Sunteți pe pagina 1din 10

Educación

En este estudio se encontró que los informantes con un nivel de educación primario son los
que más conocen sobre los usos de plantas, y los informantes con un nivel de educación
relativamente alto (técnico/profesional) son los que tienen menos conocimiento. Este patrón
puede estar ligado a las actividades de trabajo. Los informantes con un nivel de educación
primario tienden a realizar actividades en un ambiente rural o a estar en la casa, mientras
los informantes con un nivel técnico/profesional tienden a realizar actividades más urbanas
donde hay menos oportunidad de interactuar con el medio ambiente natural. Byg & Balslev
(2001) por el contrario registró un mayor conocimiento en gente con mayor riquezas
personales (tierras y cultivos), donde indirectamente el estatus socioeconómico se puede
ligar al nivel de educación.

Conclusiones

Este estudio muestra cómo el conocimiento sobre el uso de las plantas se distribuye en una
comunidad según el género, la edad y el nivel de educación. El entender cómo se distribuye
éste conocimiento permite aplicar estrategias de conservación de diferente manera según el
grupo de trabajo (mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, etc.).
El diagnóstico de las especies utilizadas en esta comunidad también indica una alta
diversidad de especies, lo que representa un conocimiento invaluable que se debe promover
y proteger. Esto es especialmente importante cuando esta comunidad rural posee un
conocimiento que ha sido heredado de los grupos indígenas ya extintos y de los
colonizadores que vinieron del norte del país.
El utilizar un método novedoso, como es el análisis de las cuatro esquinas, es una
contribución importante al uso de análisis cuantitativos en el área de la etnobotánica,
además de permitir establecer relaciones entre variables que de otra manera sólo se podrían
hacer de manera indirecta.

Agradecimientos

Este trabajo no se hubiera podido llevar a cabo sin el generoso apoyo de muchas personas e
instituciones como: la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, el Instituto de
Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el Centro de
Conservación y Desarrollo Sostenible del Jardín Botánico de Missouri quienes han
proporcionado apoyo institucional y financiero. Gloria Torres lideró las actividades en el
campo y manejó aspectos administrativos. Andrea Correa y Gladis Orozco realizaron las
entrevistas. La comunidad de Salento fue muy generosa en compartir sus conocimientos y
en facilitar la colección de muestras botánicas. La Personería de Salento colaboró en la
contratación. William Vargas identificó las especies. Linda Hirst y Philippe Casgrain
asesoraron en el análisis de los datos con el apoyo de James Francis. Bety de Arango
colaboró en aspectos financieros del proyecto.

