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Asignatura
Educación IV
Módulo
ENFOQUES Y TENDENCIAS PEDAGÓGICAS
Por
ALEJANDRO ALVAREZ GALLEGO
Bogotá, 2019
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CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVOS
3. METODOLOGÍA
4. LECTURA BASE
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1. INTRODUCCIÓN
Actualmente existe un interés por discutir acerca de lo que hay que saber hoy y
particularmente por aquello que la escuela puede y debe enseñar. Esta pregunta
por el conocimiento pertinente se ubica en el contexto de los cambios que se
produjeron después de la segunda guerra mundial, cuando, al decir de los
teóricos posmodernos, cambió su naturaleza. Desde entonces se ha producido
un debate que no cesa en torno a la manera como se produce y como se legitima
la verdad en el mundo contemporáneo.
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formar a los maestros como profesionales en instituciones especializadas, se
está actualizando a favor de la desprofesionalización del oficio.
Los niños y los jóvenes, al igual que las subjetividades que dibujan el
multiculturalismo de nuestros días, por momentos dudan de la necesidad de la
escuela, del maestro y de la pedagogía convencional. Pareciera que esa
diversidad cultural, entendida en clave de derechos o de mercado, es un territorio
en disputa; son el objetivo del poder pero también son actores que juegan.
Los aportes que se han hecho al respecto pueden relacionarse con tres
tradiciones pedagógicas surgidas en otras latitudes: la pedagogía entendida
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como ciencia, la pedagogía entendida como parte de las ciencias de la educación
y la pedagogía entendida como currículo. Para dialogar con dichas tradiciones
intelectuales proponemos trabajar el concepto de campo conceptual de la
pedagogía. Con estas herramientas metodológicas se tendrán elementos para
indagar acerca de lo que le está pasando hoy al conocimiento en la escuela, sus
transformaciones y el impacto que esto tiene sobre su estructura tradicional.
2. OBJETIVOS
3.METODOLOGÍA
En la mañana el profesor hará una exposición sobre las tesis centrales que se
sustentan en el módulo.
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En la jornada de la tarde se adelantará una discusión en torno a la lectura base
incluida en este módulo. Cada grupo de estudio presentará una sintesis de los
planteamientos expuestos en la lectura. Luego de escuchar las exposiciones de
todos los grupos se reunen en los mismos grupos de trabajo y responden por
escrito una pregunta formulada por otro de los grupoa a propósito de la lectura
incluida en este mçódulo y siguiendo las reflexiones de la presentación hecha
por el profesor en horas de la mañana.
EVALUACIÓN
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4. LECTURAS BASE (para todos)
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En esta primera parte haremos una lectura del libro ya clásico de Mario Díaz (1993) donde recoge de
manera rigurosa esta postura teórica.
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Si facilitar el acceso al conocimiento es una de las tareas de la escuela, lo que
allí sucede, en términos de practica pedagógica, es un proceso de des-
contextualización – re-contextualización de lo que se produce en el campo
intelectual. Es decir, la re-significación del conocimiento.
La división social del trabajo entre investigadores y docentes aísla a estos últimos
del mundo de la producción discursiva. La universidad legitima, valida y consagra
a quienes producen conocimiento; la escuela hace lo mismo para la re-
producción.
Para analizar el CIE en Colombia habría que tener en cuenta dos cosas, según
el autor: la manera como se ha “recontextualizado” lo que él llama agencias del
campo internacional, en el plano de las políticas educativas, y por otro,
recontextualización de las teorías de autores extranjeros que llegan al país por
diferentes razones. Este segundo aspecto no es abordado en su texto, pero
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supondría un interesante trabajo (el problema de la apropiación de paradigmas
que en educación y pedagogía circulan: ¿cómo llegan, quien los trae, cómo se
leen, a dónde llegan, qué les pasa?. En cambio sí señala que los cambios
económicos, políticos que se dan en el país, unido a los procesos de
globalización de la cultura, inciden en la configuración del CIE en Colombia. Su
énfasis sociológico y su perspectiva marxista vuelven a aparecer cuando insiste
en que la manera como históricamente nos conectamos con las discusiones
teóricas, depende de los conflictos de clase. Este análisis no se hace,
simplemente señala en una cita que estamos en un proceso de formación y crisis
del sistema económico, social y cultural, que habría introducido a la educación
en el mundo del mercado y generado una crisis de la educación pública. Esto se
habría producido como respuesta la proliferación del discurso crítico
acompañado de movimientos sociales que crearon las condiciones para la
conformación del CIE en Colombia. El supuesto es que lo que llama crisis de la
educación (tampoco aclara nada al respecto) habría producido como reacción el
tipo de producción académica renovada (desde la etnografía, la fenomenología,
la historia, la sociolingüística, el estructuralismo) y un movimiento cultural
particular. En todo caso deja de lado el intento de mostrar qué tanto se produce
esta influencia y de qué manera se daría.
