Sunteți pe pagina 1din 17

Programa Nacional de Alcoholimetría

Desde su implementación en 2003, el programa “Conduce sin alcohol” mejor


conocido como “Alcoholímetro” ha dado de qué hablar. Figuras reconocidas de la
política y de la farándula se han expuesto y han puesto los reflectores en la medida
preventiva; algunos repudian el operativo de la Secretaría de Seguridad Pública del
Distrito Federal (SSPDF), y otros tras la exhibición pública aprueban la disposición.
No obstante, con o sin polémica, la totalidad de la población capitalina (98%) ha
escuchado del programa “Conduce sin alcohol” o “Alcoholímetro”.

De acuerdo con la información obtenida en la encuesta en vivienda realizada en el


Distrito Federal por Parametría, para el 61% de los entrevistados la medida
preventiva del alcoholímetro ha cumplido con su objetivo, ya que ha ayudado en
mucho a disminuir los accidentes provocados por personas que conducen tras
consumir bebidas alcohólicas. La percepción de los capitalinos es avalada por la
SSPDF, la institución reporta que el programa ha contribuido a reducir en 30% el
índice de accidentes fatales asociados con el consumo de alcohol, y a disminuir en
70% las muertes por conducir en estado de ebriedad. Óscar Pérez Coria director
del programa “Conduce sin alcohol” afirma que en 2003 se tenían 671 decesos, y
para finales de 2012 sólo se registraron entre 96 y 97 fallecimientos.

Observando de esta manera que desde que dieron inicio los operativos de
alcoholimetría han tenido un alto impacto en la sociedad mexicana. El fin de los
operativos es la prevención y disminución de accidentes fatales relacionados con el
consumo de alcohol, siendo una medida con buenos resultados en el año 2009 de
da inicio al “Programa Nacional de Alcoholimetría” con el cual se extendería a todo
el territorio mexicano los operativos de alcoholimetría

Como parte integral de las intervenciones de prevención de lesiones y promoción


de la seguridad vial, la Secretaría de Salud, a través del Consejo Nacional para la
Prevención de Accidentes (CONAPRA), impulsa una política pública de alcance
nacional enfocada a disminuir la ocurrencia y gravedad de las lesiones como
consecuencia de accidentes de tránsito asociados al consumo del alcohol. La
conformación de dicha política incluye la creación de mecanismos para la vigilancia
y aplicación de la normatividad en cuanto a venta de alcohol a menores de edad,
venta de bebidas adulteradas, horarios y establecimientos en lo que se expenden
bebidas alcohólicas, así como la adecuación del marco legal para la realización de
operativos aleatorios de alcoholimetría. Específicamente, a efecto de implementar
de manera exitosa la realización de operativos aleatorios de alcoholimetría en los
132 municipios con mayor mortalidad por accidentes de tránsito, la Secretaría de
Salud participa, mediante la asignación de recursos a cada uno de los 32 Consejos
Estatales para al Prevención de Accidentes, para la compra de equipos e insumos
que requieren las áreas de Seguridad pública y tránsito para la realización de los
operativos antes mencionados. En este sentido, para homologar y fortalecer los
criterios de diseño, establecimiento y operación de los puntos para realizar las
pruebas de aleatorias de aliento a conductores, es elaborado el “Manual para la
Implementación de Operativos”, el cual refleja la experiencia, comentarios y
sugerencias de los expertos en la materia, reunidos en febrero de 2009 en la Ciudad
de México.

Los accidentes de tránsito tienen un gran impacto social en la sociedad y nuestro


país no queda fuera de los tantos que resienten las consecuencias de los mismos.
Los accidentes constituyen un creciente problema de salud pública a nivel mundial,
debido tanto a los daños a la salud que ocasionan como a los enormes costos que
generan tanto a las familias como a la sociedad, al provocar un elevado gasto en
salud y una gran demanda de servicios.

