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CARRERA DE MEDICINA
Trabajo de Investigación
“TRASTORNOS NEUROMUSCULAR”
Asignatura: Histologia
EstudianteS:
Karina Ferreira B. Holanda Reg.: 64021
Ivânia Sarai Cruz Reg.: 64015
Alex Marcel Rodrigues de Moura Reg.: 63441
El gran avance que ha experimentado la medicina y las ciencias biológicas en los últimos
años con el desarrollo de la genética y las técnicas de biología molecular ha, sin duda,
contribuido de manera substancial al avance que hemos observado en el campo de la
neuropediatría, donde este aporte ha sido extenso y significativo en todos los ámbitos de esta
especialidad permitiendo acercarnos a la etiología y comprensión a nivel molecular de un
gran número de patologías que anteriormente permanecían agrupadas como síndromes sin
lograrse precisar su fisiopatología y por ende una aproximación terapéutica más certera. Esto
ha facilitado la puesta en marcha y desarrollo de tratamientos y nuevos fármacos para muchas
enfermedades y ha significado un impulso para el desarrollo de constantes y numerosos
trabajos de investigación básica y clínica que buscan encontrar respuestas terapéuticas más
oportunas. En particular en el campo de la patología neuromuscular este avance ha
significado desentrañar en gran medida la estructura molecular de la fibra muscular y nervio
periférico y un, cada vez, mayor número de proteínas, canales iónicos y moléculas que
interactúan entre sí y determinan frente alguna falla de éstas la aparición de un número
creciente de enfermedades del músculo, unión neuromuscular y nervio periférico.
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precozmente estas enfermedades y de iniciar las acciones necesarias para un diagnóstico y
manejo terapéutico oportunos (1).
DESARROLLO
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secuencia de nucleótidos que origina una producción deficitaria de una proteína, la distrofina.
En otros casos, como en la distrofia muscular miotónica, el defecto genético es una expansión
o repetición, en lugar de una deleción, en un codón (un conjunto de repeticiones de 3
nucleótidos consecutivos que codifica un único aminoácido) con muchas copias de un codón
determinado (en este caso también se asocia con una alteración del ARN mensajero). Algunas
enfermedades se heredan con carácter autosómico dominante y autosómico recesivo en
diferentes familias; estos genotipos mendelianos diferentes pueden deberse a diferentes
mutaciones genéticas en distintos cromosomas (miopatía nemalínica) o pueden ser resultado
de pequeñas diferencias del mismo gen en el mismo locus cromosómico (miotonía
congénita), y constituyen enfermedades diferentes a pesar de que compartan muchos rasgos
fenotípicos y hallazgos histopatológicos en la biopsia muscular. Entre las diferentes
miopatías mitocondriales clínicamente definidas, se reconocen deleciones específicas del
ADN mitocondrial y mutaciones puntuales del ARN de transferencia. Los patrones de
herencia y los loci cromosómicos y mitocondriales de las enfermedades neuromusculares
más frecuentes .en la infancia.
Las enfermedades neuromusculares afectan a individuos de todas las razas, con mayor
incidencia en algunas poblaciones debido a que la alta consanguinidad presente en algunas
comunidades aumenta la frecuencia de cuadros autosómicos recesivos.
Las estadísticas sobre incidencia de estas enfermedades varían en diferentes series, sin
embargo para los cuadros más frecuentes hay cifras estimadas de: 1:3500 recién nacidos
vivos hombres en distrofia muscular de Duchenne (DMD) y de 1: 6000 nacidos vivos en
atrofias musculares espinales (AME)(2).
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Enfermedades de la motoneurona y del nervio (neuropatías).
Miopatías o enfermedades primarias del músculo sin alteraciones estructurales en el
nervio periférico.
Trastornos de la unión neuromuscular.
Cada una de estas afecciones puede ser de causa hereditaria o adquirida, y dentro de estas
últimas, producidas por múltiples causas, destacan las de origen inmunológico, las de origen
infeccioso (vírico, bacteriano o parasitario), las de origen tóxico-medicamentoso y por último
las de origen endocrino-metabólico, dando lugar a la clasificación que se presenta en la, que
supone una aproximación básica a este tipo de enfermedades, ya que la clasificación de las
ENM va cambiando a medida que se conocen nuevos hallazgos sobre las causas de cada una
de ellas. En pocos años se ha pasado de una clasificación basada en los rasgos
histopatológicos y clínicos a otra en la que los rasgos moleculares son los que articulan la
organización de los diferentes grupos, siendo la clínica la que permite establecer subgrupos
dentro de un grupo con un trastorno genético común. Actualmente tiene interés la
clasificación basada en la biología molecular, lo que permite la creación de nuevos subtipos
dentro de un mismo conjunto de síntomas. Esto queda reflejado por ejemplo en la
clasificación de las principales miopatías hereditarias.
