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San José

https://forosdelavirgen
.org/117993/asuncion- ¿Jesús llevó al Cielo en cuerpo y alma a San
san-jose/
José, y lo Coronó, como a María Santísima?

Si alguna vez existió un hombre que merezca el


esplendor del Cielo, es San José. Un hombre justo,
que vivió una vida honorable y santa. Unido a su
amada esposa María y a Jesús, el Hijo Eterno, a
quien crió como su propia carne y sangre.

SOBRE SAN JOSÉ

Se dice muy poco en las Sagradas Escrituras. Pero hay un gran cuerpo de
enseñanzas acerca de este gran Santo [el Santo del silencio, como lo
llaman los Padres del desierto]. Estas enseñanzas están consignadas en los
escritos de los Padres y Doctores de la Iglesia, y en la tradición oral de
nuestra fe.
San José, protector de la buena muerte

Su asunción no ha sido declarada oficialmente como doctrina infalible


por la Iglesia, tampoco su Coronación. Aunque, hay una corriente
constante de pensamiento teológico que data de los tiempos apostólicos,
que le conceden muchas de las mismas prerrogativas atribuidas a
Nuestra Señora. Una de ellas: la posibilidad de que haya ascendido en
cuerpo y alma al Cielo cuando murió. Porque, del mismo modo que
sucede con la Virgen María, en la Tierra no hay reliquias suyas de primer
orden [de su cuerpo].

Además, hay revelaciones a videntes sobre su Asunción, Coronación y


Corredención. El filósofo católico Jean Guitton1 dijo: “Tengo la impresión
de que no ha llegado todavía el tiempo de San José. No ha salido de
la sombra. Apenas está comenzando a salir. Veréis que el futuro nos
reserva muchas bellas sorpresas sobre él”.
Pero, está comenzando a brillar, en justicia. Un indicador: desde el
pontificado de Benedicto XVI, ya se le nombra en la Santa Misa. Y, como
todo lo que Dios hace, San José fue preparado para su misión desde el
nacimiento.

LA SANTIFICACIÓN DE JOSÉ DESDE SU NACIMIENTO

El Padre Celestial santificó a José, para que, cuando llegara el momento, se


casara con la Santísima Virgen María, cuidara a Nuestro Señor Jesucristo
como su propio hijo, y fuera el esposo y padre más perfecto y santo.
San Alfonso María de Ligorio2 dice que, dado que Dios escogió a San José
para ocupar el cargo de padre adoptivo del Verbo Encarnado, “debemos
creer que Dios le confirió toda la santidad para tal oficio”.

Entre otros privilegios, José tenía tres que eran especiales:


1. Fue santificado en el vientre de su madre, como lo fueron Jeremías y
San Juan El Bautista.
2. Al mismo tiempo, fue confirmado en gracia.
3. Siempre estuvo exento de las inclinaciones de la concupiscencia, un
privilegio con el que San José favorece a sus devotos, librándolos de
los apetitos carnales.

La sierva de Dios, Madre María Cecilia Baij3, dice que José fue santificado en
el seno materno varios meses después de su concepción, o sea: fue liberado
de la mancha del pecado original, por la gracia de Dios.

1 https://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Guitton

2 https://www.ewtn.com/spanish/saints/Alfonso_M_Ligorio.htm
3 http://www.monasterosanpietromontefiascone.com/index_file/Page385.htm

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San José, protector de la buena muerte

Dios permitió que el matrimonio de sus padres, Jacob y Raquel, tuviera


dificultades para concebir un hijo, porque deseaba que José fuera un
niño obtenido por medio de la súplica en oración. Sus padres otorgaron
generosamente limosnas a los pobres y al templo de Jerusalén, e
hicieron muchas peregrinaciones para suplicar a Dios por la
descendencia deseada. Dios les proporcionó consuelo en poco tiempo.
Fue en una ocasión, estando en el templo, que la madre de José
experimentó una convicción interna de que Dios había escuchado su
oración, y, de hecho, concibió a San José.
La felicidad y piedad de los padres de José aumentaron cuando un
ángel vino a revelarles hechos secretos sobre este niño: que el niño
tendría el feliz privilegio de ver al Mesías prometido y asociarse con Él.

