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de las personas
El título IV del libro II del Código Penal, denominado “Delitos contra el estado civil”,
tiene por bien jurídico el estado civil de las personas. Este debe ser entendido en forma amplia, es
decir como la posición jurídica que ocupa una persona en la sociedad, lo cual se determina sobre
la base de una serie de condiciones personales, que son las cualidades constitutivas del estado.
Alguna de estas cualidades son inalterables, desde el nacimiento mismo de la
persona (sexo, lugar y fecha de nacimiento, entre otras) y otras que pueden ser modificadas por
actos posteriores, por ejemplo el matrimonio, adquisición de nueva nacionalidad, y otras más1.
En otro lenguaje, se protege el derecho que tiene toda persona a que se le
reconozca una determinada posición jurídica de participación en la sociedad.
A tal efecto el Código Penal Argentino, captó este interés en el Título IV, el cual se
encuentra distribuido en dos Capítulos, uno exclusivamente referido a los matrimonios ilegales
(Art. 134 al 137 del C.P.), y el restante a la supresión del estado civil y la identidad (art. 138, 139 y
139 bis del C.P.)
El primer Capítulo contiene tipificado los delitos relacionados, con el matrimonio
bilateral (art. 134) y unilateral (art. 135), y la simulación de matrimonio (art. 135 inc. 2). De la
misma forma, contiene una norma exclusivamente dirigida contra los actos llevados a cabo por el
funcionario público oficial (art. 136) y los representes de los menores de edad (art. 137), que
autoricen el matrimonio.
Por su parte, el segundo Capítulo, reprime la supresión de estado civil (art. 138 del
C.P.), el delito de suposición de preñez o parto (art. 139 inc, 1 del C.P.) y supresión de la
identidad de menores de 10 años, su retención y ocultación (art. 139 inc. 2 del C.P.). También se
castigan las conductas de los intermediarios (art. 139 bis primer párr. del C.P.), funcionarios
públicos y profesionales de la salud (art. 139 bis segundo párr. del C.P.), que hubiesen cometido
algunos de los delitos tipificados en los artículos 139 y 139 del Código Penal.
Las figuras tipificadas en los artículos 134 y 135 del Código Penal tienen en común
distintos elementos a saber:
La acción típica consiste en contraer matrimonio, de acuerdo a las previsiones
establecidas por la ley 23.515.
1
BUOMPADRE, ob. cit., Tomo 1, pág. 475.
2
BUOMPADRE, ob. cit. ,Tomo 1, pág. 480.
El supuesto de hecho previsto por el artículo 135 inciso 2 del Código Penal, no se
trata de un matrimonio legal ni ilegal, sino que en realidad se da un caso de apariencia de
matrimonio.
Es decir, se debe hacer creer a otra persona la existencia de un matrimonio,
mediante simulación, haciendo creer como verdadero un matrimonio que en realidad es falso.
La víctima del delito, debe creer que esta contrayendo un matrimonio real, en virtud
de padecer un error determinante causado por la maniobra ardidosa llevada adelante por el autor
que le impide tomar conocimiento que en realidad la unión legal no existe.
Para ello se debe aparentar todo lo relacionado con las formalidades propias de un
matrimonio. El acto debe contar con un funcionario público, testigos, celebración del acto,
consentimiento, y demás formas requeridas para la celebración de un matrimonio.
Los sujetos activos pueden ser cualquier persona, mujer o varón.
Desde el punto de vista del aspecto subjetivo, es un delito doloso, de dolo directo,
no admitiendo dolo eventual y culpa. No requiere una finalidad especial que guíe a la conducta del
autor (ventajas económicas, venganza, entre otras tantas), sin perjuicio que se tengan en cuenta
al momento de merituar la pena.
El artículo 136 del Código Penal contempla el actuar funcional del oficial público del
Registro Civil de las Personas, previendo tres modalidades de responsabilidad criminal.
1) Autorización dolosa de un matrimonio ilegal.
2) Autorización culposa de una matrimonio, por ausencia de los requisitos
formales.
3) Celebración dolosa por inobservancia de las formalidades legales.
Tipo culposo:
Autorización culposa (art. 136, 2do. párr. del Código Penal): se trata de un tipo
imprudente, que comprende la conducta negligente del oficial público que no ha cumplido con los
requisitos que la ley le exige para la celebración del matrimonio, concretamente lo establecidos
por los artículos 186 y 187 de la ley 23.515.
Tipos dolosos:
Autorización dolosa de un matrimonio ilegal (art. 134, 1er. Párr.): es el caso en
el cual el oficial público, en el marco de su competencia funcional, autoriza un matrimonio,
conociendo que existen impedimentos legales que causan su nulidad conforme a la ley 23.515.
El delito es doloso, admitiendo solo el directo, quedando excluidos la culpa o
eventual, pues el autor debe conocer acabadamente la existencia de los impedimentos que
nulifican el matrimonio. Por otra parte, debe existir por parte del oficial público la voluntad de llevar
adelante la celebración del matrimonio.
Celebración dolosa: este supuesto debe ser diferenciado de la figura analizada en
los dos párrafos que anteceden, pues aquí no se trata de la celebración de un matrimonio ilegal.
La conducta reprochada al oficial público consiste en celebrar un matrimonio al
margen de las formalidades exigidas por la ley, concretamente en el artículo 188 y ss de la ley
23.515.
Corresponde la remisión al texto de base, sin perjuicio de agregar que si bien la ley
ha equiparado los delitos del capítulo II, sus contenidos son diferentes. Ello así puesto que la
norma descripta en el segundo inciso del artículo 139 del Código Penal, no tipifica la mera
modificación del estado civil, sino que ha ido más lejos.
En efecto, la norma alude a una situación de alteración del ser mismo de la
persona, presentándose la identidad como un derecho inherente a la persona, pero que al mismo
tiempo trasunta su propia individualidad para constituir una patrimonio cultural con características
propias3.
El derecho a la identidad se presenta como el interés que cada sujeto tiene de ser
presentado en la vida en relación con su verdadera identidad.
El sujeto pasivo de al figura delictiva prevista por el artículo 138 del Código Penal,
supresión de estado civil de mayores, pueden ser las personas que tengan diez años cumplidos.
Sólo podrán ser sujetos pasivos los menores que no hayan cumplido diez años en aquellos casos
3
BUOMPADRE, ob. cit., Tomo 1, pág. 490.
El bien jurídico protegido no es el derecho de visita genérico cuyos titulares son los
parientes relacionado recíprocamente con la obligación alimentaria; sino el específico derecho-
deber de los padres no convivientes de visitar a sus hijos menores de edad no emancipados, para
tener una adecuada comunicación con estos y posibilitar la supervisión de su ecuación, que surge
del ejercicio de la patria potestad compartida5.
4
BUOMPADRE, ob. cit. Tomo 1, pág. 498.
5
SUAREZ, María de las Mercedez – LASCANO, Carlos Julio, El impedimento de contacto de hijos menores
con padres no convivientes, ley 24.270, Ed. Lerner, Córdoba 1994, pág. 51.
Sujetos pasivos:
Los sujetos pasivos del ilícito son el padre o los padres no convivientes hijos
menores no convivientes.