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Sentencia nº 735 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala


Constitucional de 10 de Abril de 2003

Fecha de Resolución: 10 de Abril de 2003

Emisor: Sala Constitucional

Número de Expediente: 02-2713

Ponente: Pedro Rafael Rondón Haaz

Procedimiento: Acción de Amparo

Id. vLex: VLEX-283456847

Link: http://vlex.com/vid/ibeth-cecilia-chavez-283456847

Texto

Contenidos
ANTECEDENTES

SALA CONSTITUCIONAL

Magistrado Ponente: PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

Consta en autos que, el 1º de mayo de 2001, la ciudadana I.C.C., titular de la cédula de


identidad nº 5.047.454, en su nombre, intentó, ante la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo, demanda de amparo constitucional contra la Universidad Santa María, para cuya
fundamentación denunció la violación de su derecho a la educación que acogió el artículo 102
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

El 13 de marzo de 2002, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo juzgó sobre la


pretensión de amparo que se interpuso y la declaró procedente.

Luego de la recepción del expediente de la causa, se dio cuenta en Sala por auto del 1º de
noviembre de 2002 y se designó ponente al Magistrado P.R.R.H..

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ANTECEDENTES
El 22 de mayo de 2001, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo juzgó sobre la
pretensión que se interpuso y requirió “(...) a la querellante, de conformidad con el artículo 19 de
la Ley de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, (sic) hacer las correcciones
necesarias a la solicitud de amparo consignada, por cuanto la misma no señala 1) suficiente
identificación del agraviante e identificación de su localización, dado que no se indica en la
solicitud de amparo qué Facultad y/o Escuela de la referida Universidad, ni las personas que la
representan, son las presuntas agraviantes; 2) la actuación que en concreto estima lesiva; tal
como lo expresa el artículo 18, en sus numerales 5) y 6) de la Ley in comento, y 3) el
restablecimiento de la situación jurídica infringida, que pretende en caso de ser declarado con
lugar el amparo. Así se decide.(...) Asimismo, y visto que la querellada actúa en su propio
nombre, deberá designar abogado que la asista o la representa, mediante instrumento poder.”

El 25 de mayo de 2001, la demandante confirió poder apud acta a la abogada E.M., inscrita en el
Inpreabogado bajo el nº 78.805 y, con la asistencia de ésta, consignó escrito de ampliación de
la demanda de amparo.

El 26 de junio de 2001, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo declaró inadmisible la


demanda de amparo que se interpuso con base en que “...la solicitud de amparo ejercida en el
presente caso resulta confusa y ambigua (...) se evidencia que la solicitante no llenó los
requisitos exigidos por el artículo 18, numerales 5) y 6) de la Constitución de la República de
Venezuela; en consecuencia y de conformidad con lo previsto en el artículo 19 ejusdem, se
declara inadmisible la presente solicitud de amparo, y así se decide.”.

El 29 de junio de 2001, la demandante apeló de la anterior decisión para ante esta Sala
Constitucional. Luego de la recepción del expediente de la causa, se dio cuenta en Sala por
auto del 27 de agosto de 2001 y se designó ponente al Magistrado I.R.U..

El 16 de octubre de 2001, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia declaró con
lugar la apelación que se interpuso, revocó la sentencia apelada y repuso la causa al estado de
que la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo dictase decisión de admisibilidad de la
demanda de amparo de autos “prescindiendo de la valoración relativa a los motivos que
originaron la corrección del escrito”.

El 13 de diciembre de 2001, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo admitió la


demanda de amparo constitucional y ordenó la notificación del supuesto agraviante, del fiscal
del Ministerio Público y del Defensor del Pueblo. Asimismo, declaró improcedente la solicitud de
medida cautelar innominada.

Por auto del 23 de enero de 2002, se fijó para el 5 de febrero de 2002 a las 09:00 a.m., la
celebración de la audiencia oral y pública; oportunidad cuando tuvo lugar con la presencia de
las partes y de la representación del Ministerio Público.

El 13 de marzo de 2002, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo juzgó sobre la


pretensión y la declaró procedente.

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El 15 de marzo de 2002, los abogados R.F.Z. y D.E.P., apoderados judiciales de la Universidad


Santa María, solicitaron aclaratoria de la anterior decisión. De igual modo, la parte demandante
pidió, el 21 de marzo de 2002, aclaratoria de la sentencia en cuestión. El 30 de abril de 2002, la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo declaró improcedentes las anteriores solicitudes
de aclaratoria.

