Sunteți pe pagina 1din 20

Psicoanálisis e institución 1

PSICOANÁLISIS E INSTITUCIÓN
SOBRE LA APLICACIÓN DEL PSICOANÁLISIS EN DISPOSITIVOS NO
ANALÍTICOS1

Alejandra Ordóñez Rodríguez2

Docente Asesor

Manuel Alejandro Moreno3

UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

SANTIAGO DE CALI

2015

1
Trabajo presentado para optar por el título de Especialista en psicología clínica con orientación psicoanalítica en la
Universidad de San Buenaventura Cali.
2
Psicóloga egresada de la Universidad de San Buenaventura Cali. Candidata a grado como especialista en psicología
clínica con orientación psicoanalítica. Correo electrónico alejandra.ordonezro@hotmail.com
3
Psicólogo. Magister en Sociología. Docente y asesor Especialización en Psicología Clínica con Orientación
Psicoanalítica. Doctorando en Psicología Universidad del Valle. manalmoreno@yahoo.com
Psicoanálisis e institución 2

El psicoanálisis como práctica ofrece principios clínicos y éticos específicos. El texto sobre los
Principios rectores del acto analítico, divulgado por Eric Laurent en el congreso de la
Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) en el año 2004, reúne ocho principios que definen
y rigen la práctica psicoanalítica. Dichos principios están orientados a lo que constituye y
caracteriza el dispositivo psicoanalítico propiamente dicho, así como las prácticas que se
derivan del mismo y, sobre todo, el tipo de oferta que el psicoanálisis agencia como alternativa
para mitigar el sufrimiento de los sujetos.

Desde sus inicios, con Freud, el psicoanálisis se ha constituido como una práctica clínica,
asociada a la medicina, el propio Freud era médico, así como también lo era Lacan. En tanto
práctica clínica, el psicoanálisis se instituyó como un discurso orientado a asuntos de carácter
íntimo, a saber, la relación de los sujetos con el malestar inherente al hecho de vivir. No
obstante, el psicoanálisis de Freud y de Lacan también ha ofrecido la posibilidad de reflexionar
fenómenos sociales más allá del dispositivo clínico. Históricamente el psicoanálisis ha hecho
aportes significativos en relación con los problemas que enfrentan las culturas y la sociedades
de distintas épocas. Cada vez más el psicoanálisis construye y aporta elementos
epistemológicos, conceptuales, metodológicos y éticos para pensar lo que ocurre a nivel social,
para reflexionar sobre lo que se podría designar como síntomas sociales.

En este sentido, una pregunta pertinente para los profesionales en psicología interesados en la
aplicación de los principios del psicoanálisis de orientación freudo-lacaniana tiene que ver con
el lugar posible para el psicoanálisis por fuera del dispositivo clínico, más específicamente por
fuera de los consultorios de los psicoanalistas. En este orden de ideas el interés de este trabajo
esta orientado por un cuestionamiento ¿Qué aportes puede hacer el psicoanálisis, desde sus
principios y su práctica, al desarrollo de alternativas –más allá del dispositivo clínico- para la
mitigación de sufrimiento de los sujetos?

Es importante aclarar el alcance del presente texto, el cual pretende mostrar de qué manera el
psicoanálisis en extensión ha tenido lugar en distintos contextos, de qué manera estas
experiencias enseñan, qué enseñan y qué postura ética se asume cuando se habla de
psicoanálisis por fuera del consultorio. Se trata entonces de proponer una revisión del estado de
la cuestión a partir de la revisión de artículos de reflexión, así como también de experiencias
investigativas de aplicación del psicoanálisis en instituciones y dispositivos no analíticos. De
esta manera, el artículo propone una reflexión en torno al lugar del psicoanálisis en otros
escenarios, con el ánimo de indagar sobre su contribución específica en escenarios
institucionales, así como también reconocer los límites con los que se encuentran los
psicoanalistas al proponer la práctica psicoanalítica al lado de otros discursos.

Pensar el psicoanálisis aplicado a las instituciones y el aporte que desde la perspectiva analítica
se puede hacer a las ciencias sociales, por ejemplo, implica pensar en qué contexto se propone
esta reflexión. Actualmente en Colombia existen distintas políticas públicas para establecer
lineamientos para el abordaje de problemáticas sociales en el país. Algunos ejemplos de estas
son la Política pública de Salud, de Educación, de la Primera Infancia, de Pobreza Extrema y la
Política Pública de Atención, Asistencia y Reparación Integral a Víctimas del Conflicto
Armado. En este escenario, se han prescrito, junto con estas políticas, los lineamientos para
formular planes, proyectos y programas que buscan responder a las demandas de transformación
de las problemáticas sociales que enfrenta el país. De esta manera, quienes ejecutan dichos
Psicoanálisis e institución 3

lineamientos en el marco de estos planes, proyectos y programas son profesionales de la salud,


docentes, funcionarios públicos y profesionales de las ciencias sociales en general.

Por tanto, en este contexto es relevante desarrollar una reflexión en torno al lugar en el que se
sitúa la práctica psicoanalítica y en particular el lugar que tienen los principios clínicos y éticos
del discurso psicoanalítico en este escenario, toda vez que una de las principales características
de estos contextos es que los profesionales que hacen parte de dichos escenarios reciben una
demanda que se ubica del lado del Estado y no del lado del sujeto como lo platea el discurso
analítico. ¿Qué posición asumir desde el discurso analítico frente a las exigencias del Estado?
¿Cómo trabajar con la población a la que se dirigen las políticas? ¿Qué hacer con la demanda
del Estado? ¿Qué lugar hay para el psicoanálisis y su práctica por fuera del dispositivo
analítico? ¿Qué ofrece el psicoanálisis y cuáles son sus efectos en otros dispositivos? Son
algunas de las preguntas que orientan este trabajo e inspiran la reflexión en torno al
psicoanálisis y las instituciones.

Desde sus inicios el psicoanálisis freudiano ha reflexionado sobre la relación de los sujetos con
lo social, sobre el malestar de los seres humanos en relación con su cultura, con la sociedad, con
lo que los rodea. La misma concepción de sujeto que plantea Freud en relación con lo social da
cuenta de la intención de ligar el acontecer psíquico con los fenómenos sociales. Así, Freud
plantea que la oposición de lo individual y lo social se desdibuja cuando se reflexiona a fondo
puesto que el otro, es decir lo social, cuenta para el sujeto como referente, como modelo, como
enemigo y como objeto (Freud, 1921).

La comprensión desde la perspectiva psicoanalítica de lo que sucede entre el sujeto y lo social,


ocupó a Freud en textos como Tótem y Tabú, Psicología de las masas y análisis del yo, El
malestar en la cultura, Por qué la guerra, El Porvenir de una Ilusión, entre otros. Freud se
ocupó de la psicología de las masas y el orden social, la biología, la historia, los congresos y
clases en la universidad y los planteamientos sobre las neurosis de guerra (Valencia, 2012),
asuntos que dan cuenta de un interés por servirse del psicoanálisis como marco teórico, pero
además como una práctica posible para entender y abordar lo social.

Mario Elkin Ramírez en el libro Ordenes de hierro (2007), cuenta en detalle la intención de
Freud por pensar cuestiones del arte, la literatura, la historia de las civilizaciones y las
religiones, sirviéndose del conocimiento y los avances del psicoanálisis. El libro cuenta de qué
manera Freud se ocupó de distintos temas desde el psicoanálisis, como en el caso de la creación
de la revista Imago dedicada a trabajos de psicoanálisis “no médicos” y en la cual publicó las
primeras versiones de Tótem y tabú. Entre otros textos de Freud, citados por Ramírez, para
ilustrar el psicoanálisis aplicado se encuentran Sobre la más generalizada degradación de la
vida amorosa (1912) en la que Freud describe las consecuencias psicológicas en la sexualidad y
en la vida amorosa por las exigencias sociales de la época victoriana; el texto Contribuciones
para un debate sobre el suicidio (1910), en el que hace alusión a un fenómeno social de la
época en el que la escuela se había convertido “en un lugar de opresión suplementaria a la vida,
en vez de un lugar que les instigará al disfrute de la existencia y del conocimiento” (p. 16); en
el texto De guerra y muerte, temas de actualidad (1915) Freud propone una reflexión en torno
al tema de la muerte y denuncia un sentimiento de hipocresía de los hombres con respecto a su
propia muerte, además plantea que existe un sentimiento de desilusión asociado a la vivencia de
la Primera Guerra Mundial. Por su parte, Lacan introdujo el concepto de síntoma social con el
cual hace alusión a aquello que no funciona y que emerge como un malestar en los sujetos,
Psicoanálisis e institución 4

mostrando que el sufrimiento se encuentra íntimamente ligado con los ideales sociales
establecidos y la imposibilidad de hacer coincidir el goce, el deseo y lo que el Otro espera del
sujeto.