De acuerdo con el Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados


por el tránsito, en 2002 fallecieron 1.2 millones de personas en las carreteras de
todo el mundo, lo que equivale, en promedio, a 3,242 muertos como consecuencia
de lesiones en accidentes de tránsito. Se trata principalmente de adultos jóvenes de
entre 15 y 44 años de edad, 73% de ellos del género masculino. En México mueren
anualmente alrededor de 20 mil personas en algún tipo de accidente de tránsito; la
proporción es de tres hombres por cada mujer. Estos accidentes representan la
primera causa de muerte en niños, adolescentes y adultos jóvenes, y ocupan el
quinto lugar como causa de muerte general en el país. Se estima que cada día son
hospitalizadas 1,700 personas con lesiones severas y más de 100 enfrentan
discapacidad permanente por la misma causa. Los accidentes de tránsito
representan en el país la segunda causa de orfandad. Conducción y alcohol El
conducir bajo la influencia del alcohol tiene un impacto directo en el riesgo de sufrir
un accidente de tránsito, así como en la severidad de las lesiones resultantes.
Aunque la frecuencia de este fenómeno varía entre los países, las investigaciones
realizadas durante años han demostrado de manera contundente que existe mayor
riesgo en los conductores que han ingerido alcohol que en quienes no lo hacen. En
muchos países en donde el consumo de alcohol es parte integral de la vida diaria
se ha demostrado que conducir bajo los efectos del alcohol es la causa de casi la
mitad de los muertos y heridos graves, debido a los accidentes de tránsito. En los
países de ingresos medios y bajos, entre 33% y 69% de los accidentes mortales y
entre 8% y 29% de los lesionados se relacionan con el consumo de alcohol.

El informe Alcohol y salud pública en las Américas: un caso para la acción detalla
las considerables consecuencias del consumo de alcohol en la región y sostiene
que su reducción debe convertirse en una de las más altas prioridades de salud
pública en el hemisferio.
De acuerdo con dicho informe, y como resultado de un panel de consenso de
expertos que calificó 32 opciones de políticas de alcohol utilizadas en el mundo para
prevenir o reducir los problemas relacionados con el alcohol, se encontró que, si
bien existen muchas políticas efectivas, algunas estrategias populares (por ejemplo,
educación sobre alcohol en escuelas) producen poco o ningún impacto en tanto que
las opciones menos populares (por ejemplo, impuestos sobre el alcohol) están
fundamentadas con buenas evidencias sobre su impacto.

Ahora que se ha visto el impacto del consumo de alcohol en la sociedad y sus


consecuencias, fue necesario y evidente que se necesitaban medidas concretas
para contrarrestar esas situaciones.

La evidencia demuestra que el establecimiento de puntos de verificación de


sobriedad y realización de pruebas aleatorias, así como el establecimiento de límites
de concentración de alcohol en sangre son las intervenciones que muestran mayor
nivel de efectividad y que tienen un costo de implementación entre bajo y moderado.
Con la realización generalizada de análisis aleatorios del aliento (al menos a uno de
cada 10 conductores al año) se logran los índices más elevados de cumplimiento
de las leyes que establecen los límites de alcoholemia. Con base en lo anterior, para
efectos de transparencia y legalidad en la implementación de las medidas
relacionadas con la conducción bajo estado de ebriedad, los instrumentos más
eficaces con miras al cumplimiento de los límites de alcoholemia son los dispositivos
de análisis del aliento (alcoholímetros), que proporcionan pruebas objetivas de
concentración de alcohol en la sangre.

A todo ello cuando hablamos de estas pruebas es necesario describir que es un


operativo de alcoholimetría y comprender el termino, estos operativos son un
mecanismo que se implementa para poder determinar el grado de alcoholemia de
conductores de vehículos.

Los Municipios que van a implementar operativos de alcoholimetría deben integrar


un programa sistemático y agresivo. La continuidad, difusión y educación deben ser
parte esencial de los operativos. El propósito de los operativos de alcoholimetría no
es detener a conductores intoxicados. El objetivo es maximizar el efecto disuasivo
y aumentar el miedo a ser sorprendidos conduciendo bajo los efectos del alcohol.

Para poder ser aplicados deben guiarse por una serie de etapas, siendo las
siguientes:

1. Planeación La planeación debe garantizar antes que nada la seguridad del


público, de las autoridades y de todo personal presente en el operativo. Es preciso
determinar la estrategia de instalación, fecha, ubicación, horario y condiciones en
que se establezcan los puntos de revisión, así como la designación del personal
que intervendrá, incluyendo todos los recursos materiales y humanos. Aun siendo
competencia de Seguridad Pública, Policía y Tránsito o Vialidad, siempre se debe
contar con la presencia de participación ciudadana, ONG y/o la CNDH, con el fin de
garantizar la transparencia del operativo.