Referencias

Alexiades, M.N. 1996. Selected Guidelines for Ethnobotanical Research: A Field Manual.
New York, The New York Botanical Garden.
Byg, A. & H. Balslev. 2001. Diversity and use of palms in Zahamena, Eastern Madagascar.
Biodiversity Conserv. 10: 951-970.
Caniago, I & S. F.Siebert. 1998. Medicinal plant ecology, knowledge, and conservation in
Kalimantan, Indonesia. Econ. Bo.t 52: 229-250.
Cavelier, J; D. Lizcano & M.T. Pulido 2001. Colombia. Pp. 443-496 en: M Kappelle &
A.D. Brown. Bosques nublados del neotropico. INBio.
Cotton, C. M. 1996. Ethnobotany. Principles and Applications. Chichester, John Wiley &
Sons.
Cuatrecasas, J. 1958. Aspectos de la vegetacion natural de Colombia. Revista de la
Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 10: 221-268.
Figueiredo, G.M.; H F. Leitao-Filho & A. Begossi. 1993. Ethnobotany of Atlantic forest
coastal communities: diversity of plant uses in Gamboa (Itacuruçá Island, Brazil). Human
Ecology 21: 419-430.
Hanazaki, N.; J.Y. Tamashiro; H.F. Leitao-Filho & A. Begossi. 2000. Diversity of plant uses
in two Caiçara communities from the Atlantic Forest coas, Brazil. Biodiversity Conserv. 9:
597-615.
Hirst, L. 2003. A survey of the herbaceous plants in and around Sahafary, Madagscar
utilizing ecological and ethnobotanical data. MS thesis, University of Missouri-St. Louis.
USA.
Kainer, K.A & M.L. Duryea. 1992. Tapping women's knowledge: plant resource use in
Extractive Reserves, Acre, Brazil. Econ. Bot. 46: 408-425.
Legendre, P.; R. Galzin & M.L. Harmelin-Vivien. 1997. Relating behavior to habitat:
solutions to the fourth-corner problem. Ecology 78: 547-562.
Martin, G.J. 1995. Ethnobotany: A Methods Manual. London, Chapman & Hall.
Nolan, J.M. & M.C. Robbins. 1999. Cultural conservation of medicinal plant use in the
Ozarks. Human Organization 58: 67-72.
Phillips, O. & A.H. Gentry. 1993. The useful plants of Tambopata, Peru: I. Statistical
hypotheses tests with a new quantitative technique. Econ. Bot. 47: 15-32.
Salento, A.D. 2002. Plan Estratégico de Desarrollo Turístico Municipio de Salento.
Diagnóstico (Limitaciones y Potencialidades). Salento, Quindio, Alcaldía de Salento
Subsecretaría de Cultura y Turismo.
Vargas, W. 2002. Guía Ilustrada de las Plantas de las Montañas del Quindío y los Andes
Centrales. Manizales, Colombia, Centro Editorial Universidad de Caldas.
Wilkinson, D. 1987. Traditional medicine in American families: reliance on the wisdom of
elders. Pp. 64-76 en: D.Y. Wilkinson & M.B. Sussman. Alternative Health Maintenance
and Healing Systems for Families. New York, The Haworth Press.

Apéndice 1. Especies y sus usos registradas por los informantes en las entrevistas.
Appendix 1. Species and their use (results from informant interviews)

Los árboles medicinales en los trópicos


Robin Levingston y Rogelio Zamora

ROBIN LEVINGSTON del Departamento de Montes de la FAO, se ocupa de forestación.


Rogelio ZAMORA trabaja en el Instituto de Investigación Forestal del Ministerio de
Recursos Naturales, College, Laguna, Filipinas.

Las plantas medicinales desempeñan un importante papel en la vida de los


paisanos? particularmente los de las zonas remotas de los países en desarrollo que
cuentan con escasas instalaciones sanitarias.

«LA FORÊT DE LA LAMA» EN BENIN - fuente de muchos árboles forestales de usos


medicinales

Los bosques tropicales son la fuente de una gran proporción de las plantas medicinales
conocidas. Según diversas estimaciones, existen entre 200000 y 700000 especies de
plantas fanerógamas tropicales. Esa riqueza de especies identificadas, que está muy lejos
de haber sido plenamente investigada, es una fuente potencial enorme de productos
químicos de origen vegetal útiles para el hombre.

Los bosques tropicales están desapareciendo a un ritmo alarmante, mientras el hombre


presencia la disminución de un recurso natural que se ha descrito como «central de
energía de la evolución» y como fuente principal de la «medicina natural».

La FAO, el PNUMA, la Unesco y la UICN se han percatado de las consecuencias de esa


continua pérdida, y están tratando de oponerse a semejante destrucción forestal,
ocasionada en gran medida por la agricultura migratoria de subsistencia provocada por la
pobreza rural y la escasez de tierras.

Desde mayo de 1978, la Organización Mundial de la Salud viene realizando un estudio


sobre las plantas medicinales. Ese estudio ha permitido la identificación inicial de 20000
especies y la investigación más detallada de una lista limitada de 200. Muchas de estas
plantas provienen de los bosques tropicales, y su empleo actual tiene en gran parte origen
en las medicinas tradicionales que juegan un papel importante en el mantenimiento de la
salud y el bienestar de las poblaciones rurales y urbanas de los países en desarrollo.

