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REPÚBLICA DE CUBA

INSTITUTO SUPERIOR PEDAGÓGICO

“ENRIQUE JOSÉ VARONA”

ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA EL DESARROLLO DE LA ACTITUD

AMBIENTALISTA QUE PROPICIE EL MEJORAMIENTO DEL DESEMPEÑO

PROFESIONAL PEDAGÓGICO DEL DOCENTE

TESIS PRESENTADA EN OPCIÓN AL GRADO CIENTÍFICO DE DOCTOR EN

CIENCIAS PEDAGÓGICAS

AUTORA: MSc. MARÍA MARGARITA DÍAZ SOTO

CIUDAD DE LA HABANA
2009
REPÚBLICA DE CUBA

INSTITUTO SUPERIOR PEDAGÓGICO

“ENRIQUE JOSÉ VARONA”

ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA EL DESARROLLO DE LA ACTITUD

AMBIENTALISTA QUE PROPICIE EL MEJORAMIENTO DEL DESEMPEÑO

PROFESIONAL PEDAGÓGICO DEL DOCENTE

TESIS PRESENTADA EN OPCIÓN AL GRADO CIENTÍFICO DE DOCTOR EN

CIENCIAS PEDAGÓGICAS

AUTORA: MSc. MARÍA MARGARITA DÍAZ SOTO

TUTORA: Dra. C. CELINA ESTHER PÉREZ ÁLVAREZ

COTUTORA: Dra. C. JULIA AÑORGA MORALES

CIUDAD DE LA HABANA
2009
Agradecimientos:

 A la Doctora Celina Esther Pérez Álvarez por trasmitirme sus sabios


conocimientos en la realización de esta investigación, así como su constancia y
dedicación en garantizar mí perfeccionamiento.
 A la Doctora Julia Añorga Morales por sus certeras orientaciones y por el apoyo
alentador que me motivó a continuar, contribuyendo a mi mejoramiento
profesional y personal.
 Al Doctor Ramón Cuétara López por confiar en mí, animarme y darme el impulso
inicial en los primeros momentos.
 A mis compañeros del Departamento de Ciencias Naturales y de la Facultad de
Formación de Profesores para la Enseñanza Media Superior por su preocupación
y apoyo, especialmente a los profesores Norma Cala Careaga y Eduardo Ribot
Guzmán por su ayuda incondicional en los momentos necesarios.
 A los profesores que participaron en el doctorado curricular colaborativo por
ofrecernos sus excelentes conocimientos y útiles consejos, en especial a las
doctoras Maria Victoria Chirino Ramos y Haydée Rionda Sánchez por su
constante preocupación, igualmente al Doctor Justo Che Soler por la ayuda
prestada en el tratamiento estadístico en los resultados de investigación.
 A los compañeros del Centro de Investigación de Geofísica y Astronomía del
CITMA especialmente al Doctor Alberto Enrique García Rivero y la Máster
Bárbara Liz Miravet por la información brindada y su colaboración en la
realización de los talleres.
 A los profesores de la Sede Universitaria Municipal Pedagógica de Habana Vieja
por su participación en la investigación, especialmente a su Consejo de Dirección,
por el apoyo y la colaboración ofrecida en las acciones realizadas.
 A mis amigos, por el apoyo que me han manifestado.
 A mi familia, especialmente a mis hijos Rafael y Javier por la paciencia que han
tenido y a mi esposo por la ayuda entregada.
SÍNTESIS

En la actualidad, los problemas ambientales no pueden asociarse exclusivamente

con el desarrollo y la aplicación de nuevos avances tecnológicos, también reviste

primordial importancia la adopción de actitudes consecuentes frente a este conflicto.

En consecuencia, se hace necesario desarrollar acciones educativas que incentiven

un cambio profundo en la actuación de la sociedad, y particularmente, en el

profesional de la educación que dirige el proceso pedagógico, por lo que de su

preparación y actuación depende, en gran medida, la educación integral de las

nuevas generaciones, obligadas a establecer una relación más armónica con el

medio ambiente, aspecto no logrado todavía.

De acuerdo con lo planteado se enuncia el siguiente problema científico ¿Cómo

desarrollar la actitud ambientalista en el docente para el mejoramiento de su

desempeño profesional pedagógico en los institutos superiores pedagógicos? y se

formula como objetivo: Proponer una estrategia pedagógica para el desarrollo de la

actitud ambientalista del docente que propicie el mejoramiento de su desempeño

profesional pedagógico en el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

La propuesta de estrategia comprende una secuencia de acciones para el desarrollo

de la actitud ambientalista trascendentes en el mejoramiento del desempeño

profesional pedagógico del docente.

La valoración de la aplicación de la estrategia pedagógica arrojó resultados positivos

al apreciarse una tendencia favorable al desarrollo de la actitud ambientalista en los

docentes.
ÍNDICE

Pág.

INTRODUCCIÓN 1

1. CAPÍTULO I LA ACTITUD AMBIENTALISTA: UNA CATEGORÍA

OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL. COMPONENTE

ESENCIAL DEL DESEMPEÑO PROFESIONAL PEDAGÓGICO….. 11

1.1 Antecedentes del proceso de Educación Ambiental en el Mundo y

en Cuba. Conceptuación de Educación Ambiental. Objetivos, metas

principios y fines..............................................................................................................
11

1.2 El mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del

docente………………………. ..........................................................................................
25

1.3 La actitud ambientalista en el profesional de la educación………….. 31

1.4 Determinación de las dimensiones, indicadores e instrumentos para

la valoración del desarrollo de la actitud ambientalista del docente

del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” en su

desempeño profesional pedagógico……………………………………. 38

1.5 Caracterización del estado actual del desarrollo de la actitud

ambientalista del docente del Instituto Superior Pedagógico

“Enrique José Varona”. ...................................................................................................


41
2. CAPÍTULO II ETAPAS Y ACCIONES DE UNA ESTRATEGIA

PEDAGÓGICA PARA EL DESARROLLO DE LA ACTITUD

AMBIENTALISTA: ANÁLISIS Y VALORACIÓN DE LOS

RESULTADOS DE APLICACIÓN. ..............................................................................


59 59

2.1 Modelación de la estrategia pedagógica propuesta para el

desarrollo de la actitud ambientalista del docente del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. .............................................................


59 59

2.1.1 Discusión teórica sobre las estrategias………………………………… 59

2.1.2 Fundamentos de la estrategia pedagógica propuesta........................ 63

2.1.3 Proceso de modelación de la estrategia pedagógica para el

desarrollo de la actitud ambientalista que propicie el mejoramiento

del desempeño profesional pedagógico del docente del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona”…………………………. 67

2.1.4 Estrategia pedagógica propuesta………………………………………. 69

2.2 Resultados de la aplicación en la práctica de las acciones de la

estrategia pedagógica propuesta……………………………………….. 95

CONCLUSIONES…………………………………………………………. 99

RECOMENDACIONES…………………………………………………… 100

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN

El siglo XXI ha comenzado su decurso mostrando la mayor degradación de los

recursos naturales en la historia humana.

En este mundo complejo y sujeto a múltiples amenazas, la crisis de corte ambiental

emerge con particular fuerza, resultando cada vez más reconocido que la salida de

esta crisis, por la que atraviesa la sociedad moderna, no puede asociarse

exclusivamente con el desarrollo y la aplicación de nuevos avances tecnológicos,

también reviste primordial importancia la adopción de actitudes consecuentes frente

a este conflicto.

En consecuencia, se hace necesario y urgente desarrollar programas y acciones de

carácter educativo, que incentiven un cambio profundo y progresivo en la actuación

de la sociedad, de modo que ponga en práctica un nuevo estilo de vida individual y

colectiva más integrado y respetuoso con los procesos naturales.

Dentro de las prioridades estratégicas para el tránsito hacia el desarrollo sostenible y

muy vinculado a la protección del medio ambiente, se ubica la educación ambiental.

En correspondencia con lo cual, se plantea en el capítulo 36 de la Agenda 21 “Para

ser eficaz, la educación en materia de medio ambiente y desarrollo debe ocuparse de

la dinámica del medio físico y biológico, y del medio socioeconómico y el desarrollo

humano, que podría comprender el desarrollo espiritual, integrarse a todas las

1
disciplinas y utilizar métodos académicos y no académicos y medios efectivos de

comunicación". (1)

Al reflexionar acerca de la educación ambiental, Cuba resulta un modelo para estos

tiempos, pues la sostenibilidad es intrínseca a los principios que sustentan el

proyecto revolucionario, siendo el primer país del Mundo que incorporó los acuerdos

de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, al reiterar la protección de

medio ambiente, no solo en los documentos del Partido, sino, también, en la

Constitución de la República, aprobada en 1992. Por eso, el problema no radica

tanto en definir políticas, sino en realizar acciones que favorezcan la protección del

medio ambiente y las actividades de educación ambiental de una forma práctica y

efectiva. Al respecto el máximo líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz

expresó ”(…) no hay tarea más urgente que crear una conciencia universal (…) sin

educación no puede haber la necesaria y urgente concientización de la que hablo

(…) pero para esto se debe tener conocimientos, habilidades, actitudes,

motivaciones y deseos de trabajar en la búsqueda de soluciones a los problemas

actuales y prevención de los futuros (…)”. (2)

Desde finales de los años 70, el Ministerio de Educación de Cuba comenzó a trabajar

en la incorporación de la temática ambiental en los procesos educativos y formativos,

responsabilidad que asume también el sistema nacional de educación. En esa misma

dirección, los institutos superiores pedagógicos han estado relacionados, no solo en

la misión de la formación de los profesionales de la educación sino, con la tarea de

dirigir metodológicamente el proceso docente educativo de las enseñanzas del

territorio.

2
Disímiles hechos han contribuido al desarrollo histórico de la educación ambiental en

los institutos superiores pedagógicos, entre estos se destacan los seminarios

nacionales sobre temas de educación ambiental, dirigidos por el Ministerio de

Educación; la creación y superación de grupos multidisciplinarios; los talleres

nacionales e internacionales del Grupo de Gestión de Educación Ambiental (GEA),

del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”; además, en investigaciones

científicas de diversos autores, se ofrecen elementos importantes, entre los que se

destacan los estudios realizados por O. Valdés Valdés (1996); M. Roque Molina

(2003); M. Mc Pherson Sayú (2004); R. Rodríguez Gómez (2004); M. Hernández

Fuentes (2005) y G. González Hernández (2006).

Las indagaciones realizadas para esta investigación y la vivencia personal de la

autora en la formación de personal docente, posibilitaron determinar las siguientes

insuficiencias como antecedentes del problema de investigación:

 Limitado dominio de la problemática ambiental por los docentes y estudiantes.

 Predominio de la idea de que la educación ambiental va solo dirigida al

conocimiento del medio ambiente.

 Carencia de acciones con un enfoque interdisciplinario que promueva un saber

ambientalista.

 Escaso estudio de los problemas locales, lo que conduce a desaprovechar las

potencialidades educativas del entorno.

 No inclusión de la problemática ambiental de forma sistematizada en la preparación

metodológica de los docentes.

3
 Persistencia del reduccionismo de ver la educación ambiental como

responsabilidad de las ciencias naturales.

 Escasas manifestaciones de compromiso y limitado accionar frente al cuidado y

protección del medio ambiente por docentes y estudiantes.

 Predominio de estrategias hacia los aspectos cognitivos con pobre valoración de

los elementos afectivos y comportamentales.

Lo expuesto permite plantear como contradicción esencial que, a pesar de las

acciones encaminadas al desarrollo de la educación ambiental en los distintos

niveles de educación, particularmente, en la formación del docente, se perciben

carencias en su desempeño profesional pedagógico, desde el propio trabajo docente,

metodológico e investigativo, así como, en la interacción universidad - comunidad,

para una nueva concepción de su desempeño, particularmente en relación con la

temática medioambiental.

Al considerar que en los momentos actuales se han introducido cambios en la

formación del docente, se destaca el hecho de que con el proceso de

universalización de la educación en el país, el profesor permanece la mayor parte del

tiempo en su territorio de residencia, tanto en las sedes municipales como en las

microuniversidades, lo que propicia la realización de acciones desde la propia

comunidad, que contribuyan a la educación ambiental, por lo que es importante

plantearse qué acciones se deben realizar a favor de la apropiación de

conocimientos y habilidades para el reconocimiento de problemas ambientales y

específicamente, para el desarrollo de actitudes que ejerzan una influencia educativa

en la escuela y en la propia comunidad. Esto es posible, si el docente que dirige el

4
proceso pedagógico, asume una actitud en correspondencia con las necesidades de

dicha formación, por lo que, de su preparación y actuación depende, en gran medida,

la posibilidad de dirigir con éxito la educación integral de las nuevas generaciones en

los diferentes territorios.

La situación problemática anteriormente expuesta ha permitido la enunciación del

siguiente problema científico: ¿Cómo desarrollar la actitud ambientalista en el

docente para el mejoramiento de su desempeño profesional pedagógico en los

institutos superiores pedagógicos?

En las últimas décadas diferentes investigadores han abordado el desempeño

profesional pedagógico. Entre ellos, han aportado resultados al respecto autores

como J. Añorga Morales (1996); N. Varcárcel Izquierdo (1996); P. Valiente Sandó

(2001); A. Serrano Roca (2001); M. L. Santiesteban Llerena (2002); I. Parra Vigo

(2002); M. T. Ferrer Madrazo (2002); J. Santos Baranda (2005). Este desempeño se

vincula entre otros aspectos a los comportamientos, actitudes, responsabilidades y

formas del conjunto de acciones que realiza el docente, durante el desarrollo de su

actividad pedagógica en diferentes contextos de actuación a saber, escuela, familia,

comunidad, en correspondencia con las demandas del sistema educativo, que se

concretan en el proceso de cumplimiento de sus funciones básicas y en sus

resultados, para lograr el fin y los objetivos formativos del nivel educativo donde

trabaje.

Asimismo, el estudio de diferentes autores como, Thomas y Znaniecki (1918); F.H.

Aliport (1924); Bogardus (1931); G. Allport (1935); Woodwort (1940) Thurstone

(1964); Obujonsky (1979); Krech y Crutchfield (1984); J. Gairin (1988); F. González


5
Rey (1989); sobre el concepto de actitud, permite apreciar de forma general, que es

posible encontrar en las actitudes tres componentes básicos, el cognitivo, el afectivo

y el conductual.

Consecuentemente se precisa como objeto de estudio: Desempeño profesional

pedagógico del docente en los institutos superiores pedagógicos, y como campo de

acción: La actitud ambientalista del docente del Instituto Superior Pedagógico

“Enrique José Varona”.

Se formula como objetivo: Proponer una estrategia pedagógica para el desarrollo de

la actitud ambientalista del docente que propicie el mejoramiento de su desempeño

profesional pedagógico en el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

Se plantean las siguientes preguntas científicas:

1. ¿Qué referentes teóricos fundamentan el desarrollo la actitud ambientalista del

docente para el mejoramiento de su desempeño profesional pedagógico?

2. ¿Cómo se manifiesta el desarrollo de la actitud ambientalista en el desempeño

profesional pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique

José Varona”?

3. ¿Qué características deben tener las etapas y acciones de una estrategia

pedagógica para el desarrollo de la actitud ambientalista que propicie el

mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del docente del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona”?

4. ¿Cuáles son los resultados de la aplicación de acciones seleccionadas de la

estrategia pedagógica propuesta?

6
Para responder las preguntas científicas y dar cumplimiento al objetivo se establecen

las siguientes tareas de investigación: (Anexo 1)

1. Determinación de los referentes teóricos que fundamentan el desarrollo la actitud

ambientalista del docente para el mejoramiento de su desempeño profesional

pedagógico.

2. Caracterización del estado actual del desarrollo de la actitud ambientalista en el

desempeño profesional pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico

“Enrique José Varona”.

3. Elaboración de la secuencia de etapas y acciones de una estrategia pedagógica

para el desarrollo de la actitud ambientalista que propicie el mejoramiento del

desempeño profesional pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico

“Enrique José Varona”.

4. Valoración de los resultados obtenidos de la aplicación de acciones

seleccionadas de la estrategia pedagógica propuesta.

Para el desarrollo de esta investigación que se sustenta en la Dialéctica Materialista

como metodología general de la investigación, se utilizaron los siguientes métodos, e

instrumentos científicos:

Análisis histórico y lógico, permitió conocer las tendencias en la evolución de la

educación ambiental en diferentes momentos históricos a escala global y nacional,

así como el desarrollo de la misma, ratificando la necesidad de realizar acciones que

desarrollen en el docente la actitud ambientalista, como una categoría objetivo, de la

educación ambiental, para propiciar el mejoramiento en su desempeño profesional

pedagógico.

7
Enfoque sistémico, posibilitó establecer las interrelaciones y nexos existentes entre la

actitud ambientalista y el proceso de mejoramiento del desempeño profesional

pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

Modelación, proporcionó explicar la realidad a través de abstracciones creadas,

modelando la estrategia pedagógica propuesta, para el desarrollo de la actitud

ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico

del docente.

Análisis documental, facilitó la información necesaria del estado actual del objeto y

campo de investigación, analizando los criterios y resultados abordados por diversos

autores que han estudiado el tema, así como la exploración de documentos oficiales,

resultados de reuniones metodológicas, trabajos investigativos de estudiantes y

docentes, lo que posibilitó profundizar en el diagnóstico y caracterización de los

mismos.

Observación, a partir de la percepción directa del objeto de investigación, para lo cual

se elaboró una guía que permitió estudiar a los docentes y estudiantes implicados en

las acciones de la estrategia y valorar en la práctica el nivel de desarrollo de la

actitud ambientalista del docente, de acuerdo con su desempeño.

Encuesta, a docentes y estudiantes para adquirir información respecto al desarrollo

de la actitud ambientalista de acuerdo a los indicadores seleccionados.

Entrevista, a directivos docentes para obtener información referente a la preparación,

que reciben los docentes acerca de la temática ambiental, en las reuniones y

actividades de carácter metodológico.

8
Prueba, a docentes y estudiantes para evaluar los conocimientos que poseen estos

con respecto a temas de carácter ambiental y pedagógico.

Estadística descriptiva, para el procesamiento de la información obtenida con las

indagaciones empíricas y mostrar los resultados de la tabulación de los datos

obtenidos de los instrumentos utilizados.

Estadística inferencial, para el análisis de la confiabilidad de los resultados obtenidos

mediante los indicadores, las dimensiones y la variable propuesta y establecer la

tendencia de la variable en los docentes con la puesta en práctica de las acciones de

la estrategia.

La población estuvo constituida por 30 docentes de la Sede Universitaria Municipal

de Habana Vieja, perteneciente al Instituto Superior Pedagógico “Enrique José

Varona” y la muestra coincide con la población.

Contribución a la teoría pedagógica: Consiste en la revelación de relaciones

específicas entre lo cognitivo, lo afectivo y lo comportamental que se dan en el

desarrollo de la actitud ambientalista, que debe asumir el profesional de la educación

de los institutos superiores pedagógicos y manifestar en su desempeño profesional

pedagógico.

Significación práctica: Se revela en que es una estrategia factible de instrumentar,

que incluye acciones para desarrollar la actitud ambientalista, que propicie el

mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del docente del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

Actualidad: Responde a las necesidades actuales de producir cambios en la

declaración de intenciones y en el comportamiento del docente de los institutos

9
superiores pedagógicos en cuanto a su relación con el medio ambiente local, de

manera que lo proyecte en su desempeño y pueda influir en la adopción de

comportamientos individuales y colectivos más respetuosos con los procesos

naturales.

