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Objetivos del capítulo

Al finalizar este capítulo, el lector


deberá ser capaz de:

/ Enumerar los tres grupos usados para clasificar a los pacientes con
lesiones en las extremidades y relacionarlos con la prioridad
asistencial.

/ Describir la valoración primaria y secundaria relacionada con ios


traumatismos de ¡as extremidades.
/ Explicar la importancia de la hemorragia tanto en las fracturas
cerradas como abiertas de ¡os huesos largos, pelvis y costillas.
/ Enumerar los cinco problemas físiopatológicos principales
relacionados con las lesiones de las extremidades que pueden
precisar tratamiento en el ámbito prehospitalario.
y Explicar el tratamiento de los traumatismos de las extremidades
como lesiones aisladas en presencia de un traumatismo
multisistémico.
/ En e) caso de una iesión de la extremidad, seleccionar una férula y
un método de inmovilización adecuado.
/ Describir las consideraciones especiales implicadas en el tratamiento
de una fractura de fémur.
/ Describir el tratamiento de las amputaciones.
314 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

CASO CLINICO
rr

Usted y su c o m p a ñ e r o reciben un aviso para atender a una anciana que se ha caído por una escalera. Al llegar la encuentran
tirada a los pies de las escaleras de su casa, tumbada en supino, despierta y alerta, refiriendo dolor en la cadera y el muslo iz-
quierdo y la parte próxima! del brazo derecho. Los signos vitales son los siguientes: PA 108/64; FC 112; Ffl 20; la piel está ca-
liente al tacto, pero muestra una ligera sudoración. Presenta una deformidad evidente en la pierna izquierda.

¿Cómo podría completar la evaluación de esta paciente? ¿Qué lesiones espera encontrar? ¿Qué implicaciones tiene el meca-
nismo de lesión? ¿Cuál es la primera prioridad en la asistencia a esta paciente? ¿Cuál es la segunda prioridad en la asistencia?
¿En qué sistemas orgánicos concentraría el tratamiento? •

L
a lesión en una extremidad, aunque frecuente en los pacien- (evaluación inicial), no hay que iniciar lá valoración secundaria
tes traumatizados, pocas veces supone mi problema de ries- (anamnesis y exploración física dirigida). Hay que corregir cual-
go vital inmediato. Sin embargo, el traumatismo en la ex- quier deficiencia hallada durante la valoración primaria antes de
tremidad puede suponer un riesgo vital cuando provoca una pasar a la secundaria {véase comentario posterior). Esto puede cau-
pérdida de sangre (hemorragia) cuantiosa externa o interna. sar un retraso en dicha valoración hasta que el paciente está en
En el tratamiento de un paciente traumatizado en estado cri- ruta o incluso hasta su llegada al servicio de emergencias.
tico existen tres consideraciones principales respecto a las lesio- A tudo paciente traumatizado en estado crítico se le coloca
nes en las extremidades: de forma segura en una tabla larga en posición de decúbito supi-
no, en la posición más anatómica posible, para facilitar la reani-
1. Mantener las prioridades de valoración. No dejarse distraer por mación. Esta posición se denomina inmovilización anatómica. La
las fesiones musculoesqueléticas espectaculares, pero que nn fijación del paciente a la tabla larga permite inmovilizar y sujetar
ponen en riesgo la vida (figura 12-1). de forma eficaz todos los huesos y articulaciones. Si es posible con-
2. Reconocer las lesiones mu scu lo esqueléticas que puedan seguirlo, esto no impide concentrar la atención en los problemas
comprometer la vida. críticos. No es imprescindible que el profesional de la asistencia
3. Reconocer la cinemática de la lesión que ocasionó las lesiones distinga los distintos tipos, sino que identifique y trate las lesio-
mus cu loes que! éticas y el riesgo de que se hayan producido nes con riesgo para la vida y, si las circunstancias lo permiten,
otras lesiones con riesgo vital por transferencia de energía. identificar y estabilizar las lesiones en las extremidades.

Si se descubre un trastorno con riesgo real o posible para la


vida en cualquier región corporal durante la valoración primaria
Anatomía y fisiología
El conocimiento de la anatomía y la fisiología básica del cuerpo
humano es una pieza importante del arsenal del profesional de
la asistencia. La anatomía y la fisiología forman la base sobre la
que se asientan la evaluación y el tratamiento. Sin un buen co-
nocimiento de las estructuras de los huesos y músculos, no es
posible relacionar los mecanismos de lesión (MDLJ y las lesio-
nes superficiales con las lesiones internas. Aunque este libro no
aborda toda la anatomía y fisiología del sistema osteomuscular,
sí que revisa algunos principios básicos.
El cuerpo humano del adulto contiene aproximadamente
206 huesos que se clasifican según su forma en largos, cortos, pla-
nos, suturales y sesamoideos. Los huesos largos incluyen el fé-
mur, el húmero, el cubito, el radio, la tibia y el peroné. Los hue-
sos cortos incluyen los metacarpianos, metatarsianos y falanges.
Los huesos planos suelen ser delgados y compactos, como el es-
ternón, costillas y escápula. Los huesos suturales son parte del
FIGURA 12-1 A l g u n a s lesiones de las extremidades no ponen cráneo y están localizados entre ciertos huesos del mismo. Los
en riesgo la vida, a pesar de su dramático aspecto. huesos sesamoideos son huesos localizados en el interior de los
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 315

tendones sobre una superficie ósea. La rótula es el sesamoideo Otras estructuras importantes tratadas en este capítulo son
más grande del cuerpo (figura 12-2). los tendones y los ligamentos. Un tendón es una banda de te-
El cuerpo humano tiene más de 7ÜQ músculos, que se clasi- jido fibroso resistente e ínelástico que conecta el músculo con
fican según su función. Los músculos que son específicos de este el hueso. Es la parte blanca en el extremo de un músculo que
capítulo son los músculos esqueléticos o voluntarios. Se deno- conecta directamente el músculo al hueso que mueve. Un li-
minan esqueléticos porque mueven el sistema esquelético. Los ga mentó es una banda de tejido fibroso fuerte que conecta un
músculos de este tipo mueven de forma voluntaria las estructu- hueso con Otro; su función es m a n t e n e r unidas las articula-
ras del cuerpo (figura 12-3). ciones.

Cráneo

Mandíbula

Columna cervical
Clavícula

Escápula Columna
dorsa!

Costillas
Húmero

Columna
vertebral Columna
vertebral
Radio
Sacro Pelvis
Sacro

Carpo
Metacarpo

Falanges

Fémur

Rótula

Tibia

Peroné

Tarso

Metatarso

Falanges

FIGURA 12-2 El esqueleto humano.


316 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

Músculos
faciales Este rnocl ei do mastoi deo

Pectoral mayor

Serrato anterior
Bíceps braquial
Recto abdominal
Flexores de la muñeca
Braquiorradial y los dedos
Oblicuo
abdominal
Aductores externo
del muslo
Tensor
de la fascia
lata

Sartorio
Vasto lateral
Cuádriceps
Recto femoral femoral
Vasto medial
Ligamento rotuliano
Rótula
Gastrocnemio
Tibial anterior

Sóieo Extensor largo


de los dedos

FIGURA 12-3 Principales m ú s c u l o s del cuerpo humano.

lesión osteomuscuiar siu riesgo vital puede ser un indicador

Evaluación de un posible traumatismo multisistémico. En esta situación,


el profesional de la asistencia debe hacerse las siguientes pre-
En eí ambiente de la clasificación, el traumatismo osteomuscu- guntas:
iar puede clasificarse en tres tipos principales:
• Si lia existido una fuerza lateral suficiente como para
1. Traumatismo osteomuscuiar aislado sin riesgo para la vida fracturar el humero, un hueso cubierto por músculos
(fracturas aisladas de la extremidad). voluminosos, ¿puede haber también una lesión
2. Traumatismo osteomuscuiar sin riesgo para la vida pero con pulmonar?
traumatismo multisistámico con riesgo vital (lesiones m ¿Puede existir una lesión con posible riesgo vital en la
con riesgo vital y fracturas de extremidad). región torácica o en los órganos abdominales superiores
3. Lesiones oste o musculares con riesgo vital confirmadas con una simple fractura costal?
(fracturas de pelvis y fémur con hemorragia grave). • ¿Puede producirse una lesión con posible riesgo vital con
múltiples cortes en la cara y fracturas de las estructuras
El propósito de la valoración primaria es identificar y tra- óseas subyacentes en la mandíbula, maxilar superior y
tar las lesiones con riesgo para la vida. La presencia de una hueso frontal?
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 317

