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Generativismo

Preocupación más notable de Chomsky: construir una teoría científica que hiciera
posible la explicación de la capacidad creadora en la adquisición del lenguaje por el
niño.

El niño , como el lenguaje, posee una capacidad creativa, generativa, que le


permite, con unas pocas estructuras producir las oraciones de su lengua. Medios
finitos generan mensajes infinitos.

Gramática: conjunto de reglas que hacen posible la generación de todas las


oraciones gramaticales de una lengua y ninguna de las agramaticales. (Reglas
resultantes de una competencia lingüística)

Para Chomsky, cualquier individuo dotado de la facultad de hablar es capaz de


expresarse adecuadamente en su propia lengua e interpretar y entender lo que otro
individuo de su comunidad lingüística le pueda comunicar.

Como el ser humano posee la facultad de hablar y conocer la lengua, entendiendo


por conocer la lengua, no los conocimientos científicos sobre la misma, sino los
mecanismos necesarios para expresarse en su lengua. Es a lo que llama Chomsky
la “competencia lingüística”.

Esta competencia está interiorizada, pero se exterioriza en cada acto lingüístico, y


es a lo que llama Chomsky “actuación lingüística” o manifestación de la
competencia.

Esta dicotomía es para Chomsky el primer requisito de la gramática generativa,


relacionada con la distinción lengua/habla de Saussure pero de carácter más
dinámico.

Todos los seres humanos nacen con un dispositivo especial y único de la especie
humana, conocido como mecanismo de adquisición del lenguaje, que hace posible
para el ser la adquisición no de una lengua particular sino de cualquier lengua.

Este mecanismo es transmitido genéticamente de padres a hijos, esto supone la


formulación de una teoría innatista
Trata de explicar la adquisición del lenguaje por el niño.

Discusiones sobre el origen del conocimiento humano: Diálogo de Platón: Menón.


(Teoría de la preexistencia del conocimiento).

Chomsky depura esta teoría: innatismo: “ciertos aspectos de nuestro conocimiento


y compresión son innatos, parte de nuestra herencia biológica, genéticamente
determinada, al igual que los elementos de nuestra naturaleza común que hace que
nos crezcan brazos en vez de alas”.

No todo conocimiento es innato

Una parte del conocimiento sobre la propia lengua se ha de tomar de la experiencia.

Chomsky habla entonces de principios universales que rigen la estructura lingüística


y parámetros que serán fijados por la experiencia.

(Parámetros: la estructura o hecho lingüístico de que se trata depende de la lengua


particular y, por tanto, hay que aprenderlo a partir del entorno).

´ La gramática de una lengua está dividida en los tres componentes


esenciales:

´​ ​Categorías sintácticas como nombre y verbo

´​ ​Categorías de significado como los rasgos de animación y humanidad

´​ ​Rasgos distintivos de fonología

Algunos de los universales lingüísticos:

Donde quiera que exista un ser humano siempre habrá lenguaje

Todas las lenguas cambian con el tiempo

El componente principal: sintáctico (generativo): tiene como función principal la


generación de estructuras profundas (Subcomponente de base, categorial-reglas de
ramificación, subcategorización- generación de cadenas preterminales y de un
lexicón, conjunto de artículos léxicos que configuran el vocabulario de una lengua).
La teoría de Chomsky

En pleno auge del conductismo americano Noam Chomsky (1969) presentó

una teoría que suscita uno los debates más polémicos de la historia de la

psicología en la que expone con crudeza las razones que hacen insostenible la

explicación conductista sobre la adquisición del lenguaje:

• La teoría conductista carece de evidencia empírica. Los errores típicos que

cometen los niños: “poní” (en lugar de puse), “decí” (en vez de “dije”) etc.,

muestran que son reglas (y no refuerzos ambientales) las que regulan el

habla infantil.

• La teoría conductista se muestra incapaz de explicar la creatividad del lenguaje


característica del hablante, es decir, su capacidad para construir un número infinito
de mensajes distintos, que quizá no hayan sido nunca oídos y, por tanto, jamás
reforzados, para expresar un mismo significado.

• La teoría conductista olvida la distinción entre competencia y actuación, entre el


conocimiento que tenemos sobre la gramática de nuestra propia y el uso que
hacemos de la misma en situaciones concretas.

• El proceso de adquisición del lenguaje seguiría un ritmo más lento si se debiera a


los mecanismos de aprendizaje que postula la teoría skinneriana.

• El habla que escuchan los niños se compone con frecuencia de oraciones

incompletas y gramaticalmente imperfectas

Quizá los orígenes de este polémico debate se remonten a las diferencias

de base existentes entre la naturaleza del lenguaje defendida por ambos autores.

El conductismo defiende el carácter lineal del lenguaje y considera, por lo tanto,

que la producción del mismo ocurre mediante un proceso de selección

determinado por las fuerzas asociativas existentes entre el repertorio de palabras

que posee el emisor.


