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Una porción de la Amazonia de Brasil lleva 16 días en llamas. Según los satélites de la NASA, los incendios
crecieron un 38% este año, y siete de las ciudades con los incendios más dramáticos están en la lista de los más
deforestados.
A principios de agosto, el Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, destituyó a Ricardo Osorio Galvao, director
del estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por su sigla en portugués), órgano responsable por
monitorear y divulgar los datos sobre deforestación en el país suramericano. Las cifras que divulgó antes de salir del
INPE son preocupantes: La parte brasileña de la Amazonía ha perdido más de 3000 kilómetros cuadrados de área
boscosa desde que Bolsonaro asumió el cargo en enero, un aumento de 39% respecto al mismo periodo del año pasado,
de acuerdo con la agencia del gobierno que monitorea la deforestación.
Tan solo en junio, cuando empezó la temporada más seca, lo que facilita la tala, la tasa de deforestación aumentó de
manera drástica: alrededor de 80% más pérdidas que en junio de 2018. (Ver: Bolsonaro insinúa que las ONG son
responsables de incendios en la Amazonía).
A pesar de las críticas de la administración Jair Bolsonaro, los datos de la deforestación del Instituto Nacional de
Investigación Espacial (INPE) no son los únicos que muestran el progreso de la tala en la Amazonia. Los satélites de la
NASA han visto un aumento del 65% en los incendios en Brasil desde principios de 2019 en comparación con el mismo
período en 2018. Este aumento se produce principalmente en el norte y el medio oeste de la selva de ese país.
Ahora, existe una relación directa entre el aumento de la quema y el crecimiento de la deforestación. De los 10
municipios que registraron los incendios más extensos en 2019, siete están en la lista de municipios con el mayor número
de advertencias de deforestación. Los otros tres municipios de la lista pertenecen al bioma Cerrado, el segundo
ecosistema más grande de ese país, compuesto en su mayoría por sabanas.
Según los satélites de la NASA, el 50.5% de los puntos calientes que muestra el mapa se ubican en la Amazonía. Los
puntos del bioma de Cerrado representan el 39.1%. Lo más alarmante tal vez es que la mayoría de los estados en la
Amazonía tienen incendios por encima del promedio histórico. Los departamentos amazónicos de Acre y Amazona shan
declarado una emergencia debido a las vastas regiones afectadas por el humo.
Los datos, que se actualizan diariamente, totalizan 63.3 mil puntos calientes hasta el 14 de agosto. Este es el mayor
número de incendios en los últimos siete años, y apenas estamos a mitad de año. Las llamaradas de calor son
indicadores de fuego y son capturadas por el satélite Aqua de la Agencia Espacial de los Estados Unidos.
Los incendios a lo largo de la carretera BT 163, en la región de Pará, afectan Floresta Nacional do Jamanxin. Imagen
del 13 de agosto capturada por el satélite Terra da Nasa.
En entrevista con InfoAmazonia, el investigador Alberto Setzer, coordinador del Programa de Monitoreo de
Quemaduras del INPE señala que el año 2019 ya acumula un total de incendios similar al de 2016. “A finales de año,
2019 probablemente igualará o superará la medida de hace tres años”, dice. Setzer explica que la correlación entre
quema y deforestación solo es verificable a lo largo de los años, ya que siempre se observa que en los lugares donde hay
una mayor deforestación también hay un alto número de puntos calientes.
Los incendios en la Amazonia han generado un movimiento de solidaridad en redes sociales que exigen a Bolsonaro
frenar los incendios y la deforestación con el hashtag #PrayForAmazonia.