Sunteți pe pagina 1din 4

Juan Pablo Sáenz, Weinny Melissa Chávarro.

Tesis del texto:


La apertura económica cómo un paso hacia la búsqueda de un nuevo modelo trajo
consigo crisis y nuevas formas de manejo ante ellas, por ejemplo, cambios en la
estructura del Estado y sectores antes independientes y prósperos.
Esquema Argumentativo:
Jose Antonio Ocampo y Carmen Astrid Romero desarrollan el esquema argumentativo del
capítulo ocho de Historia económica de Colombia titulado “La búsqueda larga e
inconclusa, de un nuevo modelo (1981-2014)” a través de seis apartados, donde divide
los síntomas, causas y consecuencias, tanto de la apertura económica, el papel del
estado en la descentralización, las acciones de política económica y el impacto en los
indicadores sociales.
La introducción permite dar un abrebocas al capítulo, ya que muestra el eje medular del
mismo, analizar el conjunto de transformaciones de la economía colombiana durante
estos años. Donde destaca dos: el profundo cambio en la relación entre el estado y el
mercado y la transformación sustancial de la estructura productiva y de las formas de
inserción del país en la economía mundial. Donde ya se infiere que el crecimiento
económico producido durante el periodo analizado fue mucho más lento e inestable que
las décadas anteriores –marcadas por la industrialización y el intervencionismo-.
La primera parte, dos concepciones diferentes de la reforma del estado se enmarca en lo
que fue la importancia que éste le dio a la apertura económica y a la ves al
intervencionismo estatal. Recordando que Colombia había implementado la sustitución de
importaciones hasta los años setenta, que se reemplazó por el modelo mixto –sustitución
de importaciones y fomento a las exportaciones-. El consenso de Washington y la
influencia del banco mundial le permitieron a Colombia adoptar nuevas medidas liberación
comercial, donde más adelante se hablará de cada uno de sus puntos. Lo importante acá,
es la dialéctica entre estas dos concepciones, mientras Colombia adoptaba esas medidas
dictadas por organismo internacionales, la constitución de 1991 reiteró los principios de
propiedad y amplio considerablemente las normas constitucionales sobre intervención
estatal. Definió el concepto de “estado social de derecho”. El caso colombiano –a
diferencia de las economías asiáticas- presento una disparidad en estos temas, donde al
final el punto de discusión más álgido se centró en el tamaño del estado y la carga
tributaria necesaria para financiarlo. Para esta parte, cabe resaltar unos renglones. “a
diferencia de la apertura, que surgió de una visión conceptual clara, el intervencionismo
estatal había surgido más como respuesta a crisis sucesivas que como producto de un
esquema teórico preexistente”
La segunda parte gira en torno a las transformaciones estructurales que experimento
Colombia, donde muestra el crecimiento del PIB para el periodo estudiado, que fue menor
en un punto porcentual y medio que el periodo anterior (se situó en 3.6%). Esto a raíz del
descuido en seguir la fase de industrialización y también de la baja competitividad del
sector agrícola una vez se inició la apertura, específicamente, los efectos de los precios
internacionales, la poca protección y la baja diversificación. Como consecuencia, lo
indicadores de productividad entre 1980 y 2013 aumentaron apenas 0.6% anual, en
contraste con el incremento del 2.4% las 3 décadas anteriores. La inversión tuvo una serie
de ciclos, que asimila las crisis de Colombia, la de 1984 y la de 1999. Dentro de la
composición del valor agregado, el efecto se vio principalmente en cuatro sectores. La
agricultura y ganadería que en 1980 representaba el 23.20% paso al 7.13% para 2010. La
industria que paso del 22.82al 13.70 en 1980-2010 respectivamente. Estos dos
acontecimientos a raíz de lo que anteriormente se estaba explicando. El yacimiento de
nuevos pozos petroleros y de minas de materiales energéticos, además de los buenos
precios del petróleo en los setenta y también en la primera década del siglo XXI, permitió
aumentar la composición de éste sector, pasando del 1.30 a 7.90 en 1980-2010
respectivamente. El último sector importante es el de servicios financieros, a raíz de la
apertura financiera que permitió la entrada de grandes empresas mundiales, la
privatización y la mejora en los servicios especializados. Pasando de 13.83 en 1980 a
21.65 en 2010. Las transformaciones demografías fueron igualmente importante, un ritmo
