos que recibe y a los
vínculos que establece con su entorno.

Educación: Es una serie de habilidades y valores, que producen cambios


intelectuales, emocionales y sociales en el individuo. De acuerdo al grado de

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concienciación alcanzado, estos valores pueden durar toda la vida o sólo un cierto
periodo de tiempo.

Emociones: Hace alusión al estado de ánimo y a su manifestación corporal. Las


emociones son producidas en líneas generales, por estímulos exteriores e interiores
(recuerdos, pensamientos, evocaciones). Suelen aparecer de forma súbita, sin
esperarlo, bruscamente, manifestándose en la expresión corporal y más en concreto
en la cara.

Familia: Grupo natural del ser humano y el más importante pese a las
transformaciones del mundo contemporáneo y los progresos científicos y
tecnológicos que genera un nuevo sistema de vida"(p. 89). Así mismo, la familia hace
frente a los problemas de sus hijos y se esfuerzan para mantenerlos dentro del orden
impuesto por la sociedad.

Institución: Organismo público o privado que ha sido fundado para desempeñar una
determinada labor Cultural, Científica, Política o Educativa

Relaciones: Un término este que se emplea para referirse a una actividad profesional
que realiza una persona consistente en, mediante técnicas y herramientas
comunicativas, el dar a conocer y darle prestigio a diversas empresas o negocios.

Respeto: Consideración, acompañada de cierta sumisión, con que se trata a una


persona o una cosa por alguna cualidad, situación o circunstancia que las determina y
que lleva a acatar lo que dice o establece o a no causarle ofensa o prejuicio

Valores: Marco del comportamiento que deben tener sus integrantes, y dependen de
la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para el cual fue
creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían
inspirar las actitudes y acciones necesarias para lograr sus objetivos.

45
CAPITULO III

MARCO METODOLÓGICO

3.1 Diagnostico

El problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más invalida a


los padres y maestros junto con la desobediencia. A menudo los docentes y padres
tienen que enfrentarse a niños agresivos, manipuladores o rebeldes, sin saber cómo
actuar o cómo incidir en su conducta para llegar a cambiarla. Para Rubio y otros
(2000), el comportamiento agresivo complica las relaciones sociales que se van
estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta la integración en cualquier
ambiente.

De este modo, el papel que juega la familia, la escuela, los maestros y los
compañeros es de suma importancia para el educando, ya que según Feist y Feist,
(2007, p.40), generalmente “la influencia de los otros determina en parte como el
niño construye sus propios esquemas y la representación del mundo físico y social”

Por otro lado, para García (2005), el alumno aprende valores humanos y de la
propia cultura en un proceso complejo, que va mas allá de la transmisión de
experiencias o conocimientos; por lo que se puede inferir que, el ambiente educativo
debe ser el espacio propicio, donde se acrisolen las más elevadas virtudes frente al
resquebrajamiento de los valores, obligando a reconstruir una cultura educativa que
permita entrelazar los valores y la disciplina escolar. Esto debe conducir la búsqueda
de estrategias que permitan corregir el comportamiento agresivo, para que derive
hacia un comportamiento asertivo y socialmente aceptad

3.2 Diseño y Tipo de Investigación

Con relación al diseño de investigación se puede determinar que este es no

46
experimental porque no se realizó manipulación de las variables, así como tampoco
se verificaron hipótesis. El trabajo describe los hechos tal y como se presentan.

El diseño del estudio, según Sabino (2007, p.88) “es un verdadero modelo de
verificación que permite contrastar los hechos con la teoría y su forma es la de una
estrategia que determina las operaciones para hacerlo”. Según Hurtado de Barrera
(2008), el diseño de investigación hace explícitos los aspectos operativos de la
misma.

Es por esto que la investigación va hacia la búsqueda de aquellos aspectos que se


desean conocer y de los que se pretenden obtener observaciones de las conductas
agresivas de los niños y las niñas en edad preescolar del complejo educativo
monseñor Luis Eduardo Henríquez, ubicado en el Municipio San Diego.

Igualmente, el diseño de la investigación fue no experimental, debido a que se


realizó sin manipular deliberadamente las variables, sino que se observaron los
fenómenos tal y como se dieron en su contexto natural, es decir, que se realizaron sin
manipular la variable de una forma deliberada, para luego analizarlos por medio de
observaciones en un corto período de tiempo.

3.3. Población y Muestra

Población

La población ha sido definida por Balestrini (2006, p.140) como “cualquier


conjunto de elementos de los que se quiere conocer o investigar alguna o algunas de
sus características”. En ese sentido, una población o universo puede estar referido a
cualquier conjunto de elementos de los cuales se pretende indagar y conocer sus
características, o una de ellas, siendo válidas las conclusiones obtenidas en la
investigación.

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De igual manera, Parra (2007, p.14) se refiere a la población como “el conjunto
integrado por todas las mediciones u observaciones del universo de interés en la
investigación”. Igualmente, Chávez (2007, p.45) la define “como la totalidad de los
elementos del grupo particular que se estudia”. Asimismo, Tamayo y Tamayo (2006,

p.23) manifiestan que “la población está determinada por sus características
definitorias”.