Fue así que, en el trascendental momento, la madre de José dio a luz a


su hijo con facilidad. El bebé tenía una expresión angelical, venerable,
serena. La simple vista del niño era una ocasión de estímulo espiritual
para todos. Maduró de la manera más sobresaliente, tanto física como
espiritualmente. Dios lo formó de acuerdo con su propio corazón y
espíritu, para finalmente convertirlo en un digno novio de la Madre del
Verbo Divino. Y el niño reconoció estos dones que estaba recibiendo de
Dios.

La Venerable María de Agreda4 dijo, que José iba a ser un milagro de la


santidad, como fue en realidad.
Esta maravillosa santidad comenzó con la formación de su cuerpo en el
vientre de su madre. En esto intervino, por supuesto, la providencia de
Dios, regulando la composición de su cuerpo con extrema delicadeza
de proporciones: hizo de su cuerpo una tierra bendita, apta para la
morada de un alma exquisita y una mente bien equilibrada.
Dice que, fue santificado en el útero de su madre 7 meses después de
su concepción, y que la levadura del pecado fue destruida en él para el
transcurso de toda su vida, no habiendo sentido ningún movimiento
impuro ni desordenado.
En ese momento, su madre sintió una maravillosa alegría del Espíritu
Santo, sin comprender completamente el Sagrado Misterio, provocando
en ella grandes actos de virtud e instalando en su corazón la
convicción de que su hijo sería un hombre maravilloso a los ojos de
Dios y de los hombres.

Todo lo anterior nos lleva directamente a la comparación de los privilegios de


San José con los de la Santísima Virgen María.

4 https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_de_Jes%C3%BAs_de_%C3%81greda

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San José, protector de la buena muerte

¿ASUNCIÓN DE SAN JOSÉ AL CIELO


EN CUERPO Y ALMA?

Considerando el hecho de que Jesús NO puede rechazar a Su Madre ninguna


de sus peticiones, es altamente probable que haya sido Ella misma quien, a
la muerte de José, le pidiese a su hijo que reuniera el alma de José con el
cuerpo que les había servido a ambos durante tantos años.
San Agustín5 y otros Padres de la Iglesia afirman que, sería impropio que
el cuerpo de San José permaneciera en la Tierra hasta la Segunda Venida
de Cristo.

Dado que ninguna otra persona fue tan cercana a Jesús como lo era José,
con excepción de María, tiene sentido que el cuerpo del hombre elegido
por Dios Padre para ser el guardián de Su Hijo y de Su Madre, ya
estuviera entre ellos.
Los ángeles fueron encargados de llevar la Santa Casa de Nazaret a
tierras católicas, para evitar que quedara en manos de los infieles y de
los paganos.

5 https://www.ewtn.com/spanish/saints/Agust%C3%ADn_8_28.htm

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San José, protector de la buena muerte

Si Dios quiso que esta vivienda material santa fuese preservada y


honrada, es perfectamente inconcebible que hubiese abandonado el
cuerpo de aquel que fue el dueño de esa casa, y el esposo puro de Su
Santísima Madre, y Su padre en la Tierra.

El Hijo de Dios tenía una obligación especial de otorgarle un privilegio,


pues José había sido muy parecido a Él en la Tierra. Y en la Resurrección,
Jesús realzó el acto, correspondiendo en justicia la relación que lo unía a
Él y a Su Madre Inmaculada, como la más gloriosa familia.