Novedad: El trabajo es novedoso en tanto la estrategia pedagógica propuesta hace

énfasis en el establecimiento de las relaciones específicas entre lo cognitivo, lo

afectivo y lo comportamental que se revela en las acciones, para el desarrollo de la

actitud ambientalista del docente de los institutos superiores pedagógicos y

particularmente, por la fundamentación teórica que la sustenta.

El informe está estructurado en dos capítulos, el Capítulo I está referido a sustentar

los referentes teóricos que abogan el objeto y campo de estudio; exponer el proceso

seguido para la determinación de las dimensiones, indicadores e instrumentos

utilizados en la investigación, así como caracterizar y valorar el estado actual de la

actitud ambientalista del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José

Varona”.

El capítulo II se centra en la propuesta de una estrategia pedagógica para el

desarrollo de la actitud ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño

profesional pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José

Varona”, así como en la valoración y el análisis de los resultados de acciones

aplicadas.

Por último se ofrecen las conclusiones, recomendaciones, referencias bibliográficas,

la bibliografía consultada y un conjunto de anexos que amplían y complementan la

comprensión del trabajo realizado.

10
CAPÍTULO I

LA ACTITUD AMBIENTALISTA: UNA CATEGORÍA

OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL.

COMPONENTE ESENCIAL DEL DESEMPEÑO

PROFESIONAL PEDAGÓGICO.
CAPÍTULO I LA ACTITUD AMBIENTALISTA: UNA CATEGORÍA OBJETIVO DE
LA EDUCACIÓN AMBIENTAL. COMPONENTE ESENCIAL DEL
DESEMPEÑO PROFESIONAL PEDAGÓGICO.

En el presente capítulo se realiza un estudio de la evolución histórica del proceso de

educación ambiental mediante diferentes fuentes bibliográfícas de carácter nacional

e internacional, permitiendo el conocimiento de sus objetivos, metas, principios y

fines, que sustentan la base teórica sobre la cual se determinan las acciones que

propicien el desarrollo de la actitud ambientalista y su trascendencia en el

mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del docente; se expone el

proceso seguido para la determinación de las dimensiones, indicadores e

instrumentos de valoración utilizados en la investigación; así como se caracteriza el

estado actual del desarrollo de la actitud ambientalista del docente del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona” y se determina el inventario de

problemas a solucionar.

1.1 Antecedentes del proceso de Educación Ambiental en el Mundo y en


Cuba. Conceptuación de Educación Ambiental. Objetivos, metas
principios y fines.

La educación ambiental ha sufrido cambios desde que el Mundo comenzó a tomar

conciencia del papel que desempeña el medio ambiente en la vida humana y

viceversa. El término educación ambiental fue utilizado por primera vez en el año

11
1948 en el evento de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, en

Francia y posteriormente aparece en documentos de las Naciones Unidas para la

Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO), datados de 1965.

A partir de aquí se inicia una importante campaña por parte de la UNESCO, para

concienciar y convencer a los diferentes gobiernos y autoridades educativas de la

importancia que tienen los centros escolares, entre otras razones, para la

potenciación de actitudes que favorezcan una relación equilibrada entre los seres

humanos y el medio ambiente.

En el año 1968 se reunen en Roma especialistas, educadores, industriales y

economistas para discutir la crisis actual y futura de la humanidad. El relatorio del

“Club de Roma”, como fuera nombrado, provocó repercusiones internacionales,

llevando a la Organización de Naciones Unidas (ONU), a promover, del 5 al 16 de

junio de 1972, la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano,

celebrada en Estocolmo, Suecia; estableció en el principio 19 que “Es indispensable

una labor de educación en cuestiones ambientales, dirigida tanto a las generaciones

jóvenes como a los adultos, y que preste la debida atención al sector de población

menos privilegiado, para ensanchar las bases de una opinión pública bien informada

y de una conducta de los individuos, de las empresas y de las colectividades,

inspirada en el sentido de su responsabilidad en cuanto a la protección y

mejoramiento del medio en toda su dimensión humana. Es también esencial que los

medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro del medio humano y

difundan, por el contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de

12
protegerlo y mejorarlo, a fin de que el hombre pueda desarrollarse en todos los

aspectos”. (3)

En esta conferencia se reconoce a la educación ambiental como una disciplina

independiente e incorpora a su objeto de estudio el concepto moderno de medio

ambiente con sus dimensiones natural, cultural y económico-social.

En 1973 se crea el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

(PNUMA), dependiente de la UNESCO, con el objetivo de aportar medios para el

desarrollo de programas de información y educación en materia de medio ambiente.

En esta dirección y dentro del marco del PNUMA se abordó la tarea de diseñar el

Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA), en colaboración con los

países miembros de Naciones Unidas, además de otros organismos internacionales y

organizaciones no gubernamentales, con el fin de que dicho programa sirviese de

referencia para las acciones educativas en ámbitos locales y regionales.

Una de las principales aportaciones de este programa consistió en organizar, en

1975, en colaboración con el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad

de Belgrado, el Seminario Internacional de Educación Ambiental donde se le otorga a

la educación una importancia capital en los procesos de cambio. Se recomienda la

enseñanza de nuevos conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes que

constituirán la clave para conseguir el mejoramiento ambiental.

En Belgrado se definen los objetivos de la educación ambiental en los siguientes

términos: conciencia, conocimiento, actitud, aptitudes y hábitos, capacidad de

evaluación y participación.

13
Se establecieron como metas mejorar las relaciones ecológicas, incluyendo las del

hombre con la naturaleza y las de los hombres entre si; lograr que la población

mundial tenga conciencia del medio ambiente y se interese por sus problemas

conexos y que cuente con los conocimientos, actitudes, motivaciones y deseos

necesarios para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones a

los problemas actuales y para prevenir los que pudieran aparecer en lo sucesivo.

En el documento denominado “Carta de Belgrado” que se deriva de este evento, se

señala la necesidad de replantear el concepto de desarrollo y reajustar el estar e

interactuar con la realidad por parte de los individuos. En este sentido se concibe a la

educación ambiental como herramienta que contribuya a la formación de una nueva

ética universal, que reconozca las relaciones del hombre con el hombre y con la

naturaleza; la necesidad de transformaciones en las políticas nacionales, hacia una

repartición equitativa de las reservas mundiales y la satisfacción de las necesidades

de todos los países. En ella se reconocía el estado global del medio ambiente y la

problemática derivada de las acciones económicas, políticas y tecnológicas de la

civilización moderna.

A partir de este seminario se convocaron diversos encuentros regionales a escala

mundial en los que se elaboraron documentos con propuestas concretas. (Anexo 2)

Se destaca, la Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, a partir

de la cual se materializa el Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA),

celebrada en el año 1977 en Tbilisi, Georgia, donde se define que la educación

ambiental “Es el resultado de una reorientación y articulación de las diversas

disciplinas y experiencias educativas que facilita la percepción integrada de los

14
problemas del medio ambiente, haciendo posible una acción más racional y capaz de

responder a las necesidades sociales”. (4)

En esta definición se revela el enfoque interdisciplinario y establece una concepción

compleja del medio ambiente, aunque tiene como limitaciones que solo esta

expresada como resultado y no como proceso, “(…) no se orienta a la acción

transformadora a través de la construcción de conocimientos, desarrollo de

habilidades y formación de valores, quedando detenida en el nivel de percepción, no

se vincula el proceso al desarrollo”. (5)

En este evento se acuerda la incorporación de la educación ambiental a los sistemas

de educación, se mencionó la necesidad de no solo sensibilizar, sino también de

modificar actitudes, proporcionar nuevos conocimientos y criterios y promover la

participación directa y la práctica comunitaria en la solución de los problemas

ambientales.

Sobre esta premisa, las características de la educación ambiental, que fueron

propuestas en esta Conferencia Intergubernamental y ratificadas a lo largo del

tiempo, se pueden presentar de manera general de la siguiente manera:

 Globalidad e integralidad. Es decir, se considera el ambiente en su totalidad con un

enfoque holístico e integrador, examinando los aspectos naturales y los aspectos

sociales, en interacción.

 Continuidad y permanencia. Debe constituirse en un proceso ininterrumpido que se

produce y acompaña al ser humano y a los grupos sociales, en todas las etapas de

la vida.

 Interdisciplinaridad y transdisciplinaridad. Su campo conceptual y de acción abarca

15
y trasciende los límites artificiales de las diferentes disciplinas del saber humano.

 Cubrimiento espacial. Su influencia abarca los niveles local, regional, nacional e

internacional: debe ubicarse tanto en situaciones específicas como en sus

contextos próximos y lejanos.

 Temporalidad y sostenibilidad. Modela la gestión de la situación actual y la visión

del futuro; esto es, se concentra en las situaciones ambientales de hoy y en las que

pueden presentarse, dentro de una perspectiva histórica, hacia la construcción de

futuros alternativos deseables y posibles para la vida en todas sus formas de

manifestación.

 Participación y compromiso. Compromete y estimula la participación, desde

sectores diferentes de la población, en el logro de una gestión ambiental racional, a

través de la cooperación local, regional, nacional e internacional.

 Fundamento para el desarrollo. En este sentido, utiliza métodos diversos para

facilitar el conocimiento y la comprensión de las situaciones ambientales,

profundizando en aquellos métodos que hagan viables los procesos participativos;

influye y orienta los planes de desarrollo, las estrategias y los métodos de acción

para lograr el desarrollo sostenible a escala humana.

 Vinculación con la realidad. Su acción se dirige a lograr una vinculación estrecha y

activa con la realidad local, nacional, regional y global.

 Universalidad. Por su concepción y orientación, se dirige a todos los sectores de la

población, a todos los grupos de edad, étnicos y de género, y a todos los niveles

educativos y sociales para involucrarlos activamente, hacia una gestión ambiental

participativa.

16
La Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental de Tbilisi contribuyó

además a la elaboración y el establecimiento de principios que ayudan a orientar la

labor educativa en este campo, los cuales se resumen en:

 Reconocer el medio ambiente en su totalidad.

 Tener en cuenta el carácter sistémico de los procesos que este enfoque genera.

Promover una concepción investigativa y práctica, que propicie la construcción de

conocimientos y la comprensión del complejo causa – efecto – solución.

 Establecer relación entre los planes económicos y la protección del medio

ambiente. Enfocar los problemas ambientales a los distintos niveles, y a la

búsqueda de diferentes vías para la realización de esta labor.

Conjuntamente, con los objetivos y los principios se tienen en cuentan los fines de la

educación ambiental, los cuales son los siguientes:

 Fomentar una ética ambiental.

 Fomentar ciudadanos que tengan una comprensión de la relación de la humanidad

con todo el ambiente.

 Suministrar información exacta y actualizada acerca del ambiente y sus problemas

conexos, para una correcta toma de decisiones.

 Crear incentivo y dar una formación que permita a los ciudadanos adquirir y

divulgar conocimientos capaces de ayudar a la sociedad a resolver problemas

ambientales.

 Buscar equilibrio entre las necesidades a corto, mediano y largo plazo.

 Hacer que cada ciudadano adquiera un compromiso permanente de protección del

17
medio ambiente.

 Hacer comprender la relación que existe entre las necesidades de la sociedad y su

interacción con el ambiente.

 Contribuir a que los ciudadanos estén bien informados de las posibles

consecuencias que pueden traer los problemas ambientales.

 Desarrollar el pensamiento crítico.

En el Congreso Internacional de Educación y Formación Ambiental, celebrado en

agosto de 1987, en la ciudad de Moscú, Rusia, auspiciado por la ONU y la UNESCO

se expresó: “(…) la Educación Ambiental se concibe como un proceso permanente

en el que los individuos y la colectividad cobran conciencia de su medio y adquieren

los conocimientos, los valores, las competencias, la experiencia y la voluntad

capaces de hacerlo actuar individual y colectivamente para resolver los problemas

actuales y futuros del medio ambiente (…)”. (6)

Esta definición supera a la expuesta en Tbilisi una vez que expresa la educación

ambiental como proceso; comprende la acción tanto a nivel individual como colectivo,

declara su carácter permanente, se proyecta al presente y al futuro; orienta a la

acción transformadora, a través de los conocimientos las capacidades y los valores.

Tiene como limitante que no refiere el carácter complejo del medio ambiente, ni

vincula el proceso educativo con el desarrollo.

Ambas definiciones siguen la tendencia de considerar como objeto de la educación

ambiental la protección del medio ambiente sin vínculo con el desarrollo, ni orientada

al desarrollo sostenible, lo cual es coherente con el momento histórico en que fueron

declaradas; no obstante, desempeñaron un importante papel en el proceso de

18
desarrollo histórico de la misma en las décadas de los 70 y 80. En estos años, la

educación ambiental, además de estar dirigida a la protección del medioambiente;

comienza a tener en cuenta otros elementos relacionados con el aspecto humano

sobre los recursos naturales como la contaminación, pero no queda clara la relación

medioambiente-desarrollo ni la atención a los elementos sociales.

La Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, realizada en

Río de Janeiro, Brasil, en 1992, aportó importantes acuerdos internacionales de

relevancia. En el documento preparatorio del Programa 21 sobre Educación,

Capacitación y toma de Conciencia, se plantea “(…) una prioridad mayor es la

reorientación de la Educación hacia el desarrollo sostenible, mediante el

mejoramiento de la capacidad de cada país para plantear cuestiones del Medio

Ambiente y el desarrollo en sus programas educativos (…)”. (7)

Paralelamente a la Cumbre de la Tierra, se realizó el Foro Global Ciudadano de Río

92, en el cual se aprobaron 32 tratados, uno de los cuales lleva por título Tratado de

Educación Ambiental hacia Sociedades Sustentables y de Responsabilidad Global,

en el cual se planteó “(…) la educación ambiental es un proceso de aprendizaje

permanente basado en el respeto a todas las formas de vida (…) no es neutra (…) es

un acto político basado en valores para la transformación social”. (8)

El tratado muestra el compromiso de sociedad civil con el cambio y la necesidad

desarrollar una actitud ética de respeto a todas las formas de vida, no solo la vida

humana, con las cuales se comparte en el planeta, se revela además la necesidad

de transformar las sociedades actuales, esencialmente injustas, hacia otros modelos

de convivencia basados en la equidad y el equilibrio ecológico.

19
Desde la década del 90 del Siglo XX hasta la actualidad, la educación ambiental está

dirigida al desarrollo sostenible, del cual también se han planteado variadas

definiciones. Según el PNUMA “(…) es el desarrollo que permite atender las

necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones

para atender sus propias necesidades y no entraña en modo alguno una usurpación

de la soberanía nacional, entraña también la existencia de un contexto interno

favorable”. (9)

El Informe de Brudtland lo enfoca como “(…) el desarrollo que satisface las

necesidades de la presente generación sin comprometer la capacidad de las

generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. (10)

El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA), orienta el

desarrollo sostenible como al “(…) enfoque que integra los procesos naturales con

los económicos, los sociales y culturales y se identifica con una formación del

educando que lo prepara para establecer en su actividad cotidiana, tanto familiar

como profesional y ciudadana, una interrelación con su entorno natural,

socioeconómico y cultural caracterizada por la participación en la protección y uso

sostenible de los recursos materiales y espirituales, en la prevención y

enfrentamiento de problemas locales y nacionales, así como a la protección y

adaptación a riesgos ambientales, y con ello contribuir al desarrollo sostenible del

país”. (11)

Para esta investigación se asume el desarrollo sostenible como “(…) un proceso de

elevación sostenida y equitativa de la calidad de vida de las personas, mediante el

cual se procura el crecimiento económico y el mejoramiento social en una

20
combinación armónica con la protección del medio ambiente, de modo que se

satisfacen las necesidades de las actuales generaciones sin poner en riesgo las de

las futuras”. (12)

Contribuir al desarrollo sostenible desde la educación, significa asumir una

perspectiva más crítica, analítica y participativa, donde el sujeto tenga una

participación más activa frente al conocimiento y sea capaz de generar cambios en

su actitud sin comprometer las condiciones de las generaciones futuras.

Otro evento de gran importancia lo constituyó La Cumbre Mundial de Desarrollo

Sostenible (Río + 10), realizada en el año 2002, en Johannesburgo, Sudáfrica, aquí

planteó la necesidad de lograr la transformación el desarrollo y el cambio social, a

partir de la toma de conciencia sobre lo que significa un mundo equitativo, con un

medio ambiente sano para el presente y el futuro, para lo cual es necesario una

educación que involucrara a toda la sociedad en la protección del mismo.

Como resultado de estas conferencias se proponen nuevas legislaciones nacionales

en muchos países, con relación a la protección del medio ambiente y a la

contribución en la formación de la educación ambiental, sin embargo, a pesar de

estos esfuerzos no se ha logrado que en la práctica se estén aplicando y respetando

en la mayoría ellos.

En Cuba, en los años 70, se comienzan a ordenar los convenios y compromisos

internacionales sobre educación ambiental, desplegando diferentes acciones al

respecto tanto a nivel nacional como en la esfera de educación. (Anexos 3 y 4)

Es importante destacar el desarrollo de la Conferencia Científica celebrada en la

provincia de Villa Clara en el año 1987, donde se produce la discusión de programas

21
con actividades más concretas para el desarrollo de la educación ambiental en el

país y esencialmente en los centros formadores de docentes. Entre los acuerdos

derivados de esta conferencia se destaca como esencial, la inclusión de la educación

ambiental en todos los niveles de enseñanza, la calificación del personal docente y la

elaboración de materiales didácticos especializados en materia de medio ambiente,

los cuales son asumidos como disposiciones del Ministerio de Educación y

constituyen la base sustentadora sobre el trabajo de educación ambiental en los

institutos superiores pedagógicos.

Por su parte, la década de los 90, se caracteriza por la crisis económica, y la

búsqueda de alternativas para la subsistencia y defensa de las conquistas sociales,

donde se potencia y fortalece el trabajo de la sociedad civil cubana a favor del

desarrollo sostenible.

Se precisan hechos como: La Constitución de la República aprobada en 1992, en la

cual, el artículo 27 plantea “(…) el Estado protege el Medio Ambiente y los recursos

naturales del país. Reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo económico y

social sostenido para hacer más racional la vida humana, el bienestar y la seguridad

de las generaciones actuales y futuras. Comprende a los órganos competentes

aplicar esta política”. (13); El discurso de Fidel Castro Ruz y la posición cubana en

Río, en 1992; la instauración del Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo,

en 1993; la creación del CITMA, en 1994 y la aprobación de la Estrategia Nacional

de Educación Ambiental, en 1997, en la cual se reconoce a la educación ambiental

como un “Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la

educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de

22
conocimientos, desarrollo de habilidades, hábitos, capacidades, actitudes y en la

formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos

con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los

procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible”. (14)

Como se ha analizado la educación ambiental es difícil enmarcarla en una sola

definición. La autora coincide con los investigadores que la definen como “Un

proceso educativo permanente encaminado a universalizar la ética humana e inducir

a los individuos a adoptar actitudes y comportamientos consecuentes, que aseguren

la protección del medio ambiente y el mejoramiento de la calidad de vida de la

humanidad en el presente y en el futuro; todo lo que implica adquirir conciencia y

actuar”. (15), asumiendo el medio ambiente como “Un sistema de continuas

relaciones entre factores bióticos, abióticos, socioculturales, políticos ideológicos,

económicos, históricos e higiénicos sanitarios, en el que se centra la visión de una

compleja trama de relaciones que va desde la propia existencia de hombre hasta su

cultura y las relaciones con lo natural y lo artificial o construido, lo general y lo

particular y lo individual y colectivo”. (16)

En la definición anterior es evidente que la educación ambiental, se considera no

como otra educación, puesto que la educación es solo una; es inherente al proceso

mismo como un todo, además por la amplitud, integralidad y complejidad del medio

ambiente, y de las relaciones hombre - naturaleza - sociedad, que determinan su

dinámica y generan su problemática, cualquier área del saber por separado resultaría

insuficiente para explicar los fenómenos, procesos e interrelaciones que están

imbricados en el objeto del proceso educativo.

