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4 ¿Cuáles son los dos principios fundamentales que Dios trazo par el hombre?
Los dos principios o fundamentos que Dios le trazó al hombre para que su vida tenga sentido y sea
enteramente satisfactoria son: La Generosidad y la Obediencia, según lo dice expresa en Su Palabra
en Génesis 2:17,18. En este pasaje Dios muestra una imagen de creativo, de amante de la vida y de
inmensamente generoso; pero también de legislador indeclinable.
6 ¿Cuáles son las tres actitudes respecto a la Generosidad que, según Jesus, pueden regir a una
persona, relatadas en la parabola del buen samaritano.
Las tres actitudes o principios esenciales del Reino de Dios que podemos adoptar respecto de la
Generosidad son:
El principio de la obtención: Éste fue practicado por los ladrones y también es practicado por
todos aquellos que tienen el espíritu del maligno, quienes lo único que saben hacer es herir, quitar
y abandonar. Así las personas que transitan por este mundo regidas por este diabólico principio,
se dedican de manera normal a tomar violentamente lo que no les pertenece, ya sean bienes,
dinero, paz, buen nombre, derecho o dignidad ajenas y luego abandonan a sus victimas sin
mirameinto alguno. Tristemente, de acuerdo a la parábola, son la mayoría.
El principio de la abstención: Practicado por un sacerdote y un levita. También es practicado por
aquellos que tienen el alma ensoberbecida y engañada por la falsa religiosidad y la falsa moral,
según la parábola. Éstos se caracterizan por la insensibilidad frente al dolor y la necesidad del
prójimo. Se sienten superiores, perfectos y muy dignos; se consideran muy espirituales e incluso
beatos, por lo cual, tal vez expresen algunas palabras de condolencia muy rebuscadas o emitan
algún discurso en contra de la injustivia social y sobre la necesidad apremiante de la equidad y la
justicia pero no hacen algo por el necesitado. Estos piadosos hipócritas son representados por
dos ejemplos en la parábola, mostrando que no son la mayoría pero que si son muy significativos
en la sociedad.
El principio de la atención y la dedicación: Practicado por un samaritano que no “descendía”
(símbolo del paso de la espiritualidad judía a la mundanalidad, complacencia y vanalidad) como
todos los demás, sino que “iba de camino”. Este principio lo practican aquellos que tienen el alma
llena de Dios, es decir, aquellos que se han convertido de verdad al Reino de los cielos, y tienen
salvación en Cristo Jesús como fuente de vida abundante, por lo cual, se acercan al dolido,
observan y detallan su necesidad; se conmueven, se identifican con su dolor y disponen de sus
propios recursos como su tiempo, su dinero y su comodidad para ayudar a su prójimo. Tristemente
la parábola revela que solo uno es la excepción, solo uno sabe amar.
7 Cuáles son los tres recursos de que dispone todo ser humano sobre la tierra, y que Dios espera
que comparta con generosidad?.
Los tres recursos de los que disponen todo ser humano y que Dios espera que comparta con generosidad
son: el Tiempo Disponible, las Habilidades y Destrezas personales (Dones) y los Bienes y Dinero
recibidos.
9 Despues de devolver a Dios lo que es de Dios, a quien más debemos de “Dar” sutente.
Despueés de devolver a Dios lo que es de Dios debemos dar al “pobre”, a aquellas personasn que
necesiten o requieran de mi tiempo, de mis ahbilidades y de mi dinero para subsistir con bienestar, estos
se dividen en varios grupos:
La familia bajo techo: Dios deja bien claro que la entidad más sagrada en la tierra después de la
iglesia es la familia, por tanto, el siguiente destino de nuestros recursos es para los que componen
nuestro núcleo familiar (Malaquías 2:13-15) propendiendo por su bienestar, su sustento y
fortalecimiento porque esto glorifica a Dios y atrae Su bendición. Así las cosas, después del
diezmo tienen prioridad la alimentación, la vivienda, los servicios públicos, los impuestos
residenciales, el transporte y la educación de la familia que se encuentra bajo techo (esposo,
esposa e hijos).
Los padres: Ningún ser humano, a pesar de haber constituído un nuevo hogar, queda eximido de
velar porque sus progenitores no padezcan alguna necesidad material o económica. Los
manifiesta el Señor en los mandamientos de la ley de Dios: “Honra a tu padre y a tu madre, para
que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12).
El estado: “Pagad a todos lo que debéis: al que triuto, tributo; al que impuesto, impuesto; al que
respeto, respeto; al que honra, honra, porque ellos son servidores de Dios” (Romanos 13:6,7).
Independientemente de que ellos sean honestos o no, el Señor nos ordena que paguemos lo que
exijan los que nos gobiernan, sin hablar en contra de ellos o de lo que nos exijan porque ellos
serán juzgados por Dios en un juicio especial y tenebroso (Mateo 25:41-45). Además el apóstol
Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dice: “Sométase toda persona a las autoridades superiores;
porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De
modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten,
acarrean condenación para sí mismos”. (Romanos 13:1,2).
Los pobres: Es interesante que la primera referencia en la Bilbia acerca de la responsabilidad del
creyente con los pobres está en Éxodo 22:25, y allí menciona en primer lugar a los que militan en
la propia fe del creyente. Después de ellos están los pobres a los cuales debemos dar (Levítico
19:10). También debemos recordar que Dios promete devolver a todo aquel que se preocupa por
dar a los pobres “El que da al pobre, presta a Dios, y el bien que ha hecho, Él se lo volverá a
pagar” (Proverbios 19:17).