Estatutos Jufra MDM

ESTATUTOS
JUFRA
MADRE DE
MISERICORDIA
A
.
ÍNDICE GENERAL
Pág.
Exposición de Motivos 3
Regla de la Orden Franciscana Seglar
Carta de presentación de los cuatro Ministros Generales

de la Familia Franciscana 6
Breve Apostólico de la aprobación de la Regla de la O.F.S. 8
Prólogo 11
Capítulo I: La Orden Franciscana Seglar (Art. 01 - 03) 13

Capítulo II: La forma de vida (Art. 04 - 19) 14
Capítulo III: La vida en Fraternidad (Art. 20 - 26) 18
Estatutos Juventud Franciscana Madre de Misericordia
Carta de aprobación por parte del Guardián de la Fraternidad

Madre de Misericordia 22
Carta de aprobación por parte del Ministro de la O.F.S. Madre

de Misericordia 23
Carta a un Ministro por parte de San Francisco de Asís 24
Introducción a los Estatutos 26
Capítulo I: Naturaleza 29
Capítulo II: Vida y Misión 32
Título I: Forma de Vida 33

Título II: Misión de la JUFRA 37
Capítulo III: La vida en Fraternidad 42
ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 1

Título I: Participación en la vida Fraterna 43
Título II: La Formación en la Fraternidad 48
Título III: Las Etapas de Formación 55
Título IV: Procedimientos dentro de la Fraternidad 63
Capítulo IV: Organización 69
Título I: El Consejo de la Fraternidad 70

Título II: Los Hermanos Mayores 74
Título III: Los Formadores 77
Título IV: Secretario(a)-Tesorero(a) 79
Título V: Pastoral Juvenil 81
Título VI: El Hermano Asesor 83
Título VII: Capitulo Local 85
Título VIII: Ministerios y Pastorales 92
Capítulo V: Adiciones y Modificaciones 99

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
¡Paz y Bien!
La Comisión que integra el servicio de la elaboración de los Estatutos les da la

bienvenida a ustedes queridos hermanos. Previamente a la exposición de los
respectivos capítulos que integran los Estatutos de nuestra fraternidad, es
importante mencionarles en mérito a que hubo la necesidad de hacerlos,
organizarlos e instrumentalizarlos. Con fecha Diciembre del año 2016, la fraternidad
dentro de un Capitulo Consultivo Local, el cual se celebra una vez al año, tuvo a
bien, la realización de los Estatutos de la Fraternidad, a efecto se delimiten bien las
funciones de cada hermano que integra el Consejo de la Juventud Franciscana (en
adelante JUFRA) perteneciente a la Parroquia Madre de Misericordia de Arequipa,
así como a la delimitación y definición de los diversos servicios que se desempeñan
dentro de la fraternidad, así como también a la aclaración de varías ideas de las que
se hablaba en general en las reuniones de las que tanto ustedes como nosotros somos
participes; ideas como son, la definición de Fraternidad, la misión y visión de la
JUFRA, y otras preguntas que constantemente se mencionaba tales como: ¿Hasta
qué edad puedo pertenecer a la JUFRA?, ¿Qué implica ser de la JUFRA?, ¿Si tengo
un servicio, que me corresponde hacer?, ¿Cómo debo comportarme en la
fraternidad?, entre otras, que por la bastedad sería imposible nombrarlos.
La Comisión ha tenido a bien dividir los Estatutos de nuestra Fraternidad en cinco

capítulos: los cuales son: Capítulo I: Naturaleza; Capítulo II: Vida y Misión; Capítulo
III: Forma de Vida, Capítulo IV: Organización y Capítulo V: Adiciones y
Modificaciones; cada uno de estos capítulos como usted lo verá hermano, está
encargado de definir, organizar o conceptualizar diversos institutos, servicios y
palabras, que, hasta antes de esto, se encontraban en los textos complementarios
franciscanos.
Asimismo es importantes mencionarles que los presentes Estatutos han sido

moldeados, teniendo en cuenta los textos de mayor jerarquía franciscana, dentro de

los cuales están: La Regla de la O.F.S., Las Constituciones Generales de la O.F.S., Los
Estatutos Nacionales de la JUFRA, entre otros; por lo que usted podrá ver algunos
textos que han sido directamente copiados de los instrumentos antes mencionados,
ello en mérito, a que muchos de los conceptos ya se encontraban previamente
definidos, por personas lógicamente más capacitadas que la Comisión; atendiendo
a ello, cualquier interpretación de los artículos que conforman nuestros estatutos,
deberá realizarse en estricta función a los textos antes mencionados y a los demás
textos vinculantes de nuestra religión Católica; en caso de conflictos de
interpretación, la última palabra la tendrá el Hermano Asesor de la Fraternidad, y
en caso no encontrarse este, corresponderá a los miembros de la Comisión, su
aclaración.
Por último La Comisión, ha tenido a bien exponer los siguientes escritos

franciscanos: Carta de presentación de los Cuatro Ministros Generales de la Familia
Franciscana, El breve Apostólico de Aprobación de la Regla de la O.F.S., La Regla de
la O.F.S., Exhortación de San Francisco a los Hermanos y Hermanas de Penitencia,
la Carta a un Ministro de San Francisco como antesala a nuestros estatutos, puesto
que son instrumento por excelencia para comprender plenamente el Carisma
Franciscano, así como las obligaciones a las que estamos divinamente sometidos; sin
más, y atendiendo a lo previamente indicado, tenga a bien, la lectura asidua y
profunda de los siguientes escritos franciscanos.

REGLA DE LA ORDEN
FRANCISCANA SEGLAR
(O.F.S.)
 Carta de presentación de los cuatro Ministros
Generales de la Familia Franciscana.
 Breve Apostólico “Seraphicus Patriarcha”, con el
cual se aprueba la Regla de la O.F.S.
 Prólogo: Exhortación de San Francisco a los
Hermanos y Hermanas de Penitencia.
 Regla de la Orden Franciscana Seglar.

CARTA DE PRESENTACIÓN DE LOS CUATRO MINISTROS GENERALES DE LA
FAMILIA FRANCISCANA
A los hermanos y hermanas de la Orden Franciscana Seglar, con ocasión de la entrega de
su Regla, aprobada por la Santa Sede.
Sentimos el gozo de comunicaros que la Santa Sede, con el Breve Apostólico

"Seraphicus Patriarcha" del 24 de Junio de 1978, ha aprobado, "bajo el anillo del pescador"
la Regla renovada de la Orden Franciscana Seglar, que abroga y sustituye la Regla
precedente; del Papa León XIII.
Es un espléndido regalo que debemos a Su Santidad el Papa Pablo VI, otorgado poco
antes de abandonar esta tierra. Pablo VI os amaba. Efectivamente, en reiteradas ocasiones
había manifestado su amor a la Orden Franciscana Seglar, y os había dedicado palabras
inolvidables, como en el mes de junio de 1968, y en 1971, con ocasión del 750 aniversario
del “Memoriale Propositi”.
El camino recorrido desde el 7 de marzo de 1966, es decir, desde cuando la Sagrada
Congregación para los Religiosos concedió la facultad para iniciar la puesta al día de la
legislación de la Orden Franciscana Seglar, ha sido largo y difícil.
Queremos subrayar la labor realizada por los hermanos y por las Fraternidades, ya
mediante los Consejos Nacionales, ya mediante las diferentes “formas de vida”,”Way of
life”, “Itinerarios” o “idearios”, ya finalmente mediante el infatigable trabado de la
Presidencia del Consejo Internacional, desde que fue instituido, en 1973.
Esta labor ha sido de capital importancia en la búsqueda de los caminos del Espíritu
y muy eficaz para percibir la presencia y la vitalidad del carisma franciscano en el Pueblo de
Dios, en nuestros días.
La prioridad de vuestra atención debe orientarse hacia el contenido evangélico
acogiendo el mensaje franciscano del que es portadora, y la pauta que os brinda para vivir
según el Santo Evangelio.
Una de las fuentes de la deseada renovación es el retorno a los orígenes, a la
experiencia espiritual de Francisco de Asís y de los hermanos y hermanas de la penitencia,
que de él recibieron inspiración y guía. Tal propósito se sugiere con la inserción a modo de
prólogo, de la “Carta a los Fieles” (primera redacción), amén de las constantes referencias
a la doctrina y al ejemplo de San Francisco. Otra de las fuentes se encuentra en la atención
al Espíritu en la lectura e interpretación de los signos de los tiempos.
Apoyados en esta doble base, debéis poner en práctica la invitación de la Regla a la
creatividad y al ejercicio de la corresponsabilidad.

Esta creatividad, en algunos casos, deberá expresarse en forma de Estatuto. En
efecto, el número 3 de la Regla afirma como norma general: “la aplicación será hecha por
las Constituciones Generales y por los Estatutos Particulares”.
Nosotros, Ministros Franciscanos, con todos nuestros hermanos, quedamos con el
ánimo abierto y dispuesto a prestaros la asistencia necesaria para caminar juntos por los
caminos del Señor.
Con estos sentimientos, nos es sumamente grato entregar la Regla renovada de la
Orden Franciscana Seglar a la Presidencia del Consejo Internacional O.F.S. y, mediante ella,
a todos los Franciscanos seglares, que deberán recibirla como norma y vida.
Roma, 4 de octubre de 1978.
Fr. Consatantino Koser,

Min. Gen. O.F.M.
Fr. Vitale Bommarco,
Min. Gen. O.F.M. Conv
Fr. Pascual Rywalski,
Min. Gen. O.F.M. Cap.
Fr. Rolando Faley,
Min. Gen. T.O.R.

BREVE APOSTÓLICO "SERAPHICUS PATRIARCHA" con el cual se aprueba la regla
de la Orden Franciscana Seglar
PABLO VI Para perpetuo recuerdo
El Seráfico Patriarca, San Francisco de Asís, mientras vivía en este mundo y aun
después de su preciosa muerte, no sólo atraía a muchos al servicio de Dios en la familia
religiosa por él fundada, sino que arrastró también una multitud de laicos a abrazar, en
cuanto fuese posible en el mundo, su forma de vida. En efecto, usando palabras de Nuestro
Predecesor Pio XI, “parece… que no ha habido otro hombre en el cual brillara, de manera
más tangible, la imagen de Cristo Señor y una forma evangélica de vivir más semejante al
suyo, que en San Francisco. Porque él, que se llamó a sí mismo Heraldo del Gran Rey y con
razón fue denominado otro Cristo, se presentó a la sociedad de su tiempo y a los siglos
futuros como un Cristo viviente: y, en consecuencia, como tal vive hoy y vivirá para la
posteridad a los ojos de los hombres (Enc. Rite expiatis, 30 de abril, 1926, AAS/18/1926, p.
154).
Por Nuestra parte nos alegramos de que “el carisma franciscano”, para bien de la
Iglesia y de la sociedad humana, conserve todavía su vigor en nuestra época, en la que
circular sordamente tantas opiniones, se alimentan tantas tendencias, que apartan los
ánimos de Dios y de las realidades superiores. Laudable ha sido, pues, la solicitud y el trabajo
mancomunado, con que las cuatro Ordenes Franciscanas se han esforzado, durante diez
años, en elaborar la nueva Regla de la Tercera Orden Seglar, o, como se llama ahora, Orden
Franciscana Seglar, según pareció necesario por el cambio de las condiciones de los tiempos
y porque el Concilio Vaticano II emanó recomendaciones y preceptos al respecto.
Y así, los amados hijos, Ministros Generales de las cuatro Ordenes Franciscanas Nos
pidieron que aprobáramos la Regla preparada conforme a las susodichas recomendaciones.
Y Nosotros siguiendo el ejemplo de algunos Predecesores nuestros, entre los cuales se
distingue León XIII, hemos decidido de buen grado acceder a tales peticiones. Estando así
las cosas, con la confianza de que la forma de vida predicada por aquel admirable Varón de
Asís, comience a reflorecer con brillantez y crezca con nuevo impulso, consultada la Sagrada
Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, la cual examino diligentemente el
ejemplar que le fue presentado, consideradas con atención todas las circunstancias, con
ciencia cierta y madura deliberación Nuestra, con la plenitud de la potestad Apostólica, en
virtud de estas Letras, aprobamos y confirmamos la Regla de la Orden Franciscana Seglar, y
le añadimos la fuerza de la sanción Apostólica, a condición de que concuerde con el ejemplar
que se conserva en el Archivo de la citada Sagrada Congregación para los Religiosos e
Institutos Seculares, y cuyas primeras palabras son “Inter spirituales familias” y las últimas,
“ad norman Constitutionum, petenda”.

Al mismo tiempo, por las presentes y por Nuestra autoridad, abrogamos la Regla
anterior de la que se llamaba Tercera Orden Franciscana Seglar. Establecemos, finalmente,
que estas Letras sean firmes y produzcan plenamente sus efectos ahora y en el futuro; sin
que obste nada en contrario.
Dadas en Roma, en San Pedro, bajo el del Pescador, el día 24 de junio de 1978,
decimosexto año de Nuestro pontificado.
✞ Juan Card. Villot,

Secretario de Estado
Lugar del sello
En la Secretaría de Estado, Arch. N. 352241

PRÓLOGO
Exhortación de San Francisco a los Hermanos y Hermanas de Penitencia
¡En el nombre del Señor!
De los que hacen penitencia
Todos aquellos que aman al Señor con todo el corazón, con toda el alma y la mente
y con todas sus fuerzas (cf. Mc 12,30), y aman a sus prójimos como a sí mismos (cf. Mt. 22,
39), y aborrecen sus cuerpos con sus vicios y pecados, y reciben el cuerpo y la sangre de
nuestro Señor Jesucristo, y hacen frutos dignos de penitencia: ¡Oh, cuán dichosos y benditos
son aquellos y aquellas que practican estas cosas y perseveran en ellas!
Porque se posará sobre ellos el Espíritu del Señor (cf. Is 11,2) y hará de ellos
habitación y morada (cf. Jn 14, 23), y son hijos del Padre celestial (cf. Mt 5, 45), cuyas obras
realizan, y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo (cf. Mt 12, 50).
Somos esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a nuestro Señor
Jesucristo. Le somos hermanos cuando cumplimos la voluntad del Padre, que está en los
cielos (cf. Mt 12, 50); madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo (cf. 1Cor
6, 20) por el amor divino y por una conciencia pura y sincera; y lo damos a luz por las obras
santas, que deben ser luz para ejemplo de otros (cf. Mt 5, 16).
¡Oh, cuán glorioso es tener en el cielo un padre santo y grande! ¡Oh, cuán santo es
tener un tal esposo, consolador, hermoso y admirable! Oh, cuán santo y cuán amado es
tener un tal hermano y un tal hijo, agradable, humilde, pacífico, dulce, amable y más que
todas las cosas deseables, ¡nuestro Señor Jesucristo! El que dio su vida (cf. Jn 10, 15) y oró
así al Padre: Padre santo guarda en tu nombre (Jn 17,11) a los que me diste en el mundo:
tuyos eran y me los diste en el mundo: tuyos eran y me los diste a mí (Jn 17, 6). Y las palabras
que me diste, a ellos las di; y ellos las recibieron y creyeron verdaderamente que salí de ti y
conocieron que tú me enviaste (Jn 17, 8). Ruego por ellos y no por el mondo (Jn 17, 9).
Bendícelos y conságralos (Jn 17, 7); también yo me consagro a mí mismo por ellos (Jn 17, 9).
No ruego solamente por ellos, sino por los que han de creer en mí por su palabra (Jn 17,20),
para que sean consagrados en la unidad (Jn 17, 23), como también nosotros (Jn 17, 11). Y
quiero, Padre, que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria (Jn
17, 24) en tu reino (Mt 20, 21). Amén.
De los que no hacen penitencia
Pero, en cambio, aquellos y aquellas que no llevan vida en penitencia, y no reciben el
cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y ponen por obras vicios y pecados y caminan
tras la mala concupiscencia y los malos deseos de su carne y no guardan lo que prometieron
al Señor, sirven corporalmente al mundo con los deseos carnales y con los afanes del siglo y
con las preocupaciones de esta vida apresados por el diablo, cuyos hijos son y cuyas obras

hacen (cf. Jn 8, 41), son unos ciegos, pues no ven a quien es la luz verdadera, nuestro Señor
Jesucristo.
No tienen sabiduría espiritual, porque no tienen al Hijo de Dios, que es la verdadera
sabiduría del Padre; de ellos se dice: Su sabiduría ha sido devorada (Sal 106, 27) y; Malditos
los que se apartan de sus mandamientos (Sal 118, 21). Ven y conocen, saben y practican el
mal, y a sabiendas pierden sus almas.
Mirad, ciegos, estáis engañados por vuestros enemigos: la carne, el mundo y el
diablo; porque el cuerpo le es dulce cometer el pecado y amargo servir a Dios; pues todos
los vicios y pecados, del corazón del hombre salen y proceden, como dice el Señor en el
Evangelio (Cf., Mc 7, 21).
Y nada tenéis en este siglo ni en el futuro. Pensáis poseer por mucho tiempo las
vanidades de este siglo, pero estáis engañados; porque vendrán el día y la hora que no
pensáis, desconocéis e ignoráis; se enferma el cuerpo, se acerca la muerte, y se muere así
con muerte amarga.
Y donde sea, cuando sea y como sea que muere el hombre en pecado mortal sin
penitencia y sin satisfacción, si, pudiendo satisfacer, no satisface, arrebata el diablo el alma
de su cuerpo con tanta angustia y tribulación, que nadie las puede conocer, sino el que las
padece.
Y todos los talentos y el poder, la ciencia y la sabiduría que creían tener, les serán
arrebatados (cf. Lc 8, 18; Mc 4, 24). Y llegan a los parientes y amigos su herencia; y éstos,
tomándola y repartiéndosela, dicen luego: Maldita sea su alma, pues pudo habernos dado
y ganado más de lo que ganó.
El cuerpo se lo comen los gusanos, y así pierden cuerpo y alma en este breve siglo, e
irán al infierno, donde serán atormentados sin fin.
A todos aquellos a quienes llegue esta carta, rogamos en la caridad que es Dios (cf. I
Jn 4, 16), que acojan benignamente con amor divino las sobredichas y fragantes palabras
de Nuestro Señor Jesucristo. Y los que no saben leer, háganselas leer con frecuencia, y
reténganlas consigo con obras santas, hasta el fin, porque son espíritu y vida (cf. Jn 64). Y
los que no hagan esto tendrán que dar cuenta en el día de juicio (cf. Mt 12, 36) ante el
tribunal de nuestro Señor Jesucristo (cf. Rom 14, 10).
“San Francisco de Asís. Escritos. Biografías. Documentos de la época.” BAC. Madrid 1978, pp. 52-54.