23
Tiene una proyección histórica, su contenido se orienta al estudio del pasado, para

comprender el presente y pronosticar el futuro, ya que el medio ambiente es el

resultado de la evolución histórica hombre - naturaleza - sociedad, constituyendo un

proceso histórico; se orienta tanto al sujeto individual como al sujeto en colectivo.

No se trata simplemente de que las personas adquieran muchos conocimientos del

medio ambiente ni de que utilicen el ambiente como medio sino de “(…) generar y

consolidar nuevas prácticas de convivencia y solidaridad humana, como realidades

ambientales haciendo conscientes a los seres humanos de que su compromiso con

el futuro de la humanidad implica aprender a pensar y a actuar conforme a nuevos

criterios(…)” (17), hacia el desarrollo sostenible, como un proceso de instauración de

las condiciones materiales, culturales y espirituales que propicien la elevación de la

calidad de vida de la sociedad, con un carácter de equidad, y justicia social de forma

sostenida y basado en una relación armónica entre los procesos naturales y sociales,

teniendo como objeto tanto las actuales generaciones como las futuras.

Históricamente, el fenómeno ambiental se ha visto como el problema de las

relaciones del hombre con la naturaleza, el problema también está en la relación del

hombre consigo mismo, si no se logra comprender esa dimensión subjetiva implícita,

difícilmente debe ser comprender este fenómeno.

Por tal razón la educación ambiental debe estimular el carácter actitudinal de los

sujetos, enfrentándolos a un difícil problema ¿Cómo se cambia de actitud?, ya que

no se trata de instruir ni de imponer, sino de situar a las personas en condiciones de

reflexionar e interiorizar los sobre los problemas ambientales, para el logro de una

actitud consecuente.

24
1.2 El mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del docente.

La investigadora J. Añorga Morales, plantea que mejoramiento profesional y humano

son “Transformaciones positivas en el desarrollo intelectual, físico y espiritual del

hombre a partir de conocer, interiorizar y concientizar sus problemas cognitivos y

afectivos, sus destrezas y aspiraciones, con suficiente racionalidad y motivación por

la profesión y por la vida, de acuerdo con un contexto social determinado,

evidenciándolo en el desempeño, con una intención creadora, para contribuir con sus

competencias y su producción intelectual y/o de bienes materiales al comportamiento

y funcionamiento de su entorno laboral-profesional, familiar y comunitario, mediante

su satisfacción en lo personal, profesional, ecológico, socioeconómico, y de sus

propias virtudes humanas”. (18)

En el desarrollo de esta investigación se hace imprescindible conceptuar el

desempeño profesional pedagógico, que se reconoce en calidad de objeto de la

misma. Para esto se indagará sobre los términos desempeño y profesionalización.

El análisis del desempeño se erige en los últimos tiempos en variable para la

transformación y el perfeccionamiento sistemático de la educación cubana, y en

particular en el sector educacional. Ello supone entre otras acciones, la búsqueda e

identificación de referentes epistemológicos, teóricos y metodológicos que fijen

sustentos estables para su análisis, valoración y finalmente proponer soluciones

desde posiciones científicas.

Se toma como primer nivel de comprensión el concepto tal y como lo expresa el

Diccionario Electrónico de la Real Academia Española, “(…) es la acción y efecto de

desempeñar o desempeñarse”, mientras que desempeñarse significa “(…) cumplir

25
con una responsabilidad, realizar una acción que ha sido aceptada como una

obligación, como un servicio por el cual se obtiene una satisfacción”; la palabra se

extiende al conjunto de acciones que se realizan para lograr un objetivo. En la

educación, se plantea que el desempeño, la forma como se realiza el trabajo, “(…)

involucra actitudes, saberes y formas de relación que inciden en la calidad global de

la tarea”. (19)

Referente al término Profesionalización, se plantea que, en la preparación para la

vida, el hombre se ha ido instruyendo y obteniendo conocimientos y habilidades para

desempeñar una determinada profesión. Según el Diccionario Ilustrado de la Lengua

Española, la profesión es la "Acción de profesar. Empleo, facultad u oficio de cada

cual”. (20)

En 1995, en el Proyecto Principal de Educación para América Latina y el Caribe:

“Hacia una nueva etapa del desarrollo educativo”, se define la profesionalización

como “(…) un proceso inevitable en el contexto latinoamericano, a partir de

transformar el rol de todos los profesionales de la educación”. (21) Esta propuesta se

realiza como una exigencia de la realidad latinoamericana y caribeña, a partir de la

necesidad de inserción dentro del vertiginoso avance de la revolución científica

técnica.

Sin embargo, no fue hasta noviembre del 2002 que los Ministros de Educación de

América Latina y el Caribe se pronunciaron por dedicar recursos y colaboración para

priorizar la formación del docente y su profesionalización con un tratamiento integral.

Cuba como país del área que dedica sus recursos humanos y materiales a este

26
empeño, cuenta con profesionales dedicados a que la investigación científica permita

enriquecer la teoría y la práctica educativa.

Uno de los aspectos que ocupa a los investigadores de las ciencias de la educación

es el referido a la conceptuación de la profesionalización, no solamente en la

búsqueda de la definición teórica del concepto, sino en la toma de posición para

adecuar el desarrollo de este proceso formativo de gran importancia para el

profesional de la educación del siglo XXI y de los venideros.

En estudios realizados, referidos a la profesionalización se destacan los de J. Añorga

Morales, M. Pérez García, y W. Pérez Hernández, donde se enuncian "La etapa de

madurez del proceso de profesionalización puede constatarse solo cuando el hombre

es capaz de trasponer las fronteras de la reproducción aplicativa de los

conocimientos, hábitos y habilidades en el desempeño de su labor y ascender a una

etapa superior de producción de conocimientos (entiéndase la búsqueda creadora de

soluciones y aplicación siempre que sea posible en su praxis profesional)". (22)

N. Valcárcel Izquierdo define que “(…) la profesionalización es un proceso

pedagógico profesional permanente que tiene su génesis en la formación inicial del

individuo en una profesión, que lleva implícito un cambio continuo obligatorio a todos

los niveles, con un patrón esencialmente determinado por el dominio de la base de

conocimientos, propios de la disciplina específica de la profesión que ejerce, que

tiene un factor humano que debe reaccionar de forma correcta en su enfrentamiento

con la comunidad y avanzar para ser capaz de hacer un ajuste conveniente con las

innovaciones de variables intercambiables que infieren en un entorno social

dominante y dirigente del hombre”. (23)

27
Esta definición aporta elementos de importancia para la comprensión de la formación

del docente, a saber: proceso profesional pedagógico permanente, que tiene su

génesis en la formación profesional inicial del individuo, que lleva implícito un cambio

continuo obligatorio y que se refiere al factor humano.

Según R. L, Abreu Regueiro, “(…) un docente se considera profesionalizado cuando

posee una alta formación psico - pedagógica y técnica tanto teórica como práctica,

un desempeño pleno de sus tres roles tradicionales y más generales (Instructivo,

Formativo profesional y Formativo personal), evidenciar en su hacer un acercamiento

mayor a la producción que al academicismo de la universidad, ser un investigador

activo desde su disciplina o asignatura, brindar mayor protagonismo al estudiante,

empeño en el propósito de superarse, autosuperarse y perfeccionar su labor,

comprensión de su función estratégica, pertinencia social, histórica y cultural y ser

integral y flexible, en su acción educativa”. (24)

Al tener en cuenta el análisis realizado sobre la profesionalización, la autora coincide

con Z. Ponce Milian, cuando plantea que “La profesionalización es un proceso

pedagógico tan antiguo como la propia profesión de maestro y tan vigente como la

necesidad de su accionar contra las posiciones tecnocráticas, implica la

transformación consciente de los profesionales de la educación para su desempeño

profesional pedagógico de acuerdo a las exigencias del desarrollo económico social

e histórico cultural; Es un proceso profesional pedagógico permanente que tiene su

génesis en la formación inicial del individuo para la profesión de maestro; Lleva

implícito un cambio continuo obligatorio, con un patrón esencialmente determinado

por el dominio de la base de conocimientos que responden a las exigencias del

28
desarrollo; Permite la construcción y reconstrucción del saber pedagógico que tributa

al perfeccionamiento del desempeño profesional pedagógico”. (25)

El análisis realizado sobre la profesionalidad, corrobora la importancia del proceso de

profesionalización para el desempeño profesional pedagógico en la

contemporaneidad y particularmente en la educación cubana.

Los investigadores relacionados con este tema, admiten la relación directa del

desempeño con los modos de actuación; R. Pla López, al referirse al desempeño

profesional plantea que es “la expresión concreta del modo de actuación del docente

en un ambiente pedagógico determinado” (26), asumiendo el ambiente pedagógico,

como una dimensión del ambiente escolar que se manifiesta partir de las conductas

predominantes. Para este autor, el modo de actuación es una formación estable y

regular y el desempeño es su manifestación contextual.

De ahí que sea pertinente referirse a las definiciones sobre desempeño profesional

pedagógico; J. Añorga Morales, y un grupo de investigadores, precisan que el

desempeño profesional pedagógico “Es la capacidad de un individuo para efectuar

acciones, deberes y obligaciones propias de su cargo o funciones profesionales que

exige un puesto de trabajo. Esta se expresa en el comportamiento o la conducta real

del trabajador en relación con las otras tareas a cumplir durante el ejercicio de su

profesión. Este término designa lo que el profesional en realidad hace y no sólo lo

que sabe hacer". (27)

V. Moreno García, define el desempeño profesional pedagógico como “(…) la

actuación real de los profesores en la práctica docente, en donde se manifiesta en

forma actualizada el dominio de un determinado campo del saber y de estrategias

29
pedagógicas, conocimiento de los sujetos y sus interacciones personales, y

conocimiento de los contextos en que tiene relación, en los marcos de

responsabilidades docentes preestablecidas y asumiendo una actitud ética, de ayuda

y colaboración a la institución escolar, a la comunidad educativa durante el proceso

instructivo-educativo en las condiciones sociales, ambientales, materiales y políticas

existentes” (28) aserción, que a criterio de la autora de esta investigación, constituye

una necesidad decisiva en el actual proceso de universalización.

Z. Ponce Milián, expresó el desempeño profesional pedagógico “(…) es la actuación

real del docente que expresa la interrelación e integración dialéctica de las

competencias profesionales pedagógicas para la dirección del proceso docente

educativo” (…) “en la que demuestra el dominio de las tareas y funciones

profesionales diseñadas para el rol, en los diferentes contextos de actuación”. (29)

De manera general, el desempeño del docente se resume como: las actitudes, los

comportamientos adoptados, las responsabilidades asumidas y las formas de llevar a

cabo las tareas cotidianas en la institución educativa, que contribuyen en el

cumplimiento de los objetivos y las metas previstas en los procesos de formación y

aprendizaje de los estudiantes y que se manifiestan en un contexto determinado.

Se asume para esta investigación la definición de desempeño profesional

pedagógico concebida por J. Añorga Morales y enriquecida por L. Granados Guerra,

la cual plantea que es un “Proceso desarrollado por un sujeto a través de relaciones

de carácter social, que se establecen en la aplicación de métodos, para el

cumplimiento de su contenido de trabajo, en correspondencia con los objetivos de la

actividad pedagógica en que participa y el logro de un resultado que evidencia el

30
mejoramiento profesional, institucional y social alcanzado, la atención a la educación

de su competencia laboral y la plena comunicación y satisfacción individual al ejercer

sus tareas: con cuidado, precisión, exactitud, profundidad, originalidad y rapidez”.

(30)

1.3 La actitud ambientalista en el profesional de la educación.

La actitud está dentro de los atributos de la personalidad como elemento clave, para

el desempeño profesional exitoso, presente también en los análisis realizados

anteriormente de forma implícita o explícita.

Para muchos el campo de la actitud es terreno vedado, por la dificultad práctica de

poder incidir en ella y por la teórica de dominar su conocimiento cabal, lo que se da,

no tanto porque existan marcados desacuerdos, sino porque la complejidad del tema

determina ser abordado desde muy variadas dimensiones.

La actitud forma parte de los procesos que el hombre adquiere o desarrolla a partir

de su nacimiento, surge en el transcurso de la actividad mediante la cual el mundo es

reflejado en la psiquis, en relación con su ambiente, y esta es una característica

común a ella.

El concepto de actitud comienza a desarrollarse a mediados del siglo XIX, primero

con caracteres vagos y más tarde con mayor precisión y especificidad hasta llegar al

grado actual. Fueron los sociólogos Thomas y Znaniecki (1918), quienes

establecieron la importancia del mismo para explicar algunos de los fenómenos

sociales que estudiaban. Ellos consideraban la actitud como procesos mentales

individuales que determinan tanto las actuales, como las potenciales respuesta de

31
cada persona en el mundo social, con esta percepción los investigadores cambian el

énfasis de los procesos individuales a los sociales. La actitud se convierte en un

proceso explicativo de algunos fenómenos sociales.

A partir de esta fecha, la actitud, en la Psicología Social es examinada en diferentes

aspectos por distintos autores, por lo que se considera pertinente revisar algunas de

estas definiciones: (31)

Para F. H. Aliport (1924), la “(…) actitud no es más que un set motor que prepara al

organismo para una respuesta definida cuando aparece una señal (…)”, (El concepto

de set se planteaba como predisposición); por su parte Bogardus (1931), plantea que

la “(…) actitud es una tendencia a actuar hacia o en contra de algún factor del

ambiente que se convierte por tanto en un valor positivo o negativo (…)” ; Gordon

Allport (1935), definió actitud como “(…) el estado de preparación mental, psíquica y

fisiológica, condicionada por la experiencia, que influye dinámicamente en la

respuesta del individuo a todos los objetos y situaciones (…)”, este mismo autor

planteó que la “(…) actitud es una predisposición aprendida a responder a un objeto

o clase de objetos, en un modo conscientemente favorable o desfavorable (…)”.

En esta definición Allport trata de destacar los siguientes aspectos: su carácter de

tendencia o disposición, su carácter aprendida o adquirida mediante la experiencia,

su influencia en las respuestas del sujeto y agregó “(…) la bipolaridad en la dirección

de una actitud es a menudo señalada como el rasgo más distintivo del concepto

(…)”, de acuerdo con Allport aunque dos personas tengan el mismo grado de afecto

hacia un objeto pueden diferir cualitativamente en sus actitudes hacia el mismo;

32
Woodwort (1940), por su parte la identifica como “una disposición a actuar en

relación a un objeto”.

Fernando González Rey en su libro, “Psicología, principios y categorías”, expone

según varios autores y la de él propiamente las definiciones de actitud que se

expresan a continuación: (32)

Thurstone (1946), “(…) la intensidad positiva o negativa de un afecto, a favor o en

contra de un objeto psicológico (…)”. Ampliando esta definición Thurstone plantea

que la “(…) actitud denota la suma total de las inclinaciones y sentimientos del

hombre, sus perjuicios o distorsiones, sus nociones preconcebidas, sus ideas, sus

miedos, amenazas y convicciones acerca de un tópico específico(…)”; D. Campbell

(1950); “Una actitud social individual es un síndrome consistente de respuestas

observadas hacia un objeto social (…)”; Thurstone (1964), define las “actitudes como

sistema dentro de las cuales los tres componentes (cogniciones, sentimientos y

tendencias a la acción) están interrelacionados; Krech y Crutchfield (1984), plantean

“(…) la actitud es una organización permanente de los procesos motivacionales,

emocionales, perceptuales y cognitivos respecto a algún aspecto del mundo

individual (…)”.

El aspecto esencial asumido por estos autores en su definición de actitud, es la

congruencia entre un conjunto de conductas del sujeto, de manera general, a pesar

del énfasis en su momento procesal en lo cognitivo y/o afectivo o conductual, en la

mayoría de ellos existe un consenso en considerar la actitud integrada por tres tipos

de componentes: cognitivo, afectivo y conductual.

33
Obujonsky (1979), define la actitud “(…) por un sistema integral de conductas hacia

un objeto, las cuales se corresponden entre si por su orientación general hacia él

(…)”; F. González Rey (1989), define la actitud como “(…) la forma organizada y

estable en la cual el motivo se estructura en la manifestación concreta de la

personalidad hacia los objetos, las situaciones u otras personas concretas, mediante

un sistema integral de expresión que incluye tanto sus comportamientos como el

sistema de valoraciones y expresión emocional”.

En la anterior definición la actitud constituirá el momento más estable de expresión

de las distintas tendencias motivacionales de la personalidad, al ser, en si mismas,

una expresión integral de la personalidad.

Por su parte Gairin (1988), define “(…) las actitudes como constructos conductuales

de carácter multidimensional que supone una predisposición a la acción

relativamente estable y susceptible de formación y cambio (…) ¨ y agrega “(…) en las

actitudes se reconocen tres componentes fundamentales: el cognitivo, el afectivo y el

comportamental los que interactúan entre sí”. (33)

Para Gairin el componente cognitivo hace referencia a la idea o representación

mental que se tiene sobre el objeto de la actitud y a él pertenecen fundamentalmente

los conjuntos de opiniones, creencias, categorías, atributos, conceptos, los que dan

información sobre el objeto, aunque su representación cognitiva no siempre es real.

El componente afectivo remite a la motividad que impregna las ideas y con él se

relacionan los sentimientos y las emociones.

34
El componente comportamental supone una inclinación a actuar de un modo

determinado ante un objeto, un sujeto, o un acontecimiento y es el resultado

estimulado de la cognición y el afecto.

Las actitudes no son directamente observables o mensurables, sino que se infieren

por las formas de reaccionar de las personas.

El grupo de investigadores de Gestión para la Educación Ambiental, del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, definió como actitud al: “Grado de

sentimiento positivo o negativo que va asociado a alguna cosa, persona o situación,

disposición aprendida y duradera o predisposición de actuar a favor o en contra de

alguna cosa, persona o situación. En toda actitud hay: conocimiento, sentimiento y

disposición a la acción”. (34)

J. García, precisa la actitud “(...) como sentimiento positivo o negativo que tiene el

individuo o grupo hacia determinados objetivos. Sentimientos que se reflejan en la

forma de hablar, actuar y en como una persona reacciona ante lo que otros dicen o

hacen (…)”. (35)

Para este investigador la actitud, también está determinada por tres elementos, el

elemento cognitivo, el afectivo y el comportamental, explicando los elementos de la

siguiente manera:

El elemento cognitivo, son las creencias y modo de percibir objetos, situaciones de

manera previa. Todos estos elementos son transferibles en diferentes situaciones.

El elemento afectivo, confiere un carácter motivacional, cuando sentimientos

agradables o desagradables acompañan a situaciones enfrentadas.