La respuesta a todas estas preguntas es «sí». Aunque el pro- cundaria que habría que sospechar son las fracturas costales, la
fesional de la asistencia na debe distraerse por la presencia de lesión muscular de la pared torácica y lesiones cardíacas y pul-
traumatismo osteomuscuiar, debe identificar las lesiones y los monares. Lina lesión secundaria que hay que investigar es la abra-
posibles indicadores de la presencia de lesiones con riesgo para sión por la activación del airbag.
la vida. Esta acción puede retrasar O incluso impedir que una Otra posible lesión secundaria tras un impacto lateral es
lesión con posible riesgo vital se convierta en una lesión con ries- cuando el pasajero no utiliza el cinturón de seguridad y se con-
go vita! real. vierte en un proyectil (objeto) en el interior del vehículo. El vehícu-
lo que choca contra el lateral del pasajero pone en movimiento
al pasajero hasta que es detenido por otro objeto, como el con-
Mecanismo de la lesión ductor, No obstante, las lesiones en el lado próximo son más gra-
La determinación del MDL es una de los objetivos más impor- ves que las lesiones en el lado alejado. En este caso, el MDL pa-
tantes de la evaluación y al tratamiento de un paciente traumati- ra el conductor es el c o e r p o del acompañante sin cinturón de
zado. La determinación rápida del MDL y de si se ha producido seguridad.
una transferencia de energía baja o alta (p. ej., caída de bicicleta Una visualización apropiada del incidente desde el prime-
frente a un choque crin moto) permite al profesional de la asisten- ro hasta el último objeto puesto eo movimiento es la clave para
cia identificar las lesiones más críticas. La mejor fuente para conocer el verdadero MDL y su importancia.
conocer el MDL es el propio paciente. Si el paciente no puede res-
ponder, esta información puede obtenerse de los testigos. A me-
nudo puede hacerse la «mejor conjetura» como método de apro- Valoraciones primaria y secundaria
ximación a los hechos basándose en las lesiones si no hay ningún El primer paso en toda evaluación es la seguridad y las circuns-
testigo del incidente. Esta información debe transmitirse al hos- tancias de la escena. Una vez confirmada la seguridad, se pue-
pital receptor y debe quedar reflejada en ei informe. de seguir con el trabajo. La valoración primaria se concentra en
Casándose en la anamnesis obtenida sobre el MDL, el profe- los problemas de riesgo vital que pueden identificarse. Tratar una
sional de la asistencia puede sospechar las lesiones sufridas por lesión en una pierna amputada carece de importancia si el pa-
el paciente. Las lesiones primarias son las que mantienen una re- ciente no respira. La vía aérea, la circulación y la respiración si-
lación más obvia con el MDL: no obstante, desde el punto de vis- guen siendo la parte más importante de la valoración. Una he-
ta osteomuscuiar. a menos que se produzca pérdida de sangre, morragia franca se incluye en la valoración primaria y se debe
estas lesiones no provocan un riesgo vital y pueden tratarse me- controlar si pone en riesgo la vida.
diante férulas. Las lesiones secundarias no son tan obvias pero En la valoración secundaria, el profesional de la asistencia
están en el «camino a la lesión». Los ejemplos siguientes ilustran prehospítalaria debe:
la diferencia entre lesiones primarias y secundarias:
a Retirar cualquier prenda de ropa que no se quitara en la
• Si un paciente salta por una ventana de pie, la sospecha valoración primaria.
principal serán fracturas en el calcáneo, tibia, peroné, m Si el paciente está consciente, preguntarle por el MDL,
fémur, pelvis y columna vertebra), así como lesiones la sensibilidad, el dolor y la debilidad.
aórticas por sobrecarga. Las lesiones secundarias podrían • Evaluar visualmente al paciente para detectar edema,
ser una lesión abdominal o una lesión craneal por caída cortes, erosiones, hematomas, color, movimiento, tiempo
hacia delante tras golpear con el suelo. de relleno capilar y deformidad.
• Si un paciente sufre una colisión en moto contra un poste • Palpar los pulsos, temperatura y crepitación.
de teléfono, golpeándose en la cabeza, las lesiones • Valorar la sensibilidad en distintas localizaciones de las
primarias afectarían al cráneo, la columna cervical o el manos y los pies V los dedos de ambos sitios. TYes nervios
tórax. La lesión secundaria podría ser una fractura de aportan la sensibilidad a la mano y dos a los pies. La
fémur al quedar «atrapado» el fémur por el manillar. sensibilidad puede ser parcheada. Se debe valorar también
las funciones motoras groseras, como abrir y cerrar e)
Otro ejemplo podría ser el de un paciente sentado en el asien- puño, la fuerza de la prensión y la separación de los dedos
to del acompañante de un vehículo que sufre una colisión late- de los pies. La realización de movimientos voluntarios de
ral. Como se ha explicado en el capítulo 3. la primera ley de New- las extremidades analiza al mismo tiempo la función
ton del movimiento señala que un cuerpo en movimiento se neuro lógica y muscular,
mantiene en movimiento hasta que experimente una fuerza M Comprobar los pulsos, el movimiento y la sensibilidad
opuesta de la misma intensidad. El vehículo es el cuerpo en mo- antes y después de la inmovilización.
vimiento hasta que sufre la acción del otro vehículo. La puerta • inmovilizar todas las fracturas o luxaciones posibles.
del vehículo alcanzado se empotra contra el brazo y puede cho-
car también contra la pared torácica, produciendo fracturas cos- Los cortes pueden sangrar poco o m u c h o . La hemorragia
tales, contusión pulmonar y probablemente una fractura de hú- contenida en las partes b l a n d a s produce e d e m a y e q u i m o s i s
mero. Dada la cinemática de la lesión, la sospecha primaria tmoratón). Los hematomas y la deformidad pueden indicar una
debería ser una fractura de húmero, pelvis y fémur. La lesión se- fractura cerrada o una lesión importante de un vaso principal.
318 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

La mayor parte de los pacientes con lesiones musculoesquelé- TABLA12-1 Hemorragia interna aproximada
ticas significativas refieren dolor, salvo que exista una lesión asociada a fracturas
nerviosa.
Los pulsos, la movilidad y la sensibilidad son aspectos im- Hemorraoia interna

portantes de la evaluación. Aunque la pérdida de la función mo- Hueso aproximada (mi)


tora y sensitiva suele indicar una lesión necrológica (nerviosa), Costilla 125
estos hallazgos asociados a una pérdida de los pulsos indica tí-
Radio o cubito 250-500
picamente una lesión arterial grave. La valoración primaria tra-
ta de determinar las lesiones que cumpromenteu la vida y de es- Húmero 500-750
tablecer la situación de partida. La revaloración del paciente en Tibia o peroné 500-1000
múltiples ocasiones resulta esencial para identificar los cambios
Fémur 1000-2000
respecto de la situación de partida.
La crepitación es la sensación que producen los huesos cuan- Pelvis 1000-masiva

do los extremos fracturados rozan entre sí. Puede provocarse me-


diante palpación del foco de lesión o moviendo los huesos. Se
produce una especie de chasquido, crujido y reventón. Se pare- morragia externa resulta extremadamente difícil. Las personas
ce al estallido de los embalajes de burbujas. La percepción de que inexpertas suelen sobres! imar la magüilud del sangrado externo,
los huesos rozan entre ellos durante la valoración de un enfermo pero la pérdida de sangre no siempre resulta aparente. Es posi-
puede ocasionar más daños y, por eso, en cnanto se percibe cre- ble que el enfermo haya sido cambiado de sitio o que la sangre
pitación, no se deben realizar pasos adicionales ni repetitivos pa- perdida se haya absorbido por las ropas o el terreno o se haya
ra provocarlo. La crepitación es una sensación peculiar que no lavado con la lluvia o por el agua.
se olvida con facilidad. La hemorragia ta tema también es frecuente en los traumatis-
mos mus culo esqueléticos. Puede deberse a una lesión de los va-
sos principales, a una rotura muscular u originarse en la médu-
la ósea de los huesos fracturados. Un edema progresivo en una

Lesiones extremidad o una extremidad fría, pálida o sin pulso puede indi-
ca una hemorragia arterial interna originada en venas o arterias

musculoesqueléticas principales. Las fracturas pueden acompañarse de un hemorra-


gia interna significativa (tabla 12-1). El profesional prehospitala-
específicas rio deber valorar tanto las posibles hemorragias internas como
externas asociadas a los traumatismos de las extremidades. Esto
Las lesiones de las extremidades producen dos problemas fun- ayudará a anticipar una reducción de la perfusión y el shock,
damentales que necesitan tratamiento prehospitalario: la he- de forma que el profesional estará preparado para un posible de-
morragia y la inestabilidad (fracturas y luxaciones) terioro sisténiicov podrá intervenir de forma adecuada para re-
ducir su aparición.

Hemorragia Tratamiento
La hemorragia puede ser espectacular o sutil. Tanto si se tra- El tratamiento inicial de la hemorragia externa consiste en apli-
ta del babeo capilar da una abrasión extensa, de! flujo de san- car presión directa. Como se comentó en el capítulo 7, no se ha
gre roja oscura de una laceración superficial o de los borboto- demostrado que la elevación d é l a extremidad retrase la hemorra-
nes de sangre roja originados en una arteria abierta, la cantidad gia y, en los traumatismos musculoesqueléticas. puede incluso
de sangre que se pierde y la velocidad de la pérdida determi- agravar lesiones existentes. Si no se consigue controlar la he-
narán la capacidad del paciente de c o m p e n s a r o su entrada morragia con aplicación de presión directa, se debería aplicar un
en shock. Lina buena regla, que se debe recordar, es: «Ningu- torniquete, según los principios descritos en el capítulo 7, Los
na hemorragia es menor; cada hematíe tiene importancia». In- fármacos hemostáticos tópicos comercializados no han sido su-
cluso un sangrado pequeño puede acabar convirtiéndose en ficientemente estudiados en los servicios de emergencia médi-
una pérdida notable de sangre cuando se deja sin tratar du- cas civiles [SEM] y se deben reservar para situaciones de trasla-
rante mucho tiempo. do prolongado.
La hemorragia externa arterial se debería identificar duran- Tras controlar la hemorragia en los pacientes con una hemorra-
te la valoración primaria. En general se reconoce con facilidad, gia con riesgo vital de la extremidad, los profesionales prehospi-
aunque la valoración puede verse dificultada cuando el pacien- talarios podrá revalorar la situación y centrarse en la reanimación
te lleva ropa gruesa u oscura. Idealmente la hemorragia eviden- y el traslado rápido a un centro que pueda tratar este trastorno de
te se controla mientras se tratan la vía aérea y la respiración del la mejor forma posible. Durante el traslado, se debería iniciar la
paciente si se dispone de suficiente ayuda: sin no es así, se con- administración de oxígeno y reanimar con líquidos intraveno-
trolará cuando se identifica al valorar la circulación o después sos (IV) a los pacientes con shock de clases II, III o IV. En los pa-
de quitar la ropa al paciente. La estimación del volumen de la he- cientes con una hemorragia menor sin signos de shock u otras le-
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 319