REGLA DE LA O.F.S.
Capítulo I La Orden Franciscana Seglar (O.F.S.)
1.
Entre las familias espirituales, suscitadas por el Espíritu Santo en la Iglesia (Lumen
Gentium = LG, 43), la Familia Franciscana comprende a todos aquellos miembros del
Pueblo de Dios, seglares, religiosos y sacerdotes, que se sienten llamados al seguimiento
de Cristo, tras las huellas de San Francisco de Asís.
En maneras y formas diversas, pero en recíproca comunión vital, todos ellos se
proponen hacer presente el carisma del común Seráfico Padre, en la vida y en la misión
de la Iglesia (Apost. Act. = AA 4m.).
2.
En el seno de dicha familia, tiene un puesto peculiar la Orden Franciscana Seglar, la
cual se configura como una unión orgánica de todas las fraternidades católicas,
esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo grupo de fieles, en las cuales los
hermanos y las hermanas, impulsados por el Espíritu, a alcanzar la perfección de la
caridad en su estado seglar, se comprometen con la profesión a vivir el Evangelio a la
manera de San Francisco, con la ayuda de la presente Regla, confirmada por la Iglesia
(Can. 702,1).
3.
Esta Regla, después del "Memoriale propositi" (1221) y de las Reglas aprobadas por
los Sumos Pontífices Nicolás IV y León XII, adapta la Orden Franciscana Seglar a las
exigencias y a las esperanzas de la santa Iglesia, en las nuevas condiciones de los
tiempos. Su interpretación corresponde a la Santa Sede, más la aplicación será hecha
por las Constituciones Generales y por los Estatutos particulares.

Capítulo II - La Forma de Vida
4.
La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el Santo Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de
Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres (1Cel. 18, 115).
Cristo don del amor del Padre, es el Camino hacia Él, es la Verdad en la cual nos
introduce el Espíritu Santo, es la Vida que Él ha venido a traer abundantemente (Jn 3,16;
14,6).
Los Franciscanos Seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y
pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio (AA 30h).
5.
Por tanto, los Franciscanos Seglares, busquen la persona de Cristo viviente y
operante en los hermanos, en la Sagrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones
litúrgicas. La fe de San Francisco al dictar estas palabras: "Nada veo corporalmente en
este mundo respecto del Altísimo Hijo de Dios, sino su santísimo cuerpo y sangre", sea
para ellos la inspiración y camino de su vida eucarística.
6.
Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de
la Iglesia, y a ella más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigo e
instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y con la
palabra.
Inspirados en San Francisco y con él llamados a reconstruir la Iglesia, empéñense en
vivir en plena comunión con el Papa, los Obispos y los Sacerdotes, en abierto y confiado
diálogo de creatividad apostólica (Pablo VI: Discurso a los Terciarios, III, 19 de mayo de
1971).
7.
Como "hermanos y hermanas de penitencia", en fuerza de su vocación, impulsados
por la dinámica del Evangelio, conformen su modo de pensar y de obrar al de Cristo,
mediante un radical cambio interior, que el mismo Evangelio denomina con el nombre
de "conversión"; la cual debido a la fragilidad humana, debe actualizarse cada día (1Reg.
TOF)
En este camino de renovación, el Sacramento de la Reconciliación es signo
privilegiado de la misericordia del Padre, y fuente de gracia (Presb. Ord., 18b).

8.
Como Jesucristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo los
Franciscanos Seglares hagan de la oración y de la contemplación el alma del propio ser
y del propio obrar (AA, 4, a b c).
Participen de la vida sacramental de la Iglesia, especialmente de la Eucaristía, y
asóciense a la oración litúrgica en alguna de las formas propuestas por la misma Iglesia,
revivan así los misterios de la vida de Cristo.
9.
La Virgen María, humilde sierva del Señor, siempre atenta a su palabra y a todas sus
mociones, fue para San Francisco centro de indecible amor, y por él declarada
Protectora y Abogada de su familia (2Cel 198).
Los Franciscanos Seglares den testimonio de su ardiente amor hacia Ella, por la
imitación de su disponibilidad incondicional, y en la efusión de una confiada y consciente
oración (LG, 67; AA, 4).
10.
Asociándose a la obediencia redentora de Jesús, que sometió su voluntad a la del
Padre, cumplan fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las
diversas circunstancias de la vida, y sigan a Cristo, pobre y crucificado, confesándolo aun
en las dificultades y persecuciones. (LG, 41).
11.
Cristo, confiado en el Padre, aun apreciando atenta y amorosamente las realidades
creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde; del mismo modo, los
Franciscanos Seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con
los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean conscientes,
en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes recibidos, en
favor de los hijos de Dios (1Carta de S. Francisco, 5).
Así, en el espíritu de las "Bienaventuranzas", esfuércense en purificar el corazón de
toda tendencia y deseo de posesión y de dominio, como "peregrinos y forasteros" en el
camino hacia la casa del Padre (Rom 8,17; LG 7,4).
12.
Testigos de los bienes futuros y comprometidos a adquirir, según la vocación que
han abrazado, la pureza de corazón, se harán libres, de este modo para el amor de Dios
y de los hermanos (Adm. S. Franc. XVI: Carta, 70).

13.
De la misma manera que el Padre ve en cada uno de los hombres los rasgos de su
Hijo, Primogénito de muchos hermanos, los Franciscanos Seglares acojan a todos los
hombres con ánimo humilde y cortés, como don del Señor e imagen de Cristo (Rm 8,29).
El sentido de la Fraternidad los hará felices y dispuestos a identificarse con todos los
hombres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear
condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo (1Reg., 9,3; Mt 25,40).
14.
Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un
mundo más fraterno y evangélico para edificar el Reino de Dios, conscientes de que
"quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a sí mismo más hombre", cumplan de
modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio (LG, 31; G. et
Sp. 93).
15.
Estén presentes con el testimonio de su vida humana y también con iniciativas
eficaces, tanto individuales como comunitarias, en la promoción de la justicia,
particularmente en el ámbito de la vida pública; empéñense en opciones concretas y
coherentes con su fe (AA, 14).
16.
Consideren el trabajo como don de Dios y como participación en la creación,
redención y servicio de la comunidad humana (G. et Sp., 67,2; 1Reg. 7,4; 2Reg., 5,1).
17.
Vivan en la propia familia el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida,
y esfuércense en convertirlo en el signo de un mundo ya renovado en Cristo (Reg. de
León XIII, II, 9; 3Comp., 14,58).
Los casados particularmente, al vivir la gracia del matrimonio, den testimonio en el
mundo del amor de Cristo a su Iglesia. Con educación cristiana, sencilla abierta, atentos
a la vocación de cada uno, recorran gozosamente con sus hijos su itinerario espiritual y
humano (LG, 41; AA, 30 b c).
18.
Sientan, además, respeto por las otras criaturas, animadas e inanimadas, que "son
portadores de la significación del Altísimo" y procuren con ahínco superar la tentación
de explotación, con el concepto franciscano de la Fraternidad Universal (1Cel, 80).

19
Como portadores de paz y conscientes de que la paz ha de construirse
incesantemente, indaguen los caminos de la unidad y del entendimiento fraterno
mediante el diálogo, confiando en la presencia del germen divino, que hay en el hombre
y en la fuerza transformadora del amor y del perdón (Reg. de León XIII, II, 9; 3Comp.,
14,58).
Mensajeros de la perfecta alegría, esfuércense permanentemente en llevar a los
demás el gozo y la esperanza (Adm. XXI; 1Reg. 7,15).
Injertados en la resurrección de Jesucristo, que da su verdadero sentido a la
Hermana Muerte, tiendan con serenidad el encuentro definitivo con el Padre (G. et Sp.,
78, 1-2).

Capítulo III - La vida en Fraternidad
20.
La Orden Franciscana Seglar se divide en fraternidades, de diversos niveles o grados:
local, regional, nacional e internacional. Cada una de estas fraternidades tiene su propia
personalidad moral en la Iglesia (Can. 687). Las fraternidades se coordinan y unen entre
sí, de acuerdo con lo que se establece en esta Regla y en las Constituciones.
21.
En los diferentes niveles, cada fraternidad es animada y guiada por un Consejo y un
Ministro (o Presidente), elegido por los profesos en conformidad con las Constituciones
(Can. 697).
Su servicio, que dura un tiempo limitado, es un compromiso que implica
disponibilidad y responsabilidad para con cada uno y para con el grupo.
Las fraternidades, según lo establecido en las Constituciones, se estructuran
internamente de manera diversa, conforme a las necesidades de sus miembros y de las
regiones, bajo la dirección del Consejo respectivo.
22.
La fraternidad local necesita ser canónicamente erigida, y se convierte así en la
primera célula de toda la Orden y en signo visible de la Iglesia, que es una comunidad
de amor. La fraternidad deberá ser el lugar privilegiado para desarrollar el sentido
eclesial y la vocación franciscana, y, además, para animar la vida apostólica de sus
miembros (Pío XII: Disc. a los Terc., 3, 1 de enero de 1956).
23.
Las peticiones de admisión en la Orden Franciscana Seglar se presentan a una
fraternidad local, cuyo Consejo decide la aceptación de los nuevos hermanos (Can. 694).
El proceso de incorporación a la Fraternidad comprende el tiempo de iniciación, el
período de formación de la Regla (1Reg. TOF, 29-30). En este itinerario gradual está
comprometida toda la fraternidad, aún con su estilo de vida. Por lo que se refiere a la
edad para la Profesión, y a los signos distintivos franciscanos, procédase según los
Estatutos.
La Profesión es, de por sí, un compromiso perpetuo (1Reg. TOF, 31).
Los hermanos que se encuentren en dificultades particulares, procurarán tratar sus
problemas en fraterno diálogo con el Consejo. La separación o definitiva dimisión de la
Orden, si fuere necesaria, es un acto que compete al Consejo de la Fraternidad, en
conformidad con las Constituciones (Can. 696).

24.
Para estimular la comunión entre los miembros, el Consejo organice reuniones
periódicas y encuentros frecuentes, incluso con otros grupos franciscanos,
especialmente de jóvenes, adoptando los medios más adecuados para el crecimiento
en la vida franciscana y eclesial, estimulando a todos a la vida de Fraternidad (Can. 697).
Esta comunión se prolonga con los hermanos difuntos; así, se ofrecerán sufragios
por sus almas (1Reg. TOF, 23).
25.
Todos los hermanos y hermanas ofrezcan una contribución en proporción a las
posibilidades de cada uno, para sufragar los gastos necesarios de la vida de la
fraternidad o para obras de culto, de apostolado y de caridad.
Las fraternidades locales procuren contribuir al pago de los gastos del Consejo de la
Fraternidad de nivel superior (1Reg. TOF, 30).
26.
Como signo concreto de comunión y de corresponsabilidad, los Consejos de los
diferentes niveles, según las Constituciones, pedirán religiosos idóneos y preparados
para la asistencia espiritual, a los superiores de las cuatro familias religiosas
franciscanas, a los cuales, desde siglos, está unida la fraternidad seglar.
Para fomentar la fidelidad al carisma y la observancia de la Regla, y para recibir
mayor ayuda en la vida de fraternidad, el Ministro o Presidente de acuerdo con su
Consejo, sea solícito en pedir periódicamente a los superiores religiosos competentes*)
la visita pastoral y a los responsables del nivel superior, la visita fraterna, según las
Constituciones (2Reg. TOF., XVI).
"Y todo el que guarde estas cosas, sea colmado en el cielo de la bendición del
altísimo Padre, y sea colmado en la tierra de la bendición del amado Hijo con
el Espíritu Santo Paráclito..."
(Bendición de San Francisco de Asís, del Testamento).

ESTATUTOS DE LA
JUVENTUD FRANCISCANA
MADRE DE MISERICORDIA
(JUFRA M.D.M.)
 Carta de presentación de los Estatutos del
Guardián de la Fraternidad Madre de
Misericordia.
 Carta de la Ministra de la O.F.S. Madre de
Misericordia.
 Carta a un Ministro de parte de San Francisco.
 Estatutos de la JUFRA M.D.M.

Carta de presentación de los estatutos de la JUFRA por el guardián de la
fraternidad Madre de Misericordia
Queridos hermanos y hermanas de la Juventud Franciscana de la parroquia “Madre
de Misericordia”,
El Señor les de la paz.
La comunidad parroquial Madre Misericordia está muy contenta de verse
enriquecida con esta fraternidad de Jóvenes que desean seguir a Cristo pobre y crucificado
tras las huellas del hermano Francisco y de la hermana Clara. En efecto, el carisma
franciscano que el Espíritu Santo suscito hace más de 800 años, sigue siendo hoy un regalo
para la Iglesia, recordándonos la radical de la vida evangélica. En la “fraternidad” y en la
“minoridad” que brotan de la vivencia del evangelio, reconocemos los rasgos esenciales del
carisma que el Espíritu nos ha dado; de ellas adquiere también su propia toda nuestra vida
espiritual y nuestro servicio apostólico.
El Espíritu nos llama hoy a la fidelidad creativa, esto es, en primer lugar, a ser fieles
al carisma recibido, volviendo constantemente a las fuentes de inspiración de nuestro
carisma; en segundo lugar, nos invita a discernir los signos de los tiempos para vivir con
radicalidad este carisma en la nuevas situaciones concretas y a veces nuevas que el mundo
nos presenta, No se trata de repetir el pasado, se trata de ser fieles y radicales en nuestro
presente y mirar con optimismo el futuro.
La Fidelidad creativa al carisma recibido requiere que cuidemos y desarrollemos
amorosamente el patrimonio espiritual de nuestra fraternidad, buscando a la luz de los
signos de los tiempos formas apropiadas para realizar con creatividad nuestro carisma
franciscano y nuestro servicio apostólico
Los presentes estatutos que ahora presentamos, son un instrumento para el
discernimiento a la fidelidad creativa de la fraternidad de la JUFRA. Ellos recogen los
aspectos esenciales del carisma franciscano seglar, expresado en la regla de San Francisco
para los Seglares y los demás escritos de san francisco, así como en su propia vida;, y en la
experiencia vivida y reflexionada por nuestros hermanos que nos han antecedido y que han
pasado por esta fraternidad.
Con alegría y esperanza presentamos estos estatutos sabiendo que serán una guía
preciosa para esta fraternidad JUFRA y para los hermanos que en el futuro el Señor nos
seguirá regalando.