Por otro lado, si el cuerpo de San José hubiera permanecido en la Tierra, sus
reliquias se habrían convertido hace mucho tiempo en objeto de veneración,
como ha sucedido con otros tantos santos. Se mostrarían sus huesos para la
edificación de nuestras almas y la preservación de la fe.
Pero, de todos los santos en la cristiandad, la única pareja de la que no
poseemos reliquias de primera clase es la conformada por la Santísima
Virgen María y su esposo San José.

Dicha falta de reliquias corporales, puede atribuirse a la Asunción de la


Virgen María en cuerpo y alma al Cielo, uno de los grandes dogmas
marianos de la Iglesia. Esta tradición popular fue oficialmente definida
como dogma el 01 de noviembre de 1950, por el Venerable Papa Pío XII.
Esta enseñanza tiene tanto sentido, que ya en el siglo IV era una
creencia popular entre los fieles, que María fue llevada en cuerpo y alma
al Cielo después de su muerte (o dormición6).

PRIVILEGIOS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

1. Ella dijo: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según Tu


Palabra”.

2. Ella fue la Verdadera Madre de Dios, Jesucristo, el Hijo Eterno, el Hijo


perfecto que la amó más que ningún hijo amó a su madre. [¿Permitiría
el Hijo que Su Madre permaneciera en la tumba, corruptible o
incorruptible, pero a merced de los habitantes de la Tierra, cuando
podía hacer algo al respecto?].

3. Ella estaba llena de gracia, no estaba sujeta a la mancha del pecado


original, lo que resulta en la muerte, en la corrupción del cuerpo.

4. Ella le fue completamente fiel, incluso mientras colgaba en la Santa


Cruz.

5. Luego de la Muerte y Resurrección de Jesucristo, Ella continuó Su


trabajo, enseñando y acompañando a los Apóstoles.

https://ec.aciprensa.com/wiki/Im%C3%A1genes_de_la_Dormici%C3%B3n,_Asunci%C3%B3n,_y_Coronaci%C3
%B3n_de_la_Sant%C3%ADsima_Virgen

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San José, protector de la buena muerte

PRIVILEGIOS DE SAN JOSÉ

 El padre virgen y obediente de Cristo, esposo casto de María, se


apareció en Fátima, Portugal, para bendecir al mundo, el 13 de octubre
de 1917, sosteniendo en sus brazos al Niño Jesús y de pie junto a
Nuestra Señora, en silencio absoluto, como vivió su vida aquí en la
Tierra.

 La Trinidad Terrenal, Jesús, María y José, estuvieron estrechamente


unidos entre sí, tal como la Trinidad Santa lo está, por lo que en ningún
momento se verán obstaculizados en su unión santísima en el Cielo.

 No hay ninguna proclamación dogmática acerca de que José haya sido


asunto al Cielo en cuerpo y alma después de su muerte, pero más allá
de esto, se consideran sus privilegios:

1. José fue el verdadero Esposo de María. María y José se amaron con


un amor perfecto.

2. José fue seleccionado por Dios Padre para ser el guardián y protector
de la Sagrada Familia de Nazaret, de Jesús y de María, y el santo de
Nazaret cumplió con este deber por completo.

3. Jesús, María y José forman la Sagrada Familia, son una unidad.

4. Algunos teólogos han especulado que, San José estaba entre los
“santos” que resucitaron poco después de la muerte de Cristo, el
Viernes Santo. [Mateo 27:51-53: “En esto, el velo del Templo se
rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se
partieron, se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de santos
difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros, después de la
resurrección del Señor, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron
a muchos”].

Algunos creen que, después del pasaje feliz y santo de San José al Cielo, su
cuerpo fue sepultado en las estribaciones del Monte de los Olivos, en
Jerusalén, antes de ser asunto al Cielo en el día de la gloriosa ascensión
de Cristo. Mientras su cuerpo estaba en la tumba, su alma entró en el
Seno de Abraham (Limbo), donde debía anunciar a los profetas y
patriarcas del Antiguo Pacto, las Buenas Nuevas de Cristo y su
inminente entrada al Cielo después de la Pasión, la Muerte,
Resurrección y Ascensión de Nuestro Señor.