El elemento comportamental, como una disposición o tendencia a actuar de ciertas

35
formas, positiva o negativa ante situaciones o estímulos; este elemento es uno de los

que más influye y determina la actitud.

A los efectos de la labor educativa es importante el convencimiento de que las

actitudes se adquieren, se aprenden y se forman a través de la experiencia y que a

pesar de su relativa estabilidad pueden ser cambiadas. Para abordar el estudio de

las actitudes y en particular, su formación, se debe tener en cuenta lo siguiente:

 El hombre es en esencia social, pertenece a una totalidad social. El mecanismo

clave para el establecimiento de su personalidad lo constituye su actividad. La

propia conciencia es producto de la actividad diversa del hombre, las actitudes en

tanto componente de la personalidad deben analizarse en este contexto general.

 Las actitudes constituyen un nivel más dentro del sistema jerárquico de

disposiciones reguladoras de la conducta social. Tanto su formación como

activación dependen de las necesidades del sujeto y de las situaciones en que

estas últimas se satisfacen.

 La satisfacción de los motivos relacionados con el contenido de la actividad y con el

contexto social en que ella transcurre posibilita la formación o reforzamiento de una

actitud positiva.

La actitud ambientalista constituye, una disposición motivacional del sujeto para

actuar a favor o en contra de su medio ambiente. Según los criterios de

investigadores del CITMA defendidos en el II Taller Nacional de la Enseñanza de la

Geografía (2000), se define la actitud ambiental como “Una organización estable de

procesos cognitivos, afectivos y conductuales, que determinan la disposición del

sujeto respecto a la protección del Medio Ambiente, se expresa integralmente en el

36
modo de comportamiento, en el sistema de valoraciones y en la esfera emocional del

sujeto”. (36)

Esta definición se asume, se adapta y se contextualiza para la presente investigación

resultando actitud ambientalista como: Organización estable de procesos cognitivos y

afectivos que determinan la disposición del docente respecto a la protección del

medio ambiente, expresada integralmente en su comportamiento en diferentes

contextos, en el sistema de valoraciones y en la esfera emocional.

Se consideran los componentes:

Cognitivo: como las percepciones, criterios, e información que se tiene hacia un

objeto. Los objetos que no se conocen o de los que no se tiene información, no

pueden generar actitudes hacia ellos.

Afectivo: vinculado al sentimiento a favor o en contra de un objeto social.

Constituyendo el aspecto central de la actitud, estrechamente ligado a la evaluación

del objeto.

Comportamental: como el componente activo de la actitud, referido a las tendencias

de conducta que producen acciones para proteger o ayudar al objeto de la actitud,

para agredirlo o destruirlo. Si se tienen sentimientos negativos hacia una persona o

grupo determinado, se tenderá a evitarlos y por el contrario, si se tienen sentimientos

positivos, la tendencia será a interactuar con ellos.

37
1.4 Determinación de las dimensiones, indicadores e instrumentos para la
valoración del desarrollo de la actitud ambientalista del docente del Instituto
Superior Pedagógico “Enrique José Varona” en su desempeño profesional
pedagógico.

En esta tesis, se considera la categoría campo de investigación, como aquella parte

sobre las que recae la acción del investigador, por lo que resulta necesaria su

formulación para poder evidenciar mejor las contradicciones internas del objeto. Para

ello se parametriza el concepto de actitud ambientalista, revelado en este capítulo,

en sus dimensiones e indicadores, considerando que, “(…) parametrizar es derivar el

análisis del campo de estudio de la investigación, con elementos medibles u

observables, que permitan la valoración o emisión de juicios de valor acerca del

estado, nivel o desarrollo del fenómeno o proceso investigado, con la finalidad de

poder adentrarse en el fenómeno u objeto que se investiga y que pueda puede servir

para diagnóstico, caracterización, validación, comprobación, demostración y/o

constatación”. (37)

Generalmente en las investigaciones educativas, se requiere un proceso que

consiste en operaciones más complicadas y necesita de variables intermediarias más

evidentes que son los llamados indicadores, estos deben ser medibles, que revelen

cierto grado de precisión de lo que se valora y que propicie no solo la elaboración de

las interrogantes que se realizarán en cada indagación empírica, sino además

permita el procesamiento, que catalogue más convenientemente el objeto de estudio,

los procesos y sujetos vinculados con este.

38
En tal sentido los términos que se deben emplear, “(…) pueden estar asociado con

las palabras como: cantidad, frecuencia, número, grado, nivel, estado, entre otros,

que posibilitan luego su transformación a preguntas o criterios de observación, dentro

de las indagaciones que se pretendan ejecutar y en correspondencia con el estudio

de campo, caracterización, determinación de problemas o diagnóstico, que reclame

la investigación como proceso”. (38)

En la determinación de las dimensiones, indicadores e instrumentos, fue de vital

importancia consultar las obras de J. Añorga Morales (1996), (1999,), (2001); así

como las tesis doctorales de: A. Roca Serrano (2001); P. Valiente Sandó (2001); M.L.

Santiesteban Llerena (2003); J. Santos Baranda (2005), F. Addine Fernández (2006);

L.M. Pino García (2007); M. Martínez Quijano (2007); L. Cardoso Camejo (2008).

Durante el proceso investigativo la autora presentó estas dimensiones e indicadores

a 20 especialistas con los que se analizó personalmente sus criterios y

recomendaciones, lo que permitió ir perfeccionando los mismos. (Anexo 5)

Los indicadores, propuestos se utilizaron para el diseño, ejecución y valoración de los

resultados de los instrumentos aplicados a los docentes y estudiantes con el

propósito de caracterizar el estado actual del desarrollo de la actitud ambientalista del

docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

39
Dimensiones e indicadores propuestos:

Variable Dimensiones Indicadores


Nivel de dominio de la problemática ambiental
desde el fundamento político – ideológico.
Grado de actualidad nacional e internacional de
la problemática ambiental.
Nivel teórico - práctico sobre medio ambiente
Nivel de información sobre los principales
problemas ambientales globales, nacionales y
locales.
Cognitiva Grado de dominio sobre las medidas más
generales para la protección del medio ambiente.
Nivel teórico - práctico sobre educación
ambiental.
Nivel teórico - práctico sobre desarrollo
sostenible.
Frecuencia de acciones que pueden emplearse
para la educación ambiental de los estudiantes
desde lo curricular y lo extracurricular.
Grado de pertenencia desde una perspectiva
Actitud ambiental.
Grado de responsabilidad ante el medio ambiente
Ambientalista Nivel de exigencia y crítica frente al medio
Afectiva ambiente.
Nivel de respeto y cumplimiento de las medidas
ambientales.
Grado de relaciones humanas y clima de trabajo
en colectivo.
Nivel de influencia desde una perspectiva
ambiental.
Nivel de análisis de los problemas desde una
perspectiva ambiental.
Grado de valoración desde una perspectiva
ambiental.
Nivel de aplicación de acciones desde una
perspectiva ambiental.
Comportamental Nivel de iniciativa desde una perspectiva
ambiental.
Nivel de acción en la comunidad ante el medio
ambiente.
Nivel de desempeño desde una perspectiva
ambiental.
Nivel de disposición al cambio desde una
perspectiva ambiental.

40
1.5 Caracterización del estado actual del desarrollo de la actitud ambientalista
del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

Para una mejor comprensión de la complejidad del proceso de caracterización, es

preciso expresar las peculiaridades del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José

Varona”, las cuales están dadas por las transformaciones revolucionarias que tienen

lugar en el presente en Cuba, específicamente el proceso de universalización de la

Educación Superior.

Características del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

 El instituto se ramifica en diferentes contextos de actuación: Las facultades de

Profesores Generales Integrales, Formación de Profesores para la Enseñanza

Media Superior, Lenguas Extranjeras, Ciencias de la Educación y la de Educación

Infantil, así como las sedes universitarias pedagógicas municipales, y

microuniversidades.

 En el espacio de las facultades se concentran los estudiantes del primer año de

todas las carreras que realizan un curso de preparación intensiva, con clases

presenciales, en ella reciben también sus clases los alumnos ayudantes, pero

utilizando como forma de organización, los encuentros semipresenciales cada

quince días.

 En las sedes universitarias pedagógicas municipales, reciben sus clases los

estudiantes de todas las carreras de segundo a quinto año, también utilizando la

forma de encuentros semipresenciales; en ellas se desempeñan docentes de las

diferentes facultades, docente a tiempo parcial (son aquellos docentes que

provienen de otras instituciones, los cuales han realizado y aprobado los ejercicios

41
correspondientes a instructor y son preparados sistemáticamente por un docente

especializado en la asignatura que estos van a impartir) y alumnos ayudantes.

 En las microuniversidades los estudiantes de segundo a quinto años realizan su

práctica integral y se forman como docentes bajo la guía de un tutor.

 A partir de esta diversidad el claustro está constituido por: docentes de las

diferentes facultades, docente a tiempo parcial, tutores y alumnos ayudantes.

 El proceder de las sedes pedagógicas es semejante en cuanto a su organización, lo

que evidencia un grado de regularidad en el comportamiento de las mismas,

aunque se debe tener en cuenta el contexto en que estas se desarrollan.

De acuerdo con estas características la selección de la muestra se torna difícil y

compleja. Para caracterizar el estado actual del desarrollo de la actitud ambientalista

se trabajó con 30 docentes en ejercicio y 100 estudiantes, pertenecientes a la Sede

Universitaria Municipal Pedagógica de Habana Vieja. (Anexo 6)

En aras de lograr una caracterización de los docentes lo más completa posible, y

profundizar en su desempeño profesional pedagógico respecto a la problemática

ambiental, la autora aplicó un grupo de instrumentos (Anexo 7), finalizando con la

comparación y generalización de los resultados del diagnóstico.

Los resultados obtenidos de los instrumentos aplicados se analizan a

continuación:

En cuanto a los años de experiencia en el sector educacional, se pudo determinar

que 6 docentes se encuentran entre 0 y 10 años de labor, 11 entre de 11 a 20 años,

9 entre 21 a 30 años y 4 cuentan con más de 30 años de labor en la docencia.

42
Resultados de la aplicación de la guía de observación al desarrollo de la actitud
ambientalista del docente en su desempeño en clases.

Como resultado de la aplicación de la guía de observación del desarrollo de la actitud

ambientalista del docente en su desempeño en clases (Anexo 8), se constató, según

las características otorgadas a cada indicador (Anexo 9), que en la dimensión

cognitiva, en el indicador referido al nivel de dominio de la problemática ambiental

desde el fundamento político – ideológico, solo el 10% de los docentes, obtuvieron

altos resultados, constatando que la mayor cantidad de docentes se encuentran

entre los valores medios 35%, y bajos 30%, presentando deficiencias en los análisis,

los debates y las reflexiones realizadas y un 25% de los docentes, se evaluaron con

resultados muy bajos, por no dirigir los debates correspondientes, lo que se debe

perfeccionar en este sentido considerando que el fundamento político ideológico, es

básico en formación de la conciencia de los deberes pedagógicos y de la actitud ante

el desempeño profesional y personal.

En el indicador referido al grado de actualidad nacional e internacional de la

problemática ambiental, la situación se comportó similar al indicador anterior, solo el

10% de los docentes, obtuvieron altos resultados, constatando que la mayor cantidad

de docentes se encuentran en los valores medios 35%, bajos 40% y 15% se

evaluaron con resultados muy bajos, por lo que se recomienda trabajar más en este

indicador para lograr resultados satisfactorios, teniendo en cuenta lo esencial que es

el mismo para el desempeño profesional de los docentes.

43
Sobre el indicador referido al nivel teórico - práctico sobre medio ambiente, los

resultados de valores altos y bajos quedaron en igualdad de condiciones, ya que

ambos obtuvieron 25%, constatando que la mayor cantidad de docentes se

encuentran en los valores medios para un 50%, en este indicador no hubo docentes

con resultados muy bajos. Respecto al indicador relacionado, con el nivel de

información sobre los principales problemas ambientales globales, nacionales y

locales, un 85 % de los docentes obtuvieron valores medios y el 15% de los

restantes obtuvieron altos resultados, se destaca, que ningún docente obtuvo

resultados bajos, ni muy bajos en este indicador. Por su parte al evaluar el grado de

dominio sobre las medidas más generales para la protección del medio ambiente,

solo un 10% obtuvo valores altos, estando los mayores resultados entre los valores

medios un 55% y bajos un 35%, lo que demuestra, de que a pesar que se conocen

de manera general los problemas ambientales, existe insuficiente dominio sobre

medidas para mitigar sus efectos.

En el indicador nivel teórico-práctico sobre educación ambiental, solo el 5% de los

docentes obtuvieron altos resultados, encontrándose entre los valores medios el 55%

y bajos el 40%, lo que revela, de que a pesar de tener conocimientos sobre el medio

ambiente, no se percibe el desarrollo de la educación ambiental como un proceso

permanente y continuo, formador no solo de conocimiento, sino además de actitudes

en el desempeño del docente.

44
Al evaluar el indicador referido al nivel teórico - práctico sobre desarrollo sostenible,

el 5% de los docentes obtuvieron valores medios, ya que los mayores valores

resultaron bajos 30% y muy bajos 65%, lo que evidencia, que existe desconocimiento

y pobre tratamiento a la concepción del mismo.

El último indicador de esta dimensión, corresponde al relacionado con la frecuencia

de acciones que pueden emplearse para la educación ambiental de los estudiantes

desde lo curricular y lo extracurricular, en el mismo el 10% estuvieron en los valores

altos, mientras que lo valores medios obtuvieron en un 40% y los bajos en un 45%,

el 10% de los docentes fueron valorados de muy bajos en este indicador, ya que,

aunque la mayoría de los docentes realizan actividades, los métodos que emplea no

son los más indicados para la educación ambiental de los estudiantes desde lo

curricular y lo extracurricular y presentan deficiencias en sus resultados, lo que revela

la necesidad continuar realizando acciones que promuevan un saber ambientalista.

En la dimensión afectiva, se constató, que en los indicadores referidos al grado de

pertenencia desde una perspectiva ambiental, y al grado de responsabilidad ante el

medio ambiente obtuvieron iguales resultados, situándose en los valores medios con

un 65% y bajos con un 30%, quedando un 5% de los docentes con valores muy

bajos, se destaca que ningún docente obtuvo valores altos en estos indicadores. En

el indicador nivel de exigencia y crítica frente al medio ambiente los resultados se

situaron en los valores medios con un 80% y bajos con un 20%, por su parte el

indicador nivel de respeto y cumplimiento de las medidas ambientales, reveló un

comportamiento similar al anterior ubicando sus resultados en los valores medios con

un 75% y bajos con un 25%.

45
Al evaluar el indicador grado de relaciones humanas y clima de trabajo en colectivo

se obtuvieron valores altos en un 75% constatando las buenas relaciones humanas,

que se establecen, así como la comunicación con los estudiantes y superiores, donde

casi siempre se sabe escuchar, mantener un clima favorable y ser ejemplo en su

colectivo, solo el 25% obtuvo valores medios, ya que aunque escucha no logra una

comunicación eficiente, siendo sus relaciones ocasionalmente positivas.

En la dimensión comportamental se constató, que en el indicador referido al nivel

de influencia desde una perspectiva ambiental, los resultados transitaron entre los

valores medios para un 45%, bajos para un 35% y muy bajos para un 20%, por lo que

se debe perfeccionar más en este indicador, para eliminar las deficiencias en su

accionar y lograr resultados satisfactorios en este sentido.

El indicador nivel de análisis de los problemas desde una perspectiva ambiental,

obtuvo valores altos, el 25% de los docentes, mientras que un 55% obtuvo valores

medios, y un 20% valores bajos, también en este indicador es necesario continuar

trabajando.

Al analizar el indicador grado de valoración desde una perspectiva ambiental, los

valores altos obtuvieron un 30%, los medios un 65% y los bajos un 5%,

comportamiento similar lo tuvo el indicador, nivel de aplicación de acciones desde una

perspectiva ambiental, con los valores altos 30% y los medios un 50%, mientras que

los valores bajos en este indicador representaron un 20%, por lo que se debe

perfeccionar las acciones emprendidas en este sentido.

Respecto al indicador nivel de iniciativa desde una perspectiva ambiental, los valores

medios alcanzaron un 15%, los bajos un 75%, mientras que los valores muy bajos en

46
este indicador representaron un 10%, al respecto se reveló que casi nunca se aporta

nuevas ideas, ni se encuentra soluciones a problemas que surgen desde una

perspectiva ambiental. Otro indicador que reveló resultados insatisfactorios fue el

nivel de acción en la comunidad ante el medio ambiente, en el mismo los valores

bajos fueron de 30% y los valores muy bajos de 70%, en este sentido se deben

emprender acciones de forma sistemática en la comunidad para la obtención

resultados satisfactorios.

Respecto al indicador nivel de desempeño desde una perspectiva ambiental, los

valores altos, y bajos obtuvieron el 15% cada uno, mientras que un 70% de los

docentes alcanzó valores medios, en este sentido se deben continuar organizando,

actividades docentes, investigativas y educativas tanto en el plano grupal como

personológico que le permitan a los docentes, desempeñarse desde la perspectiva

ambiental.

En el indicador nivel de disposición al cambio desde una perspectiva ambiental, los

valores altos y medios, obtuvieron un 50% cada uno, lo que indica que aún se debe

trabajar en la preparación para el logro de un cambio educativo en los docentes, en

correspondencia con las necesidades del desarrollo actual, mediante la superación

profesional, la investigación y ocupación permanente en su mejoramiento profesional

y humano, convencido del rol social que desempeña su profesión en la formación de

la sociedad del siglo XXI.

En cuanto a los resultados generales obtenidos en la aplicación inicial de la guía de

observación, para caracterizar la variable actitud ambientalista, se constata que

47
según las frecuencias registradas mediante los indicadores y las dimensiones

determinadas, esta se evalúa con un valor Medio (Anexo 10).

Resultados de la aplicación de la encuesta a docentes.

Como resultado de la encuesta aplicada a los docentes (Anexo11), se obtuvo que en

la pregunta número uno, en la cual se indagan los rasgos que deben estar presente

en la definición de medio ambiente, el 87 % seleccionó, el sistema de elementos

bióticos, abióticos y socioeconómicos con los que interviene el hombre, a la vez que

se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para satisfacer sus necesidades, el 10%

lo consideró solo como el medio ambiente natural y social en sí y el 3%, lo consideró

como solo la naturaleza. Sobre la pregunta número dos, en la cual se indagan los

rasgos que deben estar presente en la definición de educación ambiental, el 57%

respondió, que es un proceso continuo y permanente para la formación de

conocimientos, valores, actitudes y aptitudes en relación al medio ambiente natural

y social hacia el desarrollo sostenible, el 27% consideró que consiste en adoptar una

posición crítica y participativa para la conservación y correcta utilización de los

recursos naturales, un 13% que es el respeto a todo que nos rodea y señalar

soluciones y un 3% que es solo el respeto a la naturaleza.

Las respuestas anteriores revelan que no hay grandes problemas conceptuales en

cuanto al conocimiento de la definición de los términos indagados, aunque se

observa mayor desconocimiento sobre el concepto de educación ambiental.

