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HORMONAS Y RECEPTORES

ANDRÉS FELIPE CUELLAR ARAGÓN


DIEGO JULIAN GONZALEZ SANDOVAL
LUCIANY VALENTINA GUTIÉRREZ RINCÓN
DARYAN FELIPE LÓPEZ GUEVARA
JEFFERSON STEVEN LUGO HERNANDEZ

UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO


FACULTAD DE MEDICINA
FISIOLOGÍA II
BOGOTA D.C.
2019
INTRODUCCIÓN

Con el desarrollo de organismos multicelulares que tienen tejidos y órganos


especializados, dos sistemas principales evolucionaron para comunicar y coordinar
las funciones corporales: el sistema nervioso y el sistema endocrino.
Las principales hormonas del cuerpo humano son producidas por una de las siete
glándulas endocrinas clásicas o pares de glándulas: la pituitaria, la tiroides, las
paratiroides, los testículos, los ovarios, las suprarrenales (corteza y médula) y el
páncreas endocrino. Además, otros tejidos que no son reconocido clásicamente
como parte del sistema endocrino producen hormonas y desempeñan un papel vital
en la regulación endocrina. Estos tejidos incluyen el sistema nervioso central (SNC),
en particular el hipotálamo, así como el tracto gastrointestinal, el tejido adiposo, el
hígado, el corazón y el riñón.
MARCO TEÓRICO

La complejidad funcional de los seres vivos hace necesaria la existencia de


sistemas de regulación que coordinen funciones de los diferentes órganos y
sistemas y las respuestas a las variaciones del medio externo. Los sistemas
nervioso y endocrino son los responsables de dicha coordinación. Inicialmente se
pensaba que ambos sistemas actuaban con una cierta independencia y que poseían
características propias y diferenciadas.Posteriormente el desarrollo experimental
demostró que existían numerosos fenómenos de integración entre ambos sistemas
y que las neuronas hipotalámicas eran capaces de sintetizar hormonas. Por ello, la
coordinación entre ambos sistemas es unánimemente admitida, y de su estudio se
ocupa la Neuroendocrinología.
El organismo animal posee una gran variedad de receptores sensoriales que captan
información del medio externo e interno. Esta información es enviada al sistema
nervioso central (SNC), donde se elaboran las respuestas motoras, autónomas y
neuroendocrinas. El sistema efector para la respuesta endocrina está constituido,
fundamentalmente, por el eje hipotálamo-hipofisario.
Las neuronas hipotalámicas reciben información de otras áreas del SNC, así como
de los niveles circulantes de hormonas esteroideas, tiroideas y peptídicas;
basándose en esta información, liberan distintas hormonas y péptidos que son
secretados a la circulación general (oxitocina y hormona antidiurética) o a la
circulación portal hipotálamo-hipofisaria para controlar la secreción de las hormonas
elaboradas en la adenohipófisis . Algunos productos de secreción de las neuronas
hipotalámicas son secretados al líquido cefalorraquídeo o actúan localmente como
neurotransmisores sobre neuronas vecinas.
Las múltiples actividades de las células, los tejidos y los órganos del cuerpo están
coordinadas mediante la interacción de diversos tipos de mensajeros
químicos:
1. Neurotransmisores, liberados por los axones terminales de las neuronas en las
uniones sinápticas y que actúan localmente controlando las funciones nerviosas.
2. Hormonas endocrinas, producidas por glándulas o por células especializadas que
las secretan a la sangre circulante y que influyen en la función de células diana
situadas en otros lugares del organismo.
3. Hormonas neuroendocrinas, secretadas por las neuronas hacia la sangre y que
influyen en las funciones de células diana de otras partes del cuerpo.
4. Hormonas paracrinas, secretadas por células hacia el líquido extracelular para
que actúen sobre células diana vecinas de un tipo distinto.
5. Hormonas autocrinas, producidas por células y que pasan al líquido extracelular
desde el que actúan sobre las mismas células que las fabrican.
6. Citocinas, péptidos secretados por las células hacia el líquido extracelular y que
pueden funcionar como hormonas autocrinas, paracrinas o endocrinas.
Entre ellas se encuentran las interleucinas y otras linfocinas secretadas por los
linfocitos colaboradores que actúan sobre otras células del sistema inmunitario. Las
hormonas citocinas (p. ej., leptina) producidas por los adipocitos se conocen a veces
como adipocinas.
Las células neuroendocrinas, situadas en el hipotálamo, poseen axones que
terminan en la neurohipófisis y en la eminencia medial y que secretan diversas
neurohormonas, como la hormona antidiurética (ADH),la oxitocina y las hormonas
hipofisótropas, encargadas de controlar la secreción de las hormonas de la
adenohipófisis.Las hormonas endocrinas viajan por el aparato circulatorio hasta
llegar a las células de todo el cuerpo, incluidas las del sistema nervioso en algunos
casos, donde se unen a los receptores e inician numerosas reacciones.
Las hormonas controlan una gran cantidad de funciones fisiológicas (metabolismo,
reacciones de alerta, homeostasis, crecimiento, reproducción, dolor, etc.), pero
también están muy involucradas en la ​conducta​.
Las glándulas pueden ser los dos tipos siguientes:

● Glándulas exocrinas, que segregan sus productos mediante conductos


(glándulas digestivas, sudoríparas, mamarias).

