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El Retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo,1más conocido como La

Gioconda (La Joconde en francés) o La Mona Lisa, es una obra


pictórica del polímata renacentista italiano Leonardo da Vinci. Fue adquirida por el
rey Francisco I de Francia a comienzos del siglo XVI y desde entonces es propiedad del Estado
Francés. Se halla expuesta en el Museo del Louvre de París, siendo, sin duda, la «joya» de sus
colecciones.

Su nombre, La Gioconda (la alegre, en castellano), deriva de la tesis más aceptada acerca de la
identidad de la modelo: la esposa de Francesco Bartolomeo de Giocondo, que realmente se
llamaba Lisa Gherardini, de donde viene su otro nombre: Mona (señora, en el italiano
antiguo) Lisa. El Museo del Louvre acepta el título completo indicado al principio como el título
original de la obra, aunque no reconoce la identidad de la modelo y tan solo la acepta como
una hipótesis.2

Es un óleo sobre tabla de álamo de 77 × 53 cm, pintado entre 1503 y 1519,3 y retocado varias
veces por el autor. Se considera el ejemplo más logrado de sfumato, técnica muy característica
de Leonardo, si bien actualmente su colorido original es menos perceptible por el
oscurecimiento de los barnices. El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y
ambientado a temperatura estable para su preservación óptima.4 Es revisado constantemente
para verificar y prevenir su deterioro.

Por medio de estudios históricos se ha determinado que la modelo podría ser una vecina de
Leonardo, que podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber estado
embarazada, por la forma de esconder que tienen sus manos. Pese a todas las suposiciones,
las respuestas en firme a los varios interrogantes en torno a la obra de arte resultan
francamente insuficientes, lo cual genera más curiosidad entre los admiradores del cuadro.

La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino


también en los misterios que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911, las
reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las
parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del
mundo, visitado por millones de personas anualmente.5

Índice

 1Autor

 2Historia

 3Técnica

o 3.1Descripción de la obra

o 3.2Estado de conservación

 4Enigmas

o 4.1La sonrisa

o 4.2Supuesto embarazo y condición física

o 4.3Identidad de la modelo
o 4.4El título del cuadro

 5El robo

 6Reproducciones y parodias

 7Véase también

 8Referencias

 9Bibliografía

 10Enlaces externos

Autor[editar]

Artículo principal: Leonardo da Vinci

Autorretrato de Leonardo da Vinci

Leonardo da Vinci nació en el caserío de Anchiano del municipio de Vinci, en Italia. Fue fruto
de la relación ilegítima del notario ser Piero y de su sirvienta, Catarina Vacca. A los 14 años
entró en el prestigioso taller del pintor florentino Andrea Verrocchio, donde se formó como
artista junto a Sandro Botticelli y Perugino.6 Desarrolló el estudio de las matemáticas,
la geometría, la arquitectura, la perspectiva y todas las ciencias de la observación del medio
natural,7 las cuales se consideraban indispensables en la época. Como educación
complementaria, también estudió arquitectura e ingeniería.8 Leonardo fue
un humanista renacentista, destacado en múltiples disciplinas.9 Sirvió a personas tan distintas
e influyentes como a Lorenzo de Médici, al duque de Sforza, a los soberanos de Mantua y al
rey Francisco I de Francia.7

Debido a la minuciosidad de su técnica y también a sus muchas otras ocupaciones como


inventor y diseñador, la producción pictórica de Leonardo es extremadamente escasa: los
expertos reducen las obras de autoría relativamente segura a apenas una veintena, y de ellas
muy pocas cuentan con pruebas documentales concluyentes. Entre sus pinturas más
destacadas están La Virgen de las Rocas, La dama del armiño, el mural de La última cena y, la
más famosa de todas: La Gioconda.7

Historia[editar]

El rey Francisco I de Francia, quien poseyó el cuadro por algún tiempo

La Gioconda ha sido considerada como el cuadro más famoso del mundo.10 Su fama se debe
probablemente a las múltiples referencias literarias, a las diversas hipótesis sobre la identidad
de la protagonista y al espectacular robo del que fue objeto el 21 de agosto de 1911.