CARTA A UN MINISTRO DE PARTE DE SAN FRANCISCO
Al hermano N., ministro:
El Señor te bendiga (cf. Núm 6,24).
Te digo, como puedo, respecto al caso de tu alma, que todas las cosas que son un
obstáculo para amar al Señor Dios y quienquiera que te ponga obstáculo, sea de los
hermanos o de cualesquiera otros, aunque te azotaran, debes tenerlo por gracia. Y quiérelo
así y no otra cosa. Y sea esto para ti verdadera obediencia al Señor Dios y a mí, pues se
firmemente que esta es la verdadera obediencia.
Y ama a los que esto hacen. Y no quieras de ellos otra cosa, sino lo que el Señor te
dé. Y ámalos precisamente en esto, y no quieras que sean mejores cristianos. Y sea esto
para ti mejor que vivir en un eremitorio.
Y en esto quiero conocer si amas al Señor y me amas a mí, siervo suyo y tuyo, si
procedes así: que no haya en el mundo ningún hermano que, habiendo pecado todo lo que
pudiera pecar, se aleje jamás de ti, después de haber visto tus ojos, si tu misericordia, si es
que busca misericordia. Y si no buscara misericordia, pregúntale tú si quiere misericordia.
Y, si mil veces volviera a pecar ante tus propios ojos, amalo más que a mí, para atraerlo al
Señor; y ten siempre misericordia de los tales. Y cuando puedas, comunica a los guardianes
que, por tu parte, estas resuelto a compórtate así.
Por lo demás, de todos aquellos capítulos de la regla que hablan de los pecados
mortales, con la ayuda del Señor y el consejo de los hermanos, en el capítulo de Pentecostés
haremos uno de ese tenor:
“Si alguno de los hermanos, por instigación del enemigo pecara mortalmente, está
obligado, por obediencia, a recurrir a su guardián. Y ninguno de los hermanos que sepa que
ha pecado lo avergüence ni lo difame, sino tenga para con él gran misericordia y mantenga
muy en secreto el pecado de su hermano, porque no necesitan medico los sanos, sino los
enfermos (cf. Mt 9,12; Mc 2,17). Asimismo, están obligados, por obediencia, a enviarlo con
un compañero a su custodio. Y el custodio mismo atiéndalo con misericordia, como querría
que se hiciera con él si estuviera en una situación semejante (cf. Mt 7,12).
Y si alguno de los hermanos cometiera un pecado venial, confiéselo a un hermano
suyo sacerdote. Y, si no hubiera allí sacerdote, confiéselo a otro hermano suyo, hasta que
tenga un sacerdote que lo absuelva canónicamente, como queda dicho. Y estos no tengan
en modo alguno potestad de imponer otra penitencia que esta: Vete y no peques más (Jn
8,11).

Este escrito, para que sea mejor observado, tenlo contigo hasta el capítulo de
Pentecostés; allí estarás con tus hermanos. Y estas cosas, y todas las demás que se echan
de menos en la regla, procuréis completarlas con la ayuda del Señor Dios.
 San Francisco de Asís

INTRODUCCIÓN
La fraternidad JUFRA Madre de Misericordia tiene una antigüedad de más de
treinta años, a lo largo de este tiempo ha experimentado diversos cambios. Esto se
debe a diversos motivos, como por ejemplo: la forma como nos hemos organizado,
las responsabilidades que hemos ido adquiriendo dentro de la Orden Franciscana
Seglar y dentro de nuestra parroquia, así como diversas tradiciones nuestras; han
ido cambiado a lo largo de estos años.
Estos cambios también se deben por las responsabilidades personales de cada

miembro de la fraternidad (estudios, trabajos, familia, etc.) se han ido diversificando,
así como los cambios en nuestra sociedad. Muchos de los cambios que hemos
experimentado son debidos al acompañamiento de la Fraternidad Madre de
Misericordia, que a lo largo de los años ha permitido que la fraternidad se desarrolle
a través de los diversos servicios y experiencias.
Todos estos cambios progresivos han logrado que la fraternidad sea tierra fértil para
el ideal franciscano. Podemos ver cómo la fraternidad sigue creciendo día a día y es
gracias a ello que afirmamos que el estilo de vida de San Francisco sigue animando
a los jóvenes en el mundo a buscar la felicidad plena en Dios.
Con el fin de permanecer firmes en el deseo de seguir caminando bajo las huellas de
San Francisco de Asís, es que debemos seguir la normativa establecida por la Tercera
Orden, que en el Art. 96 de las Constituciones Generales de la O.F.S., permite a la
JUFRA, establecer la organización más pertinente para desarrollarse dentro de la
Orden y teniendo presente a la Regla de la O.F.S. como documento de inspiración.
Teniendo también en cuenta lo establecido por el Derecho Canónico (Cann. 215 y
Cann. 304) para la elaboración de nuestros estatutos, con la finalidad de guardar
comunión con la Iglesia.
Para poder comprender mejor como fue que se elaboró el presente Estatuto, vamos
a exponer la composición de cada capítulo:

 El capítulo I: Naturaleza; está basado en la Introducción al Estatuto Nacional
de la JUFRA-PERÚ, como también por el capítulo I del Estatuto Nacional de la
JUFRA-PERÚ (Art. 1-6).
 El capítulo II: Vida y Misión; está compuesto de dos Títulos, esto debido a las
Constituciones Generales de la O.F.S. que así lo establece.
Título I: Forma de Vida; está basado en las Constituciones Generales de la

O.F.S. (Art. 8-16).
Título II: Misión de la JUFRA; está basado en las Constituciones Generales

de la O.F.S. (Art. 17-27), como también por el Estatuto Nacional de la JUFRA-
PERÚ (Art. 9-21).
 El capítulo III: Vida en Fraternidad; está compuesto de cuatro Títulos, se

decidió esto con el fin de poder ahondar en la importancia de la vida fraterna
y de la formación en general dentro de la fraternidad.
Título I: Participación en la Vida Fraterna; está basado en el Estatuto

Nacional de la JUFRA-PERÚ (Art. 31- 33, Art. 98 - 103), como también por las
Constituciones Generales de la O.F.S. (Art. 28 – 30, Art. 53 - 55).
Título II: La Formación en la Fraternidad; está basado en las Constituciones

Generales de la O.F.S. (Art. 37 - 45).
Título III: Las Etapas de Formación; está basado en el Estatuto Nacional de

la JUFRA-PERÚ (Art. 22 - 29).
Título IV: Procedimientos Temporales; está basado en las Constituciones

Generales de la O.F.S. (Art. 56 – 57), como también por el Estatuto Nacional
de la JUFRA-PERÚ (Art. 30).
 El capítulo IV: Organización, conformado de ocho Títulos, con el fin de poder

definir de la mejor forma como se organiza la fraternidad.

Título I: El Consejo de la Fraternidad; está basado en las Constituciones
Generales de la O.F.S. (Art. 46 – 50), como también por el Estatuto Nacional
de la JUFRA-PERÚ (Art. 33).
Los Títulos II, III, IV, V; están basados en las Constituciones Generales de la
O.F.S. (Art. 51 – 52), como también por el Estatuto Nacional de la JUFRA-
PERÚ (Art. 46 - 52).
Titulo VI: El Hermano Asesor; está basado en las Constituciones Generales

de la O.F.S. (Art. 85 – 90).
Título VII: El Capitulo Local; está basado en las Constituciones Generales de

la O.F.S. (Art. 76 – 83), como también a lo establecido por el Canon de la
Iglesia Católica (Titulo IX, Cann. 145 - 196).
Título VIII: Ministerios y Pastorales; está basado en las experiencias de la

fraternidad para mejorar el desenvolvimiento de esta, además de lo
establecido por la Iglesia en sus diversos documentos (Catecismo,
Exhortaciones Apostólicas, Encíclicas, etc.).
 El capítulo V: Adiciones y Modificaciones; basado en el Estatuto Nacional de

la JUFRA-PERÚ (Art. 54 - 56).
Esperando que esta información brindada, despeje cualquier duda suscitada en la

elaboración de los presentes Estatutos. La Comisión, conformada por los hermanos
Rafael Quequesana, Ángela Rojas, Andrea Parreño, Diego Erquinigo y Geraldo
Carpio; en oración y en comunión fraterna ha podido elaborar el presente estatuto,
como herramienta para que la fraternidad JUFRA Madre de Misericordia pueda
seguir caminando en este nuevo siglo, invitando a los hermanos a seguir en este
camino de conversión pues como nos enseña San Francisco:
“…Poco o nada hemos hecho…”

ART. 1 DEFINICIÓN
La Juventud Franciscana (JUFRA) es una fraternidad de jóvenes que se

sienten llamados por el Espíritu Santo a hacer de su forma de vida el Evangelio
de Nuestro Señor Jesucristo, bajo la luz y guía de San Francisco de Asís, dentro
del ámbito de la Orden Franciscana Seglar (O.F.S.).
ART. 2 TEMPORALIDAD
La JUFRA, al estar formada por jóvenes, es una etapa temporal de la vida

limitada a la juventud que se inicia en el momento de salir de la adolescencia
y que termina al llegar a la adultez temprana.
ART. 3 VOCACIÓN FRANCISCANA
La JUFRA es un camino vocacional, que presupone una llamada inicial que

se desarrolla hasta una opción de vida definitiva. Al ser una llamada, implica
por parte del joven su propia respuesta, que se confirma con un compromiso
personal ante Dios y en presencia de la Comunidad Eclesial.
ART.4 FAMILIA FRANCISCANA
1. La JUFRA pertenece a la Familia Franciscana dentro del ámbito seglar y

tiene a la Regla de la O.F.S. como documento de inspiración para el
crecimiento de la propia vocación- personal y fraterna.
2. Por su pertenencia a la Familia Franciscana, la JUFRA Madre de

Misericordia recibe la asistencia espiritual y cuidado pastoral de la Orden
de Frailes Menores Capuchinos.
ART. 5 APERTURA
La JUFRA es una fraternidad franciscana abierta a todos los jóvenes, que

estén dispuestos a asumir con responsabilidad su vivencia y compromiso
cristiano-franciscano.

TITULO I
FORMA DE VIDA
ART. 6 LA FRATERNIDAD
La fraternidad es una experiencia de jóvenes creyentes que se reconocen

hijos del mismo Padre, lo que nos hace hermanos; que comparten su fe desde
su base del amor; siendo parte de la Iglesia Católica, en la que vive y actúa.
ART. 7 FORMA DE VIDA
1. La forma de vida de la JUFRA es esta: guardar el Santo Evangelio de

Nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís.
Siendo un camino continuamente renovado de conversión y formación,
pasando en todo momento del Evangelio a la vida y de la vida al
Evangelio.
2. El joven jufrano, comprometido a seguir el ejemplo y las enseñanzas de

Cristo, dedíquese a un estudio personal y frecuente del Evangelio. La
fraternidad y sus responsables están llamados a promover el amor a la
Palabra Evangélica y ayuden a los hermanos a conocerla y comprenderla
bajo la ayuda del Espíritu Santo.
ART. 8 ESPIRITUALIDAD
1. La espiritualidad de la JUFRA es un proyecto de vida centrado en la

persona de Cristo y en su fiel seguimiento.
2. La JUFRA debe buscar a la persona viviente y operante de Cristo: en los

hermanos, en la Sagrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones
litúrgicas.

ART. 9 MODELO DE VIDA
1. El joven jufrano está llamado a imitar a “Cristo pobre y crucificado”,

vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de
Dios al hombre. A imitación de San Francisco debe aprender el por qué y
el cómo vivir, amar y sufrir.
2. En Cristo descubrimos el valor de las contradicciones por causa de la

justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de cada día. Con Él
pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles
y vivir en el espíritu franciscano de paz. También se debe buscar vivir en
espíritu fraterno para poder cargar las diversas cruces que conlleva la
vida cristiana.
ART. 10 EL ESPÍRITU SANTO COMO GUÍA EN NUESTRA VIDA
Consientes que el Espíritu Santo es la fuente de nuestra vocación, el joven

jufrano imite la fidelidad de San Francisco en desear sobre todas las cosas, la
operación del Espíritu Santo en su vida; con su gracia los hermanos vivan día
a día con fe la revelación del Padre dando testimonio de la misma: en la vida
familiar, en el estudio, en el trabajo, en la alegría y en el sufrimiento, en el
encuentro con los hombres, hermanos todos del mismo Padre, en la presencia
y participación de la vida social, y en la creencia fraterna con todas las
criaturas.
ART. 11 LA VOLUNTAD DE DIOS PADRE
Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la

voluntad de Dios Padre. Den gracias a Dios por el don de la libertad y la
revelación de la ley del amor, y siendo inspirados por San Francisco en su
llamado a reconstruir la Iglesia, empéñense a vivir en plena comunión con el
Papa, los Obispos y los Sacerdotes en abierto y confiado dialogo de creatividad
apostólica.

ART 12 TRATO FILIAL
Los hermanos cultiven el trato filial con Dios y "hagan de la oración y de la

contemplación el alma de su vida y de su obrar". Traten de descubrir la
presencia de Dios Padre en su corazón, en la naturaleza y en la historia de los
hombres, en la que se cumple su plan salvífico. La contemplación de tal
misterio nos moverá a colaborar en este designio de amor.
ART. 13 CONVERSIÓN PERMANENTE
1. Los jóvenes jufranos, antiguamente llamados "hermanos y hermanas de

penitencia", se proponen vivir en espíritu de conversión permanente. Los
medios para cultivar esta característica de la vocación franciscana,
individualmente y en fraternidad son: la escucha y las celebraciones de la
Palabra de Dios, la revisión de vida (plan de vida), los retiros espirituales,
la ayuda de un consejero espiritual y las celebraciones penitenciales.
Frecuenten el sacramento de la Penitencia y Reconciliación, y cuiden su
celebración Eucarística comunitaria, tanto en la fraternidad como con
todo el pueblo de Dios.
2. En este espíritu de conversión se debe vivir el amor para la renovación

de la Iglesia, acompañado de la renovación personal y comunitaria. Fruto
de la conversión, que es respuesta al amor de Dios, son las obras de
caridad en favor de los hermanos.
3. Los hermanos deben tratar de conocer, valorar y vivir las prácticas

penitenciales tradicionales entre los penitentes franciscanos, como el
ayuno y la abstinencia, ateniéndose a las normas generales de la Iglesia.
ART. 14 ADORADORES DEL PADRE
Como Jesucristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo
hagan de la oración y de la contemplación el alma del propio ser y del propio
obrar. Participen de la vida sacramental de la Iglesia; especialmente de la

Eucaristía, y asóciense a la oración litúrgica del pueblo de Dios, reviviendo así
los misterios de la vida de Cristo.
ART. 15 EL ESPÍRITU DE LAS BIENAVENTURANZAS
1. Los jóvenes jufranos intenten vivir el espíritu de las Bienaventuranzas, y

especialmente el espíritu de la pobreza. La pobreza evangélica manifiesta
la confianza en el Padre, activa la libertad interior y nos dispone a
promover una más justa distribución de las riquezas.
2. Los jóvenes jufranos comprométanse a reducir las exigencias personales

para poder compartir mejor los bienes espirituales y materiales con los
hermanos, particularmente con los últimos. Den gracias a Dios por los
bienes recibidos, usándolos como buenos administradores y no como los
dueños de estos.
3. Adopten una posición firme contra el consumismo y contra las ideologías

y las posturas que anteponen la riqueza a los valores humanos y
religiosos, y que permiten la explotación del hombre. En el espíritu de las
"Bienaventuranzas", esfuércense en purificar el corazón de toda
tendencia y deseo de posesión y de dominio, como “peregrinos y
forasteros” en el camino hacia la casa del Padre. Comprometidos a
adquirir esta pobreza de corazón se harán libres para el amor de Dios y
de los hermanos.
ART. 16 MARÍA, MODELO DE VIDA
María, Madre de Jesús, es el modelo para escuchar la Palabra y ser fieles a

la vocación: en ella, como en San Francisco, vemos realizadas todas las
virtudes evangélicas.
Los hermanos cultiven un amor intenso a la Santísima Virgen, mediante la

imitación, la oración y la entrega filial. Manifiesten su devoción personal con
expresiones de una auténtica fe, en las formas aceptadas por la Iglesia.