La desaparición de la vegetación natural, e incluso su sustitución por bosques plantados


de especies exóticas, están cambiando la ecología del medio, con la consiguiente
desaparición o cambio de la presencia de muchas especies medicinales útiles, en
perjuicio de las comunidades rurales.

¿Cómo puede ayudar la FAO a la conservación de estas especies? Los programas más
apropiados son los relacionados con la conservación y ordenación forestal y con las
actividades forestales para el desarrollo de las comunidades locales. Los primeros ofrecen
la base y los sistemas para la gestión de los bosques, y los segundos ayudan a identificar
y a promover el cultivo y la utilización de especies procedentes de los bosques,
apropiadas para su adopción por las comunidades rurales debido a su aprovechamiento
potencial múltiple.

¿Qué especies apropiadas con valor medicinal se conocen ya? A continuación se


mencionan algunos ejemplos pertinentes. No hay duda de que existen muchas por
descubrir, ya sea a partir de estudios publicados o mediante su identificación en el campo
y el estudio consiguiente.

Una de las plantas medicinales que se da en los bosques húmedos tropicales es Mallotus
philippinensis (Lamk). Muell-Arg. (familia de las euforbiáceas), denominada
corrientemente «kamala». Su ámbito natural se extiende desde los bosques higrófitos de
Australia tropical, Nueva Guinea, Filipinas y el sur de la China, hasta los bosques
húmedos de hoja perenne o semiperenne de la India, donde suele ser una especie
secundaria.

El árbol es generalmente de fuste delgado, y crece hasta 15 ó 20 m de altura, mientras


que en la India se da como árbol de menor tamaño de hoja perenne, muy ramificado y con
tronco corto provisto de contrafuertes. Es reconocible por sus despojos de color rojo
intenso y por el envés de sus hojas con glandulitas rojizas y velludas que contrasta con el
haz de superficie brillante. El fruto es una cápsula redonda recubierta de una densa
pubescencia glandular de color castaño rojizo, de la cual se obtienen los principales
productos medicinales.

El kamala tiene una gran variedad de usos medicinales. Todas las partes del árbol se
pueden emplear para uso externo en infecciones parasitarias de la piel. Las cápsulas y
pelos del fruto, pulverizados, son un vermífugo eficaz, y los extractos de kamala y
exacloroetano han dado resultados prometedores para tratar la fascioliasis del ganado
(lombriz del hígado). El fruto se utiliza también para el tratamiento de los gusanos
intestinales.

Entre otros usos del kamala figura el aprovechamiento de las hojas como forraje, del
aceite como fijador en la preparación de cosméticos, como colorante para artículos
alimenticios y bebidas, y de la madera para construcción ligera, mangos de herramientas,
tornería y posiblemente para pasta de papel. En Australia se utiliza la madera como
material para cepillos, para pisos y cajas de embalaje. Es también una fuente apreciada
desde hace tiempo del tinte conocido en el comercio como «kamala», que se utiliza para
seda y lana.

Otro género de valor medicinal procedente de los trópicos húmedos es Rauwolfia de la


familia de las apocináceas. Como el kamala, es de gran difusión en el trópico y
comprende cien especies. Las dos más importantes son Rauwolfia vomitoria Afz. de los
bosques secundarios del trópico húmedo de Africa, que se extiende desde el Senegal
hasta el Congo, Uganda y Africa oriental, y Rauwolfia serpentina Benth. y Kurz.,
procedente de los bosques húmedos de hoja caduca de Asia tropical.

