Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Camino de
Auschwitz
EDITH STEIN
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
1. La mimada de la casa
6. El tío David
8. Un descubrimiento
9. Presentimientos
2
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
3
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Notas
4
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
A mi padre,
Miguel Álvarez,
por sus buenos consejos
en la elaboración de
esta biografía.
5
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
1. La mimada de la casa
–Dejádmela coger...
La casa está llena de gente, aunque hace pocos meses que los
Stein han tenido que dejar su pueblo polaco de Lublinitz, en la
alta Silesia, porque el negocio maderero familiar no iba bien. En
6
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
7
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Pasa el tiempo, y parece que las cosas no van del todo mal en la
familia. Edith se va criando muy sana entre los mimos de sus
padres y de sus hermanos.
Tras los ocho días de luto prescritos por la ley, la señora Stein,
que ya siempre vestirá de negro, se encuentra de pronto lejos de
su ciudad natal, con siete hijos y un negocio que no da casi
ingresos. A causa de su viudez y soledad, Augusta se une más a
8
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
9
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Con sólo tres o cuatro años, su madre debe reñirla con cierta
frecuencia, a lo que la niña responde con terribles rabietas y
cabezonadas. Augusta pasa poco tiempo en casa por el exceso
de trabajo y Elsa, la mayor, que tiene unos diecinueve años,
hace un poco de madre de Edith y Erna, las dos pequeñas, que,
como sólo se llevan quince meses, se han hecho inseparables.
Erna secunda todas las ocurrencias de su hermanita.
10
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
11
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Dínoslo, y veremos.
–Pero Edith –dice su madre–, ¿no sabes que eres pequeña aún?
¡Es imposible!
12
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
13
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
14
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
15
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Edith tiene ya siete años y desde que asiste al colegio parece que
su personalidad se va asentando. Ya no es tan caprichosa y
testaruda como antes. Se vuelve más callada, más soñadora,
medita mucho las cosas que le ocurren, lo que oye a los
mayores. Como ella dice en sus memorias, se construye un
«mundo oculto».
–No lo sé, Edith. Los cristianos dicen que ya ha venido, que era
Jesús de Nazaret, un profeta poderoso que murió crucificado por
16
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
los romanos en la ciudad santa. Pero estas cosas sólo las saben
los sabios... Nosotros debemos creer y esperar en la promesa de
Yahvé.
17
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Si quieres, hablo con tu madre para enseñarte a ti sola, con una
clase privada, porque puedes convertirte en una famosa artista.
¡Tienes mucho talento!
18
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
19
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Piensas demasiado, eres muy sesuda –le dice Arno con un poco
de sorna–. ¡Mira qué distinta es Erna: cuenta todo lo que le pasa!
20
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
21
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Así pues, Edith vuelve a casa. Está ya hecha una mujer y muy
cambiada. Esos meses dedicados a tareas domésticas la han
robustecido y la han descargado de la tensión emocional que
provocó su crisis nerviosa. No obstante, ha perdido la fe
religiosa y abandona por completo las prácticas judaicas.
22
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Hija, ¿no tienes ilusión por hacer alguna cosa? Tienes casi
dieciséis años... Has de hacer algo.
23
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
24
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Para celebrar el final del curso y el inicio del verano, sus amigas
organizan una excursión. Deciden ir a bañarse al Oder y
merendar en la orilla. Insisten en que Edith no falte. Su
jovialidad y su conversación, siempre amables e interesantes,
dan un ambiente alegre a todas las reuniones adonde va. Edith
jamás habla mal de nadie ni su charla tiene tono pesimista.
Pasan un día realmente estupendo.
25
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
26
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Les encanta a los cinco jugar al tenis, pasear en barca, dar largas
caminatas por los alrededores y sentarse a descansar bajo la
sombra de los árboles para hablar del futuro:
–Yo creo –tercia Erna– que no se pueden hacer las dos cosas a la
vez. O una cosa o la otra. Si decides casarte y formar una
familia, no tendrás tiempo para dar clases...
27
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–No, yo no digo que casarse esté mal, pero por nada del mundo
renunciaría a mi profesión. Aunque me case. Además, las
mujeres tenemos una vocación que cumplir, podemos hacer lo
que nos propongamos si nos preparamos bien. Y debemos
aportar a la sociedad toda nuestra capacidad, de igual manera
que lo hacen los hombres.
Sobre estos temas giran las conversaciones que llenan las tardes
de ocio del «trébol de cinco hojas». Otras veces hacen
excursiones de varios días y pasan la noche en albergues.
28
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
29
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
30
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
6. El tío David
31
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
32
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Sí, tío –habla Edith con resolución–, es una buena oferta. Pero
nuestros planes van por otro lado. Erna quiere estudiar idiomas y
yo deseo dedicarme a la enseñanza... A mí no me gusta la
medicina.
33
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Edith le argumenta:
–Tú verás lo que haces. Pero creo que debes seguir tu propio
camino, sin que nadie te imponga su criterio.
