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Vitaminas para la osteoartritis o artrosis

Igual que la edad, la osteoartritis se le puede acercar inadvertidamente.

Comienza silenciosamente, con cierta rigidez ocasional. Más tarde, usted puede comenzar a sentir algún
dolor en las articulaciones de vez en cuando. La naturaleza humana le dice que lo ignore, pero quizá no
debería. Si hace la prueba con algunas terapias alternativas, podría retroceder la evolución de la
enfermedad antes de que le haga mucho daño.

Lo que sucede es más que nada un desgaste ordinario por el uso. Simplemente vea un par de
neumáticos para automóvil después de haber recorrido aproximadamente 50 millas (80 kilómetros). Los
neumáticos están desgastados y sus superficies están disparejas. Puede que hasta las cuerdas
sobresalgan en algunos lugares.

Un proceso parecido ocurre dentro de su cuerpo. El suave amortiguamiento elástico llamado cartílago
comienza a desgastarse y la brillante superficie que normalmente actúa como amortiguador de golpes
para los huesos puede comprimirse y volverse irregular.

En la medida que el cartílago y el hueso subyacente se desintegran, puede que se formen algunos
dolorosos espolones en la articulación. Los movimientos ordinarios pueden producir una sinfonía
demoledora de chirridos y crujidos.

Aunque nadie sabe realmente la razón por la que el cartílago se desgasta, aparentemente usar mucho
una articulación es un factor que contribuye. Es por eso que generalmente la osteoartritis ataca los
dedos, la espalda, la cadera o las rodillas. Además, una articulación lesionada en el pasado tiende a
desarrollar artritis más pronto que una articulación que ha llevado un existencia relativamente
consentida.

Los científicos sospechan que el daño de la osteoartritis se puede deber a un desequilibrio de las
enzimas en las articulaciones. El equilibrio correcto de las enzimas permite la desintegración y
regeneración naturales del cartílago. Sin embargo, la presencia de demasiadas enzimas puede provocar
que el cartílago de la articulación se desintegre más rápido de lo que pueda reconstruirse.
Entre la mayoría de la gente que pasa de los 60 años, los signos de osteoartritis aparecen en una
radiografía. Pero sólo alrededor de un tercio muestra alguno de los síntomas típicos de dolor, rigidez,
limitación de movimientos o inflamación. Esa es una de las cosas confusas de la osteoartritis. No parece
haber relación alguna entre la cantidad de dolor y el grado de daño en la articulación. Algunas personas
sólo han sentido dolores ligeros; en cambio otras desarrollan un dolor atroz.

No obstante, la artritis es la causa principal de invalidez entre los estadounidenses mayores de 65 años.
La osteoartritis, la forma más común, afecta a 21 millones de personas. Aunque no existen curas
milagrosas, hay mucho que usted puede hacer para reducir el daño al mínimo como es el consumo de
vitaminas que ayudan tanto a prevenir como a aliviar los malestares de esta dolencia.

Vitaminas para la rigidez y dolor de la osteoartritis

Los antioxidantes, especialmente la vitamina C, la vitamina E y el betacaroteno, ayudan a evitar el


desgaste del cartílago.

Se sabe que la artritis aumenta la producción de radicales libres, por lo que usted necesita un
incremento de vitaminas antioxidantes. Estos radicales libres son moléculas inestables vagabundas que
pueden iniciar una reacción en cadena en el cuerpo, haciendo que las células envejezcan
prematuramente, en ocasiones dañando el material genético. Aunque los poderes sanadores de los
antioxidantes pueden parecer un poco misteriosos, el proceso es crucial cuando se trata de proteger a
sus articulaciones.

Si usted padece artritis, los antioxidantes pueden proteger sus articulaciones contra el daño provocado
por el estrés oxidante, un proceso que acelera la desintegración del cartílago. Las articulaciones dañadas
por la osteoartritis liberan a las inestables moléculas de los radicales libres, a las que les falta un
electrón. Igual que carroñeros, estos compuestos altamente reactivos buscan un lugar del cual robarse
un electrón, a fin de estabilizarse. Generalmente atacan la molécula sana más cercana, que entonces se
convierte también en un radical libre.

Los antioxidantes ayudan a romper esta reacción en cadena y detienen el daño celular al ofrecer sus
propios electrones extra. No se sabe con exactitud la forma en que este proceso se lleva a cabo en las
articulaciones, pero la investigación ha demostrado que una alimentación alta en vitaminas
antioxidantes ayuda a reducir el dolor y el deterioro del cartílago.

Los investigadores del estudio sobre osteoartritis en Framingham evaluaron la alimentación de 640
personas para ver si existía alguna relación entre su osteoartritis y su consumo de vitaminas C y E y
betacaroteno, los tres antioxidantes principales. El resultado demostró que el trío de nutrientes
antioxidantes no evitará que usted sufra de osteoartritis, pero podría evitar que ésta empeore.

Después de revisar las radiografías de las rodillas de los participantes por un período de diez años, los
investigadores llegaron a la conclusión de que las personas que habían incluido las mayores cantidades
de vitamina C en su alimentación tenían una probabilidad tres veces menor de un deterioro progresivo
de la articulación. También tenían menos probabilidades de desarrollar dolor de rodilla. La vitamina E y
el betacaroteno también ayudaron a que las articulaciones achacosas se mantuvieran más sanas.

Los beneficios de las vitaminas C y E se extienden más allá de sus propiedades antioxidantes. Juntas,
mejoran la estabilidad de los componentes llamados proteoglucanos que ayudan a proteger a su
cartílago. La vitamina C ayuda a formar la proteína estructural conocida como colágeno, la proteína más
importante en los tejidos conectivos.

Para proteger al cartílago y domar esos dolores y molestias, tome 1,000 miligramos de vitamina C con
un amortiguador de pH tres veces al día.

Los estudios demuestran que la vitamina E ofrece alivio para la inflamación. En investigaciones
realizadas por científicos alemanes, las personas que tomaron 600 unidades internacionales (IU por sus
siglas en inglés) de vitamina E todos los días durante seis semanas tuvieron mucho menos dolor.

También tuvieron un campo de movilidad más amplio y pudieron tomar menos analgésicos. Para lograr
estos beneficios, se recomienda incluir 600 IU de vitamna E y 10,000 de betacaroteno en su régimen
antioxidante diario.

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