Para Chomsky, por el contrario, el lenguaje es ante todo “... un núcleo

formal de reglas sintácticas al que se subordinan los demás componentes del

lenguaje” (Chomsky, 1957). Sus ideas suponían un cambio revolucionario en el

quehacer de la lingüística ocupada hasta entonces en describir los elementos que

componían el lenguaje y, por tanto, en elaborar los criterios taxonómicos que

permitieran tal descripción. Sin embargo, Chomsky quiso hacer de la lingüística

una ciencia explicativa, una ciencia capaz de explicar la creatividad del lenguaje,

la capacidad que tenemos las personas para comprender y producir enunciados

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nuevos, oraciones que no hemos oído jamás (Aitchison 1992), y la recursividad, la

posibilidad de alargar hasta el infinito las oraciones insertando sucesivamente

cláusulas en los puntos adecuados (Juan llegó tarde. Juan, cansado de esperar a

Javier, llegó tarde. Juan, cansado de esperar a Javier, el primo de Susana, llegó

tarde).

Las oraciones no son lineales, cada una de ellas posee una estructura

interna que debe ser conocida por el hablante y reconocida por el oyente, a pesar

de que sus límites no estén delimitados externamente. La producción y la

comprensión de frases nuevas requieren el conocimiento, no necesariamente

consciente, de las reglas que rigen la producción de tales estructuras. Chomsky

intentó, de hecho, idear un procedimiento capaz de generar el número infinito de

frases que pueden aparecer en una lengua natural y que sólo pertenezcan a esa

lengua y este intento hizo, como señala Searle (1974), que su teoría recibiera el

nombre de Gramática Generativa.

Pero la complejidad que caracterizaba las reglas que proponía esta

gramática generativa contrastaba con la rapidez y aparente sencillez con la que


los niños, rodeados con frecuencia de un ambiente lingüístico repleto de frases

erróneas e incompletas, comenzaban a hablar. Por ello, Chomsky (1965) se

mostró de inmediato partidario de una teoría innatista con respecto a la

adquisición del lenguaje; propuso la existencia de un mecanismo lingüístico

responsable de esta adquisición que denominó “Dispositivo para la Adquisición

del lenguaje” (D.A.L.) y afirmó que este mecanismo actuaba con independencia

del resto del sistema cognitivo humano.

Chomsky (1985) propuso como prueba de la existencia de este Dispositivo

Innato para la Adquisición del Lenguaje la presencia de una gramática universal1

es decir, de un conjunto de principios formales que son comunes a todas las

lenguas, como son la distinción entre sujeto y verbo, entre verbo y objeto, la

presencia de nombres, verbos, adjetivos etc. Consideraba que estos principios

adoptaban formas distintas en las diferentes lenguas según el valor que en cada

una de ellas adoptan sus diferentes parámetros. Por ejemplo, la presencia de un

sintagma nominal es un principio universal; el parámetro, lugar que ocupa el

núcleo en ese sintagma nominal, puede adoptar valores distintos: antes o

después de los determinantes.

La tarea a la que se enfrenta el niño al adquirir el lenguaje consiste en

descubrir la forma que adoptan los principios universales en la lengua de su

comunidad. Se trata de un proceso deductivo, (no inductivo), pues en el

conocimiento innato se encuentran tanto los principios universales aplicables a

todas las lenguas, como el conjunto de parámetros o de alternativas que deben

fijarse en función de la lengua concreta que el niño aprende; adquirir el lenguaje


1

Con esta gramática universal Chomsky simplifica las reglas gramaticales


formuladas en la inicial gramática

generativa. Vuelve a simplificar estas normas en Programa Miniminalista (Chomsky,


1990) presentado más

como un programa de investigación que como una teoría.

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no consiste, por tanto, en aprender los centenares de reglas gramaticales que

rigen la producción de oraciones en esa lengua, sino en establecer el valor


adecuado de una serie de parámetros previamente conocidos (Pinker, 1984).

La teoría chomskyana suscitó también fuertes críticas tanto desde la psicología


como desde el campo de la lingüística y de la filosofía. Searle (1974) señala el que
posiblemente sea el principal defecto de Chomsky: su incapacidad para ver la
conexión esencial entre el lenguaje y la comunicación, el considerar que las
oraciones son como objetos abstractos que se producen y entienden con
independencia de las funciones comunicativas que desempeñan y que explican su
existencia. Otros autores cuestionan la escasa importancia que esta teoría atribuye
a la exposición al input lingüístico y el carácter deductivo con el que se caracteriza el
proceso de adquisición del lenguaje (Akhtar, 1999) y otros autores, tras observar el
proceso de adquisición de algunos niños, denuncian que sus emisiones parecían
burlar las predicciones derivadas de la gramática universal

(Bloom, 1970).

No obstante, la influencia de Chomsky ha sido tal que comienza a ser

norma habitual dicotomizar las perspectivas teóricas sobre la adquisición del

lenguaje diferenciando, como Sebastián (2003) y Tomasello (2006) los siguientes

dos grupos:

a) Las teorías formalistas de carácter innato que suponen que la gramática


está constituida por un conjunto de reglas similares a las reglas algebraicas

b) Las teorías cognitivo-pragmáticas que afirman que la gramática constituye

el medio por el que el hablante consigue expresar de forma significativa

sus intenciones comunicativas. Estas perspectivas niegan la existencia de

una gramática universal que dirija la adquisición del primer lenguaje.

Veamos con más detalle, los argumentos que esgrimen las perspectivas

teóricas situadas en este segundo grupo.

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