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Título
IPSEIDAD, OTREDAD Y ALTERIDAD
Subtitulo
COMO UNA APUESTA Y APORTE PARA RECONOCER LA DIVERSIDAD HUMANA
Autor Maestrante
PATRICIA GÓMEZ TRUJILLO
Lugar:
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
PROGRAMA DE MAESTRIA EDUCACIÓN DESARROLLO HUMANO
Lugar: Cali, Valle Colombia
Correo Electrónico: patygomez4 yahoo.com
APERTURA
Todo ello implica una conexidad, en una urdimbre de relaciones. Los vínculos se dan
en gran variedad de espacios de socialización, donde adquirimos y transformamos nuestra
formas de pensar, sentir, proceder y conocer con relación a nosotros mismos, los otros y los
grupos, de esta manera es como construimos nuestra subjetividad /nuestro yo con el otro,
seamos conscientes de ello o no, percatándonos o no en cómo influye la esencia del otro en
cada uno en doble vía/ en ambos sentidos, incluso mas allá de los presentes, somos acontecidos
por los asuntes (tanto antepasados, como futuras generaciones) en nuestras vidas,
percibiéndonos como seres responsables, excluyentes, incluyentes o indiferentes ante el otro.
Todo este entramado se puso en cuestión entre los profesionales participantes frente a
su actitud y valores con relación a las diferentes dimensiones/ámbitos del desarrollo humano,
evidenciando nuestra diversidad biológica, psíquica, cultural y territorial. Entonces la presencia
y esencia del otro debería movilizar a las comunidades académicas y sociales para afectar las
políticas, planes, programas y proyectos educativos para humanizar los servicios.
Pregunta de indagación
¿Cuál es la urgencia y pertinencia que los formadores de formadores hagamos una reflexión
sobre el compromiso ético-político de contribuir a la configuración de maestros, cuya praxis
este signada por el reconocimiento del Otro?
La situación problemática
Los programas de formación de docentes siguen educando desde la totalidad, desde y para la
homogenización en un país que constitucionalmente se reconoce como pluriétnico y
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multicultural (situación muy similar para la mayoría de los países latinoamericanos), lo que deja
implícita la idea de una nación diversa, que como condición de civilidad pretende la
interculturalidad. En consecuencia, se ha expedido todo tipo de normativas con respecto a la
educación inclusiva, que orienta los planes, programas y proyectos educativos, cuyas directrices
tienen el objetivo de garantizar el derecho a todos al acceso, permanencia, pertinencia,
promoción y a recibir una educación de calidad, para que todos puedan crecer, aprender, jugar
juntos. Sin embargo, el respeto y valoración de la diferencia en nuestras aulas dista mucho de
sus ideales. La realidades que se han escrito y capacitado los docentes sobre el tema, pero los
resultados siguen sin ser los esperados, se tienen dificultades en la convivencia, con los
indicadores de eficiencia del sistema educativo, y entre los llamados vulnerables hay bajo
rendimiento y deserción escolar, con consecuencias como: exclusión, inequidad, violencia,
dificultades en la configuración de la identidad individual y colectiva, problemas con la
cohesión y responsabilidad social, entre otros problemas ontológicos.
La complejidad del ser humano y de las relaciones humanas han hecho que el objeto de
conocimiento en las ciencias sociales haya cambiado con el devenir de la historia, por los
nuevos desafíos del mercado, la ciencia, la cultura, la tecnología, la comunicación, la gran
variedad de espacios de socialización donde adquirimos y transformamos nuestra forma de
pensar, sentir, proceder; conocer con relación a nosotros mismos, los otros y los grupos, implica
nuevas conversaciones, narrativas…pues de esta manera, es como construimos nuestra
subjetividad; en este sentido, es una llamada a la transdisciplinaridad, una apertura a otras
miradas, conocimientos que enriquezcan el análisis de las situaciones sociales, de modo que se
pueda encontrar respuestas integrales y que respondan al contexto local y global, reconociendo
los otros saberes situados, a los otros en su esencia y en su coopresencia.
categorizan a los seres humanos. Hoy esta diversidad converge en el aula, en la cancha, en el
gimnasio, en la pista, como potencias y riqueza de subjetividades, de corporalidades.
