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LIDERAZGO DE SERVICIO
Formamos líderes:
Para el pueblo, con carácter de sujeción ante las autoridades delegadas por
Dios.
de ESFORMI.
inscritos.
enseñanza.
Artículo 26:
Los estudiantes tienen el deber de inscribirse oportunamente para
recibir cada materia. Deberán cancelar el importe financiero
establecido por la Escuela para cada materia.
Artículo 27:
Los estudiantes deben velar por el cumplimiento de los programas
establecidos, intensidad horaria, deberes de investigación y
evaluación así como la asistencia regular a cada clase.
Artículo 28:
Una vez inscrito, el estudiante debe procurar conocer los estatutos
y normas de la Escuela, así como su respectivo cumplimiento
Artículo 29:
El estudiante podrá evaluar la gestión de los Maestros y realizar la
respectiva observación, dentro de un marco de desarrollo y
espíritu de mansedumbre.
Artículo 30:
El estudiante deberá cumplir puntualmente con la entrega de
trabajos de investigación, tanto individuales como en grupo y
responder acertadamente en cada medición dentro de los
parámetros del plan de evaluación.
Artículo 31:
El cumplimiento de los estatutos, normas académicas o
administrativas y planes de evaluación, quedará expuesto a
medidas disciplinarias por parte de la institución.
Artículo 33:
La calificación mínima para aprobar cada materia será de quince
(15) puntos. Los estudiantes con una nota inferior a quince (15)
puntos reprobarán el módulo, lo cual indica que debe repetirlo
hasta lograr la aprobación.
Artículo 34:
La evaluación general de cada modulo o materia, constará de un
setenta por ciento (70%) a manera de evolución continua,
respetando el plan de evaluación establecido por cada Maestro, lo
cual puede incluir trabajos de investigación, trabajos en clase,
mesas redondas, exposiciones, participación u otras evaluaciones
orales o escritas. El restante treinta por ciento (30%) estará
representado por una evaluación final, la cual será establecida en
el plan de evaluación de cada materia.
Artículo 35:
Los estudiantes que no puedan asistir a las evaluaciones, podrán
presentar certificado médico o justificación válida de su ausencia,
al Maestro para optar por la evaluación. La Escuela se reserva el
derecho a calificar el justificativo de inasistencia.
Artículo 36:
La Escuela comunicará a los estudiantes de forma oportuna,
quiénes aprobaron o quiénes no, cada modulo, incluyendo la
respectiva calificación.
Artículo 37:
La Escuela fijará la fecha de las nivelación para aquellos
estudiantes que estén por graduarse y le falte una materia o dos
que no pudieron cursarla en su momento. Dicha materia será
tomada en cuenta como materia regular del pensum de estudio.
Introducción………………………………………………………………………………………...2
Etapas de la transmisión………………………………………………………………..………..4
Fuente
Proceso de codificación
Mensaje
Canal
Etapas de la recepción……………………………………………………………..……………...4
Decodificación
Recepción
Feed back o respuesta
¿Qué actitud tomar hacia aquellos que están bajo un trato directo de Dios?
¿Cómo actúa una persona quebrantada?
Segundo paso:
Interpretación...............................................................................................................................28
Tercer paso:
Revelación…………………………………………………….……………..………………….…37
Conclusión………………………………………………………………………………………46
Niveles de comunicación:
Crear comprensión. La persona debe ser capaz de comprender el mensaje que recibió.
Abrir un espacio en común. Las partes involucradas tendrán que compartir una relación
personal.
Ser parte de un proceso. La persona debe ser capaz de “reunir” de manera ordenada
toda la información que llega a su vida para poder enlazarla con sus ideas y así
desarrollar su entendimiento. Eso implica un proceso dinámico de relación.
Transferencia de sentido. Es vital que la persona pueda entender el “sentido” real del
mensaje, para que no haya distorsiones. La gente suele interpretar el mensaje
conforme a su manera de “leer” la vida.
Algunas definiciones…
“Comunicación es un proceso que tiene lugar cuando un mensaje enviado alcanza la mente del
receptor, creando en él un entendimiento que antes no poseía” (James Engel)
“Comunicación es un proceso por medio del cual el emisor y el receptor del mensaje interactúan en
un contexto social en común” (Frank Dance, 1967)
“Comunicación es el proceso por medio del cual se lleva el nivel de comprensión del receptor hacia el
nivel de comprensión del emisor” (Dr. Eugene Williams)
“Comunicación es la transferencia de sentido por medio del uso de símbolos” (S. Eldrige)
Cada vez que el Señor impartió un mensaje, lo adaptó al nivel de comprensión de las
personas que tenía por delante. El Maestro supo cómo hablarle a la mujer samaritana, a
Nicodemo y a Poncio Pilatos. Todos ellos provenían de contextos completamente distintos,
tenían un grado de instrucción diferente y buscaban la misma Verdad, pero por caminos
muy diversos. Jesús adaptó el mismo mensaje a cada situación en particular.
Proceso de comunicación
Desde este punto de vista, podemos decir que toda revelación que proviene de Dios,
seguirá un proceso determinado. El Padre nunca hablará de manera desordenada,
empleando palabras incomprensibles o en un tono ofensivo y condenatorio. Así, podemos
ver a Dios como la fuente que emite un mensaje y al hombre como el destinatario que lo
recibirá.
Etapas de la transmisión:
Fuente
Proceso de codificación
Mensaje
Canal
Etapas de la recepción:
Decodificación
Recepción
Feed back o respuesta
Transmisión
Fuente: Se refiere a aquel que envía el mensaje, dando lugar al inicio del proceso de
comunicación a través de la proyección de una idea, de manera tal que la gente pueda
recibirla y comprenderla.
Codificación: Es el medio empleado para presentar esas ideas, de manera tal que la
persona pueda interpretarlas. Involucra todos los recursos que el emisor pudiera emplear
para graficar esa idea y hacerla más comprensible. El código empleado estará determinado
por el contexto cultural de la persona (sus creencias, sus costumbres, sus maneras de
reaccionar, la forma en que manifestará sus estados de ánimo, su grado de apertura, sus
valores morales, etc.). Cuando Dios nos habla, siempre empleará un lenguaje acorde a
nuestro grado de comprensión (visiones, Palabra revelada, profecía, sueños, etc.). En todos
esos casos, “envasará” (codificará) el mensaje dentro del medio adecuado.
Definición o sentido: Es claro, nunca será ambiguo ni dará lugar a una libre interpretación.
Dios siempre será claro y directo respecto a lo que quiere transmitirnos a través de Sus
Palabras.
Sigue un desarrollo lógico: Nos permitirá identificar y ordenar cada una de Sus Palabras para
poder comprenderlo. Todo mensaje que proviene del Padre será claro, sin crear confusión
ni división en las mentes de las personas.
Tiene un propósito: Dios no nos habla porque se siente aburrido en el Cielo. Todas Sus
Palabras están destinadas a lograr un efecto positivo en la gente que las recibe. Recuerde
que el único interés del Padre es edificar su vida de manera tal que usted aprenda a
funcionar en Su propósito eterno y así reflejar a la persona de Cristo que habita dentro de
su ser.
Está hecho a su medida: Cada mensaje que Dios envía a su vida, está perfectamente diseñado
a su medida para que pueda ser capaz de interpretarlo de manera correcta. Por eso
aquellos cristianos que dicen no poder comprender la Palabra de Dios, no saben lo que
están diciendo.
Respetará su contexto personal: Nunca se olvide que Dios lo conoce mucho más de lo que
usted se imagina. Él no pasará por alto su trasfondo cultural a la hora de comunicarse con
usted para que pueda comprenderlo sin problemas.