Las especies de Rauwolfia tienen tres usos medicinales principales: como materia prima
para la extracción de alcaloides libres; para la preparación de extractos con un contenido
de alcaloides regularizado, y para la producción de polvos que se obtienen de las raíces.
Los derivados farmacéuticos se utilizan sobre todo contra la hipertensión y como
sedantes. Los usos medicinales populares de la corteza de raíz y de las raíces en polvo
incluyen una amplia variedad de aplicaciones, entre ellas como afrodisiaco, vomitivo,
purgante, antisárnico, disentérico, sedante, abortivo e insecticida. Las cocciones de hojas
de R. vomitoria tienen un gran efecto vomitivo, y las hojas machacadas y cocidas a fuego
lento con grasa animal se aplican para inflamaciones. En la India se han utilizado desde
hace siglos preparados a base de raíces de R. serpentina, para aliviar desequilibrios del
sistema nervioso central, como vermífugo y para el tratamiento de perturbaciones
intestinales, y también para estimular las contracciones uterinas.

Tipos medicinales

Abortivo: que favorece el aborto.


Antisárnico: que cura la sarna.
Aperiente: que favorece suavemente la evacuación del vientre; laxante.
Astringente: que contrae en conjunto los tejidos orgánicos flexibles; estítico.
Béquico: que favorece la cura o alivio de la tos, expectorante.
Cardiotónico: que favorece la tonificación de los músculos del corazón.
Disentérico: que cura la disentería o la diarrea grave.
Emenagónico: que favorece la menstruación.
Expectorante: que favorece la descarga de la mucosidad procedente de la zona respiratoria.
Febrífugo: que mitiga o quita la fiebre.
Hemostático: que detiene la hemorragia.
Hipotensor: que ocasiona una baja tensión arterial o que la reduce.
Purgante: que purga o favorece la purga; catártico,
Rubefaciente: que favorece el enrojecimiento de la piel mediante aplicación externa.
Sudorífero: que aumenta la transpiración.
Vermífugo: que expulsa o destruye gusanos parásitos, especialmente de los intestinos.
Vomitivo: que favorece el vómito.
Vulnerario: que acelera la curación de las heridas.

Los principales compradores de los productos derivados de Rauwolfia a principios de los


años setenta eran la República Federal de Alemania, Italia, Suiza y los Estados Unidos.
Los precios de entonces eran de 3,75 a 4,00 dólares EE.UU. por 500 g para el polvo de
raíz de R. serpentina, y de 0,30 a 0,40 dólares por gramo del alcaloide, reserpina. La raíz
y la corteza de raíz de R. vomitoria alcanzaban un precio de 4 a 6 marcos alemanes por
kg/CIF, y en aquel tiempo el mercado presentaba una estabilidad notable.
Una tercera planta medicinal importante procede de los bosques tropicales de
Sudamérica. Denominada de formas diversas, bálsamo de Tolú, bálsamo del Perú o
quinoquino, Myroxylon balsamum (L.) Harms. de la familia de las leguminosas, es un gran
árbol de bosque que llega hasta 35 m de altura. Es originario de los bosques de
Venezuela, Perú, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Colombia, y se encuentra desde
las zonas subtropicales, secas a húmedas, hasta las zonas tropicales secas.

La especie puede distinguirse por su corteza gris con manchas amarillas y sus hojas
perennes, imparipinadas, oblongas, de 6 a 9 cm de longitud, y 3 a 4 cm de anchura. Las
flores blancas se presentan en racimos axilares de 10 a 20 cm de longitud y producen una
vaina alada e indehiscente (sámara) de 5 a 10 cm de longitud con una sola semilla.

El producto medicinal es un bálsamo, ingrediente importante de la tintura de benjuí. Se


utiliza también en ungüento como antiséptico, en jarabes para la tos como expectorante,
como inhalante para catarros y bronquitis y, según se dice, tiene propiedades bactericidas,
pectorales, tónicas y vulnerarias. Un extracto al etanol sirve como antibiótico contra
Microbacterium tuberculosis. Se emplea también para tratar enfermedades de la piel,
hemorroides y úlceras de decúbito.