Cuando llegó el momento de la Ascensión de Jesucristo, el alma de San


José se unió con su cuerpo y fue asunto al Cielo. Muchos santos y
místicos creen, piadosamente, en la asunción corporal de San José al
Cielo, tal como lo hizo Nuestro Señor por Su Santísima Madre María.

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San José, protector de la buena muerte

LO QUE DICEN SANTOS Y MÍSTICOS

Fray Isidoro de Isolano7 dice, que José, esposo de María, ataviado con dos
túnicas como el antiguo José –es decir, con la bendición de su alma y de su
cuerpo– acompañó a Jesús en Su Ascensión al Cielo, y se sentó junto al Rey
de la Gloria.

En su obra Somma dei doni di San Giuseppe (1522) afirma: “El Evangelio
atestigua que los cuerpos de muchos santos resucitaron después de la Pasión
del Salvador (Mt 27:52-53) y estamos persuadidos que, entre ellos, se
encuentra, sin duda alguna, el de José, esposo de María y padre putativo de
Jesús. Además, es propio del hijo honrar a su padre y cuidar de su cuerpo
después de muerto, por eso Cristo, al resucitar los cuerpos de muchos santos,
no podía dejar en el sepulcro el cuerpo de su padre putativo. Igualmente,
podemos creer que, si en vida Jesús honró a José más que a todos los otros,
llamándole padre, también lo ensalzaría por encima de todos después de su
muerte”.

Fray Isidoro también recolectó tradiciones orientales que muestran una


conmovedora demostración del amor de Jesús a José, mientras estaba en la
Tierra, diciendo a sus discípulos: “Conversé con José sobre todas las cosas,
como si hubiera sido su hijo. Me llamó hijo, y lo llamé padre, y lo amé como la
niña de mis ojos”.

https://books.google.com.co/books/about/Teolog%C3%ADa_de_San_Jos%C3%A9.html?hl=es&id=vrUNAQAA
MAAJ&redir_esc=y

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San José, protector de la buena muerte

San Agustín8, en el Tratado sobre la Asunción de la Santísima Virgen, y otros


Padres de la Iglesia, dan una razón poderosa para creer en la resurrección de
María:

Que habría sido indecoroso que, el cuerpo de alguien que estaba tan
estrechamente unido a Jesús, de cuya carne Él se había hecho carne, y
que le había rendido tantos servicios, hubiese seguido siendo esclavo
de la muerte hasta el fin del mundo.

Esto se aplica, en gran medida, a aquel a quien Jesús llamó su padre en la


Tierra y que le sirvió con tan inigualable devoción.

Jean de Gerson9, gran devoto de San José, habló de la resurrección y la


Asunción de San José al Cielo, en cuerpo y alma, en un sermón pronunciado
en el Concilio de Constanza [septiembre 08 de 1416]. Apareciendo un día
Jesús a Marina de Escobar10, estando acompañado por San José, Él le dijo a la
religiosa Venerable: “Mira, aquí está Mi padre, a quien yo consideré como tal
en la Tierra, ¿qué piensas de él?”. Y Jesús le dijo estas palabras, según lo
registra la religiosa, “en un tono como si estuviera orgulloso de él, orgulloso
de haberlo tenido por padre en la Tierra y deseoso de mostrar a esta santa
alma su gloria”.

Así mismo, Jesús se apareció un día a Santa Margarita de Cortona11, y le dijo


a esta santa12 que sentía gran placer por su devoción por su padre
adoptivo, José, que era muy querido para Él; y le expresó su deseo de que,
todos los días le hiciera un acto especial de homenaje.