Es además la última gran obra de Da Vinci. Después de terminar el cuadro, Leonardo llevó su
obra a Roma y luego a Francia, donde la conservó hasta su fallecimiento en su residencia
del castillo de Clos-Lucé.1112 Se sabe que pasó a manos del rey francés Francisco I, quien la
habría comprado por un importe de 12 000 francos (4000 escudos de oro),10 aunque no está
claro si fue en 1517, antes de la muerte del artista, o con posterioridad a su fallecimiento
en 1519.13

Tras la muerte del rey, la obra pasó a Fontainebleau, luego a París y más tarde al palacio de
Versalles. Con la Revolución francesa llegó al Museo del Louvre, lugar donde se trasladó en
1797. En 1800 Napoleón Bonaparte ordenó sacar el cuadro del museo y colocarlo en su
dormitorio del palacio de las Tullerías hasta que lo devolvió al museo en 1804.14 Allí se alojó
definitivamente, salvo un breve paréntesis durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el
cuadro fue custodiado en el castillo de Amboise y posteriormente en la abadía de Loc-Dieu.15

Hasta 2005 se ubicó en la Sala Rosa del Louvre, y desde entonces se encuentra en el Salón de
los Estados.16 Es pertinente decir que la mayoría de datos acerca del cuadro se conocen gracias
al trabajo biográfico del pintor Giorgio Vasari, contemporáneo de Leonardo.17

Técnica[editar]

Artículo principal: Esfumado


San Juan Bautista de Leonardo, una de las pinturas en la cual Leonardo aplicó su técnica
de sfumato.

Leonardo dibujó el esbozo del cuadro y después aplicó el óleo diluido en aceite esencial. La
técnica empleada, conocida con el término italiano de sfumato, consiste en prescindir de los
contornos netos y precisos típicos del quattrocento y envolverlo todo en una especie de niebla
que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la atmósfera, lo que
da a la figura una sensación tridimensional.1819

El cuadro se pintó sobre una tabla de madera de álamo recubierta por varias capas
de enlucido.20 Se conserva en una urna de cristal de 40 mm de espesor a prueba de balas,16
tratada de manera especial para evitar los reflejos.16 La cámara que alberga el cuadro está
diseñada para mantener una temperatura constante de 20 °C y 50 % de humedad relativa, con
lo que se busca garantizar las condiciones óptimas para la estabilidad de la pintura.1621

La pintura tiene una grieta vertical de 12 centímetros en la mitad superior, tal vez debida a la
eliminación del marco original, si bien un estudio actual con rayos infrarrojos revela que la
grieta puede ser tan antigua como la misma tabla.22 Dicha grieta fue reparada entre mediados
del siglo XVIII y principios del XIX mediante dos piezas metálicas en forma de mariposa fijadas
por el reverso.23 De ellas, una se soltó posteriormente. En la actualidad, se ha determinado
que la fisura es estable y no ha empeorado con el tiempo.23

Sin embargo, para descartar cualquier peligro, en 2004 se constituyó un equipo


de curadores franceses, que vigilan permanentemente el estado de la pintura, previniendo
cualquier alteración provocada por el tiempo.24

Descripción de la obra[editar]

En este retrato la dama está sentada en un sillón y posa sus brazos en los brazos del asiento.
En sus manos y sus ojos puede verse un ejemplo característico del empollado y del juego que
el pintor hace con la luz y la sombra para dar sensación de volumen.25

Aparece sentada en una galería,26 viéndose a los lados, cortadas, las bases de unas columnas.
Detalle del lado izquierdo del paisaje

Detalle del lado derecho del paisaje

La galería se abre a un paisaje tal vez inspirado en las vistas que Leonardo pudo divisar en
los Alpes, durante su viaje a Milán, aunque una última investigación reveló que el fondo podría
corresponder a la ciudad de Bobbio, en la región de Emilia-Romaña.272829 Anteriormente, se
pensaba que el paisaje, que posee una atmósfera húmeda y que parece rodear a la modelo,
estaba en Arno o en una porción del lago de Como,28 sin haber llegado a conclusiones
definitivas.