Otros usos no medicinales del bálsamo de Tolú son dar sabor a jarabes para la tos, la
fabricación de bebidas no alcohólicas, helados y goma de mascar. El aceite del bálsamo
de Tolú se utiliza en cosmética y jabones. La madera puede utilizarse para diversos fines,
desde las traviesas de ferrocarril hasta la ebanistería. La semilla puede servir para dar
sabor a bebidas alcohólicas como el aguardiente; el árbol puede emplearse para dar
sombra a cultivos agrícolas y como planta ornamental.

La producción anual mundial (1981) de bálsamo de Tolú es de unas 65 toneladas, de las


cuales El Salvador exporta 48 toneladas, o sea el 74 por ciento. El precio del bálsamo del
Perú es de 2,60 a 4,80 dólares el kilo, y aproximadamente la mitad de la producción
mundial se exporta a los Estados Unidos.

De utilidad menos general pero de considerable interés farmacéutico es, al igual que
Rauwolfia, otro representante de la familia de las apocináceas, la pervinca roja o pervinca
de Madagascar (Catharanthus roseus (L.) G. Don, sin. Lochnea rosa (L.) Reichb. f. o
Vinca rosea (L.), originaria de los bosques tropicales de Madagascar, que se encuentra
actualmente en todas las zonas tropicales.

Su nombre común poco distintivo (pervinca roja) parece ocultar la potencia de los
alcaloides producidos por toda la planta, como la vincristina y la vincaleucoblastina, que
contribuyeron a lograr un avance decisivo en el tratamiento quimioterapéutico de la
enfermedad de Hodgkin y de la leucemia. Ciertas partes de la planta se utilizan también
en la preparación de medicamentos para la diabetes en lugares tan lejanos entre sí como
Natal, Viet Nam y Queensland. Numerosos medicamentos caseros se preparan a partir de
esta planta, a la que se atribuyen propiedades astringentes, sudoríferas, emenagógicas,
abortivas, béquicas, cardiotónicas, hipotensivas, febrífugas y tranquilizantes.

Los principales componentes químicos activos, que se concentran sobre todo en la


corteza de la raíz, son los alcaloides ajmalicina, serpentina y reserpina, pero se han
identificado por lo menos otros doce, incluyendo la leurosina y la vincaleucoblastina. La
vinceína, la tetrahidroalstonina y la locnerina, que se encuentran también en la corteza de
la raíz, son importantes para fines farmacéuticos.

Existen compuestos comerciales conocidos como Velban. Covincia y Vinlin, pero el


extracto principal es la vincristina, que se vende a unos 200000 dólares el kilo, y para
cuya producción se necesitan unas 530 toneladas de materia vegetal. El comercio
mundial de vincristina asciende a unos 50 millones de dólares por año.

En los trópicos áridos se encuentra otra especie medicinalmente valiosa: Jatropha curcas
L. de la familia de las euforbiáceas, conocida comúnmente en portugués como pinhão de
purga o pinhão de Paraguai y en inglés como physic nut o purging nut. Esta especie se
encontraba originalmente en América tropical, pero se ha extendido actualmente por todas
partes en los trópicos.

En Birmania, se emplean las semillas como aperitivo y son comestibles después de haber
extraído el embrión. El aceite de semillas se ha descrito como laxante, vomitivo e incluso
como un fuerte purgante. Sirve también como rubefaciente para el reumatismo y para
aliviar los dolores de muelas. Las hojas son antiparasíticas y su cocción se utiliza como
vulnerario o, con sosa, para tratar la gonorrea. También se puede utilizar como medicina
contra la tos, si se incluyen las raíces, y como antidiarreico.

