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¿Por qué ha de molestarles a algunos la

predicación del evangelio?.


Análisis por JMTH.
Primeramente para responder a esta pregunta, debemos conocer ¿qué es el
evangelio?.

El Diccionario de la Lengua Española, define como evangelio a:

1 Libro del Nuevo Testamento que, junto con otros tres,


relata la vida y las enseñanzas de Jesús:
2 El Nuevo Testamento contiene cuatro evangelios escritos
por san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan; existen
diferencias entre el evangelio de san Lucas y el evangelio
de san Juan.
2 Conjunto de estos cuatro libros:
3 Doctrina de Jesús:
Predicar el Evangelio; convertirse al Evangelio; Jesucristo
empezó a predicar su evangelio en Nazaret.
3 coloquial Verdad que no admite discusión.
Con todas estas definiciones, ya conocemos más o menos, el
significado de evangelio.

También debemos conocer que para que conviviéramos en el mundo, Dios,


permitió a través del pecado de Adán y Eva, que entrara a la Creación el bien
y el mal.

La Biblia, Palabra de Dios, dice en Génesis, Capítulo 3:

1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo
que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os
ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del
huerto podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No
comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

La serpiente es satanás, a quien Dios utiliza en ocasiones para mostrar


a su Creación lo correcto y lo incorrecto.

Conociendo esto, Dios preparó a su Hijo, Jesucristo, para que hecho


hombre, al igual que nuestra raza, mostrara a todos cómo debíamos
comportarnos para conducirnos por buenos caminos. ¡Ah!, ¿qué
sucedió entonces con nuestra raza?. Pues que satanás, ya había
envenenado los corazones humanos con engaños, y se torcieron la
mente y los corazones de los hombres.

Envío, pues Dios a su Hijo Jesucristo, ¡y!, ¿qué hicieron los hombres?,
pues le crucificaron, porque había de cumplirse el proyecto de Dios
para que fuéramos transformados y salvos, y para aquellos que
escogieron quedarse en las tinieblas, Dios reservó una sorpresa.

El Apóstol Pablo, siervo fiel de Jesucristo, alertaba a los Tesalonicenses


en 2da. a los Tesalonicenses, Capítulo 02:
7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en
medio.
8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con
el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y
señales y prodigios mentirosos,
10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto
no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la
mentira.

Entonces enviará Dios su Espíritu Santo y sucederá que como Pablo,


escribió también a los Efesios, dice su escritura: Efesios, Capítulo 02:

1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros


delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que
ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los
deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás.
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas.
A los que intentan caminar en tinieblas, les molesta que sean llamados a
ocuparse de la salvación de sus almas, y dicen, como algunos: ¡Después que
yo muera, que me importa ser salvo o no!. Por eso, al diablo le molesta que
prediquemos el evangelio, y a sus seguidores también. Sin embargo, el
Espíritu de Dios advierte, según un libro que pocos entienden y a pocos les
gusta leer, y es Judas, Capítulo 01:

1 Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados,


santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo:
2 Misericordia y paz y amor os sean multiplicados.
3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de
nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos
que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los
santos.
4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde
antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos,
que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios
el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
5 Más quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor,
habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los
que no creyeron.
6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron
su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones
eternas, para el juicio del gran día.

Existen en la actualidad muchas personas que son incrédulas y juegan


con la Santa Palabra de Dios, porque no creen que puede manifestarse
un Castigo Divino, pero, dice en Apocalipsis, Capítulo 03,

Dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás
muerto.
2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no
he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás
a qué hora vendré sobre ti.
En los versículos del 5 al 22, dice:
5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su
nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre,
y delante de sus ángeles.
8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta
abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza,
has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser
judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se
postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.
10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo
entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno
tome tu corona.
12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca
más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el
nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende
del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete.
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como
yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Existen muchas personas engañando todavía, aparentando bondad,


mas guardan en sus corazones veneno de serpientes. ¡Arrepentíos, dice
el Señor a los hombres, a través de sus siervos, profetas, diáconos,
servidores y hacedores de bien, porque los días se hacen largos y
tardíos, pero, nadie sabe cuándo el Señor aplicará su justicia a los
hombres!. Obremos a la Voluntad de Dios, porque de su ira, no
escapará, ni siquiera un protozoo.

¡Que Dios les Bendiga a todos!. Amén.

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