Ahora bien, los trabajos mencionados están orientados a la comprensión de problemáticas


humanas, propias de los contextos histórico-sociales en los que el psicoanálisis se ha
desarrollado. Dichos análisis ilustran de manera pertinente el valor de uso de las categorías
psicoanalíticas para pensar lo que Lacan denominaba el horizonte de la época. Este tipo de
acercamientos favorecen la orientación de la práctica psicoanalítica, en tanto contribuyen a la
comprensión de la estructura social en la que se producen los síntomas, en la que tiene lugar el
malestar de los sujetos. Sin embargo, más allá de la orientación de la praxis, el psicoanálisis
también se presenta como una alternativa para la mitigación del malestar y con ello, la práctica
psicoanalítica se orienta por un interés de transformación. Vale la pena entonces avanzar en la
reflexión sobre la contribución del psicoanálisis para la construcción de acciones de respuesta
orientadas a la mitigación del malestar subjetivo, en el marco de programas agenciados desde
dispositivos institucionales.

Para avanzar en este empeño, es preciso hacer alusión a lo que entendemos como institución. En
Psicología de las masas y análisis del Yo (1921) se puede encontrar una aproximación de Freud
a la idea de institución, cuando se refiere a las masas organizadas como una reunión de
individuos "que han puesto un objeto, uno y el mismo, en lugar de su ideal del yo, a
consecuencia de lo cual se han identificado entre sí en su yo” (p. 110 ). Si bien Freud usa esta
definición para referirse a lo que denomina masas primarias, es posible orientarnos por la misma
para pensar los contextos institucionales, con algunos matices. Por ejemplo, podemos entender
una institución como la representación de unos ideales, en los que pueden coincidir algunos
sujetos, regirse por ellos, esto es, adscribirse a ellos para enmarcar su acción.

Por su parte, Eric Laurent en el texto Dos aspectos de la torsión entre síntoma e institución
(2009) inspirado en los planteamientos de Lacan, dirá que la institución es algo que se mantiene
en pie, mientras que la clínica analítica es un discurso que se produce a partir de un sujeto
acostado. Esta referencia a Lacan ya deja sentadas las bases de una tensión entre psicoanálisis e
institución, pues la presentación de la institución como aquello que se mantiene en píe alude a la
fortaleza de lo establecido y sus efectos instituyentes en el sujeto. El psicoanálisis dirigirá la
mirada a eso del sujeto que se resiste a lo institucional, eso que a pesar de la fuerza de la
institución que se mantiene en píe, deviene singularidad y por tanto diferencia.

Ahora bien, el psicoanálisis a lo largo de su historia ha tenido presencia en instituciones, sin


circunscribirse necesariamente al discurso de ellas. Plantear el psicoanálisis y la institución es
proponer que existe La Institución, con mayúscula. Al respecto se puede decir que existen
instituciones con características particulares y que responden a su vez a demandas que
provienen de lo que Lacan nombra como el discurso del Amo. Uno de los trabajos revisados y
que plantea el lugar del psicoanálisis en las instituciones es el artículo del psicoanalista Jairo
Báez, El psicoanálisis y la institución (El eterno des-encuentro) (2011). En este artículo el autor
cuenta que tradicionalmente el psicoanálisis se ha ubicado desde dos lugares: el de la oposición
y el del consentimiento con los mecanismos de control. Dicha oposición o consentimiento son
caracterizados a partir de la construcción de las modalidades del lazo social propuestas por
Lacan, a saber, los cuatro discursos. En ese orden de ideas, el autor propone una tercera posición
que no es el discurso del Amo, asociado al consentimiento, alineación y reivindicación de los
Psicoanálisis e institución 5

ideales institucionales; ni el discurso de la histérica, asociado a la oposición o rebeldía en


relación con lo instituido; sino el discurso del analista, que le daría un lugar al psicoanálisis en
las instituciones. En esta misma vía, Irene Greiser (2012) nos recuerda que para Lacan el
discurso analítico no consiste en ser contestatario en relación con el Amo, sino subversivo. Ello
implica una diferencia que lleva a la reflexión sobre el psicoanálisis en los contextos
institucionales más allá de la dicotomía adentro-afuera, es decir más allá de la pregunta por si el
psicoanálisis o los psicoanalistas deberían estar adentro o afuera de las instituciones, lo que
conduce a la reflexión sobre las posibilidades de acción más allá de la alineación o la rebeldía,
es decir, a la insistencia en la reivindicación de otra posición posible en el contexto
institucional.

Esta reflexión se amplía a continuación con la revisión de los trabajos desarrollados por algunos
profesionales y psicoanalistas en torno al discurso analítico aplicado en otros contextos. Lo que
se presenta a continuación es la revisión de distintos textos de reflexión e investigación
producto de las experiencias de encuentro del psicoanálisis con discursos institucionales. El
objetivo de la revisión y presentación sistematizada de los textos es situar cuál ha sido el lugar
que ha tenido el psicoanálisis en diversos contextos y qué aportes se pueden extraer de estas
experiencias, que permitan avanzar en la comprensión sobre las posibilidades del psicoanálisis
aplicado.

Tras la búsqueda de la relación que el psicoanálisis ha tenido con los dispositivos institucionales
en distintos contextos, se encontró que existen dos tipos de textos: por una parte se encontraron
documentos en los que se propone una reflexión teórica en relación con el psicoanálisis por
fuera del dispositivo clínico y un segundo grupo de documentos producidos a partir de
experiencias investigativas y empíricas de profesionales de las ciencias humanas; y
psicoanalistas que han reflexionado sobre el tema a partir del intento por introducir una práctica
profesional con orientación psicoanalítica en distintas instituciones y contextos.

Reflexiones conceptuales sobre el psicoanálisis aplicado

La revisión realizada permitió el hallazgo de documentos que tratan el tema del psicoanálisis en
instituciones como un tema de reflexión y discusión. Este grupo de documentos tiene como
enfoque la producción de saber y la comprensión sobre el lugar que el psicoanálisis tiene en
contextos no analíticos. En este orden de ideas, el Instituto Oscar Masotta (IOM) de Argentina,
en el año 2008, publicó el texto Los usos del psicoanálisis en el hospital de día: Institución y
Dispositivo, en el que propone una distinción entre la institución y el dispositivo analítico. El
texto define la institución como un lugar en el que se construyen identificaciones que a su vez
constituyen un ideal que la mayoría de las veces tiende a ser universalizante para quienes
participan en ella y es justo en este punto en el que la discusión separa la institución del
dispositivo analítico. El texto propone que la institución supone un vínculo que no es el vínculo
de la cura analítica. Así, mientras la institución propone un ideal que universaliza a los sujetos,
la ética analítica propone una relación del uno por uno, una relación con lo singular de cada
sujeto.

El IOM plantea que, de acuerdo con Eric Laurent, hacen falta instituciones que se ocupen de lo
singular para darle lugar al inconsciente. No obstante, la perspectiva de esta reflexión no es la
idea de incluir la clínica del uno por uno en las instituciones como uso exclusivo, sino que se
trata de una propuesta en la que las actuales disposiciones institucionales puedan y quieran
Psicoanálisis e institución 6

orientarse por la premisa de la existencia del inconsciente, más que por la identificación común.
Este artículo propone preguntas de reflexión como ¿De qué se trata en una institución en la que
se ejerce una práctica desde el discurso analítico? ¿Qué se espera de los profesionales que
ocupan ese lugar? Al respecto, responde planteando que de lo que se trata es de una subversión
de la institución por el psicoanálisis, apostando a darle lugar al deseo de los sujetos,
sustituyendo el lugar de los ideales normativizantes. Y en este sentido, lo que se espera de los
profesionales que le apuestan a una práctica desde este lugar, es que sus acciones se orienten
como se plantea en el psicoanálisis: sin estándares pero con principios.