TITULO II
MISIÓN DE LA JUFRA
PRESENCIA ACTIVA EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO
Art. 17 TESTIGOS E INSTRUMENTOS DE CRISTO
1. Llamados a colaborar en la construcción de la Iglesia como sacramento

de salvación para todos los hombres, y constituidos por el bautismo y la
profesión "testigos e instrumentos de su misión", los jóvenes jufranos
anuncian a Cristo con la vida y la palabra.
Su apostolado preferente es el testimonio personal en el ambiente en el
que viven y el servicio para la edificación del Reino de Dios en las
realidades terrenas.
2. En la fraternidad promuévase la preparación de los hermanos para la

difusión del mensaje evangélico "en las condiciones comunes del mundo"
y para que colaboren en los diversos servicios de la Parroquia y la Iglesia.
3. Los que sean llamados a ser responsables de algún servicio en la

fraternidad, vivan el amor de San Francisco a la Palabra de Dios, así como
su fe en los que la anuncian y el gran fervor con que recibió del Papa la
misión de predicar la penitencia.
4. La participación en la función de santificar, que la Iglesia ejerce mediante

la liturgia, la oración y las obras de penitencia y de caridad, llévenla los
hermanos a la práctica primero en la propia familia, después en la
fraternidad y, finalmente, con su presencia activa en la Parroquia Madre
de Misericordia y en la sociedad.
Art. 18 LA FRATERNIDAD UNIVERSAL
1. Profundicen en los verdaderos fundamentos de la Fraternidad Universal

y creen en todas partes el espíritu de acogida y una atmósfera de

hermandad. Rechacen con firmeza toda forma de explotación, de
discriminación, de marginación y toda actitud de indiferencia hacia los
demás.
2. Colaboren con los movimientos que promueven la hermandad entre los

pueblos: comprométanse a "crear condiciones dignas de vida" para todos
y a trabajar por la libertad de todos los pueblos.
3. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, Patrón de los ecologistas,

promuevan activamente iniciativas para la salvaguarda de la creación,
esforzándose para evitar la contaminación y la degradación de la
naturaleza, y crear condiciones de vida y ambiente, que no sean una
amenaza para el hombre.
Art. 19 LA MINORIDAD
Con espíritu de minoridad, elijan en primer lugar el trato con los pobres y
los marginados, ya sean individuos, grupos de personas o todo un pueblo;
colaboren en la erradicación de la marginación y de toda forma de pobreza
extrema y hambre, que son consecuencia de la ineficacia y de la injusticia.
Art. 20 LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EN NUESTRAS VIDAS
1. Para San Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El

trabajo de cada día es no sólo medio de sustento, sino también una
ocasión de servicio a Dios y al prójimo, y un camino para desarrollar la
propia personalidad. En la convicción de que el trabajo es un derecho y
un deber y que toda forma de trabajo merece respeto, los hermanos
comprométanse a colaborar para que todos tengan la posibilidad de
trabajar y para que los medios de trabajo sean cada vez más humanos.
2. El tiempo libre y el esparcimiento tienen su propio valor y son necesarios

para el desarrollo de la persona. Los jóvenes jufranos mantengan una
equilibrada relación entre trabajo y reposo, bajo la luz de Cristo

interésense en la práctica de formas cualificadas de ocupación del tiempo
libre.
3. Se debe evitar cualquier forma de actividad ilícita y/o corrupción en el

trabajo, ya que para cualquier cristiano esto es un pecado grave pues es
una agresión al prójimo y también al bien común.
Art. 21 VIDA CRISTIANA PÚBLICA
1. Los jóvenes jufranos "estén presentes en el campo de la vida pública";

colaboren, según sus posibilidades, en la participación de actividades que
apoyen la promulgación de leyes y normas justas.
2. Los jóvenes franciscanos asuman posiciones claras cuando el hombre es

agredido en su dignidad por causa de cualquier forma de opresión o
indiferencia. Ofrezcan su servicio fraterno a las víctimas de la injusticia.
3. La renuncia al uso de la violencia, característica de los seguidores de San

Francisco, no significa renuncia a la acción; los hermanos procuren que
sus intervenciones estén siempre inspiradas por el amor cristiano.
Art. 22 FAMILIA Y FRATERNIDAD
1. Los jóvenes jufranos consideren a su familia como el ámbito prioritario

en el que viven su compromiso cristiano y la vocación franciscana; en ella
concédanle tiempo a la oración, a la Palabra de Dios y a la catequesis
cristiana, y defiendan el respeto a la vida desde su concepción y en toda
circunstancia, hasta la muerte.
2. Sobre la familia en la Fraternidad:
a) Sea tema de diálogo y de comunicación de experiencias, la

espiritualidad familiar y el planteamiento cristiano de los problemas
familiares.

b) Compártanse los momentos importantes de la vida familiar de todos
los hermanos.
3. Los hermanos colaboren en los esfuerzos que se hacen en la Iglesia y en

la sociedad para afirmar el valor de la fidelidad y el respeto a la vida y
para dar respuesta a los problemas sociales de la familia.
Art. 23 MENSAJEROS DE ALEGRÍA Y ESPERANZA
1. Aun en el dolor, San Francisco experimentó la confianza y la alegría

nutriéndose:
a) En la experiencia de la paternidad de Dios.
b) En una fe inquebrantable de resucitar con Cristo a la vida eterna.
c) En su experiencia de encuentro y de alabanza al Creador en la

Fraternidad Universal con todas las criaturas.
2. Asimismo, en conformidad con el Evangelio, los jóvenes jufranos dan su

sí a la esperanza y a la alegría de vivir y ofrecen su colaboración para
aminorar las múltiples angustias y el pesimismo, preparando un futuro
mejor.
3. En la fraternidad, los hermanos promuevan el entendimiento mutuo y

procuren que el ambiente de las reuniones sea acogedor y refleje la alegría
franciscana. Buscando siempre en la fraternidad el obrar para el bien del
otro.

TITULO I
PARTICIPACION EN LA VIDA FRATERNA

ART. 24
1. Nuestra fraternidad, JUFRA Madre de Misericordia, es la célula

constitutiva de la O.F.S. en todas sus etapas (regional, nacional e
internacional) y el ámbito donde se encuentran los hermanos para hacer
su experiencia de vida cristiana a la luz del mensaje de San Francisco de
Asís.
2. La presencia activa de la fraternidad en la Iglesia es el testimonio del valor

del carisma franciscano en la secularidad. A través de cada uno de sus
miembros, la fraternidad se torna dentro de la Iglesia, un agente de
formación para el crecimiento humano, cristiano y franciscano de los
jóvenes a quienes ofrecerá una sólida doctrina cristiana-franciscana.
3. La fraternidad JUFRA “Madre de Misericordia” es una asociación pública

en la Iglesia Católica, dentro del ámbito de la Orden Franciscana Seglar,
erigida canónicamente en la Parroquia “Madre de Misericordia” de los
Hermanos Menores Capuchinos, en Arequipa en el año 1986.
4. La Fraternidad está regida por: La Regla de la O.F.S., Las Constituciones

Generales de la O.F.S. (Art. 96), Los Estatutos Nacionales de la O.F.S., así
como por el presente Estatuto.
5. La Fraternidad JUFRA “Madre de Misericordia”, así denominada

canónicamente, es reconocida por la O.F.S. Local, Regional y Nacional.

ART 25
1. La fraternidad se reunirá por lo menos dos veces a la semana para su

reunión de crecimiento. Salvo alguna situación adversa, ajena a la
responsabilidad adquirida. Es preciso que las reuniones integren
momentos de oración, de formación y de confraternidad con elementos
de acción y recreativos. Las reuniones deben organizarse de manera que
favorezcan la inserción de la fraternidad en la Familia Franciscana y en la
Iglesia.
2. La fraternidad se reunirá dos veces por semana, como comunidad

eclesial, para la celebración Eucarística en un clima que consolide el
vínculo fraterno y exprese la identidad franciscana.
ART 26 INGRESO A LA FRATERNIDAD
1. El ingreso a la JUFRA será desde los 18 años.
2. Los Heraldos de San Francisco podrán ingresar desde los 20 años. Se

deberá pedir al Consejo de los Heraldos un informe escrito, que apoyara
en el discernimiento de la etapa de formación más conveniente para el
hermano.
3. Todos pueden entrar, sin importar condición social, política, de

orientación sexual u otra, respetando el principio de fraternidad
universal. Suscitando siempre un clima de protección a la fraternidad,
por lo tanto se debe ver en el aspirante una recta intención y deseo de
conversión.
4. Desde el ingreso en la fraternidad se inicia el camino de formación, que

debe desarrollarse durante toda la vida. Teniendo presente que el
Espíritu Santo es el principal agente de la formación, y atentos siempre a
colaborar con Él, los responsables de la formación son: el propio

candidato, la fraternidad entera, el Consejo de la Fraternidad y el
Hermano Asesor de la Fraternidad.
5. Los hermanos son responsables de su formación para acrecentar cada vez

más la vocación recibida del Señor. La Fraternidad está llamada a ayudar
a los hermanos en este camino con la acogida, la oración y el ejemplo.
ART 27 TRASLADOS
Si un hermano, por cualquier causa razonable, desea pasar a otra

fraternidad o comunidad católica, previa conversación con el Consejo de la
Fraternidad; presente una petición razonable al Hermano Asesor de la
Fraternidad, informando de su decisión de traslado. Si fuese necesario el
Consejo de la Fraternidad facilitará un informe del hermano durante su
perseverancia en la JUFRA Madre de Misericordia, a pedido de la otra
fraternidad o comunidad católica a la que realice su traslado.
ART. 28 CORRESPONSABILIDAD EN NUESTRA FORMA DE VIDA
1. Los hermanos son corresponsables de la vida de la fraternidad a la que

pertenecen y de la O.F.S. como unión orgánica de todas las fraternidades
extendidas por el mundo.
2. El sentido de corresponsabilidad de los miembros exige la presencia

personal, el testimonio, la oración, la colaboración activa, según las
posibilidades de cada uno y los eventuales compromisos para la
animación de la fraternidad.
3. Con espíritu de familia, cada hermano deposite en la caja de la

fraternidad una aportación, según sus posibilidades, con el fin de facilitar
los recursos financieros necesarios para la vida de la fraternidad y para
sus obras de culto, apostolado y caridad.

ART. 29 PROMOCIÓN VOCACIONAL
1. La promoción de vocaciones a la Orden Franciscana es un deber de todos

los hermanos y es un signo de la vitalidad de la misma fraternidad.
Los hermanos, convencidos de la validez de la forma de vida franciscana,
pidan a Dios que conceda la gracia de la vocación franciscana a nuevos
miembros.
2. Si bien no hay nada como el testimonio personal y de la fraternidad, el

Consejo de la Fraternidad debe adoptar medios oportunos para
promover la vocación seglar franciscana.
ART. 30 SOBRE LAS RELACIONES SENTIMENTALES
1. Antes de iniciar una relación los hermanos deberán conversar con el

Hermano Asesor de la fraternidad, para que los ayude a discernir la
voluntad de Dios para con ellos. Además si alguno de los hermanos ha
tenido una relación antes en la fraternidad será el Hermano Asesor el que
determine en que momento podrán iniciar su relación.
2. Están prohibidas las relaciones sentimentales con cualquier hermano que

este en el Tiempo de Aspirantado.
3. Los hermanos que decidan vivir una relación sentimental dentro de la

fraternidad, deberán comunicarlo a los Hermanos Mayores o a sus
Formadores. Esto con la intención de apoyarlos a definir su vocación y a
cultivar un amor Cristo-céntrico.
4. En la fraternidad todos tenemos trato de hermanos, en donde debe

primar el respeto, la caridad y la confianza; por tanto las relaciones de
enamorados eviten cualquier muestra de afecto impropio a lo antes
mencionado.
5. Se invita a todos los hermanos que tengan una relación sentimental a
buscar el apoyo y la guía espiritual de la Fraternidad Madre de

Misericordia. Esto con el fin de que su relación este fundada en los
principios cristianos.
6. No podrán tener una relación los hermanos que compartan un servicio

como responsables directos (cabezas de un servicio). De la misma forma
no se asignarán servicios como responsables directos a los hermanos que
tengan una relación.

TITULO II
LA FORMACIÓN EN LA FRATERNIDAD
ART. 31 TIEMPO DE ASPIRANTADO
1. Todos los hermanos que lleguen a la fraternidad, empezaran su

formación como aspirantes a pertenecer en la fraternidad.
2. Este tiempo no puede ser mayor a los seis meses desde su llegada a la
fraternidad. Durante este periodo de tiempo el hermano recibirá la
acogida correspondiente sin importar su condición social, política, de
orientación sexual u otra.
3. Al finalizar este periodo el Consejo de la Fraternidad determinara,

siguiendo nuestros estatutos, el futuro del hermano dentro de la
fraternidad.
4. Los responsables directos de acompañar a los hermanos aspirantes con la

acogida y formación son los formadores de la Etapa de Iniciación.
5. Los hermanos que estén aptos para perseverar en la fraternidad deberán

de realizar el Rito de Iniciación a la Fraternidad, pues es un signo de
acogida y bienvenida a la fraternidad.
ART. 32 PERTENENCIA A LA FRATERNIDAD
1. La pertenencia a la JUFRA conlleva un itinerario de formación progresiva

o camino vocacional al cual comprende las siguientes etapas:
I. Etapa de Iniciación.
II. Etapa de Admisión.
III. Etapa de Compromiso.

2. Por lo tanto el itinerario formativo, aunque articulado en etapas,
corresponde a un proceso único, en el que la continua apertura a los
valores y experiencias, se distingue por:
a) Ser un proceso personalizador, vale decir, que tiene en cuenta los

valores, las características, el carisma, las exigencias y el ritmo de
crecimiento de cada persona.
b) Es continua, pues sólo así se podrá garantizar la capacidad para
enfrentar las nuevas situaciones y expectativas de los hermanos.
c) Es gradual. La formación es un camino en el que hay que respetar
etapas. Los objetivos por alcanzar en las diferentes etapas deben ser,
a la vez, puntos de llegada y puntos de partida.
3. La formación por etapas comienza en el mes de marzo y finaliza en el mes
de noviembre. Cada etapa deberá reunirse por separado una vez al mes
como mínimo.
ART. 33 PRIORIDADES EN LA FORMACIÓN
Nuestra formación se presenta como metanoia, éxodo y kénosis; recibiendo

y anunciando el kerigma, que por la respuesta de la fe se hace camino pascual.
Es decir, no se forma para revestir un rol sino para convertirnos en cristianos.
Este cambio involucra a toda la fraternidad. Es decir, debemos de acoger el

proyecto evangélico de Cristo en nuestras vidas, presentándolo como centro
de nuestras vidas; y a María como la primera imagen de creyente, Madre y
discípula del divino Maestro.
ART. 34 MÍSTICA EN LA FORMACIÓN
1. Hablar de mística es hablar de espiritualidad, de vida interior, de una

fuerza profunda y de una experiencia personal con Dios; está es nuestra
base y es el secreto de nuestro proyecto formativo. Además de apoyarnos
en la pedagogía para la formación; por ello se debe hablar de estrategias,
métodos y dinámicas para alcanzar los objetivos propuestos en nuestra
formación.

2. Se trata de una mística de la experiencia, un camino de fe que incluye dos
aspectos: espiritualidad y metodología, pues ningún aprendizaje marca
significativamente la vida de una persona si no ha sido descubierto o
asumido por el mismo.
3. Se busca armonizar los diferentes matices en el camino de fe para lograr

una vida unificada que nos permita vivir a plenitud el ideal franciscano
como jóvenes en el mundo.
ART. 35 CORRECCIÓN FRATERNA
El corregir y el corregirnos es de vital importancia, porque como seres

humanos nos equivocamos y estamos llamados a rectificar. No puede haber
corrección sin amor, pues el que ama corrige (Ga 6, 1-5; Pr 13, 1; Pr 9, 7-13);
esta a su vez debe ser guiada por el espíritu de la caridad. Así mismo cada
hermano debe buscar custodiar su alma y la de sus hermanos; por esto no
puede existir la omisión para dejar de corregir a un hermano de la fraternidad,
dejando de lado todo espíritu de cobardía y/o conveniencia.
Es importante que se lleve la corrección como practica fraterna, de acuerdo

a lo estipulado en el evangelio (Mt 18, 15-20). En aras de mantener el espíritu
fraterno debemos de recibir con humildad y docilidad la corrección que se nos
imparta.
ART. 36 FORMACIÓN INTEGRAL
1. La fraternidad se construye con los aportes e intercambios de

experiencias, observaciones y afectos de todos. Siendo que nadie es
portador de la verdad absoluta y, por otra parte, todos tienen una verdad
que comunicar, se hace imprescindible el diálogo como fuente de
crecimiento en la formación.
2. Se debe explicar que lo más importante en la vida cristiana no es el

esfuerzo personal, aunque sea imprescindible, sino lo que hace Dios en

nuestras vidas. Se trata de dejar a Dios actuar, para que nos santifique
con su gracia y nos sostenga.
3. Se debe considerar el carisma franciscano como opción de vida cristina,

vislumbrando en su carisma una opción viable para llegar a la santidad.
4. Los tres ejes en los que gira la formación son:
 Formación humana.
 Formación cristiana.
 Formación franciscana.
ART. 37 FORMACIÓN HUMANA
1. El objetivo es desarrollar todas las capacidades, virtudes y actitudes del

hombre con el fin de llevar una vida acorde a su condición humana y
compartirla con su entorno social.
2. Las características principales de la formación humana son:
a) Aprendizaje educativo: este debe ser aceptable y asimilable en su

contenido.
b) Formación de la conciencia crítica: significa tratar de formar la

capacidad de criterio propio y el desarrollo de la fuerza moral para
obrar de acuerdo con el juicio propio, fortaleciendo la voluntad y el
carácter.
c) Formación del trabajo en equipo: implica en quienes lo emprenden a

tener una actitud de justicia que impone el ofrecer y dar nuestro
trabajo como algo debido a los demás.
d) Formación de actitudes y hábitos: son elementos intermedios, entre

el conocimiento de una realidad y una acción externa.

