Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
1
Recopilación
En nuestro viaje por GTD, el método de
productividad de David Allen, pasaremos por 5 procesos
que deben realizarse de forma independiente, pero que
están todos conectados en un ciclo sin fin: 1. Recopilar las
cosas por hacer. 2. Procesarlas. 3. Organizarlas. 4. Ejecutar
el trabajo que resulte. 5. Revisarlo todo periódicamente.
Como vemos, todo empieza con la Recopilación. Sin
Recopilación no hay nada que Procesar, Organizar, Ejecutar
y Revisar.
2
de si algún día las haremos, pero en este momento
queremos tenerlas en cuenta.
El identificar y no olvidar todas las cosas que
tenemos y queremos hacer es la base de nuestra
productividad.
¿Cómo recopilar?
Tratar de mantener en la cabeza una lista con todos
esos “pendientes” es una locura, y la causa principal de que
la mayor parte de la humanidad sufra de estrés, no cumpla
a tiempo o, sencillamente, se olvide de sus metas y de hacer
lo que tiene que hacer. Por eso, una buena recopilación gira
en torno a un único concepto: recopilar los pendientes en
un sistema físico que esté fuera de la cabeza.
A continuación describiré mi forma de recopilar,
diferenciando dos contextos: cuando estoy en mi mesa de
trabajo (en casa o en la oficina), y cuando estoy en la calle,
ya que uso diferentes técnicas y herramientas de
recopilación en cada caso.
3
La recopilación es un proceso continuo que puede
suceder, y de hecho sucede, mientras estoy trabajando en
otras cosas. Nunca dejo de hacer lo que estoy haciendo.
Cuando llega algo de lo que me tengo que ocupar,
simplemente pongo un recordatorio en la bandeja de
entrada y me olvido.
El analizar lo que eso significa es parte del
procesamiento, el segundo de los procesos de GTD. Sólo
estoy recopilando para que no se me olviden las cosas.
Dos bandejas de entrada implícitas son las del correo
electrónico y la de mensajes de voz del teléfono móvil. Las
cosas llegan ahí solitas, por lo que la recolección se realiza
automáticamente. No hay mucho qué hacer ni de qué
preocuparse en estos casos.
Otra bandeja de entrada no tan obvias pueden ser la
del lector de feeds, que no representan más que material
que quiero revisar y leer
2. Recopilar en la calle
5
6
Procesamiento
Recopilar es poner en el buzón de entrada todas las
cosas que tenemos o que queremos hacer, de manera que
no se nos escape nada.
Después de haber recopilado tendrás las distintas
bandejas de entrada llenas de papeles, objetos varios,
notas de voz, fotos digitales y todo lo que se te pueda
ocurrir que representen asuntos pendientes.
Ahora ha llegado el momento de revisar esas
bandejas una a una, y de tomar la decisión de qué es lo que
hay que hacer al respecto de cada cosa que encuentres.
¡Empecemos!
7
Una vez que te pongas a procesar todo saldrá de la
bandeja, y habrás decidido qué hacer con todo ello en
cuestión de minutos.
Las prioridades pueden ser un concepto útil cuando
te pongas a ejecutar el trabajo, no en este momento.
1. No se puede ejecutar:
8
Si un elemento no es accionable, es decir no se puede
ejecutar, o no hay mucho que se pueda hacer con él. Lo que
se puede hacer es:
2. Sí se puede accionar:
9
2.2. Se puede accionar, y además puede
hacerse en 2 minutos o menos.
2.2.1 Hazlo.- Si una acción te llevara 2 minutos,
hazla! Este es el principio de los dos minutos. Es uno de los
principios más importantes del sistema GTD, así que presta
atención: si cae en tus manos algo que puede hacerse en
dos minutos o menos, no lo pienses y ¡hazlo! Toma esos
dos minutos y haz el elemento, luego lo borras de la
bandeja de entrada. Si guardas todas esas tareas
minúsculas acabarás teniendo demasiadas qué revisar y
tener que decidir si hacer o no, lo que te tomará más tiempo
que hacerlas desde un primer momento.
10
2.4 Se puede accionar, aunque no
necesito hacerlo ahora.