Buscará impactar su vida: Si usted es una persona sensible a la Voz de Dios, nunca dejará
pasar de largo Sus Palabras, porque todas ellas provocarán una impronta indeleble en su
espíritu.
Canales de comunicación: Los canales representan las vías a través de las cuales viajará el
mensaje hacia usted para que pueda procesarlo por medio de sus sentidos.
Receptor
Dios siempre escogerá el canal o medio adecuado para transmitir un mensaje. Ya sea que
emplee Su Palabra escrita, una profecía, un sueño o una visión, siempre lo hará de manera
tal que usted logre atrapar sin mayores dificultades lo que quiere enseñarle.
Recepción
Ruidos: Las diferentes situaciones que nos impiden recibir de manera clara un mensaje de
Dios, se denominan “ruidos”. Cada vez que Dios lo llame a pasar tiempo con Él, surgirán
en su mente toda clase de ruidos que tratarán de sabotear ese encuentro. El tabernáculo se
dividía en tres partes: el patio (externa), el lugar santo (intermedia) y el lugar santísimo
(interna). En el patio todo era ruido y agitación, porque allí se ofrecían los animales en
sacrificio. En el lugar santo había un ambiente más tranquilo porque allí solamente entraba
el sacerdote, pero también debía hacer muchas tareas que requerían su concentración. Pero
dentro del lugar santísimo no había nada para hacer o decir, porque allí el único que
hablaba era Dios. El secreto para poder acceder a la revelación de la persona de Cristo
reside en aprender a acallar a todas esas “voces” que nos impiden oír “La Voz”. Más
adelante desarrollaremos con mayor detalle este punto.
Decodificación: Es el proceso por medio del cual se desgrana la información recibida para
poder interpretarla de manera adecuada. Es la traducción del mensaje en una serie de
imágenes familiares que nos permitirán comprender lo que Dios nos quiso transmitir. El
Padre siempre hablará por medio del lenguaje escritural. Si no estamos familiarizados con
esos términos, no podremos “leer” el mensaje y el proceso quedará inconcluso. Usted
aprenderá a manejar el lenguaje escritural por medio del estudio y la meditación diaria en
la Palabra. Eso le permitirá comprender los términos, figuras y situaciones que Dios
empleará cuando se comunique con usted.
Feed back o respuesta: En este punto, se invierte el sentido por el cual transcurrió el
mensaje. Toda Palabra que sale de Dios hacia nuestras vidas, lleva implícita una demanda
que nos impulsa a pasar a la acción. En el lenguaje escritural, oír implica accionar como
respuesta a la palabra recibida.
Para recordar
“Muchas personas rechazan un mensaje de Dios, sólo porque no refleja la respuesta que
estaban esperando o porque desautorizaron al mensajero”
A manera de resumen…
Ruidos Ruidos
Canal
Canal
El pasaje de Génesis 32: 22-32 dice así: “Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y
sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a
ellos y a todo lo que tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el
muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió:
No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el
varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los
hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón
respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el nombre de
aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. Y cuando había pasado
Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del
tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo
en el tendón que se contrajo”.
En el pasaje de Génesis 32: 1-2: “Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de
Dios. Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar
Mahanaim”. La reacción de Jacob demuestra con claridad que estaba “familiarizado” con la
presencia y la manifestación de los ángeles en su vida cotidiana. Pero esto tampoco
implica que hubiera un quebrantamiento en su vida. En la Iglesia hay muchas personas
que tienen un caudal enorme de revelación, pero aún no han desarrollado todo su
potencial porque sus vidas no pasaron por este “punto de quiebre”. Es imposible operar en
la plenitud de la dimensión del Espíritu Santo, antes que su alma haya sido quebrantada.
Génesis 32: 3-5 dice así: “…Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra
de Seir, campo de Edom. Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob:
Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora; y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y
siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos”.
1) Son altivos. Cuando leemos la propuesta de Jacob, queda claramente expuesta la altivez
de su corazón, al intentar amedrentar a Esaú y, por medio de esta estrategia, tratar de
ganarse su favor. La misma persona que en los capítulos anteriores trataba naturalmente
con Dios y con los ángeles, ahora apelaba a todas las artimañas que su alma podía llegar a
maquinar para volcar el resultado de esa situación a su favor. En la Iglesia hay personas
que actúan de la misma manera. Pretenden esgrimir sus logros en el campo profesional,
intelectual o aún ministerial para conseguir un trato preferencial hacia ellos. Estas son
personas buenas que no han cometido pecados groseros, pero al intentar manipular a sus
líderes con esta clase de cosas, están actuando con la misma perversidad.
2) Son vanidosos. En este pasaje vemos claramente cómo Jacob intentaba impresionar a
Esaú por medio de todas sus posesiones. En los capítulos anteriores había reconocido que
su prosperidad provenía directamente de Dios, pero ahora se la atribuyó a su propia
habilidad comercial. Cuando el rey Ezequías recibió a los embajadores de Babilonia, les
mostró todas las riquezas que había en su palacio para tratar de impresionarlos y así no
quedar mal parado ante ellos. El profeta Isaías denunció esta actitud y emitió una
sentencia al decirle que en un futuro, Babilonia saquearía el palacio y se llevaría todos los
tesoros que poseía. El rey evitó el juicio de muerte que Dios le impuso al humillarse y
Génesis 32: 6-7a dice así: “Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano
Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. Entonces Jacob tuvo gran
temor, y se angustió…”.
3) Viven atrapados por sus temores. Cuando sus sentimientos no son correspondidos o sus
expectativas no son satisfechas, las noticias que se generan siempre tendrán un matiz
trágico. Jacob no contaba con que su hermano también marchaba hacia él para “saludarlo”
con una banda de cuatrocientos hombres armados. Pero como estaba atrapado por su
alma, se llenó de temor y de angustia. Jacob se había olvidado que en la noche anterior,
Labán le había dicho que no lo podía tocar porque Dios lo protegía personalmente. Las
personas sensuales viven por la información que perciben a través de sus sentidos
(noticias, comentarios, informes, proyecciones económicas, etc.). El hombre espiritual
depende de la Palabra oportuna revelada por Dios a su espíritu para resolver cada
situación que pudiera llegar a presentarse en su camino (Salmo 112). ¿En qué punto del
camino se le perdieron a Jacob todas las palabras que Dios le había dado? ¡En los
vericuetos del laberinto de su alma!
Génesis 32: 7b-8: “…y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los
camellos, en dos campamentos. Y dijo: Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro
campamento escapará”.
4) Suelen tomar decisiones desesperadas. Jacob repartió todo lo que tenía entre dos
campamentos porque dio por sentado que Esaú lo derrotaría y no tendría piedad de él. En
ese instante, sus decisiones reflejaron que había abandonado toda la Palabra profética que
Dios le había entregado a lo largo de veinte años. El alma irredenta de Jacob pervirtió su
camino y lo alejó del propósito eterno de Dios para su vida. Esa es la misma actitud que
asumen muchos cristianos dentro de la Iglesia. Ante los momentos difíciles, cuando las
cosas se ponen de color oscuro, toman decisiones apresuradas para tratar de “salvarse” a
como dé lugar, sin evaluar el costo de sus acciones a futuro. Cada vez que usted tome
decisiones, basándose en sus emociones alteradas, tenga por seguro que el resultado
siempre será negativo. Quizá en el corto plazo logre obtener resultados favorables, pero no
podrán resistir el peso del largo plazo. ¡Recuerde que allí es donde trabaja la mano de
Dios!
Génesis 32: 9-12: “Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que
me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; menor soy que todas las
misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este
Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano
Génesis 32: 13-20, dice así: “Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un
presente para su hermano Esaú: doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y
veinte carneros, treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas
y diez borricos. Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante
de mí, y poned espacio entre manada y manada. Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano
te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que
llevas delante de ti? entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y
he aquí también él viene tras nosotros. Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que
iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis. Y diréis
también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el
presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto”.