ART. 38 FORMACIÓN CRISTIANA
1. El objetivo es lograr un cambio radical de mentalidad y costumbres, que

nos lleva hacia una nueva visión de la vida (metanoia); como una historia
de salvación, una misión que Dios, nuestro Padre, nos ha confiado.
2. Las características principales de la formación cristiana son:
a) La oración y el estudio de la Biblia: deben ser reconocidas como

necesidad imperativas de la vida espiritual cristiana (Mc 14,3-8). La
oración constituye un medio privilegiado para que el Evangelio
empape las mentes y los corazones, permitiendo un diálogo de
encuentro con el Señor.
b) Sacramentos y Mandamientos: los hermanos se van integrando a esta

vida franciscana esencialmente para que todas sus actividades se
transformen en culto a Dios. Dentro de esto, la Eucaristía es la más
perfecta, es la oración por excelencia.
El Espíritu Santo derrama sus dones y predispone a una elección

acertada, como consecuencia de la participación atenta de la
Eucaristía los días jueves y domingo, y la confesión frecuente,
debidamente preparada.
c) Desiertos: una vez al año, la fraternidad debe dejar toda actividad

para dedicar un día exclusivo a la oración y meditación. Estos tiempos
fuertes de contacto con el Señor se hacen indispensables para quitar
todo desorden del alma que naturalmente tiende a acumularse.
ART. 39 FORMACION FRANCISCANA
1. La vida fraterna es por excelencia una prueba dónde se debe discernir la

vocación. El discernimiento vocacional es el otro pilar central de nuestro
carisma franciscano.

2. La capacidad y el interés para hacer de las personas con las que se
comparte “mis hermanos” indicarán en gran medida si un hermano está
llamado para este estilo de vida.
3. Las principales características de la formación franciscana son:
a) Vivir en fraternidad: implica que debemos de practicar los valores de

la alegría, la minoridad y la sencillez; reconociendo y apreciando el
espíritu de fraternidad, propio de nuestro carisma.
b) La oración fraterna: implica la práctica asidua de la oración de toda

la fraternidad. El culmen de la oración fraterna es la Eucaristía vivida
en fraternidad.
c) Formación en el espíritu misionero de la Orden: teniendo

experiencias de misión en los pueblos más alejados de nuestra región.
d) Educar en la pobreza: se debe crecer en la fe y abrirse a la gracia, ir

identificándose como franciscano, asumiendo nuestros valores y
carisma de minoridad.
e) Educar en la obediencia: se debe educar la voluntad, purificando la

mente y el corazón; centrándonos en Jesucristo en los diversos
servicios y actividades. Estimulando la apertura a la gracia y
desarrollando la contemplación a Jesús en los hermanos.
f) Educar en la castidad: la castidad implica un aprendizaje del dominio

de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es
clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja
dominar por ellas y se hace desgraciado. La dignidad del hombre
requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre, es
decir, movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la
presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. El
hombre logra esta dignidad cuando, liberándose de toda esclavitud
de las pasiones, persigue su fin en la libre elección del bien y se

procura con eficacia y habilidad los medios adecuados buscando la
Santidad.

TITULO III
LAS ETAPAS DE FORMACION

ETAPA DE INICIACIÓN
ART.40
1. La Etapa de Iniciación en la JUFRA es el periodo de búsqueda, de toma

de contacto, de acercamiento, de acogida; que termina con la decisión de
iniciar la formación para la admisión en la JUFRA.
2. La iniciación es un tiempo de discernimiento, de probación de la

vocación, de elección de nuestra vida. El hermano(a) es aceptado(a) en
este Etapa de Iniciación, por una gracia especial, para discernir la
voluntad de Dios en su vida y ver si está llamado(a) a servirle en este
camino franciscano. El plan de Dios sobre todos es “reproducir la imagen
de su Hijo” pero sólo a algunos jóvenes los llamará a través de este
camino franciscano.
3. Introducir al candidato en el conocimiento de San Francisco de Asís, de

la historia de la Familia Franciscana y de la O.F.S., así como en su
organización y en su espiritualidad.
4. Los Formadores de la Etapa de Iniciación son los responsables directos

de esta etapa; su servicio implica la atención y comunicación constante
con ellos, así como su pastoreo incesante, valiéndose de todos los medios
que le sean pertinentes, respetando para ello la libre elección que tengan
sus hermanos de pertenecer o no a la Fraternidad, para lo cual deberán
prestar especial atención a los más necesitados de ello.
5. El signo característico de la etapa de iniciación es un dije de San Francisco

de Asís.

6. Los hermanos pertenecientes a esta etapa deben de realizar su Rito de
Iniciación, pasado el Tiempo de Aspirantado, pues es su derecho recibir
el signo característico de la Etapa de Iniciación.
ART. 41 OBJETIVOS DE LA ETAPA
1. Profundizar la formación humana y cristiana de nuestros hermanos

iniciados, logrando clarificar la posible opción franciscana del iniciado(a)
2. Los objetivos específicos de la etapa son:
a) Promover el carisma franciscano como norma concreta de

discernimiento.
b) Descubrir en el diálogo constante la capacidad para vivir una vida

fraterna y la respuesta que debe dar el iniciado(a) a su futura opción.
c) Brindar un ambiente propicio para que el iniciado(a) descubra si está

llamado a la vivencia de este estilo de vida.
d) Se debe ayudar a los hermanos a tener una experiencia de Dios vivo

y presente en sus vidas (kerigma).
ART. 42 RESPONSABILIDADES ADQUIRIDAS PARA CON LA ETAPA
1. En el tiempo de iniciación toda la fraternidad ha de ejercer con el

candidato(a) una función educativa y de orientación, por medio de las
relaciones personales, los momentos de reflexión, oración, celebración y
acción, y también por medio del testimonio gozoso de la propia opción.
2. A los Formadores de la etapa de iniciación y al Hermano Asesor

corresponde:
a) Tener una actitud de acogida hacia el hermano(a), partiendo de su

situación concreta y de las circunstancias familiares, sociales y
religiosas que está viviendo.

b) Verificar el conocimiento que el candidato(a) tiene de las verdades
fundamentales de la fe y su adhesión personal a ellas.
c) Guiar al candidato(a) a la reflexión sobre el Bautismo y sobre la

vocación como llamada a seguir el proyecto a Dios.
d) Formar al candidato(a) para la escucha y vivencia de la Palabra de

Dios, la oración personal y comunitaria, la práctica de los
sacramentos, la disponibilidad al compromiso eclesial (participación
en la vida y misión de la Parroquia).
ART. 43 TEMPORALIDAD
1. La edad mínima para hacer poder participar del Rito de Iniciación es 18

años. Esta deberá ser evaluada por los formadores de la etapa en
comunión con el Consejo de la Fraternidad.
2. La duración de tiempo de formación en la Etapa de Iniciación oscila entre

los tres y quince meses, según el interés del mismo joven y el parecer del
Consejo de la Fraternidad. Los candidatos provenientes de los Heraldos
de San Francisco podrán ser exentos del tiempo de Iniciación. Previa
evaluación del Consejo de la Fraternidad en cada caso particular.
3. La petición para poder pasar a la Etapa de Admisión es expresada por el

candidato(a) a su formador, previa evaluación conforme a estos
Estatutos. Después de esto en diálogo fraterno y en sintonía con su
vivencia y compromiso cristiano-franciscano, el candidato(a) discernirá
la continuación de su proceso formativo y la realización de su admisión
a la fraternidad.

ETAPA DE ADMISIÓN
ART. 44
1. El tiempo de formación para los hermanos admitidos, es la base de un

crecimiento en la fe y de una profundización en el carisma franciscano.
2. Los hermanos admitidos han de ser formados en el conocimiento de las

verdades cristianas. Asimismo han de comprender y vivir cada vez mejor
los principios de la vida cristiana, en comunión con la Iglesia; así, como
en el estudio del carisma franciscano, que han de encarnar proféticamente
en las actuales circunstancias culturales, sociales y eclesiales.
3. Se debe formar a los hermanos admitidos en la madurez afectiva como

característica indispensable para la integración personal de los valores
para la vida fraterna y para cumplir los diversos servicios y actividades.
4. El signo característico de la etapa de admisión es la Cruz de San Damián.
5. Los Formadores de la Etapa de Admisión son los responsables directos

de esta etapa, su servicio implica la atención y comunicación constante
con ellos, así como su pastoreo incesante, valiéndose de todos los medios
que le sean pertinentes, para lo cual deberán prestar especial atención a
los más necesitados de ello. Asimismo conlleva la formación de su etapa
en estricto aprendizaje al carisma franciscano, así como a los temas del
Catecismo que no se hayan aprendido en la Etapa de Iniciación, como a
los demás temas de necesario aprendizaje.
1. Profundizar la vivencia del carisma franciscano en la fraternidad;

educando a la obediencia fraterna, en donde el hermano(a) luego del
diálogo, sea capaz de aceptar la obediencia como expresión de su
donación a Dios.

a) Acompañamiento a los hermanos en experiencia de vida de oración,

en donde puedan afianzar el sentido de su vocación franciscana.
b) Lograr en el hermano admitido(a) una auténtica conversión que lo

lleve a un conocimiento personal y comunitario de la fe.
c) Crear el hábito de la oración personal y meditación de la Palabra

(Lectio Divina), viviendo más intensamente la Liturgia y los
Sacramentos: La Eucaristía y Reconciliación.
d) Integración en la fraternidad, acogiéndola como don de Dios y

creciendo en una auténtica amistad.
e) Identificación con nuestro carisma franciscano, asumiendo nuestros

valores: minoridad, sencillez y alegría, y conociendo la espiritualidad
franciscana.
3. Se debe buscar que el hermano encuentre un equilibrio en su vida

personal y con la fraternidad de manera que pueda realizar un
compromiso responsable al término de la formación de la etapa de
admisión.
1. La edad mínima para realizar el rito de admisión será 19 años.
2. La formación en esta etapa ha de tener una duración mínima de un año y

no podrá exceder los dos años. Se podrá dar una prorroga a este tiempo
no mayor de seis meses.
3. Si la formación del hermano(a) durase más de un año en la etapa, se

deberá de renovar el Rito de Admisión de manera anual.
4. La petición para poder pasar a la etapa de compromiso es expresada por

el candidato(a) a sus formadores, previa evaluación conforme a estos

Estatutos. Después de esto, en diálogo fraterno y en sintonía con su
vivencia y compromiso cristiano-franciscano, el hermano(a) admitido(a)
discernirá la continuación de su proceso formativo y la realización de su
compromiso a esta fraternidad.
5. Las ausencias continuas o repetidas, también por motivos justificados,

invalidan el camino formativo y a propuesta de los formadores de la
etapa y del Hermano Asesor. El Concejo de la Fraternidad deberá tener
en cuenta esto para prolongar adecuadamente el tiempo de formación en
la etapa de admisión o para pronunciarse acerca de la falta de idoneidad
del candidato para emitir su compromiso en la fraternidad.

ETAPA DE COMPROMISO
ART. 47
1. El tiempo de formación para vivir el compromiso en la JUFRA es el

momento de conocer y vivir el evangelio según el ejemplo de San
Francisco en el seno de la propia Fraternidad.
2. El compromiso en la JUFRA es el acto formal donde el hermano(a) se

incorpora plenamente a la fraternidad.
3. Es un tiempo fuerte de confrontación y consolidación de los valores

aprendidos en las etapas anteriores, donde caen los espejismos y las
ilusiones de la propia justicia, la euforia y las ilusiones basadas en el
sentimiento; ahora se debe exigir la confianza plena en el poder de Dios
que llevará a cabo la obra que un día comenzó.
4. El signo característico de la etapa de compromiso es la Tau.
5. Los Formadores de la Etapa de Compromiso se encargan del servicio a

los hermanos pertenecientes a esta etapa; su servicio implica la atención
y comunicación constante con ellos, así como su pastoreo incesante,
valiéndose de todos los medios que le sean pertinentes, para lo cual
deberán prestar especial atención a los más necesitados de ello.
1. Consolidación del hermano(a) en su opción por el Evangelio en el

encuentro personal con Cristo, fuente de todo compromiso de vida
cristiana. Asumiendo la fraternidad como característica y primordial
experiencia de vida, sustento de cualquier obra de ministerio y actividad
apostólica.
a) Cultivar la madurez personal, afectiva y espiritual

b) Asumir y profundizar los valores asumidos en la etapa de Admisión
c) Profundizar la vida fraterna.
d) Profundizar el estudio de las fuentes franciscanas
e) Profundizar en la vida de oración
ART. 49 RESPONSABILIDADES DE LA ETAPA
1. Los hermanos de esta etapa tienen el derecho y deber a participar de los

Capítulos Consultivos Locales, con todas las implicancias que esto
conlleve.
2. Los hermanos de la etapa de compromiso serán tomados en cuenta como

cabeza de cualquier servicio siempre y cuando hayan renovado su
compromiso a la fraternidad o estén en su primer año dentro de la etapa
de compromiso.
3. La etapa deberá guardar y respetar el cumplimiento de los estatutos de

la fraternidad.
1. La edad mínima para realizar el rito de compromiso será de 20 años.
2. Los hermanos de la etapa de compromiso deberán ser evaluados

anualmente bajo los objetivos de la etapa y por nuestro Estatuto.
3. El compromiso para con la fraternidad deberá ser renovado anualmente.
4. Si un hermano no renovase su compromiso, se le dará un año para
regularizar su renovación para con la fraternidad en la etapa de

compromiso.

TITULO IV
PROCEDIMIENTOS DENTRO DE LA FRATERNIDAD

ART. 51 SOBRE LOS SERVICIOS EN GENERAL
1. La fraternidad debe promover y coordinar las diversas iniciativas

apostólicas como expresión de toda la fraternidad.
2. De esta manera, nuestra fraternidad se constituirá en un signo y fermento

de una vida social más fraterna; nuestra comunión y unidad serán el
testimonio que dará más credibilidad a la obra de Cristo, donde el trabajo
de un hermano(a) lo es para todos, donde la inquietud, el sufrimiento y
la angustia, al ser compartida, viene aliviada y es una carga más ligera;
donde la alegría, el gozo y el éxito, al ser participados, redundan en la
felicidad para todos.
3. Se debe presentar, en la medida de lo posible, un informe sobre el servicio

realizado si el Consejo de la Fraternidad así lo requiriese. Esto con la
finalidad de compartir las experiencias, sugerencias y coordinaciones que
se suscitaron con la fraternidad.
4. El nivel de compromiso y exigencia de los servicios y/o actividades que

la fraternidad realice, estarán directamente relacionados a la etapa
formativa en la que el hermano(a) se encuentre.
5. Todo servicio o actividad que la fraternidad realice fuera de la Parroquia

deberá de ser coordinada con el Párroco, además de tener la aprobación
y bendición del guardián de la Fraternidad Madre de Misericordia.
ART. 52 PERMISOS Y LICENCIAS
1. Se debe procurar educar a los hermanos en el sentido de comprensión

fraterna hacia las situaciones difíciles y la tragedia de los hermanos que

se encuentren en momentos difíciles. Todos han de esforzarse en ser para
ellos no jueces sino confidentes y verdaderos hermanos.
2. Los hermanos que se encuentren en dificultad pueden pedir, con un acto

formal, dejar por un tiempo la fraternidad. El Consejo valorará la
solicitud, con caridad y prudencia, después de un diálogo fraterno del
Formador de la Etapa y del Hermano Asesor con el interesado. Si los
motivos parecen fundados, después de un tiempo de reflexión concedido
al hermano que se encuentra en dificultades, el Consejo acoja su petición.
3. Los permisos no podrán exceder los 30 días.
4. Las licencias no podrán exceder los 12 meses.
5. Los hermanos que estén de licencia automáticamente pondrán los

diferentes servicios que tengan a disposición del Consejo de la
Fraternidad.
ART. 53 PASO A LA O.F.S.
1. Los hermanos que tengan 29 años pasaran al año siguiente a la O.F.S.
2. Desde los 27 años los hermanos que hayan renovado dos años seguidos
el compromiso en la fraternidad, podrán solicitar el paso a la O.F.S.,
previa evaluación por parte del Consejo de la Fraternidad.
3. Los hermanos que hayan optado al matrimonio como opción de vida,

pasarán a la O.F.S., previa evaluación por parte del Consejo de la
Fraternidad que determinara en que momento del año pasaran a la O.F.S.
4. Todos los hermanos de la fraternidad que sean padres o madres solteras

podrán participar de la JUFRA, siempre y cuando, estos hayan hablado
previamente con el Hermano Asesor de la Fraternidad, y este haya
aprobado su permanencia en la JUFRA, valorando para ello su contexto
personal. En caso el Hermano Asesor deniegue su participación en la