El 6 de mayo de 2002, la demandante apeló contra la sentencia que dictó la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo el 13 de marzo de 2002, “tomando en cuenta la decisión de
negarme la solicitud de aclaratoria, proferida por esta Corte de fecha 30 de abril del año en
curso”.

El 9 de octubre de 2002, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo oyó la apelación que


se interpuso contra su sentencia de 30 de abril de 2002.

Luego de la recepción del expediente de la causa, se dio cuenta en Sala por auto del 1º de
noviembre de 2002 y se designó ponente al Magistrado P.R.R.H..

El 14 noviembre de 2002, la demandante solicitó la inhibición del magistrado ponente “en virtud
de la Denuncia Realizada en el Periódico Ultima Noticia y R. en la asamblea Nacional, Por
haberme violado mis Derechos Constitucionales en La Decisión Correspondiente al expediente
1496-2001 Decidido por este mismo ponente, donde menoscaba mis Derechos al emitir una
Decisión que va en contra de los Derechos laborales irrenunciables, establecido en la
Constitución Nacional y las leyes competente.” (sic).

El 03 de diciembre de 2002, la demandante consignó “Documentos Marcado ‘A’ 1 folios Donde


Acudo a la Presidencia de La Comisión Invesligadora del poder judicial donde pido una
invesligación para el Magistrado P.R.H., y A.G.G.. Asi mismo consigno nota del Periodico donde
D. a los mismos Magistrados. Marcado ‘B’.” (sic)

El 03 de febrero de 2003, la demandante consignó escrito continente de los fundamentos de su


apelación.

El 25 de febrero de 2003, la demandante solicitó, mediante diligencia, celeridad procesal.

II

DE LA PRETENSIÓN DE LA PARTE ACTORA 1. Alegó:

1.1 Que ejerció la demanda de amparo contra la negativa de la Universidad Santa María de
reconocerle su calificación como "...alumna no aplazada porque consider(a) que aprob(ó) (sus)
exámenes y se evidencia claramente en la negativa que tienen ellos de facilitarle a los
diferentes órganos a los que (se) h(a) dirigido las pruebas de (sus) exámenes...".

1.2 Que cuando los alumnos están aplazados en exámenes de reparación, en no más de una
asignatura, pueden inscribirse condicionalmente en el curso inmediato superior.

1.3 Que "...la única materia en tal caso que (ella) t(iene) actualmente es Civil III y Civil IV del
cuarto semestre, que vendría siendo una (1) sola asignatura que anteriormente cuando se
estudiaba por año el alumno tenía derecho a seguir cursando el año siguiente e ir con esa

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materia de arrastre y el estudiante no perdía el año, resulta que ahora que est(á) estudiando por
semestre esta universidad obliga al alumno a repetir el semestre con la mitad de una (1)
asignatura que vendría siendo una materia".

1.4 Que el "...Dr. Fuenmayor asistente de la Junta Directiva alega que no pas(ó) las
materias...", a lo que respondió que le entregaran sus exámenes para la corroboración de si ello
era cierto, solicitud que fue negada por la Universidad.

1.5 Que, el 25 de mayo de 2001, con ocasión de la orden de corrección de su solicitud que le
diera la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, la accionante, con la asistencia de la
abogada E.M.S., presentó escrito mediante el cual expuso lo siguiente: i) Que la supuesta
agraviante era la Universidad Santa María, Escuela de Derecho y/o Facultad de Derecho, cuyo
representante, para la época cuando ocurrieron los hechos, era el Dr. J.C., quien para el
momento de la presentación de su escrito de aclaratoria ocupaba el cargo de Rector de la
Universidad; que actualmente el Decano de la Escuela de Derecho es el Dr. A.P.M.; ii) Que los
exámenes del 4to. semestre de Derecho “...no solamente los aprob(ó) en finales, sino también
en reparación con buenas calificaciones, en vista de que lo contestado era lo mismo que habían
contestado algunos compañeros que habían utilizado los mismos artículos, y las respuestas
eran las indicadas para la evaluación y sus calificaciones eran excelentes”; iii) Que la conducta
que asumió la supuesta agraviante incumplió con lo que dispone el artículo 25 de la Ley
Orgánica de Educación, en vulneración de su derecho a la educación.

1.6 Que se sentía acosada porque debía repetir el semestre a causa del diferimiento de Civil
3 y Civil 4, lo cual ha sido un obstáculo, por capricho de la Universidad, en su desarrollo
intelectual.