6) Harán cualquier cosa para salvar sus vidas. Hay personas que han vivido de manera
miserable, pero al ver que se acerca la hora de su muerte, se transforman en los dadores
más desprendidos que existen sobre la Tierra. Esas ofrendas no provienen del espíritu sino
de sus almas irredentas cargadas por la culpa y la auto indulgencia, por eso son
rechazadas por Dios. Por medio de su ofrenda, Jacob trató de apaciguar a los demonios de
temor y culpa que atormentaban su alma, nunca pensó en adorar a Dios. Esa es la actitud
característica de las ofrendas de una persona que no conoce el quebrantamiento.
Para recordar
“La única solución viable para el alma es el quebrantamiento”
Hacia el quebrantamiento del alma
Génesis 32: 22-23 dice así: “Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas,
y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que
tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba”.
1) Será apartado de sus seres queridos. Dios nunca tratará con su vida a nivel personal,
mientras usted se encuentre en su zona de seguridad. Esa noche Jacob fue conciente que
todo lo que había logrado a lo largo de su vida, podía terminar evaporándose en un
instante. Jacob estaba sólo y desprovisto de todos los recursos que lo habían “asistido” en el
pasado. Literalmente, el trato de Dios le quitó el piso donde asentaba sus pies. Tuvo que
enfrentar la posibilidad real de ver morir a su familia bajo la espada de Esaú. Aunque
hubiera logrado escapar de esa confrontación, ¿Cómo habría sido su vida, cargando con el
peso de las muertes de sus esposas e hijos sobre su conciencia? La mayoría de las
situaciones conflictivas que está experimentando en su vida de relación con los demás, se
originan en su alma sin redimir. Cada vez que una persona se apresura a asumir el papel
de víctima en algún conflicto, generalmente estará motivado por un alma que clama por
justicia.
¿Qué actitud tomar hacia aquellos que están bajo un trato directo de Dios?
a) No interfiera entre Dios y la persona, porque su actitud le será demandada. Hay un dicho que
dice que “los comedidos nunca salen bien parados”. Cuando alguien se encuentra en
esta situación, todas sus emociones estarán completamente alteradas. Por eso debe
permitir que Dios haga lo que tiene que hacer, aunque usted no termine de
comprender Su manera de obrar.
b) No preste sus oídos a las quejas de un alma herida. Lo único que puede brotar de una
herida abierta es dolor y queja, pero si ha pasado mucho tiempo, también surgirán
toda clase de gérmenes contaminantes. La solución no reside en un consejo personal
que le pueda llegar a brindar, sino en un encuentro íntimo con la persona de
Jesucristo.
c) Nunca se olvide que su visión de la realidad siempre será limitada. Es mejor quedarse sólo en
medio de un trato de Dios el día de hoy, que perderlo todo el día de mañana por
haberse negado a enfrentar el quebrantamiento.
Jesucristo declaró lo siguiente: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la
tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida (el poder del
alma), la perderá; y el que aborrece su vida (el poder del alma) en este mundo, para vida eterna la
guardará” (Juan 12: 24-25). Jacob necesitaba pasar por la noche más oscura de su alma para
ser capaz de descubrir el poder de la vida del Espíritu de Dios.
Génesis 32: 24-25, dice así: “Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el
alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se
descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba”. Llega un momento en la vida de todo
cristiano, cuando Dios lo apartará de todo su entorno, removerá el piso donde asienta sus
pies y entrará en guerra con él. El propósito que Él persigue al asumir esta actitud es
entrar en confrontación directa contra su alma. Cuando esto ocurre, sucederán cinco cosas:
2) Será conciente del poder del alma para hacerlo errar. Jacob luchó contra Dios toda una
noche en el poder de su alma, porque ésta se negaba a ser quebrantada. El Padre nunca
tratará con su alma, siempre lo hará con su espíritu. El orden que Él estableció es el
siguiente:
Espíritu: es el amo.
Alma: es el mayordomo.
Cuerpo: es el esclavo.
Cuando el alma asume el control, se reprime la vida del espíritu y la persona queda
limitada a una vida sensual, atada a sus sentidos. Eso se traduce en toda clase de
alteraciones y desórdenes emocionales. Cuando el alma está expuesta, sufrirá heridas con
demasiada facilidad, porque no está diseñada para gobernar, simplemente es el
mayordomo, no el amo. Todos estos trastornos emocionales se traducirán físicamente a
través del cuerpo. Pero cuando el alma es quebrantada, la vida del espíritu es liberada y
correrá por todo su ser, afectando todas las áreas de su vida. Dejará de ser un problema
más sobre la Tierra, para transformarse en una usina de soluciones sobrenaturales que
edificarán a todos aquellos que lo rodean. Para dejar de vivir una vida errática y repleta de
altibajos, la única solución es permitir que Dios quebrante el poder perverso de su alma.
3) Aprenderá a aferrarse sólo al Señor. Una vez que el muslo de Jacob fue dislocado por el
toque del Señor, la única salida que le quedó fue aferrarse a Él para poder mantenerse en
pie. El dominio de su alma era de tal magnitud que necesitó pelear toda una noche con
Dios, antes de permitir que sea quebrantada. Esa es la actitud de una persona que se niega
a asumir la calidad de vida que el Padre ha determinado para Sus hijos. La mayor victoria
que este hombre obtuvo es haber sido derrotado por Dios, porque esa situación permitió
que Él cambiara su nombre de Jacob (engañador) a Israel (el que pelea con Dios). A lo
4) Será librado de las maldiciones que las autoridades impusieron sobre su vida. Sus
padres lo llamaron engañador o suplantador, sin ser concientes del alcance y la magnitud
de esa terrible maldición. Dios lo llamó Israel, porque luego de haber peleado toda una
noche hasta ser quebrantado, prevaleció ante Su presencia. La mano del Padre lo libró de
la maldición que el patriarca Isaac arrojó sobre su vida. A los ojos de Dios, su nombre
siempre fue Israel desde la eternidad, porque así lo había concebido en Su mente. Un
encuentro personal con el Padre lo liberará de la maldición de los errores que cometieron
sus antepasados.
5) Será librado del dominio de su alma. Cuando la pelea terminó y Jacob fue transformado
en Israel, levantó un altar y nombró a ese sitio “Peniel”, porque había visto a Dios cara a
cara. El Jacob almático de los capítulos anteriores nunca hubiera podido llegar a consumar
su propósito eterno, pero el Israel que surgió de esa experiencia sobrenatural sí pudo
lograrlo.
Es una persona que ha sido liberada para siempre del poder de su alma herida.
Es una persona que lleva una marca, producto de un encuentro íntimo con Dios
que le recordará su Peniel.
Aléjese de una persona que no lleva esta marca, porque aquellos que no pasaron
por la experiencia de Peniel, pueden llegar a ser muy dañinos.
Génesis 33: 1-3, dice así: “Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos
hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas. Y puso las
siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos. Y él pasó
delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano”.
1) Dejará de evadir sus problemas y asumirá sus responsabilidades. La noche anterior, Jacob
envió a todo el mundo delante de él como un escudo, pero luego de Peniel, se puso al
frente de toda su gente. Humanamente hablando, ese era el sitio de mayor peligro, pero
Israel estaba seguro que Dios no lo abandonaría en ese momento tan crucial.
Génesis 33: 4-7, dice así: “Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y
le besó; y lloraron. Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él
respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo. Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños,
y se inclinaron. Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también
se inclinaron”.