8 http://www.augustinus.it/spagnolo/attribuiti_10/index2.htm

9 https://ec.aciprensa.com/wiki/Jean_de_Charlier_de_Gerson

10 https://es.wikipedia.org/wiki/Marina_de_Escobar

11 https://www.ewtn.com/spanish/Saints/Margarita_de_Cortona.htm

12 (Santa Margarita de Cortona) La mitad de su vida la pasó en pecado, y la otra mitad haciendo penitencia
y obras buenas. Jesús le dijo en una de sus apariciones: “Quiero que tu conversión sea un ejemplo
para muchos pecadores, para que se sientan animados también a dejar la vida de pecado que
han llevado, y a emprender desde ahora en adelante una vida llena de buenas obras. Deseo que
todos los pecadores de todos los siglos recuerden que, estoy dispuesto a recibirlos con los
brazos abiertos, como el padre recibió al hijo pródigo”.

Un día, cuando a Margarita le asaltaron las angustias al pensar si Jesucristo, todo bondad y misericordia, le
habría perdonado todas sus maldades, oyó la voz de Nuestro Señor que le decía: “Porque he muerto en
la Cruz por salvarte, por eso te perdono todas tus culpas, sin dejar ninguna que no quede
perdonada”. Otro día, Nuestro Señor le dijo: “Glorifícame, y Yo te glorificaré. Ámame, ámame, y Yo
te amaré. Dedícate a buscar lo que más te convenga para tu salvación”.

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San José, protector de la buena muerte

San Pedro Damián1314 habla de la Asunción de San José en el Sermón sobre


San Juan Bautista. Y San Bernardino de Siena15 –llamado “El Apóstol de
Italia” – proclamó que, así como Jesús, María y José trabajaron juntos en la
Tierra para glorificar a Dios, ahora reinan en esplendor en el Cielo, en
cuerpo y alma; el santo de Siena cree que, de la misma manera que María
fue asunta al Cielo, Jesús se dignó glorificar a José.

Dios mismo parece haber autorizado la creencia mediante un asombroso


milagro, porque cuando San Bernardino de Siena –predicando en
Padua– declaró que el cuerpo y el alma de José estaban
glorificados en el Cielo, se vio brillar una cruz de oro sobre la
cabeza del predicador, lo que probó, a los ojos de los asistentes, la
verdad que les transmitía.

La piadosa Bernarda de Bustos, testigo de esta maravilla, relata con firmeza


que José se levantó de la tumba con Cristo, y que junto con el Salvador
Resucitado, fue a visitar a su santa esposa, la Virgen María; que José
disfruta ahora de la vida eterna y de la gloria inefable, en alma y cuerpo,
en Su compañía.

13 Mensaje de San Pedro Damián a los aberro sexuales:


http://espadacatolica.blogspot.com/2011/03/mensaje-de-san-pedro-damian-los.html

14 https://ec.aciprensa.com/wiki/San_Pedro_Dami%C3%A1n
15 https://ec.aciprensa.com/wiki/San_Bernardino_de_Siena

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San José, protector de la buena muerte

San Francisco de Sales16 declaró en un sermón: “San José está, por lo tanto,
en el Cielo, en cuerpo y en alma; de eso, no hay duda”. Y agregó: “¿Alguna
vez hubo alguna criatura pura tan amada de Dios o que mereció mejor ese
amor que Nuestra Señora o San José?”.

En su libro Les Vrais Entretiens Spirituels, San Francisco de Sales dice:


“Seguramente, cuando Nuestro Señor descendió al Limbo, San José se
dirigió a Él de la siguiente manera:

“Te complaceré en recordar, Señor, que cuando descendiste


del Cielo a la Tierra, te recibí en mi casa y en mi familia, que
te llevé en mis brazos desde el momento en que naciste.
Ahora, vas a volver al Cielo, llévame contigo en cuerpo y
alma para glorificarte y amarte y adorarte como siempre lo
he hecho. Te recibí en mi familia, recíbeme en la Tuya. Te
tomé en mis brazos, llévame a los Tuyos. Te cuidé y alimenté
y guié durante Tu vida en la Tierra, ahora extiende Tu mano y
guíame a la Vida Eterna”.