34
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
35
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
36
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
37
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¿Y qué crees que puede ser ese «algo más» que buscas?
38
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Edith, ¿qué pasa con ese chico?, ¿estás saliendo con él?
39
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Mira, no puedo menos que decirte como amiga tuya lo mal que
me ha parecido que desaproveches el tiempo durante las clases.
¿Por qué te dejas llevar por lo que te apetece en cada momento?
Date cuenta del esfuerzo que hacen nuestras familias por
pagarnos los estudios. Debemos dar de sí todo lo que podamos.
40
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
8. Un descubrimiento
–Si para cada persona una misma cosa puede ser diferente,
¿dónde está la verdad? –se pregunta Edith.
41
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
42
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
43
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Pero, Edith –objeta su madre–, ese profesor está muy lejos. ¿Es
que quieres irte? ¿No estás contenta aquí? En nuestra
universidad hay magníficos profesores y doctores...
44
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
45
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
9. Presentimientos
46
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
47
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
48
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
49
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
50
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
51
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¿Por qué no? –decía Edith, para quien eso de ser catedrático es
una atractiva posibilidad de futuro–. ¡Debemos conquistar la
sociedad!
52
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
53
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
54
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
55
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Pero, ¿está usted tan adelantada? –se extraña Husserl–. ¿Es que
ignora que se necesitan seis semestres y que usted sólo lleva
cinco, y aquí sólo uno? ¿No ve que el resto de sus compañeros
empiezan a pensar en el doctorado cuando han cumplido ocho o
diez semestres? No, no. ¡Lo considero una precipitación!
56
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
57
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
58
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
59
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
60
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Edith, en estos días, pasa muy malos momentos, pues está muy
abatida y agobiada por el exceso de trabajo. Realmente está
agotada.
61
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
62
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¡No hay que tener miedo! –contesta Augusta–. ¡Si entran los
rusos, los echamos fuera a escobazos!
63
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
64
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
65
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
66
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
67
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
68
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Le da mucha pena que los soldados jóvenes mueran sin que ella
pueda hacer nada. Su misión entonces es procurar que se firme
el certificado de defunción cuanto antes, que se lleven el cuerpo
y recoger rápidamente la ropa de la cama para desinfectarla en
las grandes calderas de agua y lejía que están constantemente
hirviendo en el patio.
69
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
70
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Un poco. Pero, ¿te das cuenta, mamá? ¡Sería mi primer empleo
como maestra oficial! ¡Y en la Escuela Victoria, que siempre he
querido tanto...! Voy a aceptar.
–Lo mejor para ti –le aconseja su madre, que quiere que sea
maestra en Bresláu– sería que procuraras quedarte en ese puesto
definitivamente, ya que te lo ofrecen. Estarías cerca de mí y te
asegurarías tu futuro económico.
71
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
72
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
73
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
74
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Edith se queda sin palabras. Esta desgracia cae sobre ella como
un mazazo y enseguida piensa en la desesperación en que debe
de encontrarse su viuda.
75
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
76
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
77
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
78
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
porque acaba de salir una ley que permite a las mujeres acceder
a ese tipo de puestos reservados hasta entonces a los hombres.
79
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
80
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
81
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¡Esto es la verdad!
82
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Está hablando con él, señorita –le dice el cura con amabilidad–
¿en qué puedo servirle?
–Me llamo Edith Stein y estoy pasando unos días en casa de mis
amigos, los Conrad-Martius –explica Edith con sencillez–. Ellos
me han dado esta dirección. . –Ah, sí, sí. Este pueblo es muy
pequeño y los conozco –replica el sacerdote–. Son muy buena
gente.
83
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
84
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¡Es posible que tengas que salir de esta casa, de esta ciudad y
no puedas volver, Edith! ¿No te das cuenta de lo que estás
haciendo? –le suplican sus hermanos.
–Si las cosas han de llegar hasta ese límite –contesta Edith, con
tranquilidad–, lo aceptaré como parte de la cruz de Cristo.
85
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Mi idea era que aquello era sólo una preparación para entrar
en la Orden, pero cuando después del bautismo me presenté por
primera vez ante mi madre, advertí claramente que ella no
estaba preparada para el segundo golpe.
86
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
87
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
88
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Su confesor le pregunta:
–¿Cómo, padre?
89
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Una noche que está en la capilla, oye que cierran la puerta con
llave. No se han percatado, dado lo tarde que es, de que aún hay
90
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
91
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Seguramente valen menos que el papel que los cubre. Pero, ¡qué
bien empaquetados están!, ¡con cuánto cariño! La niña entra de
nuevo en el cuarto:
92
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¿Y para qué quiero yo el dinero sino para hacer felices a los
demás? –dice Edith, riendo, dándole un pellizquito cariñoso en
la mejilla–. Tengo techo, ropa, alimento, todo lo que necesito.
