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El Señor va de camino a Jerusalén y en ese camino ocurren muchos eventos y este es uno de ellos.
Jesús se encuentra con un joven que es rico. En este estudio queremos examinar ese joven a la luz
de lo que nos dice la Biblia
Esta es una fotografía de todo lo mejor que puede verse en un hombre natural, un hombre sin
Cristo. Esto justamente lo que vemos en muchas personas, a las cuales les decimos: "sólo le
faltaba ser creyente". Sin embargo, Jesús estaba viendo algo más profundo.
Tenía todo lo que cualquier hombre podría desear, pero sentía que le faltaba algo más. Es por esto
que se dirige al Maestro de Galilea, esperando que él le enseñara cómo heredar la vida eterna.
Pero evidentemente el no conocía a Dios
Las respuestas de Cristo hacen que este joven se de cuenta de sus equivocaciones. A través de
estas respuestas le hace ver el falso concepto que tiene de Cristo y de la vida eterna.
Rompe con esa dura máscara de su "justicia propia", y le llevan a la debida comprensión de Dios
Está viendo a Cristo como un maestro bueno, pero no está viendo a Dios (comp. Juan 14:6-9) Para
él no había distinción entre Dios y otro hombre
Cristo le responde: "¿Por qué me llamas maestro bueno?" No hay nadie bueno (Romanos 3:10-12)
solo Dios es bueno.
Cristo quería que él viera a Dios y no a un hombre. Este joven no estaba reconociendo a Jesús
como hombre bueno porque sabía que era Dios, sino porque hacía cosas buenas. Por eso Jesús le
responde de esa manera, porque si estaba viendo a un hombre, es que no conocía a Dios.
El 10º mandamiento es el fruto de los otros 5. Este joven tenía una idea externa del mandamiento
o ley en forma legalista (la letra mata) Pero vemos que Cristo le demuestra que él no cumple la ley
ni puede cumplirla: "Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás
tesoro en el cielo; y ven, sígueme" (v.22)
¿Eres un legalista?
¿La anhelaba tanto que estaría dispuesto a hacer lo que Cristo le pidiese? Se puede ver que tan
solo la quería como algo adicional a sus tesoros
No se había visto ante la terrible realidad de la eternidad. Cuando una persona comienza a
preguntarse sinceramente sobre lo que es necesario para ir al cielo, empieza a brillar un rallo de
esperanza a su salvación
No es el cielo
La vida eterna es CRISTO: "Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida
está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida." (1
Juan :11-12)
Este joven no esperaba oír estas palabras sino un buen consejo de un buen maestro. Pero escuchó
la realidad del Evangelio de parte del DIOS-HOMBRE que iba de camino a la cruz
Cristo no le invitaba a una fácil conversión, sino a un discipulado bajo el signo de la cruz. (Lucas
14:26,27,33)
Este joven se fue triste (dolor mental). Cristo le había abierto los ojos a la verdadera vida cristiana.
Se fue, dando la espalda a Cristo y poniendo su rostro en las riquezas.
"Es como aquel que pregunta en el mercado por lo que le gusta mucho, pero se marcha triste
porque no se lo puede llevar al precio que el se imaginaba"
Así que vemos en este joven 5 cosas
"Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta..." (Marcos 10:21)
"Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e
hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y
escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como
clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Ahora, hijo
mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es
fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;
porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda
cosa encubierta, sea buena o sea mala." (Eclesiastés 12:9-14)