Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Dentro de las medidas cautelares que organiza el código procesal penal, algunas
solo pueden ser ejecutadas con una orden judicial, y mediante una resolución o
una sentencia. Sin embargo, existen otras, que se pueden poner en prácticas sin
la necesaria orden judicial. De acuerdo a la doctrina, y a la jurisprudencia local
las medidas de coerción tienen como finalidad agotar una fase del proceso, evitar
que el procesado se pueda sustraer a la acción de la justicia y a una posible
condena. Para la jurisprudencia dominicana más reciente las medidas de
coerción tiene un carácter preventivo.
Las medidas en que se hace necesaria una resolución o una sentencia emanada
por una autoridad judicial competente para su imposición son aquellas impuestas
mediante una audiencia en la que obligatoriamente tendrá que estar presente el
encartado. La presencia del imputado se hace necesaria y obligatoria cuando se
le solicita dichas medidas al juez de la instrucción. No siendo así para las
medidas de coerción solicitadas al juez de juicio en ocasión de un proceso
abierto y que el imputado se encuentre en libertad. Las audiencias sobre
medidas de coerción pedidas al juez de la instrucción no son públicas para
terceros y el procesado se hará acompañar de su abogado defensor. El carácter
de no publicidad de estas audiencias es porque como se está en la fase
preparatoria, la investigación no puede ser entorpecida por terceros y con ello se
protege el principio de inocencia. Las mismas se pueden imponer por una
solicitud del querellante o el ministerio público al juez de la instrucción. Lo que
significa que aun cuando el ministerio público no solicite algunas de las medidas
de coerción o solicite una diferente, la victima a través de su abogado puede
hacerlo.