1.7 Que la Universidad Santa María, injustificadamente, se negó a darle la revisión de los
exámenes los cuales nunca vio.

1.8 Que la demanda de amparo constitucional se ejerció contra la Universidad Santa María,
"...a los fines de que sea informada sobre el resultado de sus exámenes, presentados en fecha
10/01/2000, 10/07/2000, 24/11/2000 y se (le) practique una revisión de los mismos para
constatar que fu(e) aprobada y poder inscribir(se) en la Universidad aludida; ya que la misma se
niega a dar(le) la revisión solicitada...".

2. Denunció:

2.1. La violación de su derecho a la educación que acogieron los artículos 102 y 103 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como el derecho a la
igualdad de condiciones y oportunidades, por cuanto cumplió con sus deberes como
estudiante; que la Universidad debió, en atención al respeto de la capacidad intelectual de
los estudiantes, cuidar la corrección periódica de "... los posibles defectos de su formación,
no castigando al alumno por caprichos haciéndole perder su tiempo y aplazándolo en sus
estudios haciendo que curse el semestre dos veces causándole un daño...".

3. Pidió:

Le "... sea restituido (sic) (su) calificación, para poder inscribirse en vista de que est(á) en
forma irregular...", a la vez que solicitó se decretara medida cautelar innominada para que,
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mientras durara el proceso de amparo, se suspendieran los actos lesivos, "...en vista de la
comunicación de fecha 17/07/2001, emanada del Decano de Derecho (...) en la cual se
evidencia la negativa de inscribir(la) en el semestre que aprob(ó) y enviando(la) a repetir
una materia que no (le) prela con las demás que aprob(ó) (...). Igualmente solicit(a), poder
entrar al semestre siguiente como es el sexto, después de haber(se) inscrito (sus) materias
ya aprobadas del quinto semestre".

III DE LA COMPETENCIA DE LA SALA Por cuanto, con fundamento en los artículos 266,
cardinal 1, 335 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 35 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, esta S. declaró su
competencia para el conocimiento de las apelaciones y consultas respecto de las
sentencias que, en materia de amparo constitucional, dicten los Juzgados Superiores de la
República, salvo el caso de las que pronuncien los Juzgados Superiores en lo
Contencioso Administrativo. Y por cuanto, en el caso de autos, el recurso de apelación se
ejerció contra la sentencia que dictó la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, en
materia de amparo constitucional, esta Sala declara su competencia para el conocimiento
del recurso en referencia. Así se decide.

IV

DE LA SENTENCIA OBJETO DE APELACIÓN

El juez de la sentencia objeto del recurso decidió sobre la pretensión de amparo en los
términos siguientes:

La parte accionante denunció en su solicitud de amparo y su respectiva


corrección, que la Universidad Santa María violó su derecho a la educación,
consagrado en el artículo 103 del Texto Constitucional, en virtud de no
permitirle la revisión de los exámenes por ella presentados. Esta Corte en la
oportunidad de admitir la pretensión de amparo dejó claramente establecido
que la misma se limitaría al examen presentado en fecha 24 de noviembre de
2000, correspondiente a la materia de Derecho Civil III.

Delimitado el objeto del presente amparo, se observa lo siguiente:

La parte accionada indica en su escrito de alegatos consignado en la


oportunidad de la audiencia oral y pública, que en el presente caso el Consejo
de la Facultad de Derecho de la Universidad accionada en su sesión de fecha
11 de julio de 2001 negó la solicitud formulada por la accionante en el sentido
de que le fuera permitido inscribirse en el semestre correspondiente, decisión
que, según expone debió ser impugnada, lo cual habría permitido analizar la
legalidad del asunto y no el aspecto debatido en el presente amparo. Ahora
bien, del alegato expuesto parece desprenderse que la parte accionada
argumenta la improcedencia del amparo en virtud de existir tal decisión, la cual
debió ser impugnada. En tal sentido, observa la Corte que ninguna relevancia
tiene la decisión en cuestión en la presente acción de amparo, siendo que el
objeto de ésta es que se le permita a la accionante la revisión del examen
antes referido, en todo caso, la posibilidad de impugnar aquélla decisión no es

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más que la impugnación de un acto administrativo, mientras que lo accionado


en el presente caso es la omisión de la Universidad mencionada de permitir a
la accionante la revisión de un examen, tal como quedó expuesto, por lo cual la
existencia de la decisión del Consejo de Facultad ya referida en nada incide
sobre lo decidido en el presente caso ni aun la impugnación que pudiera haber
ejercido la hoy accionante. En consecuencia, se desestima el alegato
analizado, y así se decide.

