Nacionalidad: Español Profesión: Religioso Capuchino, escritor religioso, fundador Talleres de Oración y Vida T.O.V. Residencia: Santiago de Chile Testimonio Durante muchos años obtuvo una obstinada batalla por desaparecer, por mantenerse oculto, con un bajo perfil, navegando entre un montón de personas. Un día escribió su libro autobiográfico “La rosa y el fuego”, donde narra apasionadamente cómo en la noche de 1957, asomado a la ventana del convento, tuvo una experiencia mística: un encuentro con Dios, el amor de su vida.
Una gratuidad infusa extraordinaria: se
superan todas las normalidades psicológicas. No hay palabras ni maneras para explicarlo ni para transmitir el contenido esencial de ese fenómeno espiritual. Después supe que aquello era una gracia o experiencia infusa extraordinaria: repentina, desproporcionada para la preparación que tenía (que no tenía ninguna preparación), una experiencia infusa -es decir, no es una sensación que viene 2 desde adentro por facultades psicológicas especiales, no se trata de que uno se envuelve en un fenómeno psicológico.
Sino que todo lo contrario: la sensación
perceptiva y empírica es que viene de fuera para adentro, por eso es infusa, invadiéndome. Y es una experiencia extraordinariamente viva, una sola vez en la vida generalmente pero deja efectos para toda la vida. Sí hay un recuerdo de ese hecho a los 20 años que sucedió, produce efectos parecidos al momento en que sucedió.
Me sucedió porque no tuve parte en eso, se
realizó en mí. Algo completamente gratuito. Que no depende de mí y viene de fuera para adentro.
¿Qué se le reveló de Dios en ese momento, la
ternura, la grandeza, qué recuerda de esa noche tan mágica? Es una sensación muy difícil de explicar. Un gozo, un desbordamiento, una embriaguez de ternura, de amor, no hay palabras ni poesía que pudiera describir aquello. Es una cosa inenarrable e inefable. Pero fundamentalmente es una invasión o mucho más, una especie de embriaguez, de ternura, de amor, de afecto, de dulzura: de sentirse envuelto, compenetrado y arrebatado por el amor como si fuese una ola inmensa. Son palabras, maneras de decir, pero al final hay que decir: era algo de eso, pero no era nada de eso. Era otra cosa y mucho más.
¿Qué cambió en usted, en sus esquemas, en su
pensamiento, en su manera de obrar a partir de esa noche? En la manera de orar. Hasta ese momento mi oración era dirigida a Jesús, yo me relacionaba en la oración con Jesús, Él era el interlocutor de mi diálogo. A 3 partir de entonces, comenzó a ser el Padre, Aquel que Jesús menciona constantemente: “El Padre y yo somos uno”. Aquel Padre que se supone es la fuente de todo amor y Él es amor, y cambió en esa dirección el interlocutor de la oración a partir de entonces. Por otro lado, la visión general del Evangelio y la religión cambió completamente también: la dirección de todo lo que he dado en estos 30 años nació en esa noche. El amor gratuito y eterno de Dios, que todo el Evangelio al final se resume en la PALABRA AMOR. Hay que ver cómo Jesús nos da el testamento final, mi último deseo es que se dediquen a amarse unos a otros mientras yo vuelva. Nos da la superación de las leyes salvajes del corazón hasta llegar a decir eso: amar al enemigo que está fuera de todas las leyes del corazón humano, y todos los pobres, desconocidos, insignificantes y arrinconados son los favoritos de Jesús. El amor es para los no amados y Jesús fue buscando a los no amados. Y así, una serie de elementos que están en mis libros y derramados, explicados de otra manera, a partir de esa experiencia.