● Glándulas endocrinas, que segregan las hormonas en la sangre y llegan a


actuar sobre órganos o tejidos diana.
El control que el hipotálamo ejerce sobre la hipófisis se lleva a cabo de las dos
maneras siguientes:

● Directamente​, sintetizando hormonas (oxitocina y vasopresina) que viajan


por axones de células hipotalámicas a la neurohipófisis. Desde allí se
liberan a la circulación general.
● Indirectamente​, sintetizando hormonas (factores de liberación) que son
segregadas en el vaso portal de la eminencia media y se llevan a la
adenohipófisis. Estas hormonas estimulan o inhiben la actividad secretora
de las células de la hipófisis anterior.

La acción de una hormona comienza con su unión a un receptor específico de la


célula efectora.
Las células que carecen de receptores para una hormona no responden a ella. Los
receptores de algunas hormonas se localizan en la membrana de la célula efectora,
mientras que los de otras se encuentran en el citoplasma o en el núcleo. Cuando la
hormona se combina con su receptor, se desencadena una cascada de reacciones
en la célula: la activación se potencia en cada etapa, de forma que hasta una
pequeña concentración de hormona puede ejercer un gran efecto.
Los receptores hormonales son proteínas de gran tamaño y cada célula estimulada
posee habitualmente entre 2.000 y 100.000 receptores. Además, cada receptor
suele ser muy específico para una única hormona, lo que determina el tipo de
hormona que actuará en un tejido concreto. Los tejidos que reaccionan en respuesta
a una hormona determinada son los que contienen receptores específicos para ella.
Los distintos tipos de receptores hormonales se encuentran de ordinario en los
siguientes lugares:
1. En o sobre la superficie de la membrana celular. Los receptores de membrana
son específicos sobre todo de las hormonas proteicas y peptídicas y de las
catecolaminas.
2. En el citoplasma celular. Los receptores principales de las distintas hormonas
esteroideas se encuentran fundamentalmente en el citoplasma.
3. En el núcleo celular. Los receptores de las hormonas tiroideas se encuentran en
el núcleo y se cree que están unidos a uno o varios cromosomas.
RESULTADOS

PARTE 1

PRIMER NIVEL DE SEGUNDO NIVEL DE


EFECTOR
CONTROL CONTROL
Núcleo o
Hormona Receptor Glándula Hormona Receptor Glándula Hormona Blanco
célula
Célula renal,
Núcleo cardiaca,
paraventricular AVP AVPR1-2 -------- --------- AVPR1-2 ----------- ----------- endotelial
Núcleo TRH-R1 Adenohip todos los
paraventricular TRH (Gs) ófisis TSH RTSH Tiroides T3-T4 tejidos
*Estradiol
Progesteron
Receptor a
GnRH Adenohip *FSH *RFSH *Ovario *Testosteron todo el
Área preóptica GnRH (Gq) ófisis *LH *RLH *Testículo a cuerpo
Receptor
GHRH Adenohip hígado-glucóg
Núcleo arcuato GHRH (Gs) ófisis GH RGH Páncreas Insulina eno

Parte 2
CASO CLÍNICO

Nombre: Lizzy Laurence Edad: 58 años Peso: 98 kg

DIETA TIEMPO (h) CARBOHIDRATOS (gr) CALORÍAS (Kcal)

Desayuno 7:30 30 120

Snack 10:00 20 80

Almuerzo 12:00 50 200

Snack 16:00 20 80

Cena 19:00 40 160

Snack 22:00 20 80
PREPARACIONES

TIEMPO (h) INSULATARD


VELOSULIN
(actividad
(actuación corta)
DOSIS intermedia y larga)
INSULINA 7:30 5 0
(unidades)
12:00 4 6
19:00 3 0
22:00 0 6

Función del riñón

Umbral renal de la glucosa función renal

normal normal

Sensibilidad a la insulina

hígado periférico

normal normal

This overweight 58 year old insulin-dependent (type 1) diabetic patient has


had major problems losing weight. She is quite sensitive to insulin,
fortunately, because the more insulin she takes the more she wants to eat.
She also smokes and is at great risk of suffering a heart attack or stroke. See
if you can decrease her carbohydrate intake adjusting her insulin regimen
accordingly -- to try and help her reduce weight without going 'hypo'.