En este sentido sólo voy hacer alusión a uno de los documentos revisados que resulta
pertinente para el Encuentro de la Red de “La educación física. Prácticas escolares y prácticas
de formación”, pues presenta los resultados de la investigación denominada: “Sentido de la
alteridad en la formación del licenciado en Educación Física” (Orrego & Portela). El documento
fue seleccionado pensando en lo que significa la corporalidad, el gesto, el tocarse, mirarse, el
competir, el apoyarse, confiar, atacar, frenar, jugar, juntarse y separarse, el disentir, automatizar
el movimiento y lo que ello significa en la configuración de la subjetividad, en espacios y
tiempos que posibilitan los procesos de desarrollo de habilidades motrices, en el deporte y la
recreación, como posibilidad de comprender otras funcionalidades, otras potencialidades, de
percibir su corporalidad y la del otro.
Contexto y Desarrollo
En ese sentido, el Estado colombiano ha generado todo un marco legal conforme a las
tendencias internacionales en reconocimiento de las llamadas poblaciones vulnerables, pero la
postura en esta investigación es que antes que la norma como lo político, está el compromiso
ético de apertura al Otro, en este sentido se toma distancia con el concepto de diversidad e
inclusión, es que estas suelen ser aprovechas para desconocer, etiquetar, subvalorar, estratificar
al diferente, no necesariamente para valorarlo y respetarlo, es casi que para aceptar su
presencia, que no necesariamente significa reconocimiento (en el sentido amplio del término)
en el ámbito educativo.
La encuesta la respondieron 143 personas, número global que corresponde a personas que
también participaron en los siete (7) talleres donde se generaron discusión, como era el
objetivo del ejercicio provocar la reflexión. El pretexto era llamar a la introversión sobre la
tensión y posibilidad que genera visibilizar/agenciar las dinámicas interculturales que están
presentes en el ámbito educativo, donde se encuentran la diversidad expresada en los niveles
educativos, las posturas epistemológicas, las memorias, imaginarios de orden cultural,
costumbres, lenguas, símbolos, experiencias, entre otras, que tiene la comunidad educativa,
inmersa en contextos con externalidades y formas de gobernanza, pero que son determinantes
para lograr los objetivos de la educación y la sociedad, formar ciudadanos más equitativos,
participativos, justos, consolidar la democracia, la convivencia en paz, el desarrollo sostenible y
armónico.
El proceso se hizo a través del servicio de Apoyo Psicopedagógico y con la participación de los
estudiantes de un curso electivo en educación intercultural para compartir saberes y experiencias
mediante entrevistas a estudiantes con condiciones de diferencia en el género (básicamente
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Para complementar el ejercicio de trabajo de campo se les pide una narrativa a personas con
discapacidad, para ello, se le pidió a dos estudiantes con discapacidades invisibles, una por tener
baja visión, (una discapacidad muy incomprendida, pues se conoce poco de ella y afecta de
manera diferente a cada sujeto) y la discapacidad psicosocial que estigmatiza al estudiante,
ambas pueden pasar desapercibidas, si el estudiante no dice o tiene una crisis en el campo
universitario, no la identificamos fácilmente. Por ello, les solicité a las dos estudiantes que
escribieran un corto relato con relación a su proceso de socialización en la universidad desde
que entraron, cuenten cómo su condición afecta su rendimiento académico por el hecho de tener
una limitación y ¿qué significados y vivencias en torno al proceso de su vida universitaria le han
impactado más durante su trayectoria académica?. Confluyen en que es satisfactorio pensar que
la universidad las piensa.