2.4.1 Calendario.-Todas aquellas acciones que
dependan de una fecha concreta, como por ejemplo asistir
a una reunión, deben ser añadidas a un calendario. Creas
una nueva cita y te olvidas de ella hasta que salte un aviso.
11
12
Organización (I)
El procesamiento va siempre de la mano de la
organización. Cuando procesamos un elemento de la bandeja
de entrada debemos organizarlo inmediatamente, es decir,
integrarlo al sistema de productividad.
Dependiendo de la decisión que hayamos tomado,
utilizaremos unas herramientas u otras.
14
El calendario debe mostrar de un vistazo los
compromisos fijos. Si el calendario tiene demasiada
información pierde efectividad. Algunos recordatorios, como
los aniversarios y los cumpleaños, prefiero llevarlos en listas,
no en el calendario.
16
Organización (II)
Para el trabajo que tenemos que hacer nosotros
mismos sólo hay dos opciones:
Acciones y proyectos
En la terminología GTD se habla de acciones cuando lo
que hay que hacer es una tarea simple, y de proyectos si lo que
hay que hacer involucra dos o más tareas simples. Puede
parecer un poco exagerado, pero en realidad es una definición
muy práctica, como veremos después.
¿Tengo todo lo que necesito para hacerlo o hay otras cosas que
debo hacer primero?
18
Al principio, estos tres pasos se harán por escrito la
mayoría de las veces, pero con el tiempo se terminará
haciéndolo mentalmente y en cuestión de segundos.
Como todo, la práctica es la que ayuda a dominar la
técnica.
19
tenemos un método), pero David Allen descubrió que la forma más
eficiente para organizar las tareas es utilizar contextos.
20
temporalmente nuestras ideas e inquietudes a la espera de un
momento adecuado para trabajar en ellas.
Mover proyectos de la lista “Proyectos” a “Algún
día/Quizá” es todo un arte, y dominarlo es uno de los secretos
para reducir el estrés diario.
Como veremos en otro artículo de la serie, la lista
“Algún día/Quizá” deberá ser revisada con la frecuencia
adecuada, de modo que podamos “despertar” estos proyectos
dormidos llegado el momento, transfiriéndolos a la lista de
“Proyectos”.
Conclusión
Si te das cuenta, para organizar el trabajo sólo hemos
utilizado listas: una para los proyectos o frentes abiertos,
varias listas contextuales para las acciones siguientes que
tenemos que ejecutar, y una más para aparcar futuros
proyectos e ideas interesantes. De todas ellas, sólo las listas
contextuales representan trabajo real por hacer.
Veremos cómo manejar estas listas para llevar a cabo
el trabajo, y descubriremos las ventajas de haber separado
correctamente los proyectos de las tareas, y de haber
clasificado las tareas según sus contextos.
¿Haces algún tipo de organización para tus proyectos y
tareas? ¿Alguna vez has utilizado los contextos?
21
22
Ejecución
Por fin ha llegado la hora de la verdad. Hasta ahora
hemos recolectado las cosas pendientes, las hemos procesado
para averiguar qué es lo que significan realmente para
nosotros, y las hemos organizado en un sistema confiable en
forma de listas de proyectos y siguientes acciones. Pero todo
ese esfuerzo no sirve para nada si no completamos el círculo y
ejecutamos realmente el trabajo, que en definitiva es para lo
que estamos usando GTD.
Vamos a echar un vistazo a cómo es un día de trabajo
típico usando GTD.
Pero antes veamos un par de criterios que David Allen
sugiere utilizar en lugar de un sistema de prioridades
tradicional, y por qué hacerlo.
23
Entonces, ¿cómo elegir el trabajo a realizar en cada
momento? Debemos partir de un hecho claro: si hemos
realizado una buena recopilación, procesamiento y
organización del trabajo, no importa lo urgente o “prioritario”
de cada una de las tareas de nuestras listas: todas ellas deben
hacerse lo antes posible, sin excepción.
Y la forma más eficiente de hacerlo es teniendo en
cuenta dos criterios:
24
de voz), para procesar todas las nuevas tareas y organizar el
trabajo que resulte.
