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LA POESÍA NEGRA

EL GRAN CARIBE

JUAN DAVID DAZA SIMMONDS 2015215023


MARÍA ALEJANDRA PABÓN 201519024
LAURA MENDOZA DÍAZ 2015224114
CRISTIAN COLONA VARGAS 2015219026
JOSÉ BADEL ACEVEDO 2015222014
MARÍA HERRERA BARROS 2015222093
LUIS ALFREDO LÓPEZ PARRA 2016140061
JEISON REDONDO RIVEROS 2015222143
KEVIN DE LA HOZ 201521
La poesía negra
La poesía negra, también llamada afrocubana, es una tendencia poética que
comunica los sentimientos, valores y situaciones peculiares del ser humano de
origen africano, desde su propia perspectiva y con voz auténtica. Deriva del antiguo
tema del esclavismo y constituye una intensa literatura de todo lo referente a los
negros.
ORIGEN

La poesía negra surgió en torno a 1930, en las Antillas. Deriva de los movimientos
de vanguardia y del gusto por lo negro que caracterizaban la literatura y el arte
europeos posteriores a la Primera Guerra Mundial.

CARACTERÍSTICAS

Se orienta hacia la música, los ritmos del danzón y de la rumba.

Retrata con cierta ironía y sentimentalismo el cuerpo o el alma del negro.

Busca su inspiración en las peculiaridades étnicas y culturales de las Antillas.

El mestizaje racial y espiritual entre negros y blancos es un tema frecuente en las


obras cubanas y portorriqueñas.

La temática refleja los aspectos más variados del mundo negro o mulato:
costumbres, tradiciones, mitos, etc.

Denuncia las discriminaciones y defiende una libertad común.

La métrica se inspira en el marcado ritmo del son, a la vez que utiliza formas
tradicionales castellanas.

La incorporación de términos y expresiones de sabor africano es base de efectos


onomatopéyicos y musicales.

Hay una mezcla entre lo popular y lo culto.


REPRESENTANTES

Nicolás Guillén (1904): Es el mulato cubano más genial en la interpretación del


ritmo negro. Capta la armonía afrocubana y lo emplea en su ingeniosa
composición Sóngoro cosongo (1931). Nadie ha profundizado tanto como él en las
significaciones del mestizaje cultural de su tierra. Pero su popularidad llega a la
cúspide con El son entero (1946).

Mulata

Ya yo me enteré, mulata,
mulata, ya sé que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.

Y fíjate bien que tú


no ere tan adelantá,
poqque tu boca e bien grande,
y tu pasa, colorá

Tanto tren con tu cueppo,


tanto tren;
tanto tren con tu boca,
tanto tren;
tanto tren con tu sojo,
tanto tren.

Si tú supiera, mulata,
la veddá;
¡que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa na!

Luis Palés Matos (1899 1959): En sus obras empleó la técnica diepalista:
recreación de expresiones con onomatopeyas, no minuciosas descripciones. Su
pintoresca y popular Canción festiva para ser llorada, interpreta burlesca y
amargamente las Antillas mayores y menores:

Cuba, ñáñigo y bachata.