2. Selección de la ubicación Los puntos de revisión no deberán entorpecer el flujo


vehicular. Tenga en consideración que dentro del mismo flujo habrá personas
conduciendo bajo los efectos del alcohol.
A). Puntos de seguridad para la selección de la ubicación:

• Máxima visibilidad y seguridad adecuada para los conductores y el personal


en el operativo.
• Espacio amplio y seguro para los integrantes del operativo. • Área de
acercamiento inicial o primer contacto.
• Área de prueba de alcoholimetría.
• Iluminación necesaria para mantener la seguridad del punto tanto para los
conductores como para los integrantes.
B). Es recomendable que el equipo a cargo de la selección de la ubicación del punto
de revisión tome en consideración los siguientes puntos:

• Experiencia de alta incidencia de conductores bajo el influjo del alcohol en


operativos anteriores.
• Incidencia de accidentes bajo el influjo del alcohol.
• Alta frecuencia en accidentes de un solo vehículo.
• Alto número de accidentes en horario nocturno.
• Hechos violentos relacionados con el consumo de alcohol. • Accidentes de
graves consecuencias.
• Zonas en las cuales se conoce que los conductores exceden los límites de
velocidad.
• Zonas de encuentro nocturno (discotecas, bares, centros nocturnos, etc.).

3. Comunicación Informar a todas las áreas involucradas. Los puntos de revisión


estarán integrados por servidores públicos tanto femeninos como masculinos. Se
contará además con el apoyo de un médico titulado de los servicios de salud
municipal. Podrán participar, en calidad de observadores, la Coordinación de
Derechos Humanos y los representantes de los Consejos de Participación
Ciudadana, así como organizaciones no gubernamentales (ONG). También se debe
invitar a los medios de comunicación con el objetivo no sólo de dar a conocer el
programa a la ciudadanía, sino para dar transparencia a las acciones
implementadas.
4. Montaje del operativo Dado que cada municipio o delegación cuenta con
diferentes recursos, tanto materiales como humanos, no es posible explicar cada
una de las variantes. Más adelante se describe lo que el programa establece como
mínimos indispensables.
5. Recursos
Recursos materiales

• 2 unidades (patrulla).
• 1 unidad (grúa).
• 12 trafitambos
• 1 anuncio (lona).
• 1 stand-escritorio desarmable.
• 1 alcoholímetro.
• 1 paquete de boquillas para alcoholímetro.
• 1 set de pilas para alcoholímetro
• 1 impresora de alcoholímetro.
• 1 set de pilas para impresora.
• 1 rollo de papel para impresora.
• 1 bote para basura.
• Papelería necesaria.

Recursos humanos

• 3 oficiales (flujo y supervisión)


• 1 oficial/operador de la unidad (grúa).
• 2 oficiales/médicos (entrevista inicial
• 1 oficial (prueba confirmatoria y documentación)

6. Procedimientos del operativo


Puntos de revisión de alcoholimetría fijos y móviles. Un problema que se presenta
frecuentemente es que los taxistas, los operadores de centros nocturnos y hasta los
clientes de los mismos “pasan” la información de la ubicación de los operativos de
alcoholimetría. Por esta razón, una práctica común es mover el punto de revisión
durante el transcurso de la noche, con esto también se logra un mayor efecto
disuasivo al aparentar que hay más operativos de alcoholimetría.
En los puntos de revisión, el procedimiento básico es:
1. Selección aleatoria de los vehículos que pasarán a la entrevista inicial.

2. Entrevista inicial. Es importante mencionar que la entrevista inicial debe ser un


proceso ágil y rápido. No debe llevarse más de dos minutos para no provocar un
congestionamiento vial y causar demoras a la ciudadanía. a. Saludo e identificación.
b. Informar al conductor y sus acompañantes que se trata de un operativo de
alcoholimetría, utilizando el nombre designado. Ejemplo: operativo “Conduce sin
alcohol”. c. Se realiza una prueba pasiva o una entrevista para determinar el estado
de la persona. d. En caso negativo, se le agradece su cooperación y se le indica
que puede continuar su camino. e. En caso positivo, se le informa que pasará a una
prueba para determinar el grado de alcohol con que se encuentra.