Apenas estaba iniciando su vida sacerdotal,
era organista en una parroquia, ¿qué caminos siguen para usted a partir de entonces? A partir de ahí más que nunca es una NECESIDAD de comunicar al mundo la maravilla de Dios como Dios Padre, Aquel que Jesús nos presentó en este mundo, y de alguna manera lanzarse al mundo desde donde quiera que sea: Dios me abrirá las puertas para anunciar el amor gratuito y eterno de Dios, que sean como sean y hayan hecho lo que hayan hecho SON AMADOS GRATUITAMENTE y como Jesús nos dijo que los últimos serán los primeros, el amor no se merece, no se conquista, no se obtiene con buena vida ni con buenas obras: simplemente se recibe 4 PORQUE ÉL ES ASÍ, por esencia y naturaleza ES AMOR. Yo creí que toda la vida iba a estar encima de un órgano en la Iglesia y me daba pena de que esa fuese mi vida, no la oportunidad de gritar ante el mundo cosas que uno había sentido, y comencé a pedir a las autoridades de mi Orden el deseo de ir a alguna parte para ser Misionero como se decía entonces. Y efectivamente después de un año ya me lo permitieron. Luego estuve trabajando 6 años en Chile, como todavía lo estoy, y después Dios hizo, porque todo es conducido por Dios, que yo también creara o fundara una institución franciscana -CEFEPAL- (Centro de Estudios Franciscanos y Pastorales para América Latina), con lo cual me metí en el Franciscanismo como estudio y como escritor, sobre todo como divulgador del Franciscano, del espíritu primitivo de
San Francisco de Asís, y así
comencé a recorrer. Dios me abrió esta puerta y comencé a recorrer países: España, Italia, etc. Y pasé insensiblemente a los encuentros de experiencia de Dios. ¿De qué manera? Mi trabajo fundamental en estos 30 años los encuentros de experiencia de Dios. A la gente le parece que lo importante mío es el escritor, no es así, lo importante mío es el apóstol que va en los encuentros de experiencia de Dios. Efectivamente estaba con programas franciscanos en Sao Paulo, dando a los capuchinos brasileños todo lo que yo había estudiado del Franciscanismo renovado, post-conciliar; y de pronto yo veía que el tema era FRATERNIDAD Y ORACIÓN. 5 Comencé diciendo que fraternidad es imposible sin Dios, porque todos los frailes venían buscando a Jesús, entonces si Jesús está vivo y presente la fraternidad es posible, pero si Jesús no está vivo y presente la fraternidad es una utopía. Porque normalmente las personas se juntan y viven por elementos comunes: primero el sexo, formando la primera pareja; de ahí viene la consanguinidad con los hijos; los amigos o grupos de amigos, la afinidad, la empatía, la simpatía, unos sí y otros no. Pero los frailes no tienen ni lo uno ni lo otro ni lo otro: tienen a Jesús, por Jesús vinieron. Si Jesús es vivo la fraternidad podrá ser. En esto se levanta el provincial y me dice que les hable toda la semana de Dios y ellos luego hablar toda la semana con Dios. Y automáticamente acepté. En ese momento ya había escrito “Muéstrame tu rostro” y había tenido las experiencias, pues dominaba la materia y era capaz de estar una semana entera hablando de Dios, ya tenía una preparación. Estos detalles te los digo para que veas cómo Dios va llevando todas las cosas de manera imprevista y de esta manera nacieron los encuentros.
A la semana siguiente se le dio el nombre de
Encuentros de Experiencia de Dios, hasta ahora. 35 años después.
¿Ha saboreado también todo lo contrario, el
infierno de la amargura, la contradicción, personalmente?. Naturalmente hay experiencia también de eso. Por eso se escribe y se escribe diríamos con practicidad, y por eso toca al lector, y por eso lo leen así. Efectivamente después de haber fundado este grupo o equipo que se llamaba CEFEPAL, a partir de ahí capuchinos y franciscanos convivimos en un centro, cosa que en aquel 6 tiempo era inusitado e incomprensible.
Usted dijo hay que orar sin ganas para tener
ganas de orar, ¿cómo es eso?. El ser humano tiene esta realidad: cuanto menos come, menos ganas de comer –sucede generalmente. Y ahí viene la anemia y la atrofia, y otros elementos. En la medida en que menos se ora, Jesucristo comienza a desaparecer. No es que desaparezca, pero la sensación perceptiva que se tiene es que Jesús ya no es aquella presencia permanente y vibrante, ya no es. Cuando eso sucede, hay menos ganas de estar con Él. Cuando menos ganas de estar con Él, vienen los compromisos de afuera y exteriores, y para estar con Jesús hay que concentrarse. Es mucho más fácil atender a los pobres y humildes, que estar 35 minutos con Jesús a solas. Aquello es mucho más fácil y la gente busca lo más fácil. Dios en general da la sensación de que va ausentándose cada vez más, distante, cuanto menos se le trata Dios se va ausentando, distanciándose, ya no hay ganas de estar con Él, las ganas van desapareciendo y se trata menos con Él. Y para no tratar con Él, uno busca actividades exteriores a la vida. Y lentamente ahí llega lo que yo llamo un Jesucristo congelado o un Jesucristo desencantado. No es que esté muerto, pero se le dejó de cultivar esa amistad y Él como que va desapareciendo.