Por otro lado, Alicia Dellepiane en su artículo Psicoanálisis e instituciones (2011) cita a Eric
Laurent en Institución del fantasma, fantasmas de la institución (1992) en el cual el autor invita
a pensar el lugar del analista en la institución, su función y cómo se puede situar el analista hoy
en el mundo. Para Laurent el psicoanálisis es una práctica eficaz y vigente, propone un lugar
para el analista dentro de las instituciones, descartando la antigua idea del psicoanálisis como
una práctica solitaria, de dominio exclusivo y retirada de lo institucional. Aclara que no se trata
del aporte de un saber técnico más sino que el analista en la institución se ubica como quien
suma a las especialidades de los otros, facilitando que cada discurso se sostenga en su propia
base y dándole lugar a la interpretación.

El texto Dos aspectos de la torsión entre síntoma e institución (2009) Laurent menciona la
definición de Freud citada anteriormente en este texto sobre lo que es una institución y al
respecto refiere que Miller hace alusión a la forma en la que procede la política lacaniana en
este sentido: Lacan, quien criticó la institución analítica, avanzó en sus desarrollos teóricos para
proponer algo diferente; un espacio donde se descubra la responsabilidad del analista, donde el
analista es un sujeto que también se relaciona con un Ideal, pero no es él mismo el Ideal;
tampoco propone un no Ideal, sin el cual no habría posibilidad de construir una institución,
propone más bien permitir que el sujeto se encuentre con lo más intimo de su ser, de su historia
y se enfrente con la relación que cada uno establece con el Ideal a partir del cual se ubica y los
significantes amos que determinan su forma de relación con la institución.

Hasta aquí vemos cómo los principios del psicoanálisis se distinguen de lo establecido en las
instituciones, pero a su vez cómo tiene lugar en la institución. Un lugar que no es el de
conquista y colonización de las instituciones, sino un espacio que le de lugar al sujeto. Como
diría Laurent, una posibilidad para el sujeto de encarar una responsabilidad, desconocida y
nueva, que lo anude más allá de sus síntomas y de su goce, a su responsabilidad en relación con
los objetos que le producen goce. En este sentido, los profesionales de orientación analítica y
psicoanalistas tiene la posibilidad de sostenerse frente a otros discursos y en las instituciones, si
no renuncian a la posibilidad de reconocer su propia falta y servir para que los otros reconozcan
la suya.

En este sentido, desde la perspectiva de Dellepiane (2011) el tema de la posición que asumen
los profesionales frente a las exigencias de la institución, a las disposiciones y al conjunto de
prácticas que deben ser implementadas precisamente por estar pre establecidas, cobra especial
relevancia para pensar el tema del psicoanálisis y las instituciones. La autora plantea el
reconocimiento de un marco institucional dentro del cual el profesional se ubica, sin dejar de
lado aspectos necesarios e imprescindibles como la transferencia, sin la cual no es posible llevar
a cabo ningún análisis.
Psicoanálisis e institución 7

Al respecto, se puede decir que el lugar común en el que los autores y los textos revisados
ubican el psicoanálisis en las instituciones tiene que ver con el reconocimiento de las
disposiciones institucionales, pero a su vez con la capacidad de insertar e instaurar la
singularidad contra el Ideal. Un ejemplo de ello es lo que se encuentra en los programas y
proyectos diseñados a partir de políticas de Estado en los países de Latinoamérica. Estos se
desarrollan y tienen como premisa la implementación para todos de acciones predeterminadas,
objetivos predeterminados, así como unos resultados esperados, es decir también
predeterminados. El profesional de orientación psicoanalítica o el psicoanalista tendrían que
consentir en alguna medida con aquello que propone la institución para la cual trabaja, de otra
manera no habría articulación posible a la institución; consentir no en razón de coincidir
ideológicamente, sino consentir en función de creer que frente a lo establecido habrá siempre
algo nuevo que el sujeto puede decir de sí mismo y frente a lo cual puede reivindicar su
posición singular. Sin embargo, tendría que vérselas con el Ideal que subyace a su práctica, tal
como plantea Lacan. Tendría que ser capaz de reconocer en qué punto está implicado
subjetivamente en relación con su labor y de qué manera sus ideales y la satisfacción de estos
pueden darle lugar a que emerja lo más íntimo y singular en un sujeto.

El psicoanálisis en instituciones de salud mental

Los textos encontrados en relación con el psicoanálisis y la salud mental remiten a la


experiencia propiamente dicha del psicoanálisis aplicado, a diferencia de los anteriores. Si el
psicoanálisis ha tenido lugar en la instituciones, las de salud mental han sido las predominantes
como lo muestran los resultados de la exploración documental. Ejemplo de ello son las distintas
investigaciones empíricas encontradas en la revisión documental y que en su mayoría están
enfocadas al análisis de las patologías psiquiátricas desde una perspectiva psicoanalítica, pero
además varias de estas investigaciones exploran, describen y han encontrado la posibilidad de
llevar a cabo una práctica de orientación analítica en instituciones de salud mental en las que el
paradigma y el discurso que impera es el de la psiquiatría.

Una de las experiencias de investigación de psicoanálisis aplicado en instituciones de salud


mental es una investigación llevada a cabo en Colombia por Jairo Báez, Rosendo Rodríguez,
Jorge Mario Karam y Jaime Velosa sobre Factibilidad de Intervención en la Psicosis desde el
Psicoanálisis en un Programa Institucional de Inclusión Social (2008). El artículo muestra los
resultados de una investigación llevada a cabo con coordinadores de equipos de atención de
instituciones de salud mental y cuyos equipos de profesionales atendían pacientes
diagnosticados con psicosis. También se realizaron algunas entrevistas con profesionales de
psicología, trabajo social y enfermeras. La investigación tuvo como objetivo revisar la
viabilidad para implementar un proyecto que estuviera enmarcado dentro de los lineamientos de
la política publica de salud mental en Colombia, pero que además pretendía incluir a sujetos
diagnosticados con psicosis como sujetos sociales, bajo la concepción de sujeto del
psicoanálisis. La investigación intentó conocer qué tan viable era implementar un proyecto de
inclusión de sujetos psicóticos en la sociedad, atendiendo a la política pública de salud mental
en Colombia, pero que dicho proyecto fuera formulado e implementado desde una perspectiva
psicoanalítica.

Los resultados de dicha investigación muestran que el modelo predominante y que es


implementado en las instituciones de salud mental es un modelo basado en la medicina y la
farmacología, combinado con psicoterapias desde distintos enfoques al interior de las ciencias
Psicoanálisis e institución 8

sociales. Lo relevante de la investigación es que uno de lo hallazgos con respecto a la


implementación de un proyecto que buscara la inserción social y laboral de pacientes psicóticos,
fue que los profesionales se mostraban escépticos e incrédulos con respecto a la eficacia que
pudiera tener un proyecto con enfoque psicoanalítico. Los autores encuentran que para los
profesionales entrevistados el psicoanálisis freudiano no es desconocido, sin embargo existe la
percepción entre los profesionales de que es una teoría descontextualizada, desactualizada y que
necesita una renovación en sus planteamientos. Los autores cuentan que algunos de los
profesionales entrevistados consideran la clínica del psicoanálisis como una práctica privada,
pero no una práctica posible en las instituciones.

El artículo propone otras cuestiones interesantes con respecto al contexto colombiano de la


psiquiatría y la concepción de la locura en nuestro país, así como las prácticas que han
acompañado esta forma de concebir la locura; pero sin duda el aporte más importante de este
texto en la revisión documental y a su vez la contribución más valiosa a este trabajo responde a
tres cuestiones: la primera es que se trata de una experiencia que intentó formular en prospectiva
un proyecto de psicoanálisis aplicado en instituciones de salud mental, como se verá más
adelante, con lineamientos de la política publica de salud mental y esta se constituyó en una
experiencia inédita para el caso de Colombia en el tema de psicoanálisis y la salud mental. El
segundo hallazgo y a la vez conclusión a la que permite llegar la revisión del artículo es la
posición que asumen los profesionales con respecto al lugar que puede tener el psicoanálisis en
el ámbito de las instituciones psiquiátricas. Y por último, da cuenta del lugar que tiene el
psicoanálisis, de su aceptación, de su posibilidad de ser incluido como una práctica viable y
posible, dentro de instituciones de salud mental.