siones que comprometan la vida, se puede controlar el sangrado sos, con la consiguiente hemorragia interna y externa. Además,
con presión directa y proceder a la evaluación secundaria. las fracturas pueden lesionar el tejido muscular y los nervios.
En general, las fracturas se clasifican c o m o cerradas o abier-
tas. En las fracturas cerradas la piel no está atravesada por los
Inestabilidad (fracturas y luxaciones) extremos óseos, mientras que en las fracturas abiertas 1 a inte-
Los desgarros de las estructuras de soporte de una articulación, gridad de la piel se ha perdido (figura 12-4, A). Los cirujanos or-
la fractura de un hueso o las lesiones graves en músculos y ten- topédicos pueden clasificar las fracturas según el patrón (p. ej,,
dones pueden afectar a la capacidad de una extremidad de man- en tallo verde, conminuta), pero estos tipos no se pueden dis-
tenerse. Las dos lesiones que causan inestabilidad de huesos y tinguir en la radiografía y conocer el patrón de fractura no mo-
articulaciones son las fracturas y las luxaciones. difica en nada el tratamiento sobre el terreno.
Las fracturas cerradas son aquellas en las que el hueso se ha
Fracturas roto, pero el paciente no muestra pérdida de la integridad de la
Si se fractura un hueso, inmovilizarlo reducirá ei riesgo de que piel (es decir, la piel no se ha roto) (figura 12-4, B). Los signos de
se agraven las lesiones y el dolor. El movimiento de los extremos una fractura cerrada incluyen hipersensibilidad, deformidad, he-
afilados del hueso fracturado puede ocasionar lesiones en los va- matomas, crepitación e impotencia funcional aunque en algunos
320 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

pacientes sólo aparece el primero. Se deben valorar los pulsos, el


color de la piel y la función sensitiva y motora distales a la posi-
ble fractura. Pedir al paciente que mueva la extremidad fractura-
da puede condicionar que la fractura se haga abierta. No siempre
es verdad que una extremidad no esté fracturada cuando el pacien-
te la puede mover de forma voluntaria. La adrenalina que se libe-
ra en el episodio traumático p u e d e motivar a los pacientes para
que hagan cosas que n o r m a l m e n t e no podrían tolerar. Además, al-
gunos pacientes muestran una notable tolerancia al dolor.
Las fracturas abiertas se s u e l e n p r o d u c i r c u a n d o un extre-
mo punzante de un hueso penetra en la piel desde el interior o
una lesión lacera la piel y el m ú s c u l o hasta el lugar de la fractu-
ra (figura 12-4, CJ. C u a n d o un h u e s o p i n c h a la piel, el e x t r e m o
se puede c o n t a m i n a r por bacterias de la piel o el a m b i e n t e . Esta
grave c o m p l i c a c i ó n de u n a fractura abierta se d e n o m i n a i n f e c -
c i ó n ósea (osteomielitis) y p u e d e interferir c o n la n o r m a l c i c a -
trización de la fractura. A u n q u e la lesión de la piel asociada a
una fractura abierta no suele d e t e r m i n a r una hemorragia impor-
tante, puede generar un sangrado persistente originado en la ca-
FIGURA 1 2 - 5 Radiografía de una fractura por compresión
vidad medular ósea O por la d e s c o m p r e s i ó n a través de la piel anteroposterior ele la pelvis grave. Se observa un marcado
de un h e m a t o m a formado dentro del tejido. El profesional pre- e n s a n c h a m i e n t o de la sínfisis del pubis, con rotura de la
hospitalario t i e n e q u e c o n s i d e r a r q u e c u a l q u i e r herida abierta articulación sacroilíaca y fracturas de las r a m a s del pubis.
cerca de una posible fractura la c o n v i e r t e n en u n a fractura abier-
ta y deberá tratarla c o m o tal. El profesional no deberá tratar de c i a se a s o c i a n a una hemorragia masiva externa máas que inter-
reponer un h u e s o protruvente ni un extremo óseo; sin embargo, na y los extremos óseos p u e d e n lacerar el recto o la vagina y oca-
e n o c a s i o n e s los h u e s o s r e c u p e r a n una p o s i c i ó n c a s i n o r m a l s i o n a r una grave infección p é l v i c a (cuadro 12-1).
c u a n d o s e r e a l i n e a n o por el e s p a s m o m u s c u l a r q u e se s u e l e aso-
ciar a la fractura. Una i n m o v i l i z a c i ó n inadecuada o una m a n i p u - Tratamiento
lación demasiado brusca de una extremidad fracturada pueden Fracturas cerradas y abiertas. En el tratamiento de las fracturas lo
determinar que la fractura cerrada se abra. En los pacientes trau- primero es controlar la hemorragia y tratar el shock. La presión di-
matológicos las fracturas abiertas se localizan con facilidad. recta y los vendajes compresivos controlarán casi todas las hemorra-
Como se c o m e n t ó antes, las fracturas pueden originar una he- gias externas identificadas sobre eí terreno. Las heridas abiertas y
morragia interna importante en los planos titulares que la rodean. los extremos óseos expuestos deben cubrirse con un vendaje esté-
Las dos fracturas que se asocian con mayor frecuencia a hemorra- ril. Lb hemorragia interna se controla principalmente mediante in-
gias intensas son las de fémur y pelvis. Un adulto puede perder movilización, que aporta el beneficio adicional de reducir el dolor.
hasta 1 0 0 0 - 2 0 0 0 mi de sangre por el muslo. Por eso, la hemorra- Si los extremos óseos se retraen en la herida durante la inmoviliza-
gia interna asociada a una fractura bilateral de f é m u r p u e d e ser ción, se debe anotar este dato en el informe de traslado y notificar-
s u f i c i e n t e para causar la muerte en shock h i p o v o l é m i c o . lo al personal del servicio de emergencia. Se consigue poco admi-
Las fracturas de pelvis son otra c a u s a frecuente de hemorra- nistrando antibióticos IV a los pacientes con fracturas abiertas sobre
gia importante (figura 12-5). M ú l t i p l e s arterias y venas p e q u e ñ a s el terreno, sobre todo en un contexto urbano o suburbano.
se e n c u e n t r a n a d y a c e n t s e a la pelvis y pueden ser desgarradas Una extremidad l e s i o n a d a se debería movilizar lo m e n o s po-
por los extremos del h u e s o o las a r t i c u l a c i o n e s sacroilíacas frac- sible. El principal objetivo de la i n m o v i l i z a c i ó n es evitar el mo-
turadas o separadas. Una p a l p a c i ó n o m a n i p u l a c i ó n d e m a s i a d o vimiento de una parte del c u e r p o , lo que a y u d a a r e d u c i r el do-
agresiva de la pelvis (meneo de la pelvis) puede agravar de for- lor del p a c i e n t e y p r e v e n i r m á s l e s i o n e s de partes b l a n d a s y
ma significativa la pérdida de sangre c u a n d o existe una fractu- hemorragias. Para i n m o v i l i z a r c u a l q u i e r h u e s o iargo de una ex-
ra p é l v i c a inestable. Para valorar la pelvis, se puede a c e p t a r una tremidad de forma eficaz, se d e b e r í a i n m o v i l i z a r todo el m i e m -
p a l p a c i ó n suave, pero sólo se d e b e h a c e r una vez. La a p l i c a c i ó n bro. Para ello se debe soportar m a n u a l m e n t e el sitio l e s i o n a d o
de una suave presión manual de anterior a posterior y desde los mientras que se i n m o v i l i z a n la a r t i c u l a c i ó n y el hueso situados
laterales puede identificar la i n e s t a b i l i d a d o la c r e p i t a c i ó n . La por e n c i m a del lugar ( p r o x i m a l e s ) y por debajo del m i s m o (dis-
zona que rodea a la pelvis es un « e s p a c i o p o t e n c i a l » porque se tales). Se d i s p o n e de n u m e r o s o s s i s t e m a s de i n m o v i l i z a c i ó n y
p u e d e e x p a n d i r y a c e p t a r un gran v o l u m e n de sangre. Dado eí la mayor parte se pueden e m p l e a r en fracturas abiertas y cerra-
e s p a c i o existente en la cavidad p é l v i c a , se p u e d e producir u n a das (cuadro 12-2). En todas las t é c n i c a s de i n m o v i l i z a c i ó n , la ins-
hemorragia con p o c o s signos e x t e r n o s de afectación. Las fractu- p e c c i ó n posterior del m i e m b r o queda limitada y la e x p l o r a c i ó n
ras pélvicas abiertas, q u e s u e l e n ser c o n s e c u e n c i a de un golpe a e x h a u s t i v a se debe realizar a n t e s de inmovilizarlo.
un peatón por un v e h í c u l o o la p r o p u l s i ó n fuera del v e h í c u l o En general la mayor parte de las fracturas se inmovilizan en la
de un o c u p a n t e , resultan e s p e c i a l m e n t e mortales. Con frecuen- posición que se han encontrado. Las excepciones serian las fraetu-
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 321

