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ADVIERTE EL INFORME “AMAZONIA EN LA ENCRUCIJADA”

El 68 % de la Amazonia protegida está amenazada

Medio Ambiente

5 Jun 2019 - 5:00 AM

Helena Calle / Infoamazonía

La Red Amazónica de Información Socioambiental (Raisg) reveló por primera vez un panorama
sobre la infraestructura en seis países del bioma. Carreteras, bloques mineros e hidroeléctricas
amenazan territorios indígenas y áreas protegidas.

La Amazonia boliviana ha cambiado el uso de su suelo drásticamente: esto era selva hace una
década. /E. Sánchez (FAN).

¿Qué presiones o amenazas afronta el bosque tropical más extenso del mundo? Para responder a
esa pregunta, la Red Amazónica de Información Socioambiental presentó hoy el informe Amazonia
en la encrucijada. Desde principios de 2018, los investigadores de ocho organizaciones
recolectaron información oficial y de sus propias bases de datos sobre intervenciones en
infraestructura de transportes (vías), energía (hidroeléctricas) e industrias extractivas (minería y
petróleo) en seis países amazónicos: Bolivia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia.

Esta es la primera vez que estos datos se homologan y comparan entre países, un logro
considerable si tenemos en cuenta que el bioma amazónico es el bosque tropical más grande del
mundo, compartido por nueve países, y ocupa el 40 % de Suramérica. Los resultados son
contundentes: el 68 % de las áreas naturales protegidas y territorios indígenas de la Amazonia
están superpuestos con proyectos de infraestructura y planes de inversión, y ninguno de los seis
países que evaluaron es la excepción.

Por un lado están la minería y el petróleo. Los dos sectores juntos suman 208 millones de
hectáreas concesionadas, el 24,5 % de toda la Amazonia. Pero lo más preocupante, según los
investigadores, es que 87,2 millones de hectáreas de las 390 millones que están dedicadas a la
conservación (bien sea área protegida o territorio indígena) están directamente amenazadas por
esos proyectos.

“En casi todos los países amazónicos hay presencia de minería ilegal, pero los mayores daños son
causados por emprendimientos apoyados por los gobiernos nacionales y regionales. A menudo,
estos proyectos fueron autorizados sin las debidas consultas a las poblaciones afectadas e
impactan también sin distinción a casi todos los países de la región amazónica. En otros casos,
elementos de los gobiernos participan o coadyuvan la actividad, aunque en teoría sea ilegal”, dice
el informe. En otro informe, publicado en diciembre del año pasado, la Raisg advirtió que en la
Amazonía había 245 áreas de extracción no autorizada, pero la dimensión de la minería ilegal es
incomparable con la legal.

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