3. Reubicación. a. Se le solicita al conductor mover su vehículo a la zona de


seguridad. b. Se le invita a detener la marcha, bajar de su vehículo y trasladarse a
la zona de seguridad con el oficial/médico que le atenderá.
4. Toma de muestra. Se informa al conductor que, debido a que se está detectando
alcohol, se le tomará una muestra de aliento para confirmar si hay alcohol en su
organismo. a. Se le informa sobre los límites permitidos en la entidad.
i. 0.01 a 0.07 mg/L, tolerancia
ii. 0.08 a 0.19 mg/L, aliento alcohólico = consecuencia
iii. 0.20 a 0.39 mg/L, ebrio incompleto = consecuencia
iv. 0.40 o superior, no apto para conducir = consecuencia
b. Se le dan las instrucciones de cómo proporcionar una muestra de aliento correcta.
c. Se toma la muestra de aliento para determinar la cantidad de alcohol.
d. En caso de que el sujeto se niegue a proporcionar la muestra, se le informa que
se le considerará como conductor no apto, así como las consecuencias a las que
se hará responsable; con esto se busca que el sujeto sí proporcione la muestra. e.
Se le muestra el resultado en el equipo y se imprime.

f. En caso de estar dentro de los límites permitidos, se le agradece su cooperación


y se le indica que puede continuar su camino.

g. En caso de sobrepasar los límites permitidos, se le informa que se le hará una


segunda prueba en un lapso de 10 minutos.
5. Prueba confirmatoria

El Programa Nacional de Alcoholimetría establece la realización de una segunda


prueba (prueba confirmatoria) 10 minutos después de la prueba inicial, con la
finalidad de eliminar la posibilidad de alcohol bucal o falsos positivos por alimentos
preparados con alcohol. Programa Nacional de Alcoholimetría.

6. Se procede según el marco legal vigente en la entidad, tomando para dicho


proceso el resultado de la prueba confirmatoria.

Hasta estos momentos se tiene parte de lo que comprende un operativo de


alcoholimetría y el procedimiento administrativo que engloba. Pero de aquí se da un
punto de partida a un tema con relación directa.

La legalidad de los puestos de alcoholimetría

El 1 de marzo de 2010, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se


proclamó el periodo 2011-2020 «Decenio de Acción para la Seguridad Vial», con el
objetivo general de estabilizar y, posteriormente, reducir las cifras previstas de
víctimas mortales en accidentes de tránsito en todo el mundo aumentando las
actividades en los planos nacional, regional y mundial.

A partir de 2008 la Secretaría de Salud asumió un papel de liderazgo para


reducir la elevada carga en salud que significan las muertes y lesiones por esta
causa, por lo que a través del Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la
Prevención de Accidentes (STCONAPRA), dio a conocer en el marco de la
Estrategia Nacional de Seguridad Vial 2011-2020, que tiene el propósito general de
reducir un 50% las muertes, así como reducir al máximo posible las lesiones y
discapacidades relacionadas con el tránsito en el territorio de los Estados Unidos
Mexicanos, promoviendo la participación de las autoridades de los tres niveles de
gobierno, atendiendo a su ámbito de competencia y facultades, en la
implementación de las diversas acciones, Aunado a ello, en el mes de abril de 2011,
por gestiones de la Secretaría de Salud, el Senado de la República aprobó un Punto
de Acuerdo promulgando la década 2011-2020 como el Decenio de Acción para la
Seguridad Vial en México (Gaceta del Senado Abril de 2011).

Una de las acciones está relacionada con ellas asegurar el efectivo


cumplimiento de la legislación por parte de los usuarios de las vías mediante la
aplicación de intervenciones y controles basados en evidencia científica sobre el
factor de riesgo conducción bajo la influencia de alcohol.
La Acción Estratégica de Alcoholimetría tiene como objetivo contribuir a la
disminución, mediantes acciones preventivas, de la ocurrencia y gravedad de
lesiones de tránsito, como consecuencia de la conducción bajo los efectos del
alcohol.
Objetivos específicos
• Impulsar la implementación de controles de alcoholimetría,
• Disuadir conductas de riesgo y,
• Legitimar las acciones implementadas por las autoridades.

Apoyos federales destinados a las 32 entidades mexicanas:

1. Recursos para la adquisición de equipos de alcoholimetría e impresoras.


2. Insumos (boquillas, papel térmico, calibradores, etc.).
3. Materiales:
a. Manual para la implementación de operativos.
b. Guía de vigilancia y control de tránsito.
c. Protocolo para la implementación de puntos de control de alcoholimetría.

