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¿Qué son las penas?

Pena. ... La pena también se define como una sanción que

produce la pérdida o restricción de derechos personales de un sujeto

hallado responsable de la comisión de una conducta punible. La pena

está contemplada en la ley y es impuesta por el órgano jurisdiccional,

mediante un proceso.

Tipos de penas

Las clases de penas que existen en el Código Penal antes y

después de la reforma a los efectos de prescripción y cancelación de

antecedentes penales.

El conocimiento de las clases de penas que existen en el Código

Penal tiene su importancia para encuadrar la pena impuesta en

sentencia (pena grave, menos grave, leve) y poder determinar, entre

otras cuestiones, la prescripción de las penas, los plazos de

cancelación de antecedentes penales, etcétera.

El Código Penal reconoce tres clases de penas atendiendo a su

duración: penas GRAVES, penas MENOS GRAVES y penas LEVES. La

mayoría de los juicios que actualmente se siguen celebrando, como se

refieren a hechos cometidos antes de la citada reforma, se les sigue


aplicando la antigua Ley, salvo que la actual le sea más beneficiosa.

De ahí que hayamos empezado recordando las clases de penas que

existían en el Código Penal ANTES de la reforma son las siguientes:

a) Son penas graves:

 La prisión superior a cinco años.

 La inhabilitación absoluta.

 Las inhabilitaciones especiales por tiempo superior a cinco años.

 La suspensión de empleo o cargo público por tiempo superior a

cinco años.

 La privación del derecho a conducir vehículos a motor y

ciclomotores por tiempo superior a ocho años.Las clases de

penas que existen en el Código Penal

 La privación del derecho a la tenencia y porte de armas por

tiempo superior a ocho años.

 La privación del derecho a residir en determinados lugares o

acudir a ellos, por tiempo superior a cinco años.

 La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus

familiares u otras personas que determine el juez o tribunal,

por tiempo superior a cinco años.


 La prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de

sus familiares u otras personas que determine el juez o

tribunal, por tiempo superior a cinco años.

 La privación de la patria potestad.

b) Son penas menos graves

 La prisión de tres meses hasta cinco años.

 Las inhabilitaciones especiales hasta cinco años.

 La suspensión de empleo o cargo público hasta cinco años.

 La privación del derecho a conducir vehículos a motor y

ciclomotores de un año y un día a ocho años.

 La privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un

año y un día a ocho años.

 La privación del derecho a residir en determinados lugares o

acudir a ellos, por tiempo de seis meses a cinco años.

 La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus

familiares u otras personas que determine el juez o tribunal,

por tiempo de seis meses a cinco años.

 La prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de

sus familiares u otras personas que determine el juez o

tribunal, por tiempo de seis meses a cinco años.

 La multa de más de dos meses.


 La multa proporcional, cualquiera que fuese su cuantía, salvo lo

dispuesto en el apartado 7 de este artículo.

 Los trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 180 días.

 La localización permanente de tres meses y un día a seis meses.

 La pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas

públicas y del derecho a gozar de beneficios o incentivos

fiscales o de la Seguridad Social, cualquiera que sea su

duración.

c) Son penas leves:

 La privación del derecho a conducir vehículos a motor y

ciclomotores de tres meses a un año.

 La privación del derecho a la tenencia y porte de armas de tres

meses a un año.

 La privación del derecho a residir en determinados lugares o

acudir a ellos, por tiempo inferior a seis meses.

 La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus

familiares u otras personas que determine el juez o tribunal,

por tiempo de un mes a menos de seis meses.

 La prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de

sus familiares u otras personas que determine el juez o

tribunal, por tiempo de un mes a menos de seis meses.

 La multa de 10 días a dos meses.


 La localización permanente de un día a tres meses.

 Los trabajos en beneficio de la comunidad de uno a 30 días.

¿Qué es una sanción?

Una sanción es un castigo o también conocido como una pena a

cumplir si alguna persona ha roto las reglas o las leyes establecidas

de algún lugar, existen dos tipos de sanciones las penas y las penales,

dependiendo de la gravedad del asunto será el tamaño de la sanción.