Jatropha curcas es un gran arbusto de 3 a 4 m de altura con hojas muy ovales, en forma
de corazón, con el extremo agudo, de 10 a 15 cm de largo por 7,5 a 12,5 cm de ancho,
lobuladas y lampiñas. Las flores son pequeñas, de un verde amarillento y se agrupan en
panículas sueltas de corimbos; los frutos tienen 2,5 cm de longitud y se dividen en tres
secciones secciones bivalvas que contienen semillas de forma oblonga y ovoide de color
marrón oscuro, sin brillo. Es resistente a la sequía, y se ha extendido por muchos países
tropicales, actualmente se encuentra incluso en las áridas islas del Cabo Verde desde el
nivel del mar hasta los 1000 m, y se desarrolla especialmente bien entre los 450 y 750 m.

Se reproduce fácilmente mediante estaquillas de 45 a 100 cm de longitud enterradas en el


suelo, pero puede propagarse también por semilla, aunque el desarrollo a partir de las
estaquillas es más rápido. Las matas comienzan a dar semillas cuando tienen 4 a 5
meses, y viven unos 50 años. Cuando se secan, las semillas se mantienen en la mata
durante mucho tiempo. Las cabras no ramonean las hojas y la mata soporta bien la poda
y el desmoche. Además, su capacidad de reproducirse mediante estaquillas la convierte
en una buena planta para setos. Esta especie podría considerarse también para fines de
conservación de suelo y agua en cuencas de cabecera erosionadas, por ser
extraordinariamente adaptable a la mayoría de las condiciones del suelo.

HOSPITAL DE UNA COMUNA RURAL - donde la atención sanitaria china se basa en


las hierbas medicinales

El aceite de la semilla contiene curcasina o cursina, una albúmina tóxica parecida al


ricino, y una sustancia resinosa (resinolipoide), ambas venenosas. Otro componente es el
aceite de curcas que contiene los ácidos mirístico, palmítico, esteárico, arachídico, loécico
y linoleico. Las semillas deben sus propiedades purgantes a estos aceites.
Su abundante albura contiene el 10% de tanino; puede utilizarse como tinta de marcar y
es jabonosa al tacto; la corteza contiene el 37% de tanino y, según se dice, produce un
tinte azul oscuro.

La especie se utiliza corrientemente para setos y cercas y fue introducida por los
portugueses en Asia y en Africa, donde todavía se cultiva para la producción de la semilla
oleaginosa en las islas del Cabo Verde y en Madagascar. La planta se puede emplear
como veneno para la pesca, y el aceite de semilla se utiliza comercialmente para la
producción de jabón, como lubricante textil y para el alumbrado. En Java y Malasia se
comen frecuentemente las hojas tiernas cocidas, hojas que se emplean para el cultivo del
gusano de seda Eri en Assam.

El rendimiento comercial de la semilla es de unos 400 a 1200 kg/ha en el Cabo Verde y se


cultiva también como sostén de la planta de la vainilla en Madagascar. Las semillas se
cosechan y exportan principalmente a Portugal y Francia para la extracción del aceite.

Las conocidas acacias, A. nilotica (L.) Del. y A. arabica Willd., de la familia de las
mimosáceas, son otras dos especies de plantas medicinales de zonas áridas. La primera
abarca la zona que va desde el norte de Nigeria hasta el Africa oriental tropical seca, y la
segunda se extiende desde el sur y este de Africa, a través de Arabia, hasta el noroeste
de la India y el Pakistán.

El alto contenido de tanino de las hojas, la corteza y las vainas tiernas hacen que su
extracto sea muy astringente, y en consecuencia útil como hemostático y como remedio
para la diarrea y la disentería. La goma de ambas especies es comestible y beneficiosa
para aliviar las enfermedades de la garganta y el pecho. Las vainas y las hojas tiernas
constituyen un buen forraje y la madera de ambas especies es resistente y durable, y se
utiliza corrientemente para mangos, aperos agrícolas, tornería y ebanistería. También
proporciona buena leña y carbón vegetal. Los árboles dan una buena sombra en regiones
cálidas y secas, y su corteza es una rica fuente de tanino para el tratamiento del cuero. La
goma puede servir como sustituto de la goma arábiga que normalmente se obtiene de A.
senegal.