En un texto posterior, Disertaciones acerca de los resultados del proyecto de intervención


desde el psicoanálisis acerca del problema de la psicosis y la inclusión social (2011), uno de
los coautores del artículo anterior, Rosendo Rodríguez, presenta los hallazgos de la
implementación del proyecto de inclusión social con sujetos psicóticos desde el psicoanálisis. El
artículo muestra los hallazgos de la experiencia de aplicación del dispositivo analítico en el
ámbito de una institución psiquiátrica. Este texto, permite dilucidar la posición que los
profesionales asumen desde el discurso analítico frente a la tarea de la inclusión social de un
sujeto psicótico, pero además da cuenta de la concepción ontológica que subyace y al mismo
tiempo orienta las acciones, pero lo más significativo para la escritura del presente texto es que
muestra las maniobras clínicas que tienen lugar en una institución que no está orientada
políticamente por el psicoanálisis sino que responde al discurso institucional. Además, muestra
de qué manera el psicoanálisis puede establecer un dialogo fértil con otras disciplinas y sobre
todo cómo tiene lugar la ética psicoanalítica dentro de una institución.

El autor narra que el objetivo del proyecto estuvo relacionado con la reflexión de un método de
abordaje desde el psicoanálisis para la cuestión de la inclusión de sujetos psicóticos en lo social.
En términos psicoanalíticos, se trató sobre la psicosis y el lazo social. La recolección de los
datos se realizó a partir de documentos y discusiones producidas en el marco del grupo de
investigación Psicosis y Psicoanálisis de la Fundación Universitaria Los libertadores, a partir de
la experiencia que los profesionales de dicho grupo han tenido en la atención clínica con
pacientes psicóticos, elaboraciones en los grupos de estudio y semilleros, y por último la
supervisión de casos clínicos. Uno de los planteamientos relevantes del artículo propone que
durante el proyecto el dispositivo analítico se consideró como un espacio para emergencia de la
subjetividad, para la emergencia del sujeto como ser hablante y se consideró, como en cualquier
Psicoanálisis e institución 9

intervención psicoanalítica, la importancia de la transferencia bien que el autor parte del


supuesto de que se puede instalar la transferencia en el tratamiento de la psicosis, incluso desde
el delirio mismo. Este es el planteamiento más interesante pues muestra que de lo que se trata en
el psicoanálisis aplicado en un ámbito institucional más allá de un saber hacer técnico, tiene que
ver con las maniobras que realiza un profesional desde la posición ética que ha asumido, para
darle lugar y mantener el devenir del sujeto.

Lo anterior permite plantear una discusión en relación con otros textos encontrados de
experiencias de psicoanálisis aplicado en instituciones de salud mental, en particular en el caso
de Argentina. Mientras que en Colombia las experiencias de investigación realizadas,
sistematizadas y formalizadas a partir de trabajos escritos y publicados son pocas, la experiencia
de Argentina muestra una relación, si bien no de coincidencia, si de posibilidad y cercanía entre
el discurso psicoanalítico y el discurso institucional. Una muestra de esto son los distintos
trabajos publicados por diversos autores en lo que se destacan textos como El psicoanálisis
aplicado a las instituciones asistenciales (2002) escrito por Guillermo Belaga en el que
propone, siguiendo a Miller, que en el dispositivo analítico hay un genio y es el inconsciente y
no el analista. Así, en la relación que se teje entre el psicoanálisis y las instituciones de salud
mental el profesional o analista no deberá perder de vista que el paciente tiene la posibilidad de
inventar, cual genio, algo en relación con su vida. A lo que invita el autor es a que en todo caso
se le permita al sujeto aplicar la regla de la asociación libre y que, avisado de su propia
subjetividad, no se ubique como dueño de la regla. El autor propone que si bien la institución
tiene sus reglas se debe intentar construir éstas en razón de lo inesperado, de lo contingente y
dándole lugar a la singularidad.

Durante la exploración documental se encontraron otros textos que muestran la experiencia del
encuentro entre el discurso analítico y el de la salud mental en Argentina. Son los artículos
producidos en el marco de la investigación Efectos terapéuticos de la intervención analítica en
instituciones (2009) desarrollada por Adriana Rubistein durante el 2008 hasta el año 2010. El
objetivo fundamental de la investigación fue la sistematización de las experiencias de
intervención psicoanalítica y sus efectos terapéuticos en ámbitos institucionales. La
investigación plantea y entiende efectos terapéuticos como el alivio y el atemperar el
padecimiento y sufrimiento subjetivo que dio lugar a la consulta. Además, la autora plantea que
se entiende como intervención analítica en la institución la puesta en acto de la transferencia y
es valorada por la posición que ocupa el analista y por los efectos que ésta produce. La
investigación se llevó a cabo a partir del análisis de discurso por estudios de caso.

Los resultados parciales de la investigación dan cuenta de una posición ética en relación con el
acto analítico en la institución. La autora cuenta que la valoración de los efectos terapéuticos del
psicoanálisis dentro de la institución por las modificaciones y rectificaciones subjetivas de un
sujeto en relación con el principal motivo de su queja, que deberá transformarse, a partir de la
intervención analítica, en demanda. Sin embargo, la autora propone hilar fino con respecto al
tema de la rectificación subjetiva, pues esta no se puede hallar en las respuestas del yo, sino en
las asociaciones producto de los recuerdos, de los sueños, de las formaciones del inconsciente.
La propuesta de la autora tras la investigación es mantener la regla fundamental del análisis: la
asociación libre. De forma tacita y no explícitamente en el texto se puede leer entrelineas que la
regla no depende del contexto ni está dada por este, depende de la posición y el lugar que ocupa
el profesional o analista en la relación con el sujeto. El texto permite conjeturar que el
dispositivo analítico no corresponde a un lugar específico, sino que es un espacio que se
Psicoanálisis e institución 10

construye e instala a partir de la transferencia, se desarrolla por la vía de la libre asociación y


sus efectos sólo son medibles a través de las elaboraciones de lo inconsciente en el sujeto. Todo
lo anterior corresponde al dispositivo analítico, susceptible de ser puesto en marcha en el ámbito
institucional.

Unos años más tarde Rubinstein escribe el texto Los efectos terapéuticos en psicoanálisis:
recorridos y conclusiones preliminares (2011) producto de la misma investigación. En este
texto, la autora establece diferencias cruciales que permiten esclarecer qué lugar tuvo el
psicoanálisis en esta experiencia en particular, pero además permiten pensar qué puede ofrecer
el psicoanálisis en una institución y cuáles pueden ser los efectos del quehacer profesional con
perspectiva analítica. Además, las reflexiones a propósito de la investigación invitan a pensar
cuál es la especificidad del psicoanálisis en la institución. En este sentido la autora plantea que,
de acuerdo con Freud y Lacan, el objetivo de la cura analítica no es la recuperación de un
bienestar que se perdió en algún punto de la historia del sujeto. El malestar, la neurosis, la
psicosis y la perversión son formas de resolución que encuentra un sujeto a partir de su
encuentro con lo sexual, con la castración y con el goce. En consecuencia, la cura analítica que
se propone y por tanto una práctica orientada por el psicoanálisis no busca la normalización, no
busca el bienestar ni la adaptación cuyos objetivos si coinciden, en la mayoría de los casos, con
los que podría buscar una institución. Esta es la primera diferencia.

La economía libidinal del sujeto y la hipótesis del inconsciente son dos aspecto que Rubistein
resalta como distintivos de la terapéutica analítica. La apuesta del psicoanálisis para la autora, es
una en la que el sujeto se encuentra con lo real, con lo insoportable. Pero no se trata de una
apología a eso real. El analista o profesional tiene la responsabilidad contribuir con la reducción.
La autora recuerda que Lacan invita a no hacerse trampa con el propio instrumento, es decir que
en este punto habla del deseo que atraviesa la práctica del analista o del profesional. Lo
terapéutico del psicoanálisis es entonces el poder producir en el sujeto un cambio de posición
con respecto a su sufrimiento. En este sentido, sus efectos no se pueden formular a priori, ni se
miden con el objetivo de “querer curar” del cual advierte Freud; sino como efecto de un trabajo
subjetivo que hace el sujeto y que tiene como correlato el deseo de quien lo escucha.

