Hermenéutica viene del vocablo griego hermeneia que significa el acto de
la interpretación. Desde sus orígenes, la hermenéutica se transformó en la base de la intelectualidad cristiana; ya que a partir de ésta, se realizaron y se realizan en gran medida el análisis de textos bíblicos.
Sin embargo, la hermenéutica ha adquirido peculiar relevancia para la
historia de la filosofía a partir de los aportes de Dilthey. Según este filósofo, la hermenéutica no es sólo una mera técnica auxiliar para el estudio de la historia de la literatura y en general de las ciencias del espíritu sino un método alejado de la arbitrariedad interpretativa romántica y de la reducción naturalista que permite fundamentar la validez universal de la interpretación histórica.
Autores como Echeverría y Coreth, coinciden en señalar que
Schleiermacher (1768-1834) puede ser considerado el padre de la hermenéutica moderna. Para él, la hermenéutica debe ser entendida como el arte del entendimiento, a partir del diálogo. En palabras de Echeverría (1997:219): "el verdadero punto de partida de la hermenéutica, según Schleirmacher, arranca de la pregunta ¿cómo una expresión, sea está escrita o hablada, es entendida? La situación propia del entendimiento es la de una relación dialogal, donde hay alguien que habla, que construye una frase para expresar un sentido, y donde hay alguien que escucha. Este último recibe un conjunto de palabras para, súbitamente, a través de un misterioso proceso, adivinar su sentido" lo expresado por parte de estos autores, la hermenéutica, es el arte de la explicación o interpretación de un pensamiento, que expone, publica y tiene como propósito proveer los medios para alcanzar la interpretación del objeto o escritura, es decir ,no utilizará el texto a ciegas para aplicar ciertos métodos. Por consiguiente, en palabras de Vigo (2002), para Gadamer el propósito de la hermenéutica es la búsqueda de sentido y de verdad como experiencias vitales y subjetivas, lo que representa además un ideal y una tarea en sí. El Mètodo Etnogràfico
La etnografía es uno de los métodos más relevantes que se utilizan
en investigación cualitativa. Es un método de investigación por el que se aprende el modo de vida de una unidad social concreta, pudiendo ser ésta una familia, una clase social o una escuela. Algunos autores utilizan la etnografía como sinónimo de investigación cualitativa, en la que incluyen la etnografía propiamente dicha, la investigación de campo con carácter cualitativo, las historias orales o historias de vida y los estudios de casos. Para otros, la etnografía la consideran sólo como método o conjunto de prácticas y herramientas desarrolladas como complemento en el uso de métodos cuantitativos, pero con una concepción más amplia, la investigación etnográfica es en esencia una investigación idiográfica, es decir, trata de comprender la complejidad estructural de una entidad concreta, de una situación específica, de un grupo o ambiente particular.
El trabajo etnográfico, como cualquier otro trabajo de investigación
requiere de una elaboración teórica, de un análisis de conceptos que ayude a comprender la realidad. “describe las múltiples formas de vida de los seres humanos”(Martinez:1994:10), este autor a manera general define al método etnográfico que es necesario que el investigador etnográfico tiene que insertarse en la vida del grupo, convivir con sus miembros por un tiempo, debe ante todo tener la necesidad de ser aceptado en el grupo y después aprender su cultura, comprenderla y describir lo que sucede.
De igual manera, el etnógrafo utiliza, como técnica primaria para
recoger la información, las anotaciones de campo tomadas in situ o, después del evento observado, tan pronto como le sea lógica y éticamente posibles. Sin embargo, usa un amplio conjunto de técnicas para complementar y corroborar sus notas de campo, grabaciones de audio y de vídeo, fotografías, diapositivas, entrevistas estructuradas o no estructuradas, pruebas proyectivas, entre otros, de acuerdo con las sugerencias de cada circunstancia, es fácil comprender que el etnógrafo a menudo tiene que tomar decisiones en cuanto a dónde ir, qué datos recoger, con quién hablar, y otros.
Como conclusión, se podría decir que la investigación etnográfica no
constituye una nueva moda ni, mucho menos, una panacea; más bien, es parte de una tradición respetable de investigación que, por diferentes razones históricas, ha quedado durante algún tiempo fuera del enfoque clásico de investigar en varios campos de las ciencias humanas, a los cuales ahora se está llevando con plena justicia, con adecuado nivel de rigor y sistematicidad y con grandes promesas para el futuro de las ciencias.
La Fenomenología
La fenomenología surge a comienzos del siglo XX, como un método
científico descriptivo, el cual se establece en conjunto con la psicología apriórica pura o fenomenológica. Su fundador el filósofo alemán Edmund Husserl (1859-1938) usa este término en su libro Ideas, “Introducción general a la fenomenología pura” como una respuesta al positivismo científico imperante en la época, ya que este método hipotético-deductivo parte de la premisa, que el mundo se rige por leyes precisas que pueden explicar, predecir y controlar los fenómenos, a partir de lo cual se realizan generalizaciones universales a fenómenos que son multi condicionados (González, 2003).
La fenomenología para Husserl es la ciencia que trata de descubrir las
estructuras esenciales de la conciencia (Husserl, 1992), y se caracteriza por ir en búsqueda de experiencias originarias (Held, 2009) y exponerlas en su contexto (Thurnher, 1996). Este contexto implica considerar por una parte, un mundo exterior que le da sentido al fenómeno; y por otra parte un mundo interior que da cuenta de cómo es percibida la experiencia como un todo, y desde la perspectiva del que la vive (Thurnher, 1996). Para este filósofo, la fenomenología cobra sentido como método, ya que él consideraba que “las formas de ser, que tienen especial modo de darse, tienen también sus modos en cuanto a las formas de conocerlas”.
Al respecto, el método fenomenológico no parte del diseño de una
teoría, sino del mundo conocido, del cual hace un análisis descriptivo en base a las experiencias compartidas. Del mundo conocido y de las experiencias intersubjetivas se obtienen las señales, indicaciones para interpretar la diversidad de símbolos. A partir de allí, es posible interpretar los procesos y estructuras sociales. Asimismo, en las ciencias sociales se requieren de "constructor" y "tipos" para investigar objetivamente la realidad social. Estos tienen que tener las características de una consistencia lógica y una adecuación al fenómeno estudiado.