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TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL

Ante de empezar el análisis de la terapia de cognitivo conductual desde la perspectiva de


Aaron Temkin Beck, se abordará este escrito desde dos artículos. El primero es
Intervención cognitivo conductual en un caso de depresión en una adolescente tardía y el
segundo es Conducta suicida: Consideraciones prácticas para la implementación de la
terapia cognitiva.

En el primer artículo de Menárguez, A., García, p. y García Benito, J., tiene como
“objetivo es analizar los efectos de la aplicación de un tratamiento cognitivo-conductual
dirigido a reducir la sintomatología depresiva. La evaluación se realizó mediante el
Inventario de Depresión de Beck (BDI), la Escala de Autoestima de Rosenberg, el
Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA) y la Escala de Alexitimia de
Toronto (TAS-20). Se aplicó un tratamiento cognitivo-conductual que incluyó
psicoeducación, activación conductual, entrenamiento en respiración diafragmática,
autoinstrucciones de afrontamiento, técnicas de asertividad y reestructuración cognitiva”.

Esta relación de la depresión en la infancia y adolescencia resulta compleja dado que se


trata de un periodo evolutivo llenos de cambios tanto físicos, emocional, de contexto social,
entre otros elementos. Por ello, la clasificación de episodios de depresión mayor o
Trastorno de Depresión Mayor (DMS-5 Y CIE-10), englobarían varios criterios que se
tendría en cuenta en el diagnostico de la enfermedad, como en su respectivo tratamiento,
pues, pueden existir otros factores concomitantes en la alteración del estado de ánimo.

Con respecto a la evaluación de la depresión, aunque existen multitud de instrumentos


con buenas propiedades psicométricas, cabe destacar tanto la Escala de Depresión de Beck
(BDI; Beck et al., 1961), uno de los autoinformes más ampliamente utilizados, como el
Inventario de Depresión Infantil (CDI; Kovacs, 1977), la adaptación a población infantil y
adolescente del anterior (aplicable de 6 a 17 años). Otros instrumentos clásicos para
población adulta son la Escala de Hamilton para la Depresión (HRSD; Hamilton, 1960) y
el Protocolo para trastornos afectivos y esquizofrenia (SADS; Endicott y Spitzer, 1978).

Con referente al tratamiento y de acuerdo con el diagnostico que se haga de este, con sus
diversos factores que lo influyen, se realizar tratamientos farmacológicos como
psicológicos de acuerdo con el caso. Es por ello, se utiliza un “tratamiento combinado que
incorpora el tratamiento farmacológico junto al psicológico, existe evidencia de que
presenta mayor efectividad que la psicoterapia de forma aislada a corto plazo, no siendo así
a largo plazo (Cuijpers, van Straten, Warmerdam y Andersson, 2009)”.

En esta validación de instrumentos y para este caso cabe destacar en la depresión que
Escala de Depresión de Beck, es una herramienta que aporta eficacia y fiabilidad en la
clasificación de un cuadro depresivo, pues se evalúa la gravedad y la intensidad de los
síntomas.

Uno de los criterios a trabajar en este cuadro depresivo desde la infancia y la


adolescencia es ansiedad cognitiva del individuo en niveles cognitivos, emocional y
emocional. Esto se da desde “un tratamiento de corte cognitivo-conductual, el cual fue una
combinación de los aspectos básicos de la terapia cognitiva de Beck (1979) junto con
técnicas para la mejora de la autoestima y la asertividad, así como técnicas para el
afrontamiento de la ansiedad”.

Una evidencia más de la eficacia de la terapia cognitivo-conductual para la depresión en


la adolescencia tardía; en concreto, en este caso se ha constatado la eficacia de la terapia
cognitiva de Beck (1979) para la depresión, incluyendo componentes como la activación
conductual, la reestructuración cognitiva, el trabajo con las distorsiones cognitivas y las
actividades agradables.

En el segundo articulo Conducta suicida: Consideraciones prácticas para la


implementación de la terapia cognitiva de Toro, Ronaldo. Podemos encontrar a que “se
refiere a ideas, intentos y actos autoinfligidos de muerte, causada por cogniciones negativas
autorreferentes (triada cognitiva), un procesamiento de información selectivo, rígido y
generalizado, con sesgos confirmatorios y estilos de afrontamiento pobres. Puede tratarse
con Terapia Cognitiva (TC), la cual ha demostrado efectividad en esta problemática, basada
en la modificación de cogniciones negativas y estilos disfuncionales de afrontamiento,
reducción de deserción, adherencia a servicios de salud y apoyo social”.