La idea es tener un conjunto de listas actualizado,
incluido lo que haya podido surgir desde el día anterior, como
notas de voz o correos de mis compañeros, antes de decidir
por dónde empezar.
Inmediatamente después es hora de echar un vistazo a
la lista de tareas “a la espera” y enviar los recordatorios
necesarios, dependiendo de la urgencia y la antigüedad de
cada elemento en la lista. Esta es una forma de asegurar que
el trabajo delegado no caiga en el olvido, y que los
responsables sientan la “presión” necesaria para que terminen
el trabajo lo antes posible.
Con el trabajo organizado, empiezo a moverme.
Teniendo en cuenta mi nivel de energía y el contexto en que
me encuentro, tomo las listas de siguientes acciones y dedico
un bloque de tiempo de entre 1 y 2 horas a trabajar en una o
varias tareas relacionadas con los proyectos que son más
importantes para mi. Por ejemplo, planear los recursos de un
nuevo proyecto, preparar una auditoría interna, instalar y
configurar un nuevo sistema, o escribir el manual para un
curso de formación.
26
Gestión de proyectos
David Allen propone una estrategia para la gestión
creativa de proyectos que muchas veces es ignorada por los
aprendices de GTD por considerarla superficial. En realidad se
trata de una herramienta muy poderosa que nos permite
“atar” perfectamente cualquier cabo suelto, especialmente las
maromas de los grandes proyectos que a veces tenemos que
afrontar. Pero, ¿en qué consiste esta forma de gestionar
proyectos?
27
3. Generar una lluvia de ideas (qué tareas y recursos
necesitaremos);
4. Organizar las tareas y los recursos (para asegurar la
consecución del objetivo) y;
5. Identificar las acciones siguientes según se vayan
completando las anteriores.
28
de éxito (número de personas capacitadas, tiempos, costos
máximos, etc.)
Con el qué y el porqué claros, es hora de empezar con
el cómo. Y una de las formas más efectivas es utilizar la lluvia
de ideas junto con los mapas mentales (los mapas mentales
merecen su propio artículo). Se trata de liberar la mente y
anotar cualquier idea relacionada con el proyecto, por loca o
absurda que parezca. Después nos encargaremos de
ordenarlas, pulirlas, desarrollarlas y descartar aquellas que no
sean aplicables.
El objetivo en esta fase es crear un plan, con acciones,
tiempos y responsables, para llevar a cabo el proyecto.
Salvo para proyectos realmente grandes, mis planes
están compuestos por simples listas de siguientes acciones,
aunque eso sí, listas que pueden ser muy largas. Si alguna
actividad no está clara todavía o puede ser compleja, en su
lugar coloco un subproyecto.
Al final, el truco está en que las acciones y subproyectos
aparezcan en las listas en el orden en que deben ser
ejecutados, junto a los responsables de cada uno de ellos y, en
su caso, las fechas límites.
El último paso consiste en empezar a ejecutar el trabajo
de la lista, de arriba a abajo. Es la parte más fácil y mecánica
de la gestión del proyecto. Pero para llegar a ello, hemos
tenido que pasar primero por los 4 pasos anteriores.
Conclusiones
La gestión de la mayoría de los proyectos no necesita
de pompa y boato. Unos minutos de pensamiento creativo
utilizando el modelo de planificación natural, y una lista, es lo
único que necesitarás para tener todo bajo control. Sólo en
proyectos realmente grandes (menos del 1%, si es que alguna
vez llegas a enfrentarte a uno de ellos), necesitarás técnicas y
herramientas especiales para gestión de proyectos.
29
30
Revisión
Hasta ahora hemos visto cómo recopilar, procesar,
organizar y ejecutar el trabajo. Parecería que ya no hay mucho
más que hacer, que ya tenemos todas las herramientas que
necesitamos para ser productivos. ¡Craso error! Precisamente
creer que ahí termina todo es el problema de otros métodos de
productividad personal.
Uno de los puntos fundamentales de GTD y, no voy a
negarlo, también una de las cosas que más disciplina requiere,
es la revisión permanente de todo el sistema.
Una revisión frecuente y adecuada permite renovar el
sistema, pulirlo, refrescarlo, dejarlo listo para seguir
trabajando con él un día más.
