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ESTUDIO DE CASO: ABOLICIÓN DE LA PROPIEDAD PRIVADA EN VENEZUELA

INTRODUCCIÓN

Comenzando el 2001, a través de un conjunto de decretos leyes (decretos ejecutivos del


Presidente de la República con valor y rango de leyes) tales como el Decreto-Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario,, una nueva tendencia política se instauró en Venezuela de
desconocimiento de los derechos de propiedad privada protegidos por el artículo 115 de
la Constitución de 1999. En particular, con la “toma” sin pago previo de justo precio de un
número importante de tierras privadas agrarias a partir de 2005, esta tendencia se ha
convertido en una política de Estado. La estrategia del gobierno de negar o extinguir
sistemáticamente la existencia de la propiedad privada en las diferentes áreas alcanzó su
mayor expresión con la promulgación de nuevos decretos-leyes en 2008 y con la reciente
legislación aprobada durante 2009 por la Asamblea Nacional.

Esta política ha sido desarrollada por todos los poderes del Estado venezolano a través
de leyes, decretos-leyes, reglamentos, decretos, órdenes y actos administrativos, y se han
ejecutado a través de procedimientos y decisiones de la Administración Pública y de los
Tribunales de Justicia. Estas acciones que violan los derechos de propiedad se han
intensificado a partir del 2008, paradójicamente después que una mayoría de votantes en
Venezuela rechazó la reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez.
Chávez, en la que sólo se reconocían derechos de propiedad privada sobre "los bienes
destinados a uso y consumo y sobre los medios de producción legítimamente adquiridos"
y se elimina el reconocimiento de la propiedad intelectual y la libertad de empresa como
derechos constitucionales.

ASALTO A LOS DERECHOS DE PROPIEDAD POR TODOS LOS PODERES DEL ESTADO:

Los casos más emblemáticos en los que esta política se ha aplicado y ejecutado en forma
concertada por los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial son los siguientes:
 Desconocimiento de la existencia de derechos de propiedad privada sobre las tierras
agrarias mediante procedimientos administrativos, no judiciales.
 Aplicación de regulaciones que violan el contenido esencial de los derechos de
propiedad y la libertad económica sobre bienes inmuebles, actividades de construcción,
y los medios de producción, tales como controles de precios, fijación de bienes a
producir y en qué cantidad, restricciones a su movilización, etc.
 Promulgación de leyes especiales que violan las garantías constitucionales de la
expropiación, al eliminar la intervención judicial y pago previo del justo precio.
 Medidas administrativas (intervenciones, ocupaciones, etc.) que privan a los
propietarios del uso y ejercicio de su facultad de disponer de sus activos.

 Fallos del Tribunal Supremo que afirman que la propiedad privada y la libertad
económica no limitan la acción estatal por considerar que el contenido de estos
derechos los determina la Asamblea Nacional por ley no la Constitución.
Adicionalmente, los poderes Ejecutivo y Judicial han censurado y penalizado las
diferentes campañas de información que promuevan los derechos de propiedad privada.

VIOLACIONES DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD EN SECTORES CLAVE DE LA ECONOMÍA:

En el caso de las tierras agrarias, solo entre el 2006 y el 2008, los derechos de propiedad
privada sobre más de 590 cultivos fueron desconocidos según la Federación Nacional de
Ganaderos de Venezuela FEDENAGA (organización venezolana que representa a los
ganaderos y criadores desde hace más de 60 años). A mediados del 2009, el Ejecutivo ya
había ejercido su dominio sobre más de 2.500.000 de hectáreas que anteriormente eran
de propiedad privada. Esto se hizo mediante el llamado procedimiento de rescate de
tierras agrarias (un procedimiento administrativo destinado a recuperar las tierras agrarias
supuestamente inactivas propiedad del Estado), que no incluye a los tribunales y que sólo
aplica cuando no se afirma la propiedad privada sobre la tierra a ser recuperada. Para
lograr la aplicación “legal” de este procedimiento, el Ejecutivo Nacional hace caso omiso
de los documentos de propiedad privada actual a menos que vayan acompañados de una
"documentación en cadena de la propiedad" que debe remontarse hasta el lejano año de
1848 (Rosito, 2007).