Líneas de acción del Acción de la Estratégica de Alcoholimetría, presente


entre algunos los siguientes lineamientos.

Gestionar la adecuación del marco normativo, estatal y municipal, que


brinde el soporte legal para: la realización de controles de alcohol en aliento;
armonizar los niveles de alcohol permitidos para la conducción, para conductores
nóveles, jóvenes, transporte público; así como establecer las sanciones de tipo
administrativo o penal en las leyes del ámbito federal, estatal y municipal, con base
en los resultados de las pruebas realizadas.

Proponiendo crear o fortalecer los mecanismos para la vigilancia y control de


tránsito. Las leyes deben difundirse y aplicarse por medio del uso de medidas y
sanciones apropiadas (Informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial,
2009:39).
Promover la aplicación estricta y transparente de controles de alcohol en
aliento de conductores con un enfoque de salud pública.
Controles de alcoholimetría

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el


establecimiento de un programa operativo local, nacional o regional contribuye a la
disminución de colisiones de tránsito ya que constituye un compromiso continuo y,
por lo tanto, tendrá un objetivo a largo plazo, como reducir, dentro de un lapso
específico y en un porcentaje determinado la cantidad de estos accidentes. Se
deben tomar en cuenta una serie de intervenciones que permitirán establecer un
programa operativo de seguridad vial que incluya intervenciones a corto, mediano y
largo plazo:

a) Establecimiento de un programa operativo. Una vez realizada la evaluación


inicial es necesaria la implementación de un plan estratégico que permita
cumplir con los objetivos, una vez establecidos, mediante las intervenciones.
Es fundamental que los países y sus entidades locales desarrollen "una
planificación que asegure el logro de los objetivos del plan a través de
programas específicos" (Glizer, 1993:286). La programación se diseña para
implementar las intervenciones estratégicas o prioritarias, además de
designar las tareas y la participación de los sectores involucrados. Con la
información recolectada se podrán identificar las intervenciones que se
deben poner en marcha.
b) Trabajo multisectorial. El Informe Mundial (OMS, 2009) recomienda la
colaboración entre los sectores involucrados en el tema, con el objetivo de
mejorar el tema de seguridad vial y recopilación de datos.
c) Apoyo político. Toda acción operativa debe contar con el apoyo de todos los
actores involucrados, especialmente de los políticos y de los responsables
de la toma de decisiones en este tema, para fortalecer las acciones
emprendidas.
d) Establecimiento de objetivos y metas. Los objetivos se definen con base en
los datos reunidos con el análisis. Para la definición de los objetivos se deben
considerar soluciones apropiadas para los problemas, aplicando un enfoque
sistémico, es decir, considerar el sistema como un todo e identificar donde
hay posibilidades de intervención.

 Las intervenciones que se pondrán en marcha pueden estar


relacionadas con temas en los cuales los responsables de tránsito
colaboran con otras instituciones como los son:
 La modificación y fortalecimiento del marco legal, la aplicación
rigurosa de la ley, fortalecimiento de sanciones.

 Las campañas de difusión que se realizarán para cada grupo


vulnerable, así como los materiales que se entregarán.

 Las capacitaciones que se llevarán a cabo para sensibilizar a la


población.

 Los operativos de prevención que se establecerán. Se anexan el


formato para la programación de operativos, así como el formato
trimestral de la Acción Estratégica de Alcoholimetría.

e) Operativos de control. El objetivo de los operativos de control de


alcoholimetría, es disuadir a los conductores de ingerir bebidas alcohólicas y
conducir, para prevenir y evitar conductas riesgosas.

Los operativos de control deben de tener un período de dos a cuatro semanas


de aplicación intensiva de las normas, que incluya la aplicación de multas, y
la repetición de la operación varias veces al año.

El manual para la implementación de operativos. El protocolo para la


implementación de puntos de control de alcoholimetría (STCONAPRA, 2013)
contiene los lineamientos para la realización de operativos de alcoholimetría.

Contribuir a la capacitación en temas asociados a la seguridad vial dirigidos


a autoridades y personal operativo de salud y de las corporaciones de tránsito,
vialidad o seguridad pública, que contribuya en el desarrollo de sus funciones.