Génesis 33: 8-11, dice así: “Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he
encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor. Y dijo Esaú: Suficiente
tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora
gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de
Dios, pues que con tanto favor me has recibido. Acepta, te ruego, mi presente que te he traído,
porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó”.
3) Habrá muerto a la manipulación. Este pasaje refleja el cambio que tuvo lugar en la vida de
Jacob. La misma persona que al principio había intentado alardear ante su hermano para
tratar de amedrentarlo, ahora se humillaba y se inclinaba ante él como una señal de paz.
Las palabras de Israel fueron clave: “…he visto tu rostro como si fuera el de Dios”. Recuerde lo
siguiente: “Cuando una persona aprende a perdonar, podrá ver el rostro de Dios en aquellos que lo
ofendieron”. Jacob sabía muy bien que el reencuentro con su hermano era el resultado de su
encuentro personal con Dios en Peniel.
Génesis 33: 12-15, dice así: “Y Esaú dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti. Y Jacob le dijo: Mi
señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día
morirán todas las ovejas. Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso
del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir. Y Esaú
dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Jacob dijo: ¿Para qué esto? Halle yo
gracia en los ojos de mi señor”.
4) Dejará atrás las locuras del pasado. Si esas palabras hubieran llegado a los oídos de Jacob,
no habría dudado ni un instante en salir corriendo para ver cómo podía sacar ventaja de la
situación. Pero Israel, el príncipe de Dios, asumió su responsabilidad como patriarca y
decidió proteger tanto a su generación como a sus bienes materiales. Un hombre
quebrantado sabe valorar y proteger la vida que Dios le entregó.
Para reflexionar
Todos aquellos que están involucrados de alguna u otra manera en el trato con personas a
nivel ministerial, deben estar familiarizados con todos los principios establecidos en la
Palabra de Dios. En cada uno de ellos reside la clave para resolver todos los conflictos que
pudiera presentar el ser humano. Para aplicarlos de manera correcta, es necesario que
aprendamos a utilizar las herramientas disponibles (diccionarios y concordancias) para
poder discernirlos. A continuación, analizaremos dos pasajes de las Escrituras que
tomaremos como ejemplos.
Efesios 1: 17-18:
“…para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de
revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis
cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos”
Estos dos versos de la carta a los Efesios resumen la esencia de la revelación que Pablo
quería transmitirles a los hermanos de esa congregación.
“…para que (o a fin de que), el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria (esta es la
definición clara del rol del personaje que Pablo está citando), os dé (aquí la palabra dar
implica recibir un regalo fuera de tiempo y sin ningún motivo aparente) espíritu (en griego
neuma, que significa soplo o viento) de sabiduría y revelación”. La oración del Apóstol Pablo
se concentraba en este punto porque era necesario y vital que recibieran una impartición
sobrenatural de Dios para que pudieran comprender la profundidad de la doctrina que les
estaba enseñando.
La doctrina Paulina era mucho más que otra teología sobre los temas que ocupaban la
actualidad de la Iglesia de su tiempo. Él no había recibido la revelación que estaba
entregando de mano de ningún hombre, sino directamente de la boca del “Cristo
glorificado”. Esto significa que las palabras que estaba compartiendo con los efesios
estaban libres de cualquier contaminación proveniente del pensamiento humano. Los
demás Apóstoles tenían una imagen terrenal de Jesús que, en muchos casos, les impedía
acceder a la revelación plena del Cristo glorificado. El mismo Juan, quien era llamado el
“discípulo amado”, al encontrarse con Cristo en Patmos, “cayó como muerto” por causa de la
intensidad de la Gloria que lo rodeaba.
Aquellas personas que recibieron un soplo del Espíritu Santo que alumbró los ojos de su
entendimiento, saben que Jesucristo se encuentra al acecho en cada rincón de sus vidas.
Por eso no dejan pasar un solo minuto de su tiempo sin tratar de discernir Su intervención
sobrenatural en todos los acontecimientos de la vida diaria. Somos inconscientes de la
salud, la vida, la seguridad, las oportunidades para avanzar, las puertas que se abren a
nuestro paso, las relaciones personales que establecemos y que nos edifican, etc. La lista
que refleja la intervención sobrenatural del Señor sobre nuestros destinos es interminable.
Mucho más que una idea…
Hay una diferencia radical entre aquellos que descubren Su mano a diario y otros que
jamás lo harán. Los segundos nunca podrán recibir una revelación de Su persona, más allá
del conocimiento intelectual o a través de la experiencia de otros. Aquellos que buscan a
Jesús en todos los caminos de su vida, aprenderán a experimentarlo y el Padre se
encargará de soplar sobre ellos Espíritu de sabiduría y revelación para que puedan
conocer la profundidad de los misterios que se encuentran encerrados en Él. Esa es la
diferencia entre los que simplemente viven sus días de aquellos que aprenden a descubrir
a Cristo en todas las situaciones de su vida y disfrutarla en toda su plenitud.
Lo mismo sucede con todos aquellos que deciden formarse académicamente para servir en
el Reino de Dios. Este conocimiento les brindará la base teórica necesaria para iniciarse en
sus ministerios, pero el trato diario les enseñará a aplicar ese conocimiento de manera
piadosa para poder edificar el Cuerpo de Cristo. En los seminarios de teología es común
ver que se enseñan materias acerca consejería pastoral. Pero eso es muy diferente a
encontrarse de frente con un matrimonio destrozado, la muerte de una hija adolescente o
un cáncer terminal. Es allí donde surge la diferencia entre aquellos que han
“experimentado” a la persona de Cristo de los que simplemente lo han conocido a través
de los libros. Los primeros estarán en condiciones de soplar vida sobre aquellos que
padecen esa clase de angustia y dolor que supera toda calificación humana. Los segundos,
tratarán de recurrir a otros libros que no hayan leído para ver qué pueden hacer ante esas
circunstancias.
Los reyes no piden ni ruegan, gobiernan y esto queda claramente expresado por el Apóstol
Pablo en los siguientes pasajes:
“y juntamente con él nos resucitó y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para
con nosotros en Cristo Jesús” (Efesios 2: 6-7)
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto y
vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces
vosotros también seréis manifestados con él en gloria” (Colosenses 3: 1-4).
Para recordar
“La información correcta lo llevará a una interpretación correcta y esta,
a su vez, lo llevará hacia una revelación correcta”
Es imposible alterar este orden o tratar de separar estos tres componentes. Para poder
arribar a una revelación correcta, es imprescindible que los dos pasos anteriores estén
sólida y correctamente cimentados. Si esto no se respeta, se abrirá un espacio para que
aparezcan toda clase de desviaciones doctrinales.
Una vez que esto sucede, el proceso que sigue se denomina espiración o exhalación.
Básicamente, es la evacuación del aire que quedó en los pulmones a través de las vías
aéreas superiores, luego de la inspiración. Este es un proceso pasivo y sin gasto de energía,
porque comienza cuando los músculos respiratorios se relajan. Como la presión en el
interior del tórax es mayor a la del exterior y la relajación de los músculos de la caja
torácica disminuyen su tamaño, el aire simplemente sale hacia el exterior. Eso es lo que
sucede mientras hablamos. El aire que llenó nuestros pulmones sale y pasa a través de las
cuerdas vocales, produciendo los sonidos que conformarán las palabras que nos permiten
comunicarnos. Por decirlo de otra manera, cuando el Espíritu Santo nos inspira por medio
de una palabra revelada, todo nuestro ser espiritual se llenará de energía y eso nos
permitirá completar el proceso, exhalando el aire retenido en nuestros pulmones,
hablando las palabras que Él nos inspiró. Esto provocará una manifestación gloriosa de la
persona de Cristo.
