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PIERRE FAUCHARD
Fauchard identificó los ácidos derivados del azúcar como unos de los causantes
del deterioro de los dientes, y además descubrió que los tumores que aparecen en
las encías pueden indicar su deterioro grave. Fue el primero en introducir
empastes dentales como tratamiento para la caries.
También le interesaba encontrar modos de sustituir dientes perdidos, y así se
convirtió en un pionero en el campo de las prótesis dentales. Pensó en utilizar
bloques pulidos de marfil o hueso para sustituirlos, sugiriendo mantenerlos en su
sitio empleando un cable de oro o un hilo de cera atado a los dientes naturales.
A través de sus experimentos, Fauchard descubrió que se podía corregir la
ubicación de los dientes utilizando oro atado a los dientes, acompañado por lino
con cera o hilo de seda, creando los primeros y más primitivos aparatos dentales
Fauchard falleció en París (Francia) el 22 de marzo de 1761. Su trabajo ejerció
una importante influencia en otros médicos. Sus ideas sirvieron de base a los
numerosos avances que más adelante se producirían en la práctica dental. A día
de hoy se le considera el padre de la odontología moderna
En 1815 la odontología era una especialidad médica incipiente y los ricos tenían la
boca en muy mal estado, con dientes picados y muelas podridas.
Pero en Reino Unido encontraron una solución al problema: reparar las
dentaduras con las piezas extraídas a los soldados muertos en la batalla de
Waterloo.
A finales del siglo XVIII y principios del XIX "todo el mundo estaba incursionando
en la odontología", dice Rachel Bairsto, curadora del museo de la Asociación
Dental Británica, situado en el centro de Londres.
Y con todo el mundo se refiere a joyeros, químicos, peluqueros, incluso a herreros.
Era un tiempo en el que el consumo de azúcar había aumentado entre la
población más pudiente y se empezaban a probar los primeros tratamientos de
blanqueamiento dental, con soluciones ácidas que terminaban dañando el
esmalte.
Los dientes se arrancaban a diestra y siniestra, y la demanda de piezas para
dentaduras postizas crecía sin parar.
El negocio, pues, estaba en auge.