Al estar regulado, los puestos de alcoholimetría y de acuerdo a la seguridad


jurídica del individúo, el gobernado mexicano, en el estado de Yucatán, queda
obligado a cumplir con el ordenamiento legal aplicable al tránsito, que se encuentra
estipulado en el artículo 1, del reglamento de la Ley de Tránsito del Estado de
Yucatán, que a letra dice:
Artículo 1. Este Reglamento es de orden público, de interés social, de
observancia general y tiene por objeto establecer las disposiciones
normativas para el debido cumplimiento de la Ley de Tránsito y Vialidad del
Estado de Yucatán, en lo relativo a:

I. El ejercicio de las competencias que en materia de tránsito y vialidad


corresponden al Poder Ejecutivo;
II. La clasificación y equipamiento de los vehículos, así como el régimen
de utilización de los dispositivos obligatorios;
III. Los requisitos administrativos y las condiciones técnicas obligatorias
para el tránsito de vehículos;
IV. La regulación del uso de la vía pública;
V. Las normas generales para el tránsito de vehículos, peatones y
semovientes en las vías públicas, así como los derechos y
obligaciones de las personas usuarias de las mismas;
VI. La clasificación y regulación de los dispositivos para el control del
tránsito y la vialidad;
VII. La implementación de mecanismos para prevenir accidentes y el uso
de los dispositivos tecnológicos especializados, para tal efecto;
VIII. La regulación de las disposiciones de tránsito para la circulación de
los vehículos del servicio público de transporte de pasajeros y de
carga, las terminales y los estacionamientos;
IX. La promoción de la educación vial y la regulación de las escuelas de
manejo;
X. Los procedimientos a seguir en caso de accidentes de tránsito y la
responsabilidad civil resultante;
XI. La prestación del servicio público de tránsito, peritación, arrastre y
auxilio vial, cargo de la Secretaría de Seguridad Pública;
XII. La determinación de las conductas infractoras derivadas del
incumplimiento de las normas en materia de tránsito y vialidad, así
como las sanciones aplicables a las mismas;
XIII. La aplicación de las medidas cautelares o preventivas, para evitar
riesgos a los usuarios de las vías públicas;
XIV. La actuación de los jueces de vialidad y el procedimiento de
interposición del recurso de revisión, y
XV. El funcionamiento del Consejo Consultivo de Tránsito y Vialidad del
Estado de Yucatán.

El Reglamento de la Ley de Tránsito y Vialidad del Estado de Yucatán


(vigente), en los artículos 325, 326, 327, 328, 329, 330 y 331, título décimo segundo,
operativo para prevenir accidentes y uso de dispositivos tecnológicos
especializados, contempla los operativos para prevenir accidentes, a los usuarios
de las Vías Públicas que podrán someterse a las pruebas de detección de alcohol,
las pruebas de detección de alcohol mediante el aire espirado Tasa de alcohol en
la sangre y aire espirado, Prueba de detección de alcohol mediante aire espirado,
Práctica de la prueba de detección de alcohol, Inmovilización del vehículo, multa y
amonestación.

“Artículo 325. La Secretaría con objeto de evitar la pérdida de vidas y daños


materiales a los Usuarios de las Vías Públicas de jurisdicción estatal,
implementará operativos para la detección de alcohol en los conductores, así
como de psicotrópicos, estupefacientes y otras sustancias análogas, y
prevenir todo tipo de infracciones a la Ley y este Reglamento, mediante el
uso de dispositivos tecnológicos especializados.

Todos los operativos y programas se llevarán a cabo de manera permanente


y aleatoria, en diferentes puntos en las vialidades, así como en los paraderos,
sitios o terminales del servicio público de transporte, bajo estrictas medidas
de confidencialidad.

Personas obligadas a realizarse la prueba de detección de alcohol, drogas,


psicotrópicos, estupefacientes y sustancias análogas

Artículo 326. Todos los conductores estarán obligados acceder a la


aplicación de las pruebas que se establezcan para detectar posibles
intoxicaciones derivadas del consumo de alcohol y de drogas, psicotrópicos,
estupefacientes u otras sustancias análogas.

De igual forma estarán obligados a la aplicación de dichas pruebas, los


Usuarios de las Vías Públicas implicados en un hecho o accidente de tránsito.