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diagnóstico diferencial. En las neuropatías y en las enfermedades de la neurona motora, los
reflejos de estiramiento muscular suelen estar abolidos, mientras que en las miopatías,
aunque hipoactivos, están conservados.
Las mialgias son indicadoras de la velocidad de instauración del proceso, más que de su
naturaleza; así, las enfermedades crónicas progresivas como la distrofia muscular y la atrofia
muscular espinal no son dolorosas, pero en la fase aguda de las miopatías inflamatorias o de
la denervación muscular hay mialgias y dolor a la palpación. Las contracturas musculares,
presentes al nacer o que se desarrollan más tarde en la evolución de una enfermedad, aparecen
tanto en los trastornos miopáticos como en los neuropáticos.
Los lactantes varones con debilidad muscular en la vida fetal tardía y en el período neonatal
pueden tener un fallo del descenso testicular.
Los testículos son impulsados hacia el escroto desde la pared abdominal anterior por un par
de cordones denominados gubernáculos, formados por músculo liso y estriado. Los
gubernáculos se encuentran debilitados en muchas enfermedades neuromusculares
congénitas, incluidas la atrofia muscular espinal, la distrofia muscular miotónica y muchas
miopatías congénitas.
El tórax de los lactantes con enfermedad neuromuscular tiene con frecuencia forma de
embudo, y las costillas son finas y radiolucentes
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debido a la debilidad muscular intercostal durante el crecimiento intrauterino. Este signo es
característico de la atrofia muscular espinal del lactante, pero también se observa en la
miopatía miotubular, la distrofia miotónica neonatal y otros trastornos. Debido a la escasa
masa muscular, el peso al nacer puede ser bajo para la edad gestacional.
Los síntomas clínicos más frecuentes en los lactantes y niños pequeños con enfermedades
neuromusculares son hipotonía generalizada y retraso del desarrollo motor. Estas
manifestaciones también pueden producirse por un trastorno neurológico, metabólico o
endocrinológico sistémico y en el síndrome de Down, o bien pueden ser síntomas
neuromusculares inespecíficos de malnutrición o una enfermedad sistémica crónica. En los
pacientes que ya presentan síntomas al nacer son frecuentes los antecedentes prenatales de
disminución de los movimientos fetales y el retraso del crecimiento intrauterino. Los
trastornos del desarrollo suelen ser de inicio lento y curso progresivo. En lactantes más
mayores y en niños, el diagnóstico diferencial de la parálisis flácida aguda es diferente (3).
Hallazgos de laboratorio
Enzimas séricas
Las fibras musculares dañadas o degeneradas liberan ciertas enzimas lisosómicas que pueden
determinarse en el suero. La más útil de estas enzimas es la creatina cinasa (CK), que se
encuentra sólo en tres órganos y puede separarse en sus correspondientes isoenzimas: MM
del músculo esquelético, MB del músculo cardíaco y BB del cerebro. La determinación de la
CK sérica no es una prueba universal para detectar las enfermedades neuromusculares, pues
muchos trastornos de la unidad motora no presentan una elevación de las enzimas. Sin
embargo, el nivel de CK está característicamente elevado en ciertas enfermedades, como la
distrofia muscular de Duchenne, y la magnitud de su incremento es característica en algunos
procesos.
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definitivo y no es necesario someter al niño a procedimientos más invasivos, como la biopsia
muscular. Otros marcadores moleculares sólo están disponibles para el tejido de biopsia
muscular.
Electromiografía
El diagnóstico no suele ser definitivo, pero pueden demostrarse ciertos procesos miopáticos
específicos, como la miotonía. Un EMG puede elevar de forma transitoria el nivel sérico de
CK.
El EMG combinado con la estimulación eléctrica repetitiva del nervio motor que inerva un
músculo para producir tetania es útil para demostrar la respuesta decreciente en la miastenia.
Para estos estudios se utilizan músculos pequeños, como el abductor del quinto dedo en la
eminencia hipotenar. Estudios adicionales especializados, como la EMG de fibra aislada,
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pueden aportar evidencia suplementaria en casos seleccionados, aunque sólo se realizan en
grandes centros de enfermedades neuromusculares.
