MARTES 22 DE DICIEMBRE DE 2015

Como las cosas son tan efímeras.

Como las personas son momentáneas.

Como en cuestión de minutos pueden cambiar tu vida para siempre.

Lo único seguro y tangible que tenemos es el hoy.

Tenía que ir. De verdad tenía que estar para él. A pesar de todo, a pesar de cada uno de los
problemas. A pesar de este tiempo. Tenia, quería estar para el

Estos últimos meses, fueron muy difíciles para Johanna, para sus hijos, para Louis.
Siempre te recibía en su casa de esa madre tradicional que solo ves en las películas.
Recuerdo la primera vez que Louis me llevo a su casa por un fin de semana. Su madre
aun no sabía que éramos novios. No me sentía cómodo mintiéndole, luego de que ella
me recibió de la manera más dulce, más tierna. Primero me hizo sentir como si
realmente estuviera en casa. Estaba acostumbrado a la comida de mamá, pero desde
que Louis y yo creemos en las vidas pasadas, creo firmemente que también conocí a
Johanna, el sabor de todo lo que cocina realmente me es tan familiar. Ese fin de
semana en que la conocí, realmente entendí, porque Louis era todo bondad, con ese
humor típico y de rasgo hogareño.
Johanna siempre fue una madre aguerrida, siempre pendiente de cada uno de los
momentos de sus hijos. No lo hacia porque tenia, o porque se metían en problemas y
debía solucionarlos, ella estaba de la mejor manera en los malos y en los peores
momentos. Y Obviamente por recompensa a esa dedicación ella estaba con ellos
disfrutando de sus éxitos, de sus mejores momentos.
Cuando Louis y yo fuimos a decirle que estábamos saliendo, creo que mas que el
miedo de que no lo acepte,era el hecho de que ella ya no estuviera ahí, de una u otra
manera como mi segunda madre.
Jámas espere que ella lo tomara de esa manera. Louis fue quien empezó a hablar y
ella como siempre tan expresiva con su mirada vi incluso que intentaba ocultar una
sonrisa, pero

Y SI TODO PARECE SIN ESPERANZA, SOLO TOMA UN DIA A LA VEZ

Y SI UN DIA ES DEMASIADO TOMA UNA HORA A LA VEZ

Y SI UNA HORA ES DEMASIADO TOMA UN MINUTO A LA VEZ