Usuarios de las Vías Públicas que podrán someterse a las pruebas de


detección de alcohol drogas, psicotrópicos, estupefacientes y sustancias
análogas

Artículo 327. Los agentes, en el ejercicio de sus funciones, podrán aplicar las
pruebas de verificación de tasa de alcohol en la sangre y aire espirado, así
como del consumo de drogas, psicotrópicos, estupefacientes y otras
sustancias análogas a:

I. Cualquier usuario de la vía pública señalado como posible


responsable de un hecho o accidente de tránsito;

II. Cualquier Conductor que presente síntomas evidentes,


manifestaciones que denoten o hechos que permitan razonablemente
presumir que los realiza bajo la influencia de bebidas alcohólicas
drogas, psicotrópicos, estupefacientes y otras sustancias análogas;

III. Los conductores que sean sancionados por la comisión de alguna


infracción a este Reglamento, y

IV. Los conductores que sean requeridos al efecto por la Secretaría o


sus agentes, con motivo de los programas de control preventivo de
consumo de alcohol, drogas, psicotrópicos, estupefacientes y otras
sustancias análogas.

De las pruebas de detección de alcohol mediante el aire espirado Tasa


de alcohol en la sangre y aire espirado

Artículo 328. No podrán circular en las vías públicas de jurisdicción estatal,


los vehículos cuyos conductores presenten una tasa de alcohol en la sangre
(BAC) superior a 0.080 miligramos por 100 mililitros o de alcohol en aire
espirado (BrAC) superior a 0.40 miligramos/litro.

Tratándose de vehículos destinados al servicio público de transporte,


sus conductores no deberán presentar ninguna cantidad de alcohol en la
sangre o síntomas simples de aliento alcohólico y en caso de presentarlos,
el Conductor será remitido a la Secretaría en calidad de detenido y
sancionado de acuerdo a este ordenamiento y demás disposiciones legales
y normativas aplicables.

Prueba de detección de alcohol mediante aire espirado

Artículo 329. Las pruebas para detectar la posible intoxicación por alcohol,
se practicarán por los agentes y consistirán, normalmente, en la verificación
del aire espirado mediante alcoholímetros, oficialmente autorizados, que
determinarán de forma cuantitativa el grado de impregnación alcohólica de
los conductores. El procedimiento se realizará en condiciones de estricta
higiene, seguridad y control.

Práctica de la prueba de detección de alcohol

Artículo 330. En caso de que el resultado de la prueba practicada arroje una


tasa de alcohol en la sangre (BAC) superior a 0.080 miligramos por 100
mililitros o de alcohol en aire espirado (BrAC) superior a 0.40 miligramos/litro,
el Agente procederá a trasladar al examinado hasta la Secretaría, para que
el personal médico de la misma le efectúe el examen médico y químico
(toxicológico) de orina, para determinar los grados de alcohol, de acuerdo a
los parámetros del Código Penal del Estado de Yucatán.

Si el resultado de la prueba de orina practicada fuera positivo y la tasa de


alcohol superior a 110 miligramos sobre decilitro, se procederá a la aplicación
de la sanción respectiva y, en su caso, se procederá conforme a las
disposiciones legales y normativas aplicables.

Inmovilización del vehículo, multa y amonestación

Artículo 331. En el supuesto de que el resultado de las pruebas y de los


análisis a que se refiere el artículo anterior fuere positivo, el Agente procederá
a la inmediata inmovilización del Vehículo.

Cuando los conductores presenten aliento alcohólico, pero no rebasen las


tasas de alcohol en la sangre o de aire espirado a que se refiere el párrafo
anterior, serán acreedores a las sanciones siguientes:

I. Si el resultado de las pruebas practicadas arrojan una tasa de alcohol


en la sangre (BAC) entre 0.060 y 0.079 miligramos por 100 mililitros o
de alcohol en aire espirado (BrAC) inferior a 0.40 miligramos/litro, se
les aplicará multa clasificada como grave y la medida cautelar de
inmovilización del vehículo por representar un riesgo para la
circulación, en este último caso, siempre que no haya una persona que
pueda hacerse cargo de su conducción, cuya actuación haya sido
requerida por el interesado. Además se hará acreedor a una
amonestación, y

II. En caso de que las pruebas arrojen resultados a las tasas inferiores
a las señaladas en la fracción anterior, el conductor será amonestado.

También podrá inmovilizarse el Vehículo en los casos en que el Conductor


se niegue a efectuar las pruebas de detección alcohólica.

Los gastos ocasionados por la inmovilización, traslado y depósito del


Vehículo, serán cubiertos por el Conductor o quién legalmente deba
responder por él.