Para recordar
“Sólo aquellos que han recibido la Luz del Espíritu,
están capacitados para impartir la vida del Reino”
El uso de las concordancias, los diccionarios enciclopédicos y los comentarios, son simples
herramientas que nos ayudarán a encontrar el significado de las palabras expresadas en la
Biblia. Volvamos al ejemplo de la palabra “saber”. En el idioma original del Nuevo
Testamento, existen trece vocablos diferentes que describen el proceso por medio del cual
adquirimos conocimiento sobre alguna materia o asunto.
Analicemos el pasaje de Daniel 11: 32: “…mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y
actuará”. El conocimiento de Dios nos llena de poder y de fuerza, pero no para quedarnos
encerrados dentro de cuatro paredes, sino para actuar y dar a conocer la grandeza del
Dador de esa fuerza. En nuestro idioma, la palabra conocer tiene los siguientes significados:
Veamos cuatro de los significados más comunes que tiene esta palabra en la Biblia:
Ginosko (NT: 1097): Implica saber o conocer a través de la experiencia. Uno de los pasajes
donde se describe esta clase de conocimiento es Mateo 1: 25: “Pero no la conoció hasta que dio
a luz a su hijo primogénito y le puso por nombre JESÚS”. Sin lugar a dudas, José conocía muy
bien a María en el ámbito social. Pero en este pasaje, el significado de la palabra denota un
conocimiento mucho más profundo que solo puede adquirirse por medio de una
experiencia íntima y personal.
Epistamai (NT: 1987): Implica adquirir el conocimiento por fijar toda nuestra atención
(concentración) en lo que se quiere conocer.
Sunieoo (NT: 4920): Implica adquirir el conocimiento al reunir todas las piezas de la
información proveniente de la observación y la experimentación directa.
Estas son las cuatro palabras empleadas con una mayor frecuencia para describir los
caminos por medio de los cuales se llega al conocimiento de una cosa o situación. Estos
términos no solo son diferentes, sino que tienen un grado de profundidad y complejidad
progresivo.
Veamos otro ejemplo…
El pasaje donde se describe la negación de Pedro en el patio de Caifás, dice así: “Y
prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. Y
habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también
entre ellos. Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él.
Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también
eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. Como una hora después, otro afirmaba, diciendo:
Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo. Y Pedro dijo: Hombre, no sé (Eidoo
1492) lo que dices (Epistamai 1987). Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó.
Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había
dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente”
(Lucas 22: 54-62).
Las tres primeras palabras del verso 25 dicen así: “En aquel tiempo…”. La palabra tiempo
tiene un significado específico. El término empleado en este pasaje es “kairos” y significa
“tiempo oportuno o señalado”. Esta palabra da la idea de una cita especial a una hora
determinada. Por eso dice: “Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de
los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”. ¿Quiénes eran los sabios y los
entendidos? Los judíos religiosos que habitaban estas tres ciudades, quienes creían que
por conocer hasta el color de la piel de Dios, eran mejores que el resto de las personas.
Pero no se daban cuenta que ese mismo conocimiento religioso de Dios les impedía ver Su
mano en acción en medio de los hombres. Por eso le agradece al Padre por haber
preservado estas cosas de los “sabios” para revelárselas a los niños.
El medio es el mensaje…
En medio de este contexto, Jesús cambia tanto la dirección como el tono de sus palabras
para dirigirse a los “niños espirituales” diciéndoles: “Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y
ligera mi carga”. En otras palabras, todos aquellos que estén cansados, tomen Su yugo. En
la antigüedad las yuntas de bueyes que labraban la tierra, generalmente se componían de
dos animales. Uno iba del lado de adentro del surco y el otro del lado de afuera. El animal
que hacía más fuerza era el primero, porque debía arrastrar la mayor carga y marcar el
paso. El otro simplemente caminaba a su lado y balanceaba el arado para que no se
desviara. Su contribución al trabajo era mínima en comparación al esfuerzo realizado por
el buey veterano. Esa es la idea que Jesús está transmitiendo en este pasaje. Por eso llevar
el yugo del Señor no agrega esfuerzo y angustia a los cansados. Los religiosos no pueden
comprender este pasaje, porque basan todo su sistema de vida en el cumplimiento de una
serie de normas y preceptos para tratar de acercarse a Dios.
Para recordar
“Es fundamental ubicar el contexto correcto dentro del cual
se expresan ciertas palabras”
3) ¿Cuándo fueron escritas esas palabras? (Ej.: Las cartas de Pablo desde la cárcel)
4) ¿Desde dónde está escribiendo? (Ej.: Moisés escribió el Pentateuco en su éxodo por
el desierto)
“Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro
y por fuera” (Génesis 6: 14)
En este pasaje, los puntos clave son: “arca” y “calafatear (AT: 3722, kaphar) con brea
(kopher)”. El primer término es el verbo y el segundo es el sustantivo. En otras palabras,
podríamos leerlo de la siguiente manera “lo cubrirás con esta cobertura”. Esa es la misma
palabra empleada en Éxodo 21: 30, cuando dice: “Si le fuere impuesto precio de rescate (AT:
3722), entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto”. La palabra utilizada
para “cubrir” en Génesis 6: 14, es la misma que describe el “precio de rescate” en este pasaje.
Cuando una persona necesita obtener una cantidad de dinero, uno de los caminos para
hacerse de un capital es tomar una hipoteca sobre una propiedad. En el momento en que
la persona reúne todo el dinero para pagar el préstamo, se presentará ante el banco y
rescatará la hipoteca que pesaba en su contra. Esa es la misma idea.
La palabra kaphar (AT: 3722) tiene los siguientes significados: Cubrir, purgar, hacer expiación,
reconciliar, cubrir con brea, pacificar, propiciar, reparar el pecado de las personas por
medio de los ritos legales.
Enseñar
Redargüir
Básicamente, podemos decir que toda la Palabra de Dios trata acerca de dos temas
centrales:
Hallar la Salvación
Cómo hacer para vivir la vida cristiana en toda su plenitud
Si combinamos estos dos puntos, podemos concluir que Dios nos salva para marcar una
diferencia a través de nuestras vidas y así reflejar Su justicia hacia el mundo que nos
rodea. Esto implica mucho más que la vida eterna, está relacionado con la manifestación
de Su Reino sobre la Tierra.
En el principio…
Podemos encontrar un ejemplo claro en el pasaje de Génesis 1: 1. Allí dice: “En el principio
creó Dios los cielos y la tierra”. De este texto surge una pregunta lógica: “¿Cómo puede alguien
que es eterno, quien no tiene principio ni fin, crear algo en algún principio?”. Esto no tiene lógica,
porque la misma definición y el status de eternidad, dejan fuera de orden a la palabra
principio. El significado hebreo de esta palabra es re´shiyth (AT: 7225) e implica lo
siguiente: “Comienzo, primero, jefe o parte escogida”. En otras palabras, se emplea para
describir una primicia o un primer fruto. Luego, podríamos leer el pasaje de Génesis 1: 1
de la siguiente manera: “En el primer fruto, creó Dios los cielos y la tierra…”. Jesús se
describió asimismo como el principio o el alfa y la omega. Conforme al significado
original del pasaje, podríamos leerlo de esta forma: “En Jesús, creó Dios los cielos y la tierra”.
¿Quién es el Principio?
El Apóstol Pablo describe esta realidad en el pasaje de Colosenses 1: 15-18: “El es la imagen
del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las
cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio”. Podemos concluir que en el pasaje de Génesis 1: 1, está encerrado todo el plan
de salvación. La cuestión no se limita a ser salvo de la muerte eterna, sino cuánto podemos
llegar a comprender acerca del alcance que esta tiene sobre nuestras vidas.