16 https://www.ewtn.com/spanish/Saints/Francisco_de_Sales.htm

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San José, protector de la buena muerte

San Leonardo de Port Maurice17, cuya predicación sobre la Inmaculada


Concepción fue instrumental en su eventual declaración como dogma de la
Iglesia, declaró que “a San José se le concedió un privilegio especial cuando
su cuerpo y alma fueron llevados al Cielo”. Como prueba, él hace referencia
al libro de Proverbios (31,21): “No teme por su casa cuando nieva, porque
toda su familia tiene doble ropaje”. Los intérpretes dicen que, las prendas
dobles o el doble ropaje significan el cuerpo y el alma.

El teólogo español Francisco Suárez18 (conocido como Doctor Eximius) dice,


hablando de San José: “No dejaré de advertir que, conforme a una opinión
bastante aceptada, se hace cosa probable que nuestro santo (José) reina con
Cristo en la gloria, en cuerpo y alma. Porque, como murió antes que Nuestro
Señor, es verosímil que fue de aquellos que resucitaron al tiempo de la
muerte o resurrección del Salvador, los cuales resucitaron a vida inmortal de
alma y cuerpo”.

La sierva de Dios, Madre María Cecilia Baij19, dijo: “Cuando el Salvador del
mundo se levantó gloriosa y victoriosamente de entre los muertos, luego
procedió a liberar y llevar consigo del Limbo a aquellas almas que habían sido
confinadas allí. El alma glorificada de José fue, por el poder de Dios,
nuevamente reunida con su bendito cuerpo. José hizo su entrada al Cielo
junto con El Salvador, con motivo de Su notable Ascensión. Allí, el Santo
ocupa, ahora, en virtud de su virginidad y gran pureza de alma, un trono muy
distinguido cerca del Cordero de Dios sin mancha”.

El Papa San Juan XXIII20 dice que, “a dos de las personas más íntimas en la
vida de Cristo –Juan El Bautista, el Precursor, y José de Nazaret– les
corresponde, podríamos creerlo piadosamente, el honor y el privilegio de
Jesús al permitirles que Lo acompañen admirablemente en el camino al Cielo
(el día de Su Ascensión) y cantar las primeras notas del Himno interminable
TE DEUM21”.

La Madre María de Jesús de Ágreda dice que, “el día de la Resurrección, se


levantó Nuestro Salvador del sepulcro, y en presencia de los santos y de los
patriarcas, prometió al linaje humano la resurrección universal como efecto
de la Suya propia, en la misma carne y cuerpo de cada uno de los mortales, y
que en ella serían glorificados los justos. En prendas de esta promesa, Su
Majestad mandó a las almas de muchos santos que allí estaban, se juntasen
con sus cuerpos y los resucitasen a inmortal vida; entre ellos, fueron Santa
Ana, San José, San Joaquín, y otros de los antiguos Padres y Patriarcas”.

17 https://www.ewtn.com/spanish/saints/Leonardo_de_Puerto_Mauricio.htm

18 https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Su%C3%A1rez

19 http://www.monasterosanpietromontefiascone.com/index_file/Page385.htm

20 https://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Papa_San_Juan_XXIII&redirect=no
21 https://www.youtube.com/watch?v=c_gcJc1MmCQ

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San José, protector de la buena muerte

L A S A PA R I C I O N E S D E S A N J O S É A L A H E R M A N A
MARY EFREN, APROBAD A S POR EL OBISPO

En 1956, Nuestra Señora y San José se aparecieron a una religiosa de Ohio


llamada Mary Efren22. Estas apariciones fueron reconocidas por el arzobispo
Paul Leibold, quien precisamente había sido su director espiritual. Las
apariciones de San José contienen mayor número de revelaciones. El Santo se
le apareció una semana después que Nuestra Señora de América.