En el caso de las empresas privadas y medios de producción en general, la violación de


los derechos de propiedad privada se ha producido mediante la ejecución de las llamadas
"expropiaciones administrativas". Éstas desconocen las garantías dadas a la propiedad
privada por la Constitución de 1999 y la Ley de Expropiación de 2002., Por lo tanto, son
medidas arbitrarias del Ejecutivo Nacional (voie de fait/vías de hecho), muy similar a una
agresión contra la propiedad (robo) con lesiones personales. Además, las expropiaciones
administrativas se han llevado a cabo mediante la aplicación de regulaciones que niegan
la existencia de elementos básicos de la libre empresa, tales como el derecho a gestionar
una empresa, obtener un beneficio razonable, y de la propiedad privada, como la libertad
de usar y disponer de los bienes producidos (Canova, Anzola, & Herrera Orellana, 2009).

Las "expropiaciones administrativas" se han aplicado en los casos del hierro, del acero y
de la industria del cemento, así como en las actividades relacionadas con hidrocarburos
primarios y transporte y la venta de combustibles líquidos, con los siguientes propósitos:
(i) permitir la adquisición de bienes a expropiar antes de que sea hecho el pago del valor
justo de mercado, (ii) posibilitar la fijación arbitraria de los precios a pagar por el Estado y
(iii) impedir o negar la intervención de los tribunales.

En el caso de los alimentos y un gran número de bienes y servicios que el Ejecutivo


Nacional ha declarado como esenciales, se aplica el Decreto-Ley Orgánico de Seguridad
y Soberanía Agroalimentaria y la Ley de Defensa de las Personas en el Acceso a los
Bienes y Servicios que imponen limitaciones a los productores y proveedores de servicios
para gestionar sus empresas y hacer uso de sus bienes libremente. Además, permiten al
Poder Ejecutivo a establecer limitaciones adicionales y adoptar medidas administrativas
para controlar a nivel nacional la producción y distribución de alimentos, así como para
intervenir, cerrar, administrar y disponer de las plantas, fábricas, bienes y maquinaria sin
indemnización o limitaciones temporales. En muy pocos casos, estas medidas condujeron
a un procedimiento de expropiación formal conforme a la Ley de Expropiación de 2002,
como ocurrió en los casos del café y de algunas empresas procesamiento (Ecarri, 2009).
En el caso de las tierras urbanas y de viviendas construidas o en construcción, la
situación ha empeorado luego que el Distrito Metropolitano de Caracas ordenó entre 2006
y 2007 la expropiación y tomó por la fuerza un número significativo de inmuebles para
vivienda en la ciudad de Caracas. Recientemente, se publicaron varias regulaciones que
establecen los criterios arbitrarios para el cálculo del valor de la tierra. Pero las
regulaciones no reflejan los precios de mercado y prohíbe, en el caso de la construcción
en curso, recoger el valor real de la propiedad una vez totalmente construida, tomando en
cuenta la inflación registrada durante el período de construcción.

En septiembre del 2009, más de 2.000 propiedades en Caracas, fueron declaradas de


"interés cultural" sin un procedimiento previo. La mayoría de estas propiedades son de
propiedad privada. A partir de ahora, esas propiedades no podrán ser modificadas,
vendidas o hipotecadas por los propietarios de los mismos sin el consentimiento previo
del Ejecutivo Nacional, según la Ley para la Protección y Defensa de los Bienes
Culturales. Además, en octubre de 2009 se promulgó la Ley de Tierras Urbanas, la cual
crea un procedimiento para la compra forzada de tierras urbanas a favor del Ejecutivo sin
las garantías de la expropiación. Además de su ambigüedad, esta Ley creó efectivamente
un derecho preferente del Estado para adquirir tierras urbanas (cualquier tierra urbana
que vaya a venderse, primero debe ser ofrecida al Estado) y en general causó una caída
del valor de mercado de tierras urbanas y de los edificios construidos sobre ellas