CUADRO 12-1 Fracturas pélvicas

Compresión lateral, Compresión anterior-posterior Cizallamiento vertical,


frecuencia 60%-70% (libro abierto), frecuencia 15%-20% frecuencia 5%-15%

Las fracturas de la pelvis pueden ser menores y relativamente Fracturas del anillo pelviano. Las fracturas del anillo
insignificantes a graves lesiones complejas asociadas a una pelviano se clasifican típicamente en tres categorías. La
hemorragia interna y externa masiva. Las fracturas del anillo hemorragia con riesgo vital es más frecuente en las fracturas
pelviano se asocian a una mortalidad global de un 6%, mientras por cizallamiento vertical, aunque se puede producir en todos
que la mortalidad de las fracturas abiertas puede superar el 50%. los tipos. El profesional prehospitalario puede palpar
La pérdida de sangre es la principal c a u s a de muerte en los crepitantes y observar inestabilidad ósea en todos estos tipos
pacientes con fracturas de pelvis y las demás se deben a de fracturas del anillo,
traumatismo craneoencefálico (TCE) o fracaso multíorgáníco. 1. Fracturas por compresión lateral que son ta mayoría de
Como la pelvis es un hueso duro y resulta difícil fracturarlo, los las fracturas del anillo pelviano. Pueden producirse
pacientes con fracturas de este hueso suelen tener lesiones cuando se aplican fuerzas en tas superficies laterales
asociadas, como TCE (51%), fracturas de huesos ¡argos (48%), de la pelvis (p, ej„ golpe a un peatón de un vehículo).
lesiones torácicas (20%), rotura de uretra en varones (15%|, El volumen de la pelvis se reduce en estas fracturas,
traumatismo esplénico (10%) y traumatismo renal o hepático 2. Fracturas por compresión anterior-posterior que suponen
(7% cada unol, aproximadamente un 15% de todas las fracturas del anillo
pelviano. Se producen cuando las fuerzas se aplican en
TIPOS DE FRACTURAS PÉLVICAS dirección anteroposterior(p. ej., persona atrapada entre
• Fracturas de ramas. Las fracturas aisladas de la rama un vehículo y una pared). Se llaman también fracturas en
superior o inferior suelen ser menores y no se necesita en «libro abierto» porque la sínfisis se suele separar y eí
general su estabilización quirúrgica. Los individuos que se volumen de la pelvis aumenta mucho.
caen con tuerza sobre el periné pueden romperse las cuatro 3. Fracturas por cizallamiento vertical que son la menor
ramas (lesiones en «silla de montar»). Estas fracturas no se proporción de fracturas del anillo pelviano, pero se
asocian a una hemorragia interna significativa. asocian a la máxima mortalidad. Se producen cuando
• Fracturas acetabulares. Estas fracturas se producen cuando se aplica una fuerza vertical sobre una hemipelvis (p. ej„
la cabeza del fémur es empujada dentro del acetábulo de la caída desde una altura, aterrizando con una pierna antes
pelvis. En general es necesaria la cirugía para optimizar la que la otra). Como una mitad de la pelvis es separada de
función normal de la cadera. Estas lesiones se pueden la otra, los vasos se suelen desgarrar y aparecen graves
a s o c i a r a una hemorragia interna importante. hemorragias internas.

ras en pacientes con extremidades sin pulsos y pacientes con trau- percibe resistencia al movimiento. Recuperar la posición normal de
matismos de las extremidades que 110 pueden ser trasladados por la extremidad facilitará la inmovilización y mejorará la circulación.
la extraña posición del miembro. En estos casos el profesional pre- Otros cuatro puntos que se deben recordar al aplicar cual-
hospitalario puede tratar de enderezar con suavidad la extremidad, quier tipo de inmovilización son los siguientes:
volviéndola a su posición anatómica normal. Si tras uno o dos in-
tentos no se consigue recuperar la circulación, los posibles inten- 1, Usar férulas rígidas almohadilladas para inmovilizar
tos adicionales no tendrán éxito. Se debería dejar de intentar ende- la extremidad ya que mejora la comodidad del paciente y
rezar el miembro si el paciente refiere dolor importante o si se previene las úlceras de decúbito.
322 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

CUADRO 12-2 Tipos de férulas

A. Férula rígida. B. Férula deformable. C. Férula de tracción.


(A, tomado de McSwain NE, Paturas J: The Basic EMT: comprehensivo prohospital patient Care, ed 2, St Louis, 2001, Mosby; B y C, tomado de Sanders MJ:
Mosby's paramedic textbook, ed 3, St Louis, 2006, Mosby).

Existen diferentes férulas y materiales para férulas, como: extremidad lesionada (véase figura B}. Son ejemplos de este
tipo las férulas de vacío, almohadas, mantas, férulas de
• Férulas rígidas cuya forma es invariable (véase figura A|. cartón, férulas en escalera de alambres y las férulas
Requieren que la parte del cuerpo inmovilizada se adapte a la metálicas moldeables cubiertas de gomaespuma. Estas
forma de la férula. Son ejemplos de este tipo las férulas de férulas son las preferidas para las lesiones de tobillo,
tabla (madera, plástico o metal) y las «férulas neumáticas» muñeca o huesos largos.
hinchabies. Las férulas de tipo tabla larga también • Férulas tte tracción que están diseñadas para mantener una
pertenecen a este grupo. tracción mecánica en eje para ayudar a reducir las fracturas
• Férulas moldeables que pueden moldearse en diferentes (véase figura C). Las férulas de tracción se emplean cor más
formas y combinaciones para adaptarse a la forma de la frecuencia para estabilizar las fracturas de fémur.

2. Quitar las joyas y relojes de forma que estos objetos no 3. Valorar la función neurovascular distal al lugar de la lesión
impidan la circulación cuando aparezca más edema. La antes y después de la inmovilización y de forma periódica
retirada de los anillos que vengan justos al paciente se después. Una extremidad sin pulso sugiere una lesión
facilita lubricándolos con una loción o gelatina lubricante. vascular o un síndrome compartimental y entonces el
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 323

traslado a un centro a d e c u a d o de forma rápida se c o n v i e r t e tremidades inferíoTes deberían estar en a d u c c i ó n y r o t a c i ó n in-


en una prioridad todavía mayor, terna y asegurarse en esta p o s i c i ó n . Varios f a b r i c a n t e s c o m e r -
4. Tras inmovilizar, plantearse la elevación de la extremidad, cializan «soportes para la pelvis» para estabilizar d e t e r m i n a d o s
si es posible, para reducir el grado de edema y la tipos de fracturas de la pelvis. Todavía no se han p u b l i c a d o prue-
pulsación. Se pueden a p l i c a r c o m p r e s a s frías o h i e l o para bas c o n c l u y e n t e s a favor del uso y el coste de estos d i s p o s i t i v o s
reducir el dolor y el e d e m a y se p u e d e n c o l o c a r en la para el traslado de l o s p a c i e n t e s con s o s p e c h a de fracturas de la
extremidad inmovilizada, cerca del lugar de la fractura pelvis desde el lugar al centro de atención al trauma o el hospi-
posible. tal (cuadro 12-3).
U n a p r e o c u p a c i ó n r e l a c i o n a d a es que los p a c i e n t e s con frac-
Fracturas de fémur. Las fracturas de f é m u r representan una si- turas de pelvis c l a r a m e n t e inestables pueden ser difíciles de m o -
tuación ú n i c a para la i n m o v i l i z a c i ó n dada la m u s c u l a t u r a del vilizar, porque i n c l u s o m o v i l i z a r l o s con un p r o c e d i m i e n t o en
muslo. A d e m á s de ser un s o p o r t e estructural clavo para la ex- bloque modificado p u e d e desplazar los fragmentos óseos y cau-
tremidad inferior, el fémur también aporta resistencia a l o s po- sar más sangrado. La m e j o r forma de mover al p a c i e n t e con una
tentes m ú s c u l o s del m u s l o , m a n t e n i e n d o su longitud. C u a n d o el fractura inestable a la p a l p a c i ó n p u e d e ser una c a m i l l a telesco-
fémur se fractura en el tercio medio de su diáfisis, esta resisten- pada. Si no se cuenta con una, el enfermo se debería girar usan-
cia a la c o n t r a c c i ó n se pierde. C u a n d o se c o n t r a e n l o s m ú s c u - do una t é c n i c a en b l o q u e modificada pero sólo lo s u f i c i e n t e pa-
los, los extremos óseos afilados desgarran el t e j i d o m u s c u l a r y ra p o d e r meter una tabla larga debajo del enfermo. Esta a c c i ó n se
o c a s i o n a n hemorragia interna y dolor, a d e m á s de p r e d i s p o n e r debe realizar de forma expeditiva.
al paciente a la fractura abierta. C u a n d o no existen lesiones con
riesgo para la vida, se d e b e r í a a p l i c a r una férula con tracción Luxaciones
para estabilizar una fractura posible en el tercio medio de la diá- Las a r t i c u l a c i o n e s se m a n t i e n e n juntos gracias a los l i g a m e n t o s .
fisis femoral. La aplicación de tracción tanto manualmente c o m o Los huesos se unen a los m ú s c u l o s mediante los tendones. El mo-
con un dispositivo m e c á n i c o , ayudará a r e d u c i r la hemorragia vimiento de una extremidad se debe a la c o n t r a c c i ó n m u s c u l a r
interna y también el dolor. Un estudio sobre el liso prehospita- (acortamiento). Esta r e d u c c i ó n de la longitud m u s c u l a r tira de
lario de la tracción demostró que casi un 4 0 % de los p a c i e n t e s los tendones unidos al hueso y mueve la extremidad en la articu-
presentaban lesiones que c o m p l i c a b a n o c o n t r a i n d i c a b a n el u s o lación. Una luxación es una separación de los dos h u e s o s en la
de 1111a férula con t r a c c i ó n ' . Entre estas c o n t r a i n d i c a c i o n e s se articulación por una rotura importante de los ligamentos que nor-
pueden citar; m a l m e n t e aportan.la estabilidad de la a r t i c u l a c i ó n (figuras 12-6
y 12-7). Una l u x a c i ó n , igual q u e una fractura, genera una z o n a
• S o s p e c h a de fractura p é l v i c a . de inestabilidad q u e el profesional prehospitalario deberá ase-
• S o s p e c h a de fractura del c u e l l o femoral (cadera), gurar. Puede ser difícil distinguir la l u x a c i ó n de una fractura, a
• Avulsión o amputación del tobillo y el pie. las que también se p u e d e asociar (luxación-fractura). Los pacien-
• S o s p e c h a de fracturas a d y a c e n t e s a la rodilla (se p u e d e tes con antecedentes de l u x a c i o n e s tienen l i g a m e n t o s más laxos
emplear una férula con tracción c o m o férula rígida en estos V muestran una mayor t e n d e n c i a a sufrir l u x a c i o n e s f r e c u e n t e s ,
casos, pero no aplicar t r a c c i ó n ) . s a l v o que se corrija q u i r ú r g i c a m e n t e el problema. A d i f e r e n c i a
de los enfermos que sufren la primera l u x a c i ó n , estos e n f e r m o s
Cuando las fracturas del tercio medio de la diáfisis femoral suelen c o n o c e r bien la lesión y pueden ayudar a valorarla y es-
afectan a un p a c i e n t e c o n otras l e s i o n e s q u e c o m p r o m e t e n su tabilizarla.
vida, no se debería perder t i e m p o en c o l o c a r una férula con trac-
ción, En vez de hacer esto, se debería centrar ta a t e n c i ó n en los
problemas c r í t i c o s y e s t a b i l i z a r las p o s i b l e s fracturas de la ex-
tremidad inferior c u a n d o se i n m o v i l i c e al paciente en una labia
larga. SI se utilizan por un shock d e s c o m p e n s a d o clase lll o IV,
los pantalones n e u m á t i c o s antishock (PNAS) pueden estabilizar
una fractura de fémur.