Estas conductas suicidas el CIE -10 la define “como una muerte por lesión
autoinflingida, deliberadamente iniciado por la persona, intencional, como medio para
obtener un resultado deseado, consciente y social, resultado de la interacción de factores
biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos, culturales y ambientales (OMS, 2006), es
decir, un hecho multicausal” (Serrano, 2003).

Es importante a aclarar, que las conductas suicidas se pueden desencadenarse por


diversos factores, o sea, un hecho multicausal, como lo son desde una perspectiva
neurobiológica y psicológica, es necesario estudiarla desde dos grandes categorías de riesgo
suicida: la primera en cuanto a un déficit en control de impulsos y la segunda en cuanto a la
propensión al dolor psicológico intenso. Otra de las causas está en los patrones cognitivos
de procesamiento de información, creencias disfuncionales y mecanismos de preservación
esquemática (Beck, Rush, Shaw & Emery, 1979; Freeman & Reinecke, 1995; Henriques,
Beck & Brown, 2003; Rush & Beck, 1978).
Desde el modelo teórico de la Terapia Cognitiva “afirma que es una expresión extrema
del deseo de escape de lo que parece ser un problema irresoluble o una situación
insoportable (Rush & Beck, 1978; p. 202) y se deriva de tres componentes de la triada
cognitiva negativa: yo defectuoso, un mundo agresivo y despiadado, y un futuro desolador
y desesperanzado”.
A lo anterior se agregan ciertos errores cognitivos dominantes y unas estructuras
cognitivas relativamente estables denominados esquemas disfuncionales activos (Beck et
ál., 1979; Rush & Beck, 1978), por tanto el objetivo de la evaluación en esta terapia,
inicialmente se centra en la identificación de pensamientos automáticos, distorsiones
cognitivas y creencias centrales que se activan inmediatamente antes del intento de suicidio
(Beck et ál., 1979).
Por tanto, el foco de la terapia cognitiva TC es reducir la conducta suicida con los
siguientes elementos claves: a) el desarrollo de medios eficaces para hacer frente a la
desesperanza y a la conducta objetosuicida, b) involucrar a los pacientes rápidamente en el
tratamiento para reducir la deserción, c) aumentar el uso adaptativo de los servicios de
salud, y d) aumentar el uso adaptativo del apoyo o soporte social.
Tabla 1. Intervención cognitivo conductual en un caso de depresión en una adolescente tardía.
Sesión Contenidos Tareas para casa

1 Entrevista inicial. Evaluación y recogida de información

2 Entrevista y evaluación mediante autoinformes TAS-20 y “cuestionario sobre mí mismo”


(Autoestima)

3 Psicoeducación y revisión de tareas. Práctica de la respiración y actividades


agradables.

4 Devolución resultados autoinformes. Entrenamiento en respiración


diafragmática. Activación conductual

5 Revisión de tareas y entrenamiento en autoinstrucciones de Práctica de autoinstrucciones.


afrontamiento. Respiración.
Actividades agradables

6 Revisión de tareas. Entrenamiento asertividad y reestructuración Registro PANS


cognitiva. Actividad para la autoestima (afirmaciones positivas y Hábitos saludables (dieta y ejercicio
derechos inalienables) físico).

7 Revisión tareas y reestructuración cognitiva. Actividad para la Registro y discusión cognitiva.


autoestima (auto-respeto). Actividades agradables y ejercicio.

8 Revisión registros y nueva evaluación (post-test).

9 Refuerzo de logros y cierre.

10 Seguimiento (2 meses).
11 Seguimiento (4 meses).

Tabla 2. Conducta suicida: Consideraciones prácticas para la implementación de la terapia cognitiva

Sesión Contenidos Tareas para casa

1-3 Fase Enganchar el paciente al tratamiento. Enseñar solución de problemas


primaria Pedir que“cuente su propia historia” que lo llevó al intento de suicidio. (desarrollar lista de problemas
del Atender el riesgo de la conducta suicida del paciente. y metas).
tratamiento

4-7 Fase Desarrollar nuevas herramientas para reaccionar a las situaciones Construir un Kit de Esperanza para
intermedia estresoras, con base en la reestructuración cognitiva y el cambio los casos de crisis, el cual contiene una
del conductual. lista de las razones por las cuales vivir.
tratamiento Identificar y modificar las creencias centrales asociadas al intento
suicida y sus estrategias de afrontamiento acompañantes
Finales del
tratamiento

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SAN ALFONSO

PROGRAMA DE PSICOLOGÍA

ASIGNATURA CONDUCTAII

EVER AMAYA GONZALEZ

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