Características

Si la sanción es de un menor de edad dependiendo del delito o

violación, será su pena.

No todas las penas se pagan con cárcel.

Pueden ser pagadas con dinero o servicio comunitario.

Si las personas lo cumplen su pena, la situación puede empeorar y así

traer malas consecuencias ya que el castigo puede aumentar.

Tipos de sanciones

Existen muchos tipos de sanciones ya que las poder haber tanto

en un juego de futbol hasta en círculos sociales, pero en el caso de

las leyes, cuando alguien rompe una ley la sección jurídica abre paso

a sancionar de diferentes maneras.


 Cárcel, situación que se presenta si lo incumplido es

extremadamente grave.

 Casa por cárcel, se tiene a ver con los políticos y algunas

personas cumplen sus penas en sus casas.

 Servicio comunitario, cuando no es delito tan grave.

 Pago de fianza, suele ser cuando son delitos menores.

 Cuando se sanciona a alguien se le priva de algunos derechos

durante un determinado tiempo, mientras que esa persona

cumple sus penas y paga sus sanciones, esto es para que la

persona tenga una lección de no volver a incumplir las normas.

 Las sanciones a su vez también se pueden de negociar con el

centro jurisdiccional y llegar a un acuerdo que tipo de sanción

la persona tiene que cumplir o si no simplemente se le dicta el

tipo de pena que debe de cumplir.

 También existen sanciones que son como la conformidad de las

leyes de un estatuto, ejemplo que podemos notar el España

donde el Rey sanciona toda ley que sea aprobada por las Cortes

Generales. Esto es algo se hace porque el Rey posee la mayor

autoridad de poder sancionar ciertas leyes y situaciones que

parezcan inapropiadas para su territorio nacional y que

perjudiquen a el mismo.
Las leyes y normativas de lugares públicos, privados, países,

continentes, casa, juegos, deben de ser cumplidas porque si por

ejemplo te sancionas de un juego de futbol puede llegar a ser una

sanción que hasta lleve ante un juez que puede privar de los derechos

de continuar jugando en partidos nacionales, estadales o entre otros.

Delito

[DP] Conducta típica, antijurídica y culpable constitutiva de

infracción penal. Eugenio Cuello Calón define el delito como una acción

antijurídica, típica, culpable y sancionada con una pena. Luis

RODRÍGUEZ MAN- ZANERA considera que delito es «la acción u

omisión que castigan las leyes penales, es la conducta definida por la

ley».

JSS CP, art. 1.

(Derecho Penal) En sentido amplio, delito es sinónimo de infracción

(V. esta palabra).

En sentido estricto, delito es una infracción cuyo autor puede ser

castigado con penas correcionales, esto es, con pena de prisión de

más de dos meses, y con una multa superior a 10.000 francos.


Es toda acción u omisión que, por malicia o negligencia culpable, da

lugar a un resultado dañoso, estando prevista o tipificada en la ley

penal dicha acción u omisión con el señalamiento de la

correspondiente pena o castigo. Cuando dicha conducta no alcanza la

gravedad precisa para ser calificada como delito, puede encuadrarse

en las faltas o delitos menores, cuya tipificación en la ley penal se

hace separadamente de los delitos. Cuando la pena venga

determinada por la producción de un ulterior resultado más grave,

sólo se responderá de éste si se hubiere causado, al menos, por culpa.

Se dice que hay delito doloso cuando el autor del mismo ha querido

el resultado dañoso; cuando no se quiere dicho resultado, pero

tampoco se evita, se dice que hay delito culposo. Es delito de comisión

el que conlleva una actividad del autor que modifica la realidad

circundante; y se habla de delito de omisión cuando la conducta

delictiva del autor ha consistido en un no hacer o abstención de

actividad.

Delincuente

(Derecho Penal) Autor de una infracción, es decir, de cualquier acto

previsto y castigado por la ley penal y que puede ser objeto de una

investigación en este campo.


En un concepto general, delincuente es la persona que ha cometido

un delito.