1) Enseñar: Aquí el Apóstol deja bien en claro que, después de la salvación, enseñarnos a
vivir en ella es el propósito más importante de las Escrituras. Por ejemplo, cuando alguien
tiene que tomar una decisión importante para su vida, deberá preguntarse: ¿Qué dice Dios
acerca de esto? (celos, mentira, integridad, avaricia, codicia, adulterio, etc.). Básicamente,
una enseñanza implica enumerar todos los aspectos consagrados en la Palabra,
Para recordar
“Usted no puede discutir u opinar acerca de la Palabra,
Porque está tratando con un absoluto”
4) Instruir: Veamos el pasaje de Colosenses 3: 9-10: “No mintáis los unos a los otros, (1)
habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y (2) revestido del nuevo, el cual
conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”. El problema de
muchas personas que viven atados a una vida religiosa, es que comprenden y realizan el
punto uno, pero nunca asumen las demandas del punto dos. Es decir, se desvisten de todo
lo malo que cargaban (y los líderes religiosos se encargan de recordárselos por medio de
toda clase de prohibiciones), pero se quedan desnudos. Al no reemplazar un principio de
vida equivocado por otro del Reino, tarde o temprano volverán a sus antiguas costumbres,
pero con el agregado de sentirse cargados de culpa por haberle fallado al Señor.
La tarea de un verdadero maestro es afectar con su enseñanza la vida del estudiante de tal
manera, que se sienta motivado a realizar todos los cambios que les está presentando.
2) Mandamientos: son leyes y decretos absolutos que están fuera de toda discusión.
3) Promesas: es un compromiso asumido por Dios, por medio del cual se moverá a
nuestro favor.
6) Advertencias: son avisos sobre cosas que nos exponen a situaciones de peligro. Por
ejemplo: falsas enseñanzas, apostasía, falsos sanadores, falsos profetas, personas
amadoras de sí mismos, etc. El Señor nos advierte sobre esta clase de personas y nos
dice cómo debemos cuidarnos de ellas.
7) Testimonios de personajes bíblicos: las vidas de los hombres y mujeres de Dios no están
registradas dentro de las Escrituras simplemente para ofrecernos material para
relatarles historias a los niños en la escuela dominical. Cada una de ellas relatan la
intervención sobrenatural de la mano de Dios, reflejada en las características
individuales de la vida de cada personaje. Existe una tendencia natural que nos guía a
identificarnos con aquellos personajes cuyas vidas reflejarán nuestro llamado personal
dentro del Reino.
8) Trato de Dios con los hombres: el peor enemigo que los cristianos podemos tener no es el
diablo, sino Dios mismo. ¿Cuál es la categoría de un enemigo que fue derrotado,
despojado, suprimido y anulado? Dios tratará con el corazón de los hombres por
“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a
niños (nepios NT: 3516) en Cristo” (1 Corintios 3: 1). Esta palabra es empleada para
describir a los cristianos carnales que se encuentran divididos en su mente, por eso viven
en un estado de contiendas permanente.
“Así también nosotros, cuando éramos niños (nepios), estábamos en esclavitud bajo los
rudimentos del mundo” (Gálatas 4: 3). Aquí se emplea para definir a aquellas personas que
carecen de una identidad propia, imitando las costumbres del mundo que las rodea para
poder sentirse aceptadas.
“…para que ya no seamos niños fluctuantes (nepios), llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del
error” (Efesios 4: 14). Aquí la palabra es empleada para describir a aquellas personas que
tienen “comezón” de oír cosas nuevas. Por lo tanto, se irán detrás de cada “nueva doctrina”
de moda que aparezca. Son personas que nunca lograrán establecer raíces profundas en el
Evangelio.
“…Entre tanto que el heredero es niño (nepios), en nada difiere del esclavo, aunque es señor de
todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre” (Gálatas 4: 1-2).
Dios coloca a las personas que se encuentran en este estado de madurez bajo la
supervisión de “curadores” y “tutores”, para que puedan crecer y asumir sus
responsabilidades dentro del Reino. Contrariamente a lo que se suele pensar, estas figuras
no corresponden a personas sino a situaciones bajo las cuales nos encontramos por la
voluntad de Dios para ser aprender a ser disciplinados. Como sucede con toda
circunstancia, no es eterna, tiene un tiempo señalado (kairos) por el Padre en el cual llegará
a su fin. Para dejar de ser un nepios, usted deberá “aprobar” todas las pruebas que le
presenten sus “tutores y curadores”.
País: Es empleada para describir a un niño pequeño o de corta edad, más allá de cualquier
significado espiritual.
“Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño (país NT: 3817) Jesús en Jerusalén, sin que lo
supiesen José y su madre” (Lucas 2: 43). En ese tiempo, Jesús tenía 12 años y simplemente es
mencionado de esa manera por su edad.
Teknon: Es empleada para describir a un hijo legítimo, nacido por medio de la concepción
directa.
“Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo (teknon NT: 5043), ¿por qué nos has
hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia” (Lucas 2: 48). En este pasaje,
“Él entonces le dijo: Hijo (teknon), tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas” (Lucas
15: 31). Cuando el hijo pródigo recapacitó sobre su situación espiritual, luego de haber
malgastado toda su herencia, regresó a su casa y le dijo a su padre: “no soy digno de ser
llamado tu hijo (teknon)”. Su único anhelo era servir en la casa de su padre como un
jornalero más. Esta era la forma de contrato de trabajo más rudimentaria que había,
porque los obreros recibían su pago por cada día trabajado, sin tener ninguna seguridad
sobre su continuidad laboral.
“Pero Abraham le dijo: Hijo (teknon), acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro
también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado” (Lucas 16: 25). Este es el
“Hijitos (teknon) míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1 Juan 3:
18). El problema de las personas rebeldes, es que se arrepienten constantemente por
pecados que no logran terminar de superar. Como desconocen el carácter paternal de
Dios, pasan sus días esforzándose por no caer en pecado para que Él no los condene y los
rechace. En este pasaje, el Apóstol Juan exhorta a los teknones que dejen de hablar tanto y
comiencen a manifestar de una manera real el amor del Padre a través de sus vidas.
La falta de identidad…
“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos (teknon) amados” (Efesios 5: 1). ¿Por qué deben ser
imitadores? Porque alguien que no tiene una plena conciencia de Dios como Padre, carece
de identidad propia. Otra de las características de los teknones espirituales es que pasan sus
días imitando a los predicadores estelares de turno.
No pueden andar solos…
“…así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos (teknones), exhortábamos y
consolábamos a cada uno de vosotros” (1 Tesalonicenses 2: 11). Por su misma inseguridad e
inmadurez, los teknones espirituales requieren de una consolación y exhortación
constantes. Así como los padres deben dar permanentemente la cara ante las autoridades
por las “ocurrencias” de sus hijos adolescentes, los líderes de los teknones espirituales
deben salir a dar la cara por cada una de sus metidas de patas.
Huios: Esta palabra es empleada para describir a un hijo maduro que tiene la capacidad
para representar con autoridad a su progenitor. Esta definición revela la condición de un
hijo cuyo carácter alcanzó la madurez.
En síntesis…
Todos nos manifestamos como una de estas clases de hijos en alguna de las áreas de
nuestra vida. Hay situaciones en las cuales obedecemos y nos comportamos como huios,
manifestando la Gloria de Dios en la Tierra. Pero hay otras áreas en las cuales actuamos
como simples nepios y Dios debe ponernos bajo tutores y curadores que nos enseñen
disciplina. Pero siempre llegará el día señalado en que esa disciplina terminará por
manifestarse y Dios nos reconocerá como Sus huios amados, para que podamos
representarlo con toda Su autoridad sobre la Tierra.