JUFRA, el hermano que sea padre o madre soltera se le invitará a pasar a
la O.F.S. En cualquiera de los casos la fraternidad acompañara al
hermano(a) dándole acogida y comprensión.
5. Los hermanos aspirantes que estén conviviendo con una pareja, deberán
ser invitados a regularizar su situación; es decir vivir solteros para que
puedan permanecer en la fraternidad o elegir el matrimonio. Caso
contrario se les invitara a pasar a la O.F.S.
6. Los hermanos se despedirán de la fraternidad en la Cena de Acción de

Gracias, donde se presenta al nuevo Consejo de la Fraternidad. Hasta
entonces los hermanos podrán asistir a la fraternidad.
7. Los hermanos que pasen a la O.F.S. estarán exentos del Tiempo de

Iniciación a la Orden Franciscana Seglar, siempre que realicen el rito que
les corresponda en la JUFRA.
ART. 54 PROCEDIMIENTOS TEMPORALES
1. Las repetidas y prolongadas inobservancias de las obligaciones derivadas

de la vida de fraternidad y otros comportamientos en grave contradicción
con la Regla y los presentes Estatutos deben ser tratados por el Consejo
de la Fraternidad en diálogo con el hermano incumplidor. Sólo en caso
de obstinación o reiteración el Consejo de la Fraternidad puede decidir,
en consulta con el Hermano Asesor la suspensión del hermano,
comunicándosela al hermano sancionado.
2. Los hermanos de las etapas de Admisión y Compromiso que no

participen de las evaluaciones de su respectiva etapa, y no muestren
interés en realizarlo, serán considerados como si hubiesen abandonado
de forma voluntaria la fraternidad.
3. Los hermanos de la etapa de admisión que no renueven su rito de

admisión a la fraternidad, sin que esta se haya justificado y no muestren

interés en realizarlo, se considerara que abandonan la formación, por lo
tanto se asumirá que abandonan la fraternidad.
4. También se considerara abandono voluntario el corte de comunicación

con sus Formadores, con el Consejo, o la Fraternidad. Teniendo como
máximo tres meses de incomunicación.
5. El abandono voluntario o la suspensión serán anotados en el registro de

la fraternidad. Esto conlleva la exclusión de las reuniones y actividades
de la fraternidad para con el hermano.
6. Los hermanos de la etapa de compromiso no podrán permanecer más de

un año sin renovar. Se considerara que el hermano abandono la
fraternidad, considerando que tuvo el tiempo suficiente para regularizar
su situación en la JUFRA. Esto implica que pierde su voz activa y pasiva
en el Capítulo Consultivo Local.
7. Los hermanos de las etapas de iniciados y admitidos que no cumplan con

los tiempos establecidos en la formación de cada una de ellas, dejaran la
fraternidad, para esto el Consejo de la Fraternidad los informara de la
decisión tomada.
ART. 55
1. El hermano, en caso de abandono voluntario o de suspensión de la

Fraternidad, puede pedir la readmisión dirigiendo una solicitud
adecuada, por escrito, al Consejo de la Fraternidad.
2. El Consejo, examinadas las razones expuestas por el interesado, sopesa si

pueden considerarse superados los motivos que habían determinado el
abandono o la suspensión y, en caso afirmativo, lo readmite, anotando
las decisiones en las actas de la Fraternidad.
3. El hermano que sea readmitido a la fraternidad deberá de reiniciar su

formación en la etapa en la que lo dejo.

ART. 56
El hermano que públicamente abandona la fe, pierde la comunión eclesial

o al que se impone o declara la excomunión, por el hecho en sí queda excluido
de la fraternidad. Esto no exime al Consejo de la Fraternidad a dialogar con el
interesado y ofrecerle ayuda fraterna. La Fraternidad Madre de Misericordia,
a petición del Consejo de la Fraternidad, recoge las pruebas y constata
oficialmente su expulsión de la fraternidad.
ART. 57
Cualquier hermano que se considere lesionado por una decisión adoptada

contra él, puede recurrir dentro de los tres meses a la Fraternidad Madre de
Misericordia, exponiendo los motivos por los cuales cree que se ha tomado
una decisión errónea para con el(la). El Guardián de la Fraternidad Madre de
Misericordia será quien decida el futuro del hermano que solicite esto, siempre
en dialogo con el Consejo de la Fraternidad.
La respuesta se dará en un plazo máximo de tres meses después de haber

presentado sus descargos, y se constatara en el libro de actas la decisión final.

TITULO I
EL CONSEJO DE LA FRATERNIDAD
ART. 58 EL CONSEJO DE LA FRATERNIDAD.
El Consejo de la Fraternidad es el máximo órgano de la JUFRA Madre de

Misericordia, sus miembros operan conforme a los principios de minoridad,
fraternidad, responsabilidad y disponibilidad, son llamados prioritariamente
al servicio de los hermanos que integran la JUFRA, y son los primeros en dar
ejemplo de vida cristiana–franciscana. Su más importante preocupación es el
bienestar de la fraternidad.
En conformidad con la universalidad de la fraternidad en nuestro carisma,

se debe respeto y consideración al Ministro de la O.F.S. y a su consejo, en todas
sus etapas (local, regional e internacional).
ART. 59 INTEGRANTES DEL CONSEJO DE LA FRATERNIDAD.
El Consejo de la Fraternidad está integrado por los Hermanos Mayores, Los

Formadores de la Etapa de Compromiso, de Admisión y de Iniciación, por el
Secretario(a)-Tesorero(a), la Pastoral Juvenil y los Hermanos Asesores
Capuchinos. Estos miembros son propuestos en el Capítulo Local por la Etapa
de Compromiso de la Fraternidad, pero su elección corresponde a la
Fraternidad Madre de Misericordia, con excepción de los Hermanos Asesores
quienes son elegidos directamente por la Fraternidad Madre de Misericordia.
Su elección ocurre una vez al año y su servicio empieza el 01 de Enero del

año siguiente al Capítulo Local que los propone y culmina el 31 de Diciembre
del mismo año.
ART. 60 TEMPORALIDAD DE REUNIONES.
El Consejo de la Fraternidad se debe reunir por lo menos una vez cada

quince días. En caso de no reunirse el Consejo de la Fraternidad durante dos

meses seguidos, se declarara abandono de funciones y por lo tanto cualquier
hermano de la Etapa de Compromiso podrá solicitar al Hermano Asesor de la
JUFRA, un Capitulo Consultivo Local, para la elección de los nuevos hermanos
que ocupen los servicios que integran el Consejo de la Fraternidad. Para ello,
el Secretario(a)-Tesorero(a) deberá comunicar mensualmente a la Fraternidad,
cuantas reuniones ha tenido el Consejo en el mes, pudiendo usar cualquier
medio de comunicación.
Para que una reunión del Consejo de la Fraternidad tenga el quorum

necesario, y por lo tanto validez, deberán estar presentes por lo menos la mitad
más uno de sus integrantes.
ART. 61 FUNCIONES DEL CONSEJO DE LA FRATERNIDAD.
1. Como principal función, está la de velar por el bienestar de sus hermanos

dentro de la fraternidad, valga decir, que se sientan emocionalmente bien
dentro de ella, que estén teniendo una buena formación cristiana -
franciscana, y que cualquier problema interpersonal entre los miembros
de la fraternidad sea solucionado en la mayor prontitud posible. Ello bajo
el atento conocimiento del Hermano Asesor.
2. Se encarga de coordinar la formación espiritual de la Fraternidad, para lo

cual deberá hacer una agenda que deberá estar lista hasta la fecha
máxima del 28 de febrero del año de su servicio, donde se consignen los
temas, modos, retiros y demás actividades propias de la formación de la
Fraternidad. Esta agenda deberá ser presentada inmediatamente al
Hermano Asesor, quien luego de 10 días deberá aprobarla o rechazarla
para su subsanación, la cual se deberá dar en un plazo máximo de 10 días
3. Se encarga también de designar a los hermanos que ocuparan los diversos

servicios que se presenten en el año, con previa oración e invocación al
Espíritu Santo, tales como ministerios, retiros, actividades económicas,

obras de misericordia y otros; dicha designación deberá ser evaluada por
todos los miembros del consejo, teniendo en cuenta, la perseverancia del
hermano en la fraternidad, su vida fraterna, la necesidad espiritual que
tenga para un servicio, su vida sacramental, y su etapa (compromiso,
admisión, iniciado) dentro de la JUFRA. Por lo que procúrese que para
los servicios que impliquen mayor responsabilidad se elijan a hermanos
de compromiso; en caso se piense en un hermano de otra etapa diferente,
este deberá ser necesariamente apoyado por un hermano de compromiso
o que haya realizado anteriormente el servicio, de tal manera que se evite
ineficiencia en el servicio solicitado a la fraternidad.
4. Se encarga también de aceptar o rechazar las solicitudes que se le hagan

a la fraternidad, ya sea de ingreso o salida de hermanos de esta, la
realización o no de servicios solicitados, y otros. En conforme comunión
con las disposiciones asumidas por el Consejo de la JUFRA.
5. Se encarga de informar documentadamente y oralmente al nuevo

Consejo entrante, sobre el estado de la fraternidad, en un plazo 30 días
asumido el nuevo Consejo. Donde también se deberá informar sobre los
avances, retrocesos, planes y demás situaciones de importancia para la
fraternidad.
6. Se encarga de todos los demás servicios que impliquen coordinación

entre ministerios y servicios, que soliciten la participación de la
Fraternidad Universal.
7. Las decisiones del Consejo se toman en consenso; de no haber este, se

tomarán las decisiones democráticamente, valga decir, por mayoría de
votos; de haber empate en esta, será el Hermano Asesor el que tome la
decisión final.

8. En caso de la salida de un miembro del Consejo, corresponderá al Consejo
proponer al hermano remplazante en su servicio, previa aprobación por
la Fraternidad Madre de Misericordia.
9. Todos los miembros del Consejo de la Fraternidad deberán guardar

estricto sigilo con todo lo acordado durante las reuniones de Consejo, así
como por todo lo acontecido en el mismo.
10. Deberán designar un responsable o cabeza de la formación de la

fraternidad, esta responsabilidad la puede recibir cualquiera de los seis
formadores de las diferentes etapas.
La función de responsable o cabeza de formación es coordinar las

diferentes actividades que conlleve la formación de la fraternidad,
siempre en comunión con el Consejo de la Fraternidad.
11. Son además competencia del Consejo
a) Establecer un diálogo fraterno con los miembros que se hallan en

dificultades particulares y adoptar las determinaciones oportunas.
b) Aceptar la petición de baja y decidir la suspensión de un miembro de
la Fraternidad.
c) Decidir sobre los fondos disponibles y, en general, deliberar sobre
todo lo referente a la administración financiera y a los asuntos
económicos de la fraternidad.
12. Es incompatible que un hermano tenga más de un servicio dentro del
Consejo de la Fraternidad.
13. Las presentes funciones no son taxativas y no implican la no realización

de los demás servicios que se les soliciten, ello en atención al principio de
minoridad y servicio.

TITULO II
LOS HERMANOS MAYORES

ART. 62 EL SERVICIO DE HERMANOS MAYORES.
1. El servicio de Hermano Mayor no es un cargo y tampoco se recibe por

mérito. Es un servicio que implica minoridad y servicio a la fraternidad.
2. Permaneciendo firme la corresponsabilidad del Consejo en la animación

y guía de la fraternidad, corresponde a los Hermanos Mayores, que son
los primeros responsables en cuidar que se lleven a la práctica las
orientaciones y las decisiones de la fraternidad y del Consejo, al que
informará de su actuación.
3. El Hermano(a) mayor es propuesto en el Capítulo Local, por la Etapa de

Compromiso de la fraternidad y es designado por la Fraternidad Madre
de Misericordia. Su servicio dura al igual que el consejo desde el 01 de
Enero del año siguiente al Capitulo donde son propuestos, y termina el
31 de Diciembre del mismo año. Es posible la reelección de Hermano(a)
Mayor solamente por una vez, en tal sentido, puedo ocupar el servicio
dos años consecutivos. Luego del año en que elijan a otro hermano para
ocupar el servicio, podrá ser voceado normalmente. Los Hermanos
Mayores que se eligen son dos, un varón y una mujer; esta condición es
restrictiva, en cualquier tipo de eventualidad.
4. En caso de que uno de los Hermanos Mayores pida licencia al Consejo de

la Fraternidad, esta no deberá sobrepasar los dos meses consecutivos; en
tal caso, el Consejo deberá proponer un Hermano Mayor Transitorio, el
cual deberá contar con la aprobación de la Fraternidad Madre de
Misericordia; una vez acabe la licencia del Hermano(a) Mayor que la
pidió, volverá a asumir el servicio.

5. En caso de renuncia de uno o ambos de los Hermanos Mayores, el
Hermano Asesor teniendo en consideración los motivos de la renuncia, y
el momento de esta, considerara convocar a Capitulo Consultivo Local o
nombrara nuevo Hermano(a) Mayor o Hermanos Mayores, previa
aprobación de la Fraternidad Madre de Misericordia.
ART. 63 FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES.
1. La mayor responsabilidad de los Hermanos Mayores será velar por sus

hermanos, a los cuales les deben sacrifico, servicio, atención y
comunicación.
2. Deberán elaborar un plan de trabajo, detallando las actividades que se

realizaran en el año donde asumen el servicio de Hermanos Mayores.
Este deberá tener ilación con la realidad de la Fraternidad, y relación con
los estatutos. Se deberá de presentar antes del 31 de enero.
3. Los Hermanos Mayores representan a la Fraternidad a nivel Parroquial,

por ello deberán estar prestos a participar de las coordinaciones
pastorales parroquiales pertinentes.
4. Acompañan en la medida de lo posible todos los servicios de la

Fraternidad.
5. A los Hermanos Mayores, además, compete:
a) Convocar, presidir y dirigir las reuniones de la Fraternidad y del

Consejo.
b) Acompañar las evaluaciones de las diferentes etapas de la fraternidad.
c) Buscar consenso en las decisiones tomadas por el Consejo de la

Fraternidad.
d) Convocar cada año a Capítulo Local de la Fraternidad, oído el Consejo

sobre las formalidades de la convocatoria.

e) Representar a la Fraternidad en sus relaciones con las autoridades
eclesiásticas y civiles.
f) Ejercer las funciones que le sean confiadas por el Consejo y/o la

Asamblea o Capítulo.
g) Las presentes funciones no son taxativas y no implican la no

realización de los demás servicios que se les soliciten, ello en atención
al principio de minoridad y de servicio.

TITULO III
LOS FORMADORES
ART. 64 EL SERVICIO DE FORMADOR
1. El servicio de Formador no es un cargo y tampoco se recibe por mérito,

el servicio de formador implica minoridad y servicio a la Fraternidad.
Existen 03 tipos de Formadores, los de la Etapa de Compromiso, los de la
Etapa de Admisión y los de la Etapa de Iniciación.
2. Permaneciendo firme la corresponsabilidad del Consejo en la animación

y guía de la Fraternidad, corresponde a los Formadores apoyar a que se
lleven a la práctica las orientaciones y las decisiones de la Fraternidad y
del Consejo, a los que informarán de su actuación.
3. Lo más importante en este servicio es el pastoreo a los hermanos

pertenecientes a cada etapa.
4. Los Formadores son propuestos en el Capítulo Consultivo, por la Etapa

de Compromiso de la Fraternidad y es designado por la Fraternidad
Madre de Misericordia. Su servicio dura al igual que el consejo desde el
01 de Enero del año siguiente al Capitulo donde son propuestos, y
termina el 31 de Diciembre del mismo año. Es posible la relección de un
formador solamente por una vez, en tal sentido, puedo ocupar el servicio
dos años consecutivos. Luego del año en que elijan a otro hermano para
ocupar el servicio, podrá ser elegido normalmente. Los Formadores que
se eligen son seis: un varón y una mujer por cada etapa de la Fraternidad;
esta condición es restrictiva, en cualquier tipo de eventualidad.
ART. 65 RESPONSABILIDADES Y DEBERES
1. Deberán presentar al Consejo de la Fraternidad, los nombres de los

candidatos a los múltiples servicios de la Fraternidad.