En la pregunta número tres, se indaga sobre la actualización en cuánto a lo que

acontece en el Mundo y en Cuba en relación con los problemas del medio ambiente

a la cual, un 27% planteó tener una excelente actualización, el 53% estar muy bien

48
actualizado, un 13% estar bien y 7% regular. Al comparar esta respuesta y los

resultados de la observación al desempeño a clases en este indicador, se revela que

aunque la mayor parte de los docentes respondió estar muy bien actualizada, no lo

manifiesta, ya que son insuficientes los debates, los análisis y las reflexiones que se

realizan respecto al tema, evidenciándose que no siempre se hace, lo que se plantea

que se sabe hacer.

Respecto a la pregunta número cuatro, se indagó sobre la preparación que se tiene

para propiciar actividades que se relacionen con la temática ambiental con sus

estudiantes, el 3% planteó tener excelente preparación, un 27% muy buena

preparación, el 60% estar bien preparados y un 10% tener una preparación regular.

Al analizar las respuestas anteriores se evidencia que aunque la mayor cantidad de

docentes respondió estar actualizada respecto a la temática tratada, no siempre lo

está, de manera que pueda propiciar actividades con sus estudiantes en este

sentido.

La pregunta número cinco, indaga sobre las vías que han contribuido a relacionarse

con la temática ambiental, en este aspecto los cursos de postgrados, la prensa y la

participación en eventos fueron los más seleccionados, no siendo así el trabajo

metodológico, aspecto, al que por su importancia se le debe brindar mayor atención.

En la pregunta número seis se investiga sobre la necesidad de incluir la educación

ambiental en la asignatura que se imparte, al respecto el 60% de los docentes

respondió que siempre debe incluirse, el 23%, que debe ser muy frecuente, el 13%

planteó que debe ser frecuentemente y solo un 3% respondió que la inclusión debe

49
ser poco frecuente, sin embargo a pesar que la mayoría está de acuerdo con la

inclusión esto no se percibe en las clases.

La pregunta número siete indaga sobre las fuentes que utiliza para informarse y

actualizarse, al respecto las más seleccionadas fueron, las revistas, los softwares

referidos al tema, los videos y la prensa, no siendo así el empleo, de bibliografías

sobre información científica especializada del tema tratado, sobre todo con enfoque

didáctico.

La pregunta número ocho se relacionó con el comportamiento de los docentes ante

los diferentes problemas de contaminación, en sus respuestas el 13% planteó que

siempre se sensibiliza, el 37% que lo hace muy frecuentemente, el 37 %

frecuentemente y el 10%, pocas veces es sensible frente a los problemas de

contaminación.

La pregunta número nueve se relacionó con la responsabilidad de los docentes

frente a las acciones que realizan sus estudiantes y otras personas que agredan al

medio ambiente, el 10% planteó sentir siempre responsabilidad, el 20% expresó que

se considera responsable de manera muy frecuente, el 57% frecuentemente y el

13% de modo poco frecuente, se siente responsable por la agresión de sus

estudiantes al medio ambiente.

La pregunta número diez indaga sobre si los docentes, demuestran con su

comportamiento respeto al medio ambiente, al respecto el 40% siempre siente

respeto, el 37% de forma muy frecuente y el 23% frecuentemente.

La pregunta número once analiza como manifiesta el docente su actitud en relación

al medio ambiente ante sus estudiantes, a lo que un 10% respondió que a través del

50
discurso teórico en clase, un 27%, mediante acciones concretas, un 47% alegó que

mediante el comportamiento en el aula y la vida cotidiana y el 17% respondió que

mediante el ejemplo que se le demuestra a los demás.

La pregunta número doce investiga sobre los objetivos que desean alcanzar en los

estudiantes mediante la inclusión de la educación ambiental en las diferentes

actividades, a lo que un 3% respondió que desarrollar conocimientos, habilidades,

valores, actitudes y aptitudes, un 10%, que los estudiantes conozcan los problemas

ambientales de nuestro país, un 27%, que puedan adoptar una posición crítica y

participativa para la conservación y correcta utilización de los recursos naturales y la

calidad de vida de todos los seres, hacia un desarrollo sostenible y un 60% que

puedan desarrollar conocimientos, habilidades, valores, actitudes y aptitudes y

adoptar una posición crítica y participativa para la conservación y correcta utilización

de los recursos naturales y la calidad de vida de todos los seres, hacia un desarrollo

sostenible.

La pregunta número trece investiga sobre los logros obtenidos y las dificultades

presentadas por los docentes al impartir la educación ambiental, a lo que se

respondió, que se ha logrado que los estudiante hayan adquirido conocimientos

sobre el tema, se sensibilicen frente a la problemática ambiental, se ha vinculado la

temática a trabajos investigativos, los cuales se han presentado en eventos

científicos, aunque todavía hay que seguir trabajando en todos estos aspectos.

Dentro de las dificultades se destacaron, insuficiente preparación para el tratamiento

de la educación ambiental de manera interdisciplinaria, limitada información de los

problemas ambientales de la localidad y el tratamiento correcto que se le deben dar a

51
los mismos, poco tiempo para dedicarle a los temas ambientales dentro de las

clases, poco acceso a fuentes bibliográficas especializadas, en diferentes formatos,

insuficiente preparación para tutorar los trabajos científicos estudiantiles

fundamentalmente por parte de algunos docentes a tiempo parcial, así como poco

uso de materiales en formato digital y de la informática en ocasiones por no tener

habilidades para ello.

Resultados de la aplicación de la encuesta a estudiantes.

Como resultado de la encuesta aplicada a los estudiantes (Anexo 12), se obtuvo que

en la pregunta número uno, en la cual se indagan los rasgos que deben estar

presente en la definición de medio ambiente, el 88% seleccionó, el sistema de

elementos bióticos, abióticos y socioeconómicos con los que interviene el hombre, a

la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para satisfacer sus

necesidades, el 9% lo consideró solo como el medio ambiente natural y social en si

y el 3%, lo consideró como solo la naturaleza. Sobre la pregunta número dos, en la

cual se indagan los rasgos que deben estar presente en la definición de educación

ambiental, el 38% respondió, que es un proceso continuo y permanente para la

formación de conocimientos, valores, y actitudes en relación al medio ambiente

natural y social hacia el desarrollo sostenible, el 3% consideró que consiste en

adoptar una posición crítica y participativa para la conservación y correcta utilización

de los recursos naturales, un 54%, que es el respeto a todo que nos rodea y señalar

soluciones y un 5%, que es solo el respeto a la naturaleza.

Al analizar las respuestas anteriores, y compararlas con las ofrecidas por los

profesores se revela que no hay grandes problemas conceptuales en cuanto al

52
conocimiento de la definición del término medio ambiente, sin embargo, se observa

mayor desconocimiento sobre el concepto de educación ambiental, con resultados

inferiores al de las respuestas de los docentes, infiriéndose que al docente le falta

dominio de este concepto para su adecuado tratamiento y la correspondiente

apropiación por el estudiante.

En la pregunta número tres, se indaga sobre el criterio de los estudiantes en cuanto

a la actualización de lo que acontece en el Mundo y en Cuba en relación a los

problemas del medio ambiente, que tienen los docente, a la cual, un 8% es del

criterio que tiene una excelente actualización, el 26% que está muy bien actualizado,

un 49% estar bien y 17% regular. Al comparar estos resultados con los de los

docentes se infiere que los docentes no están tan actualizados como estos

consideran estar, ya que en las clases no se trata el tema con la profundidad que se

requiere, para que los conocimientos se puedan trasmitir.

Respecto a la pregunta número cuatro, se indagó si los docentes propician

actividades para que se analicen problemas relacionados con la temática ambiental

y se trate de buscar soluciones a los mismos, el 8% alegó que siempre lo hacía, un

26% respondió muy frecuente, el 32% manifestó que las actividades se hacían

frecuentemente, un 31% respondió que poco frecuente y un 3%, que nunca

orientaban actividades. Al analizar estos resultados y compararlos con las respuestas

de los docente se revelan que estos realmente presentan insuficiencias para

propiciar actividades que se relacionen con la temática ambiental con sus

estudiantes, por lo que debe trabajarse más en este sentido.

53
La pregunta número cinco, indaga sobre las vías que han contribuido a relacionarse

con la temática ambiental, en este aspecto se señalaron la clase, los trabajos

investigativos orientados por las diferentes asignaturas y la televisión. Se debe

destacar que opciones como los libros y revistas especializadas no fueron

seleccionadas.

La pregunta número seis investiga sobre si se promueven en las clases actividades

relacionas con la educación ambiental, a lo que el 2% de los estudiantes respondió

que siempre se promueven actividades, un 6% planteó que de forma muy frecuente,

el 47% manifestó que frecuentemente, el 34%, poco frecuente y un 11% respondió

que nunca. Al comparar esta pregunta, con la respuestas de los docente ante este

mismo aspecto, se evidencia una contradicción, al considerar la mayoría de los

docentes muy necesario la inclusión, sin embargo sus estudiantes no perciben esto

en sus clases, por otra parte, en las observaciones realizadas, las actividades que se

promueven están relacionadas predominantemente al estudio del medio ambiente, y

no al proceso de educación ambiental.

La pregunta número siete indaga sobre qué materiales utiliza el profesor en clases

para la enseñanza de la educación ambiental, al respecto las más seleccionadas

fueron, la prensa, las revistas y los videos. En este aspecto es importante destacar

que los softwares, son medios que pueden ser muy útiles en el tratamiento de estos

temas y no son muy utilizados en las clases.

La pregunta número ocho indagó sobre como perciben los estudiantes el

comportamiento de los docentes ante los diferentes problemas de contaminación, los

cuales el 29% planteó que siempre se sensibiliza, el 23% que lo hace muy

54
frecuentemente, el 36% frecuentemente y el 12% consideró, que sus docentes pocas

veces son sensibles frente a los problemas de contaminación. Al comparar estas

respuestas con las de los docentes, se constata resultados similares ante este

aspecto, lo que manifiesta que los estudiantes perciben lo que el docente siente.

La pregunta número nueve indagó que si apreciaban los estudiantes el trabajo

educativo del docente frente a las acciones que agredían al medio ambiente, a lo

que, el 13% planteó que siempre, el 25% planteó que lo sentían muy frecuente, el

54% frecuentemente y el 8% consideraba poco frecuente el trabajo educativo del

docente, respuestas coincidentes con la responsabilidad que plantearon tener los

docentes en este sentido.

La pregunta número diez indaga sobre si los docentes demuestran con su

comportamiento que respetan al medio ambiente, al respecto el 24% de los

estudiantes respondió que sus docentes siempre lo respetan, el 37% muy frecuente,

el 34% frecuentemente y un 5% consideró que no lo respetaban. Aquí se evidencia

que no hay coincidencia entre las respuestas realizadas por los estudiantes y los

docentes, aspecto que se debe valorar, ya que, evidentemente lo que para algunos

docentes no se considera agresión al medio, para los estudiantes se entiende así.

La pregunta número once analiza cómo manifiestan los docentes a sus estudiantes

su actitud en relación al medio ambiente, a lo que un 9% de los estudiantes

respondió que a través del discurso teórico en clase, un 12%, mediante acciones

concretas, un 46% alegó que mediante el comportamiento en el aula y vida cotidiana

y el 33% respondió que mediante el ejemplo que se le demuestra a los demás. En

55
este aspecto no se evidencian grandes contradicciones, aunque se observa que

deben intensificarse las acciones concretas al respecto.

Por último, la pregunta número doce investiga sobre como se sienten preparado los

estudiantes para aplicar acciones que conlleven al mejoramiento del medio ambiente,

a lo cual un 14% respondió tener una excelente preparación, el 21% manifestó estar

muy bien preparado, un 38% estar bien, un 20% regular y un 7% es del criterio que

su preparación es mala para aplicar acciones, en este aspecto se debe continuar

trabajando.

Resultados de las pruebas de conocimiento a docentes y estudiantes.

Estos instrumentos fueron aplicados a una muestra de 30 profesores y a 100

estudiantes de la Sede Universitaria Municipal Pedagógica de Habana Vieja (Anexos

13 y 14), el análisis de los resultados de los mismos, revelaron que no hay un

profundo conocimiento sobre el tema de la educación ambiental, ya que aunque se

identifican conceptos, no se es capaz de explicar, ni de aplicar acciones al respecto.

Al comparar estos resultados se evidencian diferencias en los mismos, obteniéndose

mejores resultados en las respuestas de los docentes que en la de los estudiantes,

aunque en todos los casos, inferiores a las respuestas obtenidas en las encuestas

aplicadas tanto a docentes como a estudiantes.

Resultados de las entrevistas a directivos docentes.

Las entrevistas (Anexo 15), se realizaron a dos jefes de comisiones provinciales,

cinco jefes de comisiones municipales de asignatura, tres directores de sede y cuatro

jefes de departamentos, los cuales permitieron identificar, que a pesar de orientar

desde el punto de vista metodológico el tratamiento de la temática ambiental, tanto

56
en las reuniones de asignatura, como en las actividades de carácter metodológico

realizadas en las sedes y los departamentos, aun existen deficiencias las que se

enunciadas a continuación:

 Pobre tratamiento de la temática ambiental con un enfoque interdisciplinario en las

orientaciones metodológicas realizadas, con escasa contextualización hacia el

estudio y solución de los problemas locales, lo que conlleva a desaprovechar las

potencialidades educativas del entorno.

 Persistencia del reduccionismo de ver la educación ambiental como responsabilidad

de las ciencias naturales.

 Insuficiente uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones para el

tratamiento de temas ambientales, por parte de determinados docentes, en

ocasiones por no tener habilidades para ello.

 Carencia tanto metodológica como especializada, por parte de algunos docentes,

para tutorar los trabajos científicos estudiantiles respecto a la temática ambiental, lo

que conlleva a presentar dificultades en cuanto a la calidad de su proyección,

ejecución y socialización de los resultados.

 Escasa divulgación de los resultados de investigaciones sobre educación ambiental

y de las experiencias de los docentes y para los docentes.

Respecto a las acciones que se recomiendan para mejorar las dificultades

presentadas se sugieren:

 Cursos de postgrado sobre temas importantes referidos a la educación ambiental,

sobre informática educativa y metodología de la investigación en cuestiones

esenciales, que le permitan al docente desempeñarse mejor.

57
 Intercambio de información y experiencias sobre la problemática ambiental en

grupos de trabajo interdisciplinarios, desde el municipio.

 Posibilidad de participación en eventos científicos, tanto de carácter técnico como

pedagógico sobre la temática.

 Autopreparación.

Al considerar los resultados obtenidos durante el proceso investigativo y los estudios

realizados en el tema, la autora propone una estrategia pedagógica para el desarrollo

de la actitud ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño profesional

pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

58
CAPÍTULO II

ETAPAS Y ACCIONES DE UNA ESTRATEGIA

PEDAGÓGICA PARA EL DESARROLLO DE LA

ACTITUD AMBIENTALISTA: ANÁLISIS Y

VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS DE

APLICACIÓN.
CAPÍTULO II ETAPAS Y ACCIONES DE UNA ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA
EL DESARROLLO DE LA ACTITUD AMBIENTALISTA: ANÁLISIS Y
VALORACIÓN DE LOS RESULTADOS DE APLICACIÓN.

El presente capítulo se centra en la modelación de una estrategia pedagógica para el

desarrollo de la actitud ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño

profesional pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José

Varona”, así como en la valoración y el análisis de los resultados de la aplicación de

algunas acciones realizadas.

2.1 Modelación de la estrategia pedagógica propuesta para el desarrollo de


la actitud ambientalista del docente del Instituto Superior Pedagógico
“Enrique José Varona”.

2.1.1 Discusión teórica sobre las estrategias.

La decisión de modelar una estrategia pedagógica requirió la búsqueda de algunas

consideraciones generales acerca de la definición del término estrategia y de

estrategia pedagógica en particular, para poder revelar los fundamentos teóricos que

se asumen en la elaboración de la estrategia pedagógica que se propone.

El empleo del término estrategia, se remonta a la antigüedad y nace en el campo

militar. A partir del siglo XX la utilización y la aplicación del mismo comienzan a

desarrollarse en los procesos educativos. De ahí que en la pedagogía se presenten

59
indistintamente, estrategias educativas, de enseñanza, de aprendizaje, pedagógicas,

como sistema general de influencias con carácter transformador y desarrollador.

En la literatura se pueden encontrar numerosas definiciones de estrategias utilizadas

en el ámbito educativo, tales como las expuestas por: J. M. Chandler (1962); W.

Shaw (1990); R. H Alonso y P.R Sánchez (1994); J. Betancourt (1994); A, J. Borges

(1995); A. Mitjáns (1995); Investigadores del Instituto Superior Politécnico “José

Antonio Echeverría” (1998); V. Ojalvo (2001); R. Sierra (2002). A continuación se

analizan algunas de estas definiciones para poder determinar la concepción que se

asumirá en la investigación.

J. M. Chandler, expone que, “(…) la estrategia está relacionada directamente con las

acciones y metas desde la perspectiva de determinados objetivos y en tal sentido se

determinan los recursos y medios alcanzados”. (39)

Para W. Shaw, “La formulación y valoración de estrategias ha de verse como una

parte de todo un complejo en las relaciones y procesos sociales dentro de las cuales

aquellas tienen un lugar y contribuyen a lograr los resultados”. (40)

Estos criterios son válidos para comprender que no existen estrategias de un

carácter universal, sino que cada situación requiere de un tratamiento diferente para

solucionar un problema que se presente en la práctica.

R. H Alonso y P.R. Sánchez Carmona, plantean que estrategia es el “Conjunto de

acciones que permiten alcanzar objetivos a largo plazo, concentrando las fortalezas

de la organización contra sus propias debilidades o contra las amenazas que le

presenta el entorno”. (41)

60
A, J. Borges, asume que “Las estrategias tienen su razón de ser porque existen las

oportunidades para ser aprovechadas, amenazas para ser evitadas, fortalezas para

ser utilizadas y brechas para ser superadas”. (42)

Según estos autores las acciones deben ser capaces de reconvertir las amenazas en

oportunidades para alcanzar los objetivos propuestos teniendo en cuenta la realidad

del contexto.

A. Mitjáns Martínez, plantea que estrategia “Es el diseño, plan modelo estimulante,

enfoque sistema didáctico integral, con objetivos, lineamientos y principales acciones

para lograr objetivos propuestos”. (43)

Investigadores del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” (ISPJAE),

definen la estrategia, como la “Combinación lógica de acciones seleccionadas entre

otras alternativas de combinación para lograr un determinado objetivo con un

contenido específico”. (44)

V. Ojalvo Mitrany, considera que es “El conjunto de elementos teóricos, prácticos, y

actitudinales donde se concentran las acciones docentes para llevar a cabo el

proceso educativo”. (45)

Como puntos de coincidencia de las definiciones de estrategia analizadas se señalan

los siguientes:

 Surgen por insatisfacciones existentes en los fenómenos, objetos o procesos

educativos en un contexto o ámbito determinado.

 Persiguen objetivos definidos que se pueden clasificar en generales y particulares.

 Atribuyen al sujeto un papel activo para lograr determinadas metas.

 Se diseñan y se organizan por etapas.

61
 Su concreción depende de la consecución de diferentes factores (personales,

materiales, institucionales).

 Suponen acciones transformadoras y sistémicas, que provoquen cambios en la

situación problemática que la originó.

 En su concepción incluyen mecanismos de control y de retroalimentación que

posibilitan la evaluación de los resultados a alcanzar a corto, mediano o largo

plazo.

 Se concretan en determinadas áreas del saber humano (pedagógicas, didácticas,

metodológicas, de dirección, tácticas.