Fracturas de la pelvis. Las f r a c t u r a s graves de la p e l v i s p l a n -


tean dos retos a los profesionales prehospitalarios, La principal
p r e o c u p a c i ó n es la hemorragia interna, que p u e d e ser m u y difí-
cil de tratar. Algunos datos sugieren que los P N A S pueden resul-
tar útiles porque c o m p r i m e n la pelvis y p o s i b l e m e n t e taponan la
hemorragia interna 2 - 3 . S ó l o se deberían a p l i c a r e insuflar en pa-
cientes con sospecha de fractura pélvica q u e tienen una hemorra-
FIGURA 1 2 - 6 Una luxación es una separación de un h u e s o de
gia d e s c o m p e n s a d a (clase III o IV), Si no se d i s p o n e de P N A S , una articulación.
se debería plantear anudar una sábana alrededor de la parte in- {Tomado de McSwain NE Jr, Paturas. JL: The basto EMT: comprehensive
ferior de la pierna y sujetarla a m o d o de c i n c h a firme. Las ex- prehcspital patíent cate, ed 2, St Louis, 2001. Mostiy.)
324 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

CUADRO 12-3 Soportes pélvicos

Como se ha comentado en el texto, al menos se exploración clínica. Además, no todas las fracturas de
comercializan tres soportes pélvicos: Peivic Binder (Pelvic la pelvis se benefician de la compresión. Aunque esta
Bínder, Dallas); Sam Swing (Sam Products, Newport, Ore); medida puede resultar beneficiosa en las fracturas por
y TPOO [BioCybernetics International, LaVerne, Calif). compresión AP, las producidas por compresión lateral
pueden tener ya una reducción del volumen pelviano.
FUNDAMENTOS
2. Existen datos limitados sobre la eficacia. Sólo se han
Algunas fracturas del anillo pelviano se asocian a un
publicados unas pocas series de c a s o s retrospectivas
incremento del volumen de la pelvis (p. ej., las fracturas por
sobre pacientes acerca del uso intrahospitalarío de
compresión anteroposterior CAP]), lo que permite gran
soportes pélvicos. Aunque algunos trabajos demuestran
volumen de hemorragia hacia un tercer espacio. Como
una reducción significativa del volumen de la pelvis,
el volumen está aumentado, existe menos tejido alrededor de
pocos han analizado las necesidades transfusionales y
la pelvis para taponar la hemorragia. Antes del desarrollo
de estos soportes pélvicos, los pacientes con estas lesiones e ninguno ha demostrado una menor mortalidad en tos
inestabilidad hemodinámica (shock) deberían realizarse una pacientes tratados con este dispositivo.
fijación externa de la pelvis para reducir el volumen pelviano 3. No se ha publicado ningún estudio de investigación
y aumentar las probabilidades de taponar la hemorragia. sobre el uso de soportes pélvicos en el entorno
Aunque la fijación externa parecía reducir las necesidades de prehospitalario, de forma que no existen datos que
sangre, existen mínimos datos publicados que indiquen que !a demuestren un mejor pronóstico,
fijación externa reduce la mortalidad de estas fracturas. 4. Este dispositivo de un solo uso tiene un coste importante.

PROBLEMAS USO POSIBLE


Existen varios problemas posibles por el uso de soportes Un uso del soporte pélvico que se puede planteara nivel
para la pelvis en el entorno prehospitalario: prehospitalario es el traslado entre centro de un paciente con
una fractura por compresión AP confirmada en una radiografía
1. Las fracturas pélvicas son difíciles de diagnosticar sin y con un shock de clase II, III o IV asociado. En estos enfermos
radiografías. Ningún dato publicado demuestra que el se podría aplicar el dispositivo antes del traslado, sobretodo
personal prehospitalario sea capaz de diagnosticar de cuando el shock está descompensado. La decisión de emplear
forma fiable una fractura de pelvis en función de la el dispositivo se debe adoptar junto con el control médico.

Tratamiento. En general, las posibles luxaciones se deben in-


movilizar en la posición en que se encuentran. Se puede rea-
lizar una suave manipulación de la articulación para tratar de
recuperar el flujo sanguíneo cuando los pulsos sean débiles o
falten por completo. Cuando el traslado al hospital sea corto, la
mejor decisión puede ser empezarlo en lugar de intentar una
manipulación. La manipulación aumenta el dolor de) pacien-
te y se debería preparar al enfermo antes de tratar de mover la
extremidad. Se debería utilizar una férula para inmovilizar
la lesión. Documentar cómo se encontró la lesión y si existían
pulsos, movimiento, sensibilidad y color antes y después de
la inmovilización tiene gran importancia. Durante el traslado
se pueden emplear compresas frías o bolsas de hielo para redu-
cir el dolor y el edema. Se debe aportar analgesia para reducir
el dolor.
La National Association of EMS Physitians (NAEMSP) re-
comienda reducir las luxaciones cuando el traslado sea prolon-
gado 4 . La base es que resulta más difícil reducir las articulacio-
nes cuando estas se dejan en una posición luxada durante un
periodo de tiempo prolongado; por eso, el profesional prehos-
pitalario puede tratar de reducirlas sobre el terreno. Antes de tra-
FIGURA 12-7 Luxación anterior de la rodilla derecha con
solapamiento entre la tibia y el fémur tar dicha maniobra de reducción, eí profesional debe tener la for-
(Tomado de Ferrera PC. Coluccielfo SA, Marx JA, et al: Trauma management mación adecuada en las técnicas apropiadas. Los intentos de
an emergency medicine approach, Si Louis, 2001, Mosby.) reducción sólo se deben realizar cuando los protocolos escritos
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 325

o el control médico en línea lo autoricen. Las intervenciones se la intensidad de las molestias. Se debe observar al paciente para
deben registrar de forma adecuada. detectar signos de consumo de alcohol o drogas si no parece te-
ner mucho dolor a pesar de tener lesiones importantes.
Los analgésicos se deben emplear con j u i c i o y según tole-
rancia del paciente. No se deberían administrar analgésicos cuan-