Cabe mencionar que al momento de que entre algún supuesto descrito con
anterioridad y sea necesario el aseguramiento del ciudadano y vehículo, respetando
la seguridad jurídica del ciudadano, la policía está obligada a acatar el Acuerdo
04/2012 del Secretario de Seguridad Pública, por el que se emiten los lineamientos
generales para la regulación del uso de la fuerza pública por las instituciones
policiales de los órganos desconcentrados en la Secretaría de Seguridad Pública.

El uso de la fuerza pública aplicada por los elementos de seguridad pública,


debe ser estrictamente legal, necesaria, proporcional, racional y oportuna, asimismo
será exclusivamente para neutralizar y controlar conductas que generen amagos de
violencia y que tengan propensión de causar daños a la integridad de otras
personas, de igual manera para hacer cumplir de la ley, Garantizar el normal
funcionamiento de servicios públicos y el libre tránsito de personas y bienes,
salvaguardar el orden y la paz pública, del mismo modo el principio de
proporcionalidad implica que el uso de la fuerza será adecuado y en proporción a la
resistencia o agresión recibida, y la oportunidad en el uso de la fuerza pública
tenderá a la actuación policial inmediata para evitar o neutralizar un daño o peligro
inminente o actual, que vulnere o lesione la integridad, derechos o bienes de las
personas, las libertades, la seguridad ciudadana o la paz pública, por lo que en el
desempeño de sus funciones, los integrantes de las Instituciones Policiales
podrán hacer uso legítimo de la fuerza en los niveles de presencia disuasiva,
persuasión verbal, control físico de movimientos, utilización de fuerza no letal y
utilización de fuerza letal, como está estipulado en los artículos 4, 5, 7 fracciones I,
IV, VI, 11, 13 y 16 de los lineamientos generales para la regulación del uso de la
fuerza pública por las instituciones policiales de los órganos desconcentrados en la
Secretaría de Seguridad Pública, que a letra dice;

“Artículo 4.- El uso de la fuerza pública se realizará estrictamente en la


medida que lo requiera el ejercicio de las funciones de los integrantes de
las instituciones policiales y deberá ser: legal, necesaria,
proporcional, racional, y oportuna para garantizar el cumplimiento de los
principios de legalidad, objetividad, honradez, eficacia, eficiencia,
responsabilidad, diligencia, profesionalismo y respeto a los derechos
humanos reconocidos por la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

Artículo 5.- El uso de la fuerza necesaria se destinará a neutralizar y a


controlar conductas que generen amagos de violencia y que tengan
propensión a causar daños a la integridad de otras personas o a la de
los elementos de los cuerpos policiales federales.”

Artículo 7.- Los objetivos del Uso Legítimo de la Fuerza son los siguientes:
I. Hacer cumplir la Ley;
IV. Salvaguardar el orden y la paz públicos;

VI. Garantizar el normal funcionamiento de servicios públicos y el libre


tránsito de personas y bienes, y

Artículo 11.- El principio de proporcionalidad implica que el uso de la fuerza


será adecuado y en proporción a la resistencia o agresión recibida,
atendiendo a su intensidad, duración y magnitud.
Este principio impone que no se deberá actuar con todo el potencial de una
unidad si las personas contra las que se usa la fuerza se encuentran en una
situación cuantitativa y cualitativa inferior. En consecuencia, la fuerza
empleada debe ser prudente y limitada, sólo para alcanzar el control
y neutralización de la agresión.
El uso de la fuerza está en directa relación con los medios que emplean las
personas que participan en la agresión, su número y grado de hostilidad.
Artículo 13.- La oportunidad en el uso de la fuerza pública tenderá a la
actuación policial inmediata para evitar o neutralizar un daño o peligro
inminente o actual, que vulnere o lesione la integridad, derechos o bienes de
las personas, las libertades, la seguridad ciudadana o la paz pública.

Artículo 16.- En el desempeño de sus funciones, los integrantes de las


Instituciones Policiales podrán hacer uso legítimo de la fuerza en los niveles
de presencia disuasiva, persuasión verbal, control físico de movimientos,
utilización de fuerza no letal y utilización de fuerza letal.

Podrán utilizar la fuerza y armas de fuego solamente cuando otros medios


resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado
previsto.

S-ar putea să vă placă și