El término estrategia en el marco pedagógico ha sido tratado por diferentes autores

entre los que se encuentran: A. Mitjáns (1992); J. Betancourt (1992); De la Torre

(1992); A. Balbín (2000); R. Sierra (2004).

Para esta investigación la autora asume la definición de R. Sierra Salcedo, que

define estrategia pedagógica como: “La concepción teórico práctica de la dirección

del proceso pedagógico durante la transformación del estado real al estado deseado,

en la formación y desarrollo de la personalidad, de los sujetos de la educación, que

condiciona el sistema de acciones para alcanzar los objetivos, tanto en lo personal, lo

grupal como en la institución escolar”. (46)

Se adapta la misma, al objetivo de la investigación, considerándola como: La

concepción teórico práctica de la dirección del proceso pedagógico durante la

transformación del estado real al estado deseado, en la formación y desarrollo de la

personalidad del docente, que condiciona el sistema de acciones para el desarrollo

62
de su actitud ambientalista que propicie el mejoramiento en su desempeño

profesional pedagógico, tanto en lo personal, lo grupal como en la institución escolar.

2.1.2 Fundamentos de la estrategia pedagógica propuesta.

Se declaran como fundamentos de la estrategia propuesta aquellos de carácter

filosófico, sociológico, psicológico y pedagógico que mayor incidencia tienen en su

concepción y aunque es difícil verlos separadamente, se ha logrado su diferenciación

y son expuestos seguidamente.

Fundamento filosófico:

El marxismo leninismo se asume como fundamento filosófico de esta propuesta,

porque aporta un sistema de ideas, criterios y puntos de vista científicos para la

interpretación de la relación causa y efecto de los procesos que ocurren en el

universo donde se vive, de su transformación consecuente y su construcción

colectiva en mundos posibles, apoyándose en la ética ambiental desde una

perspectiva dialéctica, concebida como el código moral que permite establecer los

principios morales de los comportamientos individuales y sociales en relación a la

naturaleza y al ambiente. La ética permite consolidar una racionalidad ambiental, que

es considerada como una racionalidad práctica y valorativa y como pensamiento

crítico en la sociedad, y que asocia la justicia social, ambiental y territorial.

La constatación de que la vida es un fenómeno de interdependencia y cooperación

entre los seres humanos el resto de las especies y el entorno obliga a adoptar

planteamientos morales y valores consecuentes, precisando abandonar la visión

antropocéntrica, para comprender a la humanidad en relación a todo lo existente. De

63
esta manera la educación ambiental debe formar valores y actitudes para las

relaciones entre los individuos y los grupos sociales, con la naturaleza y el ambiente.

En este caso concreto, se persigue el desarrollo de la actitud ambientalista en el

docente de los institutos superiores pedagógicos ante el análisis de la relación

naturaleza sociedad, de modo que sea multiplicador de la idea, de que se puede

hacer uso de lo que oferta el planeta sin dañarlo para que perdure en una vida

posterior, y que para ello hay que conocerlo desde el medio circundante y más allá,

amarlo y protegerlo de forma consciente con rechazo a todo lo que esté encaminado

a su destrucción, y al desequilibrio, con profundización en cuales son las

necesidades sociales e individuales y sus vías de satisfacción, exigiendo la

internacionalización de la vida económica, social y espiritual de la sociedad, pues

debe primar la solidaridad y la comunicación entre todos sus miembros, como

manifestación del humanismo marxista, que practica la revolución cubana.

Fundamento sociológico:

La estrategia propuesta se fundamenta en la consideración de la relevancia de la

fuente social para la determinación de los objetivos que persigue en cuanto al

desarrollo de la actitud ambientalista, para el mejoramiento del desempeño

profesional pedagógico de los docentes en los institutos superiores pedagógicos en

correspondencia, con sus necesidades e intereses, problemas y características, de

los estudiantes que dirigen y las del ámbito familiar y social en que se desenvuelven.

El sistema de acciones de la estrategia pedagógica elaborada se ha concebido en

función de lograr que el docente como miembro activo de la sociedad promueva que

la actividad académica, laboral, investigativa y de extensión universitaria, surgida de

64
las exigencias sociales, se vuelque hacia la parte de esa sociedad con la que

interactúa, en función del mejoramiento de la relaciones medioambientales, y

consecuentemente de su desempeño profesional como docente.

Fundamento psicológico:

Como fundamento psicológico, es de vital importancia para el proceso de

mejoramiento del desempeño profesional pedagógico de los docentes, el Enfoque

Histórico Cultural de Vigostki, donde se revelan como características determinantes

lo referente a:

La unidad de lo cognitivo y afectivo en las acciones de la estrategia pedagógica, que

se manifiesta como un todo en el sujeto y que constituye un principio básico para

comprender a la psiquis del hombre y su desarrollo. Contribuir a la formación y el

desarrollo integral de la personalidad, no solo supone fomentar en ella sólidos

conocimientos, incidiendo en el desarrollo de la esfera cognitiva, sino, que supone

influir en el desarrollo de la actividad afectiva, para esto se debe tener en cuenta las

diferencias individuales de los participantes y el contexto socioeconómico donde se

desarrollan las acciones propuestas.

El diseño de las acciones propuestas en la estrategia, debe evidenciar la atención a

las necesidades, intereses, motivos y particularidades de cada sujeto que en ella

interviene, en sus distintas formas de manifestación, con contenidos socialmente

valiosos, así como profundos sentimientos morales, que propicien realmente

transformaciones en la manera de pensar y de actuar en sus participantes.

Es necesario tener en cuenta la unidad de la actividad y la comunicación, como

factor indispensable en la interacción de los sujetos entre sí y con el entorno social,

65
permitiendo la transformación de estos. La comunicación, como elemento de gran

importancia que afecta directamente el rendimiento y el ajuste emocional del sujeto

en la actividad que esté implicado.

Fundamento pedagógico:

La concepción pedagógica de la propuesta contempla entre sus fundamentos los

criterios teóricos de la educación para el desarrollo sostenible que retoma los ejes

estructurales de la educación en la sociedad entre los que se encuentran: (47)

 El Aprender a conocer prioriza el dominio de los propios instrumentos del

conocimiento, considerando como medio, la forma de conocer la complejidad del

mundo, y como fin, su fundamento son los plazos de comprender, de conocer a

descubrir. En tanto, el conocimiento de los problemas que debe enfrentar hoy la

humanidad ante la actual emergencia planetaria constituye un aspecto pedagógico,

que si bien carente de tradición, conduce a la reflexión y al descubrimiento en la

búsqueda de soluciones a dichos problemas.

 Aprender a hacer: implica el desarrollo de habilidades y el estímulo al surgimiento

de nuevas actitudes. Así a partir del conocimiento de la contaminación ambiental,

del agotamiento de los recursos, de la urbanización desmedida y desordenada y de

las consecuencias de estas expresadas en enfermedades, hambrunas, en fin, en la

destrucción de la biodiversidad, requiere de acciones aprendidas en la escuela con

el apoyo de la familia y de la comunidad para contrarrestarlas mediante su evitación

o mitigación, resolviendo el tratamiento de los problemas globales como algo

cercano y propio.

66
 Aprender a vivir: es aprender a vivir juntos, desarrollando el conocimiento y el saber

hacer con una visión de conjunto, con el reconocimiento de los intereses y

derechos de los otros y de las generaciones futuras.

 Aprender a ser: es la educación comprometida con el desarrollo total de la persona.

La educación para un futuro sostenible debe apoyarse además en principios éticos

conducentes al cambio de actitud indiferente del ciudadano por una actitud

responsable ante el Planeta que incluye, entre otras acciones, aquellas de “(…)

alimentación, limpieza, transportación, iluminación, calefacción, planificación

familiar perspectivas”. (48)

La propuesta concuerda con los principios del proyecto de Educación Avanzada,

dirigido a mejorar todos los recursos laborales y humanos situando “(…) las

aspiraciones éticas, espirituales, sociales y profesionales del hombre en el centro del

problema como resultado de la creación humana y como máxima expresión de su

conciencia, introduciéndolos en la práctica social para transformar el entorno” (49),

cuyo cumplimiento puede incidir en el proceso de mejoramiento del desempeño

profesional pedagógico de los docentes.

2.1.3 Proceso de modelación de la estrategia pedagógica para el desarrollo de


la actitud ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño
profesional pedagógico del docente del Instituto Superior Pedagógico
“Enrique José Varona”.

La complejidad del proceso pedagógico requiere de la modelación como método de

investigación para comprender la realidad a saber, el desarrollo de la actitud

67
ambientalista del docente que propicie el mejoramiento de su desempeño profesional

pedagógico, y realizar las abstracciones para revelar las relaciones que la

caracterizan y accionar sobre ella mediante la estrategia pedagógica a la que se

hace referencia.

Asumir que la modelación constituye un método del nivel teórico, creado para

reproducir y analizar los nexos y las relaciones de los elementos que están inmersos

en un fenómeno determinado y que es objeto de estudio, permite desde el

acercamiento sucesivo al desempeño profesional pedagógico, determinar las

características del modelo actuante, y su complejidad en cuanto a los nexos y las

relaciones que lo conforman.

En la obra “La dialéctica y los métodos científicos de investigación” (50), se expresa

que la modelación posee rasgos esenciales tales como:

 La modelación actúa como cierto tipo de mediación en la cual la asimilación

práctica o teórica del objeto, se realiza por medio de un eslabón intermedio, el

modelo.

 No constituye un acto subjetivo arbitrario, sino que su enfoque materialista exige el

descubrimiento del fundamento objetivo, es decir, la correspondencia entre el

modelo y el objeto modelado.

 El modelo no solo es un medio de obtención de conocimientos sobre los objetos,

sino también conocimiento mismo.

La autora coincide con los investigadores O.L Reyes Piña y J.A. Bringas Linares,

cuando plantean que “El modelo es fruto del pensamiento abstracto y tiene como

68
principal particularidad su parecido con el objeto original. El debe expresar el

contenido teórico y la realidad objetiva del objeto investigado”. (51)

Para la modelación de la estrategia pedagógica la autora asumió los principios

declarados a partir de la sistematización efectuada por los autores mencionados en

el párrafo anterior (52), los cuales expresan que la modelación teórica tiene sus

principios que contienen determinadas exigencias en la investigación y la orientan en

el conocimiento y reproducción abstracta del objeto, identificando entre los principios

fundamentales de la modelación teórica, los siguientes:

 De la consistencia lógica. Asegura estabilidad, solidez y fundamentación científica a

los elementos teóricos que sustentan el modelo de la estrategia propuesta.

 De la deducción por analogía. Mediante el mismo se pretende establecer

semejanzas entre ciertas facetas, cualidades y componentes del objeto real y el

modelo de la estrategia propuesta.

 Del enfoque sistémico. Posibilita revelar las cualidades resultantes del objeto de

investigación mediante las relaciones que se tienen que dar entre los componentes

del modelo de la estrategia propuesta.

 De la simplicidad y asequibilidad en el diseño. Sin perder el valor y el carácter

científico, el modelo de la estrategia debe ser comprensible, funcional y operativo.

2.1.4 Estrategia pedagógica propuesta.


La estrategia pedagógica propuesta está integrada por objetivo general, objetivos

particulares y por las etapas que contienen las acciones a ejecutar en cada una de

ellas.

69
Todos estos componentes están relacionados dialécticamente de manera dinámica,

a partir de sus objetivos y de las acciones que se ejecutan.

El objetivo general de la estrategia consiste en: Contribuir al desarrollo de la

actitud ambientalista para el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico

del docente del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. Los objetivos

particulares se expresan en cada etapa cuyas características y dinámica se exponen

seguidamente.

70
Representación de la Estrategia Pedagógica para el desarrollo de la actitud
ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño profesional
pedagógico.

SOCIEDAD MEDIO AMBIENTE


NATURALEZA

EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE

ESTRATEGIA PEDAGÓGICA
ESCUELA FAMILIA COMUNIDAD

E
S P O O
T R HUMANISMO – ÉTICA - COMUNICACIÓN R T
U O G R
D F CONOCIMIENTO-AFECTO- A A
I E COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL Y N S
A S COLECTIVO I
N O Z I
A N
T R
C S
E E I
OBJETIVO GENERAL T
S S O I
N T
E U
DIAGNÓSTICO Y SENSIBILIZACIÓN S C
I
O
E PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN N
DE LAS ACCIONES E
T
S
A
P DEFINICIÓN DE LAS ACCIONES Y
A CRONOGRAMA DE EJECUCIÓN
S
EVALUACIÓN

MEJORAMIENTO
DEL DESEMPEÑO
PROFESIONAL ACTITUD
PEDAGÓGICO AMBIENTALISTA

71
Las etapas de la estrategia y su dinámica.

Primera Etapa. Diagnóstico y sensibilización.

Esta etapa, tiene el objetivo de conocer el estado actual de desarrollo de la actitud

ambientalista, así mismo las carencias del docente sobre los problemas

medioambientales globales, nacionales y particularmente de su municipio, que le

impida desempeñarse profesionalmente sobre el tema investigado.

Se plantean las siguientes acciones.

1. Diagnóstico.

Se diagnostica el estado actual de desarrollo de la actitud ambientalista de los

docentes, a partir de la aplicación de instrumentos que contengan las dimensiones e

indicadores determinados mediante el proceso de parametrización de la variable

actitud ambientalista. Se recomiendan utilizar los determinados por la autora que

aparecen declarados en el Capítulo I de esta tesis.

Se deben realizar las indagaciones empíricas tales como, observación a la actitud

ambientalista en el desempeño del docente en clases, para evaluar en la práctica el

nivel de desarrollo de dicha actitud, tanto en el orden pedagógico como técnico;

asimismo una encuesta al docente para conocer su criterio con respecto a su propio

desempeño en el orden pedagógico y sobre los problemas ambientales; encuesta a

estudiantes para conocer el criterio de estos respecto al desempeño de sus docentes

tanto en el orden pedagógico como técnico y comparar; prueba de conocimiento a

docentes y estudiantes, con el objetivo de evaluar las nociones que poseen estos

con respecto a temas de carácter ambiental y pedagógico, la autora considera

necesaria su aplicación ya que a pesar, de que los resultados de las encuesta y las

72
entrevistas puedan ser alentadores, al profundizar en la prueba de conocimiento,

esta permitirá revelar objetivamente las insuficiencias existentes sobre el tema en

cuestión, tanto en los docentes, como en los estudiantes; también se recomienda

realizar entrevistas a los directivos, entre los cuales pueden estar, los directores de

sedes, jefes de departamentos así como los jefes de comisiones provinciales y

municipales de asignatura, para obtener información referente a la preparación que

recibe el docente en las reuniones y actividades de carácter metodológico, que

contribuya a la temática ambiental, así como criterio sobre los principales logros y

dificultades que se presentan en los diferentes contextos, ésta información permitirá

organizar en las diferentes sesiones de trabajo, el asesoramiento metodológico

adecuado, de manera que posibilite la integración de la educación ambiental en

diferentes actividades.

2. Sensibilización.

Se persigue la sensibilización de los docentes y directivos educacionales donde se

vayan a aplicar las acciones de la estrategia, facultades, sedes pedagógicas,

microuniversidades, con las dificultades existentes respecto a la actitud del docente

frente a la problemática ambiental y la necesidad social e individual de la aplicación

de acciones que contribuyan al desarrollo de dicha actitud para el mejoramiento de

su desempeño profesional pedagógico.

Esta sensibilización debe realizarse mediante, reuniones metodológicas, charlas y

otras formas de organización, donde se analizarán los resultados del diagnóstico

realizado con todos los involucrados y se dará a conocer el estado actual del

desarrollo de la actitud ambientalista y el inventario de problemas determinados, para

73
el pleno convencimiento, disposición y compromiso de participar en las acciones

propuestas.

Segunda Etapa. Planificación y organización de las acciones.

El propósito de esta etapa es planificar las acciones en secuencia para el logro de la

organización requerida que garantice el éxito de las mismas.

Se sugiere tomar en consideración las acciones propuestas y ajustarlas a las

necesidades de cada contexto, para ello en el desarrollo de esta etapa se deben

realizar las siguientes acciones:

1. Análisis de los documentos rectores.

Se realiza el análisis de Resoluciones y lineamientos de la política educativa del país

que estén vigentes, para la estrategia propuesta se tuvo en cuenta, la Estrategia

Ambiental Nacional para el período 2005-2010, la Estrategia Nacional de Educación

Ambiental de 1997, así como el Programa Director de Promoción y Educación para la

Salud y la Estrategia Metodológica Nacional de Educación Ambiental dirigidos a los

institutos superiores pedagógicos.

Resulta importante conocer el Modelo de Universalización para la Educación

Superior Pedagógica, así como las peculiaridades de los institutos superiores

pedagógicos y la constitución del claustro de las facultades y sedes municipales

pedagógicas, en las condiciones actuales en cada contexto.

2. Establecimiento de los convenios de colaboración y/o coordinación.

Estos convenios se efectúan con los centros de investigaciones del medio ambiente,

los cuales están llamados a su estudio, cuidado y caracterización, así como a la

mitigación o solución de los problemas ambientales presentes en cada municipio,

74
además se realizan convenios con museos y bibliotecas, para contar con el

personal especializado en los casos necesarios en el desarrollo de los contenidos

específicos recomendados en la estrategia, así como otros apoyos en términos de

asesoría en general.

3. Determinación de los contenidos a desarrollar.

Los contenidos se seleccionan intencionalmente en correspondencia con los

intereses y necesidades existentes, se considera que están en constante cambio y

transformación, pues dependen de las condiciones históricas concretas en que tienen

lugar los hechos, procesos y fenómenos naturales y sociales a nivel global, nacional y

local, se determinan a partir de los objetivos y las condiciones reales para poder

desarrollarlos.

En la selección de los contenidos para el desarrollo de la actitud ambientalista del

docente, que deben ser tratados en las diferentes acciones de la estrategia

propuesta, se estableció una secuencia de lo general a lo particular en el tratamiento

de los mismos, relacionando los aspectos necesarios, de manera que la información

sea comprensible y que pueda contribuir a eliminar las insuficiencias de los

participantes, al respecto se recomiendan los siguientes núcleos básicos del

conocimiento ambiental:

 Marco teórico conceptual sobre medio ambiente, educación ambiental y desarrollo

sostenible. Conceptuación de medio ambiente. Conceptuación de educación

ambiental. Sus objetivos, principios, metas y fines. Conceptuación de desarrollo

sostenible.

75
 Problemática ambiental global y nacional. Problemática ambiental global.

Contaminación ambiental, agotamiento de la capa de ozono, degradación de los

suelos, cambios climáticos, pérdida de la diversidad biológica. Problemática

ambiental nacional. La degradación de los suelos, la deforestación, el deterioro del

saneamiento y las condiciones ambientales en asentamientos humanos, pérdida de

diversidad biológica, contaminación de las aguas terrestres y marinas,

contaminación atmosférica, carencia de agua.

 Aspectos naturales y socioeconómicos en el estudio de la problemática ambiental

local. Aspectos naturales. Ubicación geográfica, características geólogo-

ambientales, geomorfológicos, climatológicas, recurso edáfico, flora y fauna,

hidrografía, características generales de la zona costera, sismicidad, escenarios de

peligros por inundación y sísmicos. Aspectos socioeconómicos. Características de

la población, tipo y estado de las viviendas, espacio personal, hacinamiento y

territorialidad, actividad económica, salud, servicios de acueducto, alcantarillado y

abasto de agua, manejo de los desechos sólidos, educación, cultura y turismo,

deporte, todos estos aspectos deben estar dirigidos a un espacio geográfico

específico.

