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Como era de esperarse, las medidas económicas fueron rotundamente rechazadas ante
los ciudadanos puesto que ellos lo veían como una amenaza para la economía y no
concluían nada positivo en relación a la mejoría de la situación económica del Ecuador.
Al día siguiente de la aceptación del decreto 883 (eliminación de los subsidios a la
gasolina), gran parte de los trabajadores, especialmente transportistas, y miembros de
la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) se negaron a aceptar lo
mencionado anteriormente y, por tanto, ellos pusieron resistencia y declararon el
comienzo de un paro nacional que se prolongó por varios días.
En Guayaquil, las
autoridades de tránsito
intentaron en mayor
instancia conservar con
normalidad el tránsito,
pero eventualmente
fracasó porque los
taxistas bloquearon
algunas calles
necesarias para la
circulación de ciertos vehículos, razón por la cual la metrovía suspendió sus servicios.
Además, hubo desmanes en varios sectores de la ciudad tales como el Guasmo, Isla
Trinitaria y el Suburbio, por esto se recurrió a la suspensión de todos los eventos con el
fin de mantener a salvo a la ciudadanía. Por otro lado, en Quito también ocurrieron
marchas que se concentraron en el Palacio de Carondelet el cual estaba resguardado
por gran número de policías los cuales tuvieron que usar hasta el último recurso para
controlar a los manifestantes. Como si no fuera poco, se cancelaron un gran número de
vuelos del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre porque grupos de manifestantes
había bloqueado la vía que conecta a la ciudad con el aeropuerto. Por la noche, la
Confederación de Nacionalidades Indígenas decretó un estado de excepción para el
territorio indígena, anunciando la retención del personal de la fuerza pública para que
sean sometidos a la justicia indígena.
El 7 de octubre, el gobierno ecuatoriano
decide suspender las clases en la Sierra
debido a la movilización de los indígenas.
Aún existía descontrol en cuanto al
servicio de transporte y la marcha
indígena se acercaba a Quito. A pesar de
las veces en las que fue rechazado, el
presidente continúa llamando al diálogo con el fin de ponerle fin a todos los sucesos
desagradables que estaban sucediendo en el país, sin embargo, las organizaciones
indígenas rechazaron este diálogo; se indica sobre la llegada de 20000 indígenas a la
capital. Mientras todo esto ocurría, en el Puente de la Unidad Nacional, se crea un cerco
militar y policial mientras el presidente Moreno se traslada a la ciudad de Guayaquil
donde realiza una cadena nacional en la que anuncia el traslado de la sede de gobierno
a la urbe porteña.