En este panorama la lectura del contexto y la revisión de las causas/ efectos de los
acontecimientos, encarna la responsabilidad de los docentes universitarios con la tarea de
contribuir a formar sujetos de derechos, políticos, culturales y éticos; que a su vez sean garantes
de ellos para con los otros, es decir que estén en capacidad de coadyuvar a construir, a generar
el orden social en el que se quiere vivir, proteger y defender para la dignidad de todos.
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La construcción del saber social implica una batalla contra el pensamiento único, en
que el proceso de construcción del conocimiento se convierta en un dialogo con otras teorías/
paradigmas/otros saberes, que tiene que ver con los afectos y efectos que las cuestiones de
estudio nos provocan; para tener una visión amplia e integra de los asuntos que nos interrogan.
Además, significa el conocimiento compartido/el aprendizaje cooperativo/ /colectivo permite
mirar lo propio, lo territorial, sin perder la visión global.
más desalineada, dejarse vibrar por el otro más que pretender multiculturalizarlo,
abandonar la homo-didáctica para hetero-relacionarse. (p.20)
El otro vuelve y nos devuelve nuestra alteridad. Mientras que para Skliar(2004), el
misterio de lo otro y el poder de su alteridad esta en no ignorar el rostro del otro y en la
irrupción del otro quebrantado la continuidad de lo mismo, además de nuestra ipseidad
como docentes que siempre cobra poder sobre el otro.
Las palabras que usamos en nuestros discursos reflejan los paradigmas de como vemos
a los otros, si son normales, anormales, normalizados, unidos, excluidos, incluidos, marginados,
vulnerables; en su mayoría con una connotación negativa, que empobrece la existencia. Otros
rótulos que hablan más de su situación, que de su ser, son: abandonados, protegidos, hay que
estimularlos, medicalizarlos, embellecerlos, internarlos muchas veces sin que pase por nuestra
mente su ipseidad, otredad y alteridad, (es decir sin que lo dejemos escoger, Ser) y si lo
pensamos mejor es deficiente, siempre le falta, está incompleto, no se parece, no responde a la
mayoría predominante, al estándar culturalmente establecido.
Esta pretende ser una de las explicaciones, de cómo el no reconocimiento del otro, es
una de las causales de las deformidades sociales como: el racismo, xenofobia, la exclusión, la
homofobia, la misoginia, entre otros aspectos problemáticos de las sociedades. En este sentido,
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son muchos los conceptos, percepciones, significaciones que hay implicados en la forma que
enclaustramos, nombramos, juzgamos al otro, entre ellos están: arquetipos, estigmatización,
mismidad, minoría, discriminación, categoría, gueto, censura, entre otros, que son el reflejo del
deseo de clasificar e incluso de invisibilizar, desvalorar, discriminar, estratificar,
segregar/separar y de dividir, que además pluralizan, solo identidades colectivas: negros,
pobres, migrantes, extranjeros, fanáticos, minusválidos, indios, etcétera. “Desconocer la
otredad a través del rotulo, la categoría y la clasificación es la forma más concreta de
exclusión, todo acto de clasificación es así mismo un acto de exclusión y de inclusión que
supone coerción y violencia”(Skliar, 2004)
En ese contexto los autores Skliar & Larrosa(2011), presentan en el libro “Experiencia,
alteridad, educación”, la relación de tres conceptos que son cuidadosamente pensados, invitando
al lector a abrirse a la posibilidad de la experiencia, que no es simplemente vivencial. Ello
supone la presencia de un otro, el reconocimiento de ese otro, la sorpresa del otro, que sólo
será tal si se produce encuentro, relación y afectación. Suceso que no puede prescindir de la
disposición de ir ‘deshaciendo’ nuestras categorías para poder albergar lo inesperado, lo
imprevisto, aquello que irrumpe con la existencia de otros.