En ese sentido, la población objeto de estudio estuvo constituida por los niños y
las niñas en edad preescolar del complejo educativo monseñor Luis Eduardo
Henríquez, que en su totalidad representan 21, 12 niñas y 9 niños de seis años de
edad.

Muestra

La muestra de esta investigación estuvo constituida por 12 niños y niñas de seis


años de edad. Se considera como censo poblacional, ya que según Busot (1991:113)
"cuando la población es pequeña queda a criterio del investigador tomarlo como
muestra por cuanto las interpretaciones basada en pocos datos pierden confiabilidad

3.4 Técnicas e Instrumentos

Se considera que la técnica implica una forma particular de emplear un


instrumento, respondiendo según Busot (1991:65) a la interrogante "con qué". En esta
investigación las técnicas utilizadas en la recolección de los datos fueron la
observación directa simple, y la encuesta. La primera es la que conecta al
investigador con la realidad, pudiéndose constatar directamente de forma interna
dentro del grupo, como se desenvuelve el niño de seis arios, precisando la agresividad
que éste muestre por sus compañeros, adultos y consigo mismo, y la segunda, se le
solicita información a docentes y padres sobre las estrategias utilizadas para manejar
la conducta agresiva de los niños en el salón de clase del preescolar.

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Según la modalidad de la observación y el medio utilizado esta fue estructurada o
sistemática. ya que, se observaron determinadas conductas del niño de seis y siete
años. Así mismo, según (Bavaresco, 1997:lOO y 101) plantea "que la participación es
activa y natural, ya que el observador formo parte de la comunidad observada".

Instrumentos de la investigación

Busot (1991;108) plantea que el instrumento es "el medio del que se vale el
investigador para reunir la información".

Instrumento A

Estuvo dirigido a solicitar información a los 6 docentes que facilitan clases a los
niños y niñas en edades comprendidas de seis y siete años. El instrumento presenta
dos interrogantes básicas, pero elementales, con una escala de respuestas múltiples
con tres opciones de respuestas: 1 Nunca (l); Algunas Veces (2) y siempre (3), de
manera que el docente seleccione la que más se adecue a su actuación en el aula.

Instrumento B

De igual manera, se elabora una lista de cotejo dirigida a solicitar información a


los padres y representantes de los niños seleccionados, con el fin de poder constatar
cuáles estrategias utilizan para manejar la conducta agresiva de niños y niñas de seis
años de edad. El instrumento contó con 05 ítems con las opciones de respuestas
dicotómica: No (O) y SI (1).

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Instrumento A

Instrucciones: lea cuidadosamente cada uno de los siguientes planteamientos y


responda marcando con una “X” la respuesta que considere más viable según su
opinión. Recuerde ser objetivo al responder
Interrogante Nunca Algunas Siempre
Veces
¿Cuáles de las siguientes conductas de
agresión física se presentan entre los
niños?
Patear
Morder
Empujar
Arañar
Destruir objetos ajenos
Pellizcarse
Golpear a sus compañeritos
¿Cuales de las siguientes conductas de
agresión verbal se presentan entre los
niños?
Insultos
Amenazas
Rechazo
Gritos
burlas

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Instrumento B

Conducta Agresiva en el Niño Si No

¿Considera usted que el comportamiento agresivo


de su niño o niña debe ser corregido en los
primeros años de su formación?

¿Cree usted que es responsabilidad exclusiva del


docente el aplicar correctivos para disminuir la
acción agresiva del niño y la niña?

¿Está usted de acuerdo en que la televisión en


exceso influye en la conducta agresiva que pueda
desarrollar el niño o la niña?

¿Considera usted que pueda desarrollar


actividades en el hogar que permitan minimizar
los índices de agresividad del niño y la niña?

¿El complacer y aceptar en todo momento las


acciones del niño y la niña benefician el buen
comportamiento que pueda desarrollar?

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3.5 Cuadro de Variables

Objetivo General: Diseñar estrategias que le faciliten a los docentes, padres y representantes el prevenir conductas agresivas
en el niño y la niña en edad preescolar del Complejo Educativo Monseñor Luis Eduardo Henríquez, ubicado en el Municipio San
Diego.

Objetivos Específicos Variable Indicadores


Identificar las conductas agresivas presentadas por los Conducta Agresivas Concepto
niños y niñas en edad Preescolar del Complejo Características de conductas agresivas
Educativo Monseñor Luis Eduardo Henríquez, a los
fines de establecer plan de prevención respectivo.
Describir las conductas agresivas presentadas con Estrategias Concepto
mayor frecuencia en los niños y niñas en edad Tipos
Preescolar del Complejo Educativo Monseñor Luis
Eduardo Henríquez. características
Diseñar una propuesta dirigida a minimizar las
conductas agresivas que presentan los niños y niñas en
edad Preescolar del Complejo Educativo Monseñor
Luis Eduardo Henríquez.

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