Todas las especies mencionadas, con su valor medicinal y otros usos, son sólo algunos
ejemplos de plantas útiles de los bosques tropicales.

El uso de las plantas medicinales desempeña un importante papel en la vida de la


población rural, especialmente en zonas remotas de los países en desarrollo que cuentan
con menos servicios sanitarios. Los productos derivados de estas plantas de los bosques
tropicales, además de su posible utilidad para la medicina tradicional, suelen tener
también un considerable valor comercial. La venta de materias primas para fines
farmacéuticos puede ser especialmente importante para la población que practica una
agricultura de subsistencia.

Es, por tanto, necesario identificar las especies de árboles que pueden servir para usos
múltiples, incluyendo la producción de madera y otros productos como las medicinas. Esto
favorecería el reconocimiento del valor de determinadas especies para tenerlas en cuenta
al planificar la ordenación forestal.
Es evidente que ciertos árboles, de los cuales sólo se ha descrito aquí un número muy
limitado, pueden servir para atender necesidades humanas, medicinales y de otro tipo,
ayudando al propio tiempo a proteger el ambiente del que dependen el hombre y los
demás seres vivos. El cultivo de este tipo de árboles (cuyos usos principales pueden ser
la producción de alimentos, forraje y madera como fuente de energía y para fines
industriales) puede contribuir a rehabilitar terrenos forestales degradados. Es necesario
proseguir e intensificar las investigaciones para identificar tales especies de uso múltiple.

Referencias
BAILEY, L.H. 1949 Manual of cultivated plants. Nueva York, The McMillan Company. 812
págs.

COUNCIL OF SCIENTIFIC INDUSTRIAL RESEARCH. 1962 The wealth of India: a


dictionary of Indian raw materials and industrial products, Vol. 6, p. 229-233.

DALZIEL, J.M. 1937 The useful plants of West tropical Africa, p. 202-204. Crown Agents
for Overseas Governments and Administration, Millbank, Londres SW1, Reino Unido.

DUKE, J.A. 1981 Handbook of legumes of world economic importance, p. 9-11, 173-177.
Nueva York y Londres, Plenum Press.

FAO. 1981 Agricultura: horizonte 2000. Roma FAO.

FRANCIS, W.D. 1951 Australian rain forest trees. Commonwealth of Australia Forestry
and Timber Bureau. 230 págs.

GODIN, V.J. y SPENSLEY, P.C. 1971 Oil and oil seeds. TPI, Crop products digest No. 1, p.
107-110.

GOOR, A.Y. y BARNEY, C.W. 1976 Forest tree planting in arid zones, 2a edición, p. 354-
355, 359. Nueva York, The Ronald Press Company.

IRVINE, F.R. 1961 Woody plants of Ghana with special reference to their uses, p. 233-235,
633-634. Oxford, Reino Unido, Oxford University Press.

MYERS, N. 1981 In search of wild medicine. En Commonwealth, p. 8-9. Londres Royal


Commonwealth Society.

PENSO, G. 1976 Inventory of medicinal plants and compilation of a list of the most widely
used plants. Ginebra OMS (DPM/WP/78.2).

PERRY, L.M. y METZGER, J. 1980 Medicinal plants of SE Asia. Attributed properties and
uses, p. 23-24, 146, 148. Cambridge, Massachusetts y Londres, The MIT Press.

UNCTAD/GATT. 1974 Mercados de determinadas plantas medicinales y sus derivados.


Centro de Comercio Internacional, Ginebra.
UNESCO/PNUMA/FAO. 1978 Floristic composition and typology. En Tropical forest
ecosystems, Capítulo 4.

USHER, G. 1974 A dictionary of plants used by man. Londres, Constable and Company.

WATT, J.M. y BREYER-BRANDWIJK, M.G. 1962 The medicinal and poisonous plants of
Southern and Eastern Africa. p. 55-58, 420-422, 546-548. Londres y Edimburgo.

S-ar putea să vă placă și