2. Deberán realizar un plan de formación especial para su etapa; que guarde
ilación con los objetivos de cada etapa; con un plazo máximo al 30 de
enero del año de su servicio. En dicho plan documentado deberán
informar taxativamente, los temas que brindaran a su etapa, su modo de
alcanzar los fines pertinentes, y sus sistemas de evaluación del
crecimiento espiritual de los hermanos, entre otros ítems que consideren
pertinentes.
3. Mantener un control de asistencia de cada etapa, que deberá ser

presentado al Consejo de la Fraternidad de manera mensual.
4. A los formadores, además, compete:
a) Colaborar con los Hermanos Mayores en espíritu fraterno y apoyarlos

en el desarrollo de los deberes que le son propios.
b) Ejercer las funciones que le sean confiadas por el Consejo y/o la

c) Coordinar, con la ayuda de los demás miembros del Consejo, las

actividades formativas de la Fraternidad.
d) Elaborar los diversos oficios referidos a la formación de la fraternidad.
e) Instruir y animar a la Fraternidad en sus diversas etapas.
f) Informar al Consejo de la Fraternidad, antes de los ritos, sobre la

idoneidad del candidato para comprometerse a vivir según la Regla y
los estatutos.
g) Deberán de estudiar el manual de formación de la fraternidad.

TITULO IV
SECRETARIO(A)-TESORERO(A)
ART. 66 EL SECRETARIO(A)-TESORERO(A) DE LA FRATERNIDAD.
1. El servicio de Secretario(a)-Tesorero(a) de la fraternidad implica

minoridad, responsabilidad y obediencia para con sus hermanos.
2. El Secretario(a)-Tesorero(a) es propuesto por la Fraternidad, dentro de un

Capitulo Consultivo Local, por la Etapa de Compromiso de la
Fraternidad y es designado por la Fraternidad Madre de Misericordia; el
servicio puede ser ocupado tanto por un varón como por una dama. Su
servicio dura al igual que el Consejo desde el 01 de Enero del año
siguiente al Capitulo donde son propuestos, y termina el 31 de Diciembre
del mismo año. Es posible la relección de este servicio solamente por una
vez, en tal sentido, puedo ocupar el servicio dos años consecutivos. Luego
del año en que elijan a otro hermano para ocupar el servicio, podrá ser
elegido normalmente.
ART. 67 RESPONSABILIDADES Y FUNCIONES DEL SECRETARIO(A)-TESORERO(A)
1. Redactar las actas oficiales de la fraternidad y del Consejo.
2. La mayor responsabilidad del Secretario(a)-Tesorero(a) será velar por sus

hermanos, a los cuales les debe sacrifico, servicio, atención y
comunicación; asimismo apoya con mayor énfasis a los Hermanos
Mayores de la fraternidad, en el aspecto técnico de su servicio (oficios,
documentación y otros), así como también ayuda a los demás miembros
del Consejo en sus respectivos servicios.
3. Ejercer las funciones que le sean confiadas por el Consejo y/o la


4. Se encarga también de llevar la contabilidad de la Fraternidad debiendo
informar al Consejo mensualmente sobre los ingresos y egresos que tuvo
la fraternidad en el mes.
5. Guardar diligentemente las aportaciones recibidas, anotando en un

registro apropiado las entradas, la fecha en que han sido entregadas y el
nombre del donante, o de quien las ha recibido.
6. Anotar en el mismo registro las partidas de los gastos, especificando la

fecha y el destino, conforme con las indicaciones del Consejo de la
Fraternidad.
7. Rendir cuenta de su administración a la Asamblea y al Consejo de la

Fraternidad, de manera trimestral.
8. Se encarga de hacer el balance general contable del año de la Fraternidad,

el cual deberá exponerlo una única vez, frente a todos los partícipes de la
fraternidad, en la forma que crea por más pertinente (documentalmente,
personalmente, u otra).
9. Recibe y oficia la documentación que ingrese o egrese de la Fraternidad.
10. Guarda todos los informes que se presenten de cada servicio y los anexa
a un libro, el cual contendrá para la posteridad todos los informes de los
encargados a lo largo de los años.
11. Toma nota de todos los acuerdos llevados en las sesiones del Consejo,
valiéndose para ello, de recursos técnicos, ya sea de audio o escritos.

de los demás servicios que se le soliciten, ello en atención al principio de

TITULO V
LA PASTORAL JUVENIL
ART. 68 LA PASTORAL JUVENIL
1. El servicio de la Pastoral Juvenil implica minoridad, responsabilidad y

obediencia para con sus hermanos, así como apertura con el mundo
exterior e intensidad en el anuncio del Kerigma.
2. Los responsables de la Pastoral Juvenil son propuestos dentro de un

Capitulo Consultivo Local por la Etapa de Compromiso de la Fraternidad
y es designado por la Fraternidad Madre de Misericordia; el servicio
involucra a dos personas, un varón y una dama restrictamente. Su
servicio dura al igual que el consejo desde el 01 de Enero del año siguiente
al Capitulo donde son propuestos, y termina el 31 de Diciembre del
mismo año. Es posible la relección de este servicio solamente por una vez,
en tal sentido, puedo ocupar el servicio dos años consecutivos. Luego del
año en que elijan a otro hermano para ocupar el servicio, podrá ser
elegido normalmente.
ART. 69 RESPONSABILIDADES Y FUNCIONES DE LA PASTORAL JUVENIL
1. La mayor responsabilidad de la Pastoral Juvenil será velar por sus

hermanos, a los cuales les debe sacrifico, servicio, atención y
comunicación; asimismo se encarga de llevar el Kerigma por el mundo,
realizando todo tipo de obras de misericordia que pueda encontrar o que
se le requiera que brinde. Así como también preocuparse por unir las
distintas etapas del Camino Franciscano (NIFRA, Acólitos, Heraldos de
San Francisco, JUFRA y O.F.S.).
2. Se encarga principalmente de llevar el carisma franciscano hacía los

jóvenes de Arequipa, e informarles sobre la existencia de la JUFRA, y

prioritariamente sobre el milagro que Cristo murió por ellos. Para ello se
vale de todos los instrumentos pertinentes que tenga a la mano: marchas,
radio, televisión, retiros y todo lo que pueda utilizar para lograr tal fin.
La Pastoral Juvenil tiene como obligación hacer por lo menos ocho obras
de misericordia al año, cuatro por semestre, en la que participen los
miembros de la fraternidad, y expongan el Kerigma a los jóvenes de
Arequipa; estas actividades deberán ser expuestas al Consejo de la
Fraternidad antes del 31 de enero del año de su servicio, en la que
asimismo deberán presentar su plan de trabajo debidamente
documentado.
3. Se encarga de las Relaciones Mutuas entre el Camino Franciscano, y para

ello realiza actividades y coordinaciones con los demás representantes
del Camino, a fin de fortalecer los lazos entre las distintas etapas del
Camino Franciscano.
4. Se encarga de las relaciones y coordinaciones con los diversos grupos

juveniles de la Parroquia Madre de Misericordia; dichas coordinaciones
tienen como fin el logro de actividades que permitan el conocimiento del
Kerigma por parte de los jóvenes de Arequipa.

6. Se encarga de todas las actividades que solicite el Arzobispado de

Arequipa a la Fraternidad, así como representan a la Fraternidad en
dichos eventos.


TITULO VI
EL HERMANO ASESOR
ART. 70 EL SERVICIO DEL HERMANOS ASESOR
1. El Asesor de la Fraternidad es el Guardián de la Fraternidad Madre de

Misericordia. Es por ello que la Fraternidad Madre de Misericordia es la
instancia definitoria de decisiones en el obrar de la Fraternidad.
2. El Guardián de la Fraternidad Madre de Misericordia nombrará a un

Hermano Asesor que será su representante oficial dentro del Consejo.
Permitiendo al Consejo de la Fraternidad comunicación con la
Fraternidad Madre de Misericordia.
3. Pueden ser nombrados más de un asesor por el Guardián de la

Fraternidad Madre de Misericordia.
4. Si se necesitase la opinión del Hermano Asesor para tomarse una

decisión, y este estuviera de licencia, se buscara directamente al
Guardián de la Parroquia.
ART. 71 FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES.
1. La mayor responsabilidad del Hermano Asesor será velar por los

hermanos de la Fraternidad. Apoyándolos en la dirección espiritual en su
vida.
2. Buscará siempre el dialogo fraterno, con todos los integrantes de la

fraternidad, sin importar la condición del hermano y sin hacer
preferencias.
3. Acompañará en la medida de lo posible todos los servicios de la

Fraternidad.

4. Buscará consenso en las decisiones tomadas por el Consejo de la
Fraternidad.

6. El Hermano Asesor llevara las correcciones pertinentes en cuanto a

alguna sanción a cualquier hermano de la fraternidad a petición del
Consejo de la Fraternidad o de la Fraternidad Madre de Misericordia.


TITULO VII
CAPÍTULO LOCAL
ART. 72 LA IMPORTANCIA DEL CAPÍTULO
1. El Capítulo Local es la instancia máxima de la vida fraterna. Las

decisiones son impulsadas por el mismo Espíritu Santo, por ello se le
debe tener un profundo respeto. Se debe de llevar en un clima de oración
y solemnidad para poder escuchar la voluntad del Espíritu Santo.
2. Toda la preparación para el Capitulo debe de ser llevado en un clima de

oración, donde prime el sigilo y el silencio desde su preparación hasta su
culminación, por parte de toda la Fraternidad.
3. El Capítulo Local está constituido por todos los hermanos de la Etapa de

Compromiso. En él se expresa bien la obediencia caritativa como
característica de nuestra Fraternidad mediante la cual, los hermanos(as)
se sirven mutuamente, se fomenta la creatividad de todos y las cualidades
personales concurren al bien común.
4. Compete al Capítulo Local, bajo la dirección del Guardián (o a quien

delegue), vigorizar el espíritu fraterno, promover la conciencia de todos
los hermanos(as) en función del bien de la comunidad, dialogar sobre
todo lo relativo a la vida fraterna, a fin de buscar entre todos la voluntad
de Dios, especialmente en lo que se refiere al fomento de la oración, la
observancia de los valores propios y el estímulo mutuo a la formación.
5. Nuestro Capitulo Local es de carácter consultivo. Todas las decisiones

deben de ser llevadas por el Hermano Asesor a la Fraternidad Madre de
Misericordia.

ART. 73 FORMALIDADES DEL CAPÍTULO.
1. El Capítulo Local, ocurre una vez en el año, por excepcionalidades se

pueden convocar a más Capítulos Locales, con la previa autorización del
Hermano Asesor vigente de la fraternidad; es responsabilidad de los
Hermanos Mayores llamar al capítulo con un mes de anticipación,
avisando también las nociones capitulares.
2. Para la convocatoria del Capítulo, los hermanos mayores con un mes de

antelación, deberán reunir en un salón aparte a la Etapa de Compromiso
y les manifestaran la convocatoria del Capítulo Local a realizarse en un
mes; dicha actividad será realizada en cualquier recinto de la Parroquia
Madre de Misericordia; por otro lado los Hermanos Mayores luego de
haber realizado la primera convocatoria, la volverán a mencionar a toda
la fraternidad presente, los hermanos de la Etapa de Compromiso luego
de ello se darán por válidamente notificados, y no podrán alegar
desconocimiento de tal convocatoria.
3. Para la realización del Capítulo Local será necesario dos tercios de la

Etapa de Compromiso, presentes en la asamblea; de no ser así, no podrá
llevarse el Capitulo Local y por tanto será inválido.
4. El único requisito para que un miembro de la Etapa de Compromiso

tenga voz activa (elegir) y pasiva (ser elegido) en el capítulo, es que haya
hecho su renovación de compromiso un año antes a la celebración del
Capítulo Local o la haya regularizado en el año en curso. De no ser así
solo podrá presenciar el Capítulo Local.
5. Los hermanos que estén aptos para hacer su compromiso o para la

renovación del mismo, serán definidos por el Consejo de la Fraternidad,
previa presentación de la lista por los hermanos Formadores de la Etapa
de Admisión y Compromiso.

6. Los hermanos que hagan el paso a la siguiente etapa del Camino
Franciscano, valga decir la O.F.S., no podrán ser voceados para ningún
servicio del Consejo de la Fraternidad.
ART. 74 DESARROLLO DEL CAPÍTULO
1. Los participantes del Capítulo Local son: en primer término el Hermano

Asesor de la Fraternidad o de ser posible el Guardián de la Fraternidad
Madre de Misericordia, toda la etapa de compromiso de la fraternidad y
un representante de la O.F.S. local, recomendándose al Ministro vigente.
2. Quien preside el Capitulo es el Hermano Asesor o un representante de la

Fraternidad Madre de Misericordia, o en su defecto el Ministro de la
O.F.S. vigente o su representante. Se necesitarán además un Secretario(a)
y dos Escrutores.
3. Apoya en la parte logística los Formadores de la Etapa de Compromiso,

asumiendo las responsabilidades pertinentes a la organización de la
misma.
4. El servicio de secretario(a) en el Capítulo, será elegido por toda la

asamblea presente en consenso, o en su caso, por mayoría de votos. De
igual manera los oficios de escrutores serán elegidos bajo el mismo
criterio. Las características de estos tres oficios se basan en la prudencia y
el sigilo, aspectos que estrictamente se deberán tomar en consideración
para su elección.
5. Previamente al Capítulo, el Consejo de la Fraternidad deberá enviar a

toda la Etapa de Compromiso, una agenda sobre los puntos a tratar en la
Asamblea, esta agenda deberá ser enviada con no menos de una semana
de anticipación. Su contenido versará sobre el cronograma del Capítulo,
y los asuntos que se debatirán y luego decidirán.

6. El Capítulo Local propiamente dicho, y el cual propondrá los diversos
servicios del Consejo de la Fraternidad entrante, iniciara con la asistencia
de todos las personas que integran la Etapa de Compromiso; la
contabilidad de esta será llevada a cabo por quien presida el Capitulo, y
esta deberá ser mayor a los dos tercios de la Etapa de Compromiso, para
que inicie y por lo tanto tenga validez.
7. Primero se iniciará con una oración de evocación al Espíritu Santo, para

luego el Hermano Asesor o el Guardián hacer una explicación sobre cada
uno de los servicios a elegir en el Capítulo Consultivo. Luego se
procederá a la elección del Secretario(a) del Capítulo.
8. La función del Secretario(a) del Capítulo será anotar y escribir en el libro

de actas todos los acontecimientos pertinentes al Capítulo, así como las
decisiones a las que llegue la Fraternidad, las cuales, igual que en el caso
anterior, serán tomadas en consenso, o en su caso por mayoría de votos.
9. La función de los escrutores es recoger los votos y comprobar ante quien

preside el Capítulo si el número de papeletas corresponde al número de
miembros de la Asamblea, así como examinar los votos y contabilizarlos.
ART. 75 SOBRE LAS VOTACIONES PARA LOS SERVICIOS EN EL CONSEJO DE LA

FRATERNIDAD
1. Los escrutores pasarán pequeñas papeletas y lapiceros, a los participantes

de la Asamblea que tengan voz activa y pasiva; seguirán el siguiente
orden:
I. Hermano Mayor
II. Hermana Mayor
III. Formadores Varones
IV. Formadoras Mujeres
V. Secretario(a)-Tesorero(a)
VI. Pastoral Juvenil

2. El procedimiento será el siguiente: luego de haber pasado las hojas y
lapiceros, quien presida la asamblea nombrará cual servicio se elegirá, los
participantes escribirán en la hoja el nombre del hermano(a) o
hermanos(as) dependiendo de la votación a quien crean que pueda
asumir el servicio; luego de un tiempo prudencial, los escrutores
recogerán todos los papeletas, y procederán al conteo de ellos. Para la
validez de la votación será necesario que coincidan la cantidad de votos
con la cantidad de hermanos con voz activa.
3. Para la votación de los Hermanos Mayores:
a) Para el servicio de Hermano Mayor solamente podrán ser voceados

aquellos hermanos que hayan renovado su compromiso mínimo una
vez o que lo vayan a renovar en el año en curso.
b) Se realizaran dos votaciones, una para Hermano Mayor y otra para

Hermana Mayor.
c) Se llevara de la siguiente manera, en cada votación se escribirá en la

papeleta un solo nombre, para cada votación.
d) Los escrutores contaran de manera sigilosa todas las propuestas, para

después entregar al secretario las tres propuestas de hermanos más
votados, indistintamente de quien es el hermano más votado.
e) El secretario(a) dará lectura de los Hermanos más votados y el

hermano que preside preguntara si están dispuestos a asumir dicha
responsabilidad.
4. Para la votación de los Formadores:
a) Para el servicio de Formador solamente podrán ser voceados aquellos

hermanos que tengan una antigüedad de al menos un año en la Etapa
de Compromiso o que vayan a renovar en el año en curso.

b) Se realizaran dos votaciones, una para formadores varones y otra para
formadoras mujeres.
c) Se llevara de la siguiente manera, se escribirá en la papeleta tres

nombres, tres varones y en la siguiente votación tres mujeres.
d) Los escrutores contaran de manera sigilosa todas las propuestas, para

después entregar al secretario las tres propuestas de hermanos más
votados, indistintamente de quien es el hermano más votado en
ambas votaciones.
e) El secretario(a) anotara ambas ternas, más se guardara silencio de los

nombres anotados.
5. Para los demás servicios que integren el Consejo de la Fraternidad basta
que los hermanos estén aptos para hacer su compromiso o que lo vayan
a renovarlo.
6. Para la votación del Secretario(a)-Tesorero(a)
a) Se realizara una votación, donde se escribirá en la hoja un nombre de

varón o de mujer.
b) Los escrutores contaran de manera sigilosa todas las propuestas, para
después entregar al secretario los dos nombres más votados,
indistintamente del sexo.
c) El secretario(a) anotara ambas nombres, más se guardara silencio de
los nombres anotados.
7. Para la votación del servicio de la Pastoral Juvenil:
a) Se realizara una votación, donde se escribirá en la hoja un nombre de

varón y de mujer.
b) Los escrutores contaran de manera sigilosa todas las propuestas, para
después entregar al secretario los dos nombres más votados entre
varones y mujeres.
c) El secretario(a) anotara ambos nombres, más se guardara silencio de
los nombres anotados.