De otro lado, existen textos en los que se presentan experiencias de psicoanálisis aplicado en el
ámbito de la salud mental en Brasil; siendo estos –Argentina y Brasil- los países con mayor
trayectoria en relación con el tema como ya se mencionó. En el texto El psicoanálisis puesto a
prueba en la institución pública de salud mental: clínica y política (2015) de Fátima Oliveira,
Doris Rinaldi y Manoel Ferreira, los autores plantean cuestiones que van en la vía de los
planteamientos antes citados; sin embargo, el texto se distingue por señalar algunos obstáculos
del psicoanálisis en la institución pero no a manera de la denuncia de una práctica imposible
sino dando lugar a pensar la práctica de forma crítica con relación a la postura que se asumen
desde el psicoanálisis cuando se encuentra con los discursos institucionales.

Los autores plantean que no es posible, al interior de una institución, llevar a cabo una práctica
de orientación psicoanalítica si no se está dispuesto a trabajar junto con otros discursos y a no
trabajar solo. Proponen que en la institución se articulan saberes profesionales con trayectorias
diversas, a esto se suman las normas y disposiciones de la institución misma y la singularidad de
los sujetos. Al respecto, se preguntan: “¿Cómo es posible articular estas diversas instancias,
sin dar marcha atrás ante la necesidad de la institución, con su papel social de albergar casos
graves que implican, muchas veces en pasos al acto, sosteniendo un trabajo clínico que pueda
Psicoanálisis e institución 11

tener en cuenta la singularidad de cada sujeto en tratamiento, sin sucumbir a las rutinas
burocratizadas o incluso a prácticas tutelares que se presentan bajo nuevos ropajes?” (p. 4).
La respuesta de estos autores a esta pregunta tiene que ver con la posibilidad de apertura del
psicoanálisis hacia otros discursos. Se trata de agujerear el discurso del “bien para todos”
propio de las instituciones y proponer uno en el que el sujeto pueda peguntarse: “¿actuaste
según tu deseo?”.

Finalmente, cabe mencionar un aspecto decisivo y relevante del texto de Alfredo Zenoni,
Orientación analítica en la institución psiquiátrica (2006), en el cual el autor plantea cuestiones
importantes con respecto al debate entre el psicoanálisis y las instituciones psiquiátricas, en las
que coincide con los textos citados a lo largo de este apartado, sin embargo su postura es crítica
en relación con cómo han asumido la práctica de analítica institucional los psicoanalistas y los
profesionales de orientación psicoanalítica. El autor critica lo que él denomina como antinomia
entre psicoanálisis e institución y confronta el por qué se ha establecido una relación de
oposición entre estas. El texto recoge asuntos importantes en este sentido que se retomaran más
tarde en el apartado sobre las conclusiones, sin embargo resaltaremos uno en particular que
llama la atención y es de valor para lo que se propone en este texto: el autor señala que el hecho
de que un analista se inscriba entre varios y entre otros discursos es ocasión para la trasmisión
eficaz de la clínica psicoanalítica, así como también una oportunidad para enriquecer su
formación, lo que tendrá mayores frutos que una postura reivindicativa de su especialidad.

El psicoanálisis en instituciones educativas

En este grupo de documentos encontrados y revisados se destaca la riqueza en relación con la


producción de textos en los que se elaboran y se exponen posibilidades de abordar el tema de las
instituciones educativas desde el psicoanálisis. Además, llama la atención que en la revisión de
los textos se encuentra que el eje central en el que estriban las discusiones en relación con el
psicoanálisis y las instituciones educativas gira entorno a tres aspectos: la dicotomía entre lo
normal y lo anormal o patológico; las dificultades del aprendizaje y la discusión en relación con
el diagnóstico de trastornos del aprendizaje. Hay que decir que la revisión documental permite
concluir que en este tema en particular la producción desde el psicoanálisis ha sido bastante
amplia, sin embargo para efectos del presente texto destacaremos sólo algunos textos que van en
la vía de esbozar el lugar del psicoanálisis en instituciones educativas y la pregunta por el lugar
del analista en estas.

En el libro Psicoanálisis con niños y dificultades en el aprendizaje (2012) Mario Elkin Ramírez
dentro del capítulo Sexualidad y Aprendizaje hace un recuento histórico del tema de la creación
de escuela tradicional tal y como la conocemos hoy e introduce una discusión en relación con
esto. El autor menciona que como consecuencia de la creación de la instrucción obligatoria y
laica, con la cual se pretendía eliminar las clases sociales, se dio origen lo que hoy en día se
mantiene y es la desigualdad de capacidades intelectuales. El autor señala que las explicaciones
se redujeron a considerar las dificultades mentales como consecuencia de un déficit o síndrome
y que estas explicaciones se mantienen hasta hoy dejando de lado las múltiples causas psíquicas.
El hecho de considerar la inteligencia como medible e innata generó la idea de individuos
genéticamente superiores. Por otra parte, se confundió la medida de adquisición de
conocimiento con la “medida de inteligencia” y esto provocó que se creara la noción de
normalidad y como producto de ello se dio la aparición de una población señala con rótulos
como retardados mentales, enfermos, con déficit.
Psicoanálisis e institución 12

Este fragmento del texto si bien no muestra una experiencia en particular de psicoanálisis
aplicado a instituciones permite pensar y problematizar la concepción de aspectos
fundamentales dentro de las instituciones educativas como las categorías de normal y
patológico, y hacerse preguntas en relación con una comprensión más amplia, profunda y
multicausal de las dificultades del aprendizaje en niños y niñas que actualmente se constituye en
la principal causa de la presencia de profesionales psi en instituciones educativas. Más adelante
el autor menciona una experiencia de psicoanalistas en una fundación para niños con
dificultades en el aprendizaje y subrayaremos tres aspectos fundamentales que explica el autor:
el fin del psicoanálisis en una institución educativa no es la eliminación de un síntoma, la clínica
psicoanalítica como lo plantea Ramírez no es una clínica de los ideales, ni siquiera de los
ideales a los que se encuentra inscrita la institución a la que pertenece el niño. El segundo
aspecto a resaltar es que el niño es tomado como un sujeto de pleno derecho en tanto ser
hablante, así en una institución educativa no se analiza un niño, se analiza un sujeto sin
desconocer las particularidades de las etapas de su desarrollo biológico. Finalmente, el autor
señala el problema de la demanda y sus particularidades. En las instituciones educativas la
demanda no suele provenir del niño sino de los maestros o de los padres, en cualquier caso el
texto invita al profesional o analista a hallar la demanda que sí proviene del niño, más allá de la
demanda de la institución y a encontrar en la institución misma la oportunidad de hacerse a un
lugar y de situar su acción.

El texto El malestar en la cultura educativa del capitalismo (2014) de Patricia Montoya expone
de forma exhaustiva y problematizadora la cuestión de la educación en la época actual. El
artículo gira entorno al análisis de las disposiciones institucionales que actualmente se
encuentran soportadas en los Sistemas de Gestión de Calidad un concepto propio del sistema
capitalista y que alude a promover la menor variabilidad en los procesos, la mejor producción y
disminución a su nivel máximo del error. Ahora bien, la autora menciona las implicaciones
subjetivas que la implementación de estos sistemas de calidad tiene en la vida psíquica de los
estudiantes. El artículo muestra a partir de dos viñetas clínicas de jóvenes estudiantes de
bachillerato, las nuevas subjetividades y las posiciones subjetivas que asumen los jóvenes frente
a las exigencias institucionales de estandarización, normalidad y homogenización. La apuesta
que el texto menciona de manera explicita, pero que además deja abierto para posterior
elaboración tiene que ver con pensar qué educación posible a partir de categorías
psicoanalíticas, pensar qué psicoanálisis posible dentro de las instituciones educativas que
reivindique lo subjetivo, lo singular.