Ante estas exclusiones que niegan la otredad, la alteridad y una mismidad que
no trasciende a la ipseidad, pues no es posible despojarse de la etnia, edad/generación,
género/sexualidad, corporalidad y su funcionalidad, religión, procedencia, condición
socioeconómica y menos negar su historia, dado que nuestra subjetividad es la historia de lo que
hemos vivido y de nuestro proyectos futuros; las coordenadas tiempo y espacio dejan un plano
de posibilidades para el encuentro con el otro, muchas veces conocido mas no reconocido, han
existido sin la validación/aprobación de la cultura hegemónica. Sin embargo el talento deporte
y en las artes, la ha dado la posibilidad a los denominados otros, demostrar su potencial, a nadie
le importa si es negro o extranjero, quien marco el gol de la victoria. Han sido una oportunidad
de inclusión.
El Desarrollo Humano hoy pasa por darle sentido a nuestras tradiciones, reinventar la
democracia, repensarse el Estado, participar para tener políticas éticas, que guíen el
comportamiento desde la razón, el sentir/las emociones y acciones que dignifique al ser
humano, como parte de la biodiversidad que habita la tierra, con sus diferentes modos de
habitarla. Haciendo de la educación un protagonista, lo que solo es posible si formamos de
modo diferente a los formadores de formadores, para contribuir a contar con maestros cuya
praxis este signada por el reconocimiento del otro, como camino para la inclusión.
Las disertaciones en los talleres y conversatorios giró alrededor de cómo formar a otros
es un tema controversial, pues implica cultivar, proteger, cuidar, acompañar, reconocer a sus
congéneres, estudiantes, preparar para el saber Ser, el saber Estar, para
Conocer/Reconocer/Comprender en aras de la convivencia; pero como se ha dicho antes,
siempre imprimimos un sesgo particular entre nuestros estudiantes, siendo esto un asunto
delicado; la invitación es que el saber social y el saber pedagógico debería estar subordinado a
la ética para el encuentro con el otro.
incluidos; no olvidemos que cuando decimos los demás nos auto excluimos, pero cuando el otro
lo pronuncia quedamos incluidos automáticamente.
La actitud irreverente significa estar atentos a las fronteras porosas, a las grietas
problemáticas, a las heridas y cicatrices humanas dejadas por el despojo de la condición de
humanidad, a los muros que se levantan y que hay que derribar, facilitando el intercambio
social para activar nuestro pensamiento, tener la disposición, como la capacidad de discernir
ante y con lo diferente. Esta posición exige mirar/narrar/reconstruir a los otros desde nosotros.
Las acciones para querer transformar situaciones complejas y casi utópicas no son posibles sin
profesionales que sean conscientes de sus realidades/contextos y con la capacidad de
leer/reflexionar, generar crisis intelectual, de dejarse acontecer para desplegar su potencial para
movilizar nuevos sentidos; de tal manera que le permita contribuir a transformar el destino de
los denominados otros, ésta posibilidad está para un docente que comprende/desaprende/
emprende/ recomprende.
El aporte de este ejercicio ha sido provocar a los maestros y a otros profesionales para
que comprendan que sus decisiones, actitudes, discursos, gestos, contenidos que promulga u
omiten afectan al otro, a los otros, pues es un tiempo importante el que pasamos en las aulas/en
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Una pedagogía que debe no solo visibilizar la alteridad del otro, sino la alteridad de lo otro. Ello
implica otras historias, otros contenidos, reconstruir la historia, otros sentidos, otros juegos,
otros deportes, espacios y otros discursos circulando; una ampliación, adaptación curricular que
nos permita crecer, vibrar, aprender con el otro, pues nuestras cosas en común son más que las
diferencia y para mitigarlos están los ajustes razonables y para superar las barreras se nos
propone el diseño universal para el aprendizaje.
Metódica
Se realizaron talleres usando dispositivos para permitir abrir el dialogo por pequeños
grupos, con total libertad para ejercer el derecho a disentir, la exposición, narrativas y
conocimientos sobre el tema, con relación a valores y dimensiones de la vida social. Que es y
no es alteridad en economía, salud, política, pedagogía, lúdica, corporalidad, ética y en la
cultura; que implica la otredad desde diversos valores. A sí mismo la alteridad como ruptura con
la mismidad, como posibilidad, como fraternidad, como nuestro ser otro/identidad, fue muy
interesante lo que expresaba cada uno aportando desde su experticia, desde sus experiencias.
ciencias e incluso de educación física a hacer una transformación desde la narrativa, desde la
praxis y desde su Ser, para generar una cultura escolar de acogida, de respeto y valoración de
la pluralidad.