El estudio del delincuente es emprendido en criminología según

distintos criterios, que dan origen a los grupos y ramas en que se la

divide. Siguiendo a ingenieros podemos citar:

antropología morfología criminal etiología criminal mesología

sociología criminal meteorología clinica criminológica terapéutica del

delito la sociología criminal de Ferri da el resumen de la etiología

criminal al decir "que todo delito es el producto de condiciones

individuales, físicas y sociales" y que "el ambiente social da su

forma al delito, pero su origen es debido a inclinaciones biológicas

antisociales (orgánicas y psíquicas) ".

El representante mas ortodoxo del neo-lombrosianismo es benigno di

Tullio, dese el momento en que crea su "constitución delincuencia",

cuyo origen atribuye a una particular estructura del delincuente en

su personalidad y la presencia de especiales características que llama

fisiopsíquicas, "capaces de favorecer el desenvolvimiento de


reacciones criminosas, incluso en ocasiones de circunstancias o

estímulos exteriores insuficientes". Es concepto de di Tullio que el

factor social, ambiental, nunca puede influir sino hasta determinados

limite y que siempre el hecho delito está determinado por una

combinación de factores etiologicos que pueden señalarse como

constitucionales o como condicionales. Define la predisposición al

delito como "el conjunto de condiciones orgánicas y psíquicas,

hereditarias, congénitas o adquiridas, que

disminuyen la resistencia individual a los estímulos criminosos y que

favoreciendo el desenvolvimiento de tendencias y actitudes

antisociales o delictuosas, tornan criminosas las causas que por si

serían inactivas, esto es, incapaces de producir eventos delictuosos".

La mesologia criminal es el estudio del ambiente donde se desarrolló

el delito y donde actúa el delincuente.

Newman, freemen y holzinger son tan concluyentes respecto a la

trascendencia del mundo circundante que se puede resumir sus

opiniones diciendo que "aquello que la herencia hace también el

ambiente puede hacerlo". Ya romagnosi dividió los elementos del


ambiente según su influencia sobre el delincuente, afirmando la

existencia de cuatro factores fundamentales: 1) falta de medios de

subsistencia; 2) falta de educación; 3) falta de vigilancia; 4) falta de

justicia.

La persona que delinque; el sujeto activo de un delito o falta, como

autor, cómplice o encubridor. A estas dos últimas categorías no suele

imponérsele penalidad en las faltas. | El individuo condenado por un

delito o una falta penados. | Delincuente es el que, con intención

dolosa, hace lo que la ley ordinaria prohíbe u omite lo en ella mandado,

siempre que tales acción u omisión se encuentren penadas en la ley.

La delincuencia infantil, ante la crisis de los sistemas penales,

impone un nuevo planteo en el estudio de las causas de la inconducta

del menor, directamente vinculado con el problema social.

El medio social, a partir de los trabajos de healy y brormer, es

considerado hoy elemento predominante en la producción de la

criminalidad infantil.
En el XII Congreso Penal y Penitenciario Internacional de La Haya

(1951) se han destacado los progresos, aunque lentos, realizados en

el tratamiento de los adolescentes delincuentes. Respecto del menor,

como dato concreto, en la actualidad, el principio de reeducación

reemplaza al de represión y al de punición.

Delincuente habitual

Representa un concepto opuesto al de delincuente ocasional. De

acuerdo con la teoría de Ferri, se ha de señalar como una categoría

especial de éstos a los dementes, diferenciándolos de otros

delincuentes habituales, como los individuos física y moralmente

desgraciados desde su nacimiento, que viven en el delito por una

necesidad congénita, así como aquellos otros que delinquen

reiteradamente por una especie de complicidad del ambiente social

en que han nacido y crecido, y que además adolecen de una

desgraciada constitución orgánica y psíquica. De esa división surgen

para el autor precitado los delincuentes locos-natos y los

delincuentes incorregibles por costumbre. Afirma Ferri que los

delincuentes habituales, por costumbre adquirida, suelen iniciarse en

la delincuencia cuando son jóvenes, y se ven arrastrados luego a la

costumbre crónica del delito por el medio social, las compañías y el

ambiente.
Delincuente nato

La concepción lombrosiana lo describió como una variante humana

distinta, mientras que el concepto moderno considera como causa

primera del crímen la inferioridad biológica.