de crecimiento de la población de 1.3% anual –El periodo anterior fue de 1.8%-, el cambio
en la estructura de edades, donde la más notoria fue de niños con 14 años o menos que
paso del 41% al 28% de la población. Aunado a ello, la participación laboral de la mujer,
permitió aumentar la población económicamente activa en promedio 2.9% anual. El punto
más marcado de urbanización se dio a raíz de las personas desplazadas o víctimas del
conflicto armado, que fueron de 5.4 millones.
La apertura de la inversión extranjera tuvo gran incidencia en el desarrollo de los dos
sectores mencionados anteriormente, el tercer apartado, titulado la apertura externa. Lo
más importante de esta parte, son las reformas. El desmonte (matizado) del control de
cambios, la eliminación de las normas que limitaban la inversión extranjera directa y la
apertura comercial. Volviendo a la Inversión, se aumentó su cobertura, pasando de
US$500 a US$6.400 millones en 1980 a 2013 respectivamente. Tuvo una diversificación
por periodos. Hasta el 2003, se centró principalmente en los servicios –privatización de
las empresas-. Ya para el periodo 2004-2013 poco más de la mitad se concentró en los
sectores de petróleo y minería. La apertura comercial incluyo el cambio en la estructura
de los aranceles, en los años ochenta la protección nominal alcanzaba un 50% y para
finales del siglo llegó a 11.7% para el 2012-2013 el promedio de arancel pagado fue ya
inferior al 4%. El subsidio a las exportaciones también sufrió un declive, en 1989 era de
22.4% y ya para el año 2006 se define en 3.5%. La fluctuación del tipo de cambio en
Colombia incide de manera directa en las importaciones y exportaciones. “Durante el
periodo de reevaluación que caracterizo la segunda mitad de los setenta y comienzo de
los ochenta, el coeficiente de importaciones aumento, en tanto que el de exportaciones
mostró una ligera tendencia descendente”. En los periodos de devaluación real (1983,
finales del siglo y 2005) los procesos eran contrarios, mejorando el coeficiente de
exportaciones.
Los cambios en la estructura económica permitieron –según el autor- una diversificación
en la composición de las exportaciones. El café que representaba un poco más del 50%
en 1980, paso a menos del 10% en 2014, mientras que el petróleo y derivados hizo un
movimiento contrario, no representaba rubro en el principio de los ochenta, y ya para lo
que va de la segunda década del presente siglo, un 50%. El sector de la manufactura
siguió teniendo la misma participación. Por lo tanto el autor dedica unas páginas a estos
últimos dos sectores, para la manufactura, la falla de tecnología y los textiles provenientes
del exterior fueron los factores fundamentales para la caída de este sector. El sector
agropecuario fue influenciado igualmente por la caída de los precios relativos de sus
productos, y la disminución del apoyo del estado a manera de crédito en este sector.
Aunque el precio de los fertilizantes disminuyó, la incidencia de los puntos negativos fue
mayor.
La apertura financiera y cambiaria fue precedida de tres elementos fundamentales
tocados a manera de reforma. Una mayor competencia en el sector financiero, que
incluye el mayor peso de las grandes instituciones extranjeras, la entrada de capital
extranjero principalmente para este sector y el minero-energético. La ley 45 de 1990
organizó los intermediarios especializados en un esquema de matrices y filiales,
permitiendo ampliar la fiducia y los fondos de pensiones y cesantías.
El segundo elemento fue el desmonte del sistema de crédito dirigido a inversiones
forzosas. Fundamentado por la disminución de lo fomentos a la industria y a la agricultura
y el encaje bancario. El tercer elemento fue la redefinición del papel de las entidades
estatales, implicó la privatización o liquidación de empresas del estado, al igual que los
fondos de fomento del Banco de la Republica, cuya redefinición se define en el traslado a
bancos de desarrollo, a saber, Bancoldex, Finagro, IFI, FIndeter y FEN.
Los ciclos de financiamiento se definieron por los 4 ciclos que han afectada a las llamadas
economías emergentes desde mediados de los años setenta. El primero, es la década
perdida de los ochenta, para Colombia no afecto tanto en relación con las demás
económicas, sin embargo, en los noventa terminó afectada por el recorte de los créditos a
la región. A diferencia de la crisis de los ochenta, la de finales del siglo XX termino siendo
muy severa en Colombia, principalmente por la baja capacidad del pago de deuda. En