ART. 76 OTRAS CONSIDERACIONES
1. Ante cualquier eventualidad no prevista por los estatutos, que amerite el

llamado a Capítulo Local, este deberá seguir la normativa del Derecho
Canónico (Cann. 164), y de las Constituciones Generales de la O.F.S.
2. En cada Capitulo Local celebrado por la fraternidad, se deberá guardar

estricto sigilo con todo lo acordado, así como por todo lo acontecido en el
mismo.
3. Si un hermano de la Etapa de Compromiso, se siente coaccionado a votar,

deberá comunicárselo al Hermano Asesor, exponiéndole los motivos de
esta situación.
4. Está prohibido cualquier iniciativa o acto de colisión para la propuesta de

algún hermano(a) para un servicio. De comprobarse esta situación los
hermanos responsables de ello perderán su voz activa en el capítulo.
5. Se debe de aislar a todos los hermanos con voz activa y pasiva del mundo.
Para esto se pedirá que se corte todo medio de comunicación con el
mundo (celulares, tablets, laptops, etc.).
Si algún hermano realmente necesite estar comunicado con el mundo,

deberá presentar una solicitud dirigida al Hermano Asesor antes de que
se dé por iniciado el Capítulo Local.
6. Los hermanos que vayan a contraer matrimonio al año siguiente del

Capítulo, no podrán ser voceados para asumir ningún servicio en el
Consejo. Para ello deberán avisar con antelación al Consejo, sobre sus
nupcias.

TITULO VIII
MINISTERIOS Y PASTORALES
ART. 77 SOBRE LOS MINISTERIOS EN LA FRATERNIDAD
1. Los ministerios son servicios que ayudan al desenvolvimiento de la

fraternidad, cada uno de manera particular. Por tanto toda la fraternidad
debe de participar en ellos.
2. Cada ministerio deberá de estructurarse de manera que pueda cumplir

de manera organizada los diversos servicios y actividades que la
fraternidad les encomiende.
3. En cada ministerio apoyara al menos un hermano del Consejo, esto con

el fin de generar un clima de corresponsabilidad con el Consejo de la
Fraternidad, de manera que cada ministerio apoye en la animación de la
fraternidad.
4. Cada hermano de la fraternidad elegirá de manera anual en que

ministerio querrá participar. Además solo se podrá participar en un solo
ministerio.
5. Los ministerios en la fraternidad son:
I. Ministerio de Liturgia.
II. Ministerio de Música.
III. Ministerio de Acogida.
6. El Consejo de la Fraternidad propondrá dos encargados, un varón y una

mujer restrictamente, por cada ministerio. Previa aprobación por el
Hermano Asesor.

7. Los Ministerios tienen una estrecha relación con la Liturgia, por tanto
cada ministerio deberá de apoyar de manera idónea las celebraciones
Eucarísticas donde la fraternidad participe.
8. De ser necesario se podrán apoyar todos los Ministerios en alguna

actividad Litúrgica que lo amerite.
9. Los ministerios también son regidos por el ART. 51 del presente estatuto.
ART. 78 RESPONSABILIDADES DE CADA MINISTERIO
1. Las responsabilidades del Ministerio de Liturgia son:
a) Preocuparse por qué la fraternidad entera viva adecuadamente la

Liturgia, sus ritos y signos.
b) Coordinar reuniones de forma quincenal como mínimo, con todos los

miembros del Ministerio, para coordinar las diferentes
responsabilidades del Ministerio.
c) Coordinar los diversos servicios Litúrgicos de cada misa

encomendada.
d) Asegurarse de que cada hermano conozca la forma correcta de hacer

los servicios y que profundice el sentido de los mismos.
e) Coordinar las reuniones periódicas, convocar y animar a los

hermanos a participar.
f) Transmitir el amor a la Liturgia y animar a participar cada vez más

frecuentemente de ella.
g) Ayudar en el camino espiritual de los hermanos para que crezca el

amor a los diversos ritos Litúrgicos de la Iglesia.
h) Participar de las reuniones de coordinación de Liturgia de la

parroquia y transmitir las enseñanzas y puntos tratados a todos los
hermanos.

2. Las responsabilidades del Ministerio de Música son:
a) Coordinar reuniones de forma quincenal como mínimo, con todos los

miembros del Ministerio, para coordinar las diferentes
responsabilidades del Ministerio.
b) Mantener un orden tanto en los ensayos como en la cantoría, evitando

la dispersión y desconcentración de los hermanos que participan del
Ministerio.
c) Dar a conocer y enseñar a los miembros del Ministerio, que el servicio

dentro de la Eucaristía, es sólo una parte de la Liturgia.
d) Formar y educar en la Liturgia a través de la música.
e) Enseñarles el porqué de cada canto en cada momento durante la santa

misa y enseñarles el porqué de los cambios de canticos en cada tiempo
litúrgico.
f) Promover el aprender nuevos cantos Franciscanos, Marianos, de

Adoración al Santísimo, Cantos al Espíritu Santo.
g) Propiciar ensayos para animación, tanto en la fraternidad, u otro

servicio en el que se requiera.
3. Las responsabilidades del Ministerio de Acogida son:
a) Preocuparse por qué la fraternidad entera viva en espíritu de apertura

y acogida con todos los integrantes de la fraternidad.
b) Coordinar reuniones de forma quincenal como mínimo, con todos los
miembros del Ministerio, para coordinar las diferentes respon-
sabilidades del Ministerio.
c) Con los hermanos nuevos y aspirantes:
 Dar la bienvenida y acogida.
 Explicarles en breves palabras: ¿Qué es la JUFRA?

 Tomar los datos personales (nombre completo, número de celular,
fecha de cumpleaños) luego entregar estos datos a los formadores de
la Etapa de Iniciación.
d) En los cumpleaños, logros y otras situaciones personales de los

integrantes de la fraternidad:
 Tener un calendario con los cumpleaños de todos los integrantes de

la fraternidad.
 Dar a conocer a toda la fraternidad atreves de diversos medios de

comunicación (redes sociales, llamadas telefónicas, etc.) si algún
hermano(a) va a cumplir años, consiguió algún logro importante
para el hermano(a) (graduaciones, titulaciones, aprobación de algún
examen importante, nuevo trabajo, logro deportivos, etc.) o está
atravesando una situación adversa (luto, enfermedad, etc.).
 En lo posible tener un detalle (tarjeta, un presente, etc.) para cada

cumpleaños de cada hermano.
e) Durante las Celebraciones Eucarísticas:
 Dar la bienvenida a todos los fieles, invitarlos y acompañarlos a

buscar un lugar adecuado para participar de la Eucaristía.
 Ayudar con la venta de las hojas de la palabra.
 Si hay algún boletín informativo que entregar o una colecta después

de la misa también es responsabilidad del Ministerio de Acogida
apoyar en estos servicios.
f) En las reuniones:
 Arreglar el (los) salón(es) para las reuniones (limpiar, acomodar

sillas, poner altar).
 En lo posible decorar el salón de acuerdo al tema que se dará en la

respectiva reunión (coordinar con el ponente del tema).

 Dar la bienvenida y acogida a todos los hermanos que lleguen.

ART. 79 SOBRE LAS PASTORALES EN LA FRATERNIDAD
1. Las Pastorales son servicios de apoyo a la fraternidad, cada uno responde

a una situación en particular. Por tanto toda la fraternidad buscara
apoyar a las diferentes pastorales.
2. Cada pastoral se organizara de la forma más idónea para poder apoyar a

la fraternidad en los diversos servicios que se susciten.
3. Uno de los integrantes del Consejo de la JUFRA apoyara a cada Pastoral,

esto con el fin de generar un clima de corresponsabilidad con el Consejo
de la Fraternidad.
4. Se podrá participar en más de una Pastoral.
5. Las Pastorales de la fraternidad son:
I. Pastoral de Comunicaciones.
II. Pastoral de Intercesión.
III. Pastoral de Catequesis.
6. El Consejo de la Fraternidad propondrá a dos encargados, varón y mujer

restrictamente, para que asuma el servicio. Previa aprobación por parte
del Hermano Asesor.
7. Las pastorales también son regidos por el ART. 51 del presente estatuto.

ART. 80 RESPONSABILIDADES DE CADA PASTORAL
1. Las responsabilidades de la Pastoral de Comunicaciones son:
a) Utilizar los medios de comunicación actuales (Facebook, WhatsApp,

Twitter, email, YouTube, etc.) como medios de evangelización.
b) Preocuparse por qué la fraternidad pueda usar de manera crítica y

adecuada los medios de comunicación.
c) Dar a conocer al mundo el carisma franciscano.
d) Esforzarse por lograr la claridad de los mensajes, tanto por el lenguaje

usado como por la calidad de su producción.
e) Coordinar de manera mensual una reunión con todos los

participantes de la Pastoral, para coordinar los diversos aspectos del
servicio.
2. Las responsabilidades de la Pastoral de Intercesión son:
a) Su principal función es pedir por las intenciones personales o globales

de la fraternidad, para ello, solicitaran a través de los medios que
crean pertinentes las intenciones de la fraternidad.
b) Debe de fomentar la oración como medio de ayuda para la

fraternidad.
c) Debe de enseñar que es la oración, y cuáles son los tipos de oración.
d) Debe de fomentar el rezo de la liturgia de las horas.
e) Debe de fomentar el estudio bíblico en la fraternidad.
f) Se reunirá al menos dos veces a la semana con los participantes de la

Pastoral de Intercesión. Y al menos una vez cada quince días deberá
de dedicar la reunión al estudio bíblico.
g) Procurara que sus reuniones se lleven en el oratorio de nuestra

parroquia.

3. Las responsabilidades de la Pastoral de Catequesis son:
a) Apoyará en la coordinación con otras Catequesis de la parroquia

(Catequesis de Confirmación llevada por los H.S.F., Catequesis de
Niños, etc.), para ello elegirá a los temistas, previa coordinación con
el Consejo.
b) Fomentara dentro de la fraternidad la importancia de ser catequista

para la Iglesia.
c) Apoyará en la formación de catequistas en la fraternidad, es decir

ayudara a formar nuevos catequistas.
d) Deberán de asistir e informar al Consejo ante el llamado de la Iglesia

(Arzobispado) para alguna coordinación sobre la catequesis en
general.


ART. 81 CASOS ESPECIALES EN LA FORMACIÓN
Si algún hermano se le complicase la asistencia y participación regular a

las reuniones de la fraternidad, ya sea por causas debidamente justificadas y
acreditadas. Será tarea de los formadores de la etapa en la que se encuentre el
hermano, considerar otros aspectos que no sea el de asistencia, para que pueda
recibir formación y se le pueda evaluar al hermano.
ART. 82 HERMANOS CON ALGUNA DISCAPACIDAD
Se le confía a toda la fraternidad, para que acojan e integren a las personas

con discapacidad en la vida dentro de la fraternidad y en la Iglesia, valorando
los dones que ellos poseen y fomentando la reconciliación allí donde se hayan
cometido faltas contra ellos, para crear, en el espíritu de unidad, una
mentalidad de aceptación, promoción y solidaridad.
ART. 83
La interpretación auténtica y correcta del presente estatuto le corresponde

a la Fraternidad Madre de Misericordia.
Ante la imposibilidad de prever todas las ocurrencias posibles, se

determina que ante algunas eventualidades se solucionen aplicando, con las
oportunas adaptaciones, las Constituciones Generales de la O.F.S., los
Estatutos de la Fraternidad Internacional O.F.S. y los estatutos Nacionales de
la O.F.S.
ART. 84 EXTINCIÓN DE LA FRATERNIDAD
En caso que queden menos de cinco hermanos en la Etapa de Compromiso.

Se declara a la fraternidad como disuelta. Cesando toda actividad, servicio,
apostolado, etc. Y se entregara la fraternidad a disposición de la Fraternidad
Madre de Misericordia.

ART. 85 REVISIÓN Y CAMBIOS EN EL ESTATUTO
Se invita a revisar los estatutos para su mejoramiento o comprensión.

Eventuales modificaciones de los presentes Estatutos de la JUFRA Madre de
Misericordia deben realizarse en un Capitulo Consultivo Local.
Los cambios o modificaciones deben de ser consultados con la Fraternidad

Madre de Misericordia y con la O.F.S., para que no se desnaturalice el presente
estatuto.
ART. 86
La fraternidad debe guardar el presente Estatuto, no se podrá desconocer

este documento por parte de ningún miembro de la fraternidad, tanto por el
Consejo de la Fraternidad o la Fraternidad Madre de Misericordia.

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ESTATUTOS

Regla de la Orden Franciscana Seglar

Carta de presentación de los cuatro Ministros Generales

Breve Apostólico de la aprobación de la Regla de la O.F.S. 8

Capítulo I: La Orden Franciscana Seglar (Art. 01 - 03) 13

Estatutos Juventud Franciscana Madre de Misericordia

Carta de aprobación por parte del Guardián de la Fraternidad

Carta de aprobación por parte del Ministro de la O.F.S. Madre

Carta a un Ministro por parte de San Francisco de Asís 24

Introducción a los Estatutos 26

Capítulo II: Vida y Misión 32

Título I: Forma de Vida 33

Capítulo III: La vida en Fraternidad 42

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 1

Capítulo IV: Organización 69

Título I: El Consejo de la Fraternidad 70

Capítulo V: Adiciones y Modificaciones 99

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 2

La Comisión que integra el servicio de la elaboración de los Estatutos les da la

La Comisión ha tenido a bien dividir los Estatutos de nuestra Fraternidad en cinco

Asimismo es importantes mencionarles que los presentes Estatutos han sido

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 3

Por último La Comisión, ha tenido a bien exponer los siguientes escritos

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 4

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 5

Sentimos el gozo de comunicaros que la Santa Sede, con el Breve Apostólico

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 6

Roma, 4 de octubre de 1978.

Fr. Consatantino Koser,

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 7

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 8

✞ Juan Card. Villot,

Lugar del sello

En la Secretaría de Estado, Arch. N. 352241

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 9

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 11

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 12

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 13

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 14

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 15

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 16

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 17

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 18

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 19

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 21

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 22

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 24

 San Francisco de Asís

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 25

Estos cambios también se deben por las responsabilidades personales de cada

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 26

Título I: Forma de Vida; está basado en las Constituciones Generales de la

Título II: Misión de la JUFRA; está basado en las Constituciones Generales

 El capítulo III: Vida en Fraternidad; está compuesto de cuatro Títulos, se

Título I: Participación en la Vida Fraterna; está basado en el Estatuto

Título II: La Formación en la Fraternidad; está basado en las Constituciones

Título III: Las Etapas de Formación; está basado en el Estatuto Nacional de

Título IV: Procedimientos Temporales; está basado en las Constituciones

 El capítulo IV: Organización, conformado de ocho Títulos, con el fin de poder

ESTATUTO JUFRA MADRE DE MISERICORDIA pág. 27

Titulo VI: El Hermano Asesor; está basado en las Constituciones Generales

Título VII: El Capitulo Local; está basado en las Constituciones Generales de

Título VIII: Ministerios y Pastorales; está basado en las experiencias de la