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UNIVERSIDAD PRIVADA SERGIO

BERNALES

TRABAJO DE INVESTIGACION:
CONTRATOS BANCARIOS
NOMBRES:

ESTHER JIPA CASTILLO


LUZ HUERTA CASTRO
SERGIO CANALES HUASAQUISPE
AMELIA VALENZUELA VALDIVIA
SHEYLLA BERNUY RODRIGUEZ
NANCY NELLY RODRIGUEZ PANIAGUA

CURSO:

CONTRATOS MERCANTILES BANCARIOS


PROFESOR:

ABOG. MAHICOL ALMANDOS VARGAS

2015
UNIVERSIDAD PRIVADA SERGIO BERNALES

DEDICATORIA
Dedicamos este trabajo a nuestros Padres
por sus esfuerzos en concedernos la
oportunidad de estudiar y por su
constante apoyo a lo largo de mi vida.

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CONTRATOS BANCARIOS
A. CONCEPTO
No existe un concepto legal de contrato bancario. La doctrina entiende por contrato
bancario toda convención destinada a constituir o regular una relación que tenga por
objeto una operación bancaria.
Nuestro Código de Comercio no reguló el funcionamiento de los profesionales de la
actividad bancaria sino que, fiel a la influencia del pensamiento dominante en su época,
se limitó a incluir a las operaciones de banco en el elenco de los actos de comercio (art. 7,
inc. 2).
La doctrina ha ensayado múltiples definiciones de operación de banco, sin que pueda
hallarse un criterio generalizado al respecto. No obstante, todas las definiciones
manejadas por la doctrina hacen hincapié en la interposición o intermediación en el
crédito. En efecto, la función típica de los bancos consiste, precisamente, en recibir dinero
de los clientes que tienen exceso de liquidez generalmente a través del contrato de
depósito bancario. Este dinero lo colocan entre quienes necesitan esos fondos por lo
general mediante el contrato de préstamo bancario. La ganancia del banco se encuentra
en la diferencia entre la tasa de interés pasiva, que paga el depositante por su dinero y la
tasa de interés activa que cobra el banco por prestarle el dinero.
Teniendo en cuenta la función de intermediación y el sujeto intermediario, la doctrina
entiende que por operación bancaria debe entenderse lo siguiente: Es aquella en donde
se produce una intermediación en el crédito siempre y cuando el intermediario sea un
banco entendido éste como un sujeto organizado en forma de empresa cuya principal
actividad sea precisamente la de cumplir operaciones de banco.
Jurídicamente las operaciones bancarias son contratos. En otras palabras, las operaciones
de banco se reducen en todos los casos a contratos de tal forma que el contrato bancario
no es otra cosa que el esquema jurídico de la operación de banco.
Hemos afirmado que para que exista una operación bancaria, de acuerdo al concepto de
la misma, es imprescindible que participe un banco; por consiguiente, al ser el contrato
bancario nada más que la manifestación jurídica de aquella, para que un contrato pueda
incluirse en la categoría de los contratos bancarios, una de las partes contratantes debe
necesariamente ser un banco
En este contrato en particular, la prestación debida es el crédito y el banco es un
mediador entre la oferta y la demanda de este bien.
Fuera de la obligación de dar, los bancos también cumplen con obligaciones de hacer en
los casos de los contratos como por ejemplo el cofre fort y el giro.
Sin embargo, éste sólo elemento no basta, debe agregarse otro que tiene relación con un
sujeto determinado. Son necesarios, entonces, dos elementos para configurar a la
operación de banco. Por un lado un elemento sustancial o intrínseco representado por la
necesidad de que debe haber intermediación en la circulación del crédito, en la
circulación del dinero; por otro lado, un elemento extrínseco o formal, representado por
la necesaria intervención de un banco. Uniendo ambos elementos es que podemos llegar
al concepto de operación de banco.

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B. CLASIFICACIÓN
En un intento por sistematizar las operaciones bancarias, la doctrina las ha clasificado en:
operaciones activas, operaciones pasivas y operaciones neutras. El criterio de clasificación
atiende a la posición acreedora, deudora o neutra que el banco asume respecto del
cliente.
En este sentido, las operaciones activas son aquellas en las que el banco asume la
posición de acreedor frente al cliente. Son operaciones activas los siguientes contratos: la
apertura de crédito, el préstamo bancario y el descuento.
Por el contrario, las operaciones pasivas son aquellas en las que el banco asume la
posición de deudor frente a su cliente. Son operaciones pasivas el contrato de depósito
bancario y el contrato de redescuento.
Las operaciones neutras son aquellos respectos de las cuales el banco no es deudor ni
acreedor. Son operaciones instrumentales que sirven a las demás. Las operaciones
neutras son el contrato de cuenta corriente bancaria, el contrato de arrendamiento de
cajas de seguridad, el giro y la transferencia.

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