Haití, vodú y calabaza.
Puerto Rico, burundanga.
Las Antillas menores,
titís inocentes, bailan,
sobre el ovillo del viento
Este poeta portorriqueño domina el arte poético cubano en forma tal que la crítica
hispanoamericana ha reconocido su verdadero valor. En él, el ñañiguismo ha
logrado una viva expresión. Otras publicaciones, como El palacio en sombras y
Canciones de la vida media, confirman su personalidad de poeta.
La poesía negra, cuya culminación presenciamos en nuestros días, constituye un
desmentido vertical a las teorías racistas de los enemigos de la fraternidad humana.
Hoy, en lengua inglesa, francesa y española no hay poetas más hondos, más
concientes de su misión de poetas, que el yanqui Langston Hughes, el haitiano
Jacques Roumain o el cubano Nicolás Guillén. Y los tres son negros.
Que no es esta una afirmación apresurada lo comprobaréis dentro de unos
momentos, al oír las interpretaciones con que los actores que me acompañan, van
a iluminar las pausas de mi prosa.
Tampoco estos poetas, ejemplo de poesía en las lenguas en que escribieron Shelley
y Withman, Ronsard y Baudelaire, Góngora y Hernández; constituyen excepción en
su momento ni en la literatura negra de Estados Unidos y las Antillas. Toda una
pléyade de poetas negros, singularísimos, los acompaña. Además, si el Brasil hoy,
no tiene un poeta negro que a Hughes, Roumain o Guillén pueda hombrearse, los
tuvo hace pocos años, y de talla tan prócer como Antonio Castro Alves o Joao Cruz
e Souza, rotundo y épico aquel, sutil y lírico éste.
Y aún: existe en el Brasil, en las Antillas, en la misma Argentina, pobre en cuanto a
poesía negra, y en Estados Unidos sobre todo, una inagotable mina poética
anónima, labor de los siglos en el sentimiento popular, verdaderos hallazgos de
poesía folklórica, tan insuperables como solo puede mostrárseles en el coplero de
España.
Y con esto queda dicho su loa más excesiva. Pasemos, rápidamente, sobre lo que
se ha hecho en América del Sur a fin de entrar, lo antes posible, en las reverdecidas
praderas poéticas de Estados Unidos y Cuba que, por ser donde la raza negra más
ha sufrido, es donde ha dado sus poetas más grandes y más revolucionarios.
Antes todavía, una detención: como curiosidad bibliográfica, apuntamos que
escritores de España no dejaron de interesarse por el negro. Lo encontramos en “El
Lazarillo de Tormes”, en el “Auto de los Reyes Magos”, en “Los Engaños” y
“Eufemia” de Lope de Rueda, en algunas letrillas de Góngora, en romances de
Quevedo, graciosísimo el llamado “Boda de negros” donde el gran conceptista se
solaza, donosamente, con el tema exótico. En general, toda esa literatura toma al
negro como juguete literario y en alguna comedia de Lope de Rueda, sustituye al
rufián y al gracioso que toda literatura de blanco, de ser que se supone superior,
menospreciativa e ingeniosa.
Excepción es la poesía mexicana, Sor Juana Inés de la Cruz en uno de sus
villancicos hace intervenir al negro, que habla ya en un español deformado, de negro
“bozal”, pero no lo denigra, sino que arroja sobre él la llamarada de su amor.
Y dos de las más nobles expresiones de la lírica de la España republicana, también
han incursionado por lo negro, y captado lo esencial de su espíritu: me refiero a
Federico García Lorca y a Rafael Alberti: en sus poemas vibra ya la protesta contra
el rapaz imperialismo norteamericano.
El negro fue traído al Plata en el año 1595, en las condiciones que se lo llevó a toda
América: esclavo. Y se lo hizo artesano y doméstico. Felix de Azara, el capitán
Gillespie, Tomás Hogg y otros viajeros apuntan lo benigna que fue la esclavitud
entre nosotros. El tema ha servido a los historiadores fáciles sin ver que, si en el
Plata la esclavitud fue benigna, ha sido, sencillamente, porque sus condiciones
económicas se lo permitieron: País sin minas, sin cafetales, sin algodonales; no
tenía porque expoliar a sus esclavos de entonces como expolia hoy a sus
trabajadores mestizos o blancos, de los ingenios o de los yerbales.
Durante la Colonia, el moreno vivió aplastado, basta recordar que a los niños
morenos sólo se les enseñaba la doctrina cristiana, y a un mulato se le azotó en la
plaza pública por el delito de haber aprendido a leer y escribir a escondidas. La
decantada sensibilidad platense no pasaba, pues, de la actitud del que contempla
un animal que le es útil. Las invasiones inglesas, la independencia y las guerras
civiles, hicieron del negro un excelente soldado de infantería ¡y quedó el tendal de
osamentas desde el Plata al trópico! Uno, Lorenzo Barcala llegó a coronel; los
demás, carne de cañón, murieron como Antonio Ruiz, el simbólico Falucho,
heroicamente. El moreno compartió con el gaucho el destino de las clases que no
tienen conciencia de clase: Peleó y murió para forjarle patria al amo.
La Asamblea de 1813, animada aún por el impulso generoso de Mayo y la vibración
anímica de Mariano Moreno; declaró la libertad de vientres y suprimió a los
yanaconas y mitayos.
Juan Manuel de Rosas supo atraerse a los negros. Fue política de aquel gran
astuto, según se ha podido comprobar por las cartas de él a Encarnación, su mujer,
cuando ésta le preparaba su segundo gobierno. Pero la tiranía tampoco libertó
completamente al negro esclavo. Avisos en los diarios de la época lo prueban. La
esclavitud subsistía. El tirano dejó expansionarse el barrio del Mondongo o del
Tambor, hoy Montserrat, en carnavaladas, el alma primitiva de los negros. E hizo
algo peor que oprimirlos: los corrompió. Propio de las dictaduras. Transformó en
espías y delatoras a las mujeres y soldados a los libertos. Más no todos se hallaron
con él. La sitiada Montevideo y el ejército libertador de Urquiza contaron con
batallones de pardos y morenos. Los mulatos, particularmente, por su propensión a
superarse, fueron enemigos de Rosas, y se inclinaban a los unitarios por ser más
cultos.
El odio entre negros, indios y las combinaciones de estos con el blanco, que
recibían, según la gradación de su pigmento, nombres tan diversos como mulatos,
tercerones, cuarterones, quinterotes, zambos, tente-en-el-aire ó salto atrás, se
planteó desde la colonia, y fue estimulado por razones de política, tal como hoy se
estimula el odio entre las razas aborígenes del país que un imperialismo explota.
Tenemos ejemplos en Palestina o en la India. Y así como en las Antillas una
sentencia popular dice,” Dios hizo la leche, Dios hizo el café, pero Dios no hizo el
café con leche”, a fin de azuzar al negro contra el mulato; en los gremios de indios
del artesanado colonial de la Argentina, no se admitían morenos, y no se diga en
los gremios de blancos, porque estos tenían a desdoro cualquier trabajo manual.
Todos se sentían “fidalgos”. En el primer teatro que hubo en Buenos Aires, el de la
Ranchería, fundado por el Virrey Vértiz, al establecerse los precios decía:”dos reales
a los blancos y uno al que no lo sea”. Y los primeros tenían derecho a sentarse; los
segundos, no.
INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo abordaremos el tema de la poesía, la cual explora lo íntimo del


