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Los ejercicios de Kegel pueden ayudar a fortalecer los músculos debajo del útero, la vejiga y el
intestino (grueso). Pueden ayudar a hombres y mujeres que tengan problemas con escape de
orina o control intestinal. Usted puede tener estos problemas:
A medida que envejece
Si aumenta de peso
Después de un embarazo y parto
Después de una cirugía ginecológica (mujeres)
Después de una cirugía de la próstata (hombres)
Las personas que tienen trastornos cerebrales y nerviosos también pueden tener problemas con
escape de orina o control intestinal.
Los ejercicios de Kegel se pueden hacer en cualquier momento cuando usted esté sentado o
acostado. Puede hacerlos cuando esté comiendo, sentado en su escritorio, manejando y cuando
esté descansando o mirando televisión.
Los ejercicios de Kegel pueden mejorar tu vida sexual y tratar los problemas en el piso pélvico,
incluidas la incontinencia urinaria y la fecal. La clave será adoptar el hábito de realizarlos todos
los días, así podrás empezar a ver los resultados.
1 Detén el flujo de tu orina para encontrar los músculos del piso pélvico. Antes
de hacer los ejercicios de Kegel, es importante que encuentres los músculos
pélvicos. Estos son los músculos que conforman el piso de la pelvis. La manera
más común de encontrarlos es tratar de detener el flujo de la orina. Esta tensión
que ejerces en el músculo es el movimiento básico de un ejercicio de Kegel. Relaja
los músculos y deja que la orina siga fluyendo para tener más certeza de la
ubicación de los músculos de Kegel. Simplemente recuerda que debes visitar a un
doctor antes de comenzar a practicar los ejercicios de Kegel por si tienes algún
problema médico que te impida ejecutar los ejercicios.
Sin embargo, no hagas que detener el flujo de la orina se convierta en tu rutina
de ejercicios de Kegel. Realizar los ejercicios de Kegel mientras orinas más de
dos veces al mes puede tener el efecto contrario y debilitar los músculos.
Esto también puede causarte lesiones en la vejiga y los riñones.
3 Usa un espejo de mano para encontrar tus músculos de Kegel. Si aún tienes
problemas para encontrar o aislar tus músculos de Kegel, pon un espejo de
mano debajo de tu perineo (la zona cubierta de piel que se encuentra entre la
vagina y el ano). Aprieta y relaja el área donde crees que se ubican los músculos
de Kegel. Si lo haces correctamente, debes ver que tu perineo se contrae con cada
apretón que haces.
2
Haz los ejercicios de Kegel
Repite los ejercicios 10 veces. Esto puede considerarse como una serie de
3 ejercicios de Kegel. Si empezaste con repeticiones de 5 segundos, entonces aprieta
los músculos durante 5 segundos, relájalos durante 10 segundos y repite el ejercicio
10 veces. Esto debe ser suficiente para una sesión y debes repetirla no más de 3 o
4 veces al día.
4 Aumenta el tiempo que aprietas los músculos del piso pélvico hasta que
llegues a repeticiones de 10 segundos. Cada semana puedes aumentar el
número de segundos que pasas apretando los músculos. No hay necesidad de
apretar por más tiempo o de hacer más de una serie por cada sesión. Cuando
puedas apretar tus músculos durante 10 segundos, permanece en ese nivel y
sigue haciendo una serie de 10 repeticiones de 10 segundos, unas 3 o 4 veces al
día.
5 Haz ejercicios de Kegel hacia adentro. Esta es otra variedad de los ejercicios de
Kegel. Para realizar un ejercicio de Kegel hacia adentro, imagina que los músculos
del piso pélvico son una aspiradora. Tensiona tus glúteos y lleva tus piernas hacia
arriba y adentro. Mantén esta posición durante 5 segundos y luego descansa. Haz 10
repeticiones seguidas. Debes tardar alrededor de 50 segundos en completar esta
serie.
Parte
Consejos
Trata de no aguantar la respiración, apretar tus glúteos, tensionar tus muslos, contraer
fuertemente los músculos del vientre ni pujar en vez de apretar y levantar.
A medida que te sientas más segura haciendo los ejercicios, encontrarás que podrás
ejecutarlos mientras estás de pie. Lo importante es que sigas practicando a lo largo del día
y podrás hacerlos mientras lavas los platos, esperas en una línea, sentada en tu oficina,
durante los comerciales de la televisión o mientras te detiene el semáforo al conducir.
Las mujeres embarazadas también pueden hacer los ejercicios de Kegel.
Imagina que tus pulmones están en tu pelvis y relaja el perineo al inspirar y contráelo al exhalar.
Hay algunos movimientos de yoga que también fortalecen estos músculos; por lo tanto, si
tienes dificultades para hacerlo con frecuencia o has considerado practicar yoga desde
hace tiempo, este podría ser un buen momento para empezar.
Los hombres también pueden fortalecer los músculos del piso pélvico al realizar ejercicios
para el músculo pubococcígeo.
Advertencias
Siempre practica los ejercicios de Kegel con la vejiga vacía. Hacer los ejercicios de Kegel
con la vejiga llena puede debilitar tu piso pélvico e incrementar tu riesgo de contraer una
infección en el tracto urinario.
No hagas los ejercicios de Kegel mientras usas el baño, a menos que inicialmente estés
ubicando los músculos del piso pélvico. Interrumpir el flujo de la orina puede ocasionar
infecciones en el tracto urinario.
Referencias
1. http://www.mayoclinic.org/healthy-living/womens-health/in-depth/kegel-exercises/art-20045283?pg=1
2. https://medlineplus.gov/ency/patientinstructions/000141.htm
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