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En este estudio se encontró que los informantes con un nivel de educación primario son los
que más conocen sobre los usos de plantas, y los informantes con un nivel de educación
relativamente alto (técnico/profesional) son los que tienen menos conocimiento. Este patrón
puede estar ligado a las actividades de trabajo. Los informantes con un nivel de educación
primario tienden a realizar actividades en un ambiente rural o a estar en la casa, mientras
los informantes con un nivel técnico/profesional tienden a realizar actividades más urbanas
donde hay menos oportunidad de interactuar con el medio ambiente natural. Byg & Balslev
(2001) por el contrario registró un mayor conocimiento en gente con mayor riquezas
personales (tierras y cultivos), donde indirectamente el estatus socioeconómico se puede
ligar al nivel de educación.
Conclusiones
Este estudio muestra cómo el conocimiento sobre el uso de las plantas se distribuye en una
comunidad según el género, la edad y el nivel de educación. El entender cómo se distribuye
éste conocimiento permite aplicar estrategias de conservación de diferente manera según el
grupo de trabajo (mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, etc.).
El diagnóstico de las especies utilizadas en esta comunidad también indica una alta
diversidad de especies, lo que representa un conocimiento invaluable que se debe promover
y proteger. Esto es especialmente importante cuando esta comunidad rural posee un
conocimiento que ha sido heredado de los grupos indígenas ya extintos y de los
colonizadores que vinieron del norte del país.
El utilizar un método novedoso, como es el análisis de las cuatro esquinas, es una
contribución importante al uso de análisis cuantitativos en el área de la etnobotánica,
además de permitir establecer relaciones entre variables que de otra manera sólo se podrían
hacer de manera indirecta.
Agradecimientos
Este trabajo no se hubiera podido llevar a cabo sin el generoso apoyo de muchas personas e
instituciones como: la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, el Instituto de
Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el Centro de
Conservación y Desarrollo Sostenible del Jardín Botánico de Missouri quienes han
proporcionado apoyo institucional y financiero. Gloria Torres lideró las actividades en el
campo y manejó aspectos administrativos. Andrea Correa y Gladis Orozco realizaron las
entrevistas. La comunidad de Salento fue muy generosa en compartir sus conocimientos y
en facilitar la colección de muestras botánicas. La Personería de Salento colaboró en la
contratación. William Vargas identificó las especies. Linda Hirst y Philippe Casgrain
asesoraron en el análisis de los datos con el apoyo de James Francis. Bety de Arango
colaboró en aspectos financieros del proyecto.
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Apéndice 1. Especies y sus usos registradas por los informantes en las entrevistas.
Appendix 1. Species and their use (results from informant interviews)
Los bosques tropicales son la fuente de una gran proporción de las plantas medicinales
conocidas. Según diversas estimaciones, existen entre 200000 y 700000 especies de
plantas fanerógamas tropicales. Esa riqueza de especies identificadas, que está muy lejos
de haber sido plenamente investigada, es una fuente potencial enorme de productos
químicos de origen vegetal útiles para el hombre.
¿Cómo puede ayudar la FAO a la conservación de estas especies? Los programas más
apropiados son los relacionados con la conservación y ordenación forestal y con las
actividades forestales para el desarrollo de las comunidades locales. Los primeros ofrecen
la base y los sistemas para la gestión de los bosques, y los segundos ayudan a identificar
y a promover el cultivo y la utilización de especies procedentes de los bosques,
apropiadas para su adopción por las comunidades rurales debido a su aprovechamiento
potencial múltiple.
Una de las plantas medicinales que se da en los bosques húmedos tropicales es Mallotus
philippinensis (Lamk). Muell-Arg. (familia de las euforbiáceas), denominada
corrientemente «kamala». Su ámbito natural se extiende desde los bosques higrófitos de
Australia tropical, Nueva Guinea, Filipinas y el sur de la China, hasta los bosques
húmedos de hoja perenne o semiperenne de la India, donde suele ser una especie
secundaria.