Biopsia muscular
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El volumen de tejido obtenido por biopsia con aguja generalmente no es suficiente para
realizar todos los exámenes necesarios, incluyendo estudios bioquímicos complementarios,
como la determinación de enzimas de la cadena respiratoria mitocondrial, por lo que suele
ser más útil una pequeña y limpia biopsia a cielo abierto.
Los estudios histoquímicos de las preparaciones congeladas del músculo son obligatorios en
todas las biopsias musculares pediátricas porque muchas miopatías congénitas y metabólicas
no pueden diagnosticarse con las preparaciones en parafina utilizando las tinciones
histológicas convencionales. La inmunohistoquímica es un complemento útil en algunos
casos, como puede ser demostrar la ausencia de distrofina en la distrofia muscular de
Duchenne o la de merosina en la distrofia muscular congénita. Una porción de la pieza de
biopsia debería fijarse para un posible examen con microscopia electrónica, pero el análisis
ultraestructural tiene valor diagnóstico adicional sólo en casos seleccionados. La
interpretación de las muestras de biopsia muscular es compleja y debe ser realizada por un
anatomopatólogo experimentado.
También debe conservarse de forma rutinaria una porción del tejido muscular congelado para
un posible análisis bioquímico (p. ej., citopatías mitocondriales, carnitina
palmitoiltransferasa, maltasa ácida).
Puede demostrarse un número cada vez mayor de proteínas regionales del sarcolema que son
específicas para cada una de las diversas distrofias musculares y que incluyen distrofinas,
merosina, sarcoglucanos y distroglucanos. También ahora pueden demostrarse los receptores
de rianodina, importantes en la miastenia grave y en la hipertermia maligna.
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Biopsia de nervio
La muestra de nervio suele obtenerse del nervio sural, un nervio puramente sensitivo que
recoge la sensibilidad de una pequeña zona de piel de la superficie lateral del pie. Pueden
tomarse muestras completas o fasciculares de este nervio. Cuando el nervio sural se secciona
por detrás del maléolo lateral del tobillo, se produce una regeneración del nervio en más del
90% de los casos, de modo que no se produce una pérdida sensitiva permanente. El nervio
sural se ve afectado con frecuencia en muchas neuropatías cuyas manifestaciones clínicas
son predominantemente motoras.
En todas las biopsias de nervio debe realizarse un examen con microscopia electrónica
porque muchas alteraciones morfológicas no pueden apreciarse con la resolución del
microscopio óptico. Las preparaciones de fibras separadas son útiles en ocasiones para
mostrar desmielinización segmentaria, tumefacción axonal y otras anomalías específicas,
pero este procedimiento no se realiza de forma habitual porque requiere mucho tiempo.
Pueden aplicarse tinciones especiales a las preparaciones ordinarias congeladas o en parafina
de la biopsia del nervio para mostrar la mielina, el axoplasma y los productos metabólicos.
Valoración cardíaca
La evaluación cardiológica es importante cuando se sospecha una miopatía debido a que las
distrofias musculares, las miopatías inflamatorias y las miopatías metabólicas cursan con
afectación cardíaca. Con frecuencia, el electrocardiograma puede detectar signos precoces
de una miocardiopatía o defectos de la conducción en pacientes clínicamente asintomáticos.
En ocasiones puede estar indicado un estudio cardiológico más completo, incluyendo un
ecocardiograma y una interconsulta a un cardiólogo pediátrico. También debe realizarse
periódicamente una prueba de función pulmonar en las distrofias musculares y en otras
enfermedades crónicas o progresivas de la unidad motora.
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Atrofias musculares espinales (AME)
El tratamiento debe ser dirigido a las distintas formas de la enfermedad, con algunas
consideraciones generales como:
Corresponde al grupo de trastornos del nervio periférico, que se manifiestan clínicamente por
compromiso motor y sensitivo, hipo o arreflexia y atrofia muscular de predominio distal.
Comprende desde el punto de vista etiopatogénico tres grupos: las polineuropatías
hereditarias, las adquiridas (básicamente la polineuropatía crónica desmielinizante
inflamatoria o PCDI) y aquellas asociadas a trastornos neurodegenerativos (leucodistrofias,
ataxia talangiectasia, cte.).
