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Subsanación de defectos u omisiones en relación con los requisitos de la demanda

El juez tiene la facultad para ordenar de oficio que se subsanen defectos u omisiones en
relación con los requisitos anteriores.

Por haber sido mencionados considero innecesario referirme a cada uno de estos requisitos,
de manera que únicamente hago mención de dos observaciones que el maestro López
Larrave hizo en su obra introducción al estudio del derecho procesal del trabajo, “La
primera estriba en que no se exige en la demanda laboral la expresión de los fundamentos
de derecho como ocurre en las demandas civiles sino que solamente se requiere la relación
de los hechos. Tal circunstancia obedece en mi opinión a dos razones: la principal,
consistente que el derecho procesal de trabajo es antiformalista y sencillo, barato y tutelar
de los trabajadores, y en este sentido no les exige a éstos el conocimiento del derecho y de
las leyes, ni tampoco los obliga a requerir el patrocinio de abogado, y de ahí, que no sea
necesario invocar los fundamentos jurídicos de la demanda. La otra razón consiste en que la
teoría procesal considera que la relación de los hechos controvertidos es indispensable e
insustituible para el juez, mientras que la invocación del derecho que fundamenta las
pretensiones no lo es, ya que el juez tiene libertad para declarar cuál se el derecho en el
caso controvertido, sustituyendo muchas veces al invocado por las partes”

“La segunda observación consiste en señalar que a los trabajadores en los casos de despido
se les exime de concretar las pruebas en la demanda.

El fundamento de esta exoneración del deber de individualizar la prueba que aparentemente


podría importar una excepción al principio de lealtad procesal, estriba en que la carga de la
prueba en los casos de despido corre por cuenta del demandado, y en ese caso, no siendo
necesario para el trabajador probar el hecho del despido, tampoco lo es que individualice y
concrete la prueba tendiente a probar un hecho que le corresponde establecer a su
contraparte. Por eso es censurable la exigencia de algún juez de trabajo y previsión social al
exigir la concreción de pruebas a trabajadores que demandan indemnización por despido
injusto. Empero, la eventual práctica de exigencias violatorias el Artículo 332 inciso e)
como la apuntada, aconsejan que los actores por despido ofrezcan y concreten, su prueba
sin atenerse a la inversión de la carga procesal que los favorece. No hago mayor alusión a
los requisitos que debe llenar la demanda cuando se comparece en representación del actor,
por que de ello se hablará al tratar de la excepción de falta de personería”

Se debe entender que de la correcta presentación del escrito inicial ó demanda depende que
se le de tramite a la acción y poder así iniciar las actuaciones del juicio ordinario laboral.
Dándole tramite siempre y cuando se cumpla con los requisitos esenciales y secundarios,
haciendo hincapié que de darse una omisión de requisitos de orma se pondrá un previo al
actor según lo contenido en el Artículo 334 del Código de Trabajo el cual en su parte
conducente dice: “Si la demanda no contiene los requisitos enumerados en el Artículo 332,
el juez de oficio, debe de ordenar al actor que subsane los defectos, puntualizándolos en
forma conveniente; y mientras no se cumplan los requisitos legales no se le dará trámite.”
Pero si se omitiere un requisito de fondo la demanda será rechazada sin más trámite por el
juez.

Estos requisitos aplicados en el proceso ordinario laboral y su respectiva subsanación que


se manifiesta en el articulo precitado, tiene su análogo del proceso de resolución de
conflictos colectivos de carácter económico social, en el último párrafo del Artículo 381 del
Código de Trabajo, mismo que fue adicionado por el Artículo 31 del Decreto 64-92 del
Congreso de la República de Guatemala, el cual en su parte conducente dice: “ Si la
solicitud presentada no llena los requisitos legales, el tribunal, de oficio, la corregirá
mediante acta. Inmediatamente, dará trámite a la solicitud”.

Es evidente entonces que ya en un momento de duda se les planteo a los legisladores la


posibilidad de crear un mecanismo legal para poder subsanar la omisión de requisitos en un
escrito inicial y que los legisladores a través del Decreto 64-92 logran dar la facultad, al
tribunal de conciliación, de poder de oficio y por medio de un acta subsanar los errores en
el escrito inicial, y así poder cumplir con el principio de celeridad procesal, continuando
con el debido proceso sin perjudicar a ninguna de las partes en el proceso, y no dejarlo a
voluntad del solicitante quien por ignorancia o por falta de apoyo puede dejarlo al tiempo y
no poder lograr así su objetivo de conseguir la restauración de un derecho vulnerado.

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