Unos de los aspectos era volver a contar la historia, sustentando su historicidad rota y
aminorada, hacerlo desde su propia voz, dignificando sus vidas, sus luchas y de los
territorios/culturas que habitan. Visibilizar los efectos del desplazamiento forzado, sintetizado
en éxodos humanos, desplazamientos, ahogo de las culturas ancestrales y destrucción de la
naturaleza.
Entre los dispositivos para la reflexión, se aplicó una encuesta a docentes y directivos docentes,
como también a algunos estudiantes en formación, y terapeutas que trabajan en el campo
educativo, educadores especiales y los otros profesionales a fines a la educación, cuyo objetivo
era brindar la oportunidad de pensarse frente a asuntos que nos interpelan a cada uno como
otro diferente.
La escuela como espacio de protección, de todo eso que afuera puede hacer daño como:
las adicciones, el abuso, el maltrato, la explotación infantil, de crecer en la ignorancia, sin
proyección futura, sin otras historias, sin pares, sin autoridad y sin libertad real; podríamos
seguir mencionado muchas otras adversidades como no tener sentido de pertenencia, de hacer
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valer su dignidad como ser humano; entonces la comunidad educativa viene a ser la
contingencia para desarrollar una ipseidad sana, saludable, que le posibilite vivenciar valores
con la otredad y la alteridad
Discusiones y conclusiones
La urgencia de abordar este tipo de temática entre los docentes universitarios, radica en
la importancia que tiene la dimensión afectiva en todo ser humano, para enfrentar
efectivamente los contextos sociales, situacionales y comunicativos, como aprender a lo largo
de la vida. Así como el conocimiento y control de las emociones sólo se puede hacer a través
de valorarse a sí mismo (autoestima), gestión de sus propias emociones para autorregularse, ser
consciente como percibo los sentimientos de los otros, de los demás, lo que se denomina
empatía; el docente en la conversación, en el intercambio de información/saber ejerce algún
nivel de persuasión, por ello debe entender cómo afecta su opinión y actitudes a los demás, que
influye todo el tiempo en los otros, aun sin decir nada, solo la presencia, su gesto, su
corporalidad nos debe hacer reflexionar como se sienten los demás.
Esto es un llamado para los docentes de literatura, historia, artes, música, historia,
geografía, educadores físicos y re creacionistas para evitar la exclusión de sentido y mirar
nuestras raíces, aportes a la construcción de vínculos e intersubjetividades. Es muy de nuestra
cultura que pretendamos transformar la realidad desde el marco legal, pretendiendo mostrar que
la realidad no solo está captada en las normas, se puede ver la realidad a través de una visión
universal (imbuido de lo social, lo antropológico, lo filosófico, las ciencias humanas), incluso
puede estar en lo sublime, lo efímero, lo espiritual.
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Bibliografía
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Lopera, A. (2004). El maestro ante la diversidad. Fundación diversidad y educación, Medellin.
Peña, F. B. (s.f). Revista alma Mater. La Alteridad como Alternativa Pedagógica, 37.
Ricoeur, P. (1999). El problema de la identidad narrativa en la filosofía de Paul Ricoeur.
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Rueda, L. S. (1999). La ipseidad fenomenologia y teoria de la accion.
Skliar, C. (2004). ¿Y si el otro no estuviera ahí? . Madrid: Miño y Dávila Editores.
Skliar, C. (s.f). Educación (que es) del otro. el argumento de la Diferencia y la práctica del
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Skliar, C., & Larrosa, J. (2011). Experiencia y alteridad en educación.
Sleeter, C., & Grant, C. (1988). Un Analisis de educacion multicultural de la educacion en los
Estados Unidos . Boston, Estados Unidos: in Harvard Educational Review.