Por otra parte, Wilmar Reyes en su texto Reflexiones psicoanalíticas sobre la educación: la
relación entre sus actores implicados (2013) propone un análisis de los principales valores,
sentidos, normas y postulados de la escuela formal para posteriormente someterlos a la luz del
psicoanálisis a varios cuestionamientos en relación con la concepción de sujeto que tienen las
instituciones de educación, el taponamiento de las subjetividades y finalmente se pregunta y se
aventura a responder por el lugar del psicólogo de orientación analítica en las instituciones
educativas. El texto propone que la labor del psicólogo o del analista se oriente por una escucha
respetuosa, despojada de prejuicios que atiendan a la moral y que le otorgue la posibilidad a los
alumnos de la invención de un “verdadero saber”, el de la responsabilidad de sí.

Los tres textos anteriores proponen un lugar para la práctica psicoanalítica que es posible dentro
de las instituciones educativas, provocan pensar y cuestionar el tema de la educación; pero su
valor principal radica en que se convierten en antecedentes sobre cómo emplear categorías
Psicoanálisis e institución 13

analíticas para hacer lecturas clínicas de fenómenos institucionales, tanto en los sujetos que se
atienden, como en los discursos de quienes representan las instituciones y en el establecimiento
mismo de la institución como espacio.

El psicoanálisis y la reflexión sobre lo social

El discurso analítico aplicado a lo social ha tenido lugar en la reflexión de temas como la guerra,
el conflicto armado y el fenómeno de la victimización, y los aportes más significativos en
Colombia se han realizado en ciudades como Cali y Medellín; y en países como Argentina,
Chile y Brasil; y de los cuales se pueden encontrar referencias y abordajes con perspectiva
analítica.

Éste es el caso de los trabajos desarrollados por psicoanalistas que además de ejercer la práctica
clínica en el dispositivo analítico, también han tenido participación en otros dispositivos no
analíticos. En este sentido, los aportes más significativos para este trabajo son aquellos en los
que el discurso analítico se ha encontrado con otros discursos y cuál ha sido la posición ética y
política asumida por dichos autores en el psicoanálisis aplicado a lo social.

Los principales hallazgos de documentos son los trabajos de investigación de psicoanalistas en


Colombia, lo cual marca una diferencia en relación con la apuesta política del psicoanálisis en
Colombia que ha estado visiblemente ligada a los fenómenos sociales. Un ejemplo de ello es el
trabajo desarrollado por Héctor Gallo a partir de su participación en la investigación Dinámicas
de guerra y construcción de paz, el caso de la Comuna 13 de Medellín, desarrollado por el
Grupo Interdisciplinario e Interinstitucional Conflictos y Violencia, adscrito al Instituto de
Estudios Regionales (INER) de la Universidad de Antioquia. En su artículo Subjetividad y
conflicto armado (2008), Gallo propone una reflexión en relación con la existencia de algo
específico en el sujeto colombiano que lo lleve a involucrase en situaciones de conflicto. Esta
reflexión remite al sujeto y a la pregunta por la subjetividad.

Este artículo propone ejes de reflexión desde el psicoanálisis que aportan a la pregunta por el
discurso analítico en la atención a víctimas pues su autor propone que desde el discurso
analítico un programa de atención a víctimas del conflicto trabaja en “la vía de devolverle al
sujeto la dignidad de su palabra” (2008 p. 39). Además, introduce en la discusión una
exigencia ética que comporta la atención: “que en lugar de incluirse en el programa desde la
impotencia, lo haga desde la disposición convertirse en el protagonista de su presente” (2008
p. 40).

Por otro lado, Moreno en un artículo de reflexión sobre Psicoanálisis e intervención social
(2013) propone un lugar para el psicoanálisis en los escenarios de intervención social dirigidas a
poblaciones en situación de vulnerabilidad. El autor plantea una perspectiva de abordaje con la
población víctima del conflicto armado en Colombia desde lo que ofrece el psicoanálisis: clínica
y ética. La dimensión clínica como “un esfuerzo por el reconocimiento de la dimensión singular
de cada sujeto” (2013 p.122) y la dimensión ética como “la posición asumida por el analista en
la relación que establece con un sujeto que le dirige una demanda” (2013 p.124).

Estos dos trabajos aportan una perspectiva y una posibilidad del discurso psicoanalítico en el
encuentro con otros discursos y en este sentido son relevantes para responder al tema que se ha
problematizado en este trabajo. Al respecto, cabe citar a Miller en su texto Psicoanálisis y
Psicoanálisis e institución 14

sociedad. La utilidad directa (2003) en el que invita a darle continuidad a esta reflexión como
una forma de respuesta al discurso del amo.

Se trata de saber en qué medida y qué sentido hay que dar a esta sustracción del psicoanálisis
respecto a la sociedad, qué sentido dar a la posición de extimidad del analista […] se plantea la
cuestión de saber qué puede, junto al acto analítico tal como Lacan lo ha definido, tomar lugar
como acción analítica […] (p. 235).

Por su parte, el capítulo De la queja a la elaboración del libro Duelo, Acontecimiento y vida
(2000) profundiza en los fundamentos conceptuales del enfoque psicoanalítico en sus
posibilidades de diálogo con los programas de intervención psicosocial, de tal manera que sienta
las bases de la perspectiva adoptada por los investigadores/interventores en el desarrollo del
trabajo adelantado en la población de Trujillo-Valle. El texto ofrece un punto de partida para la
comprensión de la intervención psicosocial al mencionar que:

Por intervención psicosocial presentamos un conjunto de estrategias de trabajo comunitario que


involucra, entre otras tareas, las de tipo psicoterapéutico en aras de conseguir oportunidades para
la solución de problemas psicosociales que se originen en una comunidad dada […] las
intervenciones psicosociales se destinan a crear condiciones de solución a los mismos, bajo el
presupuesto de que en ellos “lo psicológico” desempeña un papel fundamental (pp.25-26).

Así mismo, para apoyar esta manera de comprender lo psicosocial recurren a los fundamentos
de la teoría psicoanalítica para explicar la concepción de sujeto que se desprende de dicho estilo
de abordaje de los fenómenos humanos:

Lacan lo que retoma es que la radicalidad del aporte freudiano no apuntaba a establecer el cómo la
sociedad influye en el individuo, sino que lo social llega a residir en el interior del individuo; no
hay frontera entre el sí-mismo y la sociedad, toda vez que el orden simbólico que se establece
cuando el lenguaje y la ley toman presa al sujeto, colocan al lenguaje como lo que es común al
sujeto y a lo social, es decir, que el sujeto hace lazo social (p.33).

De esta manera, dicha definición busca sentar las bases para una discusión sobre la ejecución de
programas sociales, la cual está atravesada por el enfoque psicoanalítico. Así, después de asumir
la definición de lo que se entiende como intervención psicosocial se hace preciso situar la
advertencia sobre la pretensión de formular programas que se constituyan como respuesta
universal a las problemáticas humanas, pues desde el psicoanálisis es necesario considerar la
singularidad como un dato que orienta la experiencia. Es así como trazan sus objetivos de
trabajo reconociendo los límites de la intervención y de la mano de los fundamentos
psicoanalíticos, de tal forma que señalan como objetivo de un programa de atención a
poblaciones afectadas por hechos de violencia

[…] contribuir a que las personas que han participado dentro de los acontecimientos que
constituyen una catástrofe de origen humano, se entreguen a un proceso de superación de la queja
(la afección) estableciendo nuevas formas de relacionarse con el sufrimiento, mediante la
resignificación de los acontecido en procura de lograr impedir la repetición de aquello que las ha
puesto en el lugar de víctimas. Lo que Freud planteaba acerca de la psicoterapia: el pasar de la
miseria neurótica a la infelicidad común. (p.36)

De esta manera, para avanzar en un estilo de trabajo que esté orientado por este objetivo es
necesario tomar distancia de modelos de trabajo que reducen el padecer humano a categorías
preestablecidas y flexibilizar las formas de acercamiento para no incurrir en la repetición de
soluciones estandarizadas. Así, toman distancia de diagnósticos psicopatológicos como el de
Psicoanálisis e institución 15

Trastorno por Estrés Postraumático y advierten de los riesgos de la clasificación de las


poblaciones bajo la categoría de víctima.