El kamala tiene una gran variedad de usos medicinales. Todas las partes del árbol se
pueden emplear para uso externo en infecciones parasitarias de la piel. Las cápsulas y
pelos del fruto, pulverizados, son un vermífugo eficaz, y los extractos de kamala y
exacloroetano han dado resultados prometedores para tratar la fascioliasis del ganado
(lombriz del hígado). El fruto se utiliza también para el tratamiento de los gusanos
intestinales.
Entre otros usos del kamala figura el aprovechamiento de las hojas como forraje, del
aceite como fijador en la preparación de cosméticos, como colorante para artículos
alimenticios y bebidas, y de la madera para construcción ligera, mangos de herramientas,
tornería y posiblemente para pasta de papel. En Australia se utiliza la madera como
material para cepillos, para pisos y cajas de embalaje. Es también una fuente apreciada
desde hace tiempo del tinte conocido en el comercio como «kamala», que se utiliza para
seda y lana.
Las especies de Rauwolfia tienen tres usos medicinales principales: como materia prima
para la extracción de alcaloides libres; para la preparación de extractos con un contenido
de alcaloides regularizado, y para la producción de polvos que se obtienen de las raíces.
Los derivados farmacéuticos se utilizan sobre todo contra la hipertensión y como
sedantes. Los usos medicinales populares de la corteza de raíz y de las raíces en polvo
incluyen una amplia variedad de aplicaciones, entre ellas como afrodisiaco, vomitivo,
purgante, antisárnico, disentérico, sedante, abortivo e insecticida. Las cocciones de hojas
de R. vomitoria tienen un gran efecto vomitivo, y las hojas machacadas y cocidas a fuego
lento con grasa animal se aplican para inflamaciones. En la India se han utilizado desde
hace siglos preparados a base de raíces de R. serpentina, para aliviar desequilibrios del
sistema nervioso central, como vermífugo y para el tratamiento de perturbaciones
intestinales, y también para estimular las contracciones uterinas.
Tipos medicinales
La especie puede distinguirse por su corteza gris con manchas amarillas y sus hojas
perennes, imparipinadas, oblongas, de 6 a 9 cm de longitud, y 3 a 4 cm de anchura. Las
flores blancas se presentan en racimos axilares de 10 a 20 cm de longitud y producen una
vaina alada e indehiscente (sámara) de 5 a 10 cm de longitud con una sola semilla.
Otros usos no medicinales del bálsamo de Tolú son dar sabor a jarabes para la tos, la
fabricación de bebidas no alcohólicas, helados y goma de mascar. El aceite del bálsamo
de Tolú se utiliza en cosmética y jabones. La madera puede utilizarse para diversos fines,
desde las traviesas de ferrocarril hasta la ebanistería. La semilla puede servir para dar
sabor a bebidas alcohólicas como el aguardiente; el árbol puede emplearse para dar
sombra a cultivos agrícolas y como planta ornamental.
De utilidad menos general pero de considerable interés farmacéutico es, al igual que
Rauwolfia, otro representante de la familia de las apocináceas, la pervinca roja o pervinca
de Madagascar (Catharanthus roseus (L.) G. Don, sin. Lochnea rosa (L.) Reichb. f. o
Vinca rosea (L.), originaria de los bosques tropicales de Madagascar, que se encuentra
actualmente en todas las zonas tropicales.
Su nombre común poco distintivo (pervinca roja) parece ocultar la potencia de los
alcaloides producidos por toda la planta, como la vincristina y la vincaleucoblastina, que
contribuyeron a lograr un avance decisivo en el tratamiento quimioterapéutico de la
enfermedad de Hodgkin y de la leucemia. Ciertas partes de la planta se utilizan también
en la preparación de medicamentos para la diabetes en lugares tan lejanos entre sí como
Natal, Viet Nam y Queensland. Numerosos medicamentos caseros se preparan a partir de
esta planta, a la que se atribuyen propiedades astringentes, sudoríferas, emenagógicas,
abortivas, béquicas, cardiotónicas, hipotensivas, febrífugas y tranquilizantes.
En los trópicos áridos se encuentra otra especie medicinalmente valiosa: Jatropha curcas
L. de la familia de las euforbiáceas, conocida comúnmente en portugués como pinhão de
purga o pinhão de Paraguai y en inglés como physic nut o purging nut. Esta especie se
encontraba originalmente en América tropical, pero se ha extendido actualmente por todas
partes en los trópicos.