Se ha intentado muchas veces compaginar las dos mitades del paisaje que aparece tras la
modelo, pero la discordancia entre ambos lados es tan grande que no permite diseñar una
imagen continuada.30 El lado izquierdo parece estar más bajo que el derecho, entrando en
conflicto con la física, puesto que el agua no puede permanecer quieta si existe desnivel en el
terreno.31 A este respecto el historiador de arte E.H. Gombrich escribe:30

En consecuencia, cuando centramos nuestras miradas sobre el lado izquierdo del cuadro, la
mujer parece más alta o más erguida que si nos centramos en la derecha. Y su rostro,
asimismo, parece modificarse con este cambio de posición, porque tampoco en este caso las
dos partes se corresponden con exactitud.

E. H. Gombrich

En medio del paisaje aparece un puente, conocido en Bobbio como puente Gobbo o el puente
Vecchio, y que muestra un elemento de civilización que podría estar señalando la importancia
de la ingeniería y la arquitectura.26 La ubicación geográfica del puente fue posible gracias a un
códice que dejó Leonardo da Vinci, en el que se muestra la escena en la que se pintó. Una
crecida, ocurrida años más tarde en el río Trebbia, destruyó el puente, que posteriormente fue
reconstruido.32

Detalle de la mirada de la modelo

La modelo carece de cejas y pestañas, posiblemente por una restauración demasiado agresiva
en siglos pasados, en la cual se habrían eliminado las veladuras o leves trazos con que se
pintaron. Vasari, en efecto, sí habla de cejas: «En las cejas se apreciaba el modo en que los
pelos surgen de la carne, más o menos abundantes y girados según los poros de la piel; no
podían ser más reales».33 Según otros expertos, las cejas depiladas eran habituales en las
damas de alcurnia florentinas;34 o Leonardo evitó pintar las cejas y las pestañas para dejar su
expresión más ambigua, o tal vez porque nunca llegó a terminar la obra.

La dama dirige la mirada ligeramente a su izquierda y muestra una sonrisa considerada


enigmática.16 Cuenta Vasari que:

Mientras la retrataba, tenía gente cantando o tocando, y bufones que la hacían estar alegre,
para tratar de evitar esa melancolía que se suele dar en la pintura de retratos.33

Sobre la cabeza lleva un velo, signo de castidad y atributo frecuente en los retratos de
esposas.26

El brazo izquierdo descansa sobre el de la butaca. La mano derecha se posa sobre la izquierda.
Esta postura transmite una impresión de serenidad y de que el personaje retratado domina sus
sentimientos.26

La técnica de Leonardo da Vinci se aprecia con más facilidad gracias a la «inmersión» de la


modelo en la atmósfera y el paisaje que la rodean, potenciada además por el avance en la
«perspectiva atmosférica» del fondo, que sería el logro final del Barroco,35 donde los colores
tienden al azulado y la transparencia, aumentando la sensación de profundidad.36
Estado de conservación[editar]

Detalle del rostro craquelado

La conservación de la obra es mediana, con un craquelado bastante evidente en toda la


superficie y una fisura bastante importante que, desde el borde superior, desciende en vertical
sobre la cabeza del personaje. Esta grieta se mantiene estable y no es previsible que empeore,
gracias a que la obra se conserva en un espacio climatizado. La deficiencia de conservación
más criticada es la suciedad que enmascara los colores; la pintura está tapada por capas de
barniz que han amarilleado con el tiempo, efecto habitual en las sustancias de origen natural.
En siglos pasados, cuando no existían los disolventes, la opacidad de las pinturas antiguas se
paliaba o disimulaba aplicando nuevas capas de barniz. El cuadro de Leonardo acumula varias,
y los responsables del Louvre se resisten a eliminarlas por miedo a alterar el aspecto de la
obra. La hipótesis de una próxima restauración de La Gioconda se ve ahora todavía más
remota, tras una polémica suscitada en 2011 por la limpieza de otra obra del artista en el
Louvre, La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana, una intervención considerada abusiva por algunos
expertos y que provocó la dimisión de dos técnicos contrarios a ella.37

Mediante un programa informático se ha recreado el colorido que debería tener la obra si se


eliminasen las capas de suciedad. La restauración en 2011-2012 de la copia conservada en el
Museo del Prado (Madrid), pintada simultáneamente en el taller del maestro, puede ayudar a
imaginar el aspecto que originalmente tuvo la obra del Louvre.

Enigmas[editar]

Durante varios siglos los interrogantes sin respuesta acerca de la obra de Leonardo ha

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