Numerosos sinónimos se han dado del denominado delincuente

NATO:

delincuencia instintiva o por tendencia, inmoralidad constitucional,

personalidad perversa, psicosis perversa. La clinica del delincuente

NATO tiene sus síntomas y signos, su evolución descripta como "

odisea de los perversos" y un diagnóstico diferencial.

Delincuente primario

(Derecho Penal) Persona por primera vez investigada. Puede haber

cometido otras infracciones, pero estas han permanecido ignoradas

de las autoridades penales.

Escuelas Clásicas

Las cárcel como institución de cumplimiento de penas no es tan

antigua como pudiese pensarse, de hecho surge en el siglo XVI,


siendo sometida a una serie de cambios a lo largo de su historia, para

tratar de humanizarse, sin embargo aún en la actualidad no se ha

llegado a un sistema penitenciario idóneo, donde la pena cumpla la

función que mayoritariamente se le atribuye y que recoge la

legislación venezolana: la reinserción social del recluso.

La cárcel, entendida en nuestro tiempo, como un edificio

destinado a la reclusión de los presos (Diccionario Larousse 1999),

más que una edificación, representa aquel lugar a donde se envían a

los sujetos que tienen una presunta deuda con la sociedad (Gómez

Grillo, 1979) y que recibe como castigo la privación de su libertad.

Con la llegada de la cárcel comienza una época de ensayo y error

en lo que a sistemas penitenciarios se refiere, época que todavía no

ha culminado y que probablemente no culminara, por lo menos hasta

que se encuentre un sistema penitenciario perfecto libre de críticas

y perdurable en el tiempo que asegure la total reinserción del recluso

y que garantice la no reincidencia de los ex reclusos.