Declarado lo anterior, debe entonces analizarse si la imposibilidad que la


accionante alega haber tenido de revisar el examen presentado en fecha 24 de
noviembre de 2000 resulta violatoria de su derecho a la educación, y al efecto
observa:

Consta a los autos (folios 27 al 29 del expediente) que la accionante se dirigió


al Rector de la Universidad accionada, solicitando la revisión de los exámenes
presentados por ella, entre los que aparece el de fecha 24 de noviembre de
2000, de éste y de los demás elementos cursantes en autos, se evidencia que
la accionante insistentemente solicitó en varias oportunidades se le permitiera
la revisión del examen referido, sin obtener respuesta alguna en ese sentido.

Adicionalmente se observa que si bien la parte accionada negó la violación


constitucional denunciada y que le haya impedido a la accionante revisar el
examen, ello se fundamenta en que ‘…todas las notas emanadas de los
exámenes son publicadas para el conocimiento de los cursantes conforme lo
establece la Ley de Universidades y los Reglamentos que regulan la actuación
académica y administrativa de la Universidad…’. En este sentido, debe dejarse
claro que lo discutido a través de la presente acción de amparo no es la
imposibilidad de la accionante de conocer la calificación que le fue otorgada,
sino aquella de revisar el examen luego de colocada tal calificación.

Vale destacar que en el marco del régimen estudiantil los exámenes


constituyen la manera de evaluación de los alumnos, cuya posterior revisión
les permite conocer la manera en que han sido evaluados e incluso los errores
que han sido cometidos y que deben ser reparados.

Ciertamente, el derecho a la educación no es absoluto y se encuentra sometido


a limitaciones derivadas de la aptitud, vocación y aspiraciones (artículo 103 de
la Constitución), con lo cual los alumnos deben someterse a tales limitaciones
(véase en este sentido sentencia N° 1834, dictada por la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 3 de octubre de 2001). También
ciertamente, el impedir la revisión de un examen no comporta en sí la
imposibilidad para un alumno de estudiar, sin embargo, le impide conocer los
resultados de su evaluación, mecanismo estrechamente vinculado con el
ejercicio del derecho a la educación, como antes se precisó. En consecuencia,
comprobado como está que a la accionante en el presente caso no se le ha
permitido la revisión del examen objeto del presente amparo, esta Corte
considera violado el derecho a la educación denunciado, y así se decide.

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Adicionalmente, observa la Corte que según lo precisó la Sala Constitucional


del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 7, de fecha 1° de febrero de
2000, el Juez de A. es un tutor de la constitucionalidad, con base en lo cual
esta Corte aprecia que en el presente caso, la comprobada imposibilidad de
revisión del examen presentado por la accionante en fecha 24 de noviembre de
2000, comporta además violación del derecho a la información y a la defensa,
previstos en los artículos 49 y 28 de la Constitución, pues le impide a la
accionante conocer el resultado del examen por ella presentado y la forma de
evaluación que adoptó el Profesor correspondiente para descalificarla,
obstaculizando asimismo los mecanismos de defensa de los que legal y
reglamentariamente goza para contradecir la evaluación realizada. En
consecuencia, esta Corte aprecia igualmente las violaciones apuntadas, y así
se decide...

Con motivo de la apelación, la recurrente consignó escrito continente de los fundamentos


de su apelación, el cual se considera inadmisible y por ende se desecha, por cuanto dicho
escrito se consignó luego del transcurso de los treinta (30) días que establece el artículo
35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. En efecto,
es criterio de esta S. que si la Ley estableció un plazo para que el tribunal de alzada
decida la apelación, este plazo debe considerarse como un plazo preclusivo para la
presentación, por las partes, de sus argumentos con relación a la causa. (vid. s. SC. nº 442
de 04.04.2001).