¿Qué sentido tiene la castidad sin un
Jesucristo vivo? Pura represión. ¿Qué sentido tiene perdonar al enemigo sin un Jesucristo vivo? Pura represión. ¿Qué sentido tienen las Bienaventuranzas? Pues palabras sueltas y sin gran significado, aparentemente contradictorias, hipérboles, todo pierde sentido cuando Jesucristo no es aquel ser resucitado, concreto y vivo que 7 aglutina y da sentido y capacidad de perdonar, de sufrir, de tolerar, con elegancia y paz, las dificultades y los golpes de la vida; capacidad para comprender y perdonar, para amar a los no amables. Porque a los amables los ama todo el mundo, con los simpáticos todo el mundo simpatiza, no tiene ninguna gracia. Pero para ir voluntariamente con un antipático o con un no amable, hay que hacer una trasposición de alguna manera: no me sale por gusto, VOY A HACERLO POR JESÚS. O voy a imaginar que este tipo antipático es Jesús y voy a tratarlo como si se tratara de Jesús. Todo comienza a animarse y a tener sentido con Él y en Él.
¿Qué pasa cuando hay una sequedad espiritual
instalada en la vida de la persona, cuando ya Dios es totalmente insaboro? Existe el peligro de que vaya desapareciendo la amistad con el Señor, porque cuanto menos estamos con Él menos ganas de estar con Él, va desapareciendo y la gente se dedica a las cosas exteriores de la vida, y no tiene vivo y presente a Jesucristo. Para volver a ese contacto, a ese encuentro con Dios, hay que tener en cuenta que a veces no querer orar son descuidos y otras veces también pueden ser los fenómenos humanos, el de la aridez, la sequedad y otras cosas peores como LAS NOCHES OSCURAS DEL ESPÍRITU, que son peores todavía, son más dificultosas, pueden suceder. Pero son cosas transitorias. Llega un momento como le sucedió a Santa Teresa: dice que durante 14 años no podía hacer nada si no tenía el libro adelante. Y a veces ni teniendo el libro adelante podía hacer nada, entonces se dedicaba a leer despacito y con paciencia, nada más. ¡Imagínese, Santa Teresa, con ser ella quien era! 8 De manera que es normal que a una persona orante le sucedan estos incidentes o accidentes de la vida, como sequedad, imposibilidad de orar, desgano, como una repugnancia. Todo puede llegar, pueden llegar verdaderamente situaciones que son comparables casi con el infierno, como lo hace San Juan de la Cruz, pero eso no es lo ordinario: es a las personas santas, Dios les envía pruebas purificadoras tremendas, esa sensación de que todo es mentira, de que estoy perdiendo el tiempo, como náusea y asco por todo eso, eso puede venir, no es frecuente, pero A LAS ALMAS MUY SANTAS LES VIENEN ESTAS PRUEBAS PURIFICADORAS.
En su libro “Muéstrame tu rostro”, uno se
maravilla por la forma como usted describe las situaciones por las que pasamos la mayoría de nosotros en esa búsqueda del rostro del Señor, ¿qué tanto une la religión y la psicología, qué tanto alcanzó a conocer usted al ser humano para después poder aconsejarlo en lo espiritual? Yo he sido muy estudioso, no de cosas de iglesia ni teología, he sido muy estudioso de antropología, psicoanálisis, el origen del mundo y de las cosas, los códigos genéticos, biología molecular: lo he estudiado tanto o más que la teología, aparte, solo. Eso me ha dado en profundidad la visión del hombre, hasta qué punto la libertad está condicionada, hasta qué punto nosotros hacemos lo que no queremos. Y un largo etcétera. En mis libros está lo divino y lo humano, y lo científico. Muchos piensan que soy psicólogo o médico, porque hablo de todas esas cosas, pero todas esas cosas están estudiadas a fondo. 9 Por el hecho de estar con Dios no he descuidado las ciencias humanas, las he acoplado y hecho una unidad, y la muestra son todos los libros.