septiembre de 2008, la quiebra de varios bancos financieros en Norteamérica comprendió
el tercer ciclo. El fin del auge de precios de productos básicos que se aceleró durante el
segundo semestre del 2014 puede representar el cuarto ciclo de financiamiento.
El vaivén de las coyunturas se resume en cuatro ciclos de auge y cinco de declive. Entre
1980-1982, el escaso dinamismo de la demanda interna a fines de la década de los
ochenta, las medidas adoptadas por el Banco de la Republica para frenar el crecimiento
crediticio y el endeudamiento externo represento el tercer declive, el cuarto es la conocida
crisis del atlántico Norte de 2008 y el ultimo es el deterioro de la balanza de pagos, la
depreciación del peso y una política de austeridad fiscal en el 2014. Los cuatro ciclos de
auge son la bonanza cafetera de 1985, la política monetaria y fiscal expansionista de
principios de los noventa represento el segundo auge, la bonanza espectacular de los
precios internacionales de productos básicos en el 2004-2007, sumado a la recuperación
de los flujos de capital represento el tercer auge. El cuarto auge alcanzó su pico en el
2011 con el auge energético-minero y la expansión de la construcción y los servicios.
Para los años ochenta se mantuvo la tendencia hacia la mejoría de los indicadores de
acceso a servicios públicos, sociales y de vivienda. Así se redujo considerablemente la
población con necesidades básicas insatisfechas, en efecto, por la estabilidad del gasto
público social. No sólo el sector urbano obtuvo una mejora sino que también las zonas
rurales experimentaron alivios frente a las grandes brechas que se tenían en especial en
la educación. Por su parte, el fuerte aumento del gasto público social y la
descentralización desde los años noventa logró el objetivo de aumentar la cobertura de
servicios sociales y públicos en zonas dónde el país estaba realmente atrasado, sin
embargo, el campo siguió siendo mucho más alta la tasa de pobreza y de necesidades
básicas insatisfechas.
En materia de empleo, es notorio el rápido crecimiento de la fuerza de trabajo en cierta
forma jalonada por la edad de trabajar y la participación laboral femenina. Sin embargo,
este alto aumento enfrento una demanda menos dinámica debido al debilitamiento laboral
que generó la crisis de fines del siglo xx y la apertura económica. La tasa de desempleo
urbano se elevó y la generación de empleo se frenó a nivel nacional debido a la reducción
del sector agrícola y manufacturero. Este lento crecimiento de empleo comenzó a
evidenciarse en la tasa de desocupación durante fines de siglo xx. Las tasas de empleo
nacional sólo empezaron a recuperarse en el 2010.
A finales de los años setenta Colombia se encontraba en medio de una rápida reducción
de pobreza y mejoría de la distribución del ingreso, pero la distribución del ingreso urbano
se estancó a partir de 1982. El deterioro más fuerte fue la ampliación de la brecha rural
urbana. El efecto de la crisis fue fuerte para todos, pero devastador para los más pobres.
Los movimientos sociales obtuvieron un gran debilitamiento a finales del siglo xx debido a
la violencia y creación de nuevos grupos ilegales, sin embargo, para el 2011 y 2013 se
dieron movimiento grande como el denominado “Paro Agrario”, marcha de profesores,
estudiantes entre otros.
La década de los noventa prescindió de las demás por el narcotráfico y las altas tasas de
homicidio y violencia que esto generó. Colombia se volvió una de los principales
productores de la hoja de coca y pequeño productor de heroína exportando
principalmente a Estados Unidos, debido a que los países como Bolivia y Perú
redujeron su producción.

CONCLUSIONES
 La tendencia del crecimiento y la estructura productiva fue lenta desde los años 80
a 2014, así mismo se dio una reducción de la población. Esto en conjunto llevó a
uno de los efectos más importantes de la crisis económica, la desaceleración
económica por la deuda externa y el paquete antiinflacionario.

 Los indicadores sociales mejoraron hasta cierto punto, después de ello empezaron
una tendencia hacia la baja por varios factores como el bajo crecimiento de la
economía durante la crisis que impedía mejorar las condiciones de la calidad de
vida de las personas, en especial las más pobres y de zonas rurales.

 Con la apertura económica la naturaleza de las regulaciones estatales de las


actividades privadas cambió, experimentando cambios de descentralización.

S-ar putea să vă placă și