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El encuadre
El proceso analítico
PRODUCCIÓN DE LA MATERIAL
La neurosis de transferencia
Las teorías genéticas que sustenta el analista influyen sobre el cuando se maneja
la transferencia. La escuela kleinana interpreta las transferencias desde el inicio
cuando emerge angustia, mientras que la escuela clásica espera la presentación de
neurosis de transferencia condensada. Heinz Kohut y su escuela de psicología del
sí mismo (self) preconizan no interpretar al inicio, y a veces durante mucho tiempo
en los pacientes con personalidad narcisista.
La contratransferencia
Las primeras entrevistas deben servir entonces no sólo para la exploración del
consultante sino del terapeuta frente a él. Como no existe la neutralidad absoluta
debemos saber por qué es así y cómo podemos utilizar en provecho de la
comprensión y la libertad una preferencia o un sentimiento contrario.
Las resistencias
Resistencia quiere decir todas las fuerzas que dentro del paciente se oponen a los
procedimientos y procesos de la labor analítica. En mayor o menor grado, está
presente desde el principio hasta el fin del tratamiento. Las resistencias defienden
el statu que de la neurosis del paciente. Se oponen al analista, a la labor analítica y
al Yo razonable del paciente.
En las terapias de apoyo, el terapeuta trata de reforzar las resistencias. Esto bien
pudiera ser necesario también en pacientes susceptibles de caer en un estado
psicótico.
El análisis caracteriza todas las técnicas consideradas analíticas, las que tienen por
objetivo directo incrementar el insight que el paciente tiene de sí mismo. Algunos
procedimientos no facilitan el insight per se pero refuerzan las funciones del Yo
necesarias para llegar a la comprensión. Por ejemplo, la abreacción puede lograr
que se produzca una descarga suficiente de la tensión instintual, de modo que el
Yo asediado no sienta ya en peligro inminente. El Yo así tranquilizado puede
observar, pensar, recordar y juzgar, funciones que había perdido en el estado de
ansiedad aguda. Abreacción es uno de los procedimientos no analíticos que
facilitan más tarde el insight.
Los procedimientos antianalíticos son aquellos que bloquean o reducen la
capacidad de insight y comprensión. El empleo de cualquier medida o método de
acción que reduce las funciones yoicas de observar, pensar y juzgar entra en esta
categoría. Son ejemplos obvios la administración de drogas, las seguridades dadas
pronto y fácilmente, ciertos tipos de gratificaciones transferenciales, digresiones,
etc.
La abreacción o la catarsis
La persuasión
Reside en transmitir a un paciente la convicción de algo que el terapeuta ha
entendido sobre él, mediante la utilización de mecanismos predominantemente
intelectuales. En lo que al psicoanálisis concierne, hay elementos de persuasión en
toda interpretación, por neutral que pretenda ser; además, el encuadre proporciona
la oportunidad de crear y fomentar el Yo observador del paciente.
La manipulación
ALIANZA DE TRABAJO
IMPORTANCIA DE LA TÉCNICA
Hay terapeutas que adoptan, sobre la técnica, el criterio aventurado de que “todos
los caminos conducen a Roma”, en vez de aceptar, juiciosamente, que en realidad
solo algunos caminos pueden llevarnos a la Ciudad Eterna.
Por último, para adoptar una técnica en forma decidida se requiere una convicción
que no surge de la teoría sino de la experiencia de su eficacia real en la práctica. Y
el terapeuta deberá adquirir esa convicción, que solo la experiencia puede darle,
para aplicarla bien.
Incidentes tales como la tardanza, no llegar a una sesión, olvidar el pago, etc.
pueden resultar útiles para la labor terapéutica.
Se evita decir algo que pueda apartar del tema, se busca el modo de hacerle retomar
el hilo de la cuestión, si es pertinente, cuando comienza a apartarse.
Hay varias razones para no sondear a una persona mientras guarda silencio. Una
de ellas es la implicación de que el paciente no debería quedarse en silencio.
Se dijo que “Hay que evitar los interrogatorios, fuera de las entrevistas de evaluación
inicial”. Pero cuando se presenta el caso de que no se comprende lo que dijo el
paciente, se puede preguntar: “No comprendí lo que dijo, o lo que trato de decir”.
Por ejemplo, a la pregunta: “¿Qué edad tenía usted en la época en que sucedió el
hecho que relata?”, el paciente podría recibir los siguientes mensajes:
1. La edad es importante.
Otro ejemplo, “Usted se siente muy mal este lunes, es posible que se siente culpable
de no haber almorzado por la primera vez este domingo con su madre”. El paciente
puede tomar esta interpretación como una desaprobación de su actitud con su
madre y preguntar “¿Por qué tengo que comer con mi madre cada domingo?” El
terapeuta debe aclarar: “No quise decir que usted debe almorzar con su madre cada
domingo”.
Los pacientes suelen sentir que toda interpretación requiere una respuesta de su
parte. Muchos se creen obligados a considerar el contenido de la interpretación;
algunos sienten que deben confirmarla o refutarla, otros sienten la necesidad de
expresar gratitud por lo que se les brinda, y reaccionan entonces de diversas
formas. Todas estas reacciones deben ser expuestas y analizadas, porque no era
propósito del terapeuta provocarlas y, por lo tanto, no son respuestas deseadas. El
ideal que perseguimos es un estado de cosas en que el paciente se sienta tan libre
después de una interpretación como antes. Por supuesto, es uno de los tantos
ideales inalcanzables; pero hay que tratar de aproximarse a él.