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ENFERMEDAD AGUDA EN EL ADULTO MAYOR

Dr. Edgar Medrano Chávez


Medicina Interna
Maestría en Gerontología
Hospital de Emergencias Grau-Essalud

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“El envejecimiento es un proceso en el que los adultos sanos pasan a ser frágiles, con
disminución de los mecanismos de reserva fisiológica e incremento exponencial para la
vulnerabilidad frente a la enfermedad y la muerte”
Richard A. Miller

FORMAS DE PRESENTACIÓN EN EL ADULTO MAYOR (A.M.) :

Los cambios que ocurren de manera normal o habitual con la edad junto con la forma con
que la sociedad trata a los A.M. y el modo en que ellos se perciben a si mismos, modifican
la forma de presentación de las enfermedades y los enfoques necesarios para su optimo
diagnóstico y tratamiento.

PRESENTACIÓN INESPECÍFICA Y ATÍPICA :

Las enfermedades del A.M. se presentan a menudo con síntomas inespecíficos o


aparentemente triviales, en términos tan vagos como la “alteración del estado general” o
“no se encuentran bien”. Pueden estar ausentes síntomas y signos típicos o aparecer
tardíamente. El SNC es el más vulnerable a los efectos anómalos de las enfermedades. Por
este motivo entre los síntomas inespecíficos más frecuentes que sugieren un proceso
morboso en los gerontes se encuentran: confusión, caídas, incontinencia, fatiga, anorexia,
abandono de si mismo. Todo cambio brusco de la situación previa, independientemente de
su naturaleza, debe considerarse como posible signo de enfermedad física o emocional.
Existen formas atípicas de la presentación de las enfermedades en el A.M.:

Depresión sin Tristeza: Con frecuencia se asocia a confusión mental sin mucha disforia.

Masa Asintomática: Puede ser una masa maligna principalmente gastrointestinal, que
apenas produce alteraciones funcionales. Puede localizarse en zonas silente del intestino
(p.e. colon ascendente).

Enfermedades Infecciosas Silentes: Los A.M. desarrollan sepsis sin leucocitosis. fiebre o
taquicardia.

Abdomen Agudo Silente: La secuencia normal de hipersensibilidad y dolor local, seguido


de dolor generalizado a medida que se extiende la peritonitis no siempre esta presente en el
A.M. Teniendo un abdomen agudo pueden presentar taquipnea y síntomas similares a
neumonía o bien síntomas mentales o urinarios vagos sin ninguna focalidad.
Infarto Agudo de Miocardio Silente: Aproximadamente un tercio de loa IAM de los
gerontes cursan de manera clínica silente sin dolor toráxico o ningún otro síntoma.
Probablente otro tercio de estos enfermos sufre síntomas, pero no presenta dolor torácico,
por lo que no siempre se diagnostica.

Edema Pulmonar Agudo sin disnea: Es frecuente observar en pacientes gerontes con
evidentes signos clínicos de ICC que no refieren disnea subjetiva, DPN, ni tos, sino
síntomas muy vagos o ninguno.

Tirotóxicosis Apática: Se puede presentar asociado a una apatía y bradipsiquia un cuadro


de hipertiroidismo que constituye el prototipo de las formas modificadas de las
enfermedades en el geronte.

Enfermedades “Ocultas”en el A.M.: Muchos pacientes gerontes que sufren síntomas no


acuden a la consulta médica o no notifican, ni siquiera a los pacientes con un estado lúcido.
Alguna de estas se detallan: depresión, incontinencia, rigidez osteomuscular, caídas,
alcoholismo, sordera, demencia, problemas dentales, malnutrición, disfunción sexual.

PRESENTACIÓN EN UN ORGANO O APARATO DIFERENTE :

Es frecuente que el órgano más frágil claudique dando lugar a las manifestaciones clínicas
debidas a esta claudicación. El cerebro es un órgano muy sensible, por eso, los cambios de
conciencia constituyen uno de los síntomas de presentación mas frecuentes de las
enfermedades agudas del A.M..
La pérdida de una función que el paciente conservaba previamente es un trastorno sutil y
precoz de la presentación de una enfermedad aguda. Es cierto que cuando más frágiles,
cuando más edad tenga el paciente serán mas evidentes estas diferencias en la presentación
de la enfermedad aguda, ya que van ligadas insolublemente a la comorbilidad y a la
fragilidad o disminución de la reserva fisiológica.