IMPACTO DE LAS ESCUELAS CLÁSICA Y POSITIVISTA

Es largo el camino para postular una política criminal, para dar

respuesta a la etiología del delito través de una Criminología acorde

a la realidad de cada sociedad y proponer instrumentos normativos

para enfrentar esta criminalidad desde políticas sociales. Surge una


gran pugna de opiniones sobre diversas escuelas de pensamiento por

interpretar y postular posiciones que habían quedado suspendidas

con la tradición de las teorías clásicas y positivistas. Tanto la Escuela

Clásica como la Positivista, dieron a conocer en su momento histórico,

una interpretación de la criminalidad como un fenómeno individual,

sus similitudes criminológicas, penales y penitenciarias como

fundamento teórico, la finalidad del sistema jurídico basado en el

contrato social; su presupuesto operante en la igualdad material y su

criterio político en la utilidad social incluso en caracterizar el delito

y al delincuente como anormales, pero se distanciaron en el carácter

de la responsabilidad, para la Escuela Clásica se mantuvo en lo

individual, mientras en los positivistas desapareció esa

responsabilidad por falta de libre albedrío; así mismo, mientras para

la primera fue indiferente el estudio del delincuente, para la segunda

se dio el enfoque patológico individual dándole a esa Escuela el

fundamento y razón de ser del “juez científico”, que con su mediación

punitiva, perduró en la mayoría de los desarrollos del tratamiento

penitenciario, basados en el carácter de los factores delincuenciales

de orden terapéuticos. Finalmente se diría que la Escuela clásica

aporto la eliminación de la discrecionalidad monárquica como

consecuencia de la separación de funciones y órganos políticos, de

igual manera, la Escuela Positivista aportó la desvinculación del


estudio del delito con la teoría política de Estado., pero su

metodología clínica para el tratamiento del delincuente aún se

mantiene en algunas organizaciones tanto en su enfoque como en la

práctica. ENRICO FERRI en su trabajo de Sociología Criminal,

explica la segregación como medio al tratamiento rehabilitador para

recuperar los niveles de convivencia. El enfoque clínico de esta teoría

lleva tratar al interno como un enfermo, a diagnosticarlo por un

equipo de especialistas que afirma un pronóstico del comportamiento

y señala el respectivo tratamiento para modificar la conducta. Otras

Escuelas como la Social, la Anómica, Ecológica, Asociación y

Organización Diferencial, la de la Rotulación, la Neutralización, Etno-

metodológica, la del Marxismo, la de Chicago, la Social de la Conducta

Desviada, la de la Realidad social del delito, la Nueva Criminología, la

Criminología Crítica, la de la Geopolítica, y muchas otras más, dieron

sus puntos referenciales, muchas veces de forma antagónica. Pero no

fue suficiente la postulación teórica, sino el propio desarrollo

histórico que determinó las diferentes tendencias. Estas nuevas

Escuelas han presionado por reformar o cuestionar los paradigmas

que han imperado hasta hace poco. La pena privativa de la libertad

ha encontrado en estas escuelas respuestas para su praxis, pero han

sido dos grandes vertientes las que han permitido definir el estilo de
su organización, en primer lugar, la Escuela Latina, que eligió la

estrategia del

Estado Benefactor

de brindar lo que “requiere” el interno para mantener en alto

su auto-estigma como privado de la libertad, bajo el criterio de

intervenir la conducta a través de la resocialización o el manejo de la

actitud y la Escuela Anglo Sajona, basada en las teorías del control

social y en su comienzo dirigidas a rehabilitar o formar la aptitud,

técnica vigente hasta mediados de los años 50. Ambas estrategias,

tuvieron de trasfondo la resocialización y la rehabilitación, baluartes

de la escuela de pensamiento positivista, hoy criticadas, rechazadas

y desfasadas por la teoría criminológica y además, abandonadas por

sus precursores o transformadas en nuevas técnicas aunque algunas

con el propósito de transformar, intervenir o impactar la conducta

criminal; en España la resocialización se transformó en reeducación,

en Estados

ESCUELA LATINA

. Esta Escuela, optó por enfoques y análisis arrojados por los

postulados positivistas y conductistas plasmados desde principio del

siglo XX, hasta construir el llamado mito de la resocialización


interviniendo al delincuente que cumplía una pena privativa de la

libertad. Como lo indica NICOLO AMATO en Política Penitenciaria

Italiana. 1993 “El criminal – enfermo – paciente se convierte en

objeto de atención de numerosos grupos de expertos, entre ellos

médicos, psicólogos, psiquiatras, quienes uniendo la frialdad propia

de los científicos al celo apasionado del apóstol, lo siguen, lo

observan, lo estudian, buscan penetrar dentro de el, leer en su

interior para conocer sus pensamientos, sus sentimientos, los

afectos, los instintos, las sensaciones, las reacciones, para

descomponerlos, analizarlos y recomponerlos. Es un experimento de

laboratorio, es una vivisección, es una autopsia inquietante y

preocupante, si nos preguntamos hasta donde es licita y útil esta

profanación de la intimidad de los hombres, esta invasión, esta

manipulación de sus conciencias” Este comentario, deja entrever, la

esencia del tratamiento positivo con su enfoque peligrosista,

patológico, clínico y de profilaxis criminal heredado de LOMBROSO,

GAROFALO Y FERRI. Uno de los países que más desarrolló estas

formulaciones fue España, que en plena post guerra, abanderó las

principales reformas, en 1948, entró en vigencia el nuevo reglamento

de los servicios de prisiones, cuya finalidad era dar riguroso

tratamiento penitenciario acorde a las mas avanzadas doctrinas al

recluso considerado persona susceptible de regeneración, bajo


principios cristianos para alejarlo de la reincidencia. GARRIDO

GUZMÁN, señala que fue novedoso que para tal fin, se crearan las

prisiones de observación, político-social, delitos comunes y se

mantuvo el sistema progresivo. No obstante por la dureza de sus

sanciones del régimen interno, no se asumió las recomendaciones de

la Regla Mínimas de las Naciones Unidas. Veinte años más tarde, en

1968, España replantea su política penitenciaria, se sostiene el

Sistema progresivo con cuatro periodos: 1. Reeducación 2.