En algunos casos debe realizarse estudio de conducción nerviosa tanto en el paciente como
en su familia a fin de identificar otros familiares afectados, pues en un número significativo
de casos éstos pueden ser asintomáticos. El diagnóstico diferencial de las formas hereditarias
debe hacerse siempre con las adquiridas (Polineuropatías Crónicas
Neuropatías hereditarias
Charcot- Marie- Tooth tipo 1 (autosómica dominante) es la forma más frecuente de las
neuropatías hereditarias, se inicia dentro de la primera década de la vida con trastorno de la
marcha, caídas, debilidad distal, compromiso de sensibilidad vibratoria que antecede
habitualmente en los niños al compromiso clínico de las otras modalidades sensitivas
(hipoestesia distal), pie cavo, contracturas distales principalmente a nivel aquiliano. El curso
puede ser estacionario o lentamente progresivo.
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Neuropatías adquiridas
Distrofias musculares
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y hacer más preciso el diagnóstico. Una clasificación reciente de las distrofias mus-culares
se basa en la herencia, alteración génica y proteína muscular o relacionada al músculo
afectado.
Pueden dividirse en dos grandes grupos: distrofinopatías (está alterada la proteína muscular
distrofina) y distrofias musculares no distrofinopáticas (están alteradas otras proteínas
musculares diferentes a la distrofina).
Distrofinopatías
Las distrofinopatías son trastornos causados por una anormalidad en el gen que codifica la
proteína muscular distrofina. Son de herencia ligada al cromosoma X en forma recesiva. Esta
entidad incluye en la actualidad no sólo los cuadros clásicos de distrofia muscular de
Duchenne y de Becker, sino también otros fenotipos más leves o outliers.
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pacientes fallece hacia los 20 años a causa de insuficiencia respiratoria o infecciones
pulmonares.
El diagnóstico generalmente se retrasa hasta los 4 a 5 años pues es frecuente que las
dificultades del niño se adscriban a una falta de desarrollo maduracional, ya que estos
pacientes tienen valores de coeficiente intelectual menores que el promedio de la población
general y en cerca de un tercio se evidencia un retardo mental leve no progresivo. El
diagnóstico se establece sobre la base de las características clínicas, enzimas musculares
(creatinkinasa) elevadas sobre 100 veces el valor normal; biopsia muscular compatible con
ausencia de distrofina determinada mediante inmunotinciones.
Tratamiento:
1. Mantener escolaridad.
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6. Uso precoz de órtesis tibio-peroneas de uso nocturno para prevenir el equinovaro del pie,
y posteriormente órtesis isquio-pie para mantener la marcha.
9. Junto a todas las medidas anteriores se están utilizando en forma creciente sistemas de
ventilación asistida nocturna o permanente en pacientes con hipoventilación sintomática.
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cuadros déficit de una proteína constituyente de la laminina de la matriz extracelular asociada
a la membrana de la fibra muscular: la merosina.
Constituye una entidad distinta, prácticamente siempre transmitida por la madre. Dos tercios
de las madres afectadas tienen síntomas mínimos o ausentes al momento del parto y
generalmente no han sido diagnosticadas. Se manifiesta clínicamente por hipotonía global,
insuficiencia respiratoria, trastorno de alimentación e hiporreflexia. Los recién nacidos más
graves pueden requerir ventilación mecánica. Existe compromiso facial característico con
boca abierta en v invertida y diplejia facial. La gran mayoría tiene retardo mental moderado
a severo.
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La hipótonía, debilidad y compromiso respiratorio mejoran con el desarrollo pero sin una
recuperación completa. La miotonía se hace manifiesta después de los 6 años. El diagnóstico
se establece sobre la base de la clínica, examen clínico y electrofisiológico de la madre, y al
estudio genético molecular.
Miopatías congénitas
Otros elementos clínicos que pueden acompañar los distintos tipos de miopatías congénitas
son: dificultad en la succión, llanto débil, complicaciones respiratorias, debilidad de
músculos faciales con diplejia facial, compromiso de musculatura extraocular, ptosis
palpebral, dismorfias, aspecto marfanoide, paladar ojival, deformidades esqueléticas,
contracturas, luxación congénita de cadera, compromiso cardíaco, síndrome de espina rígida
e hipertermia maligna.
El pronóstico es en general benigno una vez que superan la etapa precoz que puede estar muy
interferida por las dificultades respiratorias y el trastorno de alimentación (6).
Conclusión
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BIBLIOGRAFIA
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