COMPLICIDAD DEL PODER JUDICIAL

En lugar de poner un alto a las acciones violatorias de los derechos de propiedad privada
y la seguridad económica llevada a cabo por los poderes Legislativo y Ejecutivo, el Poder
Judicial ha sido tolerante e incluso ha brindado su apoyo. La Sala Constitucional y la Sala
Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, así como las Cortes Conten-
cioso-Administrativas y los Tribunales en lo Contencioso-Agrario defienden inconstitucio-
nales criterios judiciales tales como: (i) negar a los propietarios el uso la reclamación de
protección constitucional (el amparo) como una forma de exigir la tutela judicial de estos
derechos; (ii) no acordar medidas cautelares destinadas a suspender estos
procedimientos o regulaciones para evitar mayores daños invocando la primacía del
interés general (del Estado) en cada caso; (iii) afirmar que debido a que estos derechos
no son absolutos y que Venezuela no es un Estado Burgués, sino un Estado Global, los
derechos de propiedad privada y libertad económica pueden ser fuertemente restringidos
a favor del interés general (del Estado), e incluso eliminarse en la forma ya establecidas
por los poderes Ejecutivo y Legislativo (Arias, Herrera Orellana, Rondón y García, 2009).

En este contexto, no sorprenden que las iniciativas de organizaciones no gubernamen-


tales como CEDICE y ASOESFUERZO para llevar a cabo campañas de información en
relación con la aplicación de esta política sistemática de violación de los derechos de
propiedad privada, así como sus consecuencias en otros países, hayan sido rechazadas y
prohibidas por el Estado a través de CONATEL (Agencia de Telecomunicaciones Vene-
zolana) y por los Juzgados Penales. Incluso, además de la prohibición de las campañas,
se han iniciado procesos penales en contra de algunos miembros y participantes de estas
organizaciones no gubernamentales.
CONCLUSIÓN

Los hechos mencionados constituyen una clara evidencia del modo en que el Estado
venezolano, en forma deliberada, elimina sistemáticamente los derechos de propiedad
privada y la libertad económica reconocidos en la Constitución de 1,999. Estas acciones
están destinadas a eliminar toda independencia económica de los ciudadanos respecto
del Estado, y para poner en práctica un sistema de planificación centralizada. Asimismo,
son contrarias a la Constitución de 1999, pero acorde a la reforma constitucional de 2007
y el Plan Socialista 2007-2013, ambos están actualmente en la fase de ejecución por el
Gobierno no obstante su rechazo por la mayoría de los electores en el 02.12.07.
Desafortunadamente, esta situación dará lugar a una clasificación menos favorable que la
obtenida por Venezuela en el Informe IPRI 2009. En el 2009, el país ocupó el puesto 109
de los 115 países evaluados.

INVESTIGACIÓN REALIZADA PRO LOS ABOGADOS: ANDREA RONDÓN GARCÍA, LUIS ALFONSO HERRERA ORELLANA, Y TOMÁS
A. ARIAS CASTILLO, CEDICE LIBERTAD (VENEZUELA) PUBLICADO EN EL ÍNDICE DE DERECHOS DE PROPIEDAD 2010. EDITADO
POR LA ALIANZA DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD, USA.

LISTA DE REFERENCIAS

Arias Castillo, T., Herrera Orellana, L. A., & Rondón García, A. (2009). Del Estado Social
de Derecho al Estado Total. Crítica Filosófica-Jurídica a la Sentencia, 1.049. Caracas:
FUNEDA.

Canova, A., Anzola, K. & Herrera Orellana, L. A. (2009). ¿Expropiaciones o vías de


hecho? (La degradación continuada del derecho fundamental de propiedad en la
Venezuela actual). Caracas: FUNEDA-UCAB.

Ecarri, A. (2009). “Comentarios al novísimo decreto ley de defensa de las personas”. In J.


Revenga (Ed.). La muerte de la constitución (pp. 111-123). Caracas: Los libros de El
Nacional.

Rosito, G. (2007). “La errónea aplicación de la Ley de Tierras sobre presuntas tierras
ociosas o incultas y otras cuestiones”. En Hernández-Mendible, V. (Ed.). Derecho
administrativo iberoamericano (pp. 1567-1584). Caracas: Paredes Editores.

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