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Economía normativa Crecimiento Como medio: Debe cumplir solamente la parte económica
Economía política: Estudio de las condiciones bajo las cuales se organiza la producción
Principios del sistema económico: Mayor y mejor bienestar general de la sociedad. Se apoya de
instrumentos y a su vez de normas para el correcto funcionamiento.
Algunas definiciones de la economía son conceptos básicos que hacen referencia al bienestar, la
riqueza y la distribución, sin embargo, el concepto va más allá, con la aparición de Keynes, se reafirma
la economía como un sistema de conocimientos que trata de explicar la realidad, pero que se orienta,
asimismo, a la acción. Una línea a la que dieron más fuerza una serie de avances instrumentales tales
como los modelos macroeconómicos, las políticas económicas, el desarrollo del sistema de
contabilidad nacional, el modelo input-output, el desarrollo de la econometría, entre otros instrumentos.
Reflexione a partir de lo normativo y lo positivo.
Keynes consideraba a la economía positiva como el estudio del ser; el cómo son las cosas, los hechos.
Por otro lado, Robbins diferencia entre positivo y normativo, refiriéndose a este último como el deber
ser, equivalente a como se desea que las cosas sean; aunque para este autor, la economía debía
prescindir de introducir juicios de valor.
Los problemas con los que se han tenido que enfrentar las naciones que optaron por un sistema de
economía de libre mercado (derivados de los fallos de mercado), han justificado que los gobiernos
hayan ido asumiendo un papel importante en el funcionamiento de sus economías. Se ha llegado así
a un tipo de “economías mixtas”, es decir, economías cuyo funcionamiento se basa en el mercado,
pero en las que el sector público asume un papel más o menos relevante y donde las autoridades han
dictado normas y creado instituciones orientadas a corregir y complementar al mercado. Estos
sistemas mixtos (mercados + intervención) son los que existen en los países capitalistas.
Política Monetaria
Se conoce como política monetaria lo que hace el banco central para administrar la cantidad de dinero
y crédito en la economía.
Define el objetivo de inflación, su rango y el plazo para obtenerla, el cual se debe hacer
público. Actualmente, el objetivo es del 3 por ciento, con un rango de variabilidad de más/menos
1 por ciento.
Observa la inflación subyacente (Esta medida de inflación quita todos los precios de bienes
y servicios que afectan a la inflación de manera temporal para así identificar su tendencia).
Analiza todas las causas de la inflación para poder prever su comportamiento en el futuro.
Este tipo de análisis los publica en los informes trimestrales y, con base en esto, toma las
acciones necesarias.
La herramienta que utiliza el Banco de México, para no desviarse de su meta de inflación, es la tasa
de interés objetivo, conocida también como tasa de interés interbancaria a un día y es la tasa que
anuncia el Banco en sus decisiones de política monetaria.
Política Fiscal
La política fiscal es el conjunto de variaciones en determinadas partidas de los Presupuestos
Generales del Estado, encaminadas a mejorar la situación macroeconómica del país.
Siguiendo la Teoría Keynesiana, los principales objetivos de la política fiscal son lograr el crecimiento
económico y redistribuir la renta con el fin de preservar el Estado de Bienestar.
Existen varios instrumentos para articular la política fiscal y su dirección variará según estemos en una
situación de recesión o de expansión.
Si el país se encuentra en recesión, se llevará a cabo una política fiscal expansiva a través de:
No obstante, esto no es más que teoría y, si bien es cierto que funcionó durante varias décadas del
siglo XX, a partir de los años 70 quedó patente la incapacidad de estas medidas para hacer frente a
una situación persistente de inflación con alto nivel de desempleo, la llamada estanflación.
Política cuantitativa
Política cualitativa
Aquellas que se orientan a la instrucción de cambios estructurales en la economía, sin afectar los
aspectos esenciales de la organización económico-social. Por ejemplo, la modificación del cuadro
fiscal del país; una norma que modifique determinados aspectos del sistema crediticio.
Reformas fundamentales
El fin último de este tipo de políticas es cambiar o modificar, totalmente o en parte, los fundamentos
mismos del sistema económico. Con las reformas se pretende afectar a los aspectos o bases
esenciales de la organización socioeconómica. Por ejemplo, la centralización o descentralización de
la toma de decisiones, el control o la limitación del derecho de propiedad, y las nacionalizaciones.
Los fines generales son aquellos propósitos de carácter más general que una sociedad se ha
propuesto a alcanzar. Por ejemplo: el bienestar material, la igualdad, el respeto a las libertades
individuales, la solidaridad, la igualdad y el orden.
Los objetivos son la concreción de los fines de carácter más general, ya que implicar una cuantificación
de lo que se pretenderá lograr para mejorar el bienestar económico o una mayor igualdad entre los
ciudadanos. Implican una definición mucho más precisa. Por ejemplo: el logro de una tasa de
crecimiento de la economía, la creación de empleo o la obtención de mejoras en la distribución de la
renta del país.
Los objetivos pueden considerarse también como medios para alcanzar fines más elevados.
También llamados objetivos puros de política económica. Son los que están más íntimamente ligados
al bienestar económico general. Los cinco que normalmente figuran en cualquier figura de política
económica son:
El crecimiento económico
El logro de pleno empleo
La estabilidad de precios
El equilibrio de la balanza de pagos
Una distribución más equitativa de la renta y la riqueza
Son aquellos objetivos que no son propiamente económicos, pero se orientan a mejorar o preservar el
bienestar social y absorben una parte importante de los recursos económicos de la nación. Por
ejemplo: la defensa, la seguridad interna y externa, la educación, la salud, la protección del medio
ambiente y las ayudas a otros países.