Consideraciones do: 1) el paciente presenta o desarrolla signos y síntomas de


shock 2) el dolor se alivia de forma importante tras la estabili-

especiales zación e inmovilización, o 3) sí el paciente parece estar bajo la


influencia del alcohol o las drogas. No se deberían administrar
medicamentos sin c o n o c e r l a s posibles complicaciones.
Paciente traumático con afectación
El tratamiento del dolor en pacientes traumáticos incluye tan-
multisistémica en estado crítico to el dolor físico c o m o la ansiedad generada por el dolor y la si-
El cumplimiento de las prioridades de valoración primaria en pa- tuación en la cual se encuentran los enfermos. Los analgésicos
cientes con traumatismos inultisislérnicos qne tengan afectación sirven para tratar el dolor y los sedantes cubren la ansiedad. Las
de las extremidades no obliga a ignorar las lesiones de los miem- benzodiacepinas, como diacepam, midazolam, loracepam y rd-
bros o a no proteger estas lesiones para evitar mayores daños. Lo prazolam, son los mejor conocidos y añaden el efecto beneficio-
qtto en realidad implican estos protocolos es que cuando se tie- so de la amnesia anterógrada. Los pacientes no suelen recordar
ne que tratar a un paciente en situación crítica por lesiones trau- los detalles de lo que ha sucedido tras la administración de es-
máticas que tiene lesiones en las extremidades que no sangre, la tos compuestos. Se debe emplear un cuidado extremo cuando
vida es más importante que el miembro. El objetivo debería ser se administran dosis simulláneas de una benzodiacepina y un
mantener las funciones vitales mediante la reanimación y sólo se uarcótico.
deben adoptar medidas limitadas para atender las lesiones de las El dolor i n t e n s o se suele tratar con narcóticos (opiáceos).
extremidades, por muy espectaculares que puedan ser, Si se inmo- Morfina, fentanilo. meperidina. butorfanol y nalhuflna son nar-
viliza bien al paciente en una tabla larga, todas las extremidades cóticos muy utilizados. La principal preocupación derivada del
quedarán inmovilizadas rd posición anatómica. No es preciso uso de narcóticos es la depresión respiratoria e incluso la ap-
completar la valuración secundaria sí las lesiones que ponen en nea. Otro efecto adverso p r e o c u p a n t e de los n a r c ó t i c o s es la
riesgo la vida identificadas en la valoración primaria necesitan una vasodilatación, algo que resulta especialmente peligroso en pa-
intervención permanente y el tiempo de traslado es corto. Si se cientes traumáticos porque en los que sufren un shock compen-
retrasa la valoración secundaria por este mutivo, el profesional pre- sado (clase II) la hipovolemia se puede « d e s e n m a s c a r a r » por
hospitalario se puede limitar a documentar los hallazgos que im- el narcótico y a p a r e c e r é una grave h i p o t e n s i ó n . En los enfer-
pidieron la realización de esta valoración secundaria. mos con un shock en apariencia compensado se debería emple-
ar la m e n o r dosis posible por vía intravenosa (IV) y ajustaría
lentamente al alza hasta notar alivio satisfactorio del dolor. Los
Control del dolor narcóticos se deben administrar por vía IV en pacientes trau-
La NAEMSP recomienda plantearse la analgesia en todos los pa- matizados porque las dosis i n t r a m u s c u l a r e s (IM) se pueden
cientes con traumatismos aislados de las extremidades y fractu- absorber de forma errática si existe una h i p o p e r f u s i ó n . Otras
ra de cadera 5 . Primero se deben probar intervenciones básicas posibles reacciones adversas de todos los narcóticos son náu-
(p, ej., inmovilización, bolsas de hielo, elevación), además de seas y vómitos, vértigo, sedación y euforia. Por esto motivo se
manlener una buena comunicación con el enfermo para reducir debería utilizar con c u i d a d o este tipo de c o m p u e s t o s en pa-
su ansiedad. Se debe disponer de un protocolo sobre analgesia c i e n t e s con un traumatismo craneal porque puede agravar la
con indicaciones y contraindicaciones claras. Ejemplos de inter- hipertensión intracraneal. Los datos sugieren q u e ¡os efectos
venciones farmacológicas aceptables son el uso de sulfato de analgésicos y adversos de morfina y fentanilo resultan compa-
morfina, fentanilo, meperidina. hidromorfona, óxido nitroso y rables 7 .
ant i inflamatorios no esteroideos. Se debe monitorizar al pacien-
te y conseguir la documentación adecuada antes y después de Morfina
administrar el analgésico. La monitorización debe incluir una Morfina se puede aplicar en pacientes con dolor moderado a in-
pulsioximetría continua y la determinación seriada de los signos tenso. La dosis se debe ajustaren función de la respuesta del en-
vitales, incluido el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión fermo al dolor y el estado fisiológico. Puede administrarse por
arterial. La capnografía continua puede aportar signos de alerta vías IV, IM o subcutánea (SC). La dosis adulta IV suele ser un
precoces de una sobremedicación del enfermo («narcotizado»)®1. bolo de 2,5-5 mg, al tiempo que se roonitoriza el alivio del pa-
Se recomiendan analgésicos para las lesiones aisladas de ar- ciente y las complicaciones. En las administraciones IM o sub-
ticulaciones y miembro, pero no se defiende su uso en general cutánea la dosis adulta es 10 tng/70 kg de peso corporal.
en pacientes con traumatismos multisistómicos, Tras estabili-
zar e inmovilizar la fractura o luxación, el paciente debe notar Fentanilo
un gran alivio del dolor. La estabilización de la extremidad afec- F e n t a n i l o tiene propiedades que lo hacen atractivo para el uso
tada reduce el grado de movimiento de la zona, lo que reduce prehospitalario en pacientes traumatológicos. Su acción se
326 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

produce c o a rapidez y rio aumente la liberación de histamina


[como lo hace morfina), algo que puede agravar ¡a hipotensión
en pacientes b i p o v o l é m i c o s . Igual q u e con todos los narcóti-
cos, la dosis se debería ajnstar según el alivio del paciente y
el estado fisiológico general. La dosis típica para adultos son
5 0 - 1 0 0 pg; 1-2 pg/kges la dosis típica en niños. Los e f e c t o s
adversos se parecen a los de morfina, pero entre las contrain-
d i c a c i o n e s e s p e c í f i c a s se i n c l u y e n la alergia a f e n t a n i l o , los
traumatismos c r a n e o e n c e f á l i c o s [TCE) con posible hiperten-
sión intracraneal (HiC), la depresión respiratoria y la pérdida
de control de la vía aérea.

Meperidina
Meperidina se usa típicamente en el dolor leve a grave crónica. FIGURA 12-8 Amputación casi completa de la pierna Izquierda
tras quedar atrapada en una máquina, El material negro
La dosis habitual son 5 0 - 1 5 0 rag 1M o SC y se debe ajustar se-
corresponde a una fibra producida por la máquina y que ha
gún la respuesta del paciente y la situación fisiológica general, quedado prendida alrededor de la pierna.
Meperidina induce una depresión dependiente de la dosis del
gasto cardíaco, sohre todo cuando las dosis superan 5 mg/kg.
Conforme el hígado la degrada, meperidina se convierte en me- ción completa de la extremidad, el paciente puede recuperar una
tabolitos que pueden inducir alucinaciones y convulsiones. La función parcial. Se debe proceder a la evaluación primaria an-
administración prebospitalaria típica de una dosis única no sue- tes de buscar la extremidad que falta. El aspecto de una ampu-
le producir estos efectos. Se debería administrar con c u i d a d o tación puede residtar terrible, pero si el paciente no respira, la
este compuesto en pacientes que reciben otros depresores del sis- pérdida del miembro será secundaria.
tema nervioso central (SNC) o alcohol. Igual que los demás opiá- Las amputaciones suelen resultar muy dolorosas. El trata-
ceos, meperidina puede causar depresión respiratoria. Las do- míenlo del dolor se debe realizar en cuanto la evaluación pri-
sis en ancianos son 1-2 mg/kg !M. IV o SC. Cuando se administra maria descarta lesiones con riesgo vital. En algunos casos el pa-
por vía IV, se debería diluir y administrar lentamente. Una admi- cienle puede referir dolor distal a la amputación. El dolor del
nistración rápida aumenta el riesgo de efectos secundarios. Los miembro fantasma es una sensación de dolor en la extremidad
enfermos con aleteo auricular o taquicardia supraventricular de- ausente; la razón no se comprende del todo, pero el encéfalo pue-
berían recibir este fármaco con cuidado. Meperidina está con- de no darse cuenta de la falta de la extremidad. Este síntoma no
traindicada en pacientes con alergia a este compuesto o en los suele aparecer durante la lesión inicial.
que han recibido inhibidores de rnonoamínoxidasa [IMAÜ) en Los principios de tratamiento de una parte amputada inclu-
las 2 semanas previas. yen los siguientes":

1. Limpiar la región amputada aclarándola con suavidad en


Amputaciones lactato de Ringer (LR),
Cuando se produce una separación total del tejido de una extre- 2. Rodear la parte amputada en una compresa estéril
midad, este queda sin nutrición ni oxigenación. Este tipo de le- humedecida en LR y colocarla en una bolsa de plástico o
sión se denomina amputación o arrancamiento. La amputación un contenedor,
es la pérdida de todo un miembro o de una parte del mismo, 3. Tras marcar la bolsa o contenedor, introducirlo en un
mientras que el arrancamiento [o avulsión) implica el desgarro contenedor externo lleno de hielo picado.
de los tejidos blandos, lnicialmente la hemorragia puede ser in- 4. No congelar la parte del cuerpo aplicándole directamente
tensa en estas dos lesiones, pero los vasos de la región se pue- hielo o añadiendo otra sustancia para enfriarla, como hielo
den constreñir v la coagulación contribuye a reducir la pérdida seco.
de sangre. El movimiento puede romper el coágulo de sangre y 5. Transportar la parte amputada junto con el paciente hasta
reaparecerá la hemorragia. Las amputaciones parciales se pue- el centro más próximo apropiado.
den asociar a una hemorragia significativa.
Las amputaciones suelen resultar evidentes sobre el terreno Cuanto más tiempo permanezca sin oxígeno la parte ampu-
(figura 12-8). Este tipo de lesiones llaman mucho la atención de tada, menor posibilidades de que se pueda reimplantar con éxi-
los transeúntes y el paciente puede ser consciente o no de la fal- to. Enfriar la zona amputada sin congelarla reduce el metabo-
ta de la extremidad. Desde un punto de visto psicológico el pro- lismo y prolonga este tiempo crítico. S i n embargo, no hay
fesional prehospitalario deberá tratar estas lesiones con precau- garantía de poder reimplantarlo. Como las prótesis de la extre-
ción. Puede que el paciente no esté preparado para afrontar la midad inferior suelen permitir a los pacientes recuperar una vi-
pérdida de un miembro y se la debería informar tras la valora- da casi normal, no se suele plantear reim plantarlas, Además, só-
ción y tratamiento. Se debe localizar el miembro amputado por lo los miembros amputados de forma limpia en individuos sanos,
si se puede reimplantar. Aunque no sea posible recuperar la fun- jóvenes y no fumadores se suelen valorar para reimplantación.
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 327

