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Son un poco más de sesenta millones de dólares adicionales los que los
productores deberán desembolsar en todo el 2019 para poder cubrir los impuestos
que ahora pagan sus insumos y maquinarias, según estimaciones de Mario
Hanon, vicepresidente de la Asociación Nicaragüense de Formuladores y
Distribuidores de Agroquímicos (Anifoda).
En la reforma fiscal el régimen ordenó quitar las exoneraciones y exenciones a
insumos agropecuarios, incluido todo tipo de maquinaria que se utiliza en el
campo.
Para ilustrar el impacto de la reforma, Hanon menciona que los insumos agrícolas
y ganaderos subieran un 24 por ciento; el del café 22.5 por ciento; el del arroz
subió 23 por ciento; en el caso del maní el incremento es del 28 por ciento.
El régimen de Daniel Ortega busca obtener con la reforma fiscal este año unos
317 millones de dólares, más otros cien millones de dólares que contrató como
préstamo en el exterior.
El sector productivo lamenta que se haya aplicado una reforma sin haber hecho un
análisis sectorial sobre los efectos en cada eslabón productivo, lo que los deja al
borde la quiebra. Y peor aún gravaron la riqueza que aún no se ha producido, al
decidir incrementar la alícuota del aporte mensual del Anticipo del Pago Mínimo
Definitivo a cuenta del Impuesto sobre la Renta.
“El último pilar que ha quedado tambaleando, pero está ahí, y que está
sosteniendo al país, es el sector agropecuario y con todas estas acciones que ha
venido promoviendo el Gobierno, vienen a poner en riesgo ese último pilar que
tiene la economía nacional para poder mantener los niveles de trabajo en el sector
rural y las exportaciones”, afirmó Álvaro Vargas, presidente de la Federación de
Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic).
“El poco financiamiento que hay ha sufrido un incremento en las tasas para el
sector agropecuario”, enfatizó Vargas, quien cree que habrá una merma en las
áreas de siembra y la productividad.
El sector se ha visto agobiado por los incrementos en la tarifa eléctrica y el
encarecimiento continuo de los combustibles, que la semana pasada acumularon
siete semanas seguidas de aumento de precios.
La carne de bovino, el azúcar y el café son los que más están golpeados por los
bajos precios internacionales, y los que tendrían dificultades severas para afrontar
el impacto de la reforma, según representantes del sector.