El aporte de estos textos a la elaboración de un estado de la cuestión en relación con el


psicoanálisis y lo social y al planteamiento de una reflexión entorno al tema es decisivo en
varios sentidos: en ellos aparecen datos de indagación, crítica y sustento conceptual. En segundo
lugar, por tratarse de experiencias suscitadas en el marco de programas formulados a partir de la
perspectiva psicoanalítica son un antecedente como trabajo de investigación sobre el tema. Por
último, retoman la reflexión en torno al lugar del psicoanálisis frente a lo social, pero además
proponen una metodología con perspectiva psicoanalítica para el abordaje en programas y
proyectos de intervención psicosocial con poblaciones afectadas por hechos de violencia.

De otro lado, en el artículo de reflexión Responsabilidad de niños, niñas y adolescente (Polanco


& Moreno, 2015) analizan el concepto de responsabilidad subjetiva de niños, niñas y
adolescentes en medida de protección en una institución de convenio con el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar. El artículo se enfoca en la reflexión de las acciones que se
dirigen a los sujetos y se pregunta por la forma en la que estas acciones vehiculiza o impiden la
responsabilidad subjetiva. Los autores, tras la reflexión del tema proponen una perspectiva de
abordaje desde el psicoanálisis para programas que realizan intervención social. Proponen que
los profesionales lideren espacios en los que la palabra del sujeto tenga toda legitimidad y sea
escuchada en el sentido psicoanalítico para contribuir con la responsabilidad subjetiva. Además,
propone una respuesta posible, desde la ética y la política psicoanalítica, a las exigencias
institucionales y una respuesta a los niños, niñas y adolescentes donde la palabra del niño, la
niña y el adolescente sea tomada como palabra plena.

Es así como a través de la exploración y revisión de estos trabajos se puede pensar en


prospectiva en una propuesta de investigación, cuyo interés fundamental está orientado a
conocer las experiencias de práctica analítica en dispositivos no analíticos y de qué manera el
psicoanálisis puede, con sus principios, hacerse a un lugar en las instituciones y particularmente
en programas y proyectos en los que se atiende la categoría de población vulnerable.

Conclusiones

El interés por dirigir la mirada en el discurso analítico y su encuentro con otros discursos salta a
la vista cuando quien quiere aplicar como parte de su práctica los principios analíticos y se
encuentra, o más bien se des-encuentra con la demanda de las instituciones, del estándar, de la
normalización y del protocolo, es decir con la demanda del amo, no sabe cómo hacer y termina
por responder a ella, tal y como se le presenta. Es una apuesta por considerar la reivindicación
de lo subjetivo y singular como parte fundamental de cualquier intención de aliviar el
sufrimiento. Además, abre la posibilidad del encuentro del psicoanálisis con otros discursos
para generar respuestas e invenciones ahí donde no existe la posibilidad del estándar.

De esta manera, a partir del trabajo de revisión y exposición de los textos a manera de estado de
la cuestión, se plantean conclusiones sobre tres aspectos significativos a los que permitieron
llegar los textos y finalmente se proponen algunas preguntas derivadas de la escritura y
reflexión del texto que como interés personal han suscitado la posibilidad de plantear una
propuesta de investigación.
Psicoanálisis e institución 16

Sobre el concepto de institución. La institución entendida como lo instituido, como se


mencionó, es un lugar en el que el psicoanálisis puede hacerse a un lugar. Con sus
particularidades, con sus normas y reglas, con la pretensión de identificación masiva a un Ideal
que pese a la crítica se mantendrá, en particular en aquellas cuyo discurso esté alineado con el
de la época, que serán las que generen mayores expectativas. En relación con ello, el discurso
analítico tiene algo para decir, no por fuera de ellas, sino desde adentro.

Es una paradoja que la definición de institución y su discurso entre en tensión con la manera en
la que el psicoanálisis se propone también como discurso y como práctica, a saber, la insistencia
en la reivindicación de lo más singular, de lo más íntimo. Sin embargo, los textos permiten
concluir que el discurso analítico insiste en situar este contrasentido como una ocasión para
introducir el discurso analítico ahí donde pareciera que no tiene lugar, es una insistencia pero no
caprichosa sino política. Lo institucional se opone como discurso al psicoanálisis, pero esta
oposición va más allá de la imposibilidad de coincidir en un espacio. El psicoanálisis aplicado
no remite a una práctica alineada a lo institucional, remite a lo que Greiser (2012), retomando a
Lacan, denomina como el reverso del psicoanálisis, es decir la cara oculta de la institución.
Concluimos que introducir el psicoanálisis a través de una práctica analítica responsable y con
principios permite ofrecerle a los sujetos un encuentro con su subjetividad.

La cuestión de la singularidad atraviesa a la institución, a los profesionales y a los sujetos. No se


trata solo de reconocer y hacer una lectura clínica de la singularidad de quienes son los
destinatarios de la atención. Sino de poder interpretar clínicamente la singularidad de la
institución y la ligazón ideológica y política que un profesional construye o no con una
institución

Así, mientras el concepto de institución se trata del para todos todo, el psicoanálisis se trata de
lo singular. Y si bien esto pareciera ser una oposición, el entramado de la teoría analítica
permite hacer otra lectura: es posible agujerear lo universal para hallar lo singular. Es posible
señalar lo que se resiste a ser aplicable a la masa, es posible interrogar desde adentro cuál es la
causa del sufrimiento de los sujetos, uno por uno; es posible decir que la pulsión no se puede
domesticar, ni gobernar, pero también es posible decir que un sujeto puede inventarse una forma
de estar en el mundo más tranquilo. Es posible introducir la lógica singular en la lógica del
discurso institucional.

Eficacia analítica/Eficacia terapéutica. Es posible pensar una práctica profesional de


orientación analítica al interior de una institución. Sin embargo, hay que distinguir que sus
efectos distan de los efectos de un análisis en intensión. La eficacia del psicoanálisis aplicado en
instituciones es en tanto eficacia terapéutica. Esto quiere decir que sus efectos se pueden
describir a posteriori, pero que además no tienen que ver con la eficacia en tanto resultado
esperado. Tienen que ver con la dignificación de la palabra del sujeto, con la relación
transferencial construida con quien escucha y con los movimientos subjetivos que el sujeto
realiza a partir del trabajo que ha realizado, junto con el analista, en pro de ocuparse de su
propia existencia.

En este sentido, no es posible trazar un punto de llegada a manera de logro y objetivo. Lo que sí
es posible trazar y ofrecerle a un sujeto es la regla de la libre asociación y a partir de ello el
analista podrá orientar la cura. Sin embargo, cabe aclarar de qué tipo de cura se habla. El
psicoanálisis no pretende desaparecer los síntomas en un sujeto ni en el dispositivo clínico, ni en
Psicoanálisis e institución 17

ningún otro. Así, una cura posible del psicoanálisis aplicado es aquella que le permita al sujeto
reconocer la implicación inconsciente en relación con su síntoma y a partir de ello hacer
movimientos subjetivos que le permitan ubicarse desde otro lugar en relación con su pulsión,
con su sufrimiento, con su goce, con lo Otro.

Por otro lado, es importante pensar en el alcance que puede tener una práctica de orientación
analítica en una institución. No es preciso plantear que dentro de una institución es posible
llevar a cabo, de un modo riguroso y exhaustivo un análisis propiamente dicho. El límite del
psicoanálisis en la institución no tiene que ver con la resistencia del sujeto, atañe a las
circunstancias bajo las cuales se lleva a cabo dicha práctica. Lo que sí es posible, y que puede
ser interpretado como oportunidad, es provocar al sujeto en su encuentro con el psicoanálisis a
iniciar su propio análisis en el marco del dispositivo clínico. No obstante, la pretensión de que el
encuentro con el psicoanálisis derive en el interés por emprender un psicoanálisis personal no
debe ser elevada a la categoría de ideal a alcanzar en la práctica del psicoanálisis en dispositivos
no analíticos.

Más que técnica, ética. La especificidad de lo que puede ofrecer el psicoanálisis en una
institución es una cuestión ética. Este es un hallazgo común, en algunos casos implícito y en
otros explícito, pero presente en todos los textos y en toda la teoría psicoanalítica.