ENFOQUES DIAGNOSTICOS EN LA ENFERMEDAD DEL A.M.:

Existen enfoques alternativos que contribuyen al reconocimiento e interpretación de las


enfermedades de estos pacientes gerontes, incluyen la pluripatología o comorbilidad y la
fragilidad como factores determinantes.

La Jerarquización de los Problemas es importante:

Se debe tratar inicialmente el problema más importante o el que puede comprometer la vida
del paciente o amenazar su salud. Dicha jerarquización requiere además de los
diagnósticos formales más importantes considerar una amplia lista de Problemas o
Síndromes Geriátricos, que son aquellos problemas muy comunes, cuyo reconocimiento
clínico es de extraordinaria importancia pero que paradójicamente muchas veces pasan
desapercibidos como problemas patológicos siendo considerados normales. Los Síndromes
Geriátricos son la expresión clínica de la fragilidad. Estos síndromes requieren de
tratamiento por si mismos, a pesar de la ausencia de desencadenantes claros.
Dentro de este enfoque se hace importante la Valoración de la Situación Funcional (parte
de la Valoración Geriátrica), ya que en la actualidad se considera como uno de los
mejores indicadores del estado de salud, predictor de morbimortalidad y predictor de
consumo de recursos asistenciales de cualquier naturaleza.

El Principio de Causalidad no siempre es válido:

La integración de signos y síntomas en un único síndrome, practica habitual en la medicina


del adulto, no siempre es útil en el A.M.. La unidad clínica solo se cumple en menos de la
mitad de los casos de enfermedad del A.M..

El Enfoque de Morbilidad Sinérgica es el adecuado:

Sustenta que el motivo de la enfermedad es producido por la presencia de varios factores


concomitantes que actúan de manera sumatoria y que es necesario reconocer para
solucionar el problema del paciente.

El Enfoque de la Atribución es Inadecuado:

En donde el médico, la familia y sobre todo el enfermo atribuyen sus molestias a su edad,
es un modelo tristemente frecuente ya que impide el diagnóstico y tratamiento oportuno de
la patología o patologías responsables de la enfermedad del geronte.

Diagnóstico y Tratamiento Precoz:

Esto es de extraordinaria importancia porque la respuesta al tratamiento y el curso clínico


siguiente dependerán de sobremanera de un diagnóstico y tratamiento precoz. La
recuperación del paciente a pesar de un correcto tratamiento será inversamente
proporcional a retrazo en el diagnóstico.

Evitar los Riesgos de Hospitalizaciones Prolongadas:

El ingreso hospitalario de un A.M. frágil puede ocasionar una cascada de acontecimiento


con aparición de múltiples síndromes geriátricos, que pueden llevar a un deterioro
funcional irreversible y a la muerte, denominando a esto la cascada de la dependencia.
La evolución clínica tras un proceso agudo en la senectud es también diferente.
Inicialmente se produce una perdida brusca de la capacidad fisiológica, el diagnóstico
precoz y tratamiento adecuado contribuyen a al restauración a la normalidad que en
cualquier caso es lenta y que en la mayoría de situaciones no supone la recuperación del
100% de la situación funcional previa. Este proceso de recuperación puede además
enlentecerse por la presencia de complicaciones intercurrentes. El tratamiento de la
enfermedad, pues, no acaba en la fase aguda, sino que en muchas ocasiones se necesita de
una asistencia médica continua y una compleja fase de rehabilitación.
ENFOQUES TERAPÉUTICOS EN EL A.M. :

La actitud terapéutica también presenta características diferenciales en el A.M.. La principal


dificultad frente a la que se encuentra el equipo médico es la de saber discernir hasta
cuando seguir tratando con un enfoque curativo o paliativo en cada caso, alejándose del
encarnizamiento terapéutico en algunos casos y en otros del tratamiento subóptimo. La
valoración geriátrica y dentro de ella la valoración funcional pasa a ser una herramienta
muy útil y decisiva para diseñar un tratamiento individualizado y adecuado de los enfoques
curativos y paliativos para cada caso en la enfermedad del A.M..

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