La hermana Mary describe a San José con una apariencia bastante joven y
una altura más alta que el promedio. Reveló 4 cosas sorprendentes:

1. Que José fue limpiado del pecado original al nacer.

2. La Asunción de José a los cielos fue de la misma forma en que


ascendió Nuestra Señora, en estado de dormición.

3. San José fue Coronado en el Cielo de la misma forma que fue


Coronada la Virgen María.

22 https://mariologia.wikia.org/es/wiki/Mar%C3%ADa_Efr%C3%A9n

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San José, protector de la buena muerte

4. El papel de San José como Corredentor, de la misma manera que la


Virgen María es Nuestra Corredentora.

De ahí que, la Santísima Trinidad quiere establecer la devoción a su


paternidad.

La primera vez que San José visitó a la hermana Mary, le dijo que,
inmediatamente después de su concepción, fue limpiado de la mancha
de pecado original, a través de los méritos futuros de Jesús y de ser el
futuro esposo de la Santísima Virgen María. Después de ser limpiada del
pecado original su alma, la gracia sobreabundó en ella, superando a
cualquier otro ser humano o ángel, excepto a la Santísima Virgen.

San José le relató también a la hermana Mary, sus dolores y lágrimas,


diciendo que lo más doloroso para él fue la Pasión de Jesús, porque él la
conoció de antemano y sabía que no estaría presente pues moriría
antes. José dice que, eso se convirtió en su cruz diaria. Y lo llevó a ser
corredentor de la humanidad, junto a su Santa Esposa la Virgen María.
Cooperó como ningún otro ser humano excepto la Santísima Virgen
María) en la salvación del mundo.

El 19 de marzo de 1958, San José se apareció a la hermana Mary para


hablarle sobre su coronación. José se le presentó con su corazón casto a
la vista. La hermana Mary vio al Espíritu Santo en forma de paloma
flotando sobre la cabeza del patriarca José y vio también a dos ángeles,
uno a la derecha y otro a la izquierda, con almohadillas de satín en sus
manos: en una de ellas, estaba una corona de oro, y en la otra un cetro
de oro. La hermana Mary escuchó estas palabras:

“Así debería ser honrado a quien el rey desea honrar”.


Aludía al deseo de Jesucristo de coronar a San José.

Esta es una visión mística de una vidente, que justifica todo el movimiento
de coronación de San José a través de la historia. Solamente los Papas
han coronado oficialmente varias estatuas de San José, con la corona
pontificia: 18 veces, en todo el mundo. En algunos lugares se corona la
estatua de San José con el Niño Jesús durante la fiesta del 19 de marzo,
anualmente.

José reveló también a la hermana Mary su paternidad espiritual para toda


la humanidad, y le pidió que difundiera que los padres de familia deben
acudir a él para aprender la obediencia y la enseñanza de la autoridad,
en el entendido de que la paternidad es de Dios y la suya, solamente es
un reflejo para los hombres. Cuando San José le dijo esto a la hermana
Mary Efren, ella vio su corazón sobre una cruz marrón, de donde
brotaban llamas, y apareció un lirio dentro de ellas.

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San José le pidió a la hermana Mary que solicitara a la Iglesia un día de


celebración para honrar su paternidad y salvar al mundo. Agregó que,
la Santísima Trinidad desea honrarlo en su paternidad única y que, a
través de él, toda paternidad sea bendecida: porque él era el rey del
pequeño hogar de Nazaret, donde el Príncipe de la Paz y la Reina del
Cielo buscaron y encontraron protección y sustento gracias al patriarca,
y él nunca les falló.

José pidió que el primer miércoles de cada mes, se reciten los misterios
gozosos del Santo Rosario, en memoria de su vida con Jesús y María, y
que ese mismo día todos reciban la Sagrada Comunión pensando en el
amor con el que el casto esposo de la Virgen María recibió al Salvador
del mundo y con el amor inmensísimo con el que lo tuvo en sus brazos.

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