V MOTIVACIÓN DE LA DECISIÓN 1. Como punto previo, respecto a la solicitud de


inhibición que planteó la demandante, la Sala precisa que aquélla no hizo señalamiento
de la causal de recusación en la cual considera incurso al Magistrado ponente, y no habría
podido hacerlo porque no existe motivo alguno que le impida a éste el cabal conocimiento
de la causa. Estimó la quejosa que el hecho de que resultó perdidosa en una causa ajena
a la de autos, la cual fue sentenciada por la Sala bajo ponencia del Magistrado que recusó
y, con motivo de la cual, lo habría denunciado ante distintas autoridades, compromete su
juicio imparcial. El Magistrado ponente declara que la circunstancia que se apuntó no
genera en su persona sentimiento alguno ni lo relaciona en forma alguna con la quejosa o
con el caso de autos. De modo que no está en incurso en ninguna causal de recusación y,
por tanto, no tiene deber de inhibición en esta causa, razón por la cual no se inhibió
respecto de este fallo.

2. Se evidencia de diligencia que fue suscrita por la demandante, el 6 de mayo de 2002,


que ésta, en efecto, ejerció el recurso ordinario de apelación contra la sentencia que dictó,
el 13 de marzo de 2002, la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, “tomando en
cuenta la decisión de negar(le) la solicitud de aclaratoria, proferida por esta Corte de fecha
30 de abril del año en curso”. En este sentido, esta S. precisa que la pretensión de la
demandante se dirige a la impugnación de la sentencia de fondo que resolvió, en
definitiva, la controversia que se planteó ante el a quo.

Con el establecimiento de lo anterior, y como sea que los fundamentos de la apelación


que se incoó resultaron inadmisibles, esta S. procede a la revisión de la sentencia, con
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base en las consideraciones que se explican infra.

3. Gira la controversia en torno a la supuesta abstención de la Universidad Santa María


en la exhibición de unos exámenes que presentó la demandante el 10 de enero de 2000,
el 10 de julio de 2000 y el 24 de noviembre de 2000, para que ésta comprobase la
aprobación o no de los mismos y, en consecuencia, se le permitiera el ejercicio de la
solicitud de revisión; abstención que la quejosa consideró vulnerante de su derecho
constitucional a la educación.

En este sentido, la Sala comparte el criterio que sentó la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo en cuanto a que, en un régimen de evaluación estudiantil, la comprobación,
por parte de los estudiantes, de los resultados del mismo constituye un requisito necesario
para el ejercicio de los medios de defensa de que dispone, como garantía del derecho
constitucional a la educación. Pero, si bien ello no comporta un impedimento absoluto al
derecho constitucional a la educación, toda vez que éste es un derecho relativo que se
somete a las limitaciones que derivan de la aptitud, vocación y aspiraciones del particular;
es evidente que en determinadas circunstancias, ello sí podría llegar a comportar una
limitación al ejercicio de la defensa de sus legítimos derechos e intereses educacionales,
razón por la que se declaró procedente la demanda de amparo que se interpuso.

La demandante, sin embargo, ejerció el recurso de apelación, el cual, como se declaró,


fundamentó intempestivamente. Al respecto, la Sala observa que el debate judicial sólo
versó sobre la revisión del examen que presentó la demandante el 24 de noviembre de
2000, pues, en el fallo de admisión de la causa, la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo estableció que, con respecto a las otras evaluaciones, había operado el
denominado “consentimiento expreso” que regula el cardinal 4 del artículo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, y, dentro de ese límite
–que quedó firme, por falta de impugnación de la demandante- a la quejosa se le concedió
todo lo que había pedido, razón por la cual –así se declara- le estaba vedada la apelación
según lo que dispone el artículo 297 del Código de Procedimiento Civil que reza:

No podrán apelar de ninguna providencia o sentencia la parte a quien en ella


se hubiere concedido todo cuanto hubiere pedido; ...

VI DECISIÓN

Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional,
administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, CONFIRMA la
sentencia que fue objeto de apelación que dictó la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo el 13 de marzo de 2001, declara CON LUGAR la demanda de amparo que
interpuso la ciudadana I.C.C. contra la Universidad Santa María y SIN LUGAR el recurso
de apelación que se incoó contra la precitada sentencia.

P. y regístrese. Devuélvase el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia, en Caracas, a los 10 días del mes de abril de dos mil tres. Años:
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192º de la Independencia y 144º de la Federación.

El Presidente,

IVÁN RINCÓN URDANETA

El Vicepresidente,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

JOSÉ MANUEL DELGADO OCANDO

Magistrado

ANTONIO JOSÉ GARCÍA GARCÍA

Magistrado

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

Magistrado-Ponente

El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

PRRH.sn.ar.

Exp. 02-2713

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