“Jesús fue a la sinagoga, donde leyó el texto de Isaías y dijo: El Espíritu del Señor está sobre mí y
esto se cumple ahora mismo”. Cuando los jóvenes judíos cumplen trece años, sus padres los
llevan a la sinagoga y declaran: “A partir de hoy, tú y yo somos uno porque me representas.
Donde tú vayas, yo voy contigo. Todo lo que hagas me afectará a mí también”. Cada vez que Jesús
decía que era el Hijo de Dios, se estaba definiendo a sí mismo como el huios que lo
representaba en la Tierra. A los judíos les decía que ellos eran hijos (teknon) de Abraham,
pero no tenían la autoridad ni la madurez de carácter necesaria como para representarlo.
“Cuando el hijo (huios) pródigo regresó a su casa, el Padre le entregó un anillo”. Por medio de
ese acto, estaba reconociendo su capacidad para hacer negocios en Su Nombre. El anillo
representaba la firma del Padre para sellar cualquier negocio. Por eso Jesús (como Hijo
maduro) decía que Él no hacía nada que no hubiera visto hacer al Padre en primer lugar.
La voluntad del Padre es que todos lleguemos a ser hijos maduros, para que podamos
utilizar Su Nombre y realizar “Sus negocios” sobre la Tierra.
Para reflexionar
“De acuerdo a estas palabras, ¿qué clase de hijo se considera?”
El Apóstol Pablo escribió lo siguiente: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he
estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida
por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es
por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el
poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su
muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya
alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui
también asido por Cristo Jesús” (Filipenses 3: 7-12)
Detrás de una luz intensa…
Cuando Saulo iba camino a la ciudad de Damasco para perseguir a los cristianos, tuvo un
encuentro personal con el Cristo glorificado. Los testigos de ese suceso tuvieron una visión
muy diferente a la de Saulo, ya que ellos simplemente vieron una “luz muy intensa”. Pero
él tuvo una visión mucho más amplia y profunda que, aunque no la describe con muchos
detalles, podemos deducir su magnitud por las consecuencias que tuvo sobre su vida.
Luego de esa experiencia quedó ciego y fue conducido hacia la ciudad, donde se encontró
con un hombre llamado Ananías, quien le entregó una palabra profética acerca de las
características de su llamado y le impartió sanidad sobre sus ojos. Pasados unos días,
Dios le prohibió a Pablo de manera expresa relatar las cosas que vio y las palabras que oyó
en ese lugar. Cuando Juan recibió la revelación del Apocalipsis, el Padre lo autorizó a
relatar y expresar todo lo que vio y oyó. En nuestros días, estamos en condiciones de
comprender muchas de las cosas que fueron descritas por Juan. Las cosas de las cuales
Pablo fue testigo, eran tan profundas y complejas, que Dios le prohibió abrir su boca
respecto de ese asunto. La razón fundamental fue que en ese tiempo no existían las
palabras adecuadas para describir con exactitud lo que Pablo estaba observando. Cuando
las cosas no pueden ser descritas de manera adecuada, se estará dejando un espacio
abierto para que cualquier interpretación pudiera ser considerada como válida.
La visión de Ezequiel…
Un ejemplo claro es lo que sucedió con la interpretación del pasaje que relata la visión de
Ezequiel junto al río Quebar: “Mientras yo miraba los seres vivientes, he aquí una rueda sobre la
tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados. El aspecto de las ruedas y su obra era semejante
al color del crisólito. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como
rueda en medio de rueda. Cuando andaban, se movían hacia sus cuatro costados; no se volvían
cuando andaban. Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro. Y
cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se
levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen,
andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras
ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. Cuando ellos andaban, andaban
ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las
ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas”
(Ezequiel 1: 15-21).
A lo largo de la historia, los teólogos han tratado de interpretar y reproducir la forma de
las ruedas que describió el profeta, pero hasta el presente no lo han conseguido.
Simplemente porque el concepto de rueda que tenemos hasta el día de hoy, no se compara
con lo que describió Ezequiel. Para él, lo que vio tenía forma de rueda, porque esa era la
Decodificando el mensaje…
Todo lo que Dios nos entregó por medio de Jesucristo, está codificado en un lenguaje
espiritual que escapa a la comprensión de la mente humana. Así como sucede con una
película fotográfica, si queremos ver las imágenes que hemos capturado durante nuestras
vacaciones, debemos llevarla a un laboratorio para que, mediante un proceso químico, esa
película sea revelada. En realidad, la película solo recibe un baño de diferentes productos
químicos, lo que se revela es la imagen real que estaba retenida por las sales que recubren
el celuloide. Lo mismo sucede con la Palabra. Es necesario que esos misterios sean
“revelados” por el Espíritu Santo a nuestra mente para que los podamos comprender con
claridad.
Pablo decía que él mismo aún no había llegado al conocimiento pleno de Cristo Jesús, por
eso proseguía su camino para poder lograrlo. El objetivo de Pablo no era conocer muchas
cosas ocultas, sólo quería conocer a la persona de Cristo. Pablo quería descubrir (revelar) a
la persona de Cristo que estaba encerrada dentro de su ser. Ese es el fin último de la
revelación. Somos hechos hijos (teknon) de Dios a través del Nuevo Nacimiento. Pero la
revelación nos llevará a ser hijos maduros (huios), con toda la capacidad para representar
al Padre en la Tierra.
Cuando Pedro dice que hemos renacido de simiente incorruptible por la palabra, emplea
el término logos. Esto implica que el logos de Dios ya ha sido plantado dentro de nuestro
ser. El pasaje de Juan 1: 1 dice así: “En el principio era el Verbo (logos), y el Verbo (logos) era
1) La externa se llamaba patio. Allí había un altar donde se ofrecían los sacrificios y un gran
lavatorio de bronce lleno de agua limpia.
2) En el extremo interno del patio, había una puerta escoltada por dos grandes columnas
de oro. Esa era la entrada hacia el lugar santo. Allí había una mesa con doce panes, un
candelero de oro y un altar de incienso que siempre se mantenía encendido. En el extremo
interno del lugar santo, había una puerta con un velo (telón) muy grueso.
3) Ese era el acceso hacia el lugar santísimo. Allí se encontraba el arca del pacto, con dos
querubines que contemplaban el propiciatorio donde se derramaba la sangre de los
sacrificios. Ese lugar estaba colmado por una luz intensa que reflejaba la Gloria de Dios.
El tabernáculo era una representación gráfica del Jardín del Edén. Allí había una entrada
(verdad), un camino y un árbol que se llamaba vida. La puerta de acceso al tabernáculo se
llamaba el camino. La segunda se llamaba la verdad y la tercera se llamaba la vida (Juan 14:
6). Cuando Jesús se describió a sí mismo de esta manera, estaba haciendo una declaración
demasiado controversial para las autoridades religiosas de su tiempo. Básicamente les
dijo: “Yo soy el Edén y el tabernáculo. Soy la entrada, el camino y lo que van a recibir dentro”.