Readaptación social 3. Pre - libertad 4. Libertad Condicional Lo

interesante del modelo fue la flexibilidad ya que el penado no pasaría

por cada uno de los periodos, ni estaría allí, un tiempo

predeterminado. Como lo contemplaba el régimen de 1957, muy

parecido al actual de Colombia. Desafortunadamente el modelo no

avanzó como se esperaba: los índices de pobreza, el hacinamiento en

las cárceles (300.000 internos), la escasa remuneración de los

funcionarios, la dureza del trabajo y la baja calidad de los cursos por

la Escuela de Estudios penitenciarios, llevaron a un retroceso del

penitenciarismo.

ESCUELA ANGLOSAJONA.

Esta Escuela en su evolución, toma diferentes giros.


Hoy con la globalización de la economía, la crisis ecológica y la

revolución tecnológica surge lo que se denomina,

la sociedad del riesgo, según ULRICH BECK en 1986, una

sociedad en peligro, una sociedad obsesionada por la seguridad.

Distante de los postulados de la Escuela Latina basados en la reforma

del humanitarismo penitenciario hacia el modelo correccionalista y

surge una nueva penología anglosajona: la cultura del control social

como control total. En este desarrollo teórico y práctico frente a los

fenómenos de violencia y terrorismo, surge lo que se llama “cultura

de la emergencia”, (BARATTA, A 1984) la cual desde los años 70

viene siendo caracteriza por la construcción de cárceles de máxima

seguridad para privilegiar el aislamiento celular ajeno al ideal

resocializador; la restricción de beneficios administrativos por

delitos de terrorismo, delincuencia organizada, tráfico de droga y

delitos contra la libertad sexual; el apoyo a la colaboración de

informantes o colaboradores con la justicia; el auge de la política de

dispersión carcelaria, para vencer la resistencia con el traslado de

presos, los permanentes cacheos personales y la aplicación de

técnicas de control de seguridad Frente a los fenómenos de violencia

y terrorismo, surge lo que se llama “cultura de la emergencia”,

(BARATTA, A 1984) la cual desde los años 70, la asume este modelo,

caracterizando acciones como: 1. Construcción de cárceles de


máxima seguridad para privilegiar el aislamiento celular ajeno al ideal

resocializador. 2. Construcción de macro-cárceles, para albergar

internos comunes 3. Restricción de beneficios administrativos por

delitos de terrorismo, delincuencia organizada, tráfico de droga y

delitos contra la libertad sexual. 4. Apoyo a la colaboración de

informantes o colaboradores con la justicia 5. Auge de la política de

dispersión carcelaria, para vencer la resistencia con el traslado de

presos 6. Permanentes cacheos personales 7. Aplicación de técnicas

de control de seguridad Con la mentalidad de la sociedad del riesgo,

la población anglosajona británica y norteamericana, emprendieron

baterías para endurecer sus sistemas penales y jurídicos. Surge

entonces un fuerte antagonismo, entre esta Escuela del realismo de

derecha frente los artífices de la nueva criminología identificada por

autores como JOCK YOUNG, WALTON Y TAYLOR quienes con sus

postulados epistemológicos no han podido salir del criticismo y poca

práctica Hoy bajo esta orientación, se busca minimizar los costos que

implica la prisionalización, ahora vista como una industria del control

del delito, el Estado soberano se perfila como un mito controlador

del monopolio del delito, donde la privatización busca abarcar desde

la prevención hasta la represión. Son grandes los ejemplos hacia la

expansión de la policía privada, seguridad domiciliaria, servicios de

vigilancia, sistemas de alarmas, equipos etc. En el campo penitenciario


existen cinco formas de contratación: 1. Contratación de la

alimentación, educación, salud, escolta, servicios de seguridad. 2.

Construcción de nuevas cárceles 3. Financiación privada para nuevos

establecimientos 4. Manejo, gerencia y operación de la institución

penal 5. Contratación de servicios de tratamiento Comenta

WACQUANT 1999, que en EU que 17 empresas privadas atienden la

oferta de armamento y alimentos alrededor de 140 establecimientos

de 20 de los 50 estados.