Los enfermos candidatos para re implantarles los dedos de la ma- de este síndrome son el dolor y las parestesias. El dolor se sue-
no o un antebrazo se deberían trasladar a un centro de atención le describir como desproporcionado para las lesiones. Este dolor
al trauma de nivel 1 porque los centros de nivel II y III no tienen se puede agravar de forma espectacular cuando se realizan movi-
obligación de contar con especialistas capaces de reparar pe- mientos pasivos de un dedo del pie o la mano de la extremidad
queños vasos (cirugía microvascular). correspondiente. Los nervios resultan extremadamente sensibles
El ü'aslado del paciente no se debería retrasar para localizar a la irrigación, y cualquier afectación del riego se manifiesta con
la parte amputada. Si no se encuentra con facilidad, los profesio- rapidez como parestesias. Como estos síntomas se suelen aso-
nales de la ley u otros profesionales de primera respuesta se ciar a las fracturas, es importante realizar exploraciones circu-
deberían quedar en el lugar para buscarla. Cuando se esté trans- latorias, motoras y sensitiva básales y repetirlas de forma regu-
portando la parte amputada en otro vehículo distinto del pacien- lar para que los profesionales prehospi tal arios puedan detectar
te, el profesional prehospi tala rio debe asegurarse de que los los cambios.
responsables de trasladar la parte amputada han comprendido Los otros tres signos, ausencia de pulso, palidez y parálisis,
con claridad donde se está llevando al enfermo y cómo se debe son tardíos e indican un claro síndrome compartimental y ries-
manipular la parte tras localizarla. El centro receptor debe ser go ele muerte muscular en el miembro (necrosis). Los comparti-
avisado nada más encontrarla y el transporte de la zona ampu- mentos pueden aparecer muy tensos y firmes a la palpación, aun-
tada debe ser lo más rápido posible. que resulta difícil valorar la presión dentro de los mismos con
En raras ocasiones el paciente sufre el atrapamiento de una la mera exploración física, En el hospital se pueden medir las
extremidad, de forma que Ja amputación sobre el terreno es la presiones dentro de los compartimentos de las extremidades
única opción razonable. En general, m o c h a s extremi dadas atra- cuando se sospecha un síndrome compartimental.
padas se pueden liberar con c o n o c i m i e n t o s adicionales en ex- Este s í n d r o m e sólo se puede tratar de forma definitiva en
tracción. Si el paciente tiene un atrapamiento de la extremidad el huspital. S o b r e el terreno s ó l o se pueden a p l i c a r m e d i d a s
dentro de la máquina, un experto que con frecuencia pasa desa- b á s i c a s . Elevar el m i e m b r o afectado puede reducir el e d e m a
percibido será el técnico de mantenimiento que repara la máqui- y el riesgo de desarrollo de este s í n d r o m e c o m p a r t i m e n t a l .
na. Esta persona suele contar con los c o n o c i m i e n t o s t é c n i c o s Cualquier férula • vendaje demasiado apretados se debe reti-
para quitar con rapidez partes de la máquina y facilitar la ex- rar y volver a valorar la perfusión distal. Como el s í n d r o m e
tracción. Si es necesaria la amputación, se debería realizar por compartimental se puede desarrollar durante un t r a s l a d o s lar-
un cirujano si es posible. Puede ser necesaria una sedación im- ga d i s t a n c i a , las e x p l o r a c i o n e s repetidas s o n fundamentales
portante antes de la intervención. para r e c o n o c e r l o con rapidez. En el hospital el t r a t a m i e n t o
de este s í n d r o m e es la intervención quirúrgica (fasciotomia)
c o n una i n c i s i ó n a través de la piel de los c o m p a r t i m e n t o s
Síndrome compartimental afectados.
El s í n d r o m e c o m p a r t i m e n t a l es un trastorno que amenaza al
miembro en el cual se produce un c o m p r o m i s o de la irrigación
de la extremidad por aumento de presión en ella. Los múscu- Síndrome de aplastamiento
los de las extremidades están rodeados por una cubierta de te- El síndrome de aplastamiento, denominado también rabdnmió-
jido c o n j u n t i v o denso llamada fascia, Esta fascia crea nume- lisis traumática, es una entidad clínica caracterizada por insu-
rosos compartimentos en las extremidades, dentro de los cuales ficiencia renal y muerte tras un traumatismo muscular grave. Es-
están c o n t e n i d o s los m ú s c u l o s . El antebrazo tiene tres com- te síndrome fue descrito por vez primera en soldados alemanes
partimentos y la pierna cuatro. La fascia muscular tiene una mí- rescatados de trincheras hundidas durante la Primera Guerra
nima capacidad de distenderse y cualquier fuerza que aumen- Mundial y de nuevo en la Segunda Guerra durante el bombardeo
te ja presión dentro de los c o m p a r t i m e n t o s puede generar un de Londres. En la Segunda Guerra Mundial la mortalidad de es-
síndrome compartimental. Las dos causas más frecuentes de es- te síndrome superaba el 9 0 % , Durante la Guerra de Corea, la mor-
te s í n d r o m e son la hemorragia tras una fractura o lesión vas- talidad fue del 8 4 % . pero tras la introducción de la hemodiáli-
cular y el edema en el tercer e s p a c i o que se forma cuando el sis se redujo a un 5 3 % , En la Guerra de Vietnam, la mortalidad
tejido muscular isquémico es reperfundido tras un periodo de fue aproximadamente del 5 0 % .
ausencia o reducción del flujo. Sin embargo, uua férula o yeso Sin erahargo, la importancia del síndrome de aplastamien-
aplicado con demasiada tensión pueden producir lambién un to no es sólo por interés histórico o militar. Aproximadamente
síndrome compartimental, Cuando la presión dentro del com- un 3 % - 2 0 % de las personas que sobreviven a un terremoto su-
partimento aumenta hasta superar la presión capilar (unos fren este tipo de lesiones y aproximadamente un 4 0 % de los que
30 rara Hg), el flujo capilar se altara. El tejido irrigado por es- sobreviven tras el hundimiento de un edificio t a m b i é n " " ' . En
tos vasos desarrolla entonces una isquemia. La presión puede 1 9 7 8 se produjo un terremoto cerca de Bejing, China, que cau-
seguir aumentando hasta llegar a comprometer el flujo arterial só lesiones a más de 3 5 0 . 0 0 0 personas y mató a 2 4 2 . 7 6 9 . Más
por compresión de las arterias. de 4 8 , 0 0 0 de estas muertes se debieron al síndrome de aplasta-
Los signos del s í n d r o m e compartimental se pueden recor- miento.
dar con las «cinco P»; pupa (dolor), parestesias, ausencia de pul- El síndrome de aplastamiento se produce porque la destruc-
sos, palidez y parálisis. Los dos primeros signos de aparición ción muscular libera la molécula llamada mioglobina. La mió-
328 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

globina es una proteína presenle en el músculo y responsable dos o más do las s i g u i e n t e s : 1) piel y m ú s c u l o ; 2) t e n d o n e s ;
de darle a la carne su típico color rojo. La función de la mioglo- 3) hueso; 4) vasos sanguíneos, y 5) nervios (figura 12-9). Los
bina en el tejido muscular es servir como lugar de depósito tn- m e c a n i s m o s frecuentes r e s p o n s a b l e s de este cuadro i n c l u y e n
tracelular de oxigeno. Cuando la m í o g l o b i n a se libera de las ios a c c i d e n t e s de m o t o c i c l e t a , la p r o y e c c i ó n tras u n a c o l i s i ó n
células musculares lesionadas, puede causar lesiones renales e de un v e h í c u l o de m o t o r [CVM] y el golpe a un peatón por un
insuficiencia renal aguda (IRA). automóvil. Cuando aparece este proceso, los pacientes pueden
Los pacientes con este síndrome se identifican por los si- estar en s i t u a c i ó n de shock por hemorragias e x t e r n a s u origi-
guientes datos: nadas en las l e s i o n e s a s o c i a d a s , que son f r e c u e n t e s por tra-
tarse de un m e c a n i s m o de m u c h a energía. La m a y o r parte de
• Atrapamiento prolongado, las extremidades catastróficas presentan fracturas abiertas gra-
• Lesiones traumáticas en la masa muscular. ves y p u e d e ser n e c e s a r i a u n a a m p u t a c i ó n en un 5 0 % - 7 5 %
• Circulación comprometida en la región afectada. de los casos. Es posible salvar el m i e m b r o en algunos casos, lo
que en general obliga a 6 - 8 i n t e r v e n c i o n e s , y el éxito depen-
Las lesiones musculares traumáticas condicionan la libera- derá de la e x p e r i e n c i a de los c i r u j a n o s ortopédicos y trauma-
ción no sólo de mioglobina, sino también de potasio. Cuando se tólogos.
consigue extraer a) paciente, el miembro afectado se reperfun- I n c l u s o en p r e s e n c i a de una extremidad catastrófica, el in-
de por sangre nueva, pero la sangre antigua con concentracio- terés se debe seguir centrando en la valoración primaria para
nes elevadas de mioglobina y potasio sale de la zona lesionada descartar o tratar p r o c e s o s con riesgo vital. El c o n t r o l de la
hacia el resto del cuerpo. El aumento de la concentración de po- hemorragia, q u e i n c l u y e el u s o de t o r n i q u e t e s , es n e c e s a r i o
tasio puede originar arritmias cardíacas con riesgo vital y la mio- en o c a s i o n e s . La e x t r e m i d a d catastrófica debe i n m o v i l i z a r s e ,
globina libre determina una orina de color té o coca-cola y pue- si lo permite el estado del paciente. Estos enfermos se tratan
de culminar en un fracaso renal. mejor en un centro de atención al trauma de nivel I con m u c h a
La clave para mejorar el pronóstico de estos p a c i e n t e s es experiencia.
una reanimación precoz y agresiva con líquidos. Es importan-
te que el profesional prehospitalario recuerde que mientras se
produce la extracción del paciente, se están a c u m u l a n d o toxi- Esguinces
nas en el miembro atrapado. Cuando se libera eí miembro atra- Un esguince es una lesión en la cual los ligamentos se distien-
pado, estas toxinas acumuladas pasan a la c i r c u l a c i ó n central, deu o rompen. Se deben a un giro súbito de la articulación más
como una embolada de veneno. Por eso, el éxito dependerá de allá de su arco de movilidad normal. Se caracterizan por un im-
reducir los efectos tóxicos de la mioglobina y el potasio acumu- portante dolor, edema y posiblemente aparición de un hemato-
lados antes de liberar el miembro. La reanimación se debe rea- ma. Desde fuera se parecen a las fracturas o luxaciones. La dis-
lizar antes de extraer al paciente 1 1 . Algunos autores han defen- tinción definitiva entre un esguince y una fractura sólo es posible
dido retrasar la e x t r a c c i ó n final hasta que se haya reanimado con una radiografía. En el entorno prehospitalario es razonable
bien al paciente 1 2 . Un retraso en la reanimación con líquidos se inmovilizar un posible esguince porque al final puede correspon-
asociará aun fracaso renal en un 5 0 % de los enfermos y un re- der a una fractura o luxación. Una compresa fría o una bolsa de
traso de 12 horas o superior produce fracaso renal casi en un hielo pueden aliviar el dolor, igual que el uso de analgésicos nar-
1 0 0 % de los casos. Un paciente reanimado de forma insuficien- cóticos.
te puede entrar en parada cardíaca mientras se le extrae 1 3 . La
reanimación con líquido se realiza con salino normal a una ve-
locidad hasta de 1 5 0 0 mi por hora. La solución de L R s e evita
porque contiene potasio.
Tras estabilizar la presión arterial y recuperar el volumen, se
debe atender a la profilaxis de la hiperpotasemia y los efectos tó-
xicos de la mioglobina sérica. La alcalinización de la orina con-
seguirá cierta protección renal. La adición de una ampolla (50 mEq)
de bicarbonato sódico y 10 g de manitoi a cada litro de líquido usa-
do durante la extracción puede ayudar a reducir la incidencia de
fracaso renal. Cuando el paciente ha sido liberado, ia velocidad
de aporte de líquido salino normal se puede reducir hasta 500 mi
a la hora, alternándolo con glucosado al 5% en agua (D5W1 y con
una ampolla de bicarbonato sódico por cada litro1*1.