Adquirir el hábito de la revisión es la última pieza del
rompecabezas. Pero, ¿qué revisar y cada cuánto tiempo?
Cómo revisar
David Allen hace mucho hincapié en la revisión
semanal, donde teóricamente deberíamos revisar todos y cada
uno de los elementos de nuestro sistema de productividad. Soy
más partidario de realizar pequeñas revisiones diarias, y una
revisión semanal global, lo que permite hacer más fácil y
rápido el mantenimiento de las listas. Para que te hagas una
idea de cómo realizar una revisión, te cuento a continuación lo
que yo hago cada día al final de la jornada:
32
1. Recopilo, proceso y organizo. Para estar seguro de que mi
sistema es esa “fotografía” fiel de mis obligaciones, primero
recopilo todo lo que me pueda quedar pendiente, como
tarjetas de visita, notas de reuniones, tickets de compras, etc.
Luego procuro dejar mis bandejas de entrada limpias,
incluído el correo electrónico y las notas de voz de mi teléfono
móvil, procesando y organizando lo que resulte.
Como hago esto todos los días, generalmente no me
lleva más de 5 minutos.
Conclusión
Tomarte el tiempo para hacer una pequeña revisión
diaria, y una revisión completa una vez a la semana, es la
diferencia entre ser productivo y trabajar sin ver avanzar tus
proyectos. Si adquieres el hábito de la revisión GTD diaria,
hacer una revisión semanal completa no debería llevarte más
de 30 minutos.
Así que no hay excusa para dejar que tu sistema se
descontrole y, por ende, no sirva para nada.
34
Técnicas adicionales
Para terminar con broche de oro, profundizaremos en
algunas técnicas adicionales que muchos GTD-ianos
utilizamos frecuentemente al implementar el método. Algunas
son simplemente ideas geniales que he conocido por otros
“productivos”. En fin, espero que os resulten tan útiles e
interesantes como a mí.
35
tengo pendiente de leer o revisar, como revistas o informes
técnicos.
La bandeja de trabajo en curso tiene una carpeta
manila por cada proyecto en que estoy trabajando en este
momento. No es muy práctico tener que guardar y sacar las
carpetas del archivo de referencia todo el tiempo, así que las
mantengo en su propia bandeja, accesible simplemente con
alargar el brazo. Sólo cuando cierro un proyecto
definitivamente paso la carpeta al archivo de referencia.
La bandeja “leer/revisar” no es más que una especie de
lista contextual, que representa lo que tengo que hacer cuando
estoy en el modo “lectura”.
En lugar de crear un contexto en mi sistema GTD, y
escribir cada nueva revista, informe o documento que tengo
que leer, lo pongo en la bandeja. La propia bandeja es la lista
contextual. Así, cuando tengo un rato para leer, o si voy a
salir y preveo que tendré algún tiempo “muerto” (en el metro,
en el dentista, etc.), puedo tomar algo de la bandeja y
llevármelo.
36
archivo de referencia, por ejemplo, cuando tengo que hacer
una fotocopia, o presentarlo para alguna gestión.
Cuando regreso a casa o la oficina, vacío el contenido y
lo vuelvo a archivar.
Los pseudo-contextos
Si bien hemos visto que podemos crear una lista por
contexto o situación posible en que nos podemos encontrar
(en casa, en la oficina, en la calle, etc.), no tenemos por qué
limitarnos sólo a ellos.
Se propone crear también pseudo-contextos para una
herramienta específica (por ejemplo, “al correo electrónico”),
una persona (“con el jefe”), un lugar (“el supermercado”) e
incluso un nivel de energía (“alto”, “medio” o “bajo”), o el
tiempo que tengamos disponible antes de que tengamos que
hacer otra cosa (“5 minutos”, “15 minutos”, etc.).
Sólo hay que tener cuidado de no sobre organizar el
sistema. Si tenemos 25 siguientes acciones, no tiene sentido
crear 20 pseudo-contextos diferentes.
Los pseudo-contextos son muy útiles si tenemos
muchas acciones siguientes que organizar, y facilitan mucho
el trabajo por lotes.
37
.
38