 Conceptuación de actitud y actitud ambientalista. Dimensiones e indicadores

propuestos que deben tenerse en cuenta para evaluar la actitud ambientalista. La

ética ambiental. La influencia de factores culturales sobre los grupos comunitarios

dentro municipio.

76
Habilidades básicas a desarrollar desde la Educación Ambiental.

 Pensamiento crítico y reflexivo.

 Contribución al establecimiento de relaciones interdisciplinarias.

 Comunicación a través del dialogo.

 Identificación problemas.

 Prevención problemas.

 Mitigación problemas

 Análisis y crítica.

Valores básicos a desarrollar desde la Educación Ambiental.

 Pertenencia y sensibilidad.

 Responsabilidad.

 Participación.

 Respeto y afecto hacia la diversidad biológica y cultural.

 Actitudes de autotransformación.

 Disposición al cambio.

Tercera Etapa. Definición de las acciones y cronograma de ejecución.

El objetivo de esta etapa es definir las acciones y el cronograma para implementar

las mismas.

En esta etapa se propone realizar acciones tales como el Curso, Taller, Debate

Científico y Evento. Para el desarrollo de las acciones propuestas en la estrategia, se

asume la modalidad semipresencial (53), esta se caracteriza por la masividad y

extensión territorial en diferentes niveles, institucional, municipal, provincial

multiplicando las acciones, donde las actividades presenciales son mínimas,

77
utilizando los recursos materiales y humanos de los territorios; y haciendo énfasis en

el planteamiento y resolución de problemas de la práctica social y profesional, su

núcleo integrador es la investigación y está estrechamente vinculada a la

profesionalización, y al uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

En el Reglamento de la Educación de Postgrado de la República de Cuba se

encuentran: “(…) el curso (…) la autopreparación, la conferencia especializada, el

seminario, el taller, el debate científico y otras que complementan y posibilitan el

estudio y divulgación de los avances del conocimiento, la ciencia, la tecnología y el

arte” (54).

Dentro de las formas organizativas que se plantean desarrollar en las acciones

propuestas y que se encuentran reconocidas en el citado reglamento se encuentran

el curso, el taller, el debate científico y la autopreparación.

Los cursos sugeridos deben posibilitar la formación básica y especializada del

docente complementando y actualizando los conocimientos, adquiridos en su

formación profesional, preparándolo para afrontar la solución de las nuevas tareas;

estos se pueden desarrollar en las facultades, sedes municipales y

microuniversidades, seleccionadas por intereses de los territorios, de acuerdo al

lugar donde se desempeñe el docente que lo necesite.

La elaboración de los programas de los curso de postgrados que se propongan se ha

de concebir en correspondencia con los resultados obtenidos en el diagnóstico

realizado, lo que permitirá la determinación del contenido a tratar con mayor

precisión.

78
El éxito de la estrategia será más efectivo si el docente realiza trabajos de

autopreparación en virtud del desarrollo de la actitud ambientalista relacionando de

forma armónica, coherente y en sistema, las actividades presenciales con las no

presenciales.

En la determinación de las acciones se conciben el desarrollo de los siguientes

momentos importantes:

1. Desarrollo de un curso de postgrado sobre Educación Ambiental y Actitud

Ambientalista.

El programa de este curso de postgrado fue elaborado por la autora (Anexo 16). El

mismo se debe caracterizar por el enfoque interdisciplinario, de acuerdo con lo

definido por J. Fiallo al plantear que interdisciplinariedad es “(…) un proceso y una

filosofía de trabajo, es una forma de pensar y de proceder para conocer la compleja

realidad objetiva y resolver cualquiera de los complejos problemas que ésta plantea

(…)” (55), posibilitando el análisis de los procesos naturales, económicos, sociales y

culturales tanto globales, nacionales como del propio municipio. Es importante

articular todos los conocimientos para darle solución a un problema, así como

garantizar la participación de cada una de las disciplinas con un enfoque general y

particular en coherencia e integridad.

Será desarrollado y dirigido por docentes de los institutos superiores pedagógicos, o

por docentes a tiempo parcial, con dominio de la problemática ambiental, que les

permita una acertada orientación pedagógica en la estructuración interdisciplinaria y

el tratamiento metodológico de los contenidos, con el propósito de desarrollar un

saber integrador en los docentes.

79
Cuenta con un total de 54 horas, de ellas 24 horas presenciales, con una frecuencia

mensual de cuatro horas y 30 horas no presenciales. Dentro de las actividades

presenciales se concibieron las conferencias, los talleres y los seminarios, las no

presenciales deben estar dirigidas al trabajo independiente para la ejecución de las

tareas derivadas del curso de postgrado, así como a la observación y debates de

videos de corte ambiental que se orienten los cuales deben complementar el

desarrollo del participante sobre el tema tratado. Entre las temáticas que se

proponen, se encuentran las siguientes: Los desastres naturales y su repercusión en

la población humana, animal y el medio en general; Las agresiones biológicas y

armamentistas y su impacto en la naturaleza, la economía y la sociedad; Los

cambios climáticos; Los distintos tipos de energías; El ahorro energético y del

recurso agua; La protección de las plantas; La naturaleza cubana; Efectos de los

desastres químico - tóxicos sobre el medio ambiente; Las drogas y los daños

asociados de su consumo. Estos materiales pueden observarse, en los centros de

información pedagógica, en bibliotecas, así como en diferentes entidades

pertenecientes a la Academia de Ciencias.

Las conferencias abordarán los temas según el programa del curso propuesto,

tendrán una duración de ocho horas, cuatro horas para cada tema, donde se

abordarán los elementos teóricos conceptuales, se proponen desarrollarlas en la

primera, segunda, cuarta y quinta clase, al final de cada una de estas conferencias

se dedicarán dos horas para la realización de talleres mediante el debate y la

reflexión por parte de los participantes sobre los contenidos tratados. En cada una de

80
estas conferencias se orientarán las actividades dirigidas al trabajo independiente y a

la preparación para el desarrollo de los seminarios.

Los seminarios, se deben realizar en la tercera y sexta clase con una duración de

cuatro horas, donde los participantes tendrán la oportunidad de analizar, discutir,

profundizar y actualizarse sobre las temáticas impartida en las conferencias, los

mismos deben ser reflexivos, permitiendo el desarrollo de la cooperación, la

solidaridad, la responsabilidad entre otros valores.

2. Desarrollo de un curso de postgrado sobre Informática Educativa.

En el curso de postgrado propuesto (Anexo 17), el docente empleará técnicas que le

permitan el uso y explotación de los recursos informáticos favoreciendo su desarrollo

profesional.

Será desarrollado mediante clases tipo conferencia y clases prácticas, debe ser

dirigido por docentes de los institutos superiores pedagógicos, o por docentes a

tiempo parcial, con dominio de la informática que le permita una acertada realización

del mismo.

Cuenta con un total de 50 horas, 20 presenciales con una frecuencia quincenal de

cuatro horas y 30 no presenciales. En las actividades presenciales se concibieron las

conferencias y clases prácticas y las no presenciales, deben estar dirigida al trabajo

independiente para la elaboración del informe que se presentará como evaluación

final del curso de post grado sobre Educación Ambiental y Actitud Ambientalista.

Las conferencias tendrán una duración ocho horas, cuatro horas en las dos primeras

clases, a partir de la cuales se deben orientar las actividades para realizar en las

horas no presenciales.

81
Las clases prácticas, con cuatro horas cada una, en la tercera, cuarta y quinta clase

permitirán poner en práctica los aspectos abordados en las conferencias, de manera

que el docente pueda utilizar y aprovechar la información que se brinda en formato

digital, tanto en el curso de postgrado sobre Educación Ambiental y Actitud

Ambientalista, como en los talleres, lo cual le permitirá al docente elevar la calidad

tanto en el desarrollo de sus clases como en la realización de su investigación.

3. Desarrollo de un curso de postgrado sobre Introducción a la Metodología de

la Investigación Educativa.

En este curso de postgrado (Anexo 18), se profundizará sobre los conocimientos en

el campo de la investigación educativa, representando un reto para los docentes que

realizan la función de tutores y necesitan desarrollar habilidades investigativas,

constituyendo una vía estratégica fundamental, para facilitar el desempeño del

docente con mayor calidad en este aspecto.

Será desarrollado mediante clases tipo conferencia y taller, debe ser dirigido por

docentes de los institutos superiores pedagógicos, o por docentes a tiempo parcial,

con dominio sobre Metodología de la Investigación Educativa que le permita una

acertada realización del mismo.

Cuenta con un total de 40 horas, 10 presenciales con una frecuencia quincenal de

cuatro horas y 30 no presenciales. En las actividades presenciales se concibieron las

conferencias y clases prácticas y las no presenciales, debe estar dirigida al trabajo

independiente para la elaboración del informe que se presentará como evaluación

final del curso de post grado sobre Educación Ambiental y Actitud ambientalista.

82
Las conferencias de dos horas cada una, abordarán aspectos generales y básicos

sobre de metodología de la investigación y se desarrollarán en las dos primeras

clases.

Los talleres de dos horas cada uno, se desarrollarán en las últimas tres clases donde

se analizará con cada participante las particularidades de su investigación, en estos

el docente deberá adquirir las habilidades para concebir el diseño de la investigación,

lo cual le servirá para el trabajo final que presentará como parte de la evaluación del

curso de postgrado sobre Educación Ambiental y Actitud Ambientalista, así como

para poder tutorar a sus estudiantes en los trabajos científicos estudiantiles.

4. Los Talleres.

En las actividades de postgrado se ha dado en llamar "taller" a toda reunión donde el

conjunto de asistentes discute sobre una problemática en particular y se presentan

experiencias en el trabajo relacionadas con la temática. Para la realización de los

talleres, la autora se acoge a la definición de taller planteada por G. Mirabent Perozo,

cuando define "Un taller pedagógico es una reunión de trabajo donde se unen los

participantes en pequeños grupos o equipos para hacer aprendizajes prácticos” (56),

de manera que los participantes puedan desarrollar sus conocimientos, y refuercen

habilidades y valores sobre la temática abordada, para que sean capaces de

trasmitirlos a sus estudiantes, contribuyendo al desarrollo de actitudes

transformadoras positivas frente al problema ambiental.

El objetivo general de los talleres es intercambiar con especialistas, directivos y

docentes las informaciones y experiencias sobre la problemática ambiental del

municipio donde se desarrolle el taller, que permita la reflexión sobre la naturaleza

83
del problema ambiental a partir de su complejidad, identificando las áreas que

aportan los conocimientos y las metodologías para su comprensión y abordaje, de

manera de ir aproximando los conocimientos básicos, al desarrollo de la actitud

ambientalista.

Como objetivos particulares se plantean:

 Desarrollar una sensibilidad ante los problemas ambientales.

 Desarrollar actitudes de observación, análisis, investigación y propuestas.

 Favorecer el trabajo cooperativo, en beneficio del municipio estudiado, mediante el

intercambio con el personal especializado perteneciente a instituciones

relacionadas con el medio ambiente y a la educación ambiental.

 Estimular la participación crítica y reflexiva de docentes, y dirigentes, en la

problemática del medio ambiente, la educación ambiental y la toma de decisiones

en la mitigación o solución de los problemas.

 Buscar relaciones interdisciplinarias que favorezcan el desarrollo de la educación

ambiental mediante el trabajo en equipo.

 Diseñar estrategias de acción y actividades viables, partiendo del conocimiento del

entorno, de las necesidades y problemas existentes, con nuevos enfoques,

metodologías y técnicas de trabajo, para la mitigación o solución de los problemas

tratados.

La estructura de los talleres contempla el tema, objetivo, tiempo, participantes,

procedimiento, comenzando por la apertura donde se hacen los comentarios iniciales

y debe aplicarse una técnica participativa para la animación del grupo, continuando

84
con las informaciones de la temática, la metodología a seguir y se concluye con una

técnica de cierre y evaluación. (Anexo 19)

Los talleres pueden sesionar directamente en las facultades, sedes municipales y

microuniversidades, seleccionadas por intereses de los territorios y a decisión de los

participantes; deben ser dirigidos por especialistas, estos pueden ser: investigadores

del CITMA, personal especializado en museos y otras instituciones, así como

docentes de institutos superiores pedagógicos, jefes de departamentos, directores de

sedes, jefes de comisiones provinciales y municipales de asignatura, con los que se

coordine previamente; en los mismos se deben ofrecer informaciones que permita la

reflexión y discusión sobre los temas tratados; además conviene programar visitas a

lugares de interés previamente acordado, que le permitan al participante ponerse en

contacto directo con el problema ambiental presente y sentir sus causas.

A los talleres deben participar los profesores que asistan al curso de postgrado sobre

Educación Ambiental y Actitud Ambientalista, así como a los cursos de postgrados

sobre Informática Educativa e Introducción a la Metodología de la Investigación

Educativa, de esta forma, las actividades desarrolladas como conferencias,

seminarios, observación y debate de videos, así como la investigación científica, que

realiza cada participante, servirán de preparación para los talleres y los resultados de

estos, de retroalimentación y valoración a los cursos.

En estos talleres se vinculan la teoría y la práctica, mediante la reflexión individual y

colectiva, en los mismos, se debe reconocer la situación ambiental que es común a

todos los participantes mediante la identificación, reflexión y discusión de los

problemas naturales y sociales para proponer soluciones o determinar qué posición

85
asumir, docentes de diferentes especialidades se comunican, desarrollándose un

sentimiento de grupo, se despierta la iniciativa de emprender algo en conjunto, se

reconoce lo que realmente se quiere, se fortalece la autoestima, y se encuentran

alternativas para la mitigación o solución de los problemas.

Se recomienda utilizar computadoras, retroproyectores, diapositivas, papelógrafos,

trabajo de fichas y otros medios. Al finalizar el taller la información se entrega a

disposición de los participantes en formato digital, para que pueda ser utilizada tanto

en las facultades, sedes universitarias municipales, como en las microuniversidades.

Se realizarán seis talleres al año, de un día, con participación presencial y una

duración de ocho horas diarias.

Los primeros cuatro talleres darán comienzo con informaciones que deben

proporcionar elementos teóricos que permitan reflexionar y discutir sobre la temática

tratada; en el primer y segundo taller se abordarán aspectos generales del medio

ambiente físico, socioeconómico, efectuando un análisis, reflexión y discusión por

parte de los participantes, de los principales problemas ambientales que afectan al

municipio, sus causas y efectos, con la utilización de las tecnologías de la

información y la comunicación; en el tercer y cuarto taller se profundizarán en las

medidas y las acciones que deben cometerse, para contribuir a la mitigación y a el

mejoramiento de los problemas tratados, apoyados en las investigaciones realizadas

y por las propias experiencias de los participantes. Es importante que estas

informaciones sean ofrecidas por profesionales especializados que le permita

desempeñarse correctamente.

86
En el quinto taller, se programarán visitas de estudio al lugar de los hechos, donde se

presencien problemas ambientales, se recomiendan dentro de los lugares a visitar:

zonas donde existan inadecuado tratamiento y disposición de residuales líquidos y

manejo de desechos sólidos, vertimiento de fosas y tupiciones, construcciones en

mal estado, ciudadelas entre otros, esto le permitirá a los participantes, analizar los

fenómenos directamente, vivirlos, palparlos y experimentarlos, lo que debe ser capaz

de influir en el desarrollo de la actividad afectiva, ayudando a reflexionar sobre los

mismos para la toma de decisiones y un cambio de actitud en los participantes.

El sexto taller concluirá con una actividad donde los participantes tendrán la

oportunidad de vincular la teoría y la práctica, mediante la reflexión individual y

colectiva, a partir de la identificación de una situación problemática tratada, la cual

haya sido lo suficientemente importante y necesaria para cada uno de ellos,

mediante estas reflexiones, se debe llevar al participante a pronosticar las

situaciones que se puedan encontrar en el futuro, tanto los efectos negativos (si no

se hace nada y se sigue el mismo rumbo del desarrollo actual), como los efectos

positivos (si se realiza un plan de acción y se cambia de rumbo hacia un desarrollo

sostenible), deben plantearse preguntas de formas sistémicas como ¿Qué hacer?,

¿Cómo hacerlo?, ¿Con qué medios cuento?, esto ayuda a entender que los

problemas ambientales no siempre son generados por elementos ajenos a los

ciudadanos, y no siempre su solución depende de instituciones de las que no se

tenga autonomía ni participación, por lo que es importante analizar su propia vida, la

de sus familias, la de los ciudadanos de su comunidad. Por último se realizará la

evaluación final del taller mediante un test de satisfacción propuesto.

87
5. El desarrollo de debates científicos.

Se propone el desarrollo de debates científicos sobre temas relacionados con la

temática ambiental, en sesiones científicas de manera que los participantes

independientemente de su especialidad, tengan la necesaria preparación para

enfrentar la temática ambiental con un carácter interdisciplinario y sean capaces de

trasmitirlo en sus diferentes territorios.

Estos pueden realizarse en el departamento docente, los cuales tienen sus espacios

en sesiones planificadas por los directivos departamentales, en la que asistirán los

docentes pertenecientes a los mismos.

Otro momento importante para realizar estos debates son las reuniones de las

comisiones provinciales y municipales de asignatura, sirviendo los participantes de

multiplicadores previamente entrenados para transmitir toda la información que se

ofrece en los mismos, a los docentes a tiempo parcial, tanto en colectivos

pedagógicos de las sedes universitarias municipales, como en los colectivos de grado

que se desarrollan en las microuniversidades. Pueden ser dirigidos por los jefes de

departamento o cualquier otro docente que haya sido entrenado y debidamente

preparado.

Se realizarán uno en cada bloque del curso escolar, con participación presencial y

una duración de dos horas en cada sesión. Las informaciones que se desarrollen en

los mismos, estarán dirigidas a tributar a la preparación de los docentes en el

procedimiento de los objetivos de la educación ambiental tanto en el proceso de

enseñanza – aprendizaje, como en el proceso investigativo.

88
6. El evento científico sobre la temática ambiental.

En el evento científico se presentará la producción científica de todos los

participantes del curso de postgrado y otros interesados tanto del municipio como de

otras instancias.

Este evento científico se desarrollará cuando hayan concluido todas las acciones de

la estrategia pedagógica propuesta, de manera tal que pueda presentarse la

producción científica de todos los participantes mediante ponencias, artículos. Será

organizado por especialistas o por el comité académico de los postgrado, y talleres

realizados, en estrecha relación con los directivos de todas las instancias.

En este evento, cada participante discutirá su producción intelectual, frente a un

tribunal de especialistas, seleccionándose los trabajos que por su calidad y aporte al

desarrollo de la actitud ambientalista como parte su desempeño profesional

pedagógico, amerite ser publicado en las revistas del Centro de Documentación e

Información del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, entre otras.

Se realizará un evento científico por año, con duración de un día, con participación

presencial y una duración de ocho horas.

Cuarta Etapa. Evaluación.

La evaluación tiene por objetivo constatar los resultados que se van alcanzando

mediante la aplicación de las acciones, esta debe desarrollarse en todos los

momentos posibilitando una retroalimentación constante y la toma de medidas para el

paso a una etapa superior en la práctica transformadora del contexto social.

Para esto se proponen dos acciones importantes.

89
1. Evaluación individual de cada una de las acciones.