ser humano; traduce los sentimientos y las ideas en imágenes, metáforas, en palabras
cuya combinación genera un ritmo, un mundo imaginario es por esto que nos
centraremos en el máximo representante de la llamada poesía negra, aquella que
justamente resaltaba el ritmo y transmitía los sentimientos del autor mediante recursos
poéticos que reflejaban una cruenta época de marginación, discriminación y esclavitud
hacia una persona de diferente color considerada, por este motivo, inferior.

Las obras de Nicolás Guillén, poeta cubano considerado un legítimo representante de


la poesía negra de su país y de la literatura caribeña, está caracterizada por el archivo
oral tradicional de las culturas negras del Caribe, su compromiso con las tradiciones
afro-caribeñas, con las negritudes y con las causas a favor de los desheredados es
evidente durante toda su producción, en donde se observa una intención liberadora y
generadora de identidad propia para estos pueblos antillanos. En este ensayo trabajaré
algunas categorías teóricas del fenómeno caribeño aplicadas a algunos de los poemas
de Guillén.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL
Estudiar la poesía caribeña a lo largo de la historia, pero principalmente enfocados
a la poesía negra para así entender el significado que esta tuvo para la región y
sus respectivos orígenes.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Conocer más acerca de los representantes de la poesía negra.

 Recordar la importancia que tuvo la poesía para nuestra región.

 Entender el cambio cultural que represento la poesía negra para el


mundo.
CONCLUSIÓN

Podemos concluir con lo anteriormente mencionado que son muchas las


características que hacen de la poesía negra una de los campos más importantes y
representativos de la cultura caribeña pero siempre con un autor representativo
como lo es guillén, por lo cual hemos intentado exponer aquí una pequeña
indicación de tres de los recursos más notorios que utilizó este poeta para llegar a
posicionarse en el lugar que se encuentra dentro de la literatura. Por ello, y de
acuerdo con los conceptos presentados, se puede decir que su trabajo estuvo
enmarcado por un análisis crítico de las situaciones social, política, económica y
artística de su cultura y que con gran fluidez logró escribir una serie de versos que
muestran al mundo los sucesos y tradiciones de su pueblo de manera bella y
auténtica.

La libertad de escribir con la sintaxis del lenguaje oral tradicional es un esfuerzo por
asumir el carácter diverso de la cultura caribeña, es una forma de decir que al leer
y escribir así, se piensa como negro caribeño y no como europeo.
(Fragmento de “Negro bembón”)
BIBLIOGRAFÍA

 http://www.buenastareas.com/ensayos/Ensayo-Poesia-Negra/1226030.html

 https://verbiclara.wordpress.com/2014/10/22/atisbos-sobre-poesia-negra/

 http://www.abc.com.py/articulos/la-poesia-negra-907460.html

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