¿Qué tan limitado ha encontrado usted que es
el ser humano, precisamente para vivir una vida equilibrada, para encontrar la paz, para vivir el sufrimiento con sosiego? Hay personas y personas. Eso depende de la constitución genética y en eso NO TENEMOS NI CULPA NI MÉRITO. Hay personas que recibieron una naturaleza muy difícil para la convivencia y la armonía, para la vida con Dios. Hay que tener presente que parece que hay personas que hubiesen venido a este mundo TOCADOS POR DIOS, MARCADOS: esas personas, por predisposición congénita de personalidad, NO PUEDEN DEJAR A DIOS = hay una atracción oscura, potente, intensa, interior a Dios, muchas personas nacieron con eso. Otras muchas personas nada, NO LES IMPORTA NADA, NO SE EMOCIONAN NADA, no les arrastra ni sienten necesidad de Dios. Los que fueron como quien dice TOCADOS POR DIOS y vinieron a este mundo con una predisposición congénita de personalidad, con un ATRACTIVO DIVINO, una SEDUCCIÓN que es oscura –potente pero real hacia Dios, no pueden vivir sin Dios toda su vida. Y caen pero buscan. Y se levantan y buscan.
Hay tipos de personas que nacieron con una
estructura de personalidad verdaderamente desequilibrada, no patológicamente, pero sí descontentas de todo, no se equilibran, no se armonizan en la vida, a estas personas hay que ayudarlas al máximo posible, con los medios divinos y humanos. Les tocó una naturaleza deficiente y se lo tienen que arrastrar. 10 Nosotros que estamos al frente de los demás debemos tratar a esa clase de personas con mucha misericordia, como Jesús: Él se fue con esas personas, los no amados, para llevarles el amor de Dios, con los carentes de afecto, Jesús se fue con ellos y nosotros también debemos ir. Pero ellos no tienen la culpa de ser así, y toda la vida serán conflictuados y difíciles.
¿Ahí es donde se espera la misericordia de
Dios? La misericordia de Dios, pero también la misericordia tuya y mía, y los que estamos de alguna manera al frente de otras personas. Porque es mucho más agradable hablar y tratar con un público que sea verdaderamente inteligente, receptivo, entusiasta. Pero aquellos otros que ni entienden bien, y que por otra parte se les ve rebeldes y tal, uno tiende a escaparse. Y no –no hay que escaparse, hay que tener paciencia y amor, y a ellos darles, porque de otra manera pasarán la vida como verdaderos desgraciados. Y sin culpa de ellos, o muy poca culpa de ellos.
Usted dice que hay que tenerles mucha
paciencia y comprensión, y una constante en sus libros ES EL PERDÓN, ¿por qué el perdón es tan importante para que la persona se armonice y pueda pensar realmente en cosas santas? Sí, el perdón puede ser un don. Hay personas que no les cuesta nada perdonar. No son eminentemente rencorosas, algo sentirán, pero es que hay personas que nacieron eminentemente rencorosas, y eso es terrible, porque lo que sucedió hace 20 años lo sienten ahora como si hubiese sucedido el día de ayer. Y arrastran consigo amarguras. Y no pueden olvidar. ¡Una pena! Y de consiguiente se les hace muy difícil el perdonar. 11 NOSOTROS ENSEÑAMOS DIFERENTES MANERAS DE PERDONAR, y les hace mucho bien, unas simplemente de borrar/olvidar lo que ha pasado, no es perdón propiamente pero tiene todos los efectos del perdón –porque de otra manera la herida se va abriendo más y más. Si te han hecho una ofensa grave el día de ayer y vienen las incomprensiones, te resentirás. A mí me pasó: me vinieron un día las incomprensiones de mi superior, del que me correspondía a mí, el mío es el que atacó, y desprestigió, hizo en cierto sentido un daño.