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va a ser fundamental, por otras razones. Para Díaz el CIE en Colombia se
caracteriza por su dispersión, categoría que también utiliza el grupo para hablar
del Campo Conceptual de la Pedagogía. Habrá que analizar las aproximaciones
y las diferencias entre una y otra manera de considerarla. Es claro que para Díaz
la noción de campo es la de Bourdieu, y es fundamentalmente sociológica, esto
deja ver los intereses que se ponen en juego por el poder económico, social y
cultural, lo cual constituye al campo mismo. La lucha que se da en su interior,
estaría motivada por factores externos, esto es lo propio de la sociología. Ya
veremos cómo analiza el GHPP esto. Desde nuestra perspectiva el adentro y el
afuera del campo no actúan en relaciones de influencia, de causalidad, de
determinación, sino de autoproducción. Las relaciones de saber – poder que
nosotros analizamos no se dan entre entidades constituidas a priori, sino en sus
procesos mismos de constitución. La historicidad del CIE estaría dada, para la
sociología de Díaz, por el contexto, en el que intervienen transformaciones tanto
sociales como discursivas provenientes de afuera. En el plano discursivo, la
crisis de ciertos paradigmas se ha producido en el plano internacional. Por eso
resulta importante caracterizar el momento en el que se produce la aparición de
este CIE. El problema se resuelve así, caracterizando el contexto y la coyuntura
histórica, a la manera de la tradición marxista que habla de las relaciones
estructurales (esto es, relaciones causales entre estructuras distintas que pre-
existen) en las que se dan los fenómenos. La dialéctica social se movería en
relaciones entre estructura y fenómeno y dichas relaciones estarían movidas, en
última instancia, por los intereses de clase. En su análisis, el CIE se explicaría
por el crecimiento de la matrícula universitaria, por ejemplo, de donde se formaría
una masa crítica capaz de cuestionar el sistema a partir de las nuevas teorías
que circularían en los diversos campos profesionales. Condiciones sociológicas,
relacionadas con la movilidad de clase que produce la expansión de la matrícula
universitaria (explicado a su vez por razones de crecimiento y modernización
económica), estarían dando cuenta de lo giros teóricos en el CIE.
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habría emergido el CIE, que él caracteriza como un campo crítico y de acción
cultural transformadora, en oposición a la función reproductura, al servicio del
sistema, que tenía la sociología. La fragmentación del CIE haría que en la
dispersión de proyectos, muchos de ellos puedan terminar al servicio del Estado.
A diferencia del GHPP para quienes la dispersión no es un problema en sí, sino
su condición de existencia.
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reproduce la infraestructura), para plantear la tesis de las resistencias y del
cambio que se puede dar desde la super-estructura misma.
Aunque Díaz declara que en el CIE hay una influencia de las relaciones de clase,
también señala que el giro en las teorías sobre lo social estarían constituyendo
dicho CIE como posibilidad de leer lo que en el Campo Pedagógico había
sucedido cuando se movió hacia la búsqueda de nuevas identidades y nuevas
prácticas que desbordaban las reivindicaciones económico-gremiales. Queda la
pregunta acerca del determinismo sociológico en la explicación de la hipótesis
sobre el CIE.
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estructuralista que relacionaba texto y contexto, adentro y afuera, causa efecto,
estructura y super-estructura. Habría una estructura morfológica en el habla del
maestro y una función docente que hacia máquina con una institución como la
escuela. No habría sujeto autónomo, sino un sistema productor del discurso que
pre-determinaba la producción de significados y las actuaciones mismas del
docente.
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El interés o el énfasis del análisis ya no estaría puesto en las relaciones de las
disciplinas con la pedagogía, en tanto medio de re-producción (función didáctica
y análisis del currículo y de las practicas pedagógicas escolares), sino que se
preocuparía por la manera como, en tanto dispositivo, la pedagogía crearía
habitus, esto es culturas locales capaces de generar procesos de identificación
(identidades, subjetividades), prácticas experienciales mucho más sofisticadas
(massmediáticas), donde se configuran la individualización y la masificación de
los sujetos contemporáneos. Las practicas del consumo cultural y la producción
de bienes in-materiales, estaría transformando la naturaleza de los lazos
sociales y de los sujetos mismos, así como de la política y de la
gubernamentalidad (en palabras de Foucault). Lo dispositivos donde se
producen las nuevas subjetividades y las formas de control simbólico se habrían
pedagogizado, mas que nunca.
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en el mercado. La pluralidad, la diversidad, la multiplicidad de opciones políticas
y discursivas, hace que la vieja idea de construir socialmente proyectos
colectivos, con identidades nacionales o locales, se disemine hasta pulverizarse.
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El problema es que le conceden al discurso científico una existencia previa lo
cual podría ser cuestionado si hacemos una arqueología y una genealogía de
dichos discursos. Allí se puede encontrar que, muchos de ellos, han tenido en la
escuela y en la pedagogía parte de las condiciones que los han hecho posibles.