Esta paciente diabética (tipo 1) dependiente de insulina de 58 años con


sobrepeso ha tenido grandes problemas para perder peso. Ella es bastante
sensible a la insulina, afortunadamente, porque cuanto más Insulina toma más
quiere comer. Ella también fuma y corre un gran riesgo de sufrir un ataque
cardíaco o accidente cerebrovascular. Mira si puedes disminuir su ingesta de
carbohidratos. ajustando su régimen de insulina en consecuencia - para tratar
de Ayúdala a bajar de peso sin ir a 'hipo'.
Gráficas valores basales:
Gráficas con valores de insulina en cero:
Gráficas con valores de Insulatard al doble:
Gráficas de valores con la dieta reducida:
ANÁLISIS
La prueba de hemoglobina A1c (HbA1c) mide la cantidad de ​azúcar en la sangre
(glucosa) adherida a hemoglobina en los últimos tres meses (tiempo de vida típico
de los glóbulos rojos). Como la paciente presenta diabetes, la Asociación Americana
de la Diabetes recomienda mantener los niveles de HbA1c por debajo del 7%.
(aunque el profesional de la salud podría tener otras recomendaciones dependiendo
de su salud general, edad, peso y otros factores).
El perfil de glucosa en la sangre va a depender de varios factores como: el
contenido de carbohidratos de las distintas comidas y la cantidad de insulina
inyectada, junto con la sensibilidad a la insulina, la función renal y el umbral renal de
la glucosa (que en este caso eran normales).
El perfil de insulina en plasma depende a su vez de la cantidad y el tipo de insulina
inyectada y de los tiempos relativos de las diferentes inyecciones.

Gráficas valores basales:


La paciente presenta una Diabetes tipo 1, que es debida a la destrucción selectiva y
autoinmune de las células ​β del páncreas. Con la consecuencia de la pérdida de la
insulina y la producción hepática de glucosa y cetonas a un ritmo que supera la
velocidad a la que se pueden utilizar y a consecuencia de esto, se incrementa la
concentración de estas sustancias en la sangre de la paciente. Como la paciente ya
es diagnosticada y gracias a la disponibilidad de insulina con tratamiento eficaz,
puede llevar una vida plena y productiva.
En las gráficas se puede observar: que a medida que la paciente ingiere los
Carbohidratos los niveles de glucosa aumentan y que tras la inyección de las
insulinas se aumenta el perfil de estas en el plasma. Además, cuando las insulinas
(velosulin e Insulatard) se aplican de manera dual el efecto es mucho mayor y más
prolongado, promoviendo el transporte de la glucosa al interior de las células
(adipocitos, miocitos y miocardiocitos) reduciendo la [glucosa] en sangre. La HbA1c
está elevada, lo que nos indica una cantidad de glucosa alta adherida a la
hemoglobina, pero es debido a que la paciente presenta Diabetes tipo 1.

Gráficas con valores de insulina en cero:


En este caso, al suprimir las inyecciones de insulina, esto impide que la glucosa
ingerida por la paciente entre en las células que las necesitan para funcionar, por lo
tanto los niveles de la glucosa en sangre se ven aumentados por mucho más
tiempo​. Así mismo, el azúcar en sangre adherida a la hemoglobina, que la podemos
observar gracias a la hemoglobina glicosilada, se ve aumentada en un 2,2% por lo
mencionado anteriormente.
Gráficas con valores de Insulatard al doble:
A pesar de que la paciente esté realizando una ingesta elevada de carbohidratos, la
hemoglobina glicosilada no está tan alta como las gráficas anteriores y todo es
debido a que la administración doble de insulatard ocasiona un efecto mayor, lo que
comúnmente se espera. Al incrementar la dosis genera que la glucosa en sangre
sea captada con mayor eficacia a las células para así regular la [glucosa]. Se resalta
que a pesar de que los islotes pancreáticos están destruidos, la ingesta alta de
carbohidratos provoca una respuesta de secreción de insulina mínima o nula que
aún así influyendo en la disminución del valor de la Hb glicosilada.

Gráficas de valores con la dieta reducida:


A comparación de las demás gráficas se observa que la hemoglobina glicosilada
está más baja en el parámetro de dieta reducida ya que la [glucosa] en plasma está
encontrando valores normales debido a que la baja ingesta de alimentos con
glucosa conlleva a este efecto.
La administración de insulina en este parámetro resulta ser significativo porque
estimula la asimilación de hidratos de carbono y gracias a su capacidad para regular
la movilización y almacenamiento de combustible, la insulina mantiene la [glucosa]
dentro de unos límites estrictos.
CONCLUSIONES

● Control por retroalimentación de la secreción hormonal ha de ser por bucle de


retroalimentación simple o control jerárquico.
● La Dm (I y II) tienen en común a la baja [insulina] familiarizándose con su rato
distintivo que es el aumento [glucosa] en la sangre.
● Las hormonas pueden tener acciones complementarias y antagónicas.
● La diabetes ​es un trastorno heterogéneo primario del metabolismo de
carbohidratos que suele implicar deficiencia absoluta o relativa de insulina,
resistencia a la misma o ambas cosas.
BIBLIOGRAFÍA

● Boron, W., & Boulpaep, E. (2017). ​FISIOLOGIA MÉDICA (3rd ed.).


Barcelona, España: ELSEVIER.
● Guyton, A. and Hall, J. (2016). ​Guyton and Hall textbook of medical
physiology.​ 13th ed. Philadelphia, Pennsylvania: Saunders/Elsevier.
● In Tébar, M. F. J., & In Escobar, J. F. (2011). ​La diabetes en la práctica
clínica. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana.

● Rodríguez Lay G. 2003. Insulinoterapia. Rev Med Hered. 1-5.

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