Entonces yo, dolorido, o dejo todo, o
sencillamente ME ENTREGO. Y tuve la gracia de entregarme. Y supe por primera vez qué significa ABANDONO, una de las grandes doctrinas nuestras en los T.O.V. y en general en mis libros. La doctrina del abandono. Y yo entré en un proceso largo de profundización de 6 años. Al mismo tiempo que hacía mi trabajo, con aquella persecución, pero que cesó. Fue para mí un punto de partida para dar el salto A OTROS NIVELES, en esos niveles me quedé yo. Comencé a retirarme a la Cordillera de los Andes, unas veces una semana, otras un día entero. De esta manera fueron naciendo todos los contenidos de mis libros y todo lo que predico en mis encuentros de experiencia con Dios, ahí todo fue madurando. Esa experiencia era uno de tantos elementos en la maduración que tuve en esos 6 años, CON DOLOR, PERO SABIENDO ASUMIR EL DOLOR -SOBRE TODO LA CIENCIA DE TRANSFORMAR EL DOLOR EN AMOR. Y entonces se sana el corazón, no hay rencor, no hay molestia, hay alegría de trabajar, no le importa a usted si es o no aceptado, entra en una gloriosa libertad de los Hijos de Dios, hace el 100% de su parte y el resultado lo deja en las manos de Dios. 12 Es una serie de cosas que la vida misma fue enseñándome, con todo eso he hecho un esquema de Dios que está en todos mis libros y en los Talleres de Oración y Vida.
Para muchos es muy doloroso aceptar LA
VOLUNTAD DE DIOS, llegar a decir como usted TODO ESTÁ BIEN y quedarse tranquilo dejándolo todo en manos de Dios, ¿particularmente para usted qué tan duro fue este proceso de madurar la voluntad? Evidentemente yo no lo sabía, en esa época no había experimentado estas cosas, para mí también era doloroso y cualquier cosa de esas me hundía y me entristecía y me derrotaba si se puede decir. A partir de entonces, primero fui viendo y luego practicando TODA LA DOCTRINA DEL ABANDONO y lentamente, porque esto no se consigue en un mes ni en un año, es un proceso lento y largo. Llega un momento en que efectivamente cualquier cosa que te suceda la tomas DE LA MANO DE DIOS = TODO ES CONDUCIDO POR DIOS Y QUE SE HAGA SU SANTA VOLUNTAD Y NO LA TUYA = no te importa nada y todo está bien, no existen los conceptos de ÉXITO o FRACASO. Todo está bien. De mi parte hice todo lo posible y lo demás lo dejé en las manos de Dios.
En su libro “La rosa y el fuego” usted es
muy sincero, dice por ejemplo que es usted una persona muy tímida, que no tiene carisma para los demás, que tal vez no resulta simpática para los demás, pero dice yo me siento muy cómodo conmigo mismo, así soy yo, ¿qué tanto se ha violentado a lo largo de su vida para hablar con autoridad moral de tantas cosas que conocemos a través de sus libros maravillosos que son guías? Todo lo que está escrito en esos libros de una manera o de otra ha sido experimentado. Todo 13 lo que está con dimensiones diferentes y raíces y circunstancias diferentes, todo lo que está escrito como orientación vital y doctrina, ha sido experimentado por mí en ese proceso largo de 6 años. ¿Violentado? Podríamos decir en los primeros tiempos, porque no tenía ningún arma. Ahora tengo las armas para defenderme a mí mismo y para que nada ni nadie me haga daño, tengo las armas del abandono, de unirme a Jesús en sus dolores de la Pasión y en sus fracasos y todo lo demás. Uno se siente sin miedo de nada e íntimamente invencible, pero después de MUCHOS años. En aquel tiempo no, yo me sentí derrotado y humillado y enrabiado y dudando qué hacer, si marcharme de aquí y toda clase de locuras, una persona débil como estaba yo porque no tenía todas estas vivencias y sabidurías cualquier cosa le derrota y estuve a punto de acabar con todo.