La evaluación del curso de postgrado sobre Educación Ambiental y Actitud

Ambientalista se desarrollará de manera sistemática en cada encuentro, el tiempo

concebido a las actividades presenciales y no presenciales, le permite a los docentes

autorregular su aprendizaje sobre los temas tratados, en las actividades de

investigación, observación de videos, entre otros. Al terminar el curso de post grado,

los participantes tendrán un certificado que acredite la participación del mismo. Las

evaluaciones se expresan con las calificaciones de “Excelente (5), Bien (4),

Aprobado (3) o Desaprobado (2)”. (57)

Los cursos de postgrados sobre Informática Educativa y Metodología de la

Investigación Educativa serán evaluados sistemáticamente, mediante los talleres, y

clases prácticas, al culminar los mismos se presentará el diseño de la investigación,

demostrando las habilidades prácticas adquiridas en el uso y explotación de los

recursos informáticos, lo cual le servirá para el trabajo final que expondrá como parte

de la evaluación en el curso de postgrado sobre Educación Ambiental y Actitud

Ambientalista, así como para poder asesorar a sus estudiantes en los trabajos

científicos estudiantiles.

Al terminar los cursos de post grados, los participantes tendrán un certificado que

acredite la participación en los mismos, las evaluaciones se expresan con las

mismas calificaciones anteriores.

Los Talleres serán evaluados por las reflexiones, discusiones y propuestas sobre los

conocimientos y habilidades de los participantes en el debate con sus colegas y con

90
los que dirijan la actividad, al constituir estos, actos de reflexión colectiva y de

aprendizaje.

Al terminar los talleres, los participantes tendrán un certificado que acredite su

participación en el mismo.

El desarrollo de debates científicos. Se recomienda realizar una prueba de entrada y

una de salida para comparar los resultados alcanzados por cada docente, además se

puede constatar el desarrollo alcanzado, sobre la temática de educación ambiental,

mediante la realización de trabajos científicos, por parte de los docentes, así como

en el desarrollo y la calidad de la tutoría de trabajos científicos estudiantiles,

maestrías y doctorados sobre el tema tratado.

El evento científico. Permitirá la socialización de la producción intelectual de cada

participante, la cual se discutirá, frente a un tribunal de especialistas, permitiéndole

constatar su autoconocimiento y crecimiento o no, profesional y humano.

Para la evaluación del seguimiento de la estrategia pedagógica propuesta puede

utilizarse, además, otros instrumentos tales como test de satisfacción y guías de

observación al desempeño a los docentes que participaron en las acciones, que

posibilite evidenciar las debilidades, limitaciones y fortalezas de los mismos para

continuar hacia una etapa cuantitativa y cualitativamente superior.

2. Evaluación de Impacto de la estrategia.

En el mundo contemporáneo toda estrategia debe ser evaluada no solo por la

transformación que haya ocurrido en el sujeto, sino además por el impacto en el

plano familiar, institucional comunitario y social en general.

91
Para poder desplegar el proceso de evaluación del impacto se necesita conocer su

concepto, por consiguiente se expresa como: “El grado de trascendencia que tiene la

aplicación del objeto evaluable en el entorno socio-económico concreto, con el fin de

valorar su efecto sobre los objetos aplicados y asegurar la selección mejorada de

nuevos objetos de evaluación”. (58)

Asimismo como una acción elemental se propone la metodología para la aplicación

del proceso de evaluación de impacto en la estrategia pedagógica propuesta, a partir

de la referencia de J. Añorga Morales. (59)

Primera Etapa: Conocimiento del efecto de impacto de la estrategia propuesta.

Entre las acciones a acometer en esta etapa se encuentran:

 Análisis de los documentos rectores vigentes. Resoluciones y lineamientos de la

política educativa del país, la Estrategia Ambiental Nacional para el período 2005-

2010, la Estrategia Nacional de Educación Ambiental de 1997, la Estrategia

Metodológica Nacional de Educación Ambiental, así como el Programa Director de

Promoción y Educación para la Salud, dirigidos a los institutos superiores

pedagógicos.

 El intercambio con directivos y docentes de los institutos superiores pedagógicos y

con especialistas pertenecientes a los centros de investigaciones del medio

ambiente.

 Análisis del inventario de problemas y prioridades.

Segunda Etapa: Posibilidades reales de la evaluación, considerando los centros y

los implicados en la estrategia. Para ello es necesario:

92
 En el convenio entre las partes interesadas, se debe tener en cuenta, el nivel de

compromiso, responsabilidad y contribución de todos los participantes en el

proceso, esto posibilita involucrar a todos en el proceso de desarrollo de la actitud

ambientalista que propicie el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico

de los docentes.

 Aplicación de la tecnología de la Educación Avanzada para la determinación de los

problemas educativos, investigativos y de organización del trabajo, a partir de los

instrumentos elaborados con este fin.

 Establecimiento de la correspondencia entre los problemas detectados en la

primera etapa con las acciones desarrolladas.

 Selección de los objetos a evaluar. En la estrategia propuesta se realiza a partir de

las acciones diseñadas, tomando en consideración el diagnóstico realizado.

 Determinación de cortes parciales para el análisis de los posibles efectos del objeto

evaluado. En coordinación con los implicados, facultades, las sedes universitarias

pedagógicas y microuniversidades.

 Establecimiento de períodos de intercambio, reuniones y actividades científicas en

coordinación con los implicados.

 Consideración de recursos materiales para llevar a cabo la evaluación. Aporte de

los centros, instituciones y beneficiados en la aplicación de la estrategia

pedagógica.

 Identificación de los efectos transformadores que permitirá la implantación del

objeto.

93
 Evaluación de los objetos que serán valorados, para ello, puede emplearse el

análisis documental, la precisión de las fuentes de información y la bibliografía

relacionada con el tema y la selección de los agentes evaluativos de acuerdo con

las partes interesadas.

Tercera Etapa: Delimitación de los objetivos de la evaluación de impacto.

La presente etapa se considera como el pronóstico y diagnóstico de la evaluación;

para ello es necesario:

 La determinación de los aspectos sociales y económicos que se pretenden

solucionar, tiempo necesario para demostrar sus efectos positivos.

 La determinación de las transformaciones o cambios que se esperan y del tiempo

una vez que se haya implantado el objeto evaluable.

 El conocimiento de todos, a partir del convenio de los aspectos a medir y la

interrelación de los objetivos con los indicadores de la evaluación.

Cuarta Etapa: Diseño de la evaluación de impacto.

En esta etapa se intenta dar respuesta al cómo, cuándo y dónde se debe aplicar la

evaluación, para ello se hace necesario:

 Comprobar la correspondencia entre la oferta y la demanda.

 Establecer los juicios de valor a partir del análisis de las acciones de las etapas

anteriores, con sus dimensiones y el sistema de indicadores para evaluar el

desarrollo de lo que se quiere.

 Elaborar instrumentos y aplicarlos en la prueba de validación. (Los instrumentos

para evaluar el impacto se ajustan a partir de los utilizados en la ejecución de la

estrategia).

94
 Determinación de la metodología para el procesamiento de la información.

 Análisis y comprobación con las partes interesadas.

 Establecimiento del diseño de evaluación de impacto.

Quinta Etapa: Resultados finales.

 Recogida y análisis de la información.

 Reajuste del modelo de estrategia propuesta para su posterior aplicación.

 Elaboración del informe.

 Valoración de los resultados con todos los implicados en los claustros docentes. En

los que se determina el impacto pedagógico y social de la estrategia pedagógica

propuesta.

2.2 Resultados de la aplicación en la práctica de las acciones de la estrategia


pedagógica propuesta.

Se aplicaron algunas acciones en las diferentes etapas de la estrategia propuesta

entre las que encuentran; la determinación de los niveles de desarrollo de la actitud

ambientalista de los docentes de la sede universitaria pedagógica del municipio

Habana Vieja, los resultados de esta aplicación fueron obtenidos mediante el

proceso de parametrización de la variable actitud ambientalista, para la cual se aplicó

una guía de observación a una muestra de 20 docentes de dicha sede (66% de la

población) en su desempeño en clases.

A partir de estos resultados se ejecutaron algunas de las acciones contenidas dentro

de la propuesta permitiendo revelar su posibilidad de aplicación, entre las que se

destaca, la realización de talleres, en esta ocasión, participaron investigadores del

95
Instituto de Geofísica y Astronomía de Ciudad de la Habana y especialistas del

Museo de Historia Natural, del Municipio de Habana Vieja.

Los resultados obtenidos se resumen en:

 Identificación de los problemas naturales y sociales actuales.

 Reflexión sobre el tratamiento de la educación ambiental desde las diferentes

disciplinas, a partir de los conocimientos que aportan los participantes de distintas

especialidades.

 Se desarrolla un sentimiento de grupo.

 Se fortalece la iniciativa y la autoestima.

 Se plantean soluciones para la mitigación de los problemas.

La información ofrecida, se situó a disposición de los participantes en formato digital,

para que pueda ser utilizada tanto en la Sede Universitaria Municipal de Habana

Vieja, como en las microuniversidades del territorio, con perspectivas de elevar la

calidad del proceso de enseñanza aprendizaje, tanto en sus clases como para su

trabajo investigativo.

Para la evaluación de estos talleres, se aplicó un test de satisfacción a 30 docentes

que participaron en los mismos, mediante la aplicación de 4 dimensiones y 41

indicadores, la dimensión, organización y control de las acciones, fue evaluada por 6

indicadores, por su parte para la evaluación de la dimensión desarrollo de las

acciones, se determinaron con 8 indicadores, para la dimensión actuación de los

docentes y especialistas se evaluó con 7 indicadores y para evaluar la dimensión

logro del participante, se emplearon 20 indicadores (Anexo 20). Se empleó una

escala valorativa de satisfacción para las dimensiones y todos los indicadores

96
evaluados, con valores en un intervalo real entre 1 (insatisfacción total) y 10 (muy

satisfecho).

Los resultados del test de satisfacción (Anexo 21), muestran que existe una

disposición de los participantes a considerarse como muy satisfecho con las

acciones realizadas, ya que la media aritmética, la mediana y la moda de los valores

elegidos de la escala se comportan entre 8, 9 y 10 puntos. En especial los resultados

con mejores valoraciones se concentran en los indicadores referidos a la dimensión

actuación de los docentes y especialistas que ofrecieron las informaciones y

dirigieron las actividades.

Posterior al desarrollo de los talleres se aplicó nuevamente la guía de observación al

desarrollo de la actitud ambientalista en el desempeño profesional pedagógico,

donde se realizaron observaciones finales a la misma muestra de docentes (Anexo

22), los resultados obtenidos reflejan una cierta mejoría en relación con la variable

actitud ambientalista, mediante el comportamiento de la mayoría de las dimensiones

y de sus indicadores. Las dimensiones cognitiva y comportamental fueron evaluadas

de Medio, mientras que la dimensión afectiva fue evaluada de Alto, la mayoría de los

indicadores se evaluaron de Medio y Alto, solo se evaluó de Bajo, el referido al nivel

de iniciativa desde una perspectiva ambiental, perteneciente a la dimensión

comportamental.

Para el análisis de la confiabilidad de los resultados obtenidos según los indicadores

y las dimensiones utilizadas en la variable propuesta y establecer la tendencia de la

variable en los docentes con la puesta en práctica de las acciones de la estrategia,

se aplicó la prueba de valoración Kolmogorov - Smirnov de bondad de ajuste, con un

97
nivel de significación α = 0,01 y un 99 % de confiabilidad a todos los indicadores,

dimensiones y a la variable tanto en las observaciones iniciales como finales (Anexo

23), los cuales confirmaron su confiabilidad.

En consecuencia con lo planteado anteriormente, al comparar los resultados de las

dos observaciones realizadas, se demuestra que a pesar de ser evaluada de Medio,

la variable actitud ambientalista, tanto en las observaciones iniciales como finales, se

puede inferir que esta tiene un comportamiento como tendencia Alto, dado que la

mayoría de todos los indicadores alcanzaron una categoría superior, favoreciendo

esencialmente, a la dimensión afectiva, que pasó de la categoría de Medio a la de

Alto. Lo que evidencia que la aplicación de la estrategia tiende a desarrollar la actitud

ambientalista de los docentes y a mejorar su desempeño profesional pedagógico.

98
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES:

1. El estudio realizado permitió determinar los referentes teóricos que sustentan la

propuesta, ratificando la necesidad de realizar acciones que desarrollen en el

docente la actitud ambientalista, como una categoría objetivo esencial, de la

Educación Ambiental, para propiciar el mejoramiento en su desempeño

profesional pedagógico.

2. La parametrización del término Actitud Ambientalista, permitió determinar las

dimensiones e indicadores, que posibilitaron diseñar y procesar los instrumentos

para caracterizar el estado actual del desarrollo de la misma en el docente del

Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”.

3. La estrategia pedagógica propuesta, responde al Modelo de Universalización

para la Educación Superior Pedagógica, así como a las peculiaridades del

Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, lo que constituye un valioso

referente para que la misma tenga un carácter contextualizado y participativo;

asimismo posee rasgos generales que pueden permitir su adecuación a otros

contextos de otros institutos superiores pedagógicos del país.

4. En la observaciones iniciales realizadas al desarrollo de la actitud ambientalista a

la muestra de docentes, las dimensiones cognitiva, afectiva y comportamental se

evaluaron de Medio, los indicadores mas afectados obtuvieron evaluaciones de

Bajo y Muy Bajo; en observaciones finales a la misma muestra de docentes, los

resultados obtenidos reflejan una cierta mejoría, las dimensiones cognitiva y

comportamental fueron evaluadas de Medio mientras que la dimensión afectiva

fue evaluada de Alto, la mayoría de los indicadores se evaluaron de Medio y Alto.

99
5. El establecimiento de las relaciones entre lo cognitivo, lo afectivo y lo

comportamental que se revela en la aplicación de las acciones y la valoración de

sus resultados permiten considerar que la estrategia pedagógica propuesta

propicia el desarrollo de la actitud ambientalista en el docente del Instituto

Superior Pedagógico “Enrique José Varona” y que con ella es posible intervenir

de manera favorable en el mejoramiento de su desempeño profesional

pedagógico.

100
RECOMENDACIONES
RECOMENDACIONES:

1. Continuar con la realización práctica de la estrategia pedagógica propuesta en la

Sede Universitaria Municipal de Habana Vieja.

2. Plantear y ejecutar acciones dirigidas al fortalecimiento de los indicadores que se

valoraron de Bajo y Muy Bajo, fundamentalmente los referidos al nivel de

iniciativas y de acción en la comunidad desde la perspectiva ambiental.

3. Aplicar los instrumentos del diagnóstico a los docentes del Instituto Superior

Pedagógico “Enrique José Varona” y ejecutar las acciones de la estrategia que

resulten necesarias a partir de sus resultados.

4. Extender la estrategia pedagógica propuesta a otros territorios del país,

considerando las particularidades y los resultados del diagnóstico para cada

contexto.

101
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Habana, Cuba: Editorial Científica Técnica; 1987.
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PUBLICACIONES DE LA AUTORA RELACIONADAS CON EL TEMA:

1. Participación de los estudiantes en la evaluación de las condiciones ambientales


de la escuela y la comunidad. Artículo. CD. Universidad 2004. La universidad por
un mundo mejor. Cuba, 2004.
2. Medio ambiente y Educación Ambiental en diferentes contextos históricos.
Artículo. Editorial GEOTECH del Instituto de Geografía Tropical, del CITMA
Cuba, 2005.
3. Participación de los estudiantes en la evaluación de las condiciones ambientales
de la escuela y la comunidad Artículo. Revista electrónica “Orbita Científica”. No
46, volumen 13. ISSN: 1027-4472. ISPEJV. Cuba, 2007.
4. El accionar en función del mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes que
se preparan como profesores. Artículo. Editorial Educación Cubana. ISBN 978-
959-18-0334-4. Cuba, 2008.
5. Necesidad de desarrollar el modo de actuación profesional pedagógico orientado
a la educación ambiental. Articulo. Editorial Educación Cubana. ISBN 978-959-18-
0334-4. Cuba, 2008.

PARTICIPACIÓN EN EVENTOS Y TRABAJOS DE LA AUTORA RELACIONADOS


CON EL TEMA:

 IV Congreso Provincial de Educación Superior. Evento Provincial Universidad


2004. Autora y ponente del trabajo titulado “Participación de los estudiantes y
docentes en la evaluación de las condiciones medio ambientales en la escuela y
la comunidad”. Realizado en el Instituto Superior Politécnico “José Antonio
Echeverría”. Ciudad de La Habana, septiembre de 2003.
 IV Congreso de Educación Superior “Universidad 2004”. Autora y ponente del
trabajo titulado “Participación de los estudiantes y docentes en la evaluación de
las condiciones medio ambientales en la escuela y la comunidad”. Realizado en
Palacio de Convenciones. Ciudad de La Habana, febrero de 2004.
 Evento internacional de Didáctica de las Ciencias. Autora y ponente del trabajo
titulado “Intervención de docentes en la evaluación de las condiciones medio
ambientales en la escuela y la comunidad”. Realizado en la Academia de
Ciencias. Ciudad de La Habana, marzo de 2004.
 Evento de base de Pedagogía 2005. Autora y ponente del trabajo titulado
“Necesidad de desarrollar el modo de actuación profesional pedagógico orientado
a la educación ambiental”. Realizado en el Instituto Superior Pedagógico “Enrique
José Varona”. Ciudad de La Habana, 2004.
 Taller científico de Educación Ambiental. Autora y ponente del trabajo titulado “El
desarrollo de la actitud ambientalista en el desempeño profesional pedagógico
orientado a la educación ambiental”. Realizado en el Instituto Pedagógico
Superior “Enrique José Varona”. Ciudad de La Habana, 2005.
 Evento de Educación Ambiental CREA. Autora y ponente del trabajo titulado “El
desarrollo de la actitud ambientalista en el desempeño profesional pedagógico
orientado a la educación ambiental”. Realizado en el municipio de San Cristóbal,
Pinar del Río, 2005.
 Taller internacional de Educación Ambiental “GEA 2006”. Autora y ponente del
trabajo titulado “Necesidad de desarrollar el modo de actuación profesional
pedagógico orientado a la educación ambiental”. Realizado en el Instituto
Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. Ciudad de La Habana, 2006.
 V Congreso Internacional de Didáctica de las Ciencias. Autora y ponente del
trabajo titulado “Necesidad de desarrollar el modo de actuación profesional
pedagógico orientado a la educación ambiental”. Realizado en el Palacio de las
Convenciones de La Habana. Ciudad de la Habana, 2008.
 I Taller Provincial de Didáctica de las Ciencias Naturales. Autora y ponente del
trabajo titulado “Propuesta de una guía de estudio para contribuir al desarrollo de
educación ambiental en los jóvenes”. Realizado en el Instituto Pedagógico
Superior “Enrique José Varona”. Ciudad de la Habana, 2008.
 Evento de Cultura Científica. Autora y ponente del trabajo titulado “El desarrollo
de la actitud ambientalista en el desempeño profesional pedagógico orientado a la
educación ambiental”. Realizado en el Instituto Pedagógico Superior “Enrique
José Varona”. Ciudad de la Habana, 2009.
 Evento Provincial de Educación para Personas Jóvenes y Adultas. Autora y
ponente del trabajo titulado. El taller: una vía para contribuir a la educación
ambiental. Realizado en el Instituto Pedagógico Superior “Enrique José Varona”.
Ciudad de la Habana, 2009.

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