Extremidad catastrófica FIGURA 12-9 Extremidad catastrófica por aplastamiento entre


dos vehículos. El paciente tiene fracturas, una sección de la
Una «extremidad catatrófica» es una lesión c o m p l e j a deriva- arteria y vena poplíteas y lesiones extensas de partes blandas.
da de la transmisión de m u c h a energía, que causa lesiones en Se ha colocado un fijador externo.
CAPÍTULO 12 Traumatismo

Valoración primarla

¿Ha identificado los trastornos


con riesgo vital?

r

1
No

I
Iniciar intervenciones
apropiadas1

¿Sospecha de fractura/luxación ¿Sospecha de fractura/luxación


de extremidades? de extremidades?

1 1
Sí No Sí No

¿Indicada inmovilización Evaluar la función


vertebral? 2 vasculonerviosa distal5

r

1
No
I
Inmovilizar convenientemente 6 ,
cubrir heridas
Fijar en una
I
tabla larga 3
Reevaluar función
I vasculonerviosa distal
Iniciar traslado
í
inmediato4
Reevaluar valoración
primaria
I
Iniciar traslado 7

'Control de la vía aérea, soporte ventilatorio, tratamiento del shock.

2 Véanse indicaciones en algoritmo de inmovilización vertebral (pág. 235).


3 Las lesiones de las extremidades se inmovilizan en posición anatómica mediante
fijación a una tabla larga.

4 Traslado al hospital apropiado más cercano (centro de atención al trauma si es posible);


evaluar función vasculonerviosa distal y aplicar férula de tracción (si sospecha
fractura de fémur) si la premura de tiempo lo permite.

5 Evaluar perfusión (pulso y relleno capilar) y ía función neurológica (sensitiva y motora)


distal a la sospecha de fractura o luxación,

6 Util ¡zar
una técnica de Inmovilización apropiada para inmovilizar la región
con sospecha de fractura o luxación; si se sospecha una fractura dlafisaria
femoral, aplicar una férula de tracción,

7 Traslado al hospital apropiado más próximo.


330 SOPORTE VITAL BASICO Y AVANZADO EN EL TRAUMA PREHOSPITALARIO

o £
Cuando los miembros tengan un compromiso del riego, deberá
El tratamiento general de una posible lesión de las tratar de recuperar la posición anatómica normal para tratar de
extremidades incluye los siguientes pasos: mejorar el flujo de sangre. De la misma forma las luxaciones con
1. Completar y tratar cualquiera de las lesiones con riesgo alteraciones de la circulación distal deben ser reducidas sobre
vital identificadas en la evaluación primaria. el terreno. La perfusión distal, incluidos los pulsos, el color y
2. Detener cualquier hemorragia y tratar el shock, la temperatura, la función sensitiva y la función motora se deben
3. Evaluar la función neurovascular distal. valorar de forma seriada. Se deben palpar los compartimentos
4. Sostener la zona lesionada. para descartar el posible desarrollo de un síndrome compartí-
5. Inmovilizar la extremidad lesionada, incluida la mental.
articulación proximal y distal a la lesión. Se deben adoptar medidas orientadas a garantizar la como-
6. Reevaluar la extremidad lesionada tras la inmovilización didad del enfermo. Las férulas deberían ser cómodas y bien
para ver cambios en la función neurovascular distal. almohadilladas. Se deben explorar los miembros para descar-
7. Realizar tratamiento del dolor, según resulte adecuado. tar posibles puntos de presión dentro de la férula, que pudie-
ran ocasionar úlceras, sobre todo en una extremidad con alte-
ración de la perfusión. Se deberían administrar analgésicos
parenterales a intervalos regulares controlando la frecuencia
respiratoria, la presión arterial, la pulsioximetría y la capno-

Traslado prolongado grafía, si se cuenta con ella. Si se dispone de personal forma-


do para ello, se pueden realizar bloqueos nerviosos, que me-
Los pacientes con traumatismos en las extremidades suelen pre- joran de forma notable el b i e n e s t a r del enfermo, como el
sentar otras alteraciones asociadas. Las hemorragias internas bloqueo femoral en las fracturas del tercio medio de la diáfi-
persistentes pueden originarse en lesiones abdominales o torá- sis femoral.
cicas y el profesional prehospitalario deherá repetir varias ve- Las heridas contaminadas se deberían aclarar con salino
ces la evaluación primaria durante un traslado prolongado para normal para eliminar cualquier partícula visible (p. ej-, barro,
asegurarse de haber identificado y tratado todas las lesiones que hierba). Si el traslado va a durar más de 1 2 0 minutos, se pue-
ponen en riesgo la vida y de que no han aparecido otras. Se de- den administrar antibióticos a los pacientes con fracturas
ben medir los signos vitales de forma regular. Se administran so- abiertas. Una cefalosporina de primera generación, cefazolina,
luciones de cristaloides intravenosas a una velocidad adecua- resulta suficiente en fracturas abiertas menores, mientras que
da para mantener los signos vitales normales, salvo que se en lesiones abiertas más graves se debe elegir un antibiótico de
sospeche una hemorragia importante de origen pélvico, abdo- espectro más amplio, como cefoxitina. Si una parte del cuer-
minal o torácico. po ha resultado amputada, se debería comprobar de forma pe-
Durante los transportes largos, el profesional prehospitalario riódica que está fría sin congelarse ni macerarse por inmersión
deberá centrar su atención en la perfusión de la extremidad. en el agua.

RESUMEN
El tratamiento de los pacientes con un traumatismo en la extre- del paciente. El profesional de la asistencia no debe distraer
midad varia según la evaluación de la prioridad de las lesio- su atención de los problemas con riesgo vital por el aspecto lla-
nes en las extremidades en comparación con las restantes le- mativo de una lesión no crítica o por la solicitud de ayuda del
siones y trastornos del paciente. Ln los pacientes con un paciente,
traumatismo multisistémico. el profesional de la asistencia pre- Lós pacientes con lesiones aisladas no críticas representan
hospitalaria dirige su atención hacia la valoración primaria v otra categoría. La prioridad inicial es establecer que el pacien-
a la identificación y tratamiento de todas las lesiones con ries- te no presenta lesiones con riesgo vital. Sólo después de que
go vital, incluyendo la hemorragia interna o externa en las ex- el profesional de la asistencia prehospitaiaria haya evaluado
tremidades. Hay que colocar v fijar bien a estos pacientes sobre por completo a! paciente y haya comprobado que tan sólo pre-
una tabla larga en posición normal, anatómica en decúbito su- senta lesiones sin implicación sistémica, puede tratarlo de la
pino para estabilizar de forma eficiente todas las extremida- forma habitual. Cuando el mecanismo de lesión indica cambios
des lesionadas y poder concentrar la atención en satisfacer las cinéticos violentos súbitos, traumatismo multisistémico o trau-
necesidades críticas del paciente. El profesional de la asisten- matismo vertebral, el profesional de la asistencia debe antici-
cia no puede atender en muchas ocasiones las lesiones indivi- par problemas sistémicos y debe tener en cuenta la edad, el es-
duales que no provocan un riesgo vital en los pacientes poli- tado físico y los antecedentes médicos del paciente durante la
traumatizados hasta que se haya estabilizado el estado general evaluación.
CAPÍTULO 12 Traumatismo osteomuscuiar 331

RESOLUCION DEL CASO


Tras c o m p l e t a r la evaluación primaria, se d e b e centrar la aten- t a l e s s o n e s t a b l e s , la piel s u d o r o s a de la paciente n o s indica
ción en los posibles lugares de fractura. En e s t e c a s o existen q u e pueden a p a r e c e r p r o b l e m a s . Dada la posibilidad de q u e
tres: la cadera izquierda, el muslo izquierdo y el h ú m e r o dere- t e n g a fracturas en la cadera y el fémur, se deben s o s p e c h a r una
cho. La primera prioridad tras la valoración primaria y el tra- posible h e m o r r a g i a interna y s/iocírcon fuerza. El objetivo del
tamiento es reducir el movimiento de las fracturas y estabili- tratamiento debería s e r estabilizar t o d a s las fracturas y la co-
zar de forma manual la c o l u m n a cervical. La forma a d e c u a d a lumna y poner una vía IV durante el traslado al centro de aten-
de inmovilizar t o d a s las fracturas de un m o d o simultáneo es ción a! trauma. Es obligado monitorizarcon cuidado los signos
con una tabla larga. En este m o m e n t o , a u n q u e los s i g n o s vi- vitales p o r q u e puede producirse un shock. •

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