No es un asunto de metodología o técnica. Es un asunto ético y político. La práctica analítica


debe distinguirse de las demás psicoterapias, no se trata de una posición ecléctica; el
psicoanálisis ofrece una especificidad que ya se ha mencionado y como tal debe mantener y
hacer visible la ética de su práctica. Sólo de esta manera puede decirse que el psicoanálisis tiene
un lugar en las instituciones. Por tanto, como se trata de ética, se trata de la asunción de una
posición: entonces, no es la contraposición, sino la invención. En este sentido, un profesional
tendrá que preguntarse ante cada experiencia ¿Cómo hacer en el marco de lo que los ideales
institucionales establece? ¿Cómo ubicarse desde la invención más que desde la oposición?

La posición política tiene que ver con una profunda convicción de que para ofrecerle a un sujeto
algún tipo de cura que alivie su sufrimiento, el psicólogo debe haberse despojado de sus buenas
intenciones de curar. Además, se trata de una política en la que se pretende que se trasmita algo
de esa posición ética a quienes dialogan con el discurso analítico.

Entonces, se trata de hacerse a un lugar, inventarse el lugar, crear el lugar. El lugar del
psicoanálisis en las instituciones no está dado, se construye como en la clínica del diván, se
gesta y se propicia como la transferencia y se sostiene sólo si se somete a una comprobación
constante del acto analítico, al control de la experiencia y sus efectos.

Inquietudes para avanzar en la reflexión. Hasta este punto hemos concluido que el
psicoanálisis ha tenido y tiene lugar en las instituciones y hemos podido distinguir qué lugar y
qué puede ofrecer desde este lugar. Pero, ¿Cómo traducirlo en un ejercicio práctico? Esta es una
de las preguntas que surgen a partir de la elaboración de este texto.

La experiencia de revisión y escritura del texto deja conclusiones importantes en tanto reflexión
académica, ejercicio pedagógico y aplicación de los conceptos y la formación recibida durante
la especialización. Pero además, provocan preguntas que invitan a continuar reflexionando el
tema. Unas de las preguntas que suscita el texto es ¿cómo dialogan la ética y la política que
Psicoanálisis e institución 18

propone el psicoanálisis con los discursos actuales que remiten a otra política, como la política
pública, por ejemplo? Si se trata de una invención ¿qué lugar para dicha invención en el
contexto de la política pública? ¿Cómo podría contribuir la ética del psicoanálisis a la
formulación y puesta en marcha de políticas públicas?

Lo anterior, nos lleva a decir que si bien se puede concluir que es posible la práctica analítica en
dispositivos no analíticos es necesario pensar constantemente ¿De qué manera se materializa
dicha experiencia? Es necesario avanzar en esta reflexión para continuar abriendo posibilidades
de dialogo entre el psicoanálisis y otros discursos. Una reflexión fértil, que le permita a los
sujetos un encuentro con el psicoanálisis por la vía de lo que Greiser (2012) plantea como la
dignidad del síntoma, que en últimas es la dignidad de su humanidad. Es necesario continuar
planteándose interrogantes al respecto para inventar posibilidades de realizar una práctica que,
como diría Irene Greiser “será sin diván, pero no sin psicoanálisis”.
Psicoanálisis e institución 19

Referencias bibliográficas

Báez, J. y otros (2008). Factibilidad de intervención en la psicosis desde el psicoanálisis en un


programa institucional de inclusión social. En: Tesis psicológica. Nº 3. Fundación
Universitaria Los Libertadores. Bogotá. Pág. 100 - 115

Báez, J. (2011). El psicoanálisis y la institución (El eterno des-encuentro). En Tesis Psicológica


(pp. 236-243) Fundación Universitaria Los Libertadores, Colombia.

Belaga, G. (2002) El psicoanálisis aplicado a las instituciones asistenciales. Texto inédito.


Noche en la EOL. Recuperado de
www.eol.org.ar/jornadas/jornadas_eol/011/textos/millas.doc El 15 de Abril de 2015.

Botero, E., Solís, R. (2000). De la queja a la elaboración. En: Duelo, acontecimiento y vida.
Consideraciones sobre la atención psicosocial: caso Trujillo-Valle. Bogotá: Escuela
Superior de Administración Pública.

Freud, S. (1921). Psicología de las masas y análisis del yo. Obras completas, Tomo XVIII.
Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.

Gallo, H. (2008). Subjetividad y conflicto armado. En Conflicto armado: memoria trauma y


subjetividad (pp. 37-40) Medellín, Colombia: La Carreta Editores.

Greiser, I. (2012). Psicoanálisis sin diván. Los fundamentos de la práctica psicoanalítica en los
dispositivos jurídico asistenciales. Buenos Aires, Argentina: Paidós.

Instituto Oscar Masotta (2008). Los usos del psicoanálisis en el hospital de día: Institución y
dispositivo. OIM Escobar. Recuperado de: http://iomescobar.blogspot.com/2008/12/los-
usos-del-psicoanlisis-en-el.html El 15 de Abril de 2015.

Laurent, E. (2004). Principios rectores del acto analítico. Recuperado de:


http://ampblog2006.blogspot.com.co/2006/09/principios-rectores-del-acto-analtico.html
El 25 de enero de 2015.

Laurent, E. (2009). Dos aspectos de la torsión entre síntoma e institución. Recuperado de:
http://ea.eol.org.ar/04/es/template.asp?lecturas_online/textos/laurent_dos_aspectos.html
#notas El 15 de Abril de 2015.

Miller, J. (2003). Psicoanálisis y sociedad. La utilidad directa. En Conflicto armado: memoria


trauma y subjetividad (pp. 225-235) Medellín, Colombia: La Carreta Editores.

Montoya, P. (2014). El malestar en la cultura educativa del capitalismo. Trabajo de Grado para
optar por el titulo de Especialista en Psicología Clínica con Orientación Psicoanalítica.
Universidad de San Buenaventura Cali.

Moreno, M. (2013). Psicoanálisis e intervención social. En CS en Ciencias Sociales (pp. 115-


142) Cali, Colombia.
Psicoanálisis e institución 20

Oliveira, F. y otros (2015). El psicoanálisis puesto a prueba en la institución pública de salud


mental: clínica y política. Recuperado de
http://www.convergenciafreudlacan.org/inove4/php/download.php?gal_id=400 el 15 de
Abril 2015.

Polanco, J., & Moreno, M. (2015). Responsabilidad subjetiva de niños, niñas y adolescentes.
Revista Affectio Societatis, 12(23), 130-148. Medellín, Colombia: Departamento de
Psicoanálisis, Universidad de Antioquia. Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/affectiosocietatis el 15 de agosto
de 2015.

Ramírez, M. (2012). Psicoanálisis con niños y dificultades en el aprendizaje. Buenos Aires.


Grama.

Reyes, W. (2013). Reflexiones psicoanalíticas sobre la educación: la relación entre sus actores
implicados. En: Abordajes psicoanalíticos a inquietudes sobre la subjetividad (pp. 143-
158). Cali, Colombia. Editorial Bonaventuriana.

Rubistein, A. (2009). Efectos terapéuticos de la intervención psicoanalítica en ámbitos


institucionales. En: Anuario de investigaciones. Vol. XVI. UBA

Rubistein, A. (2011). Los efectos terapéuticos en psicoanálisis: recorridos y conclusiones


preliminares. En: Anuario de investigaciones. Vol. XVIII. UBA

Salomone, G. (2011) Discursos institucionales, lecturas clínicas. En: Discursos institucionales,


Lecturas clínicas. Dilemas éticos de la psicología en el ámbito jurídico y otros contextos
institucionales. Buenos Aires. Dynamo.

Valencia, A. (2012). Abrir el psicoanálisis a las ciencias sociales. Reflexiones entorno al libro
Palabra Plena. En: J, Orejuela. Palabra Plena. Conversaciones con psicoanalistas (pp.
11-26). Cali, Colombia: Editorial Bonaventuriana.

Zenoni, A. (2006). Orientación analítica en la institución psiquiátrica. En: Bitácora Lacaniana


Revista electrónica de la Nueva Escuela Lacaniana, Nº 1. Mayo 2006.

S-ar putea să vă placă și