Criticas

Sistema penitenciario venezolano es objeto de duras críticas,

del todo merecidas, por ende es necesario pensar en las posibles

soluciones para lograr una reforma carcelaria en el país. Dado que el

problema se ha agudizado porque no se cumple con el artículo 272 de

la Constitución, el cual prevé una serie de medidas destinadas a

humanizar el sistema penitenciario. Las prisiones continúan estando

centralizadas a pesar de que la carta fundamental obliga a que sean

administradas por gobernadores y alcaldes. Igualmente, deben estar

dirigidas por penitenciaristas profesionales. Los internos procesados

deben estar separados de los condenados. La población reclusa tiene

que ser reubicada según la clasificación estándar: máxima, media y


mínima peligrosidad. Es necesario que existan espacios para el

trabajo, el estudio y la práctica del deporte.

En nuestro país los establecimientos penitenciarios están

divididos en: 1) Centros de cumplimiento de pena, que son los Centros

Penitenciarios y Cárceles Nacionales, y 2) Reclusorios para

procesados, que son los Internados Judiciales, pero existe un

problema, y es que todos están a pesar de su función, están

destinados para lo mismo: encerrar para destruir tanto el alma como

el cuerpo de los que por sus pabellones deambulan, con sus cuerpos

llenos de cicatrices que son la prueba de que el pasado existió y

convertidos en fieras por la necesidad de sobrevivir, al más puro

estilo de los programas de televisión de la vida salvaje “matar o

morir” esa es la consigna, para que una vez en libertad –si se logra

sobrevivir- desempeñar el mismo oficio –o tal vez uno peor- que en

alguna oportunidad los trajo a este infierno en la tierra. El asunto no

se presenta en si lo que hizo está bien o no, el problema se presenta

en el que una vez dentro de una cárcel la persona (mujer u hombre)

sea tratada como un ser humano y no como una fiera salvaje, para

que no solo cumpla con la pena, sino que sea reeducado y esté en

condiciones para realizar una vida normal en la sociedad que una vez

lo encerró allí.
Los índices de hacinamiento son mayores a los que estima la

Oficina de Estadísticas de la Dirección General de Rehabilitación y

Custodia del Recluso; pues los parámetros para determinar la

supuesta capacidad instalada corresponden al momento de creación,

equipamiento y habilitación de cada reclusorio; pero no se ha

considerado el grado de deterioro en que se encuentran en la

actualidad para determinar tal capacidad.

Los actuales instrumentos legales que rigen la materia

penitenciaria en el país, poco han influido en la cruenta realidad de

las cárceles venezolanas las cuales fueron descritas por la

organización internacional Human Rights Watch, en el libro Castigado

sin condena, como abarrotadas, con personal insuficiente,

deterioradas físicamente y plagadas de armas, drogas y bandas.

Luego de 75 años desde que Tulio Chiossone (abogado y

profesor) tras la publicación de un pequeño libro llamado

Organización Penitenciaria Venezolana (1936), la realidad

penitenciaria es la misma, donde el país, familias enteras han tenido

que vivir en carne propia el infierno que viven los reclusos en nuestro
país, así lo evidencia los hechos suscitados a lo largo de los años tales

como:

Masacre de 1994 de más de 100 reclusos en la cárcel de

Sabaneta

Asesinato de 29 presos en la prisión del Dorado en 1997”

(Nieto, Carlos 2003)

A principios de 2004: 4 muertos y 25 heridos dejó

enfrentamiento en penal de Tocuyito.

Noticias como estas fueron comunes en el pasado y lo siguen

siendo hoy en día. Las cárceles en Venezuela afrontan problemas

administrativos, técnicos, económicos, sociales, ecológicos y

estructurales, lo que ha llevado a desvirtuar el fin mismo de la pena

para el Derecho Penal Venezolano, establecido en el artículo 2 de la

Ley de Régimen Penitenciario: La reinserción social del penado

constituye el objetivo fundamental del período de cumplimiento de la

pena.
En junio 2011 Dos secuestros en prisiones venezolanas en poco

más de dos semanas han dejado al descubierto la situación de

vulnerabilidad del sistema penitenciario de este país y, según

organizaciones que trabajan con población reclusa, la evidencia de

que el Gobierno ha perdido el control de las cárceles.