Cuando las autoridades se plantean la adopción de cualquier medida político-económica deben definir
de manera clara el (los) objetivo(s) perseguido(s). Esto implica la necesidad de precisar la meta
concreta que se desea alcanzar, ya que solo así será posible valorar más tarde en qué medida la
política económica estuvo bien orientada y en qué medida se alcanzaron los objetivos deseados
Cuando las autoridades cuantifican la meta o metas a conseguir adquiriendo un compromiso claro con
la sociedad, que permite a esta valorar el grado de éxito o de fracaso de la acción del gobierno.
Es posible distinguir tres posibles casos de posibilidades teóricas de interrelación entre objetivos:
1. Conflictos de carácter fundamental: Corresponden al caso en el que dos o más objetivos son
realmente incompatibles entre sí.
2. Relación de complementariedad: Este tipo de relación se daría entre dos objetivos cuando el
logro de uno de ellos suponga la posibilidad de mejorar simultáneamente el segundo.
3. Independencia entre objetivos: Significa que el logro de un objetivo no guarda relación alguna
con otro, que mantendría inalterada su posición.
Los conflictos entre objetivos a corto y medio/largo plazo suponen que las autoridades deben elegir
entre los logros que desean alcanzar a corto y a mediano/largo plazo, cuya incompatibilidad puede
ser, a veces, evidente.
De acuerdo con los conflictos entre objetivos económicos y objetivos sociales, podemos calificar a
unos objetivos como esencialmente económicos y a otros como esencialmente sociales; lo cierto es
que unos y otros tienen contenidos que traspasan las respectivas fronteras. En todo caso, si se acepta
la posibilidad de establecer estos dos grupos de objetivos, lo que resulta es que el logro de buena
parte de los objetivos sociales implica que forzosamente deberán detraerse de otros usos.
¿Hay que sujetar los logros sociales al mantenimiento del equilibrio económico básico? O en
sentido contrario, ¿Hay que sujetar todo lo económico al logro y mantenimiento de las metas
de carácter social?
El permanente conflicto entre eficiencia y equidad subyace en estas dos preguntas. Desde la óptica
económica más estricta, parece difícil repartir sin crear y por supuesto, también repartir más de lo que
se crea. Y para crear o generar riqueza, hay que asignar eficientemente los recursos, ser competitivo,
y que la productividad crezca o cuando menos que no se vea perjudicada. Desde la óptica social,
también resulta defendible y deseable que una sociedad avance hacia una mayor igualdad de
oportunidades entre todos los ciudadanos, incluso hacia una mayor equidad en términos de ingresos.
Es innegable, en cualquier caso, que en la mayor parte de los objetivos que suelen calificarse como
sociales son de modo inevitable, consumidores de recursos. Recursos que, deberán ser detraídos de
otras asignaciones que quizás pudieran estar directamente mas relacionados con la eficiencia. La
elección final que se adopte tendrá que ser fundamentalmente de carácter político, ya que en ultimo
termino, hay que acabar decidiendo sobre cuales son los objetivos que se consideran prioritarios por
parte de un país en concreto y para un momento histórico determinado.
Poder judicial: Es el sistema judicial del país, particularmente los tribunales de justicia.
Desempeñan en el proceso de toma de decisiones político-económicas un papel que no suele
ser muy relevante, aunque la judicatura juega un papel de control de legalidad sobre los otros
dos poderes del Estado.
La política económica supone la actuación de los poderes públicos, tanto a través de su intervención
directa como mediante su influencia sobre la actividad del sector privado. Implica que desde el Estado
se adoptan medidas y se planea su ejecución, por lo que tendrán que fijarse prioridades entre las
diferentes alternativas existentes.
El proceso de elaboración de la política económica trae consigo una serie de retardos que han sido
tradicionalmente estudiados en relación con la política macroeconómica. Desde que se detecta un
problema económico hasta que las medidas adoptadas de política económica surten efectos pueden
transcurrir periodos de tiempo bastantes largos, que disminuyen la eficacia de las actuaciones
públicas.
La base de este planteamiento se encuentra en los trabajos de Hibbs, iniciados a fines de los 70’s, en
los que al examinar como dentro de un conjunto de países de la OCDE los gobiernos utilizaban la
política económica para influir en los resultados electorales, encontró que las implicaciones empíricas
de la teoría electoralista no se cumplían, apareciendo en su lugar que la manipulación de los
instrumentos económicos guardaba una estrecha relación con la adscripción ideológica de los partidos
políticos gobernantes, es decir, aparecían ciclos partidistas en lugar de los de tipo electoral.
En el ámbito económico:
En el ámbito político:
5. En cada elección hay que considerar la existencia de dos partidos políticos que compiten por el
poder.
6. Los votantes difieren también en sus preferencias respecto a los principales objetivos de la
política económica.
b) La antinomia existente entre el punto de vista del experto y del policy maker acerca de la mejor
forma de enfocar la solución de problemas.
Desde el punto de vista institucional, el asesoramiento económico puede presentarse a dos niveles
diferentes: individual y el colectivo.