Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
BIENES COMUNES
PRESENTADO POR:
KAREN PATRICIA ALFEREZ LOPEZ ID. 157003545
LAURA CAMILA PERALTA ROJAS ID. 157003544
PRESENTADO A:
LINA PATRICIA BELTRAN RUEDA
Por eso es pertinente empezar con una definición sobre lo que son las instituciones,
entendidas como reglas de juego y como hábitos de pensamiento y de comportamiento, y
por conocer el significado de los bienes comunes, el bien común es un concepto complejo,
que en general puede ser entendido como aquello de lo que se benefician todos los ciudadanos
o como los sistemas sociales, instituciones y medios socioeconómicos de los cuales todos
dependemos de que funcionen de manera que beneficien a toda la gente. Más recientemente,
John Rawls lo definió como “ciertas condiciones generales que son... de ventaja para todos”,
planteando ¿cuál es el papel de las instituciones y de la acción colectiva en la administración
de los bienes comunes?
Luego de estas definiciones, los puntos de vistas enfocados de Hardin y Ostrom se basan
desde el génesis del problema, es decir, “tenemos recursos finitos en una humanidad con
necesidades infinitas”. Hardin aborda la parte de la formulación del problema mientras que
Ostrom se basa en la praxis, el primero hace énfasis en la responsabilidad mientras que la
segunda introduce el concepto de Responsabilidad más un nuevo elemento o Agente
Regulador, que podría ser el Estado o las Asociaciones Privadas. El escenario que presenta
Hardin, ya había sido descrito por el matemático William Forster Lloyd con anterioridad,
pero Hardin basa su ensayo en un problema que tenemos latente hoy en día: la
sobrepoblación. En estos momentos cada individuo (siempre y cuando no esté regulado por
regímenes de propiedad privada) toma lo que quiere del hábitat, lo maximiza para su uso
personal, pero el costo de maximizar a nivel individual arroja un costo a nivel global. El
problema sería cómo regular estos “bienes” sin excluir a nadie. En contradicción con esta
idea está Ostrom, pues ve que si los recursos se privatizan podrían ser mejor controlados por
la regulación del Estado o una empresa privada.
Un claro ejemplo que nos da Hadin y Ostrom para entender el papel que puede cumplir las
instituciones es ‹‹Si el pastizal es común, todos los ganaderos llevarán tantas vacas como
necesiten para maximizar sus ingresos, al final, desaparecerá el pastizal por la sobrepoblación
ganadera, dejando ganancias a los dueños de las vacas, pero un problema al medio ambiente,
por lo tanto, los dueños a largo plazo también tendrán otro problema de mayor cuantía.
(Modelo Hardin). Pero si privatizamos el pastizal a un solo dueño, pero se accede de igual
manera sin tener que pagar nada a cambio, irá en detrimento del dueño y estará sacrificando
más de los que gana. Si ponemos el estado o una empresa como entes reguladores a cuidar el
pastizal (modelo Ostrom) desde nuestra perspectiva sería lo ideal, pues el estado o la empresa
monopolizarían, el tiempo dentro del pastizal de cada animal, es decir, evitaría la
sobrepoblación y aumentaría el tiempo - beneficio del lugar. Pero este modelo también (a
largo plazo) no evitaría que desapareciera el pastizal, pues es un entorno finito dentro de
necesidades infinitas. La mejor solución desde nuestro punto de vista es la práctica de
concientización del entorno, ponernos todos de acuerdo de cómo vamos a explotar el pastizal,
sin llegar a dañar ningunas de las partes que intervienen con normas más complejas de las
que existen. Entender de una vez y por todas que el pastizal (planeta Tierra) no es un hoyo
sin fondo, y que cada vez que contaminamos nuestro entorno, no estamos produciendo una
ganancia, sino una pérdida que se acumula a largo plazo y que luego nos pasará factura››.
La autora identifica entonces que existen tres modelos establecidos en la teoría para el
análisis de la acción colectiva. El modelo que popularizó la expresión «la tragedia de los
comunes» partió de un influyente artículo de Garret Hardin aparecido en la revista Science
en 1968. El argumento de Hardin plantea que los individuos que tienen acceso al uso de un
recurso, en la búsqueda de la satisfacción de sus intereses y la maximización de la ganancia,
llevarán el nivel de explotación a un grado mayor que el nivel óptimo de extracción. El
resultado: la degradación de los recursos. El segundo modelo proviene de la teoría de juegos
y es el «juego del dilema prisionero». De carácter no cooperativo, cada jugador tiene
información completa; la comunicación entre jugadores es imposible o prohibida, y cada uno
tiene una estrategia dominante. Dados estos supuestos, cuando ambos jugadores eligen su
estrategia dominante producen un equilibrio que es el resultado menos deseado por ambos.
El tercer modelo fue introducido a la teoría social por Mancur Olson en La lógica de la acción
colectiva de 1965. El argumento de Olson señala que, en grupos grandes, dado que no se
pueden excluir de los beneficios a los no cooperantes, la acción más racional es aprovechar
los beneficios sin participar de su producción. El resultado es la aparición del gorrón, free
rider.