En Birmania, se emplean las semillas como aperitivo y son comestibles después de haber
extraído el embrión. El aceite de semillas se ha descrito como laxante, vomitivo e incluso
como un fuerte purgante. Sirve también como rubefaciente para el reumatismo y para
aliviar los dolores de muelas. Las hojas son antiparasíticas y su cocción se utiliza como
vulnerario o, con sosa, para tratar la gonorrea. También se puede utilizar como medicina
contra la tos, si se incluyen las raíces, y como antidiarreico.
Jatropha curcas es un gran arbusto de 3 a 4 m de altura con hojas muy ovales, en forma
de corazón, con el extremo agudo, de 10 a 15 cm de largo por 7,5 a 12,5 cm de ancho,
lobuladas y lampiñas. Las flores son pequeñas, de un verde amarillento y se agrupan en
panículas sueltas de corimbos; los frutos tienen 2,5 cm de longitud y se dividen en tres
secciones secciones bivalvas que contienen semillas de forma oblonga y ovoide de color
marrón oscuro, sin brillo. Es resistente a la sequía, y se ha extendido por muchos países
tropicales, actualmente se encuentra incluso en las áridas islas del Cabo Verde desde el
nivel del mar hasta los 1000 m, y se desarrolla especialmente bien entre los 450 y 750 m.
La especie se utiliza corrientemente para setos y cercas y fue introducida por los
portugueses en Asia y en Africa, donde todavía se cultiva para la producción de la semilla
oleaginosa en las islas del Cabo Verde y en Madagascar. La planta se puede emplear
como veneno para la pesca, y el aceite de semilla se utiliza comercialmente para la
producción de jabón, como lubricante textil y para el alumbrado. En Java y Malasia se
comen frecuentemente las hojas tiernas cocidas, hojas que se emplean para el cultivo del
gusano de seda Eri en Assam.
Las conocidas acacias, A. nilotica (L.) Del. y A. arabica Willd., de la familia de las
mimosáceas, son otras dos especies de plantas medicinales de zonas áridas. La primera
abarca la zona que va desde el norte de Nigeria hasta el Africa oriental tropical seca, y la
segunda se extiende desde el sur y este de Africa, a través de Arabia, hasta el noroeste
de la India y el Pakistán.
El alto contenido de tanino de las hojas, la corteza y las vainas tiernas hacen que su
extracto sea muy astringente, y en consecuencia útil como hemostático y como remedio
para la diarrea y la disentería. La goma de ambas especies es comestible y beneficiosa
para aliviar las enfermedades de la garganta y el pecho. Las vainas y las hojas tiernas
constituyen un buen forraje y la madera de ambas especies es resistente y durable, y se
utiliza corrientemente para mangos, aperos agrícolas, tornería y ebanistería. También
proporciona buena leña y carbón vegetal. Los árboles dan una buena sombra en regiones
cálidas y secas, y su corteza es una rica fuente de tanino para el tratamiento del cuero. La
goma puede servir como sustituto de la goma arábiga que normalmente se obtiene de A.
senegal.
Todas las especies mencionadas, con su valor medicinal y otros usos, son sólo algunos
ejemplos de plantas útiles de los bosques tropicales.
Es, por tanto, necesario identificar las especies de árboles que pueden servir para usos
múltiples, incluyendo la producción de madera y otros productos como las medicinas. Esto
favorecería el reconocimiento del valor de determinadas especies para tenerlas en cuenta
al planificar la ordenación forestal.
Es evidente que ciertos árboles, de los cuales sólo se ha descrito aquí un número muy
limitado, pueden servir para atender necesidades humanas, medicinales y de otro tipo,
ayudando al propio tiempo a proteger el ambiente del que dependen el hombre y los
demás seres vivos. El cultivo de este tipo de árboles (cuyos usos principales pueden ser
la producción de alimentos, forraje y madera como fuente de energía y para fines
industriales) puede contribuir a rehabilitar terrenos forestales degradados. Es necesario
proseguir e intensificar las investigaciones para identificar tales especies de uso múltiple.
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