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Acá seguiremos de cerca el texto, también clásico, de Olga Lucía Zuluaga (1987), aunque se harán otras
referencias de otros autores del Grupo de Historia de la Práctica Pedagógica que en su momento se
citarán.
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maestro perdía así la posibilidad de decidir sobre lo que enseñaba y de producir
conocimiento autónomamente.
El otro riesgo que se corrió fue romper con el marxismo y la idea muy extendida
de que la pedagogía era una ideología. En ese momento se denunció a las
Facultades de Educación e incluso al marxismo, por haber invisibilizado a la
pedagogía y con ella al maestro como sujeto social. El concepto de enseñanza,
en tanto saber y en tanto práctica, se relacionó de manera compleja con la cultura
y con los saberes que en ella circulan (O.L.Zuluaga, 1976).
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aparatos ideológicos o como mecanismo al servicio del sistema educativo, era
desconocer la especificidad de sus relaciones. La sociología de la educación o
la historia de la educación habrían ocultado y negado la riqueza, la diversidad y
la complejidad de la practica pedagógica, al subsumirla en las miradas macro
políticas, macro económicas y macro sociales que la hacía depender de factores
externos (en relación causa efecto) y desconocía su capacidad de producir
discursos, sujetos e instituciones por sí misma.
Para el grupo la pedagogía no era una ciencia, por eso no era posible hacer una
historia epistemológica, como se ha dicho, a no ser que se quisiera leer el pasado
de la pedagogía como un camino de actos fallidos que le impidieron llegar a
constituirse como tal. Ese camino suelen seguirlo los epistemólogos de cualquier
ciencia, cuando juzgan desde el presente aquello que en el pasado no hizo o
hizo mal la ciencia que evalúan.
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encontrar en el pasado unas recurrencias que agrupen en un objeto lo que sería
su referente en el presente.
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en los archivos las positividades que dieran cuenta de la historicidad de ellas,
máxime si se pretendían llamar disciplinas o ciencias.
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enseñanza, como los colegios mayores, las universidades, las parroquias, los
talleres de artesanos, entre otros. Todo esto en medio de la dispersión, de las
fluctuaciones, de las muertes y las emergencias de múltiples modos de
existencia. No en tanto continuidad, sino en sus rupturas y discontinuidades, en
su dispersión. Esto se ha rastreado en todo tipo de discursos: los de los
reformadores religiosos de los siglos XVII en adelante, entre los científicos del
siglo XIX, entre las disputas políticas por las independencias de la corona
española y por el control del aparato estatal, entre los discursos de la educación
popular y los diferentes nacionalismos.
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como la que vivimos, encontrarla lejos de tal posibilidad. Pero esto solo puede
hacerse a largo plazo, manteniendo una actitud abierta a la pregunta, antes que
a las definiciones o a las certezas.
Algunas de las valoraciones que se hicieron en ese momento tenían que ver con
el reconocimiento de:
La crisis de la pedagogía sistemática
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Ensayo publicado en la revista Educación y ciudad, Instituto para la Investigación y el Desarrollo
Pedagógico, IDEP, Bogotá, N° 4, enero de 1998, pp 12-23
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Universidad del Valle (2009), sin publicar.
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La necesidad de dialogar con otras disciplinas desde el análisis histórico del saber
pedagógico para que se reconocieran sus objetos y sus conceptos.
La multiplicación de los escenarios educativos, la irrupción de los medios y las
nuevas tecnologías y el nuevo lugar que ocupa la escuela en relación con ellos.
La nueva función educativa de la escuela: la formación en competencias básicas
(Necesidades Básicas de Aprendizaje)
Los nuevos debates sobre el sujeto, la subjetividad y la subjetivación. La
psicagogia (Cuidado de sí- transformación de sí – proceso de des-subjetivación)
como alternativa a la pedagogía como saber formalizado – sistemático.
La des-infantilización de la niñez.
La dilución del maestro en la figura de la función docente, permitiendo que otros
profesionales ingresen a la carrera del magisterio.
Estos temas son asumidos como saberes pedagógicos y se parte del supuesto
que para el período de 1970 al 2000, han constituido una densidad conceptual,
institucional y operativa que permite hablar de la existencia de un Campo
Conceptual de la Pedagogía en Colombia (CCP), a partir de esta época.
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Las elaboraciones que se han hecho hasta ahora conciben el campo como una
proceso dinámico que opera a partir de varios principios5:
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Ver Echeverri, Alberto (2009) y Carusso, Marcelo (2010)
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posee una identidad única. Aunque eso no lo hace necesariamente
inconsistente.
Por eso no se trata de construir una Teoría Pedagógica para apostarle a una
opción en el debate sobre qué debe ser la pedagogía hoy. Se trata de tomar
distancia del presente para propiciar una postura que movilice el pensamiento.
BIBLIOGRAFÍA
Carusso, Marcelo (2010): Documento metodológico para la redacción de los
informes finales de los subproyectos. Sin editar.
Zuluaga, Olga Lucía (1987). Pedagogía e historia. Foro por Colombia, Bogotá.
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