Hablando de procesos de cambio, usted dice
que la palabra TOTAL no existe. Que una persona no cambia nunca totalmente. ¿Por qué? Porque el ser humano funciona a base de lo que llamaríamos TENDENCIAS y las tendencias son efecto de lo que llamamos los CÓDIGOS GENÉTICOS, los cuales arman la PERSONALIDAD. Y eso nos acompaña desde el nacer hasta el morir, si no se hace un proceso de liberación profunda. Si has nacido nerviosa o irascible, vas a morir nerviosa o irascible si no haces un largo trabajo de purificación. Si has nacido egoísta, egoísta vas a morir. Son raíces que vienen desde los códigos genéticos y QUE NOS HACEN HACER LO QUE NOSOTROS NO QUEREMOS. Y todos tenemos cualidades, defectos y limitaciones. El problema es cómo ir suavizando esos defectos en la vida. 14 Nosotros entregamos la maravillosa doctrina de ¿QUÉ HARÍA JESÚS EN MI LUGAR? que es verdaderamente un principio absoluto y universal. Supongamos que soy irascible, rencoroso, tengo limitaciones de esas: con cada una hay que ir lentamente dejando de ser como YO SOY para ser COMO JESÚS. Es un proceso pascual y cristificante, un proceso lento y con muchas contra-marchas, en que todo lo que emerge de los códigos genéticos se puede ir suavizando y se puede ir alterando, hasta adquirir una personalidad armoniosa, pacífica y controlada sobre todo.
Usted es una autoridad en materia de
oración, de hecho tiene los Talleres de Oración y Vida, tiene cantidad de oraciones y manuales de oración. ¿Cómo fue madurando en usted, para enseñarnos a todos nosotros, ese modo de orar y llegar eficazmente a un encuentro con Dios? En esos 6 años. Yo miro de este momento hacia atrás y me doy cuenta de la pedagogía que ha traído. Dios me hundió en una serie de disgustos y humillaciones, y de ahí partieron esos 6 años que fueron de maduración, de espiritualización y de toda esta doctrina, de todas estas modalidades de orar –fue lo que experimenté yo. Fui haciendo para poder orar convenientemente y todo eso lo puse después en los libros. Y lo que experimenté fueron en esos 6 años de transfiguración, emergió todo de terribles golpes y de terribles disgustos que por la misericordia de Dios no me hundieron. Yo, poquito a poquito, no fue de la noche a la mañana, comencé a superarlo todo, con todas esas doctrinas y modalidades de orar. 15 ¿Usted considera que es necesario llevar un proceso, una metodología y unos esquemas en la oración, basarse en manuales? ¿La oración debe ser así? Efectivamente, tengo manuales, organización y metodología, PERO no hay que olvidarse que LA ORACIÓN ES DON Y GRACIA. EL DON DE LA ORACIÓN. Desde los días de San Agustín viene repitiéndose que la vida con Dios es una convergencia entre la gracia y la naturaleza. La gracia depende de Él y la naturaleza somos nosotros. Y Él puede dar dones, pero yo con mi orden, disciplina, método, paciencia y perseverancia puedo ir acoplándome a la gracia, ayudándole a la gracia si se puede decir y coordinando la gracia de la oración que Dios me da y yo voy colocando metodología. Lo divino y lo humano van tomados de la mano, los dos confluyen para que una persona llegue a ser un alma de oración. POR EXCEPCIÓN, PUEDE HABER GRACIAS INFUSAS EXTRAORDINARIAS, como la que describo ahí. En eso de la naturaleza no depende nada, depende exclusivamente de la gracia, pero pocas veces. Normalmente el juego es entre la gracia y la naturaleza. Con metodologías y maneras diferentes de orar, con modalidades, estamos ayudando a la gracia para formar un alma de oración, una persona de oración, que la oración resulta ser el oxígeno que respira y que da estilo y vida a esta persona. Y una oración cristo- céntrica y cristificante, una oración que nos haga Cristos, que comencemos a sentir como Jesús sentía, pensar como Jesús pensaba, reaccionar como Jesús reaccionaba, la dulzura y la bondad de Jesús, la paciencia de Jesús, la fortaleza de Jesús, vamos entrando en todo eso hasta que entregamos a la sociedad mujeres y hombres que verdaderamente son una REPRODUCCIÓN DE CRISTO JESÚS. Y la misma valentía, elegancia espiritual y dulzura, paz y amor, sobre todo.