Una experiencia personal…
Toda enseñanza nos puede llevar hasta ese sitio, pero ningún maestro tiene la capacidad
para enseñarnos cómo es una revelación de la persona de Cristo. Esa clase de revelación
solamente se puede recibir en el lugar santísimo, porque es allí donde Él se descubre a sí
mismo y le muestra sólo lo que usted necesita saber. Las palabras que el Señor habla en
ese lugar son inaudibles, porque no pueden ser traducidas a ningún lenguaje terrenal. Eso
es bien conocido por los adoradores que han aprendido a adorarlo en Espíritu y en
verdad. Allí conocerá al amigo, al guerrero poderoso, al sanador, al maestro, al
Un testimonio intenso…
En los comienzos del siglo XX, un joven llamado Evan Roberts había decidido asistir a un
seminario teológico para capacitarse en el conocimiento de la Palabra de Dios. Estando en
ese lugar, comenzó a orar durante siete años las mismas palabras: “Padre, dóblame”. Como
usted sabrá, cuando se dirige a Dios en esos términos, recibirá una respuesta contundente
de Su parte. Tal fue el quebrantamiento que vino sobre su alma que llegó a declarar:
“Padre, si no me entregas a Gales, me muero”. Cuando culminaron sus estudios de teología,
regresó a su país con una convicción muy fuerte en su espíritu, donde sabía que Dios le
había entregado lo que le había pedido. El primer servicio al que asistió en su
congregación, transcurrió sin mayores cambios. Pero al finalizar el mismo, le pidió
permiso a su pastor para decir unas palabras. Solamente se quedaron unas diecisiete
personas a escuchar lo que este joven tenía que decir. Su sermón se basó en un relato
vivencial sobre la experiencia personal que había tenido con el Espíritu Santo dentro del
lugar santísimo. En la noche siguiente se congregaron trescientas personas a escucharlo y a
la siguiente el número ascendió a más de mil.
En el amanecer del tercer día, todo el pueblo se despertó a las cinco de la mañana y se
dirigió hacia el templo a orar. Eso desató un gran avivamiento a través del cual se salvaron
más de ciento ochenta mil almas. Cada vez que debía predicar, tomaba asiento en un sitio
tranquilo del templo hasta que se ponía de pie y declaraba: “El Maestro está aquí”. Cuando
mencionaba esas palabras, la Gloria de Dios tomaba el control del lugar y comenzaban a
ocurrir toda clase de manifestaciones sobrenaturales. La clave no residía en las palabras
que empleaba, sino en la revelación íntima que había recibido de la persona del Maestro.
Evan Roberts había recibido una revelación inaudible que no podía explicar con sus
propias palabras.
Un toque personal…
Todas las personas que recibieron una revelación de estas características, están en
condiciones de impartirla sobre otros, aunque no logren terminar de comprenderla.
Aquellos que fueron sanados de cáncer, los que fueron rescatados de manera sobrenatural
de grandes tragedias o los que fueron consolados por el Espíritu Santo en tiempos de
dolor, pueden impartir una revelación de la persona de Cristo que va más allá de la letra
escrita. Para poder llegar al sitio de la revelación (lugar santísimo), en primer lugar
debemos pasar por el altar del sacrificio. Todo holocausto que se entregaba sobre ese altar
se consumía por completo. Eso lo preparará para poder ingresar al lugar santísimo en las
condiciones adecuadas, donde a usted no se le ocurrirá comenzar a pedir cosas. Podrá
permanecer en silencio y disponer su espíritu para estar en condiciones de poder recibir la
revelación que Él quiera entregarle.
El alimento de Dios…
¿Egipto o Babilonia?
En nuestros días existen muchas personas que comparan el proceso de cambio que
atraviesa la Iglesia, con el éxodo de Israel a través del desierto. En realidad, esa revelación
no puede ser aplicada a la Iglesia de hoy, porque el proceso por el cual está atravesando,
se relaciona mucho más con los problemas que surgieron luego del retorno de Judá y
Benjamín desde su exilio en Babilonia. Si usted quiere ver con mayor claridad lo que está
sucediendo en la Iglesia contemporánea, tiene que dirigir su mirada hacia los profetas
menores, porque todos ellos fueron los que hablaron durante ese proceso. La Iglesia de
nuestros días se encuentra saliendo de la confusión de la religiosidad. El judaísmo que vivió
el pueblo de Israel antes de su exilio en Babilonia, fue completamente diferente al que
comenzó a practicarse desde su regreso y hasta el día de hoy.
Para recordar
“Si usted ha pasado por el fuego de la prueba, ha sido aprobado
para acceder al lugar de la revelación”
Cuando Salomón tuvo la visión en la cual Dios se le presentó, lo metió en el lugar santo y
le dijo: “Pídeme lo que quieras”. El rey simplemente le pidió sabiduría y Dios le entregó eso
y muchas otras cosas más. Pero la actitud de David fue completamente diferente. Cuando
entraba a la presencia de Dios, sólo buscaba conocerle a Él. Por eso fue un hombre
conforme al corazón del Padre. Salomón entró para buscar algo, pero David entró para
buscar a alguien. La diferencia entre ambos fue la trascendencia de lo que buscaban. El
primero sólo tuvo hambre por las cosas “temporales”, mientras que el segundo puso sus
ojos en lo “eterno”.
2) El candelero: Este artefacto no era simplemente una lámpara para alumbrar que
simbolizaba a una vid. En ella no podía faltar el aceite y el fuego debía mantenerse
constantemente encendido. El sacerdote no encendía el fuego del candelero, se limitaba a
mantener limpias cada una de las mechas. Esta parte del candelero era una cuerda larga de
lana o algodón que tenía un extremo que se sumergía dentro del aceite, mientras que el
otro estaba en contacto con el aire y se mantenía encendido. En el lugar santo, usted no
necesita encender el fuego de la pasión, porque esta se mantendrá permanentemente
encendida, sólo debe ocuparse de mantener limpias las mechas de su vida para que no se
apague. El extremo de la mecha se quemaba por la acción directa del fuego, al cortar la
parte quemada, se ofrecía un extremo limpio y renovado para que el fuego pudiera
continuar ardiendo. El fuego que encendió su vida el día de ayer, no es el mismo que la
encenderá el día de hoy, por eso deberá recortar permanentemente la punta quemada de
la mecha que alumbra su vida.
Para reflexionar
“A menos que abandone lo bueno de ayer,
no podrá recibir lo mejor de hoy”
3) El altar de incienso: Para que esta sustancia desprenda su perfume, debe ser sometida a la
acción del fuego. No se puede entrar a la presencia del Señor sin estar rodeado del
perfume de la adoración. Una vez que sabe que ha entrado en la misma presencia de Dios,
su adoración debe transformarse en un silencio absoluto, porque allí el único que habla es
Él. La mayoría de los cantantes cristianos de hoy se conforman con quedarse ante el altar
de incienso, pero no saben cómo entrar a la presencia del Padre. Eso se ve reflejado en las
letras de sus canciones. La mayor parte de ellas reflejan un pedido de algo (renuévame,
quiero verte, dame más, quiero oírte, utilízame, etc.). Aquellos que han estado en la
presencia de Dios, no piden nada, simplemente se limitarán a recibir lo que Él quiera
impartirles. En la antigüedad, los sacerdotes no entraban al lugar santísimo. Se quedaban
En primer lugar, están los que quieren recibir una palabra específica de Dios para sus vidas
y llegan al lugar santo con una agenda establecida.
En segundo lugar, están los que reconocen la soberanía de Dios, aún sobre sus
circunstancias y aprenden a guardar silencio ante Su presencia.
Mientras los primeros se limitan a hablar, los segundos están en condiciones de recibir la
provisión que Dios tiene preparada para ellos y esperarán en quietud hasta recibir Su
respuesta. Cada vez que Dios le hable, busque algún hermano maduro de la congregación
que lo ayude a discernir el mensaje que ha recibido.
Para reflexionar
“Nunca se olvide que oír implica asumir la
responsabilidad de obedecer”
1) Información
2) Interpretación (iluminación)
3) Vivificación (efecto de la Palabra)
4) Revelación (cuando el Logos, Cristo, se transforma en Rhema)
5) Realización (su manera de vivir reflejará el impacto causado por la revelación)
6) Transformación o transfiguración (somos conformados de acuerdo a la persona de
Cristo)
Para reflexionar
“Los cristianos religiosos siempre recibirán algo,
mientras que los hijos verdaderos recibirán a alguien”