En el mismo mes de junio 2011 huelgas de hambre,

automutilaciones, reyertas, homicidios, y secuestros de funcionarios

han puesto en las últimas semanas a las prisiones en el primer plano

de la actualidad en Venezuela, un país que a lo largo de los años se ha

habituado a escuchar sólo malas noticias de cuanto ocurre en sus

penitenciarías.

Los reclusos de la cárcel de La Planta, un penal caraqueño con

capacidad para 450 personas, pero poblado por 2.700 reos,

retuvieron durante casi 24 horas a 15 funcionarios del penal, incluido

el director, en protesta por el supuesto maltrato policial recibido por

algunos presos en su desplazamiento a los juzgados.


El incidente se produjo dieciséis días después de que 22

funcionarios, entre ellos también el director, fueran secuestrados

durante una semana por presos de la cárcel de El Rodeo II, a unos

40 kilómetros de la capital, que protestaban por un supuesto brote

de tuberculosis.

De acuerdo con datos del OVP, en 2010 murieron 476 reos y

958 resultaron heridos en las cárceles de Venezuela. El activista

señaló que desde fines de julio al 30 de octubre, “los cien días que

tiene en funcionamiento el Ministerio para el Servicio Penitenciario”,

se registraron 148 reos muertos y 967 heridos. Durante los

primeros seis meses de 2010 se registraron 221 internos muertos y

449 heridos mientras que en 2011, en el mismo período, los fallecidos

llegaron a 309 y los lesionados 836.

Entre las cárceles calificadas por la organización como “más

violentas” en 2011 destaca la de Uribana, en el occidental estado

Portuguesa, donde se han contabilizado 37 reos fallecidos, y el penal

de Sabaneta en el estado Zulia, fronterizo con Colombia, con 29

muertos hasta fines de octubre.


La OVP indicó que el 70% de la población reclusa de Venezuela

tiene entre 18 y 30 años, 91% son hombres y 14% de los presos son

extranjeros.

Salud dentro de los centros penitenciarios

 Infraestructura penitenciaria deteriorada e insuficiente.

 Deficiente mantenimiento: filtraciones de aguas negras,

alcantarillado obstruido, deficiente ventilación.

 Servicios sanitarios en condiciones infrahumanas.

 Ausencia de agua potable.

 Contaminación ambiental.

 Graves condiciones sanitarias.

 Deficiente atención médica: carencia de insumos médicos,

personal insuficiente y no permanente, retrasos para los

traslados a centros de salud.

Situación Procesal

Retardo procesal.
Diferimientos y suspensiones de audiencias por causa ajena a la

población reclusa: falta de una buena gerencia penitenciaria,

imposibilidad de efectuar los traslados a los tribunales por falta de

medio de transporte, por falta de combustible, por falta de las

herramientas de seguridad (no hay esposas) o por no existir personal

de custodia disponible.

Existen casos de reclusos que tienen más de dos años privados

de libertad, sin que se haya dictado sentencia condenatoria

definitivamente firme.

Situación Actual al mes de Julio 2011.

o Tenemos el sistema penitenciario más peligroso en

Latinoamérica.

o Infraestructura carcelaria en condiciones deplorables.

Hacinamiento crónico
o Carencia de control interno por parte del Estado: Ausencia

de régimen disciplinario efectivo. Las cárceles las dominan los

reclusos y no el Estado.

o Insuficiencia de funcionarios responsables de la vigilancia y

el servicio administrativo, aunado a su poca capacitación para ejercer

las funciones correspondientes.

o Cambios constantes de personal directivo y alto índice de

rotación en la mayoría de los cargos.

o Inexistencia de planes ocupacionales, formativos, deportivos

y culturales para el recluso.

o No hay atención médica adecuada y oportuna para el recluso.

o Las condiciones en que se encuentran las cárceles

venezolanas son crueles, inhumanas y degradantes; así lo señala la

Convención contra la Tortura de las Naciones Unidas.


o Existen medidas provisionales, dictadas por la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos, contra el Estado Venezolano

por la violación de Derechos Humanos en las cárceles del país.

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