Te puedo asegurar, Marta, que se es más feliz cuando se da que
cuando se recibe.
Un día le preguntan:
93
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Mi hija vive allí como una monja. No me extrañaría que un día
me dijese que ha tomado los hábitos.
94
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
95
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
96
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
97
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
98
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Sí, se pone ahí delante para que se vea lo bien que reza.
99
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Pues me extraña que nos quiera dar ejemplo una que ha sido
pagana –comenta otra.
100
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Aunque hasta 1932 no gana las elecciones Adolf Hitler, líder del
Partido Nacionalsocialista alemán, desde mucho antes existe,
influido por este partido político, un ambiente antisemita en
todas las facetas de la vida pública y social de Alemania y
Austria, en el que se desprecia a las personas de raza o religión
judías. Por entonces vivían en Alemania medio millón de judíos.
101
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
102
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Casi bien del todo. Pero veo que usted ha pillado uno bueno.
Voy enseguida a avisar al padre Walzer de que está aquí.
Por fin, puede hablar con él. Le cuenta su fracaso, aunque por
carta le iba informando de todo.
103
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
104
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
105
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
106
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
107
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
108
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
109
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Antes de partir, les pide a sus amigos que recen para que su
madre llegue a comprender su vocación y todo se resuelva bien.
Ella misma no deja de rezar.
110
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Su madre ya sabe que irá a Colonia, pero cree que, como otras
veces, sólo será como residente. Así que al principio todo
transcurre tranquilamente. La señora Stein está encantada de que
su hija pase el verano con ella.
–Sí, sí, pero ¿qué vas a hacer allí con las monjas?
–¡Estás loca! ¡No sabes lo que haces! ¡Ya no nos quieres! –grita
la madre entre una explosión de lágrimas.
111
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
112
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
113
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
114
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Lo que más le cuesta son las tareas domésticas, para las que no
es muy hábil. Al ser una intelectual, pocas veces en su vida ha
tenido que organizar un plan doméstico: lavar, planchar, limpiar
suelos, remendar o hacer la comida.
115
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
116
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
117
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
118
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
119
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
120
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
121
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
122
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
123
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
124
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Pero seguía sin comprender por qué no iba a verla sabiendo que
estaba tan enferma. Consideraba que había sido abandonada por
ella. Muere, sin embargo, llamando a su hija pequeña.
125
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
126
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
127
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
128
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
129
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
130
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
131
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
132
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
133
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
En Echt pasa Edith tres años y medio. De ellos, los dos primeros
se dedica a trabajar como una más en las tareas domésticas que
le asignan. Está muy agradecida por poder tener ese nuevo
hogar. Las monjas le han cogido mucho cariño y la admiran al
saber que ha sido una gran filósofa. Edith aprende rápidamente
el holandés.
134
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Dios sabe por qué permite estas cosas. Pero a usted no vendrán
a buscarla al claustro...
135
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
136
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
137
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
138
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–Sí, hija mía. Han detenido a sus hermanos y sus familias y los
han llevado a Theresienstadt. ¿Sabe lo que esto significa?
139
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
140
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Sin querer llevarse nada, Edith va a buscar a Rosa, que está muy
nerviosa. Las dos se arrodillan y reciben la bendición de la
madre priora.
141
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
142
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Edith está en silencio. Siente una gran pena por lo que está
ocurriendo, pero no tiene miedo. Detrás de ella va Rosa que, a
pesar de ser nueve años mayor, es como su hermana pequeña.
143
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
–¡Sor Benedicta!
Una gran emoción por ver caras amigas les deja sin habla
durante unos instantes. Luego, se cuentan las correspondientes
noticias. Ella les dice que van a salir para el este, no saben
adónde.
144
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Y les entrega unas líneas escritas allí mismo a toda prisa. Esa
noche, los nazis publican una lista con los prisioneros que
viajarán a territorio alemán. Edith y Rosa están entre ellos. Al
alba del día 7 salen los abarrotados trenes hacia Auschwitz.
145
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
146
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
147
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
CRONO- ACONTECIMIENTOS
VIDA DE EDITH STEIN
LOGÍA HISTÓRICOS
148
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Se matricula en la Universidad de
Gotinga. Llega a ser miembro
destacado de la Sociedad Filosófica Paz de Bucarest. Se afianzan las
de Fenomenología. Conoce a alianzas que formarán los bloques
1913
Husserl y la Fenomenología. enemigos de la Primera Guerra
Conoce a Max Scheler y a Adolf Mundial.
Reinach: encuentro con la fe
cristiana.
149
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
150
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Da clases en el Instituto de
1932 Ascenso de los nazis al poder.
Pedagogía de Münster.
151
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
152
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
huir a Suiza.
153
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Pablo II.
154
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
Notas
155
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
[17] Ser finito y ser eterno se publicó por primera vez en 1950
en Friburgo.
156
Mª Mercedes Álvarez CAMINO DE AUSCHWITZ
157